En EL CORREDOR DEL LABERINTO: LAS PRUEBAS, la siguiente entrega de la épica saga EL CORREDOR DEL LABERINTO, Thomas (Dylan O'Brien) y el resto de los Clarianos tienen que hacer frente a un reto aún mayor: buscar pistas sobre la misteriosa y poderosa organización conocida como C.R.U.E.L. (Catástrofe y Ruina Universal: Experimento Letal). Su aventura les lleva a la Quemadura, un inhóspito lugar repleto de inimaginables obstáculos. Formando equipo con miembros de la resistencia, los Clarianos se enfrentan a las fuerzas infinitamente superiores de CRUEL y descubren los estremecedores planes que la entidad tiene para todos ellos.
Sinopsis larga
EL CORREDOR DEL LABERINTO: LAS PRUEBAS continúa donde EL CORREDOR DEL LABERINTO lo dejó: cuando los Clarianos son evacuados del helicóptero con el que han conseguido huir del laberinto. Las puertas del helicóptero se abren automáticamente y un grupo de soldados enmascarados les lleva hasta un refugio subterráneo. El búnker está dirigido por el engañoso Janson (Aidan Gillen), quien les proporciona un buen festín y cálidos lechos, mientras les advierte, "El mundo de ahí fuera se halla en una situación bastante peligrosa. Todos pendemos de un hilo extremadamente fino. Y el hecho es que vosotros, chicos, podéis sobrevivir a ese maldito virus
".
Janson ordena a los Clarianos someterse a exhaustivos chequeos médicos, e interroga a Thomas sobre sus recuerdos de CRUEL, exigiendo saber de qué lado está. Thomas tiene también sus propias preguntas, como, por ejemplo, por qué Teresa (Kaya Scodelario) ha sido separada del resto de los Clarianos. La dominante presencia militar en el búnker no proporciona ninguna respuesta. Sin embargo, el huidizo Aris (Jacob Lofland), que ha llegado procedente de otro laberinto, busca a Thomas y le conduce a un área restringida donde hay un montón de cadáveres apilados en camillas.
Thomas sospecha que el búnker está dirigido nada más y nada menos que por CRUEL, pese a las afirmaciones en sentido contrario de Janson. Thomas debe convencer a los Clarianos de que ahí no están seguros. La lealtad entre unos y otros es todo con lo que pueden contar.
Los Clarianos organizan una fuga, luchando contra soldados armados con pistolas que lanzan descargas eléctricas. Comandados por Thomas y Minho (Ki Hong Lee), localizan a Teresa en un recóndito quirófano, de donde la rescatan, y escapan del búnker en medio de una feroz tormenta de arena.
Ahora se encuentran en la Quemadura, un futurista terreno yermo calcinado por el efecto de los rayos solares. En este árido páramo, los Clarianos transitan con dificultad por lo desconocido. Un Thomas agobiado por la culpa se pregunta si debió haberles sacado del laberinto. En el Claro sobrevivían, pero en este paraje de tierra quemada podrían llegar a morir.
El grupo se topa con un centro comercial abandonado desde hace tiempo, cubierto de arena y escombros, donde reevalúan sus opciones. Thomas y Aris revelan al resto los rumores que escucharon en el búnker acerca de la existencia de un grupo de resistencia denominado Unidad Brazo Derecho que habita en las montañas.
El caos se desata en el centro comercial cuando el grupo es atacado de repente por los Cranks, unas peligrosas criaturas mutantes que son la prueba viviente del virus del Destello.
Los Cranks expulsan a los Clarianos del centro comercial y les hacen volver a la Quemadura, donde los Clarianos sufren la fatal pérdida de uno de sus miembros como consecuencia del horrible enfrentamiento.
Los Clarianos que quedan siguen su camino y descubren las ruinas de una asolada ciudad.
Buscan refugio en un rascacielos cuyos andamios están habitados por una especie de carroñeros. Aquí, en la Guarida de Jorge, unos marginales ocupas han establecido su propia jerarquía, les explica la temperamental residente Brenda (Rosa Salazar). Brenda les presenta a Jorge (Giancarlo Esposito), que gobierna a los ocupas desde su ático, donde se dedica a escuchar las transmisiones de radio que cree que están emitiendo desde la mítica Unidad Brazo Derecho.
CRUEL ataca el recinto, en busca de los Clarianos, que logran huir en el consiguiente caos, dispersándose por túneles subterráneos y la devastada ciudad.
Los Clarianos deben decidir si la montaña donde supuestamente se esconde la Unidad Brazo Derecho es una falsa ilusión o es verdaderamente un lugar seguro para las personas inmunes al Destello.