El capítulo más oscuro de Insidious vuelve a sumir a los espectadores en el mundo espiritual del Más Allá, para desvelar cómo Elise Rainier (Lin Shaye) le hizo frente por primera vez para salvar a una joven de una posesión demoniaca.

Entrega de la serie de terror, está escrita y dirigida por el cocreador de la franquicia, Leigh Whannell. El filme está ambientado años antes de que la familia Lambert se vea acechada por espíritus del Más Allá y de los enfrentamientos de Elise con dichos espíritus recogidos en "Insidious" e "Insidious Capítulo 2". En la precuela, la adolescente aspirante a actriz Quinn Brenner (Stefanie Scott) siente que su difunta madre intenta contactar con ella y busca la ayuda de una psíquica de talento, Elise.

Elise tiene una actitud protectora hacia la sensible Quinn, pero la tragedia vivida por Elise en su pasado hace que se sienta reticente a usar sus habilidades. Poco después, un terrible accidente deja a Quinn convaleciente en casa, mientras su padre viudo, Sean (Dermot Mulroney), lucha por sacar adelante su familia. Entonces, Quinn es atacada en su dormitorio por una entidad sobrenatural maligna y Sean suplica ayuda a Elise. Debatiéndose con su fe y el rumbo que pretende darle a su vida, Elise recurre a sus poderes para contactar con los muertos, con el apoyo de dos individuos a los que ha conocido recientemente, los parapsicólogos sin licencia Tucker (Angus Sampson) y Specs (Leigh Whannell).

Obligada a internarse en lo más profundo del Más Allá para proteger a Quinn, Elise no tarda en verse cara a cara con el enemigo más implacable al que se ha enfrentado jamás: un demonio con un ansia insaciable de almas humanas.