"Como actor, he llegado a la convicción de que no se puede separar cualquier escena de un guión de lo que te ocurre en la vida real. Ambas situaciones son finalmente la misma" - Al Pacino como Simon Axler, The Humbling.

El Oscarizado® director, Barry Levinson (Toys, Bugsy, Rain Man, Good Morning, Vietnam), dirige al también Oscarizado® actor Al Pacino (Esencia de Mujer) y Greta Gerwig en THE HUMBLING, con guión de Buck Henry (El Graduado) y Michal Zebede, basado en la novela de Philip Roth (La Humillación, 2010 Ed. Random House). El resto del reparto lo completan Nina Arianda, Dylan Baker, Charles Grodin, Dan Hedaya, Billy Porter, Kyra Sedgwick, Dianne Wiest y Mary Louise Wilson.

Millennium Films en asociación con Baltimore Pictures (entre cuyos títulos se incluyen Una Terapia Peligrosa, Donnie Brasco, La Cortina de Humo y Los Hijos de la Calle) y Dubin Media presentan esta película dirigida por Barry Levinson. Los productores son Jason Sosnoff y Barry Levinson. Kristina Dubin (Contrareloj, Hojas de Hierba), Ged Dickersin, Avi Lerner y Trevor Short son los productores ejecutivos. Andrea Iervolino, Monika Bacard y Gisella Marengo co-producen la película.

Desde que consiguiera reconocimiento como escritor en 1959 gracias a su novela Goodbye, Columbus, llevada al cine en 1969, THE HUMBLING es la novela número 30 de Phllip Roth y su cuarto título adaptado a la gran pantalla. Los otros tres son El Lamento de Portnoy en 1972, La Mancha Humana en 2003 y Elegía en 2008. Roth es uno de los escritores más galardonados de Estados Unidos, habiendo recibido el National Book Award en 1995 y en 1960, el Premio PEN/Faulkner en 1994, 2001 y 2007 así como el Premio Pulitzer en 1997. Y Premio Príncipe de Asturias 2012.

Jason Sosnoff, productor de la película, describe la última novela de Phillip Roth como "la historia de un actor de edad avanzada, que tras 50 años de oficio, lo único que sabe hacer es actuar. De pronto, pierde esta capacidad. Se encuentra bloqueado. Para mí, la película trata sobre lo que ocurre cuando tu gran pasión y talento dejan de existir… Cuando esto ocurre, probablemente ya no queda nada por lo que vivir".

Al Pacino, ganador de un Oscar ® y nominado siete veces a Mejor Actor comparte su opinión sobre el libro del Premio Pulitzer, Phillip Roth: "Es muy raro que al leer un libro me surja el deseo de hacer una película. Es una de esas cosas que no me suelen ocurrir. THE HUMBLING me pareció fascinante, muy interesante y una historia con la que me podía identificar. Sentía que se trataba de algo que ya estaba viviendo o del lugar hacia el que me dirijía. Soy un gran admirador de Philip Roth así que hacer esta película ha sido muy emocionante".

Tras haber dirigido películas como Los Hijos de la Calle, Toys, La Cortina de Humo y Good Morning, Vietnam, Barry Levinson fue nominado a los Oscar® 6 veces y ganó el Oscar a Mejor Director en 1989 por Rain Man. El director nos cuenta por qué Al Pacino era el actor ideal para hacer de Simon Axler: "Su personaje es un actor que ha trabajado en cine y en obras clásicas de Shakespeare. A Al Pacino, este personaje le iba como anillo al dedo. Al es uno de esos actores únicos que ha trabajado tanto en teatro como en cine. Es verdad que hay actores de cine estupendos pero no han trabajado a los clásicos de la misma forma. Al no busca hacer algo que no le haya ocurrido de verdad, se siente cómodo en su piel. Es algo que le ha ocurrido durante toda su carrera".

Sosnoff nos cuenta cómo se originó el proyecto: "Barry se pasó un buen día por la oficina y me comentó que acababa de leer un libro de Philip Roth y que Al Pacino tenía una opción de compra sobre los derechos. Barry me contó que la historia trataba de un actor que había perdido su capacidad de actuar y comenzaba una relación con una mujer lesbiana, quien a su vez acababa de romper con una mujer que se había sometido a una operación de cambio de sexo".

Sosnoff explica que "la premisa me pareció graciosa. Creo que Barry es muy bueno viendo las historias que se esconden tras un par de frases o un titular. Su forma de trabajar es parecida a la de Al en cuanto que a los dos les gusta ir quitándo capas para descubrir la esencia de la historia".

Pacino y Levinson trabajaron juntos en No Conoces a Jack. El director nos explica cómo es su relación. "Nos motivamos el uno al otro. Algo ocurre y le pregunto: "¿Y si hacemos esto? ¿Te parece interesante?" Y él me contesta: "Sí, sí. Justo estaba pensando lo mismo". Esto nos lleva a plantearnos cosas que no habíamos pensado antes. Nos lleva a probar cosas nuevas. Mi experiencia con Al es que está dispuesto a probarlo todo, a seguir explorando para ver si existe una manera mejor de contar las cosas. Hay que contar con un buen material pero al mismo tiempo, tienes que saber ir más allá. ¿Hay un momento mejor que este? ¿Hay algo más en esta escena? ¿Qué pasaría si…? Creo que es un juego muy divertido porque se trata de una persona de gran flexibilidad. Tiene esa elasticidad y el coraje de probarlo casi todo".

Pacino cuenta cómo fue el génesis de THE HUMBLING en aquellas reuniones que mantuvo con Levinson muy al comienzo: "Estaba interesado en ver cómo se sentía Barry Levinson con la historia porque ya habíamos trabajado juntos y le admiro. Se trata de un gran director y sentía que era la persona ideal para dirigirlo. Lo mismo pensaba de Buck Henry, el guionista. Ambos tienen más de 60 años y sabía que lo iban a entender".

"Quedábamos en restaurantes y cafés en Nueva York y hablábamos sin parar. Desde muy temprano supimos que esta historia estaba hecha para nosotros. Adquirimos los derechos del libro y todavía recuerdo que cuando conocí a Phillip Roth, le dije lo mucho que admiraba su forma de escribir y lo contentos que estábamos con este proyecto", recuerda Pacino.

El director señala: "Al Pacino tenía la opción de comprar los derechos y me pidió leer el libro antes. Una vez leído lo comentamos y nos dimos cuenta de que compartíamos el mismo interés. Los dos coincidíamos en el tono de la historia. Un actor que lo pasa mal al distanciarse de lo único que ha hecho bien en toda su vida. Eso lo entiende Al perfectamente. Más que la historia en si, lo que nos interesaba era esa lucha interna. La pregunta clave era: ¿Cómo vive esto un actor?"

"Me encanta trabajar con Barry Levinson. Me gusta su forma de trabajar. Podría hacer cualquier película con él. Quiero a Barry y le considero un gran artista, de los mejores. Creo también que este proyecto era ideal para Barry porque lo sentía como suyo. Barry tiene un sentido del humor increíble, similar al de nuestro guionista, Buck Henry. Esto nos ayudó mucho porque esta historia pedía humor", dice Pacino.

"Cada vez que un actor crea un momento especial, te obliga a pensar en nuevos retos. Con Al, las puertas seguían abriéndose y podíamos explorar todas las opciones. ¿Y si lo contamos de esta manera? ¿Qué ocurriría si…? ¿Y si lo llevamos hacia este lado? ¿Sería posible? ¿Hay algo que contar allí?" se pregunta Levinson. "El actor retroalimenta al director y viceversa. Necesitas un elenco que sepa trabajar de esta manera. Es en estas preguntas donde habita y respira la historia de THE HUMBLING".

"Supongo que todas las personas se encuentran con los mismos obstáculos a medida que van madurando y envejeciendo" explica Pacino. "¿Qué hago ahora? ¿A dónde voy? ¿Cuál es la razón? ¿Por qué no veo las cosas de la misma manera? ¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Cuándo y por qué ha ocurrido esto? A veces dejamos de preguntarnos cosas importantes y simplemente nos dejamos llevar. De pronto, todo se detiene, giramos la cabeza y descubrimos el paisaje real".

THE HUMBLING no trata únicamente sobre un actor mayor. Es mucho más que eso. Levinson lo describe como: "Una crisis de edad y la lucha de una persona para poder hacer ajustes en su vida. Lo que buscaba era dar con la esencia de la historia porque al final eso es lo que hace que resuene. Centrándote en lo específico consigues crear un interés universal. Creo que puedes atraer a la gente si le haces ver un mundo que no es el suyo. Por ejemplo, en Rain Man, el público en general no tenía por qué estar familiarizado con el autismo. Sin embargo pudimos captar su interés al contarles algo concreto sobre este tema".

"¿Cómo se presenta la parte cómica, la parte dramática? ¿Cómo íbamos a integrar estas sorpresas? Si un señor se ha pasado su vida viviendo una fantasía y se encuentra de pronto con la realidad… Hay un momento en el que ambas cosas se fusionan y ya no puedes distinguir lo que es cierto y lo que no. ¿Cómo te enfrentas a esto? Aquí es donde la historia se vuelve sugerente", comenta Levinson.

El productor, Sosnoff, ha querido compartir algunos de los entresijos de la historia. "Buck Henry quiso escribir el guión y John Burman fue clave en esto porque es el representante de ambos, de Barry y de Al Pacino. Al le dijo a John que quería hacer esta película y le pidió consejo. John le aconsejó contratar a Buck para escribir la historia y a Barry para dirigirla. Es un tío listo y esa es la razón por la que lleva en el negocio más de 30 años. Buck se puso a escribir de forma muy metódica y de allí nació el guión. Barry es un director al que le gusta involucrarse en la creación del guión porque tiene experiencia como escritor y tiene un sentido del humor único".

"Existe una sensación de gravedad en los libros de Roth", explica Sosnoff. "Barry aporta ligereza a tanta seriedad. Aunque la película es bastante trágica en el sentido de que cuenta la historia de un hombre que no sabe qué hacer con su vida, el argumento aporta tintes cómicos mientras observamos cómo se descompone el personaje".

La productora ejecutiva, Kristina Dubin comenta que "THE HUMBLING tiene un sentido del humor maravillosamente oscuro. Se trata de una comedia oscura y trágica con la que uno se puede identificar".

"El personaje de Simon es un actor que ha perdido su apetito y su deseo", añade Pacino. "Para mí el humor está en el hecho de que se trata de un actor que ya no puede actuar. Actuar no es lo mismo que escribir. Los escritores se bloquean y creo que de eso habla Phillip Roth en su libro".

Levinson habla sobre los retos a los que se enfrentaron al adaptar esta novela de Phillip Roth. "Tienes que encontrar la manera de convertir la novela en guión y luego pasarlo a la gran pantalla. Un novelista trabaja con herramientas bien distintas. Puede ser mucho mas introspectivo. Pero ¿cómo se debe adaptar? ¿Cómo se puede mantener la esencia del libro y convertirlo en un guión, en una película? Ese es el reto principal. Si eres demasiado fiel al libro, quizás este no sobreviva en la pantalla. Tienes que tomar un rumbo diferente porque se trata de medios diferentes. ¿Pero, cómo se consigue este resultado?"

El productor Sosnoff reflexiona sobre el proceso del desarrollo del guión. "Al leer el libro creo que no es evidente que en sus páginas puede haber una película. Pero Al y Barry se sentían apasionados con la historia y han tenido que transcurrir 5 años para poder hacerla. Las novelas de Phillip Roth son muy difíciles de adaptar porque se trata de un escritor muy cerebral, lo que les occure a los protagonistas está compuesto más bien por pensamientos internos y la confusión que estos suelen producir. Así que el guión tardó en cuajar. A partir del guión de Buck Henry, tuvimos que decidir cómo filmarlo".

Cuenta el productor que "Al vio algo muy específico en el personaje, algo con lo que él mismo se identificaba. Pero siendo totalmente honesto, yo me preguntaba ¿cómo va a ser esta película? Y hasta que no hubo varias re-escrituras del guión, no lo vi claro. Hay por ejemplo un personaje, un psiquíatra, interpretado por Dylan Baker, que habla con Simon a través de Skype y esto nos permite conocer lo que está pensando. Esto se convirtió en un ancla porque nos permitió ver la realidad de toda la locura que gira en torno al personaje. Es una especie de base a la que regresar. No importa lo desquiciado que pueda llegar a ser el personaje. Estas conversaciones nos ayudan a entenderle, a saber por qué se siente así".

Barry Levinson dirige. Al Pacino protagoniza. Buck Henry escribe basándose en una libro de Phillip Roth. Un elenco ecléctico lleno de actores oscarizados y nominados. A pesar de que el proyecto reunió a tanto talento, THE HUMBLING se produjo como una película independiente.

"Comenzó con tres hombres: Al, Barry y Buck. Desde el principio se produjo una atmósfera íntima" dice Sosnoff, "y eso queda reflejado en la película". "Fue increíble poder trabajar con un equipo tan reducido porque pudimos avanzar muy rápido", recuerda Levinson. "El rodaje se completó en 20 días. Dicho esto, nunca nos sentimos presionados por el tiempo. Nunca pensamos que debíamos hacerlo más rápido. Teníamos el tiempo que necesitábamos para contar la historia. Eso nos dio mucha libertad para explorar, probar cosas nuevas y experimentar. Al final, hagas la película que hagas, tienes que crear intimidad".

"Teníamos un presupuesto bajo y ese fue nuestro único obstáculo. Creo que a esta forma de rodar se le solía llamar cine de guerrilla", cuenta Pacino. "Tengo experiencia en esto. Algunas de las películas que he hecho así a veces salían bien y a veces no tanto. En cuanto a los personajes, les entendímos muy bien todos. Nosotros éramos ellos. No es que fuera algo sencillo pero por lo menos no fue agotador".

La verdad es que fue un rodaje estilo guerrilla. El equipo era pequeño y todo se produjo en 20 días. El productor Sosnoff lo describe así: "Rodamos en la casa de Barry Levinson. Después de haber hecho 30 películas, no entiendo cómo permitió que se filmara en su casa pero así fue".

Dubin, uno de los productores ejecutivos lo explica de esta manera: "Hace unos años, nos presentaron este proyecto y me enamoré inmediatamente de la historia. Lo que tuvimos que hacer fue conseguir que se mostrara calidad sin elevar demasiado el presupuesto. Lo curioso de esta producción es que el rodaje se correspondía con el de una gran película. Teníamos a Barry Levinson dirigiendo, a Al Pacino como protagonista y a Buck Henry escribiendo un guión basado en una novela de Philip Roth. Sin embargo el rodaje tuvo un estilo más independiente".

Dubin continúa diciendo que "el equipo técnico era muy reducido. Todos hacían cosas que normalmente estaban fuera de sus tareas habituales. Filmábamos en lugares que no se suelen usar en películas de esta categoría. Pero todos queríamos hacerla y estábamos contentos al ir a trabajar todos los días, a pesar de que algunas jornadas fueron muy largas".

Según Pacino "algunas películas se prestan a ese tipo de situaciones. Funcionan mejor en ese ambiente y me pareció bien porque sabía que estaba trabajando con Barry Levinson, un director que te da seguridad porque sabe lo que está haciendo. Al mismo tiempo es espontáneo y te das cuenta de que lo va a conseguir. Realmente sabe mucho de cine y es estupendo trabajar con alguien así. Por Levinson haría lo que fuera".

"Hoy en día es difícil hacer películas. Hay conflictos a la hora de encajar calendarios, de crear presupuestos razonables, y de encontrar a los actores adecuados. Si tienes una historia como esta, en la que el tema es serio, hay un límite de presupuesto y con eso tuvimos que trabajar. El lado positivo fue que una vez que arrancamos, paramos muy pocas veces. Empezamos a grabar en el otoño, paramos y reanudamos el rodaje en el invierno. De esta manera conseguimos mostrar el paso del tiempo gracias a los planos de árboles frondosos, nieve, lluvia, hielo y aguanieve. Debido al presupuesto, a veces piensas que vas a tener que sacrificar algo al no contar con un equipo de 150 personas trabajando ni los recursos necesarios. Sin embargo, lo que ocurre es que te vuelves más creativo. Cuando veía algunas escenas, sabía que estábamos haciendo algo muy especial. Una historia única que a veces te hace gracia y a veces te entristece. Cuando veo las actuaciones pienso: 'Lo hicimos bien'", confiesa Sosnoff.

Una de las decisiones más importantes fue elegir a la actriz que iba a trabajar al lado de Pacino. "Pensamos en diferentes opciones y finalmente nos decidimos por Greta Gerwig", dice Sosnoff. "Había una química entre ellos dos muy interesante. Greta representa lo nuevo y Al es ya un veterano. De eso va la historia – dos personas en rumbo de colisión que vienen de mundos totalmente distintos".

Levinson cuenta por qué optaron por Greta en el papel de Pegeen. "No buscábamos a una actriz glamurosa. No queríamos ir a la relación manida entre hombre mayor y chica joven. Ni a Al ni a mi nos interesaba esto. Greta tiene algo camaleónico que funcionó muy bien para el personaje. A lo largo de la película, ella va cambiando. A veces es graciosa, en ocasiones dramática. En algunas escenas resulta muy atractiva y en otras muy sencilla. Aparentemente no es la dirección más obvia pero al final, fue la elección perfecta".

Gerwig habla de su personaje en THE HUMBLING. "Pegeen conoce a Simon desde que era una niña. Sus padres eran conocidos suyos y ella se crió idolatrándole. Estaba enamorada de él pero era muchísimo más joven. Luego creció y se convirtió en una profesora de teatro y lesbiana. Mas tarde el destino les volvió a juntar y ella se plantea qué pasaría si estuviese finalmente con la persona por la que siempre había sentido algo especial. Al final, se da cuenta de que este hombre, al que siempre ha querido, ya no existe. O quizás nunca existió".

"Creo que para Simon, mi personaje representa una especie de ángel oscuro. Ella le hace ver algunas cosas que no son necesariamente saludables", añade la actriz.

Levinson describe cómo fue la química entre Pacino y Greta: "Nunca habían trabajado juntos. Pero conectaron de forma maravillosa, sabíendo cómo inspirarse mutuamente. Eso fue muy interesante. Tienes a una actriz joven y a un actor veterano… Greta es lo suficientemente fuerte para protegerse de él. Ella aguanta lo que quiere aguantar. Es muy efectiva. Al final tienes a estos dos personajes que se enfrentan y van evolucionando a lo largo de la película. Esto es lo que hace que resulte tan interesante. Ella es buenísima creando ese tipo de personajes".

"La idea de que estamos presenciando un momento de cambio en la exitosa carrera de un actor, de que somos testigos de lo que puede ocurrirle y en qué momento se encuentra… Espero que el público vea un lado diferente del trabajo de un actor porque creo que todos somos actores", dice Pacino.