"Es un buen chico, y un diablo al volante". Ese es Baby (Ansel Elgort), un conductor de cara inocente que lleva a criminales del punto A al punto B, con aire temerario y una banda sonora propia en su cabeza. Eso es porque tiene la ruta de escape trazada al ritmo de canciones específicas que salen de su iPod, directas a sus oídos y que convierte en giros de 180 grados expertamente sincronizados, cambios de marcha y maniobras de evasión haciendo que sus pasajeros, ya curtidos en riesgos, vivan el viaje de sus vidas.
Baby trabaja para Doc (Kevin Spacey), un pez gordo en racha asaltando bancos a plena luz de día, en parte gracias a la pericia al volante de Baby. Doc cuenta con otros profesionales como Buddy (Jon Hamm), antiguo agente de bolsa convertido en criminal, Darling (Eiza González), la joven desenfrenada y escandalosa cómplice de Buddy, y Bats (Jamie Foxx), un impulsivo pistolero cuyas sospechas sobre Baby, tanto de su actitud como de su aptitud, empiezan a generar problemas en la operación que hasta entonces iba suave como la seda.
La apariencia de Baby, las gafas de sol, su indiferencia y los auriculares que siempre lleva, pueden sugerir que el trabajo le viene grande, pero nadie le iguala cuando se trata de persecuciones. Y aún así la turbia demanda de su don, y lo que está haciendo con él, empieza a hacer mella en su sentido del bien y del mal, especialmente cuando se enamora de la dulce camarera Débora (Lily James), pero un trabajo condenado a la perdición amenaza su oportunidad en el amor y la felicidad alejado de su arriesgada profesión.
Baby driverDirigida por Edgar Wright