Amy Winehouse saltó a la fama internacional con su segundo álbum Back to black, del que se vendieron unas 12 millones de copias por todo el mundo (fue varias veces Disco de Platino en numerosos países). Fue admirada por muchos y colaboró con diversos artistas como Tony Bennett, Prince, Mark Ronson o los Rolling Stones. Murió trágicamente en 2011 a causa de una sobredosis de alcohol, uniéndose con apenas 27 años al triste "Club 27" junto a Jimi Hendrix, Kurt Cobain o Janis Joplin.
Cuando los cineastas Asif Kapadia (director), James Gay-Rees (productor) y Chris King (editor) colaboraron en 2010 en el documental "Senna", donde contaban la historia del piloto de F1 Ayrton Senna, consiguieron numerosos premios (entre ellos dos premios BAFTA) y el beneplácito de la crítica. Tal fue la popularidad de la película, que les permitió mirar hacia nuevos horizontes.
Dos años después del estreno en cines de "Senna", Gay-Rees fue abordado por David Joseph, presidente y CEO de Universal Music UK, quien le preguntó si el equipo estaría interesado en invertir su talento en otra historia sobre un icono moderno cuya vida había terminado de forma trágica.
"David dijo: '¿Estaría usted interesado en hacer una película al estilo de 'Senna' que capturara el genio musical de Amy Winehouse?'", recuerda Gay-Rees. "Me llevó cerca de un segundo gritar: '¡Sí, desde luego. ¡Nos apuntamos!'".
Gay-Rees no había considerado la historia de Amy Winehouse hasta ese momento. "Pero yo sabía instintivamente que había algo interesante allí escondido. Inmediatamente llamé a Asif. No estábamos buscando activamente algo que hacer juntos después de "Senna", pero él dijo que sí de inmediato". Al igual que Winehouse, Asif Kapadia creció en el norte de Londres y, aunque la mayoría de sus películas se han rodado en el extranjero, estaba dispuesto a enfocar sus ideas en su ciudad natal. Había rodado recientemente "Odyssey", una de las cuatro películas sobre Londres que fueron creadas para los Juegos Olímpicos 2012.
"Cuando James me llamó vivía en Turnpike Lane", recuerda. "Había estado haciendo la película para los Juegos Olímpicos de Londres y eso realmente me hizo pensar en la ciudad. Me siento muy londinense. James me preguntó que pensaba y aunque yo no era muy fan de Amy Winehouse, tenía sus discos y sabía que su vida había sido un torbellino".
"Algo pasó con Amy Winehouse, y quería saber cómo sucedió delante de nuestros ojos. ¿Cómo puede alguien morir así hoy en día y a esa edad? Sin embargo, no fue una gran sorpresa; casi esperábamos que pasara. Podías ver que su vida iba cuesta abajo", afirma.
Sintió que su historia debía ser explorada en detalle. "Para mí, era como una chica del barrio. Crecí en la misma parte del mundo. Podría ser alguien que conocía, alguien que era amigo o podría haber ido a la escuela con ella. Pensé que debíamos investigar".
Gay-Rees habló entonces con el editor Chris King, que desde el primer momento mostró un gran interés por el potencial de la historia. King explica: "Creo que todos nosotros sabíamos a grandes rasgos su vida. Amy surgió de la nada y se convirtió en un enorme éxito y luego murió, pero no conocíamos muchos de los detalles de esta primera etapa".
Gran parte del enfoque de los realizadores dependería de qué material estaba disponible. "Así que la primera tarea era conseguir tanto material como pudiéramos y luego empezar a entrevistar a gente, y en ese proceso dual empezamos a tener una idea narrativa". Asegura King.
Incluso antes de comenzar con el proceso de las entrevistas largas y cargadas, y la difícil tarea de obtener nuevas imágenes, los realizadores se decidieron por la idea de contar la historia a través de las canciones de Winehouse, que aparecerá en la pantalla durante toda la película.
"La idea inicial fue que las canciones serían el eje", dice Kapadia. "Serían la columna vertebral de la película. Empezamos estudiando las letras y surgió el concepto de que esto podría ser como una versión de una película de Bollywood, donde la narración estaba en las letras y canciones. Pensamos que podríamos construir la narrativa en torno a esos temas".
Las letras de las canciones de Winehouse eran casi todas muy personales. Algunos han sugerido que la escritura de la canción era una especie de catarsis o terapia, en la que trabajó a través de sus emociones. "Era tan simple como eso", añade el director. "Una vez que entiendes su vida y lees sus letras, entiendes que son mucho más profundas de lo que podrías haber pensado".
Pensé: "Todo lo que tenemos que hacer es desentrañar lo que estas letras nos cuentan. Y eso para mí se convirtió en la gran revelación, su escritura. Todo el mundo sabía que podía cantar, pero tal vez la gente no se dio cuenta de lo bien que escribía. También escribía la música. Todo nacía de ella". Después de adoptar las canciones y letras como vehículo narrativo, junto con el hecho de que los cineastas usarían como telón de fondo la ciudad en la que vivía Winehouse, comenzaron a buscar a los entrevistados más adecuados. Esto resultaría un proceso muy difícil, sobre todo porque no hay un libro definitivo que cuente la historia de Amy Winehouse.
"Tuvimos que ver a quién podíamos conocer y hablar", dice Kapadia. "Con "Senna" había un montón de libros y un montón de gente que conocía la historia. Con "Amy" se hizo evidente que nadie sabía la historia, o que la gente no estaba dispuesta a contarla".
Gay-Rees está de acuerdo. "En "Senna" teníamos a alguien en el equipo que sabía si Ayrton se había tirado un pedo un día, pero en esta película no teníamos una figura central con quien trabajar. Leímos un par de libros clave, que son bastante inconsistentes entre sí. No estoy diciendo que no sean legítimos, pero hay una gran cantidad de información contradictoria. Ella tenía una compleja vida social y familiar".
"Tenía sus viejos amigos, sus amigos famosos, sus nuevas amigas y amigos no tan famosos y ella mostraba diferentes versiones de sí misma según con quien estaba, por lo que todos ellos tenían diferentes reflexiones y experiencias con ella. Y no todas encajaban entre sí", concluye Gay-Rees.
Los realizadores comenzaron su investigación y se aseguraron el acceso al material legado por Winehouse, que está controlado por el padre de la cantante, Mitch Winehouse, y también por la Fundación Amy Winehouse. También se aseguraron la cooperación de Raye Cosbert, manager de la cantante de Metropolis Music.
Al comienzo de la producción, los realizadores sabían a ciencia cierta que Winehouse era una persona muy compleja, fascinante, carismática y muy luminosa. "Pero a medida que el período de investigación cobró impulso, las señales eran cada vez más evidentes de que ella no podía mantenerse mucho tiempo así, ella era demasiado intensa"., dice Gay-Rees.
No mucho tiempo después, sin embargo, los cineastas comenzaron a tener problemas. "Nadie quería hablar, aparte de los sospechosos de siempre", continúa Gay-Rees. "En realidad, ninguna de las personas que estaban cerca de ella quería hablar".
De hecho, los amigos más cercanos de Winehouse habían hecho voto de silencio. "Inmediatamente después de su funeral, ellos dijeron: 'Vamos a mantenerlo en la casa y nunca compartir esto con nadie".
Kapadia, que completó las 100 o más entrevistas que le dan la narrativa a AMY, señala que su viaje a
través del proceso de filmación fue construido a medida que se ganaba la confianza de la gente. "Se convirtió en un viaje diferente a "Senna" porque tenía que conseguir que muchas personas diferentes confiaran en mí", dice.
"Era todo muy reciente y doloroso para mucha gente y había un montón de culpa y de cargas emocionales".
Los realizadores pasaron casi un año tratando de conseguir que personas muy importantes participaran en el proceso. "Las personas clave que inicialmente no querían estar involucrados; Juliette [Ashby] y Lauren [Gilbert], dos viejos amigos que estaban muy cerca de Nick Shymansky, su primer manager, con el tiempo se dieron cuenta de que debían participar para que su lado de la historia fuera escuchada", explica Gay-Rees.
"Toda la experiencia fue muy profunda para estas personas, como es comprensible. Es difícil imaginar cómo debe ser ver a un amigo de la infancia o adolescente pasar por los peligros de la celebridad y mega-fama, sabiendo que serían temas que se tratarían en profundidad".
Juliette Ashby y Lauren Gilbert eran los amigos más antiguos y cercanos de Winehouse, a pesar de que su relación tuvo sus altibajos, sobre todo durante las últimas etapas de la vida del cantante. "Pero, sobre todo, ellos dos pueden contextualizar a Amy", dice Gay-Rees.
"Ella era como ellos, una chica de los suburbios del norte de Londres. Ella no nació para ser famosa; no creo que nadie esté preparado. Amy era sólo una niña judía del norte de Londres, que se convirtió en este fenómeno, y tener a estos dos amigos como una presencia casi constante en la película nos recuerda de donde venía. Amy no era Justin Bieber. Ella no era una niña Disney".
Los hitos
Uno de los primeros grandes avances de los realizadores fue conseguir el apoyo de Nick Shymansky, primer manager de Winehouse. No sólo tiene un profundo conocimiento y cariño por su ex cliente, sino que también tenía una gran cantidad de material de archivo que resultaría esencial para la película.
De hecho, el editor Chris King dice que Shymansky fue básico en la historia: "Hemos hablado con su amigo Tyler James, y con ambos descubrimos a esta chica que escribía poesía y hacía música por razones absolutamente personales. Ambos tenían diferentes opiniones en cuanto a por qué lo hacía, pero era obviamente un elemento catártico para ella, una forma de luchar contra el dolor".
"La escritura era terapia musical para Amy", continúa King. "Pero también su escritura era enormemente ingeniosa y divertida. Había algo curativo en ello; tenía que hacerlo. Era compulsivo. También escribió letras muy atrevidas y groseras. Una vez que organizamos esto, quedó claro que sería la primera parte de la película".
El paso siguiente fue convencer a Juliette Ashby y Lauren Gilbert, lo que costó otros nueve meses, "Son como Amy", dice Kapadia. "Nick dijo que serían un reto, al igual que todo el proyecto, pero que necesitábamos su relato porque ellos la conocían mejor que nadie, así que debíamos conseguir su confianza".
"La gente estaba muy cautelosa, nerviosa y paranoica", añade. "Que hubiéramos rodado "Senna" ayudó y cuando la gente vio nuestro trabajo, incluso si no estaban interesados en ese tema, comprendieron como funcionábamos".
Cuando Kapadia empezó a hablar con las personas más cercanas a Amy, se hizo evidente que estaban contentos por liberarse de la carga que llevaban. "De algún modo, fue una terapia para ellos". dice el director.
"Había algunos a los que les pesaba esta carga y lo estaban pasando mal, sabiendo lo que sabían. Yo era imparcial. No era parte del negocio de la música, no tenía ninguna organización detrás y por ello decidieron hablar. La mayoría de ellos se sintió mejor después".
"Lo que progresivamente iba surgiendo eran ciertos temas que no se querían abordar, pero que con el tiempo parecía que debiéramos afrontar. Y luego, cuando 10 personas han dicho lo mismo se puede ver cómo todo está conectado".
Durante el proceso de entrevistas, la mayoría de los sujetos que estaban cerca de Winehouse se venían abajo. Fue una experiencia emocionalmente desgarradora para todos los involucrados. "Pero ayudó el hecho de que cuando hablaban no los estaba filmando", dice Kapadia. "No necesitas verlo en la pantalla. La emoción está allí, en su voces".
"Ese proceso hizo que la confianza fuera mucho más fácil de construir, mientras que, si estás filmando, las personas se comportan de manera diferente. Entonces editamos las entrevistas y se la enseñamos de nuevo a ellos para comprobar que fuera realmente honesto con lo que querían expresar".
King cuenta que los amigos de la infancia de Winehouse estaban increíblemente preocupados por cualquier implicación en el proyecto. "Pero con el tiempo se unieron a nosotros y nos las arreglamos para llegar a personas que estuvieron muy cerca de Amy Winehouse y su familia, que habían estado allí durante toda su vida", asegura. "Entonces, lo que previamente había sido conjeturar, de repente se convirtió en realidad".
No eran sólo las entrevistas de Shymansky, Gilbert y Ashby la clave para la película sino también el material de archivo que proporcionarían otros. "Hay un montón de escenas de los conciertos, pero no tanto de Amy en sus primeras etapas, porque fue un momento muy corto antes de hacerse famosa", dice Kapadia.
"Pero las imágenes de Nick, en particular, nos muestran la chica que era realmente. Se podía ver lo inteligente, especial y también lo normal que era. Sabía que podía hacer una película sólo con ese material de sus inicios".
El director dice que los primeros tramos de metraje proporcionaban un tema visual fuerte. "Hay un montón de tomas en las que mira directamente a la cámara, al espectador. Me di cuenta de que era muy potente. Al principio se filma a sí misma mucho, literalmente hablándose en la cámara", afirma. "También tiene esas fotos personales, donde ella se ha fotografiado en su ordenador en Photo Booth. Recuerdo que pensé que era un poderoso viaje visual - el uso de la lente y la cámara. Entonces se convierte en algo muy agresivo con los paparazzi".
"Con su mirada directa a cámara, me di cuenta de que sería muy potente y también se apreciaba en las grabaciones de sus amigos de ella y su marido [Blake Fielder, otro factor clave]. Cuando estaban en ese centro de rehabilitación y Blake dice: '¡Vamos', canta Rehab!. Eso es muy duro de ver, pero el hecho es que ella está mirándonos directamente cuando lo hace". Gay-Rees está de acuerdo, "Creo que el material de sus inicios fue clave, porque eso muestra un lado de ella distinto al que presentó a la prensa. Sólo con ver ese lado de su personaje que brilla a través de nosotros, te llega de verdad". Al igual que Gay-Rees y Kapadia, el editor Chris King cree que este material primerizo era imprescindible. Cita la grabación proporcionada por sus amigos de la infancia en 2005 que muestran a Winehouse ofreciendo una visita guiada de un apartamento en el que estaban de vacaciones.
"Estaba tan graciosa y vivaz... ella estaba realmente enamorada en ese día de fiesta", dice. "Su vida era genial. Estaba divertidísima. Es un material increíble".
"Ninguna de estas imágenes de sus inicios se había visto antes. Fue genial poder hacerse con material que mostraba a Amy el día de su boda, por ejemplo", añade King.
"Su amigo Phil Meynell, otro entrevistado, nos dió este material que nadie había visto antes. Es increíble", dice Gay-Rees. "Es algo muy íntimo; es ella en pleno apogeo. Me encantan las cosas que vemos de ella en el barco el día de su boda".
El proceso de edición
En una película como AMY el programa de producción involucra una intensa investigación, la recopilación de las entrevistas de audio y las imágenes, y luego el largo proceso de edición, que se desarrolló simultáneamente. La edición en sí fue un proceso de 20 meses y Gay-Rees dice que la película se benefició enormemente de tener a Chris King a bordo desde el principio.
"No hay muchas personas en el mundo mejores que Chris manejando documentos de archivo, tiene un don brillante para el uso de imágenes de archivo".
Al igual que con "Senna", no habría entrevistados en pantalla. El audio iría sobre el material existente, y eso es muy laborioso", dice el productor. "No tenemos narrador ni voz en off, así que no hay atajos. Teníamos que hacer que las imágenes hicieran todo el trabajo".
A diferencia de en "Senna", donde los realizadores tuvieron un enorme archivo de la F1 desde donde podían sacar el material, con AMY había muchas limitaciones. "De ciertas cosas no había ningún material de archivo en absoluto".
La cobertura que los cineastas pudieran utilizar en AMY también era completamente diferente. "Todo el material fue diferente esta vez también", dice Chris King. "Dependíamos de las cosas que muchas personas diferentes habían rodado o fotografiado. Además, nos encontramos desde el principio con agujeros durante periodos clave".
Él recuerda 2005, que fue un gran cambio en la vida de Winehouse pero ella estaba fuera del circuito de la prensa y había, por tanto, muy poco material.
"Ella no era tan conocida y por un tiempo en 2005 era un interrogante", añade King. "Nos preguntábamos: ¿Qué pasó y cómo podemos contar esta parte de la historia?"
Ella se vio inmersa en la escena de Camden y se metió poco a poco en las drogas. "Comenzó una intensa relación y no escribió mucho. Sabemos que no hay mucha evidencia de que ella estuviera escribiendo, estaba centrada en las actuaciones, y sin embargo pasó algo realmente importante". La intensa relación que inició durante este período la hizo centrarse por completo en su amor con Blake Fielder. "¿Qué fue lo que pasó?", se pregunta King. "No entendíamos porque no había ningún registro de lo que estaba sucediendo".
"Desde fuera, parecía que él se equivocaba al involucrarse en el proyecto. Todo esto ocurrió fuera de cámara. ¿Cómo podríamos mostrarlo? Y luego gota a gota, por trozos y piezas de entrevistas, material de archivo y fotografías que nos llegaron, pudimos rellenar agujeros y seguir con la narración a través de este periodo".
Incluso cuando la cobertura mediática era fuerte, la calidad era a menudo muy débil. "El material era muy rudimentario la mayoría del tiempo", dice el editor. "Muy rara vez podíamos decir, mira, esta es una buena fotografía".
"Para "Senna" teníamos un montón de material increíble, había una gran cobertura y material antiguo de buena calidad. Había muchas cosas estéticas que eran bastante agradables a la vista. Pero en AMY no había mucho de eso en absoluto. Las cosas más interesantes eran las más ásperas. Eso era lo más revelador".
Kapadia cuenta. "Con "Senna" tuvimos una increíble cantidad de material de archivo de cámaras de gran calidad, mientras que en AMY tienes gente común filmando desde un coche o en la calle, así que técnicamente nunca iba a ser tan bueno. Pero tienes que aprender a confiar en que es real. Tienes que confiar en la calidad del material y la verdad emocional sobre la calidad técnica".
"Parte del material se ve horrible, y te preocupa si lo puedes usar, pero tienes que hacerlo. Además, podemos hacer que se vea mejor y mejorar el sonido. Las personas quedan inmersos en ello".
En una pantalla de cine, los espectadores son propensos a perdonar la calidad más fácilmente que si están en casa", dice Kapadia. "Y después de haber hecho algunas películas basadas en secuencias perfectamente recreadas, me gustaba la oportunidad tambaleante de algo que sólo existe en ese formato. Tienes que aprender a valorar esta imperfección. De hecho, la imperfección es algo que me parece interesante".
Dicho esto, una enorme cantidad de esfuerzo se dedicó al material de archivo y la calidad del sonido para asegurarse de que todo lo utilizado en la película tuviera la mayor eficacia posible en la pantalla. King explica: "Una gran parte del trabajo era: Asif y yo sentados en una sala preguntándonos por dónde continuar. Pero también estaba trabajando con la gente en el otro extremo de ese proceso. Tomando lo que habíamos recopilado de ese año y medio, poniéndolo en alta resolución, para que se pudiera proyectar en una pantalla de cine".
"Y esas personas estaban asombradas por la gran cantidad de trabajo y esfuerzo que habíamos puesto en lo que parecía una línea de tiempo bastante desordenada. Con cada plano, tuvimos que hacer un montón de estabilización, reformulación y corrección de color. Tuvimos que ralentizar alguno videos, acelerar otros, cambiar formatos..".
"El editor de fotografía que hizo el trabajo dijo que era, con mucho, la película más complicada técnicamente en la que jamás había trabajado", añade King. "A pesar de que se ve como un video casero honesto, pero desordenado a veces, es un trabajo lleno de amor convertir esta colección de desastres y retales en algo que fluía y se siente como un pedazo de cine".
Y luego estaba todo el trabajo realizado en la calidad del sonido también. "Tuvimos un montón de cuidado y atención en cómo unificamos todas estas cosas, que se rodaron en 10 años en teléfonos móviles, videocámaras de aficionados, material profesional, cosas de Estados Unidos y de todo el mundo", dice King.
"Había un montón de trabajo planeado para que pareciera una pieza unificada todo junto. Probablemente ese aspecto no es algo de lo que la gente sea consciente cuando lo ven. Esperemos que, como siempre, el lado de edición se disfrace y los espectadores se sumerjan con la música de Amy, la narrativa y la historia. Pero fue un trabajo muy duro".
Los realizadores admiten que una parte de material con mucha fuerza y algunos momentos especialmente impactantes, tuvieron que ser exorcizados en un intento de mantener la narrativa equilibrada, y para mantener una línea común en todo el proyecto.
"Había mucho que no podíamos poner porque haría la película demasiado larga", dice Gay-Rees. "Intentamos conseguir una duración más tradicional, a 90 minutos. Definitivamente hubo otras cosas que nos hubiera gustado añadir, pero todos estábamos dispuestos a sacrificar cosas para mantener una duración razonable".
Los realizadores también estaban dispuestos a asegurarse de que la película no era demasiado larga para el espectador. "Creo que es bastante oscura", concluye el productor. "Hay que tener cuidado con ese punto de inflexión, porque se puede convertir en contraproducente y en realidad la gente no puede disfrutar de la película. Teníamos partes anteriores del filme donde nos mostraba qué linda y brillante criatura era, pero luego entrábamos en una hora y media de miseria. Entonces se convierte en una especie de juicio. Las personas podrían haber dicho con razón: ¿Cuál es la intención de esto?Así que tuvimos que tener mucho cuidado en la búsqueda de ese equilibrio".
La historia de Amy Winehouse
Según los realizadores, lo peor que el público podría decir es que habían visto esta historia antes en los medios. Están confiados, sin embargo, en que esto no será así.
No es sólo la calidad de las entrevistas y las imágenes que establece AMY como un aparte de la cobertura existente, es la forma en que la película aborda la historia de Amy Winehouse.
"Estábamos muy interesados no sólo en una recopilación de lo terrible que había sido mostrado antes", dice Gay-Rees, "porque ya había mucho de eso en los medios de comunicación en su momento, ¿y cuál sería la lógica de hablar de lo mismo? Tuvimos que cavar más profundo: ¿Qué tratábamos de mostrar? Esta es una película sobre Amy y sus letras", dice. "Las personas no se dan cuenta de lo personales que sus letras eran. Sólo poniendo las letras en la pantalla y dejando a la gente saber que podían haber bailado esa canción y tal vez no darse cuenta de lo personal que era realmente el contenido todo adquiere una nueva dimensión".
En última instancia, los realizadores creen que Amy es una película sobre el amor. "Se trata de una persona que quiere ser amada", dice Kapadia, "alguien que necesita amor y no siempre lo recibió".
AmyDirigida por Asif Kapadia