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Marte: Operación Rescate cartel reducidoMarte: Operación Rescate(The martian)
Dirigida por Ridley Scott
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Basada en una novela best-seller, y dirigida por el aclamado director Ridley Scott, MARTE (The Martian) está protagonizada por Matt Damon, y cuenta con un reparto plagado de figuras que incluye a Jessica Chastain, Kristen Wiig, Jeff Daniels, Michael Peña, Kate Mara, Sean Bean, Sebastian Stan, Aksel Hennie, Donald Glover, Mackenzie Davis y Chiwetel Ejiofor.

"Ésta es una historia de supervivencia final", dice el director Ridley Scott. "Mark Watney está bajo inimaginable presión y absolutamente aislado, y la película trata de sobre cómo él responde a esos influjos. El destino de Mark va a estar determinado por si sucumbe al pánico y a la desesperación y acepta la muerte como algo inevitable o elige confiar en su entrenamiento, ingenio, recursos y sentido del humor para mantener la calma y resolver problemas.

"El humor de Watney se convierte en un dispositivo de adaptación, lo que le permite evitar la desesperanza y mantener su mente alejada de preocuparse por las circunstancias extremas. Su inclinación a permanecer positivo y optimista es vital para la historia, y uno de los rasgos del carácter que atrajeron a Matt Damon a aceptar el papel.

"Me encantó el humor, no sólo el de Watney, sino también el de otros personajes", dice Damon. "El tono de comedia nunca es superficial y complementa el intenso drama de la situación, lo que no suele ser algo asociado con el género de la ciencia ficción".

Damon recibió el guión del productor Simon Kinberg, con quien trabajó en Elysium. Kinberg se lo envió a Damon un viernes y recibió una respuesta entusiasta el domingo.

"Matt respondió a la historia de la misma manera que el estudio y lo acepté", recuerda Kinberg. "Pensó que era original, divertido, emocionante y con una visión única y diferente de una historia de supervivencia. No podíamos imaginar a ningún otro actor haciendo de Mark Watney".

El guión está basado en una novela original del escritor convertido en programador informático Andy Weir. Aditya Sood fue el primer productor en leer el libro electrónico de Weir, antes de su publicación en tapa dura en 2014 por Random House, cuando sólo existía en línea en forma de serie y luego como libro electrónico en Amazon.

Dice Sood, "pensé que era una de las mejores historias de ciencia-ficción que había leído. Todo lo que le puede salir mal a Watney, le sale mal y, sin embargo, sigue adelante. Tiene una gran carga de esperanza que hace de este filme más que una emocionante película de aventuras".

Kinberg quedó enganchado al libro después de leer treinta páginas, y Fox lanzó una opción sobre el libro en nombre de Kinberg Genre Films, que tiene un acuerdo de primera opción en el estudio. El libro fue enviado a la guionista de primera categoría Drew Goddard, con la mirada puesta en tener que escribirlo y dirigirlo. Según Kinberg, al cabo de algunos meses, Goddard lo convirtió en un proyecto excepcional a pesar de, continua el productor, el desafío que supone adaptar un libro que cuenta con rigurosas resoluciones a problemas científicos y matemáticos, numerosos personajes y líneas argumentales en varias capas.

Goddard señala: "Yo no podría poner el libro de Andy patas arriba. Crecí alrededor de los científicos de Los Alamos, Nuevo México, y nunca había visto a nadie capturar la deliciosa rareza que es el científico moderno hasta que leí la obra de Andy. Mi acercamiento a la adaptación era proteger el alma vibrante del libro a toda costa.

"Con el guión de Goddard y el interés de Damon, el proyecto entró en el desarrollo por la vía rápida, llegando a una pausa cuando Goddard aceptó un trabajo como director. Esto dejó la silla del director lista para ser ocupada por, según Kinberg, "no sólo un gran director, sino un maestro director". Varios directores de clase A familiarizados con el proyecto se estaban tomando en consideración cuando, de pronto, los productores reciben una noticia inesperada: Ridley Scott estaba disponible.

"Ridley es mi director de cine favorito, y perfecto para esta historia, pero estaba ocupado desarrollando otra película", recuerda Kinberg. "Cuando nos enteramos de que esa película que se había retrasado, inmediatamente le dimos el guión a Scott".

Scott apunta: "Yo quedé fascinado por la casi imposibilidad de la tarea de Watney y el esfuerzo de equipo necesario, no sólo de la NASA, sino también de socios internacionales. Rivales geopolíticos deben superar sus diferencias y trabajar juntos por el objetivo común de salvar la vida de un astronauta, y el mundo entero se encuentra hipnotizado por el tamaño y la complejidad de ese desafío".

El propio Goddard estaba eufórico al ver su guión en las manos de Scott, y comentó: "Todavía puedo recordar dónde estaba sentado cuando vi por primera vez el personaje de Roy Batty [interpretado por Rutger Hauer], en Blade Runner, reflexionar sobre su visión de Rayos-C brillando en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. (Yo estaba sentado en la tercera fila de atrás, en el lado izquierdo, del White Roxy Theater y tenía siete años de edad.) Todo lo que he escrito ha estado influenciado por Ridley Scott; sus películas están incrustadas en la parte creativa de mi ADN. Tener esta oportunidad de trabajar con él ha sido un verdadero sueño hecho realidad".

Para el novelista Andy Weir, la progresión torbellino de una pieza de Internet convertida en serie a una producción cinematográfica importante fue un sueño difícil de creer. Así es que no lo hizo.

"Yo vivo en el norte de California, y nunca había conocido a mi agente en Nueva York, ni al productor de la película ni a los ejecutivos de Fox en Los Angeles. Por eso, cuando además me dijeron que Ridley Scott iba a dirigirla, me convencí de que todo había sido una broma muy elaborada".

Weir había tenido la intención de que su novela, para la que él había investigado meticulosamente y cargado de ciencia y matemáticas, fuera un "libro técnico para los técnicos. Yo no tenía ni idea de que los lectores convencionales estarían interesados en absoluto, y mucho menos como lo estuvieron".

Weir comenzó imaginando simplemente una misión tripulada a Marte que luego se transformó por la posibilidad infinita de escenarios catastróficos. "Como un programador de ordenadores de 25 años, he aprendido la importancia de una buena copia de seguridad", dice. Weir ha publicado nuevos capítulos cada seis a ocho semanas para una creciente audiencia boca-a-boca, completando la historia en tres años, momento en el que puso el libro a la venta —por 99 centavos— en Amazon, y entonces un agente contactó con él. Esto le llevó a ponerse en comunicación con Genre Films y el comienzo de lo que Weir llama "la fantasía de todo escritor hecha realidad".

La historia de Weir tiene lugar en un futuro cercano, dentro de unos 12 o 15 años, y prácticamente todos los aspectos científicos del libro son plausibles y apoyados por las actuales teorías. Con una excepción: debido a la baja presión atmosférica de Marte (menos del uno por ciento de la de la Tierra), una tormenta de viento de la gravedad descrita por Weir es inviable.

"Necesitaba una manera de echar a los astronautas fuera del planeta, por lo que me permití una cierta libertad de acción", confiesa Weir. "Además, me pareció que la tormenta quedaría muy guay".

Esta tormenta, que se produce en el sol 18 de una misión planeada de 31 soles, envía un pedazo de antena a través del traje de Watney, haciendo que tanto él como sus sensores queden inoperables. (Un sol es la duración de un día solar en Marte, alrededor de 24 horas y 40 minutos). Desde el momento de este inesperado accidente, su ingenio, determinación y fortaleza de ánimo se pondrán a prueba hasta el límite.

Dice Damon: "Watney es un botánico e ingeniero mecánico, y es enviado en la misión a Marte para estudiar y tomar muestras del suelo y, si todo va bien, para conocer más sobre su composición y la viabilidad de cultivos. Él tiene el conocimiento y la formación para encontrar maneras de sobrevivir, pero el tiempo está trabajando en su contra. Piensa que es probable que puedan pasar de tres a cuatro años antes de que sea posible su rescate. En confrontaciones de hombre frente a naturaleza, es ésta la que tiene la sartén por el mango".

La batalla más importante que debe librar Watney es contra su propia voluntad. La desesperación sería tan perjudicial como el hostil medio ambiente marciano. Va guardando un registro en vídeo de sus actividades, sospechando que probablemente pueda servir como su testamento final, salpicándolo con metodología científica y una buena dosis de ingenio.

Andy Weir añade: " Basé la personalidad de Mark en la mía propia, a pesar de que él es más inteligente y valiente que yo, y no tiene mis defectos. Supongo que él es a quien me gustaría parecerme. Él es Matt Damon".

Una de las sorpresas más agradables que Weir experimentó al escribir la historia es el "cómo los personajes menores crecieron en importancia a lo largo de la historia para convertirse en fundamentales".

En el guión de Goddard, los astronautas y el personal de la NASA forman partes iguales del mismo conjunto. Scott desarrolló algunas de las secuencias de acción e hizo la actuación de la comandante Melissa Lewis aún más activa, creando así otro de los potentes roles femeninos que han marcado muchas de sus películas anteriores.

Como líder de la tercera misión a Marte, conocida como Ares III, la comandante Lewis encabeza una tripulación de seis personas, incluyendo a Watney, y está a cargo tanto de la misión en superficie como de la nave espacial que los llevó allí, la Hermes. El viaje desde la órbita de la Tierra hasta Marte dura nueve meses, lo cual le confiere a Lewis tiempo suficiente para establecer la autoridad con su equipo, y a los astronautas conectar entre ellos.

Jessica Chastain, que interpreta a Lewis comenta: "Ella es un personaje perfectamente bien escrito, otro más en el legado de notables personajes femeninos de Ridley. Lewis proviene de la Armada, y tiene que comandar un equipo de especialistas que son muy inteligentes y tienen tareas muy específicas que realizar. Y aunque es amable y agradable con su tripulación, no quiere dejar duda alguna en cuanto a quién está al mando".

Una vez tomada la decisión de dejar atrás a Watney, creyendo que estaba muerto, Lewis siente una enorme sensación de arrepentimiento y de culpa que afectarán a sus acciones futuras y a la integridad de su mando.

Al lado de Lewis, como piloto de la Hermes, se encuentra Rick Martínez (Michael Peña) quien, al más puro estilo de modelo de pasarela, es un bromista, pero al mismo tiempo un veterano militar altamente fiable. Se intercambia puyitas verbales de buen rollo con Mark Watney durante sus primeros días en Marte, antes de la tormenta y el posterior desastre.

"Antes de esto yo había hecho Fury (la película de acción de 2014 sobre la Segunda Guerra Mundial) y me fijé en las formas que los militares jóvenes emplean para bromear", dice Peña. "Es un poco burdo, pero ayuda a mantener a todos en estado de alerta y fingir que no tienen miedo de los peligros que se les puedan presentar".

Lewis, aunque de vez en cuando no consigue reprimir una sonrisa, encuentra algo tedioso las bromitas entre Watney y Martínez, al igual que su compañera miembro de la tripulación Beth Johanssen (Kate Mara), prodigio de la tecnología de la misión y experta cibernética. La reservada Johanssen es esencialmente responsable de cualquier "ordenador estúpido".

Mara apunta: "Tuve la oportunidad de conocer a Ridley y discutir con él el papel antes de que ni siquiera me hubieran dado el guión. Yo había puesto el nombre de "Lucious", uno de los personajes de Gladiator, a uno de mis perros y he sido fan de Ridley desde siempre, así es que por supuesto que quería trabajar con él".

Mara también estaba encantada de trabajar junto a Jessica Chastain, y "me encantó que estuviera interpretando a la comandante. Johanssen admira a Lewis, que para mí es perfecta, del mismo modo que yo admiro a Jessica y respeto los proyectos y decisiones que ha realizado en su carrera".

Completan la tripulación de la Hermes el químico alemán Alex Vogel (Aksel Hennie) y el cirujano de vuelo estadounidense Chris Beck (Sebastian Stan). Hennie, un popular actor en su Noruega natal y que ha hecho películas como Headhunters y Pioneer, señala que MARTE (The Martian) es una fábula "tanto sobre la soledad como sobre el trabajo en equipo. Expresa algunos de los más altos ideales de nuestra humanidad. Es un relato maravillosamente edificante que, a nivel personal, me entusiasmó, y quiero y elijo creer en ello".

Además de su formación médica, Beck, al igual que los otros astronautas, ha sido educado en otros campos de la ciencia y está altamente capacitado para numerosos escenarios a prueba de fallos. Pero son muy conscientes de que cada viaje al espacio tiene dos posibles destinos: el objetivo, y lo desconocido.

"Considero que estos exploradores marcianos son increíblemente valientes, como los Lewis y Clark de nuestra generación", dice Beck. "La exploración es parte del ADN humano".

En la NASA, los administradores están de los nervios y los ingenieros todavía están tratando de comprender que enviaron seis astronautas a Marte y sólo cinco están regresando. Las mejores mentes de la NASA y su Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL - Jet Propulsion Laboratory) con sede en California ahora están luchando para encontrar una manera de conseguir traer a casa a Watney. Es el caso del siglo para los medios de comunicación. Ejecutivos y científicos de la NASA y del JPL se encuentran en el ojo del huracán… y el mundo entero está mirando. ¿Crees que tu trabajo es una olla a presión? Ponte en la piel de Annie Montrose (Kristen Wiig), directora de relaciones con los medios de la NASA. Junto con el reto de extraer información significativa del preocupado personal de la NASA, ella se encarga de aplacar a toda una galería de frenética prensa, muerta de hambre por el menor bit de información y deseosa de hincarle el diente.

"Annie debe gestionar la forma en que mucha gente importante quiere abordar la situación, y tiene que tomar las decisiones sobre exactamente cómo y qué decir al público", afirma Wiig. "Ella tiene que caminar por una línea muy fina entre mantener al mundo informado y la protección de la reputación de la NASA".

Montrose trabaja en un entorno dominado por los hombres, pero ella se ha ganado el respeto de su jefe, Teddy Sanders (Jeff Daniels), director de la NASA, que tiene una responsabilidad casi insondable. Decisiones de vida o muerte se frenan en su escritorio. Algunas de las mentes más brillantes en el mundo esperan sus juicios, y Teddy debe orientar eficazmente a unos egos del tamaño de planetas. Él está, después de todo y literalmente, trabajando con científicos de cohetes, genios".

"Teddy maneja a gente muy inteligente, gente formada en el MIT, pero su impresión es que está pastoreando gatos, no puede con ellos", Jeff Daniels, bromea. "Gatos inteligentes, pero gatos. A ellos les encanta venir con teorías e ideas y tienen su brillantez en sus exposiciones de las reuniones, pero eluden la toma de decisiones. De repente es como, 'Oh, alguien está llamando. Yo sólo soy, ya sabes, un genio’. "Así que Teddy más bien goza del poder que tiene sobre estas mentes notables e incluso a veces con sus juguetes. Mantenga a los genios humildes".

Uno de estos genios, Rich Purnell (Donald Glover), un "dinamicista orbital" del JPL, en una reunión se gana fácilmente a los adultos y, lleno de confianza, procede a demostrar la solución para conseguir que Watney vuelva. Ignorante del alto cargo de Sanders, lo recluta para echar una mano durante una demostración improvisada de la teoría de Purnell.

Daniels apunta: "Teddy siente la irreverencia de Purnell como si alguien le dijera a la Reina de Inglaterra: 'Oye, bonito vestido'. Por lo cual el ocurrente niño sería barrido fulminantemente de la sala".

La falta de deferencia de Purnell hacia sus superiores refleja una distinción cultural más amplia entre el entorno más estirado de la NASA, el que es responsable de los seres humanos en el espacio, y el más relajado, el buen rollo estilo California del JPL.

Las oficinas de Purnell y director del JPL Bruce Ng (Benedict Wong) son sucios cubículos llenos de basura esparcida por todas partes, indicativo de cuál es su agotadora morada durante todo el día. Watney no es el único que está varado. El equipo del JPL, ocupado en la tarea de diseñar una sonda espacial en un tiempo improbablemente abreviado, está esencialmente abandonado en la "isla JPL", sacrificando su tiempo personal y su vida familiar por la dedicación a las labores de rescate.

Sus esfuerzos hercúleos parecen estar dando sus frutos. Sanders detecta la validez de la teoría de Purnell, que es respaldada por el director de la NASA de misiones a Marte, el Dr. Vicent Kapoor (Chiwetel Ejiofor). Kapoor tiene la responsabilidad más directa en el manejo de la crisis Watney, y ha puesto a todo su equipo en modo respuesta a gran escala.

Comenta Ejiofor: "Yo estaba fascinado por la contemplación de esa historia por la comunidad espacial. Ésas son algunas de las personas mejor dotadas mentalmente del planeta y, sin embargo, vemos que sus interacciones y la burocracia son similares a la mayoría de cualquier entorno de trabajo. Me conmovió el esfuerzo de esta comunidad para reunirse alrededor de un hombre y comprometer hasta el último bit de los equipos disponibles, energía y recursos para salvarlo.

"Hablé con algunas de las personas del JPL y de la NASA para obtener una apreciación del tipo de presión bajo el que operan", continúa Ejiofor. "Los astronautas ponen su confianza última en estas agencias, y todo el mundo que trabaja allí sabe que el más mínimo error se descubrirá en el peor momento posible. Vicent personifica esa dedicación y profesionalidad, pero lo más interesante de él es que, cuando comienza a conectarse más profundamente con el hombre que ha abandonado en Marte, ya no ve su misión como el rescate de un astronauta; él está rescatando a Mark Watney".

Los recursos de la NASA y del JPL, sin embargo, no van a ser suficiente. Afortunadamente, los colegas de la agencia (Eddy Ko, Chen Shu) de la Agencia Espacial Nacional de China (CNSA - Chinese National Space Agency) formalizan una significante propuesta que podría incluso crear un nuevo sentido de armonía y cooperación en las relaciones internacionales y la diplomacia o añadir algunas nuevas ideas trascendentales en este delicado equilibrio. La CNSA inicia el contacto con Sanders para ofrecer los servicios de un prototipo del cohete chino que podría llevar a cabo una misión de reabastecimiento a Marte. Aquí vemos cortesía profesional en acción: los hombres y mujeres que comparten una base común, o mejor dicho, "espacio común", buscando una forma de evitar la burocracia gubernamental. Esto habla del vínculo común de profesionales altamente capacitados que comparten en cualquier industria, independientemente de su ubicación o nacionalidad.

Una vez que se ha asegurado la asistencia de China, Sanders tiene que preocuparse de los desafíos a su autoridad de un miembro de su propio equipo, el director de vuelo del Ares III Mitch Henderson (Sean Bean). A diferencia de Sanders, quien debe velar por los intereses tanto de Mark Watney como de la NASA, y no necesariamente en ese orden, Henderson no tiene lealtades duales. No se podría decir que le importan un bledo los problemas de relaciones públicas de la NASA, pero su única preocupación es traer sus astronautas a casa. A todos ellos.

"Mitch no es tan convencional como los demás miembros del equipo, pero es alguien enormemente centrado y sensato", describe Sean Bean. "Es una de esas raras personas que no se contenta con pasar la pelota y está dispuesto a hacer frente a los superiores. Está furioso de que la tripulación de la Hermes no haya sido informada de que Watney sobrevive. Él va a hacer lo que piensa que hay que hacer, sin importar las consecuencias personales".

Henderson pondrá en marcha una excesivamente arriesgada cadena de eventos que podrían poner en riesgo su trabajo y obligar a la tripulación de la Hermes a tomar una profunda decisión que podría resultar en cargos de amotinamiento.

Ni Henderson ni nadie más en la NASA estarían al tanto de la supervivencia de Watney si no fuera por la curiosidad de una empleada de nivel inferior: Mindy Park (Mackenzie Davis), que trabaja durante el turno de noche en la recepción de Comunicaciones por Satélite. En medio de la noche, ella cumple órdenes del Dr. Kapoor viendo imágenes satelitales del lugar donde se halla el Ares III para determinar si sus suministros están intactos y disponibles para una misión posterior. Ha pasado un mes desde la presunta muerte de Watney y Mindy no puede resistir la tentación de buscar el cuerpo. Se queda estupefacta por lo que ve.

"El descubrimiento de Mindy actúa como una onda de choque a través de la NASA y, de repente, la encumbra a una categoría de peso más importante", explica Davis. "Ahora ella se sienta a la mesa de los adultos en las reuniones con los jefazos, y hasta llega a resultar intimidante. Mindy tiene que aprender rápidamente y asumir un sentido de autoconfianza porque sus nuevas responsabilidades significan que habrá gente pendiente de ella en busca de respuestas".

Para Mark Watney, las preguntas que necesita responder son claras: ¿Cómo idear una manera de cultivar alimentos una vez que se agoten las raciones de la tripulación? ¿Cómo establecer comunicaciones con la NASA? ¿Qué pasa con la disminución de los suministros de oxígeno?

Y ¿cómo mantener la voluntad de vivir con tan solo la lista de reproducción disco del comandante Lewis como único entretenimiento?


La vida en Marte
Marte no es un planeta acogedor. Su temperatura varía entre -153°C y 22°C en un día de verano, lo que hace que elegir la ropa de cada día sea muy complicado. (Ponerte capas encima no te soluciona gran cosa). Y respirar es aún más problemático. El aire está compuesto en un 95 % de dióxido de carbono. El suelo no tiene las bacterias necesarias para que crezca la comida. El agua existe, pero solo en forma de hielo.

Incluso su color rojizo es una señal de aviso: aquí no hay nada para ti salvo muerte por asfixia e hipotermia.

Pero los humanos nunca hemos dejado de ir a los lugares donde no somos bienvenidos. Así que nos vamos a Marte.

La creación de un lugar habitable artificial (habitáculo) resulta imprescindible para facilitar la exploración humana del planeta. En la película MARTE (The Martian), la NASA y el JPL (Laboratorio de Propulsión a Chorro) llevan cuatro años utilizando sondas no tripuladas que transportan partes prefabricadas para montar un lugar habitable artificial, junto con otros suministros, comida y equipamiento. La tripulación del Ares III llegará más tarde con otras comodidades, como ordenadores, comida especial para Acción de Gracias y un increíble cuatriciclo conocido como el Rover. Un vehículo de ascenso de Marte espera para llevarles de vuelta a la Hermes después de su misión de 31 soles.

La historia comienza en el sol 18, después de que la tripulación haya montado el habitáculo: una estructura de lonas presurizada con 90 metros cuadrados de suelo. A través de la fina atmósfera de Marte penetran cantidades importantes de radiación solar y neutrónica, por lo que el habitáculo necesita unos paneles en el exterior con capas filtradoras de Kevlar y Mylar y revestidas de material espumoso.

El interior del habitáculo apenas ofrece una zona para dormir, un área de trabajo común, cámaras herméticas de presurización para entrar y salir y un almacén compacto para los equipos, así como otros aparatos para mantener la vida como un oxigenador, un regulador atmosférico y un equipo de suministro de agua. Está equipado con raciones de comida suficientes para mantener a seis astronautas durante 68 soles. Solo con Watney, se podría alargar hasta 400 soles. Es suficiente para ganar tiempo, pero no para aguantar hasta que llegue una misión de rescate.

Watney, un botánico, tiene unas cuantas patatas en el habitáculo y encuentra el modo de producir las bacterias necesarias para hacer que el suelo de Marte sea fértil y puedan crecer más patatas. La humilde patata, que una vez salvó a una generación completa de morir de hambre, vuelve a aparecer para mantener una vida humana en otro planeta. Un problema solucionado.

Para demostrar de una vez por todas que las sobras de una agencia es el tesoro de un hombre, Watney utiliza el Rover para buscar la malograda sonda Pathfinder, de la que no se sabe nada desde 1997. Para ello utiliza su cámara para conseguir comunicarse con la NASA y el JPL. Segundo problema solucionado. Incluso encuentra la manera de crear más oxígeno.

Eso le deja con el disco de música de Lewis como su principal problema.

Las cosas van mejorando. Watney tiene un refugio presurizado y oxígeno. Tiene comida y un lugar donde cultivar más. Tiene agua y sabe cómo hacer más. Se puede comunicar con la NASA, con los que intercambia tanto bromas como palabras subidas de tono cuando no está de acuerdo con sus decisiones.

Si todo lo demás va bien, sus probabilidades de supervivencia han aumentado radicalmente desde que se sacó el trozo de antena de su abdomen.

Pero la Ley de Murphy es universal. Y algo tiene que ir mal.

Un desafortunado incidente destruye todo el duro trabajo de Watney y gran parte de su optimismo.

Ahora el reloj está en marcha y plan de rescate de la NASA ha quedado reducido a cenizas. La sensación de urgencia ha sido sustituida por una sensación de desastre inmediato. En este momento se trata de una operación 24/7.

Un hombre en peligro. Un mundo paralizado por el drama. Y solo un puñado de científicos y astronautas que cargan con el peso de las decisiones que pueden salvarle.

De Houston a Pekín, Melbourne a Moscú, la gente está cautivada por los problemas de Mark Watney porque se ha convertido en algo más que un astronauta; ahora es un símbolo. Su crisis está poniendo a prueba a algunas de las personas más inteligentes del planeta, que no sólo intentan rescatar a un humano, sino también las aspiraciones de la humanidad. Es Marte contra la Tierra y todo el mundo se posiciona a favor del equipo local.


Acerca de la producción
El rodaje principal de MARTE (The Martian) comenzó el 8 de noviembre de 2014 en Budapest. La espléndida capital centroeuropea se ha hecho famosa por acoger una larga lista de películas de alto presupuesto de Hollywood debido a sus bonitos escenarios y a los experimentados equipos locales. Pero lo que de verdad atrajo a los productores de la película a la ciudad fueron los estudios de grabación insonorizados de los estudios Korda.

El escenario 6 de Korda, supuestamente el más grande del mundo, era ideal para construir un paisaje de Marte que incluyera el habitáculo y el lugar de despegue de la aeronave. El escenario se utilizó principalmente para escenas de diálogos, los interiores del habitáculo y la secuencia de la gigantesca tormenta de arena. Las escenas con muchas vistas más panorámicas del paisaje se rodaron más tarde en Jordania.

El productor, Mark Huffam afirma: "Habíamos explorado el interior de Australia como un posible paisaje para la superficie de Marte. Pero al final no funcionó, así que decidimos grabar la mayoría de las secuencias de Marte en interiores, lo que nos daba un mayor control de la producción; y luego grabamos los exteriores correspondientes en Wadi Rum, en Jordania.

Durante la producción, Korda era un hervidero de actividad, ya que se utilizaron los seis escenarios insonorizados disponibles para construir y reformar una docena de grandes escenarios, incluida la nave espacial Hermes y el habitáculo de los astronautas en Marte. El departamento artístico estaba siempre a la carrera para mantenerse un paso por delante de Scott, al que le gusta trabajar rápido y es conocido por ir siempre adelantado al programa.

Además de los estudios Korda, Budapest cuenta con otro extra en forma de un centelleante edificio conocido como The Whale (la ballena), llamado así por su forma y por su ubicación junto al río Danubio. Este edificio hizo el papel de las oficinas del personal de la Nasa, entre las que se encuentran la de Teddy Sanders y Annie Montrose, así como salas de conferencias, un área de descanso y una cafetería, una entrada principal y la sala de control de vuelos. El diseñador de producción Arthur Max describe el edificio como "una innovadora obra de arquitectura de primera categoría. Se trata de una estructura geodésica de una escala descomunal con montones de cristales y hormigón y unas maravillosas persianas que se abren y cierran con motores. Tenemos un control total del nivel de luz. El edificio es una bendición del cielo. Costaría una fortuna construir un conjunto de escenarios como éste en un estudio de grabación.

Para maximizar la flexibilidad, se montaron paredes simuladas de hormigón sobre ruedas para configurar rápidamente todos los diseños de oficina en los espacios abiertos del edificio. El resplandeciente, futurístico y curvilíneo cristal exterior del Whale también sirvió como la sede de próxima generación de la NASA.

La joya de la corona es, sin embargo, la sala de control de misiones, el centro de comunicaciones de la NASA. Cuenta con una pantalla central gigante, rodeada de más de una docena de pantallas más pequeñas, que muestra información e imágenes de vital importancia que la NASA registra a cada momento. Estas imágenes provienen de satélites, naves de reconocimiento en órbita, sondas y de la Estación Espacial Internacional. Es en esta sala de control en la que Mindy Park descubre que Watney sigue con vida y en la que, meses después, los líderes de la NASA ordenarán y dirigirán el lanzamiento del cohete de rescate.

En vez de utilizar un croma en el que se vean los monitores de la sala de control y añadir más tarde las imágenes, Ridley Scott prefiere ver los gráficos mientras se graba, utilizándolos como fuentes de luz y permitiendo a los actores reaccionar a las imágenes en tiempo real. La empresa británica Territory (Espías, Misión imposible: Nación secreta) fue contratada para trabajar con la artista gráfica Felicity Hickson en la gran cantidad de gráficos, imágenes de satélite de alta resolución y rodajes de la NASA.

En efecto, la NASA fue un colaborador clave, asesor y consejero durante todo el proyecto, desde el guión hasta el rodaje principal. El productor Mark Huffam recuerda sus llamadas a la NASA durante la primera reunión de producción con Ridley Scott y afirma sentirse "encantado de que conocieran el libro y se mostraran tan entusiastas con la idea de una relación de puertas abiertas e intercambio de ideas gratuitas".

La producción obtuvo permiso para grabar lanzamientos de cohetes en Cabo Cañaveral, incluido el del Orion en diciembre de 2014, una nave de nueva generación diseñada para llevar personas al espacio exterior como un primer paso hacia la exploración de Marte. El Orion fue enviado a órbita con un tributo a Ridley Scott: la primera escena que grabó el director de Mark Watney, en la portada del guión, con las atrevidas declaraciones del astronauta: "Voy a sacar el máximo de toda la jodida ciencia de este planeta".

La colaboración con la NASA comenzó con Bert Ulrich, el enlace de cine y televisión de la agencia y después se expandió para incluir, entre otros, al Dr. James Green, director de la división de Ciencias Planetarias y a Dave Lavery, de la oficina de Marte, que trabajaron como asesores técnicos del guión y la producción.

Ulrich afirma que la novela de Andy Weir, que es ahora una recomendación no oficial para leer en el Centro Espacial Johnson y la cantidad de documentación realizada por el aclamado Ridley Scott han resonado con fuerza dentro de la agencia mientras prepara su viaje a Marte.

"La ciencia ficción, especialmente en películas, siempre ejerce influencia en la ciencia real", asegura Ulrich. "Creo que tanto el arte como la ciencia surgen de aspectos similares de creatividad, curiosidad y visión".

Los diseños de producción de Arthur Max empezaron a arraigar en una larga visita al Centro Espacial Johnson, guiada por el Dr. Green, la cual supuso una inmersión sobre las necesidades de llevar a un ser humano a Marte. Max también visitó los antiguos centros de control del Mercury y el Apolo, así como el centro actual, que dirige las misiones del espacio y monitoriza la Estación Espacial Internacional.

"Combiné algunos de los elementos que vimos en la NASA y, a partir de ahí, me fui hacia el futuro con el diseño, para crear lo que pensamos que podría ser su próximo centro de control", explica Max. "La nasa fue increíblemente generosa no sólo dándonos grandes recursos y ayudas, sino también aprobando todos nuestros diseños".

Después de grabar en los escenarios de la NASA de Max en The Whale, la producción se trasladó a un complejo de edificios de 100 acres llamado Hungarian Expo, donde se construyeron los escenarios de las oficinas del JPL, el laboratorio y el garaje.

La grabación en la Hungarian Expo concluyó a finales de noviembre, en las que se grabó al resto de los miembros del reparto: Ejiofor, Daniels, Wiig, Bean, Davis, Wong y Glover. Después de una breve interrupción, comenzó el rodaje en el Marte de los estudios Korda, donde se llevaron a cabo las grabaciones de las distintas tramas de Watney y los astronautas.

Damon afirma: "Creo que antes de llegar yo a Korda ya había concluido el rodaje de 54 actores".

Debido a las tramas de los personajes, los horarios de Damon sólo se solapaban con los de Chastain y los demás astronautas durante tres días a mediados de diciembre; y después, de nuevo con Chastian durante un par de días más en febrero.

"Con ésta, Matt y yo hemos hecho dos películas juntos (la otra fue Interstellar), y sólo hemos trabajado juntos en el escenario durante una semana", asegura Chastain.

Toda la tripulación de la Hermes aparece junta en la terrible tormenta de arena de Marte que da el pistoletazo de salida a la película. Lejos de fiarse de los efectos especiales, Ridley Scott quería que la tormenta pareciera real y así la sintieran tanto los actores como la audiencia. Se grabó en el escenario exterior de Marte del colosal escenario 6 durante un periodo de tres días, en la que hubo ventiladores gigantes, polvo espeso, poca visibilidad y mucha tierra. El primer día de tormenta llevó a todo el mundo al límite.

"El día más duro de mi carrera", recuerda la diseñadora de vestuario Jany Yates. Y Damon añade: "Fue como andar en un huracán".

Ni siquiera las máscaras evitaron que el polvo y la tierra les entrara en los ojos, en las orejas y en la boca. Las partículas conseguían introducirse por las tomas de aire de los cascos espaciales de los actores, causando problemas de respiración. Entre toma y toma, los ayudantes se apresuraban a quitarles los cascos a los actores para que pudieran respirar mejor.

"Ven a Marte a pasar un buen rato", bromea Michael Peña con la boca llena de polvo. "Llegué al escenario con el traje puesto pensando: 'Qué guay, soy un astronauta, es una escena impresionante. Esto es lo que significa estar en una película de Ridley Scott. ¡Me voy a salir!' Y de repente me encuentro luchando contra el viento, intentando respirar y no caerme y pasa a ser algo parecido a: 'mierda, espero no haber estropeado la escena'".

"Bautismo con fuego", añade Jessica Chastain. Grabamos la escena de la tormenta uno de los primeros días juntos y todavía no nos conocíamos bien. Estábamos, literal y figuradamente, tratando de encontrar la base de nuestros personajes mientras unas turbinas gigantes nos lanzan tierra y piedrecitas".

Aunque los actores a menudo se encontraban desorientados y apenas podían verse entre ellos en algunas ocasiones, siempre tenían las voces de los demás y la de Ridley en la cabeza. Los del departamento sonido instalaron unos pequeños intercomunicadores en los cascos para que se pudieran comunicar entre ellos y con el director. "Todo ello hizo que se convirtiera en una experiencia emocional surrealista", relata Kate Mara.

"Congeniamos enseguida entre todos porque con los cascos puestos no podíamos oír a los demás miembros del equipo, sólo a nosotros mismos", afirma Mara. "Empezamos a bromear y a contar chistes y eso hizo que nos uniéramos mucho. Algunos de ellos incluso eran un poco picantes. De vez en cuando nos olvidábamos de donde estábamos y preguntábamos: 'Un momento, ¿Ridley nos está escuchando ahora?'"

El peso de los cascos y de los trajes, unos 18 kilos en total, eran un añadido al esfuerzo que ya tenían que realizar los actores para luchar contra la arena y los vientos de más de 100 kilómetros por hora.

Tanto los cascos como los trajes fueron creación de la diseñadora de vestuario Janty Yates y el especialista en trajes espaciales Michael Mooney. Los cascos tienen seis luces, que se operan individualmente con un pequeño mando a distancia de dos canales. En la mochila de soporte vital de los trajes hay un ventilador que envía aire a través de un tubo hasta el casco. De un espesor de uno a cuatro milímetros, los cascos fueron fabricados con un proceso de fundición al vacío por FBFX. Mooney los modificó para que fueran lo más ligero posible, unos 4 kilos, pero "debido a que por necesidad, no los podían aguantar con los hombros", afirma, "los cascos eran demasiado pesados para algunos miembros del reparto para llevarlos en días de 10 horas de rodaje".

Bajo los cascos, los astronautas llevan unos trajes naranjas y blancos mientras exploran la superficie del planeta. Son aerodinámicos y ajustados, aunque lo suficientemente maleables para permitir todos los movimientos.

Yates le enseñó un diseño de un prototipo inicial de un traje a Damon durante los primeros días de preproducción y el actor afirma que el resultado final fue "exactamente como lo diseñó. Mientras leía el guión iba pensando 'la historia es genial y seguramente suponga tener que estar 80 días metido en unos trajes súper incómodos'. Pero al final resultó ser bastante cómodo, teniendo en cuenta que era tan ajustado como un traje de neopreno".

Antes del diseño de vestuario, Yates se reunió con un conservador del Smithsonian Museum de Washington D. C., que alberga una colección fascinante de trajes especiales que datan de los inicios del programa Mercury; y también realizó investigaciones en el Centro Espacial Johnson y el JPL. La experiencia la dejó cautivada.

Yates añade: Pude ver los robots, les vi construyendo satélites... me sentía como si ya estuviera en una película de ciencia ficción. Me enviaron muchísimas imágenes que me fueron increíblemente útiles. Vimos los diseños de los trajes que planean utilizar para misiones que van más allá del año 2030.

"Desde el principio, Ridley quería que los trajes espaciales fueran finos y les permitieran moverse bien, pero que a la vez quedaran bien visualmente. Los trajes de la NASA llevan el casco integrado, así que no servían para nuestros objetivos, así que tuvimos que cambiar el diseño. También tuvimos que hacer algunos cambios por razones estéticas y prácticas del rodaje, y creo que al final dimos con la tecla entre función y forma".

La forma tenía que ver con lo que se conoce como un traje EVA (actividad extravehicular), lo que se denomina un traje para el espacio exterior. (O a lo que Ridley Scott llamaba "soldado de infantería"). El traje EVA es voluminoso y pesado y se utiliza cuando se llevan a cabo actividades en gravedad cero fuera de la Hermes. El núcleo está hecho de fibra de carbono, con ocho anillos de acero de 3 mm atornillados que se agarran a los cables de las escenas peligrosas. Sólo el equipo de escenas peligrosas de Damon pesaba 25 kilos que, sumado al peso del traje y el casco, hacía que en algunas ocasiones tuviera que soportar 45 kilos extra.

Se emplearon más de una docena de personas para crear los cascos y los 15 trajes EVA.

Yates diseñó un tercer traje para los astronautas que ella misma describió como "un traje de viaje para sus actividades diarias a bordo de la Hermes. Son elegantes, entallados y cómodos y, como sólo tienen que llevarlos dentro de la nave presurizada, no necesitan sistemas de soporte vital".

Hermes aporta su propio soporte vital, manteniendo a la tripulación del Ares III durante el viaje de nueve meses a Marte. (La longitud del viaje puede variar dependiendo de las órbitas de los respectivos planetas). Hermes fue construida en los escenarios 2 y 3 de los estudios Korda, basándose en diseños de la Estación Espacial Internacional, que utiliza una serie de módulos interconectados. El exterior de la nave está equipado con paneles solares, oxígeno y compartimentos de almacenamiento de agua, aletas disipadoras de calor, módulos de comunicación y otros mecanismos de soporte vital.

Basada en los planos de diseño avanzados de la NASA, Hermes está propulsada por un motor de propulsión de plasma iónico, que Arthur Max afirma que nunca antes se ha visto en una película ya que la tecnología es de última generación. El diseño incorpora un largo brazo telescópico que mantiene el reactor emisor de calor a una distancia prudencial de la nave.

"Hemos intentado mantenernos fieles a la realidad práctica y a la tecnología de vanguardia a la vez que le dábamos una estética atractiva", explica.

Max creció en la era Sputnik, durante la intensa carrera espacial entre Estados Unidos y la URSS, y en su infancia estaba obsesionado con la ciencia. "Yo estaba en el club de cohetería y solíamos avivar el fuego de la cocina, a veces con resultados casi desastrosos", recuerda. "MARTE (The Martian) era mi oportunidad para reavivar mi interés por los viajes espaciales, a la vez que formaba parte del relato de una clásica historia de aventuras sobre un viaje hacia lo desconocido".

El reluciente interior blanco de Hermes es un guiño a 2001: Una odisea del espacio. El interior se extiende desde la cabina de mando, por un largo pasillo que se estira hasta varias decenas de metros.

Aproximadamente a la mitad del pasillo hay una conexión con un túnel que se denomina el nudillo, que lleva a la sala de recreación. Dentro, una bobina que da vueltas, conocida como rueda giratoria, que gira a la velocidad suficiente para generar una fuerza centrífuga que simula los efectos de la gravedad.

Rudi Schmidt, científico de la Agencia Espacial Europea y asesor técnico en el escenario, explica que el primer experimento con la rueda de gravedad fue en las misiones Skylab de los años 70, un predecesor de la actual Estación Espacial Internacional.

"Es muy recomendable para los astronautas que se expongan a estos efectos gravitatorios para mantener la masa ósea y el sistema muscular intactos", afirma Schmidt. "Teóricamente, la rueda gravitatoria puede generar casi la mitad de la fuerza de la gravedad en la Tierra, suficiente para los objetivos de salud".

La sala de recreación está equipada con bicicletas estáticas, cintas de correr y otro equipamiento de gimnasio. Construida en un plató separado del escenario 4 de Korda, se montó sobre un ascensor hidráulico que inclinaba la rueda gravitatoria hasta 30 grados hacia cada lado.

Para representar el movimiento de los astronautas a bordo del entorno de gravedad cero de Hermes, los actores tenían que llevar arneses con cables para levantarlos y que diera la impresión de que flotaban de un lado a otro. El coordinador de escenas peligrosas, Rob Inch, diseñó un enorme cuadrado en 2D con un sistema de manivelas, que se suspendía desde encima de Hermes y que les permitía llevar volando a los actores a cualquier lugar dentro de ese cuadrado. Los cables se conectan a una rueda que gira que está enganchada a la cintura y también a unos mangos en las piernas y los hombros. El sistema estaba informatizado y mecanizado, pero también requería que los miembros del equipo de escenas peligrosas tiraran de las cuerdas para crear un movimiento vertical e hicieran de titiriteros con los actores. El uso de manivelas y culatas de aluminio permitían el movimiento en todas direcciones, así como giros de 360 grados.

"Tuvimos que trabajar mucho en las complicadas tomas para conseguir llevar a los actores por el pasillo a las otras habitaciones", afirma Inch. "Por ejemplo, en una escena teníamos que llevar a Jessica y Michael hasta el fuselaje principal y luego girar 90 grados a la derecha por un pasillo que lleva hasta la rueda gravitatoria. Y tenía que ser un movimiento fluido. Fue algo complicado y delicado.

Según el especialista de escenas peligrosas Leonard Woodcock, se necesitaban 150 metros de celosía, 90 metros de vías, 70 poleas y 400 metros de cuerda Tech-12 para construir la estructura. "Ni siquiera sé cuántos andamios necesitábamos", afirma. "Más de los que puedo contar".

Jessica Chastain se preparó para el trabajo en gravedad cero bailando en sus días libres para imitar los movimientos físicos de la ingravidez. Famosa por su meticulosa preparación, Chastain también pasó varios días visitando las instalaciones de la NASA y leyendo las vidas de los astronautas como Sally Ride.

"En Interstellar, la película del año 2014, mi personaje estaba siempre en la Tierra y recuerdo que durante la proyección pensaba lo divertido que habría sido para los coprotagonistas Matthew McConaughey y Anne Hathaway rodar las escenas del espacio", explica Chastain. "Creo que sería genial interpretar a un astronauta. Un par de semanas más tarde supe que Ridley quería que interpretase a uno en MARTE (The Martian). Así que lo aposté todo. Visité el JPL y el Centro Espacial Johnson y vi unas cosas asombrosas. Entré en una aeronave y en una maqueta de una lanzadera espacial.

Chastain afirma que tuvo mucha suerte por poder pasar tiempo con la astronauta y química Tracy Caldwell Dyson, experta de la misión del vuelo STS-118 del transbordador espacial Endeavour en agosto de 2007, y que fue parte de la tripulación de la Expedición 24 de la Estación Espacial Internacional en 2010.

Dyson informó a Chastain sobre los componentes técnicos y humanos de ser un astronauta. Chastain afirma que Dyson y otras mujeres astronautas son verdaderos modelos a seguir. "Ellas inspiran a las mujeres de todo el mundo para que realicen carreras de ciencias y matemáticas", señala la actriz.

Otra parte favorita de la preparación de Chastain fue llevar gafas 3D Oculus y experimentar imágenes panorámicas de Marte tomadas por el robot Curiosity. "Me hizo sentir como si realmente estuviera allí", afirma.

El robot Curiosity sirvió de modelo para el Rover de MARTE (The Martian), aunque este último es incluso más grande y estilizado. Basado en los diseños de Arthur Max y supervisado por Oliver Hodge, el Rover de seis ruedas y de gran altura posee una cabina en forma de trapecio y un chasis construido por Szalay Dakar, un equipo de ingenieros que construye coches de carreras para el exigente Rally Dakar.

Un equipo de 22 técnicos junto con 15 miembros de Szalay creó dos versiones a escala real del Rover. En esencia, el Rover es un vehículo agrícola todoterreno muy avanzado que va equipado con enormes neumáticos industriales diseñados para viajar por terrenos rocosos y complicados. El diseño incluye puertas de ala de gaviota hidráulicas, marchas de carrera y un motor diésel de dos litros, aunque el exterior está cubierto de paneles solares para simular que funciona con energía solar.

Glenn Marsh, técnico de vehículos de efectos especiales, afirma: "El motor propulsado por energía solar desempeña un papel importante en la trama, ya que limita la autonomía del vehículo a 40 kilómetros cada vez. Esto supone un nuevo problema para Mark Watney cuando tiene que hacer un viaje épico para llegar a su punto de partida para un posible intento de rescate".

Los paneles y las escotillas del Rover fueron diseñados para una extracción rápida y sencilla con el fin de facilitar la inserción de cámaras 4K en el interior, que capturan la comunicación de Watney con la NASA y proporcionan imágenes interiores del astronauta conduciendo el vehículo.

Como Marsh explica, el Rover se diseñó para circular por terrenos abruptos y se probó en una cantera de Hungría antes del rodaje en Jordania.

Antes de eso, el Rover se había utilizado en varias tomas en el paisaje de Marte del escenario 6. 4.000 toneladas de tierra y otros materiales se destinaron a la creación de una paleta topográfica que se correspondería con la del desierto Wadi Rum de Jordania. Arthur Max señala que Wadi Rum es asombrosamente similar a Marte en sus tonos rojizos anaranjados y que el objetivo es conseguir una integración perfecta del escenario y de los efectos visuales del lugar.

El encargado del croma, Roger Holden, mezcló tres tipos de tierra húngara a máquina y a mano para encontrar el color exacto. Mientras la superficie del plató de Marte se estuvo perfeccionando durante un período de dos meses, Holden estuvo cultivando las patatas que siembra y cuida Watney en el habitáculo. Holden cultivó patatas cortadas por la mitad siguiendo los mismos procedimientos que se ven en la película.

"Construimos una guardería en el estudio con un entorno completamente artificial, incluyendo la iluminación, la calefacción y la fertilización", aclara Holden. "Nuestro proceso de fertilización fue, sin embargo, mucho menos difícil que el de Watney. En total, Holden cultivó alrededor de 1.200 patatas, con una media de unas ocho patatas por planta.

Alrededor del paisaje bien cuidado de Marte de Holden en el escenario 6, estaba, posiblemente, el croma más grande jamás montado. Con una longitud de 95 de metros de largo y 20 de alto, el croma abarca unos 6.400 metros cuadrados de superficie. Matt Sloan, supervisor de efectos visuales, explica que "a Ridley le gusta tener mucho margen y nosotros tenemos un telón de fondo de 360 grados en este escenario, donde podemos añadir tomas de escenarios de Wadi Rum, así como de cielos y lunas sobre el horizonte".

Para poder emparejar las fotografías de escenarios con el rodaje posterior en Jordania, Sloan y su equipo estudiaron gráficos de la trayectoria solar en Wadi Rum para que él y el director de fotografía Dariusz Wolski (ASC) siempre supieran la dirección correcta de iluminación. Wolski empleó una fuente de luz portátil que alcanzaba los 20 metros de altura, lo que le permitía elegir el ángulo apropiado de sol.

Tanto el departamento de cámaras como el de efectos visuales usaron una innovadora herramienta de referencia visual que proyecta en una pantalla portátil el fondo exacto que se verá desde cualquier plano, lo que ayuda muchísimo en el encuadre. Sloan comenta: "Si Ridley o Dariusz querían ampliar o extender un plano del escenario insonorizado sobre la pantalla verde, podían ver con exactitud qué efectos visuales aparecerían en la toma y qué elementos específicos del paisaje de Jordania serían visibles desde ese ángulo, como arbustos, formaciones rocosas, pequeñas dunas de arena, etcétera".


Solo en Marte
Sentado entre las rocas y el polvo del escenario 6, Matt Damon está a punto de completar los últimos días de rodaje en Korda. Estamos a finales de febrero y los demás miembros del reparto terminaron hace dos semanas. "Sólo quedamos Ridley y yo en Marte", bromea Damon.

La inusual dinámica de trabajar en solitario en casi todas sus escenas supuso una nueva experiencia para Damon, que declara que "esta película gira fundamentalmente en torno a tres argumentos separados, pero conectados. Watney es como un Robinson Crusoe. Me gusta mucho el personaje y admiro la forma en la que la trama ensalza la valentía y el ingenio de estos astronautas. Como me dijo Drew (Goddard), es una carta de amor a la ciencia".

Trabajar en la órbita gravitatoria de Ridley Scott fue otro reclamo irresistible para Damon, quien afirma que Scott ha conseguido sacar actuaciones de actores que son "demasiado buenas para ser fruto de la casualidad. Scott está dispuesto a incumplir las normas si con ello logra una mayor conexión emocional con el público. Pinta sobre un lienzo mucho más grande que la mayoría de la gente y es apasionante hacer cosas a esa escala".

Damon explica que Scott prácticamente tenía la película en la cabeza antes de que comenzara el rodaje, por lo que fue capaz de guiarle en tomas, coberturas y escenarios concretos. "Scott permite que sus actores vean la película como él se la imagina, lo cual es realmente útil para la interpretación".

A lo largo de las casi cinco semanas de actuación en solitario, a Damon le pidieron no sólo que llevara todo el peso de la historia sino también, en ocasiones, un equipo bastante pesado de astronauta en su espalda. Su inagotable ánimo y buen humor alentó a todo el equipo durante algunos momentos tensos y duros.

Durante muchos momentos del rodaje afirma que en su mente pensaba en lo lejos que iría toda esa gente para salvar a Mark Watney.

"Representa más que una vida. Personifica los instintos pioneros de la humanidad y nuestras esperanzas para el futuro. Ha sido un honor interpretar a este personaje".