Han dicho
"Sublime canto marino (...) uno de los dibujos de animación mas ricos, melancólicos y tiernos de los últimos tiempos" - Fotogramas
"Una película bellísima, preciosa. Una joya animada que se graba a fuego en la memoria y ofrece algunas de las secuencias mas bellas del cine reciente, animado o no" - Cinemania
"DESLUMBRANTE. VERLA ES UNA MARAVILLA" - Carlos Aguilar, Indiewire
"VISUALMENTE EXULTANTE. PRECIOSA" - Peter Debruge, Variety
"ASOMBROSA, ENCANTADORA" - Steve Pond, The Wrap
"UNA AUTENTICA JOYA DE LA ANIMACIÓN" - Boyd van Hoeij, The Hollywood Reporter
"UNA DELICIA ATEMPORAL PARA TODAS LAS EDADES" - Mark Adams, Screen Daily
Dirigida por el cineasta irlandés Tomm Moore (El Secreto del Libro de Kells, 2009). La película, nominada a los premios Oscar de la Academia y a los César del cine francés como Mejor Película de Animación, ha obtenido numerosos premios y reconocimientos a nivel internacional entre los que destacan el premio a Mejor Película de Animación en el Festival de Cine de Gijón y en los Satellite Awards de la International Press Academy entre otros.
Largometraje de animación de Tomm Moore tras el estreno en 2010, de El Secreto del Libro de Kells. Su opera prima, basada en la animación clásica, vió premiado su encanto y belleza visual siendo nominada a los premios Oscar y a los European Film Awards como mejor película de animación de 2010, además de ganar el premio del público en dos de los festivales más importantes de su país: el Festival de cine de Edimburgo y el Festival Internacional de Cine de Dublín. El Secreto del Libro de Kells exploraba la magia del arte medieval y de las leyendas irlandesas de la mano de Brendan, un joven monje de 12 años que vive en la remota abadía fortificada de Kells en la Irlanda del siglo IX. De la mano de un famoso maestro que llega de tierras extranjeras cuidando de un antiguo libro mágico inacabado, Brendan comienza una nueva vida de aventuras saliendo de la abadía e internándose en un peligroso bosque habitado por todo tipo de criaturas con el único fin de terminar el inacabado libro de Kells. Con LA CANCIÓN DEL MAR, Tomm Moore nos invita de nuevo a adentrarnos en las antiguas leyendas de la mitología irlandesa y nos deleita una vez más con la belleza visual de su técnica. Una joya animada que entretiene, divierte y emociona tanto al espectador adulto como al infantil a partes iguales. Tomm Moore es cofundador de la productora de animación Cartoon Saloon, con sede en Kilkenny, Irlanda, que ha visto nacer sus dos películas hasta la fecha.
Conversación con Tomm Moore
P: Dado que el énfasis en los temas irlandeses y el folclore es parecido entre sus dos largometrajes, ¿considera que La canción del mar es una continuación de su primera película, El secreto del libro de Kells?
R: La Canción del mar nació de las ideas que se me ocurrieron mientras hacía (El secreto del libro de Kells) y se desarrolló con la mayoría de miembros del equipo artístico, así que en muchos sentidos es una continuación espiritual de la anterior más que una segunda parte o algo así. Hay una sensibilidad similar en el sentido de que el estilo artístico tiene un aspecto muy artesanal, la animación vuelve a ser en 2D y la música es de Bruno Coulais y Kila. Asimismo, la historia se basa en el folclore y las leyendas irlandesas, pero esta vez quería acercarme a un público más joven e intenté hacer una película más personal basada en mis recuerdos de infancia en la Irlanda de los años 80.
Esta vez me esforcé mucho para hacer una película que fuera atractiva para un público muy amplio. Pienso que a los adultos y a los adolescentes les van a gustar las imágenes, la música y la historia, pero quería hacer una película como El libro de la selva o Mi vecino Totoro, algo que los espectadores más jóvenes pudieran disfrutar y luego más adelante volver a ver una y otra vez según van creciendo.
P: ¿Cuál ha sido la inspiración de La canción del mar?
R: Poco antes de empezar la producción de (El secreto del libro de Kells), me fui de vacaciones a la costa oeste de Irlanda con mi mujer y mi hijo Ben, que tenía diez años en aquel entonces. Estuvimos dibujando en la playa cerca del pueblo de Dingle, donde habíamos alquilado una casita, cuando vimos algo inquietante: había cadáveres de focas en descomposición sobre la arena. Preguntamos a nuestra casera y nos explicó que los pescadores locales habían empezado a matar focas debido a que estaban frustrados por la disminución de las existencias de pescado. Por supuesto, es una locura que culpen a las focas cuando el motivo real es la pesca excesiva.
Nos dijo también que esto nunca habría pasado años atrás porque antiguamente había una creencia muy extendida: las focas estaban consideradas como criaturas místicas y traía mala suerte hacerles daño. Muchos pescadores de aquella época creían que las focas encerraban las almas de las personas perdidas en el mar o incluso eran selkies, criaturas que pueden transformarse en humanos. Había oído cuentos sobre los selkies cuando era más joven y empecé a recordarlos durante las vacaciones.
Cuando volví a casa, hablé sobre estos asuntos con Ross Stewart, el director artístico de El secreto del libro de Kells. Me prestó un libro llamado The People of the Sea (La gente del mar), una colección de antiguos cuentos de Irlanda y Escocia sobre la gente-foca.
Empecé a reflexionar sobre lo que estamos perdiendo aparte de los cuentos al abandonar nuestro folklore: el respeto por el equilibrio de la naturaleza y las viejas tradiciones también se pierden. Así que me puse a pensar en qué momento estas antiguas creencias empezaron a desaparecer. Imaginaba que podría haber sido más
o menos entonces, cuando mi hijo tenía unos diez años, y comencé a concebir la historia en ese punto, mezclando las diversas influencias e ideas de aquel viaje a la costa oeste y la nostalgia de la Irlanda anterior al "Tigre Celta".
P: Los temas irlandeses siempre han tenido una importancia capital en su trabajo. ¿Por qué?
R: Es lo único que creo que puedo aportar al mundo de la animación. No descarto hacer una comedia ambientada en el espacio exterior o algo por el estilo en el futuro, pero por ahora estoy explorando la cultura en la que crecí e intento ofrecer a todos los niños del mundo, no solo a los irlandeses, una visión de nuestras historias y leyendas. Del mismo modo, quiero proporcionar una alternativa a las películas de animación estadounidenses que dominan las pantallas de cine.
Siempre me han interesado películas como las de Hayao Miyazaki, que abren una ventana a una cultura poco conocida al tiempo que comunican temas universales. Espero que La canción del mary El secreto del libro de Kellsconsigan eso mismo.
P: ¿Cómo se implicó en el proyecto el guionista William Collins?
R: En un principio, tenía la intención de escribir la historia en forma de cómic y hacerlo yo todo, como un antídoto contra el estructuradísimo proceso colaborativo que supone hacer una película de animación. Sin embargo, pronto me di cuenta de que la música y el movimiento eran fundamentales para la historia y que era más adecuada al formato del largometraje.
Recibimos una subvención del Irish Film Board y sus ejecutivos me aconsejaron que trabajase con un guionista para adaptar la historia a una estructura cinematográfica. Me recomendaron a muchos guionistas irlandeses muy buenos, pero ninguno encajaba a la perfección, hasta que Will Collins, de repente, me escribió un mail cuando estábamos trabajando en el tráiler. Me dijo que acababa de terminar el guion para una película con actores reales que estaba en fase de producción. Era la historia de unos niños que atravesaban Irlanda en la noche de Halloween de 1987, la misma fecha en la que se ambientaba mi historia.
También me comentó que su película favorita era Mi vecino Totoro y que siempre había querido trabajar en el mundo de la animación.
Leí el guion que escribió para su primera película y, como tenemos más o menos la misma edad, me trajo muchísimos recuerdos de la Irlanda de aquella época. Mi esposa bromeaba diciendo que era tan perfecto para el trabajo que parecía que nos hubiese estado registrando la basura, y además sabía exactamente qué cosas debía incluir en el guion.
Fue una gran colaboración: revisamos y reescribimos el guion juntos durante cuatro años, entre diferentes proyectos, y redujimos las ideas que teníamos inicialmente a la estructura más simple y clara posible. Yo dibujaba las ideas en pequeños storyboards, Will escribía un borrador tras otro basándose en nuestras reuniones y el guion iba evolucionando.
P: Trabajó con Adrien Merigeu, que fue el director artístico. ¿Cuál fue su papel?
R: Uno de mis más estrechos colaboradores fue Adrien Merigeau, que es francés pero vive en Irlanda desde hace mucho tiempo y con el que trabajé anteriormente en El secreto del libro de Kells.
Durante cuatro o cinco años, estuvimos desarrollando juntos el aspecto y el estilo de la película. Me ayudó bastante haciéndose cargo del equipo de apoyo y echándome una mano con la gente de composición en Bélgica.
Su estilo y su gusto artístico se notan en la parte visual de la película. He sido un gran seguidor del trabajo de Adrien durante años y me inspiró mucho su forma de dirigir un corto de nuestro estudio llamado Old Fangs.
Yo estaba ansioso por integrar en la película su forma de trabajar con las acuarelas, su talento para las atmósferas y la iluminación y su sentido del diseño. Hizo una gran labor con el arte de concepto durante la fase de elaboración del guion y del storyboard y me acompañó en varios viajes al oeste de Irlanda para llevar a cabo nuestras investigaciones. Esto le permitió entrar en el mundo de la película aunque se hubiese criado en el sur de Francia.
Me siento muy afortunado de que quisiese aportar al proyecto su sensibilidad artística y cinematográfica con tanto entusiasmo durante todo este tiempo.
P: ¿Podría describir las influencias visuales de la película?
R: Las influencias fueron similares a las de El secreto del libro de Kells, que tenía un estilo que me llevó tanto tiempo desarrollar con el equipo que se convirtió en algo instintivo en mi. Básicamente, solo es posible en animación en 2D. Sobre todo, lo que intentamos aportar a la película fue esa sensación de que la luz y el cielo están continuamente cambiando en Irlanda y su húmeda atmósfera.
Me fijé mucho en el pintor paisajista irlandés Paul Henry y tuvimos suerte de contar con mi viejo amigo Ross Stewart en la etapa inicial del arte de concepto, enfocada sobre todo en los paisajes irlandeses. El director artístico Adrien Merigeau aportó no solo su estilo personal sino también todas sus influencias en el ámbito de las artes plásticas y su experiencia con la fotografía y la ilustración.
Combinamos nuestros puntos de vista a medida que íbamos desarrollando el estilo e incluimos el resultado de nuevas investigaciones sobre las tallas en piedra anteriores al periodo celta. Estas marcas pictas le recordaron a Adrien a artistas modernos como Klee, Kandinsky y Jean Michel Basquiat, que también incorporó al estilo.
P: La banda sonora es una mezcla de algunas composiciones originales de Bruno Coulais y la música tradicional irlandesa del grupo Kíla. ¿Puede hablarnos de ello? ¿Cómo fue la colaboración entre Bruno Coulais y Kíla?
R: Bruno y Kíla ya habían trabajado juntos en El secreto del libro de Kellsy se mostraron entusiasmados de continuar con la colaboración y ampliarla.
Siempre consideramos que la música era tan importante en la película que empezamos a juntarnos en una fase muy temprana del proyecto, incluso antes de que el guion y los storyboards estuviesen terminados. (Bruno y Kíla) trabajaron juntos para explorar temas, algunos de ellos piezas originales de Bruno, otros las adaptaciones que el propio Bruno hizo de composiciones y melodías tradicionales de Kíla.
Luego, Bruno hizo una demo de toda la banda sonora para nuestro storyboard animado y trabajó junto a Colm Ó'Snodaigh de Kíla y nuestro equipo en Cartoon Saloon para ordenarla y elegir los momentos adecuados para la banda sonora final. Luego grabó los instrumentos tradicionales y las piezas del cellista francés Jean Phillipe Audin, así como la voz de Lisa Hannigan y Lucy O'Connell en Irlanda.
Más tarde, grabó con una orquesta en Sofi a y trabajó con Slim Pezin y Maxime Le Fevre para unirlo todo en la banda sonora definitiva.
Bruno fue muy generoso y se abrió a las ideas de todos y Colm y los miembros de Kíla estuvieron muy involucrados desde el principio. Fue una experiencia mágica oír la combinación del talento de algunos de mis músicos favoritos tocando juntos.
Sobre el director (Tomm Moore)
Tomm Moore nació en Newry, Irlanda del Norte, y estudió animación en el Ballyfermot College de Dublín. Es el co-fundador de los estudios de animación Cartoon Saloon y ha escrito, producido, animado y dirigido cortometrajes y anuncios de publicidad. Dirigió el largometraje animado El secreto del libro de Kells, que fue nominado al Oscar en la categoría de mejor película de animación. La canción del mar es su segundo largometraje. Asimismo, ha dirigido una parte de la película Kahlil Gibran's the Prophet.
El folclore en La canción del mar
La canción del mar es una obra original de ficción que presenta a criaturas y personajes del folclore irlandés que pueden resultar poco conocidos para los espectadores no irlandeses.
En la mitología irlandesa, los selkies son focas que pueden transformarse en humanos y los cuentos protagonizados por ellos eran a menudo alegorías sobre el dolor de la pérdida de un ser querido en el mar. Mac Lir (o Manannán Mac Lir) es un dios del mar en la mitología irlandesa. En La canción del mar, Ben cuenta historias de las aventuras de Mac Lir a su hermana y su rostro triste se puede ver sepultado en una parte de la isla cercana a su casa. La mitología y la forma de narrarla es la esencia de la película.
"Un seanachai es un cuentacuentos tradicional en Irlanda", dice el director Tomm Moore. "Es alguien que aprende las historias de las viejas generaciones y las cuenta a la siguiente. Es una tradición que está desapareciendo aquí como en todos lados".
"Sin embargo, había un seanachai al que veía en la televisión irlandesa cuando era niño: Eddie Lenihan, que continúa con la tradición hoy en día. A menudo, mezcla personajes de otras leyendas en sus relatos o reinterpreta las antiguas historias con una visión moderna. Cuando le pregunté sobre ello, me dijo algo interesante: que las historias estaban abocadas a desaparecer si llegasen a resultar demasiado canónicas, fosilizadas y sagradas. También me comentó que nos pertenecen a nosotros tanto como a las generaciones anteriores y que podemos adaptarlas a nuestros oyentes para mantenerlas vivas".
"Por tanto, en La canción del mar tomamos elementos del folclore irlandés como los selkies y el dios del mar Mac Lir e incluso el personaje del gran seanachai y los combinamos dentro de una narrativa y un ambiente nuevos basados en nuestra propia forma de entender estas historias. Espero que sirva de inspiración para que algunos espectadores se animen a investigar antiguos cuentos y los reinterpreten para una nueva generación, con la esperanza de que mantengan sus valores esenciales cuando vuelvan a contarlos".
Ficha artística
David Rawle (Ben)
Brendan Gleeson (Conor y Mac Lir)
Fionnula Flanagan (abuela y Macha)
Lisa Hannigan (Bronach)
Lucy O'Connell (Saoirse)
Jon Kenny (Ferry Dan y The Dreat Seanachaí)
Pat Shortt (Lug)
Colm Ó'Snodaigh (Mossy)
Liam Hourican (Spud y conductor de autobús)
Kevin Swierszcz (joven Ben)