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La noche que mi madre mató a mi padre cartel reducidoLa noche que mi madre mató a mi padreDirigida por Inés París
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Notas de la directora

El origen de la película
De cena en cena y tiro porque me toca

Hace ya unos años que, durante una cena de amigas, una de ellas comentó que la peor idea de su vida había sido invitar unas Navidades a su ex y a la ex de su pareja actual a cenar en casa. Aunque ella lo contaba muy enfadada, yo empecé a pensar que allí había una comedia estupenda. Fue en otra cena, en casa de Beatriz de la Gándara, cuando les conté a ella y a Fernando Colomo que estaba escribiendo una comedia con esta idea. Les gustó y decidieron producirla así que Fernando y yo empezamos a escribir esta comedia de cenas y de ex, mientras Beatriz cenaba con unos y otros buscando el dinero para producirla.

Tono, referencias, e intenciones
Una comedia de personajes donde nada es lo que parece.

"La noche que mi madre mató a mi padre" es una comedia negra de enredo del género “whodunit” que, como las novelas de Agatha Christie, basan su trama en un asesinato que sucede en un lugar cerrado y un misterioso asesino que hay que encontrar entre un numero limitado de sospechosos.

La historia busca mantener la sonrisa de los espectadores y provocar sus carcajadas. Hacerles pasar un rato tan divertido como intrigante.

Lo que cuenta realmente esta película, además de la intriga, son las relaciones entre los personajes que parecen inicialmente unos seres muy civilizados, capaces de relacionarse con el mayor respeto, y que terminan descubriéndonos sus debilidades, locura y egoísmo.

El mundo que retratamos es una familia de gente del espectáculo: actores, una directora de cine, un escritor de novela negra. Gente simpática y creativa pero también un poco pirada, a los que triunfar en su profesión obsesiona y desespera.

Pero además en este peculiar “zoo humano” todos son o han sido pareja y tienen hijos en común. Su “modernidad”, y “tolerancia” es vista con humor y complicidad. Todos sabemos que, por muy bien que nos llevemos con alguien que ha sido nuestra pareja, hay siempre cuentas pendientes.

El reparto

BELEN RUEDA (Isabel)
Es Isabel, la anfitriona de la cena, una actriz a la que cuesta encontrar trabajo y que se ocupa a la vez de su marido, su ex, su hija pequeña y su hijo adolescente. El personaje está escrito para ella. Desde que empecé a pensar en la historia pensé en lo bien que estaría en una comedia, un género que no había interpretado en el cine. Belén sí ha hecho comedias en televisión pero su personaje siempre ha sido la que tenía los pies en la tierra en medio de un conjunto de locos. Esta vez yo quería proponerle que la que se desmadrase fuese ella.
Lo hemos pasado muy bien creando el personaje: hay elementos en Isabel que las dos conocemos muy bien, lo complicado que es para una mujer dejar de ser joven, combinar trabajo y el cuidado de los hijos, convivir con tu ex y su nueva pareja… pero además su personaje es una mujer complicada, con secretos, mucho más chiflada de lo que es Belén. Todo eso tuvo que construirlo en un tono difícil, donde la comedia y el ritmo que esta impone debía estar ya en el rodaje.
Belén es maravillosa para trabajar. Se dedica en cuerpo y alma al proyecto. Tiene una energía prodigiosa (e impagable en un género tan agotador) No es nada estrella en el sentido peyorativo de la expresión. Al contrario, ella cuida de todo el mundo, ayuda a sus compañeros de reparto y a cada uno de los técnicos que trabajan en el set.
Algunas de las mejores ideas que aparecieron durante los ensayos son aportación suya. Es muy inteligente, ingeniosa y tiene mucho sentido del humor. Durante los ensayos estuvo especialmente volcada en Patricia, la más joven del reparto, para ayudarla a encontrar el personaje y para que estuviese cómoda y creativa.
Belén es una joya. Y nada me gustaría más que seguir trabajando con ella.

EDUARD FERNANDEZ (Ángel)
Interpreta a Ángel, el marido de Isabel (Belén Rueda)un escritor de novela negra obsesivo, perfeccionista, nervioso y gruñón. Eduard es un genio de la interpretación. Igual que Belén, nunca había protagonizado una comedia en el cine y creo que después de esta película no van a parar de llamarle porque está tremendamente gracioso.

Eduard se parece a su personaje en la parte obsesiva. Se imbuye plenamente en la personalidad que tiene que construir y se transforma de forma casi mágica: cambia su tono de voz, su físico, la mirada… es muy exigente con el director y con el proyecto. Si una escena o simplemente una línea de diálogo no le convence, trabaja contigo hasta que se reelabora el texto y el comportamiento de su personaje. Gracias a su trabajo el personaje de Ángel creció durante el rodaje y le encontramos muchas acciones físicas que potencian la comedia.

MARIA PUJALTE (Susana)
Igual que en el caso de Belén, María estuvo en mi cabeza desde que empecé con el guión. He trabajado con ella en todos mis cortos y en dos de mis largometrajes (“A mi madre le gustan las mujeres” y “Semen, una historia de amor”) María, que interpreta un personaje muy difícil (pasa de ser una mujer dominante y controlada a estar totalmente desmadrada y borracha) es siempre una apuesta segura. Domina el ritmo de la comedia como nadie y me conoce muy bien así que pilla a la primera mis intenciones en una secuencia. Es una actriz que trabaja muy en equipo con sus compañeros de escena, necesita que el personaje y el comportamiento nazca de la situación. Gracias a esto en sus secuencias no solo está ella muy bien sino que ayuda a que los otros actores se crezcan.

Para mí es muy fácil trabajar con María: le gusta ensayar y probar, no teme arriesgarse, es a la vez muy seria en sus dedicación y muy divertida porque se lo pasa muy bien rodando. Los espectadores la van a disfrutar enormemente.

DIEGO PERETTI (Diego)
Diego, que hace “de sí mismo” en la película, se incorporó al equipo cuando ya llevábamos una semana rodando lo que, en vez de ser un problema era una ventaja, porque su personaje también es el “nuevo” en un grupo donde todos se conocen de sobra.

Lo más complicado fue precisamente el hecho de hacer de sí mismo. Al contario de lo que suele pasar, el actor sabia ya de inicio mucho más del “personaje” que yo que lo había escrito. Nuestro pacto lo planteo él mismo: “No voy a ser yo de verdad sino “el personaje Peretti”. Claro que ese “personaje Peretti” a veces le desconcertaba y me decía espantado “Este Peretti es un grosero, yo no soy así” o “Este Pertti es un ligón, yo jamás haría eso…” Y es verdad porque si algo caracteriza a Diego Peretti es lo muy educado y discreto que es.

Lo más espectacular de Diego como actor es su facilidad innata para la comedia. Tiene una mirada desconcertada y un rostro de clown de una expresividad impagable. Su otra característica interpretativa es su profundo sentido de la verdad. Diego interpreta siempre orgánicamente y cuando algo no surge de verdad de la situación, lo rechaza. Eso sí, es capaz de hacer creíble y muy gracioso lo más inverosímil. Si él nos lleva de la mano, nos dejamos caer en un pozo.

FELE MARTINEZ (Carlos)
Interpreta a Carlos, el ex de Isabel. Su personaje es un “Viva la virgen”, relajado, divertido, un punto frívolo, que tiene un bar de copas. Nunca había trabajado con él así que ha sido todo un descubrimiento. Fele es un payaso en el mejor sentido. Tiene un gran sentido del humor, se divierte mucho trabajando y se las apaña para que a los demás les pase lo mismo. Durante estos años ha hecho mucho teatro y ha ganado un gran dominio de su físico, cosa imprescindible para interpretar comedia. Su personaje es muy difícil porque miente todo el rato y parece un loco de la vida insoportable cuando es todo lo contrario. Fele supo encontrar el equilibrio entre lo que se podía mostrar y el subtexto de manera magistral. Además es incansable y aunque tenia algunas de las escenas más duras del rodaje (se vio obligado a pasar horas tirado en el suelo y con un maquillaje tremendo) nunca perdió la sonrisa, la entrega y los ánimos.

PATRICIA MONTERO (Alex)
Es la benjamina del reparto y tiene un papel bien difícil, con una doble cara. Para los espectadores acostumbrados a verla en personajes muy dulces va a ser toda una sorpresa descubrir a la Patricia más loca y provocativa.

Todo el mundo sabe que Patricia es preciosa pero además es una gran actriz a la que le encanta ser dirigida, que se entrega y no teme probar. Acostumbrada como está a una gran disciplina física (ha sido gimnasta) es muy trabajadora y aunque rodó embarazada jamás se quejó durante las largas y frías noches.

Patricia tiene por delante un gran futuro como actriz y esta película va a demostrar que puede con cualquier personaje que se le ponga por delante.

El trabajo con los actores
La interpretación de los actores, su lucimiento, es lo fundamental en esta película. De ellos depende la verdad y la credibilidad que buscamos. También la eficacia cómica.

Me encanta trabajar con los actores. Yo me formé muy inicialmente como actriz y después, como he contado muchas veces, trabajé durante años en un teatro público como ayudante de dirección así que “acompañarles” en el viaje que supone la creación de un personaje es para mí un gran placer.

Me gusta mucho ensayar y no tengo inconveniente en reescribir los diálogos si lo que aparece en los ensayos mejora el texto inicial. Lo que no me convence es la improvisación de los diálogos durante el rodaje porque para mí gran parte de la fuerza cómica está en que estos sean eficaces e ingeniosos, que tengan ritmo y complejidad así que en eso soy muy estricta. El texto se fija y una vez acordado no se cambia.

Esta película la hemos ensayado en mi casa. Durante un par de semanas nos “encerramos” a trabajar para que todo estuviera muy claro al llegar al set de rodaje. Esas dos semanas nos sirvieron además para conocernos bien. Es esencial que los actores estén seguros de que sabes lo que haces, de esa forma creen en ti y se dejan guiar.

Algunas notas sobre el rodaje
La película se ha rodado en Valencia. Gran parte de la acción transcurre en una casa que encontramos en San Isidro de Banagéber, en Moncada, Valencia.

Durante las cinco semanas que duró el rodaje, los que no teníamos casa en Valencia (una parte importante del equipo era valenciano) nos instalamos todos en un hotel cercano al set. Actrices, actores, producción, fotografía, arte, vestuario… allí convivíamos desde los auxiliares de producción a las “estrellas” de la película, compartiendo desayunos y paseos entre naranjos.

La película se ha rodado casi íntegramente de noche, lo que a mí, que soy diurna, inicialmente, me parecía una pesadilla pero era un empeño del director de fotografía, Néstor Calvo, en el que yo confío plenamente, que quería que se viera el exterior a través de las ventanas. Decidí hacerle caso y al final esto jugó a favor de la película no solo en su estética y credibilidad sino porque el agotamiento físico y mental que exigía la historia (una larga noche de caos) lo vivíamos realmente. Los actores no necesitaban que les maquillasen ojeras porque a la segunda semana, ya eran parte de su fisonomía.

Durante las horas de luz y antes de irnos a rodar, yo me dedicaba a planificar y las actrices y actores a estudiar su texto. Al estar juntos teníamos mucho tiempo para discutir las secuencias que íbamos a rodar cada día y muchas veces reescribirlas o añadir algo nuevo.

El tiempo libre lo dedicábamos a montar en bici. Belén Rueda es muy aficionada y el segundo día de rodaje se presentó en el hotel con varias bicicletas que había alquilado para todo el que quisiera. Ella y María Pujalte demostraron ser las más aficionadas, yo me unía siempre que podía aunque le retrasaba su ritmo de ciclistas consumadas.

Rodamos el mes de Febrero y parte de marzo así que los fines de semana nos desplazábamos a Valencia donde disfrutamos de la fallas. El ayuntamiento incluso nos invitó a un balcón desde el cual pudimos ver la espectacularidad de la mascletá con la que arrancaron las fiestas. Lo único malo de todo esto es que la parte valenciana del equipo y parte de los foráneos se aficionaron a los petardos y más de una vez, entre toma y toma, los hacían estallar para desesperación del sonidista de la película que escuchaba el ruido duplicado desde sus cascos.

Uno de los momentos más divertidos del rodaje fue cuando Eduard tuvo que conducir un autobús de línea. No estaba previsto que lo hiciera él pero en el momento de rodar descubrí que se había aliado con el conductor para que le enseñase y así poderlo llevar él mismo. Lo hizo muy bien hasta que, en la entrada a la casa donde rodábamos, tomando una curva cerrada, se llevó por delante una farola.

Otro momento inolvidable fue el rodaje de la secuencia en la que Peretti baila una bachata y un tango. Diego ya me había advertido que él, por muy argentino que fuese, no sabía bailar tango y la bachata no sabía ni lo que era. Vamos que bailar se le daba fatal. Por el contario tanto Belén Rueda como Patricia Montero, sus compañeras de escena son consumadas bailarinas, así que ellas le ayudaron a prepararse. Diego se lanzó a bailar en una serie de movimientos improvisados que Patricia le proponía y terminó convencido que había aprendido un nuevo tipo de baile al que llamaba “el mongolo”.

Planteamiento de dirección

Teatro y cine
Mi formación inicial es en el teatro. Durante años fui actriz y ayudante de dirección en el Teatro Español de Madrid bajo la dirección de Miguel Narros.

Esta formación ha incidido directamente en mi forma de entender el cine, me apasiona trabajar con los actores, ensayar y pensar la puesta en escena partiendo de un planteamiento teatral; crear la situación como si fuera una “escena” y mover a los actores antes de pensar en los tiros de cámara. En esta película este gusto por el teatro es evidente: estamos casi en un único espacio y la casa donde se desarrolla la acción se convierte, sirviendo a los intereses de la protagonista, en un “decorado” para su “actuación”

En toda la película hay una idea de fondo: el mundo es un gran teatro y nosotros actores que interpretamos un papel.

En esta película los protagonistas son gente que vive de “construir mundos imaginarios”: escritores, directoras de cine, actrices y actores. Realidad y ficción se mezclan en la trama, las máscaras de los personajes se derrumba a medida que al acción transcurre. Empezamos en un teatro y terminamos en el rodaje de una película.

Las mujeres en mis películas
La protagonista DE “LA NOCHE QUE MI MADRE MATÓ A MI PADRE” es una mujer (ISABEL-BELÉN RUEDA) y alrededor de su problemática gira la película: su necesidad de sentirse valorada profesionalmente, sus inseguridades, su temor a envejecer, su coquetería, sus contradicciones, su inteligencia y ansiedad. La importancia de los personajes femeninos es una constante en todas mis películas: desde las protagonistas de “A mi madre le gustan las mujeres” (Leonor Watling, Rosa María Sardá) o de “Miguel y William” (Elena Anaya) o la coprotagonista de “Semen, una historia de amor” una Leticia Dolera que no conoce el instinto maternal, a las mujeres de carne y hueso que he retratado en mis documentales.

Y los nuevos modelos familiares
También se repite en esta película una temática que me interesa especialmente: las nuevas relaciones familiares. En “A mi madre le gustan las mujeres” nuestro “logline” era “la familia ya no es lo que era” y aquí podría ser algo parecido ya que un tema muy claro en la película son las relaciones con los ex. Afectos que se mantienen, rivalidades que no se han resuelto, celos… y la necesidad de ser gente civilizada y mantener las apariencias.

El lenguaje
Esta no es una película preciosista con un lenguaje de cámara convencional, sino tensa y viva. Rodada cámara en mano hemos creado unos encuadres que parecen “casuales” aunque están sumamente construidos. Estos encuadres, la luz y el movimiento de cámara acompañan la evolución de la historia y los personajes subrayando sus personalidades y estados de ánimo. Unas personalidades y una situación de las que nace la comedia no como una suma de gags y de gamberradas sino como una visión irónica que revela detrás de las personas sus máscaras y debilidades. Nos reiremos de nuestros personajes porque en ellos nos reconocemos, en lo mejor y en lo peor.

Hemos rodado con dos cámaras para tener, en poco tiempo, todos los planos que necesitábamos para dar a la película el ritmo adecuado. Yo quería retratar exhaustivamente a los personajes: tener no solo sus “frases” sino sus reacciones a lo que dicen los otros. Mostrar su estado de ánimo y físico (agotados-haciendo idioteces-peleándose-bebiendo de más)

El ritmo en general es FRENETICO: lo es porque no paran de suceder cosas y sobre todo porque el estado anímico de los personajes es de tensión. No paran de hablar, de buscar soluciones, de mentirse, de descubrir algo nuevo.

Mi equipo
Este es mi cuarto largometraje de ficción y es la primera vez que termino convencida de que la película es mejor que el guión (del que ya estaba muy contenta). La razón fundamental es el estupendo elenco con el que he contado pero también el trabajo extraordinario de todo el equipo técnico entre los que quiero señalar al montador Angel Hernández Zoido cuya extraordinaria capacidad para la comedia está detrás de películas con tanto éxito como los 8 apellidos vascos, la directora de producción Pilar Robla que ha sabido optimizar los medios y que ha sido mi cómplice durante la preparación y el rodaje, Néstor Calvo, el director de fotografía con el que trabajo por tercera vez y que es mi mano derecha, Javier Alomar, el cámara que tiene una enorme talento para retratar a los actores y Laura Martínez, la directora de arte que tiene un gusto impagable y me ha ayudado a crear la casa soñada en el guión.

Mención aparte merece Beatriz de la Gándara. Mi productora, que se ha dejado la piel en este proyecto. Ella creyó en la historia desde el comienzo, se implicó en la creación del guión desde el minuto uno, y durante los casi cinco años que hemos pasado intentando levantar la película no ha cejado en un empeño que a veces parecía imposible.

Y por supuesto, Fernando Colomo, que trabajó conmigo en la escaleta, a cuyo talento y dedicación estoy muy agradecida.


Inés París, directora y guionista
Con una larga experiencia como guionista y directora tanto de cine como de televisión; ha realizado largometrajes y cortometrajes, de ficción y documentales y lleva años dirigiendo equipos creativos en series de televisión. Profesora y conferenciante en universidades y escuelas de cine en España y en el extranjero, ha tutelado diversos proyectos de guión españoles y latinoamericanos. Autora de numerosos artículos sobre la igualdad de las mujeres en el mundo de la cultura, presidió CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de los Medios Audiovisuales) durante cinco años. Actualmente es Directora Institucional de Audiovisual de la Fundación SGAE y consejera de la Fundación Mujeres por África.

Filmografía (selección):

Como directora y guionista:
- A mi madre le gustan las mujeres (2001)
- Semen. Una historia de amor (2004)
- Miguel y William (2007)
- Ellas son…África (2010)
- Igual-es (2011) (serie documental)
- Manzanas, pollos y quimeras (2013)
- La noche que mi madre mató a mi padre (2015)

Como guionista:
- Sé quién eres (2000)
- Rivales (2007)
- Rosalía (2011)

Ha sido guionista de series de televisión como El destino en tus manos, Todos los hombres sois iguales, Manos a la obra, El comisario, El pantano. Estados alterados y Aquí Paz y después Gloria.