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La teoría del todo cartel reducidoLa teoría del todo(The theory of everything)
Dirigida por James Marsh
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Una producción de Working Title, protagonizada por Eddie Redmayne y Felicity Jones, LA TEORÍA DEL TODO, con Charlie Cox, Emily Watson, Simon McBurney y David Thewlis. Casting, Nina Gold. Música, Jóhann Jóhannsson. Vestuario, Steven Noble. Peluquería, maquillaje y diseño de prótesis, Jan Sewell. Montaje, Jinx Godfrey. Diseño de producción, John Paul Kelly. Fotografía, Benoît Delhomme, AFC. Coproductor, Richard Hewitt. Productores ejecutivos, Amelia Granger, Liza Chasin, David Kosse. Basada en el libro de memorias Travelling to Infinity: My Life with Stephen, de Jane Hawking. Guión, Anthony McCarten. Productores, Tim Bevan, Eric Fellner, Lisa Bruce, Anthony McCarten. Dirigida por James Marsh.


Una breve historia
El tiempo siempre ha fascinado al brillante astrofísico Stephen Hawking: Cuándo empezó el universo, cuándo acabará y todo lo que contienen esas dos preguntas. Se han vendido más de un millón de ejemplares del libro Una breve historia del tiempo, escrito por el famoso profesor.

Pero el concepto del tiempo se hizo mucho más palpable cuando, en 1963 y con solo 21 años, le diagnosticaron un trastorno de la neurona motora (ALS en inglés, ELA en castellano, más conocido como enfermedad de Lou Gehrig) y le dieron un máximo de dos años de vida.

Pero él quería vivir, incluso sabiendo que pronto le sería difícil hablar o moverse. También quería compartir el amor con la mujer que pronto sería su esposa. A pesar de todas las predicciones, disfrutó de ese amor y de mucho más.

Por mucha voluntad que tuviera entonces, no habría podido hacerlo solo. En ese largo recorrido siempre le acompañó Jane Wilde, que no tardaría en convertirse en Jane Hawking, una mujer con una mente brillante que se dedicó en cuerpo y alma a Stephen y a sus hijos.

A pesar del diagnóstico realizado a principios de los años sesenta, Stephen Hawking siguió viviendo y explorando los límites más alejados de la física teórica, y realizando grandes avances. En el siglo XXI su nombre está al mismo nivel que el de Albert Einstein.

Hacía mucho que el profesor Hawking fascinaba al guionista y productor Anthony McCarten, sobre todo por el tiempo y el esfuerzo empleados en escribir su famoso libro dadas sus condiciones físicas. "Ha iluminado la física en el mundo entero, y su obra es palpablemente profunda", dice Anthony McCarten. "Pero lo anterior se ve reforzado por su situación física, que solo le permite componer palabras con la atroz lentitud de un vocablo por minuto. Es una yuxtaposición sin precedentes, una proeza mental extraordinaria atada a una incapacidad física extraordinaria".

"Su mente ha seguido abriendo frontera tras frontera en una exploración constante", sigue diciendo. "Puede decirse que se contrae y expande a la vez, lo que es muy apto para alguien que dedica su vida al estudio del universo".

El guionista y productor se conmovió al leer el libro de memorias Travelling to Infinity: My Life with Stephen, de Jane Hawking. Descubrió "una maravillosa historia de amor entre dos personas, tremendamente intensa y difícil. Difícil en primer lugar por el declive físico de uno de los miembros de la pareja y, posteriormente, por la llegada de la fama. Cuando se dieron cuenta de que el diagnóstico de su muerte inminente era muy exagerado, y que dos años se convirtieron primero en diez y luego en veinte, su amor debió tomar formas atrevidas y poco ortodoxas para sobrevivir. Es una historia de amor sin precedentes".

La idea de plasmar la historia de la pareja en la gran pantalla se iba consolidando y Anthony McCarten empezó a adaptar el libro sin la menor garantía de que llegaría a algo concreto. Visitó a Jane en su casa para hablarle del proyecto. "Siempre le estaré profundamente agradecido por contestar al timbre y dejarme entrar. No nos prometimos nada en este primer encuentro, pero el diálogo se prolongó en el tiempo", explica.

Después de redactar múltiples versiones, conoció a la productora Lisa Bruce gracias al agente de ambos, Craig Bernstein, de ICM. El guión fue una auténtica revelación para la productora, ya que solo conocía a Stephen Hawking como una mente brillante en una silla de ruedas motorizada y que se comunicaba con el mundo a través de un aparato activado por la voz.

"La mayoría de personas no piensa en la vida doméstica de Stephen Hawking", dice Lisa Bruce. "No saben que hablaba y andaba, e ignoran que tiene varios hijos. Basta con profundizar un poco en su vida para ver mucho más que un genio, para encontrar a un padre, un marido y, más aún, un eterno optimista".

Y sigue diciendo: "Para mí, el elemento más fuerte de la historia es la sensación de que nunca habría llegado a hacer lo que hizo si no hubiera tenido una compañera como Jane".

Lo que más llamó la atención de Lisa Bruce es que la historia de Stephen y Jane era a la vez única y universal. "Nadie ha vivido lo que vivieron los Hawking como pareja", explica. "Eran dos jóvenes con toda la vida por delante, una vida más que prometedora y, de un día para otro, les anuncian que a Stephen solo le quedan dos años de vida. En otras palabras, tiene 21 años y está condenado a muerte. Pero en vez de huir, deciden enfrentarse juntos a una vida imposible. En este aspecto, su ejemplo me parece una de las historias de amor más inspiradoras jamás contadas".

La relación de la pareja evolucionó y se adaptó mientras Stephen Hawking hacía notables progresos en su trabajo. "Esta película abarca 25 años de la vida de Jane y Stephen en los que alcanzan logros que ni los más capaces físicamente pueden imaginar", explica Lisa Bruce. "Desde este punto de vista, es única. Amar y cuidar de alguien es absolutamente universal".

"Jane hizo algo extraordinario", dice Anthony McCarten. "No dudó en decirle a Stephen que debían casarse y hacer el recorrido juntos. Fue muy esencial para Stephen, ya que como él mismo reconoce, sintió que se caía en un agujero profundo. Acababa de empezar a vivir y le dijeron que pronto se acabaría. A pesar de la incertidumbre, casarse con Jane le proporcionó alegría y optimismo".

"Fue un momento decisivo, tanto personal como profesionalmente", sigue diciendo. "Jane le ayudó a superar la depresión. La cuenta atrás incluida en el pronóstico médico aceleró su proceso mental y no tardó en alcanzar su mayor potencial. LA TEORÍA DEL TODO sigue este increíble ascenso intelectual acompañado de un creciente deterioro físico. Pero Stephen no solo encuentra el valor y la motivación suficientes para aceptarlo, sino para vencerlo. Es realmente asombroso".

Anthony McCarten y Lisa Bruce tardaron varios años en hacerse con los derechos de las memorias, así como con la bendición de Jane y Stephen para que su gran historia de amor se convirtiese en una película. Mientras tanto trabajaron sin cesar en la historia, eliminando cualquier sensacionalismo o sentimentalismo, decididos a mostrar únicamente la complejidad de un matrimonio semejante.

"Cruzar etapas muy difíciles y conseguir que el matrimonio durara décadas es un auténtico triunfo", explica el guionista y productor. "Stephen y Jane nos muestran de lo que es capaz el ser humano cuando decide emprender algo. Sin embargo, en el guión he incluido sus cambios de humor y sus frustraciones, que son perfectamente comprensibles. La película homenajea a Stephen, pero en ningún momento le convierte en un mito. Fue presa de emociones muy negativas al enfrentarse a la pérdida de movilidad, y no lo escondemos, como tampoco disimulamos los altibajos de la relación con Jane".

Y añade: "LA TEORÍA DEL TODO trata de la física del amor y del amor por la física".

El oscarizado cineasta James Marsh se unió al proyecto, así como los premiados productores Tim Bevan y Eric Fellner, de Working Title, con los que Lisa Bruce había hecho el telefilm "Mary y Martha".

Lisa Bruce dice: "Tim y Eric sintieron un cariño inmediato por el proyecto, y se empeñaron en que plasmáramos la autenticidad y la fuerza emocional de la vida en pareja de los Hawking. El apoyo de Working Title fue total".

"Todos estábamos convencidos de que James contribuiría a la historia con su sensibilidad, sobre todo por la forma en que había empatizado con personas reales en sus anteriores películas", añade la productora.

James Marsh, ganador del Oscar al Mejor Documental por Man on a Wire, estaba abierto a trabajar en largometrajes de ficción o en documentales. Reconoce que, cuando recibió el guión, todavía "tenía la imagen de Stephen Hawking, el brillante científico, en una silla de ruedas y con la máquina de voz".

"Pero no tardé en enamorarme del enfoque de Anthony", añade. "Había encontrado un punto de vista fascinante: contar la historia desde la perspectiva de la mujer que se enamora de un hombre en buena forma física y que decide apoyar a la persona que ama cuando le diagnostican una enfermedad terminal. Anthony ha escrito una historia de amor conmovedora, original y poco habitual. Muestra lo que significa compartir la vida con un genio con una gran minusvalía, y el peso que Jane tuvo que llevar profesionalmente, como esposa y como madre. Es un terreno muy fecundo".

El realizador también se sintió atraído por LA TEORÍA DEL TODO porque el ímpetu de la historia le recordaba al del largometraje documental Man on a Wire; ambas películas hablan de hombres que desafían las fronteras y los límites impuestos al ser humano. "Hay una clara afinidad y una ironía cósmica. Stephen está limitado físicamente, pero mentalmente puede ir adonde quiera", explica. "Su mente viaja hasta los mismísimos límites del universo, aunque su cuerpo no pueda moverse".

James Marsh entendió desde el principio que la gran dificultad residía en encontrar el tono adecuado para la película: "La historia de Stephen Hawking es agridulce, pero no es una tragedia, a pesar de que una enfermedad como la suya a una edad tan temprana puede considerarse como tal. Pero el carácter de Stephen saca esa posibilidad de la ecuación. Se enfrenta a la enfermedad con humor, perseverancia y valor, convirtiendo la historia en lo opuesto a una tragedia".

"Cincuenta años después, Stephen sigue vivo, lo que es increíble", acaba diciendo.

El profesor Hawking, el hombre que ha cambiado nuestro concepto del universo, sigue inspirándonos en este nuevo milenio.


Encarnar a Stephen
"Encarnar a Stephen Hawking iba a ser intimidante para cualquier actor", dice el guionista y productor Anthony McCarten. "Es una figura pública, un icono. Además, el guión requería que el actor encarnara a Stephen Hawking durante 25 años, desde la época en que estaba bien, hasta que solo podía utilizar unos cuantos músculos. Básicamente, mover la mano, realizar algunos movimientos faciales y hablar a través de una máquina".

El director James Marsh añade: "La persona que interpretase el papel debía pasar por una larga preparación, además de ser convincente como el tímido universitario al que pocos conocieron".

Los productores Tim Bevan y Eric Fellner habían trabajado no hacía mucho con Eddie Redmayne, una de las estrellas masculinas inglesas en auge en la taquillera Los miserables, y el actor había oído hablar del guión de Anthony McCarten. "Estaba entusiasmado cuando salió el nombre de Eddie Redmayne", reconoce el director. "Me pareció perfecto para el papel. Se entregó de un modo extraordinario. No solo se prestó a una rigurosa preparación física, sino también a una preparación mental".

"Eddie aportó una intensidad incansable desde el primer día", explica la productora Lisa Bruce. "Fue asombroso ser testigo de su evolución a medida que se hacía con las diferentes capas del Stephen Hawking que todos creen conocer y del hombre que vive detrás de esa imagen".

El propio Eddie Redmayne dice: "Leí el guión y me quedé atónito ante la envergadura de lo que este hombre había pasado y hecho desde 1963. Es una de las historias más inspiradoras que he leído. Stephen Hawking es un baluarte de esperanza".

"Pero esta película también trata del ser humano que hay detrás del icono", sigue diciendo. "Cuando le conocemos tiene 21 años, está fuerte, es un deportista. Le brillan los ojos, está lleno de vida, pero nada de eso cambia. Tiene varias facetas, la inteligencia, la brillantez, la testarudez… Mi impresión fue que poseía la personalidad de una estrella del rock".

Al documentarse acerca de la vida de los dos protagonistas, el actor descubrió que Stephen Hawking procedía de una familia tradicionalmente intelectual, mientras que el empeño de Jane Wilde en tener una carrera aún era considerado como algo atrevido para una mujer a principios de los años sesenta. "Eran personas muy diferentes, dos personalidades extraordinarias y totalmente opuestas", dice. "Me atrajo profundamente la idea de dos seres humanos complementándose y decididos a superar cualquier reto. Además, es tan romántico…"

Las dificultades físicas para interpretar a Stephen Hawking no eran pequeñas. Como le dijo su amigo, el actor Charlie Cox, que no tardaría en unirse al reparto de LA TEORÍA DEL TODO: "No tienes más remedio que poner el 3.000%".

Eddie Redmayne estudió hasta los detalles más pequeños del hombre al que iba a encarnar: "Jane explica en su libro que Stephen tenía unas cejas tremendamente expresivas, por lo que me pasé meses ensayando delante del espejo".

Y sigue diciendo: "Cuando conocí a Stephen me di cuenta de que expresaba "sí" mediante una especie de sonrisa, y "no" con una mueca en la que solo utilizaba un par de músculos. Aprendí a aislarlos para imitarle".

"Los productores me rodearon de un equipo extraordinario", añade. "James Marsh alentó a todos para que colaboraran conmigo, y me dio libertad total para trabajar con los diferentes departamentos. Uno de los grandes placeres de este papel ha sido trabajar con personas que están en la cumbre de su profesión. Todos nos enfrentábamos a algo que nunca habíamos hecho antes. Era muy especial".

La asesora vocal Julia Wilson-Dickson y el director de movimientos Alex Reynolds se unieron muy pronto al equipo para trabajar con el actor. Alex Reynolds le enseñó exactamente qué cambios implicaban las etapas degenerativas descritas en el guión.

Eddie Redmayne obtuvo la autorización de visitar, tanto en clínicas como en casas particulares, a pacientes de ELA. "Siempre pensé que debía interpretar la enfermedad con la mayor veracidad posible", explica. El actor se siente afortunado por haber conocido a Stephen Hawking en persona. Lo primero que hizo al verle fue disculparse por "haber estudiado Historia del Arte".

Al no existir documentos gráficos de Stephen Hawking en las primeras etapas de la enfermedad, Eddie Redmayne y Alex Reynolds hablaron con un especialista para saber exactamente cómo evoluciona. Con el fin de que toda esta documentación le fuera útil durante los 48 días de rodaje, el actor creó una tabla con números indicando el progreso de la enfermedad de acuerdo con cada escena. El método demostró ser perfecto ya que LA TEORÍA DEL TODO, al igual que la mayoría de películas, no se rodó en orden cronológico.

"Eddie se preparó durante meses para estar dispuesto a enfrentarse a cualquier nivel de interpretación", recuerda Anthony McCarten, maravillado. "Cada día tenía que ser capaz de interpretar el nivel 4 vocal o el nivel 3 corporal".

"Pasaba de un día 4/3, a filmar al día siguiente una escena correspondiente a diez años antes, es decir un día 2/7", explica el director. "Cada día de filmación exigió todo su talento, disciplina e inteligencia".

James Marsh consideraba la tabla inventada por Eddie Redmayne como "un texto sagrado, porque nos enseñaba qué podía hacer Stephen y qué no podía hacer en cualquier momento del rodaje. También fue muy útil para el director de fotografía Benoît Delhomme a la hora de rodar una escena o de escoger un encuadre".

"Eddie se enfrentaba a la casi imposible tarea de comunicarse con los espectadores mediante una breve mirada o un pequeño cambio de posición", sigue diciendo el director. "No es tarea fácil para ningún actor, y lo pasó mal físicamente. Tuvo que mantener posturas incómodas durante horas sin por eso dejar de proyectar y sacar al personaje de su invalidez física".

"Trabajando con Eddie día tras día en el plató, acabé por ver a Stephen Hawking y no a Eddie", añade.

Y termina diciendo: "La interpretación física de Eddie es realmente impresionante, pero la emocional lo es aún más".


Encarnar a Jane
La actriz que encarnase a Jane Hawking no tendría que enfrentarse a tantos desafíos físicos, pero comunicar múltiples emociones significaba un fuerte reto psicológico.

El director James Marsh dice: "En la historia, las emociones de Jane son de suma importancia. Estaba convencido de que Felicity Jones haría buena pareja con Eddie Redmayne en cuanto a la interpretación, y así fue. Y como director, diré que nuestra colaboración fue muy interesante".

"Había muchas escenas difíciles entre los dos en las que Eddie se expondría físicamente y Felicity emocionalmente. Debía mostrar sentimientos paradójicos, lo que no es nada fácil. En otras palabras, debía mostrar a la vez lo que significa amar a alguien que sufre una enfermedad debilitante y la carga que suponía para ella como amante y como una mujer que ha estudiado una carrera".

Lo que más atrajo a Felicity Jones del guión fue "la empatía por los seres humanos. Y como actriz, me alegré de poder interpretar a un personaje a través de tantos años".

El guionista y productor Anthony McCarten dice: "Felicity ha construido una profunda caracterización de Jane, ha escogido el peligroso camino entre la fragilidad y la fuerza".

Después de leer el guión y de estudiarse el libro de memorias, la actriz quiso conocer a Jane Hawking cuanto antes. "Me quedé atónita ante su determinación, nunca se dio por vencida", dice. "Dedicó su vida a Stephen sin perder su propia identidad. Era importante que se la reconociera por ella misma. Siguió con sus estudios mientras cuidada de él y criaba a sus hijos. Es una mujer extraordinaria".

"Me interesaba captar la forma en que Jane se movía, su tono de voz bastante musical", explica Felicity Jones. "Fueron elementos clave que me permitieron habitar el personaje. Trabajé con un equipo genial, Jill McCullough para la voz, Aleksandra Kozlov para la música y Danny McGrath para los movimientos".

Anthony McCarten añade: "Jane y Felicity se reunieron varias veces, y no dudo de que estos encuentros tuvieron mucho que ver con la interpretación. Felicity comunica exactamente todo lo que Jane sentía y se callaba. Al repetir las escenas una y otra vez, ha conseguido un retrato veraz de la fuerza con que Jane lo mantenía todo en su sitio".

"Felicity ha sabido captar a la Jane que conozco. Su interpretación desprende autenticidad y disciplina; es un fiel reflejo de la fuerza de Jane", acaba diciendo.

"Felicity era asombrosa porque lograba delicadeza y fuerza al mismo tiempo", dice la productora Lisa Bruce. "Su papel es el ancla de la historia, del mismo modo que Jane fue el ancla de Stephen mientras duró su matrimonio".

La película gira en torno al amor entre Jane y Stephen, y la eficacia de la segunda parte se ve realzada por la fuerza del romance inicial, sobre todo la secuencia del baile de primavera, una preciosa escena que ocupa el centro de la historia. "El matrimonio se complica con el tiempo", explica James Marsh. "Por eso es necesario entender que estaban locamente enamorados desde el principio. La ternura y la vulnerabilidad deben hacerse patentes en ambos".

"Estoy convencida de que la atracción sexual entre Jane y Stephen fue inmediata", explica Felicity Jones. "Pero también fue un encuentro mental. Se retaban, competían, eran dos intelectuales, cada uno intentaba entender el mundo de acuerdo con su disciplina. Ella, a través del arte; él, mediante la ciencia. Ambos defendían sus ramas de estudio a capa y espada".

Eddie Redmayne y Felicity Jones no tardaron en apoyarse mutuamente durante el rodaje, sobre todo al descubrir que, a pesar de la cuidadosa preparación a la que se habían sometido, no siempre salía todo como estaba previsto. "Eddie y yo trabajamos de forma similar", comenta la actriz. "Los dos somos incansables cuando se trata de que la escena salga bien. Disfruté de cada minuto que pasé con Eddie trabajando. A pesar de toda la preparación técnica, siempre tenía tiempo para ayudar a sus compañeros. Es un intérprete extraordinario y totalmente desinteresado".

"Hubo momentos en que Felicity estaba fuera del encuadre e improvisaba diálogos o me gritaba para obligarme a salir del camino trazado", recuerda Eddie Redmayne. "Eso solo puede hacerlo una persona en la que confías plenamente, y confío plenamente en ella. Siento un tremendo respeto por Felicity, es sensacional".


Jonathan
"La película cuenta una historia de amor entre adultos donde no todo está perfectamente empaquetado", comenta la productora Lisa Bruce. "Los matrimonios cambian y se mueven con el tiempo, pero la tremenda presión a la que estaba sometida la relación de los Hawking habría podido con cualquier matrimonio. Sin embargo, estuvieron juntos muchos años. Lo que les pasó no tiene nada que ver con las historias de amor a las que estamos acostumbrados, y por eso estaba convencida de que este era un viaje que merecía la pena hacer a pesar de todos los riesgos".

Felicity Jones reconoce que se sintió fascinada por el hecho de que "mientras Jane y Stephen vivían juntos, Jane conoció a otro y Stephen aceptó que se mudara a la casa de ambos. Nos encontramos con una dinámica nada convencional, pero totalmente auténtica entre esas tres personas. Pude explorar la relación de Jane con Stephen y la de Jane con Jonathan".

El director de coro Jonathan Hellyer Jones, un viudo interpretado por Charlie Cox, altera el arco emocional en LA TEORÍA DEL TODO. "Creo que la relación entre Jane y Stephen había llegado a un punto en que no podía seguir sin algún cambio", explica la actriz. "Y vuelve a pasar cuando Elaine, la enfermera, aparece más tarde en la película. Es complicado, desde luego, pero es muy humano".

Jonathan entra en la historia y no tarda en ser parte inherente de la misma. El director James Marsh se esforzó en transmitir "una preciosa armonía nacida entre tres adultos. Inexorablemente, debido a las necesidades de ambos, Jane y Jonathan empiezan a enamorarse, algo que Stephen debe aceptar".

"Jane ya no puede más cuando conoce a Jonathan por casualidad", explica el actor Charlie Cox. "Él no duda en echar una mano a la familia Hawking, pero cuando empieza a sentir algo más profundo por Jane, no le queda más remedio que tomar una decisión. Es un buen hombre que intenta hacer lo correcto".

"Lo maravilloso del guión de Anthony es que no podemos evitar simpatizar e involucrarnos emocionalmente con esas tres personas y sus respectivas historias de amor", añade. "En el plató, James creó una atmósfera lo suficientemente libre como para permitirnos llegar hasta el fondo de las relaciones entre nuestros personajes".

El director James Marsh solo tiene alabanzas para Charlie Cox por "saber matizar la atracción de Jonathan hacia Jane. Su interpretación es muy comedida. Era importante para que pudiéramos ver que Stephen simpatizaba con Jonathan".


Los decorados del corazón
En su calidad de copresidentes de una de las productoras líderes del mundo, Tim Bevan y Eric Fellner han rodado en todas partes, aunque sobre todo en Inglaterra. Gracias a su renombre, la Universidad de Cambridge no tuvo inconveniente en abrirles las puertas de varios edificios y el campus en general para que pudieran recrear el entorno donde nació la historia de amor entre Stephen y Jane. Cambridge también es la ciudad donde se instaló y vivió el matrimonio con sus hijos.

LA TEORÍA DEL TODO se rodó, entre otros lugares, en el St. John’s College. De hecho, Stephen Hawking estudió en Trinity Hall, pero se decidió que era mejor rodar en el primero. El guionista y productor Anthony McCarten dice: "St. John’s es una de las facultades más bellas de Cambridge, quizá la más bella. La sala principal se conoce como "La tarta de boda" por su decoración y grandeza".

Otro decorado clave fue el laboratorio Cavendish, donde se dividió el átomo por primera vez y del que Stephen tenía una llave, como si, simbólicamente, le hubieran encargado realizar nuevos descubrimientos. "Los lugares como el laboratorio Cavendish confieren mucha magia a una película por lo que comunican a través de la arquitectura", explica Anthony McCarten.

El director James Marsh está totalmente de acuerdo, y añade que "filmar en Cambridge aportó la textura de la vida universitaria y académica. Gran parte de la vida de Stephen transcurrió allí. Rodamos muchos exteriores y algunos interiores en Cambridge durante una semana. Fue una enorme suerte poder filmar allí la escena crucial del baile de primavera, donde Jane y Stephen reconocen su amor mutuo".

El profesor Stephen Hawking estuvo presente durante la filmación de la secuencia del baile, así como Lucy y Timothy Hawking, dos de los hijos que tuvo con Jane, que también visitó el rodaje en compañía de Jonathan Hellyer Jones. Jane escoltó a los cineastas por los lugares de Cambridge que tuvieron algún significado en su romance con Stephen.

La arquitectura tardogótica y la atemporalidad de Cambridge se convirtieron en el perfecto telón de fondo para una historia que se desarrolló durante un cuarto de siglo en la vida de los Hawking. Sin embargo, el diseñador de producción John Paul Kelly y su equipo se vieron obligados a recrear la Biblioteca Cavendish en otro lugar, ya que la biblioteca original fue trasladada a principios de los años setenta. Por suerte, existe un buen número de fotos e incluso alguna filmación de la original.

Las escenas que abren y cierran LA TEORÍA DEL TODO y que transcurren en el Palacio de Buckingham, se rodaron en Lancaster House, Londres, y en el Palacio de Hampton Court, en Richmond upon Thames. Otra localización londinense fue la Royal Opera House en Covent Garden, que hace las veces de la Ópera de Bayreuth. Los interiores de Trinity Hall, la facultad de Stephen, se recrearon en la histórica Harrow School, en el noroeste de Londres.

James Marsh solo tiene elogios para el director de fotografía Benoît Delhomme por crear memorables momentos visuales: "Hay partes de la película con muy poco diálogo, la cámara se limita a observar. A Benoît y a mí se nos ocurrió la idea de usar películas caseras de la familia Hawking para dar saltos en el tiempo. Benoît las rodó en Super 8 y en 16 mm para crear una textura diferente, más íntima, que permite al espectador penetrar en la vida familiar. Se ve a los niños jugando con su padre, aunque esté en una silla de ruedas. Lo aceptan de forma espontánea y natural".

La atmósfera familiar también se ve realzada porque Stephen Hawking autorizó a John Paul Kelly a usar todos sus diplomas, premios y medallas como atrezo. Más aún, Jane sigue viviendo en la misma casa que compró con Stephen cuando se casaron, y permitió que el diseñador de producción y su equipo la visitaran y fotografiaran para recrearla en un plató. El departamento artístico reconstruyó los interiores de la segunda casa a partir de fotografías ya que fue derribada.

En la película, "los entornos familiares empiezan siendo bastante restrictivos", explica el diseñador de producción. "Hay varias escaleras que Stephen pronto no podrá subir. Pero a medida que avanza la historia y se convierte en una celebridad, los interiores se amplían, reflejando el recorrido emocional de Stephen".

Otros elementos importantes de los decorados, concretamente del atrezo, fueron las diferentes sillas de ruedas que usa Stephen. John Paul Kelly se encargó personalmente de que se recrearan con total exactitud. "Stephen empezó usando una silla de ruedas normal, antes de pasar a una silla de ruedas eléctrica y, finalmente, a una silla computerizada con una máquina de voz", explica. "Nos documentamos profusamente para que fueran lo más parecidas a las que usó realmente".

"Contratamos los servicios de varios técnicos para asegurarnos de que las sillas de ruedas se movieran cómo y dónde queríamos, y que el ordenador y el activador de voz funcionaran en el momento preciso".

El cálido y romántico look de la película también se apoya en el trabajo del diseñador de vestuario Steven Noble. Ante el desafío de dividir el guión por etapas, de acuerdo con la moda de cada momento, y crear una progresión constante, sin saltos en el tiempo desde principios de los años sesenta hasta mediados de los ochenta, el diseñador optó por usar una paleta de colores consistente.

Al vestir a Felicity Jones como Jane, tuvo en cuenta la progresión psicológica del personaje, desde que era una joven universitaria hasta convertirse en esposa, madre y cuidadora. "En los setenta, Jane pasa un mal momento y decidimos oscurecer los colores de su ropa", explica. "Cuando conoce a Jonathan, vuelve a preocuparse por su apariencia y empieza a llevar ropa algo más llamativa".

Para la secuencia del baile de primavera, Steven Noble y su equipo tuvieron que vestir a más de doscientos figurantes. "Lo pasamos muy bien", dice, encantado. "Escogimos colores pastel, colores veraniegos, y no nos cortamos nada con los vestidos largos. Me quedé muy satisfecho, especialmente con el diseño para Felicity, un vestido de noche ceñido sin mangas de color azul claro. Es muy sencillo, pero deslumbrante visto a través de la cámara".

Eddie Redmayne tiene nada menos que setenta y siete cambios de vestuario en LA TEORÍA DEL TODO. Los trajes diseñados por el equipo de Steven Noble son totalmente fieles al estilo algo excéntrico que gusta a Stephen Hawking. "Siempre va un poco desarreglado, nunca lleva la corbata perfectamente alienada", dice el diseñador. "Las camisas no están metidas del todo en el pantalón o se le ha caído un botón. Pequeños detalles que le dan ese look de académico despistado, algo muy apropiado para el personaje".

"Empezamos con Stephen siendo un universitario en el año 1963 vestido de forma totalmente normal", sigue diciendo Steven Noble. "Luego llegan los trajes demasiado grandes a medida que avanza la enfermedad. Al usar chaquetas de más talla, parece más delgado. También le pedimos a Jan Sewell, que se encargó de la peluquería y del maquillaje, que diseñara prótesis para las rodillas, los codos y los hombros con el fin de dar una apariencia deforme a Eddie Redmayne".

Jan Sewell, la creadora de los peinados, maquillaje y prótesis que ayudan a Eddie Redmayne a externalizar las diferentes etapas de la enfermedad de Stephen Hawking, explica que "Stephen no ha envejecido como todos nosotros porque no ha usado los músculos. Los cambios en su rostro y en su cuerpo no son los mismos. Cuando Eddie visitó a varias personas con trastorno de la neurona motora, se fijó en que sus manos eran diferentes. Lo incorporamos al proceso".

"Cambié la forma de las orejas de Eddie", añade Jan Sewell. "Si se agrandan las orejas y la nariz, la cara parece más pequeña. También creamos dientes diferentes para cambiarle la forma de la boca".

El maquillaje de Felicity Jones fue mucho más sencillo, pero la diseñadora se centró sobre todo en el estilo de peinado. "Felicity quería mantener la esencia de Jane Hawking y yo quería canalizar el paso del tiempo a través de Jane", explica. "En la escena del baile de primavera, Felicity lleva el pelo al estilo Audrey Hepburn. Generalmente hablando, Jane pasa de llevar el pelo corto a una media melena. Estudiamos muchas fotografías para asegurarnos de que el corte era correcto".


Más allá de las estrellas
Tratándose de una historia de amor que empieza como un romance entre dos jóvenes y acaba dirigiéndose hacia terrenos desconocidos, en opinión del guionista y productor Anthony McCarten, "el fin de la película es histórico. Solo recorremos algo más de la mitad de la vida de adulto de Stephen, su historia con Jane. Se enamoraron profundamente, su amor fue puesto a prueba, lo superaron, crearon una familia y acabaron por enfrentarse juntos a enormes cambios. Desde luego, no es el típico ‘final hollywoodiense’, pero sigue siendo un final feliz".

Según el director James Marsh "Jane no es nada sentimental, y he querido hacer una película realista, detallada. En ningún momento he querido apartarme de las dificultades del matrimonio y de los sufrimientos causados por la enfermedad porque reafirman la historia de amor y la hacen aún más profunda".

"Estas dos personas extraordinarias colocaron al amor y al universo bajo el microscopio", dice la productora Lisa Bruce. "Encontraron las respuestas que buscaban mirando más allá de las estrellas y en lo más profundo de sí mismos".


La banda sonora
El compositor islandés Jóhann Jóhannsson se ha encargado de la banda sonora del próximo estreno de Focus Features LA TEORÍA DEL TODO. Las complejas composiciones de Jóhann Jóhannsson ofrecen un impresionante telón de fondo para el drama romántico en el que se describe la vida de Stephen y Jane Hawking, interpretados por Eddie Redmayne (Los miserables) y Felicity Jones (The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro). El director de la película es James Marsh (Man on Wire). LA TEORÍA DEL TODO se estrenó mundialmente en el Festival de Toronto el mes pasado, se estrenará en Estados Unidos durante el mes de noviembre y en el resto del mundo durante el mes de enero. La banda sonora de Jóhann Jóhannsson saldrá a la venta en formato digital y en CD, seguidos por una versión en vinilo.

"Conocí a James Marsh en 2010 mientras componía la música para un documental en el que trabajaba como asesor", dice el músico. "Entonces, los dos vivíamos en Copenhague. Al cabo de unos años, me llamó para la música de LA TEORÍA DEL TODO, y no iba a dejar pasar la oportunidad. Me gusta mucho el trabajo de James como director, le sigo desde que vi Man on Wire hace unos años, y siempre me ha fascinado Stephen Hawking, tanto en su faceta de escritor y teórico como en la de ser humano. Enfoqué la composición de la banda sonora desde un punto de vista profundamente emocional".

"Es una película acerca de un astrofísico, pero en esencia es una historia de amor. La música surge de la tensión que existe entre Hawking el hombre y Hawking el científico", sigue diciendo. "La mayoría de la partitura nace de elementos muy sencillos que aparecen durante los primeros fotogramas de la película; un motivo pianístico ostinato de cuatro notas, que se amplia lentamente a formas más complejas, aparece y reaparece evolucionado, deconstruido y reensamblado en varias versiones durante la película".

Jóhann Jóhannsson ha colaborado con artistas pop de la talla de Marc Almond; Barry Adamson; la banda electro finesa Pan Sonic; The Hafler Trio, el alias musical del compositor vanguardista inglés Andrew M. McKenzie; el batería de CAN Jaki Liebezeit; Stephen O'Malley, de la banda de dark metal Sunn O))), y muchos otros. "Me gusta salir del estudio y trabajar con otras personas", dice. "Colaborar con alguien que tiene otra visión de la música me sirve de inspiración. Los intercambios musicales siempre producen resultados interesantes".

Jóhann Jóhannsson
LA TEORÍA DEL TODO: Banda sonora original
lanzada por Back Lot Music/Universal el 4 de noviembre de 2014
Lista de temas:
Cambridge, 1963
Rowing (Remando)
Domestic Pressures (Presiones domésticas)
Chalkboard (Pizarra)
Cavendish Lab (Laboratorio Cavendish)
Collapsing Inwards (Colapso interior)
A Game of Croquet (Una partida de cróquet)
The Origins of Time (Los orígenes del tiempo)
Viva Voce
The Wedding (La boda)
The Dreams that Stuff Is Made Of (La materia de los sueños)
A Spacetime Singularity (Una singularidad espaciotemporal)
The Stairs (Las escaleras)
A Normal Family (Una familia normal)
Forces of Attraction (Las fuerzas de la atracción)
Rowing - Alternative Version (Remando – Versión alternativa)
Camping
Coma
The Spelling Board (El tablón del abecedario)
The Voice Box (La caja de la voz)
A Brief History of Time (Una breve historia del tiempo)
Daisy, Daisy
A Model of the Universe (Un modelo del universo)
The Theory of Everything (La teoría del todo)
London, 1988 (Londres, 1988)
Epilogue (Epílogo)
The Whirling Ways of Stars That Pass (El vertiginoso recorrido de las estrellas que pasan)