Fox 2000 Pictures y Metro-Goldwyn-Mayer Pictures presentan POLTERGEIST, creación del legendario realizador Sam Raimi ("Spider-Man", "Posesión infernal", "El grito") y del director Gil Kenan ("Monster House"). La producción actualiza el clásico de 1982 sobre una familia cuya casa, situada en una urbanización, se ve acechada por fuerzas malignas. Cuando las terroríficas apariciones intensifican sus ataques y aprisionan a la hija pequeña, la familia debe unirse para rescatarla antes de que desaparezca para siempre.
Kenan dirige un guión original del escritor David Lindsay-Abaire, ganador del Premio Pulitzer. Además de Raimi, los productores son Rob Tapert ("Posesión infernal") y Roy Lee ("Infiltrados"), miembros ambos del Sindicato de Productores de Estados Unidos (p.g.a). De la producción ejecutiva de la película se encargan J.R. Young ("The Grudge 3"), Audrey Chon ("El intercambio"), John Powers Middleton ("La Lego película") y Becki Cross Trujillo ("El mensajero").
POLTERGEIST está interpretada por Sam Rockwell ("Moon"), Rosemarie DeWitt ("La boda de Rachel"), Jared Harris ("Mad Men") y Jane Adams ("¡Olvídate de mí!").
Rockwell y DeWitt interpretan a los padres de la familia, Eric y Amy Bowen; Harris encarna a Carrigan Burke, un experto en fenómenos paranormales convertido en figura de reality shows televisivos, y Adams da vida a una profesora de parapsicología.
El reparto también incluye a los talentosos noveles Saxon Sharbino, Kyle Catlett y Kennedi Clements, que representan los papeles de los hijos de los Bowen, Kendra, Griffin y Madison, respectivamente.
El equipo de diseño y producción creativa de la película incluye al director de fotografía Javier Aguirresarobe, ASC ("Los otros"); a la diseñadora de producción Kalina Ivanov ("Pequeña Miss Sunshine"); a los montadores Jeff Betancourt ("El exorcismo de Emily Rose") y Bob Murawski, ACE ("Spider-Man"); a la diseñadora de vestuario Delphine White ("Scanners") y al compositor Marc Streitenfeld ("Prometheus").
POLTERGEIST pone al día una marca emblemática, creando un relato clásico sobre una casa embrujada que refleja nuestros temores más ocultos. Nos presenta a una familia como las nuestras, en una casa como las nuestras
aunque nos encontremos cogidos en una trampa de otro mundo.
La película fue rodada en 3D original, lo que intensifica los sobresaltos y el emocionante suspense que mantienen al espectador en vilo.
El origen de POLTERGEIST es un guión de David Lindsay-Abaire, ganador en 2007 del Premio Pulitzer de Teatro con su obra "Rabbit Hole". Lindsay-Abaire es famoso por crear personajes muy interesantes mediante líneas argumentales complicadas y articuladas en varios niveles.
El director Gil Kenan recuerda que "cuando leí el guión de David comprendí que había una forma de dar vida al relato de POLTERGEIST y, por medio de él, crear una historia moderna y aterradora sobre una acorralada familia norteamericana".
El productor Sam Raimi observa que Kenan fue la opción ideal para dar vida al argumento. "Gil tiene mucha experiencia en la creación de sobresaltos y suspense, como hizo con [su exitoso largometraje de animación] Monster House. Esa película presentaba escenas de suspense
para, a continuación, sorprender al público con una broma inesperada. Algunas veces, Gil creaba suspense, había un instante en el que nada ocurría y luego daba el gran susto".
"El arte de la creación de suspense consiste en elegir el momento y la forma de lograrlo y en responder a las expectativas del público", prosigue Raimi. "Gil se ha convertido en un maestro y creo que POLTERGEIST verdaderamente va a mantener al público en vilo".
Una familia asediada
Tanto POLTERGEIST como el original de 1982, embarcan al público en una montaña rusa de emociones y miedo mediante la historia del secuestro de la hija más pequeña de una familia por unas fuerzas sobrenaturales y cada vez más hostiles. El resto del clan se entrega a una dura lucha para recuperarla sana y salva.
Pero la nueva película actualiza el punto de vista, el lugar y los personajes del relato.
A diferencia del "Poltergeist" original, ambientado en una época de bonanza económica durante los años ochenta, esta película se sitúa dentro del ideal norteamericano marginado y que se debilita por momentos al que llamamos urbanizaciones de las afueras. Una comunidad en decadencia, formada por casas idénticas de tres dormitorios, jardines descuidados y vallas de tela metálica situada en un barrio de Illinois, crea la escena para los desprevenidos protagonistas: la familia Bowen. Recuerda al público que la vida en las afueras puede en ocasiones estar muy lejos de la comodidad y la seguridad.
"A principios de los ochenta nadie dudaba sobre la conveniencia de mudarse a una urbanización, pero la vida contemporánea en esas zonas brinda un perfecto contraste porque su brillo y su distinción superficiales han desaparecido", dice Kenan. "Nuestros personajes han tratado de llevar la prototípica vida de una urbanización, pero han errado el tiro y parten de una situación inestable. Si añadimos a este ambiente el drama básico de las apariciones sobrenaturales y el secuestro de una niña, estamos preparados para lo inesperado".
El guión deja abierta a cualquier interpretación la idea de que los horrores a los que se enfrenta esta familia la persecución por parte de numerosos fantasmas y, finalmente, el secuestro de su hija, pueden no deberse exclusivamente a que su nuevo hogar esté situado sobre un cementerio. Lo que introduce la idea de que nuestra propia naturaleza inconexa y el desmoronamiento de las unidades familiares nos hacen mucho más vulnerables a los caprichos de lo sobrenatural.
Las raíces familiares de Kenan en el Valle de San Fernando, un enclave de urbanizaciones de Los Ángeles, crearon una relación personal con el nuevo argumento, que se ve mejorado por su singular estilo de realización, centrado en personas definidas por el ambiente que las rodea.
"El reto", explica Kenan, "consistía en que el público se acostumbrara a la casa, además de conocer a nuestra familia". Kenan logra su objetivo embarcándonos en un viaje que comienza cuando vemos por primera vez la que pronto será la nueva casa de los Bowen. Con Kenan recorremos la casa habitación por habitación, inspeccionando cada armario y cada grifo.
Son los niños quienes primero se dan cuenta de que la casa tiene algo malo, incluso antes de que los Bowen tomen posesión. Griffin, el hijo de en medio, sorprende a su hermana pequeña, Maddy, manteniendo una conversación con algo
invisible
en lo que pronto será el armario de su dormitorio. Cuando la familia se traslada a su nuevo hogar, el escenario está dispuesto para descubrir a las fuerzas del otro mundo.
Tiene sentido que Maddy y Griffin sean los primeros en experimentar estas fuerzas, afirma Raimi, porque los niños son habitualmente "más receptivos ante las nuevas situaciones y están más dispuestos a usar su imaginación. Así que era más probable que nuestros personajes infantiles percibieran a esas entidades sobrenaturales que invaden su casa. Los adultos no sintonizan nuevas frecuencias con tanta facilidad como los niños".
A Maddy, la hija más pequeña y más sensible, le encanta la casa por sus nuevos amigos "ficticios" del armario. Griffin es un niño tímido, introvertido y que se asusta con facilidad al que agrada la idea de mudarse hasta que se entera de que su cuarto está en el escalofriante y asolado ático, y comienza a pensar que un árbol cercano está amenazándole.
La adolescente Kendra es la hermana mayor y, como sus padres, hace al principio caso omiso de los terrores que aguardan a la familia. En vez de ello, está furiosa por la mudanza, que la aleja de su colegio y sus amigos.
Interpretada por Saxon Sharbino, Kendra es, asegura Rosemarie DeWitt, "representativa de los adolescentes de cualquier lugar. Kendra no conecta con sus padres, está resentida porque la obligan a mudarse lejos de sus amigos, y se encuentra perdida dentro de su familia".
"He disfrutado de verdad interpretando el papel de Kendra", dice Saxon. "Está ensimismada, pasa todo el tiempo hablando por teléfono con sus amigos y no le gusta nada de lo que ocurre en su familia. Es la última de los hijos en darse cuenta de que suceden cosas insólitas y no presta atención a lo que dice Griffin sobre fuerzas extrañas en la casa".
El personaje de Saxon está pasando por lo que se considera los "horrores" de la adolescencia. "Es lo terrorífico de comprender quién es Kendra y por qué sus padres la sacan a rastras de su colegio, rabiando y pataleando, para llevarla a este páramo de las afueras", dice la joven actriz.
Kennedi Clements encarna a Maddy, el principal objetivo del fantasma. "Hallar a Kennedi fue el resultado de una exhaustiva búsqueda de niños por el mundo entero, porque", explica Kenan, "es enternecedora, inteligente y tiene un sentido del humor que atrae fácilmente. Esto es importante porque en el breve periodo que pasamos con Maddy necesitamos enamorarnos de ella y experimentar la pérdida y la congoja que siente su familia cuando les es arrebatada".
"Kennedi interpreta a una Maddy que carece por completo de miedo", prosigue Kenan. "Es ella la que, al enfrentarse a las voces de la televisión o el armario, responde con los ojos muy abiertos. Maddy no tienen dudas ni miedo, y esa valentía la hace vulnerable".
La capacidad de asombro y el sentido de la magia de Maddy es lo que provoca su rapto cuando su muñeca favorita, Piggy-Corn, es arrastrada al interior del armario. Maddy se adentra en las oscuras profundidades de la habitación para rescatar a su muñeca, y cuando se da la vuelta, ve que su cuarto se desvanece rápidamente por un tenebroso callejón. El fantasma la ha atrapado en este siniestro mundo "intermedio".
Griffin, interpretado por Kyle Catlett, es el único hijo varón de los Bowen. "Como muchos niños, Griffin tiene una despierta imaginación", afirma Rockwell. "Habitualmente ve cosas que no son reales, por lo que, cuando asegura que un sauce le está gruñendo, sus padres, naturalmente, no le creen".
"Griffin es el personaje más difícil de interpretar de la película porque tiene problemas de ansiedad, pero, al final, es quien tiene que enfrentarse directamente al fantasma", añade DeWitt.
Kenan describe a Kyle como "un joven increíblemente inteligente, con un sentido de la profundidad y el carácter superior a su edad. Da vida a Griffin de una forma increíble. Cuando Griffin comienza a quejarse de que una ardilla le ataca en el ático, o de que las ramas del árbol están rayando su ventana, sus padres empiezan a preguntarse si no tendrá un verdadero problema, en vez de dar crédito a su relato".
Kyle dotó al papel de un elevado nivel de energía, sin perder nunca por ello dulzura ni sinceridad. Abordó las escenas peligrosas con especial emoción y curiosidad. "Mi escena favorita es aquélla en la que el fantasma me arrastra por toda la casa", recuerda. "Los especialistas construyeron un plató vertical y yo me fui arrastrado por el vestíbulo, escaleras arriba y lanzado por la ventana del ático por el endemoniado sauce. Me gustó hacer las escenas peligrosas y aprender cómo colocar la cabeza y dónde agarrarse con las manos para estar siempre seguro".
Un momento decisivo de la historia es cuando Eric y Amy vuelven a casa y encuentran a Griffin balanceándose de un árbol, y a Kendra aterrorizada por el ataque de una substancia que trata de alcanzarla y fluye lentamente de debajo del suelo del garaje. Al entrar a todo correr en la casa, Eric y Amy descubren que Maddy ha desaparecido y, después de una frenética búsqueda, llegan a la conclusión que ha sido arrebatada por una fuerza paranormal.
Este asombroso giro de los acontecimientos causa un impacto en todos los miembros de la familia; en especial, en Eric y Amy. De dar vida a su terror y a sus emociones se encargan dos de los actores más respectados de la actualidad, Sam Rockwell y Rosemarie DeWitt.
"Digamos que uno espera que un padre actúe de cierta forma en esta situación", dice el productor ejecutivo J.R. Young, "pero las inesperadas decisiones de Sam Rockwell al interpretar el papel, transmitían una sinceridad especial. Es brillante e interpreta su papel con valentía, emoción y humor. Tenemos suerte de que sea el cabeza de familia".
Rockwell saca a la luz las difíciles circunstancias a las que se enfrenta su joven familia. "Eric pasa por una época realmente difícil y se siente menos hombre por haber perdido su empleo, y porque ya no es un buen sostén de la familia", explica Rockwell. "Sigue aferrándose a un materialismo que es la razón por la que hace cosas como comprar a sus hijos juguetes caros que ya no están a su alcance. Su esposa, Amy, está mucho más en sintonía con la incomunicación que reina en su familia y con la forma como afecta a los niños".
Ni Amy ni Eric saben lo que hacer cuando Maddy les es arrebatada. Ni siquiera pueden llamar a la policía porque, ¿cómo pueden explicar las circunstancias de su desaparición? Amy recurre a una extraña unidad de parapsicología de la universidad donde estudió, la Universidad Estatal de Illinois, en busca de ayuda.
Comienza la batalla
Entra en escena la doctora Powell (Jane Adams), jefa del departamento de parapsicología, que da un paso al frente para ocuparse del reto que Amy presenta. Llega a la casa con sus dos ayudantes, Boyd (Nicholas Braun) y Sophie (Susan Heyward), y acompañada de ciertos aparatos de alta tecnología para la caza de espíritus.
El equipo, en especial Boyd, se muestra escéptico sobre las afirmaciones de la familia, y ha aceptado el trabajo más para desacreditar la teoría del secuestro sobrenatural que para salvar a los Bowen. Cuando el fantasma pasa a la defensiva, Boyd tiene un aterrador encuentro con el armario dentro del que Maddy ha desaparecido. El equipo cazador de espíritus se lleva un susto de muerte. La doctora Powell tiene que admitir que esta aparición, extraordinariamente agresiva, sólo puede resolverse con la ayuda del superdotado médium Carrigan Burke, encarnado por Jared Harris.
Burke es la estrella de un reality show llamado "Purificadores de Casas" que le ha aupado a la condición de celebridad cazafantasmas. A su llegada al hogar de los Bowen, es recibido con escepticismo por todos menos por la adolescente Kendra, fanática de la cultura pop.
"Burke sabe lo que hacer en cada situación", dice Harris. "No realiza una sesión de espiritismo ni de purificación pero, aparte de Maddy, es la única persona capaz de entrar en contacto con el otro mundo". Burke acaba dirigiendo la lucha de los Bowen para recuperar a Maddy, durante la cual se revela que estuvo casado con la doctora Powell. Su historia romántica añade una capa de luz a la oscuridad en la que todos ellos están envueltos.
La casa
La casa misma plasma a la vez la luz y la oscuridad. Al principio, es lo que salva a esta desafortunada familia pero no tarda en volverse amenazante.
Al realizar el "casting" de la casa, la producción buscó en una extensa zona hasta encontrar la perfecta en una urbanización de Hamilton (Ontario, Canadá), una zona demográficamente diversa.
Según la diseñadora de producción, Kalina Ivanov, la casa elegida por los realizadores no sólo incluía lo "anodino de la arquitectura moderna", sino también un esquema de colores habitual en estas zonas residenciales; lo que ella llama "una sinfonía de ocres". Ivanov explica a continuación que la zona tenía que disponer líneas de conducción eléctrica de alta intensidad, que son parte esencial de la trama sobrenatural de la película. El argumento también exigía una parcela vacía al lado para colocar el horrible sauce que aterroriza a Griffin.
Para su investigación, Ivanov no recurrió a revistas ni a libros decorativos sino a fotografías auténticas de hogares familiares. "Recogimos imágenes de la vida de personas reales para dar autenticidad al plató", afirma. Escenarios como la sala de estar y el ático tuvieron que ser construidos de un tamaño mayor para dar cabida a los efectos de la fantasmal fuerza, como el lanzamiento de una furgoneta a través de la ventana en saliente de la sala de estar.
El ático tenía que ser siniestro y espeluznante, pero de un aspecto suficientemente auténtico como para ser el dormitorio de un chico joven. La claraboya del ático es el lugar por donde el sauce embrujado atormenta a Griffin. Ivanov diseñó el ático de forma que pudiera desmontarse, lo que permitía que las paredes entraran y salieran volando, dependiendo de los ángulos de cámara que eligiera Kenan.
En la película, el hogar familiar está construido sobre un cementerio que debería haber sido trasladado antes de la construcción de la casa. Pero aunque las lápidas fueron cambiadas de sitio, los cadáveres quedaron bajo la superficie. Esto provocó que un grupo de ánimas errantes quedasen atrapadas "entre ambos mundos", ferozmente decididas a llegar a su destino eterno. Los espíritus necesitan a Maddy y a su inocente fuente de luz para que las guíe al más allá, donde quedarán libres.
"La fantasmal comunicación comienza con gestos pequeños, juguetones y físicos que incluyen voces que se oyen a través de la pared, y el roce de ramas contra una ventana", dice Kenan. "Una vez que los espíritus entran en contacto con Maddy, pueden atraerla, alejarla de su familia y atraparla en su mundo".
Con Maddy en su poder, los espíritus son capaces de desarrollar una agresividad acentuada y una serie de tácticas cuyo fin es mantenerla allí. "Siempre fui consciente de la idea de un grupo de espíritus tan olvidados, abandonados y frustrados que fueran capaces de orientar esa energía específica hacia la acción de arrancar a un niño del seno de su familia", observa Kenan. "Descubrí en mí una simpatía con las almas atrapadas y me desafié a mí mismo a tratar de comprender su instinto, sus sentimientos y sus emociones colectivos".
Otra dimensión
POLTERGEIST fue rodada en 3D, lo que acrecienta el terror y la emoción. "La Poltergeist original recogía una toma entusiasta, mágica, muy estilizada, casi teatral, de lo sobrenatural, pero no es así como yo cuento esta historia", explica Kenan. "Para mí era importante conectar el material con un juego de herramientas más siniestro que prescindiera de la teatralidad y encontrase algo que fuera más abyecto, más tétrico y que diese más miedo".
A tal efecto, Kenan mantiene la cámara en movimiento, captando inmensas sacudidas.
Javier Aguirresarobe, ASC, director de fotografía de renombre mundial que ha trabajado en "La saga crepúsculo" y en "Los otros", está familiarizado con la idea de captar fenómenos sobrenaturales de forma fantástica pero realista. "El aspecto de esta película es de fantasía aunque ambientada en un entorno natural, lo que hace que asuste mucho más", dice. "El único marco de referencia respecto de la película original es una escena en la que Maddy se conecta con el otro mundo por medio del televisor. Ésta fue mi escena favorita porque su rodaje suponía un gran reto técnico. Queríamos evitar cuanto fuera posible los efectos especiales y rodar de forma real".
La diseñadora de vestuario Delphine White también se apuntó al aspecto natural. "Me sentí atraída tanto por el lado luminoso como por el oscuro de la película", dice White. "Queríamos trasladar la imagen de una familia que estuviera pasando apuros y, para inspirarnos, utilizamos fotografías de gente corriente. El mayor reto del diseño del vestuario fue el del fantasma. Investigamos mucho sobre personas que habían sido enterradas y exhumadas y sobre lo que en el entretanto le había sucedido a su ropa. Trabajamos con siluetas y con un extraordinario artista textil para conseguir el tono correcto".
Kenan y el equipo de efectos visuales proporcionan la necesaria magia digital para hacer que lo sobrenatural cobre vida. Alison O'Brien es la productora de efectos visuales especiales (VFX) de la película. "Cuando voy desglosando el guión para planificar los VFX, miro cualquier cosa que pueda ser captada por la cámara", explica. "Esto incluía nuestro portal de acceso al otro lado, que atraviesa el armario de Maddy y tiene su salida en el techo de la sala de estar. Estéticamente, queríamos que tuviera un aspecto complicado porque es un punto muy importante del relato y era necesario que diera una sensación convincente".
Para contribuir a precisar el aspecto específico, O'Brien consiguió la ayuda de BUF VFX, un pequeño pero muy conocido estudio parisino especializado en VFX, que creó una nueva técnica de rodaje que utiliza orientaciones horizontales y verticales. "Nos permitió lograr un poco de movimiento sin mover realmente la cámara, lo que nos da mayor control", observa OBrien.
Lo que actualmente es posible, desde el punto de vista de los VFX, es mucho más avanzado que hace 30 años, cuando se rodó el original. En la película de 1982, el contacto con la hija se realizaba sólo por medio del televisor, pero ahora los fantasmas se comunican utilizando muchos de los dispositivos personales como teléfonos inteligentes y tabletas.
Quizá el uso más interesante de la tecnología en la película sea el de un drone teledirigido de juguete que Eric compra a Griffin al principio del relato. Según Kenan, el drone tenía parte de herramienta y parte de héroe. "Utilizamos un pequeño cuadricóptero que llevaba dos cámaras y era pilotado mediante un teléfono inteligente o una tableta", explica Kenan. "No sólo incluimos el artilugio en la línea argumental; lo usamos también entre bastidores para lograr tomas que nadie había captado nunca. Esa libertad de colocar la cámara en cualquier sitio que uno quiera es muy emocionante".
La maldición de Poltergeist
Los realizadores de POLTERGEIST experimentaron varios sucesos inexplicados durante la realización de la película.
Sam Raimi lo cuenta: "El gran campo abierto situado directamente detrás de la casa nos ocasionó algunos problemas. Gil se sentía atraído hacia este campo porque era la única zona intacta del barrio, por lo que realmente destacaba. Sin embargo, ese espacio abierto parecía provocar interferencias en los radiomicrófonos que usábamos en el plató, en las transmisiones de nuestros móviles personales y en las señales entre las cámaras del drone y sus operadores. El cuadricóptero teledirigido funcionaba perfectamente en cualquier otro sitio, pero se estrellaba cada vez que trataba de sobrevolar esta zona. En el mejor de los casos era una sensación desconcertante".
Luego aparecieron en el rodaje "poltergeists" que asolaron la producción. Para encargarse de los visitantes no deseados, los realizadores llamaron a Brenda Rose, una vidente residente en Cleveland que mantiene contactos con el mundo paranormal. Rose utiliza una serie de técnicas para detectar y purificar un lugar de espíritus no deseados. "Ayudo a las personas a que naveguen por su vida de la forma más eficiente, por medio de perspicaces lecturas y de lo que puede parecer un gran número de cosas, desde cartas de numerología a energía personal", afirma. "La forma como los espíritus se manifiestan cambia de uno a otro; a veces es simplemente algo que se percibe por el rabillo del ojo; en otras ocasiones, es algo que trata efectivamente de captar tu atención. Cuando estoy en una sesión y lista para actividades espirituales, pueden venir de la izquierda o de la derecha. Lo que ocurre va de un caos organizado a simplemente un caos, algo muy parecido a las experiencias de la familia en la película".
Refiriéndose directamente a POLTERGEIST, Rose observa que "habitualmente, cuando los espíritus se pierden, necesitan alguna orientación para volver a encontrar el camino de vuelta a su destino".
Pero los habitantes del otro mundo de POLTERGEIST no son los fantasmas típicos. Tal y como observa Carrigan Burke, el personaje de Jared Harris, "No nos enfrentamos sólo a unos pocos espíritus que están hasta el gorro
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PoltergeistDirigida por Gil Kenan