Melissa McCarthy vuelve a trabajar por tercera vez con el guionista-director Paul Feig, después de las exitosas La boda de mi mejor amiga y Cuerpos especiales. Esta vez añade un montón de acción a su característica comedia y ubica la historia en maravillosas ciudades europeas. Los desconocidos y abarrotados entornos de capitales famosas como Roma, París y Budapest se suman a la confusa transición de Susan al mundo de la intriga y el misterio del espionaje internacional.
Feig afirma: "Soy un gran fan de las películas de espías y quería crear una comedia de acción dentro de ese género. La comedia procede de los personajes, no se trata de una parodia o sátira; el peligro y la acción son genuinos. Queríamos que mantuviera el tono de una película de espías, pero que siguiera siendo lo más divertida posible. También quería crear una historia cercana, con la que todos nos pudiéramos preguntar: si me reclutaran como espía y me enviaran a una misión, ¿cómo reaccionaría? Melissa es perfecta para el papel porque, además de tener un talento extraordinario, puede hacer de 'persona corriente' y provocar un profundo sentimiento de empatía y apoyo".
Teniendo en cuenta que tanto él como McCarthy comparten el mismo sentido del humor y el deseo de llegar hasta el corazón de las historias y de no quedarse sólo en las risas, Feig afirma que los dos se empujan mutuamente para llegar a sitios hasta donde no podrían llegar solos.
El productor Jenno Topping coincide: "Paul y Melissa confían el uno en el otro, así que ella no tenía miedo de meterse en líos. La actriz capaz ablandar el corazón del público y hacer que esté con ella para triunfar sobre todos los que han sido desagradables o injustos con ella".
McCarthy simplemente cree que el secreto de su éxito radica en el hecho de que "Paul es fantástico, hace películas increíbles y yo me he agarrado a él como una lapa".
Volviendo a la primera misión como espía de su personaje, Susan Cooper tiene que deshacerse en primer lugar de su inseguridad y de la desconfianza en sí misma y reunir el coraje suficiente para dejar su escritorio en Langley (cuartel general de la CIA) e infiltrarse en un entramado de curtidos canallas europeos.
McCarthy afirma: "Susan siempre ha tenido mucha habilidad y es muy buena técnica y tácticamente, pero le faltaba confianza. Ahora, gracias a la experiencia de campo y su lealtad hacia el personaje de Jude, Bradley Fine, empieza a sacar todo su potencial. Descubre talentos que no sabía que tenía".
Puede que se encuentre fuera de su elemento. Pero no está fuera de su liga.
Paul Feig observa: "He leído que las mujeres son mejores espías que los hombres porque normalmente son mejores leyendo las pistas, ganándose la confianza de las personas y usando su intuición. Así es Susan Cooper. Ella no depende de sus músculos, así que tiene que ir pensando cada paso en cada momento. Disfruto trabajando y dando importancia a las mujeres y me intrigaba la idea de crear un trío femenino de protagonista, secuaz y adversaria".
Para el estilo visual de la película, Feig, junto con el director de fotografía, Robert Yeoman y el diseñador de producción Jefferson Sage, se inspiró en las películas de James Bond. Así que prepararon una comedia con un estilo visual parecido al de este tipo de películas, con intercambio de tiros, fondos llamativos y secuencias de acción convincentes.
Según Yaoman, "normalmente en las comedias la luz es brillante y plana, pero Paul quería que fuese más oscuro, con más contraste, para enfatizar el peligro y los riesgos del sombrío mundo del espionaje. Tuvimos una gran variedad de opciones para grabar".
ESPÍAS está grabada mayoritariamente en Budapest (Hungría), que hace también de Roma y París en la película. La llamativa y variada arquitectura de la ciudad permitió a Sage utilizar sus interesantes paisajes y sus característicos barrios para diferenciar las tres capitales. Buda, en el lado oeste del Danubio, tiene colinas y sinuosas calles adoquinadas que hacían las veces de Roma. Mientras que otra zona, Pest, con abundantes árboles y vegetación servían para simular la ciudad de París, a la que los directores quisieron añadir un poco más de luz y tonalidades.
Pero lo más emocionante para Sage fue dejar que Budapest hiciera de sí misma también.
"Budapest siempre sale en las películas como otra ciudad, pero cuando Paul exploró la ciudad, se quedó tan impresionado que cambió la mayor parte de la historia para que tuviera lugar en esta ciudad; de la misma manera que dejó que Boston se representara a sí misma en vez de hacer de Nueva York en la película Cuerpos especiales. Budapest tiene grandeza y una bonita mezcla de estilos arquitectónicos, además del exotismo de las ciudades del este europeo, que le dan a la historia un toque místico maravilloso.
Acerca de la historia y los personajes
"¿Mi tapadera es que soy una televendedora desempleada? ¿No soy capaz ni de encontrar un trabajo de eso?" - Susan Cooper
Ahora sabemos por qué Susan Cooper no tiene confianza en sí misma. Fue criada por una madre que le inculcó la firme convicción de "no, no puedes". Cualquier esperanza que albergara de poder potenciar su autoestima y su vida social con un trabajo en la CIA, se desmoronó como las tartas de cumpleaños que tenía que preparar para sus compañeros.
Bendecida con una memoria prodigiosa, Cooper trabaja en una deprimente oficina subterránea, donde funciona como los ojos y los oídos (y suspiro para el corazón) del superagente Bradley Fine, un hombre encantador pero ensimismado y vanidoso que se las arregla siempre para terminar con sus misiones sin que se le mueva un solo pelo de su sitio.
Jude Law Afirma: "En lo que respecta a Fine, él y Susan son el equipo perfecto, imperturbable, la crème de la crème de la CIA. Para él, la relación que tienen es puramente platónica, aparte de los flirteos ocasionales. Puede que ella malinterprete algún gesto o que sueñe con que lleguen a ser algo más. Él ni se imagina que ella pueda sentir el deseo de salir del sótano, pero está claro que quiere que Susan se quede allí dentro porque sin ella estaría perdido".
McCarthy coincide: "Fine es un poco manipulador, pero hasta un punto comprensible. Si estás en una operación de campo, quieres a la mejor persona posible en tu equipo y quieres que esté siempre pendiente de todo".
Susan puede fantasear con Fine, pero el narcisista agente sólo tiene ojos para el espejo
o para el desfile de bellezas que se cruza en su camino.
McCarthy afirma: "Me gusta esa manera tan encantadora y a la vez granuja en la que Jude hace el papel de Fine.
"Jude es elegante, galán y tiene un brillo en los ojos que parece que ha nacido para llevar esmoquin", añade el productor Jenno Topping.
Law admite que se lo ha pasado muy bien con este papel y destaca que para Fine era importante "dejar algunas cosas claras y atraer al público hacia los peligros del mundo del espionaje. Es uno de esos pocos personajes con el que sueñan ser los niños: astronauta, soldado, espía...
"La discusión que tuvimos Paul y yo sobre Fine se centró en la idea de que no queríamos que fuese malo. El personaje siente un cariño real por Susan, además de tener un interés especial en mantener el equipo unido. Conservar ese equilibrio era muy importante.
Pero el intento de Bradley de dibujar esa fina línea entre ellos no le sienta demasiado bien a la mejor amiga y compañera de Susan, Nancy (Miranda Hart). Sumamente protectora, ella culpa a Fine de impedir que Susan progrese en su carrera y de jugar con sus emociones.
"Nancy es un poco rara, como Susan", asegura Hart. "Es hortera, friki, muy buena en su trabajo, pero bastante penosa socialmente. Ella y Susan son como dos peces fuera del agua que se encuentran en la misma pecera vacía. Se podría decir que tienen una relación muy estrecha".
Feig concibió la parte de Nancy específicamente para Hart, a quien siempre ha admirado. "He intentado incluirla en otros proyectos, pero nunca ha terminado de salir, así que estoy muy contento de que por fin pueda trabajar con ella".
Topping apunta que a Feig le gustan las mujeres poco convencionales para sus películas, y Hart encaja con la definición... si es que puedes encajar a una persona de 1,85 de estatura. La actriz británica es una especialista en utilizar su larguirucha figura y sus andares para crear comedia de la buena. No en vano, es la estrella de la serie de comedia inglesa que lleva su propio nombre; y actúa en el papel de Chummy en la exitosa serie de la BBC Llama a la comadrona, ambientada en los años 50.
Cuando parece que Susan se ha quedado estancada con la misión, Nancy es enviada por su jefa, Elaine Crocker (Allison Janney), para descubrir qué está haciendo la inexperta espía. Y no tarda en descubrir que su supermejor amiga se ha convertido en una granuja total.
"Como buena y educada chica que es, Nancy se siente horrorizada y asombrada cuando Susan desafía las órdenes de Elaine de 'sólo observar e informar'", explica Hart. "A Nancy le aterra el mundo entero y empieza a estropearlo todo. La lía en todo lo que hace y ahí es donde ocurren los mejores momentos cómicos de la película".
El tándem del Gordo y el Flaco que montan Susan y Nancy no es un asunto de broma para el objetivo de su misión: la pretenciosa, internacional e intrigante Rayna Boyanov.
Ah... Rayna. Hermosa. Privilegiada. Un pelo tan largo que tiene su propio código postal. Es la hija rica, educada en Oxford, de un recientemente fallecido traficante de armas, que recibe una herencia poco común: una pequeña arma nuclear. Suficiente como para destruir una ciudad, aunque no un estado entero. Tampoco hay que pasarse.
Rayna suele llevar ropa llamativa para hacer entradas triunfales en los mejores hoteles. Generalmente aburrida y poco impresionable, carece totalmente de sentido del humor y tiene una manera de hablar demasiado directa. Rose Byrne afirma que su personaje sólo se preocupa por su estatus.
"Yo la comparo con la realeza o con un miembro de una dinastía corrupta. Es pija y habla como si fuera de otra época, como un intento de compensar sus pobres raíces búlgaras".
A pesar de su frialdad, Rayna siente una ligera simpatía y curiosidad por Susan, quien le recuerda a una "triste payasa búlgara".
McCarthy afirma opina de Byrne, que también actuó en la película La novia de mi mejor amiga: "Trabajaría con Rose 300 millones de veces. Se las apaña para desempeñar un personaje ruin y simpático a la vez, lo cual tiene su truco. Uno no ve todo el trabajo que hay detrás de sus actuaciones. Sólo se ve el extraordinario personaje que consigue hacer".
Rayna Boyanov está en connivencia con otro criminal millonario, el egocéntrico Sergio De Luca (Bobby Cannavale), quien rivaliza con ella por ser el centro de atención y por el deseo de mantener el estatus social. De Luca es el intermediario encargado de descargar los misiles nucleares. En este momento, está intentando cerrar un trato con el oligarca ruso Dudaev (Richard Brake), un personaje del que se oye hablar pero al que no vemos hasta la parte final de la película.
Bobby Cannavale, que recibió muy buenas críticas por su actuación en Blue Jasmine y en la serie de HBO Boardwalk Empire, afirma que modeló parcialmente el estilo de De Luca que había pensado Feig, que es bien conocido por su impecable sentido de la moda.
"Paul es la única persona que conozco que lleva un bastón, así que tomé prestada esa característica de él", bromea Cannavale. "Quería interpretar a De Luca como un dandi, con mucho maquillaje encima. Se rodea de tipos duros para enmascarar sus propias debilidades e inseguridades. Y cuando finalmente tiene que hacer él mismo el trabajo sucio, queda desenmascarado y se le ve como un personaje más bien cómico. Intenta pagar a Susan con su misma moneda y es entonces cuando se da cuenta de que ha subestimado la situación. No es rival para ella", concluye Cannavale.
Y por otro lado está Rick Ford
Que se considera superior a todos. Todos. A la vez. Parte Rambo y parte Clousseau, el agente Rick Ford personifica las palabras intrépido, valiente e inútil. La confianza de Ford no se puede comparar con nada.
Jason Statham describe el papel como "algo diferente a todo lo que he hecho antes, pero muy divertido. Ford es muy intenso, pero cómicamente despistado y torpe".
Rayna y De Luca conocen la identidad de Ford, pero el duro agente está furioso porque Elaine considere mejor mandar a Susan antes que a él para la misión.
Ford deja su trabajo en la CIA a modo de protesta y se va por su cuenta a ver cómo va la misión.
Paul Feig, que en su día fue un motivado doble de acción, es fan de las películas de Statham y, al igual que con el personaje de Miranda Hart, hizo el papel de Ford a medida del actor. Melissa McCarthy afirma: "El personaje de Jason, Rick Ford, va a sorprender a todos muchísimo. Es un poco sociópata, pero Jason lo interpreta con mucha convicción. No pestañea ante la cámara ni intenta hacer una parodia; por eso es tan escandalosamente divertido".
Con Nancy y Ford ya metidos de lleno en la misión de Susan, entra en escena otro intruso: Aldo (Peter Serafinowicz), el charlatán y libertino chófer de Susan. Enamorado a primera vista, Aldo sólo es capaz de expresar su deseo por Susan comportándose como un salido.
El reparto de la película incluye a otras personas que se han convertido en una parte fija del equipo de actores y guionistas de Feig, entre los que se incluyen Jamie Denbo, Jessica Chaffin y Katie Dippold, así como otros "primerizos de Feig" como Curtis '50 Cent' Jackson, la estrella americana de Bollywood Nargis Fakhri y la actriz de El ala oeste de la Casa Blanca Allison Janney.
El personaje de Janney, Elaine Crocker, como jefa de la CIA que es, se preocupa por que sus agentes sigan con vida y se mantengan en contacto, a la vez que evitan cualquier contacto físico con Susan, de quien sospecha que sufre conjuntivitis.
"Parece que siempre me tocan papeles que son completamente lo opuesto a mí", afirma Janney, doble ganadora del Emmy en 2014 por sus papeles en Mom y Masters of Sex. "No tengo ni idea de cómo se siente uno al ser la persona más inteligente de una sala, así que simplemente decidí hacer el papel de Elaine como una mujer de apariencia seria y pocas palabras y esperar que eso se interpretara como que soy inteligente".
Janney conoció a Melissa McCarthy cuando esta última era miembro de la compañía de comedia de Los Ángeles The Groundlings, y desde entonces ha actuado con ella en cuatro películas.
"Siempre he sido consciente del talento que tiene y también de lo dulce, generosa y centrada que es", elogia Janney. "¿Cómo puede trabajar tan rápido la mente de una persona?"
En la misión, Susan Cooper debe confiar rápidamente en su sentido común, en su preparación, su instinto y en las pelucas más desaliñadas que puedas imaginar.
"Susan debe fingir que sabe lo que está haciendo hasta que se da cuenta de que sí que sabe lo que está haciendo", explica Feig.
En el fondo, ESPÍAS trata de una mujer a la que siempre han subestimado todos los que la rodean y que ha aprendido a subestimarse. Trata de todas aquellas personas calladas, que pasan desapercibidas, que se encuentran al fondo y que te sorprenden cuando tienen la oportunidad de brillar. O, en el caso de Rick Ford, trata de esas personas que hacen que te preguntes cómo es posible que se las haya arreglado para vivir tanto tiempo".
Acerca de la producción
Jude Law está corriendo por su vida, a más de 7 metros bajo tierra. Es el primer día de rodaje y el equipo ha montado un laberinto de cuevas de caliza que se extiende durante 37 kilómetros por debajo de una fábrica de cerveza de Buda, Hungría. El personaje de Jude, Bradley Fine, intenta escapar de unos secuaces armados confiando sólo en la comunicación que le llega al auricular de Susan Cooper, que se encuentra en Langley, a casi 10.000 km de Bulgaria. Fine lleva unas lentes de contacto especiales de la CIA que actúan como cámara y envían imagen en tiempo real a Cooper. (El director de fotografía, Robert Yeoman, utilizó cámaras GoPro para simular la imagen que se envía a través de la cámara de las lentes, permitiendo al público ver exactamente lo que está viendo Susan en su monitor).
Según afirma Law: "Cuando Fine está en el frente de batalla, Coop le indica hacia dónde ir, quién le está siguiendo y la vía de escape más cercana. Su vida está en sus manos".
Las cuevas originalmente eran canteras excavadas en los años 1700, y después se utilizaron como almacén de cerveza. En diferentes épocas han sido utilizadas como refugios de emergencia e incluso hangares escondidos de los aviones nazis. Están a finales de marzo, y mientras que la temperatura en la superficie es agradable, en estos subterráneos el aire es muy frío y los miembros del equipo llevan abrigos de invierno y gorros.
Es un papel físicamente muy exigente para el atlético Law, quien tiene que correr por todos esos túneles y luchar cuerpo a cuerpo con sus perseguidores. Según afirma el coordinador de escenas peligrosas J. J. Perry: "Jude tiene la reputación de ser muy bueno en este tipo de escenas, pero va mucho más allá de eso. Es una bestia. Bordó la secuencia".
"La producción me acaba de dar una patada en el culo".
Una confrontación mucho menos ortodoxa tiene lugar más tarde esa misma semana, en un restaurante de pollo de Budapest, donde Susan y un asesino (Nargis Fakhri) empiezan una pelea y acaban tirándose frutas, verduras, patas de pavo y utensilios de cocina. Perry y el equipo de acciones peligrosas se pasaron semanas haciendo la coreografía y ensayándola, y después haciendo un previsionado de la pelea en el ordenador. Comida, cazos y sartenes volando mientras van apareciendo moratones tanto en McCarthy como en Fakhri con cada golpe.
"¿Quién iba a decir que la ensalada podía ser un arma?", bromea Fakhri, hija de padres checo y paquistaní, nacida en Queens (Nueva York). "Melissa me dio bien con las patatas, pero yo se la devolví con trozos de pan. Es difícil hacer este tipo de escenas, pero cuando estás con Paul Feig, lo haces por el equipo".
La pelea es cómica y peligrosa a la vez y espantosa en su final. No creas que no puedo matarte con esta zanahoria.
Según relata Perry: "Nos llevó dos días hacer la pelea de la cocina, y demostró la intención de Paul de elevar un poco la acción. Es un fanático de las películas de Jackie Chan de los 80, como yo, así que tenía claro lo que él quería: lanzamientos bajos, con mucho ángulo de impacto hacia el objetivo. Es divertido, movido y violento".
La semana siguiente, la producción se trasladó media hora hacia las afueras de Budapest, hasta una impactante central eléctrica de los años 30 que simulaba un centro de control, el cual el diseñador de producción Jefferson Sage había habilitado para convertirlo en el fantástico puente de mandos Flash Gordon. Con su techo elíptico de cristal y sus filas de paneles, parece a la vez de época y futurístico.
El increíble aspecto del centro de control de la central eléctrica desencadenó una importante discusión creativa entre Feig, Sage y el director de fotografía, Robert Yeoman, acerca de lo lejos que querían ir con la gama de colores de la película.
Sage explica: "Sabíamos que si usábamos este sitio, el tono y el estilo de la película iban a subir e iban a afectar a otras muchas decisiones sobre otros escenarios y lugares de rodaje. ¿Realmente queríamos ir tan lejos? Y Paul dijo: 'Sí, quiero ir a lo grande con la parte visual'".
En otra sección de la planta eléctrica, en un pequeño y sucio cuarto, tienen retenidos a Susan y Aldo, atados con cuerdas, de las que tienen que deshacerse de alguna manera. Era el primer día de Serafinowicz en el rodaje y ahí estaba, tumbado sobre McCarthy toma tras toma. "Mis partes están colgando prácticamente en su cara", explica. "'Hola, encantado de conocerte'. Es una buena manera de romper el hielo".
La siguiente ubicación del rodaje fue una maravillosa y dilapidada estructura antigua conocida como el Express Building, situado cerca de la embajada de EE. UU., cruzando un parque. Con barcos y emblemas náuticos esculpidos en el exterior del edificio de más de 130 años de antigüedad, se puede adivinar el estatus que tendría antiguamente como uno de los edificios más importantes para el tráfico de barcos del cercano río Danubio.
Parece una mansión encantada donde el fantasma de la navidad de Dickens se encontraría como en casa y tiene un ambiente tétrico y amenazador, con unas escaleras de caracol, que le dan un aspecto visual peligroso y por el que Susan está a punto de pasar. A medida que la cámara va siguiendo a Susan subiendo las escaleras, hay una sensación de terror que expresa Sage con un 'Susan, ¿a dónde vas? Sal de ahí'".
Después de dos días de grabación, la producción salió de allí, trasladándose a Budapest, al legendario restaurante Gundel, visitado por líderes mundiales, papas y miembros de la realeza durante décadas. Con un fondo de columnas de mármol y una orquesta de cuerda, McCarthy y Law graban una escena de diálogo en la que queda dolorosamente claro que Cooper y Fine no están al mismo nivel de interés.
Al día siguiente, en una secuencia grabada en la exclusiva avenida comercial de Budapest, Susan compra un caro vestido para espiar a De Lucca en un elegante casino de Roma. El deslumbrante vestido negro es un cambio dramático; muy diferente de los desaliñados modelos y cutres pelucas que llevaba con sus otras identidades: Carol Jenkins, una madre soltera que lleva jerséis atrevidos; Penny Morgan, una divorciada vendedora de Mark Kay de Iowa; Amber Valentine, una agresiva y malhablada mujer cuyos vestidos negros son descritos por Rayna como "atuendos de ladrones de casas".
"Una de las cosas que más me atraían de la película era tener que llevar diferentes pelucas y vestidos", confiesa McCarthy. "Me gusta crear personajes de arriba abajo". McCarthy y su equipo de peluquería, maquillaje y vestuario se pasaban dos horas cada mañana creando el look y la vestimenta de la identidad que le tocara ese día.
Con mucha elegancia y un aire fingido de confianza, Susan Cooper entra en el mencionado casino de ricos para observar a De Lucca. Es el primer día de trabajo de Bobby Cannavale y va vestido de punta en blanco con un esmoquin y el pelo bien peinado hacia atrás. También entra en escena otra habitual de Feig, Jamie Denbo, que hace de azafata del casino y que frustra el intento de Cooper de sentarse en una mesa privada.
A continuación, la producción se trasladó a una emblemática atracción de Budapest conocida como el Museo Etnográfico, cerca del parlamento. La bonita estructura sirve como interior y exterior del Club Nomad, un club de hip-hop para los jóvenes y apuestos de la ciudad. Una vez dentro, nuestra heroína tiene que atravesar una marea de 500 personas que están disfrutando un concierto de Curtis '50 Cent' Jackson.
La intención inicial de los directores era grabar la secuencia dentro de uno de los famosos bares en ruina de Budapest: improvisados pubs para beber temporalmente establecidos en los patios o primeros pisos de edificios en decadencia esperando a ser demolidos o reconstruidos. Pero no encontraron ningún espacio disponible con una logística adecuada, así que cambiaron de idea y optaron por la grandeza del museo y sus enormes y elegantes interiores.
Cooper ya ha logrado infiltrarse en el mundo de los malos y los hilos de la historia empiezan a juntarse en el Club Nomad, donde Cooper tiene que evitar que ciertas personas se encuentren entre sí. En un momento de necesidad, le pide a Nancy que sirva de distracción. Y vaya si lo consigue.
Según lo explica Miranda Hart, "Nancy tiene que mantener las miradas fuera de la pista de baile, así que se apresura al escenario y le hace un placaje a 50 Cent. Directamente lo arrolla".
50 Cent confirma que, en la primera toma, "Miranda me golpea como un jugador de rugby. Yo estaba preparado para hacer una especie de caída falsa cuando hiciera contacto conmigo, pero no hizo falta que fingiera nada. De repente me vi en el suelo".
50 (Cent) sombras de Gray...
Animado por la multitud, Jackson canta su nueva canción, Twisted, la cual describe como "un brindis, una celebración por seguir hacia adelante con tu vida".
Jackson estaba impresionado con el valor de la producción del Club Nomad, reconociendo que era muy buen lugar para grabar un videoclip. También estaba impresionado con Feig, del que afirma: "Paul sabe lo que quiere y espera que cumplas con tu parte. Viene vestido para triunfar. Un hombre con un reloj bonito aprecia el valor de mi tiempo".
Miranda Hart que estaba encantada con tener que pasarse dos días despatarrada encima del "guapo y musculoso Sr. Cent". Le conoció momentos antes de grabar.
Los numerosos moratones que tenía en el cuerpo después daban fe del entusiasmo con el que Mirada representaba la escena. Me abalancé sobre él quizás con demasiada agresividad, lo que provocó que los guardias de seguridad tuvieran que cogerme. Estuve encima de él durante dos horas para el rodaje, lo que hizo que el saludo del día siguiente fuera un poco incómodo".
El lunes 28 de abril, el equipo se trasladó a los también espléndidos interiores del hotel de la cadena Four Seasons, Gresham Palace, de Budapest, reconocido mundialmente como uno de los hoteles más elegantes de Europa. Está situado en la orilla este del Danubio, con vistas al Puente de las Cadenas y al Castle Hill en la parte de Buda. El Gresham Palace fue construido en 1906 y es uno de los mejores ejemplos de los edificios del art nouveau/arte secesionista. El palacio fue dañado en 1944 cuando los nazis se retiraban y volaron el Puente de las Cadenas, y estuvo sin reparar durante décadas. Four Seasons hizo un esfuerzo meticuloso para restaurar el edificio, incluidos los bonitos mosaicos, utilizando materiales de Venecia iguales a los originales. Fue inaugurado como un hotel de lujo en 2004.
ESPÍAS es la primera película a la que han permitido grabar dentro, y la producción lo aprovechó al máximo, exhibiendo el candelabro de cristal y el exquisito vestíbulo de techo alto donde Rayna realiza una entrada de categoría con Susan y su guardaespaldas detrás. Los exteriores del palacio también se utilizaron para grabar escenas, como una en la que Susan se sube a una moto y empieza a perseguir a un posible asesino por las calles de Budapest.
Montar en moto, perseguir villanos, colgarse de helicópteros y luchar cuerpo a cuerpo con otros personajes hacían el papel según McCarthy "físicamente el más agotador que he hecho nunca. Correr, saltar, caer. Me he dado golpes en la cabeza, tengo cortes y moratones. Al final del día parecía que me había caído de un ascensor. Pero yo llevaba esas heridas y magulladuras con cierto orgullo".
"Se lo ha ganado", afirma el coordinador de escenas peligrosas JJ Perry. "Tenemos una gran doble de escenas peligrosas (Luci Ramberg) para Melissa, pero una vez que vimos lo buena que era, pudimos exigirle más todavía". Perry también elogia la impresionante capacidad de McCarthy para aprenderse y retener las coreografías. "Ella se ponía ahí con estrellas de escenas de acción, que pueden intimidar un poco, y mantenía el tipo como nadie. Su ética de trabajo es sobresaliente".
En torno a la mitad de las 12 semanas del plan de rodaje, el equipo se trasladó al pintoresco lago Blaton, el lago interior más grande de Europa, situado a hora y media en coche de Budapest. Dos villas pegadas al lago sirvieron como escenarios únicos para la película. La primera, situada en la orilla noroeste del lago, hace las veces de una villa del Mar Negro en Bulgaria, a donde huye Fine de sus perseguidores después de una chapuza de encargo, y consigue escapar con una lancha. La segunda villa, todavía más exuberante, hace de sí misma, por así decirlo, y está situada a 40 minutos de la otra, cerca del popular pueblo turístico Balatonfured.
Los directores hicieron un reconocimiento aéreo alrededor del lago entero hasta encontrar este lugar, que se asienta majestuosamente sobre una preciosa y extensa ladera que desciende hasta la misma orilla. Esta villa del siglo XIX fue en su tiempo un hotel, antes de convertirse en una propiedad privada. Las puertas principales abren a una gran escalera adecuada para la realeza. O, en este caso, para De Lucca, que reside allí cuando no frecuenta los casinos italianos.
Bobby Cannavale afirma que "la casa me ayuda a meterme en el personaje. Pienso que me pertenece. Es como si De Lucca se hubiese encontrado estas escaleras y hubiese mandado construir una casa a su alrededor. Nunca está satisfecho. No comparte sus juguetes y siempre quiere más".
La inmensa propiedad tiene sitio para que aterrice y despegue un helicóptero para una de las escenas culminantes de la película.
En el enorme jardín delantero, por primera y única vez en toda la película, todos los personajes principales comparten una escena: Melissa, Miranda, Rose, Jude, Jason, Peter y 50 Cent. El espectacular lago, el tiempo soleado y la alegría de tener a todos juntos dotaron a las escenas de un espíritu de campamento de verano. Los actores posaron para fotografías de recuerdo y disfrutaron de la oportunidad de poder conocerse y charlar.
Jason Statham afirma: "Conocí a Jude hace varios años a través de Guy Ritchie, y es un placer rodar una escena con él. Cuando la gente me pregunte cómo es trabajar con él, o viceversa, sólo podré pensar en este día".
50 Cent, que había trabajado con Statham en una película hace unos años en Nueva York, posó con él y los demás actores en el escenario de Balaton delante de su helicóptero privado. Esa fue la única fotografía que se hizo de todos los miembros principales del reparto.
Con la diversión y el sol del lago Balaton ya a sus espaldas, el equipo de producción y los actores volvieron a Budapest para empezar a trabajar en unas complicadas escenas de acción de helicóptero con croma en los estudios de grabación Fot and Origo. En una de ellas, podemos ver a Melissa colgando a 5 metros del suelo, agarrada a las piernas de Jason Statham, quien a su vez se está agarrando al tren de aterrizaje del helicóptero, mientras unos ventiladores gigantes echan aire en sus caras. Los dos llevan ahí horas haciendo las escenas de acción y partiéndose de risa con el equipo con sus bromas e historias. La secuencia del helicóptero es uno de los momentos grandes de la película y requería una semana adicional de trabajo de segunda unidad para completarlo.
Cambiando a una forma mucho más cómoda de viajar, nos encontramos a McCarthy y a Rose Byrne grabando una secuencia de vuelo a bordo del jet privado de Rayna, que está repleto de su inconfundible estilo; es decir, con tapizados de piel de leopardo y paredes de Versace rojo y dorado. Después de terminar increíblemente aburrida de Roma, Rayna lleva a su nueva "aburrida payasa búlgara" a Budapest a tomar unos tragos. De repente, se desata el caos durante el vuelo y los tripulantes del avión se ven en una caída libre y experimentan los efectos de la gravedad cero.
Para conseguir grabar la escena con éxito, el supervisor de efectos especiales, Yves De Bono tenía el avión sobre una estructura inclinada 20 grados que le permitía inclinarlo y girarlo en cualquier dirección. El movimiento estaba controlado hidráulicamente desde el suelo y tanto los actores como el equipo de escenas peligrosas llevaban arneses para simular que estaban flotando. Rose Byrne pasó un tiempo practicando en la piscina para poder controlar sus movimientos y preparar así la secuencia, la cual se tardó una semana en completar.
Tanto McCarthy como Byrne no pudieron evitar las risas en algunos momentos de la escena en los que Melissa bromeaba diciendo: "Será por la altitud". Mientras el avión se mueve hacia arriba y abajo en la estructura, ella seguía bromeando con Feig: "Si el avión se mueve, no llames a la puerta".
A finales de mayo, la producción se desplazó a una plaza exterior de un llamativo centro comercial de Budapest conocido como The Whale (la ballena), llamado así por su forma cubierta de cristal y su ubicación junto al río. Con más de 300 extras de apoyo, la sensacional cantante Verka Serduchka y su banda tocaron su éxito internacional Dancing Lasha Tumbai en un gran escenario en la zona norte de la plaza. Mientras el entregado púbico baila al son de la música, Susan Cooper, atrapada entre la gente, intenta desesperadamente advertir a Rick Ford de que sin darse cuenta se ha vuelto a poner a sí mismo y a otros en peligro.
"Creo que es una de la escenas más graciosas que le he visto hacer a Melissa", asegura Jason Statham. Entre los invitados que se pasaron por la grabación durante esos dos días de rodaje está el embajador británico en Hungría, que tuvo la oportunidad de charlar con Statham y los directores mientras disfrutaba de la actuación de Verka.
En junio, el equipo regresó a los estudios de grabación para las dos últimas semanas de rodaje. Precisamente, una de las escenas que quedaban por grabar era dentro de una habitación de hotel, a la que Susan Cooper llega cuando va a comenzar con la misión. "La habitación tiene mucha iluminación y los colores chocan intencionadamente para poder reflejar el estado mental de desconcierto y paranoia de Cooper recién llegada", explica el diseñador Jefferson Sage.
"A medida que el mundo y la vida de Susan se abren en Europa, también lo hacen los efectos visuales".
Ciertamente, la belleza y el color de París suponen un cambio deslumbrante de la deslucida y minimalista base subterránea de la CIA donde trabajan Susan y Nancy. Fabricado con hormigón hace ya décadas, el edificio ha sido renovado poco a poco a lo largo de los años y ha ido quedando una capa con huecos vacíos de los que a veces... ¡salen murciélagos!
Estos animalillos alados salen volando del techo hacia la cabeza de Susan en una de las escenas que se hicieron durante las dos semanas que se grabó en el escenario más grande construido para la película: la sala de comunicación de la CIA, la cual marca el final de los diez primeros días de rodaje. Metido bajo una mesa, el mismo Paul Feig opera los murciélagos de control mecánico agitándolos alrededor de la cabeza de Melissa.
"Soy Batman", bromea.
Para los actores y el equipo, Feig es más que Batman. Es el imperturbable, amable y elegante mago que crea un pequeño truco de magia cada día. Feig es famoso (y a veces temido) por cambiar líneas e introducir diálogo nuevo durante tomas que pueden durar 20 minutos o más. Su método consigue reacciones espontáneas de los actores, que le tienen que seguir el juego en todo momento.
Jason Statham afirma: "Paul viene cada día con diálogos nuevos, algunos apuntados en post-its. Tienes que estar bien despierto porque muchas de las líneas son espontáneas y es algo que él fomenta: la improvisación. Nunca antes en mi vida había trabajado de esta manera y estaba un poco nervioso por ello. Pero, ya sabes, si estás dentro, lo estás para todo. Dejé que Paul me alimentara con su creatividad y ha sido maravilloso".
Para acomodar la duración de cada toma que quería Feig, el director de fotografía, Robert Yeoman, accedió a grabar digitalmente la primera vez, lo cual facilita la flexibilidad del formato.
"Yo siempre seré un clásico del cine, pero la cámara Arri Alexa es muy buena y hace que no tengamos que estar cambiando el rollo de la cámara y cortando el ritmo", afirma. (¡Y apunta que una toma duró 32 minutos!) Y como la cámara le da a Yeman una imagen exacta, también le permite ser más atrevido y experimentar más con las luces.
Seguro de los elementos visuales que ve en el monitor, Feig puede centrar toda su atención en las actuaciones, llevando cada toma un poco más lejos, jugando y experimentando con cada línea de diálogo. Todo ello supone un gran abanico de posibilidades para el editor Brent White, que ha trabajado cuatro veces con el director.
"Gran parte de las películas de Paul se elaboran en la sala de edición. Tenemos tantos elementos y opciones, que este filtro es una parte vital del trabajo", explica White. "Él no les da las líneas a los actores antes de tiempo porque quiere obtener una respuesta en tiempo real, que les permita reaccionar de una manera similar a la de la audiencia".
White también apunta que Feig es siempre muy cuidadoso y se asegura de que la parte cómica no es demasiado grosera o absurda como para debilitar los momentos emocionales de los personajes. "Busca la humanidad que conecta al público con los personajes dentro de un marco cómico".
Melissa McCarthy simplemente comenta que "esa es la visión de Paul, desde el principio hasta el final. Es muy complicado conseguirla y él lo hace de maravilla".
El rodaje principal finalizó en Budapest con algunas tomas extras de Roma y París.