Ray (Elle Fanning) es un adolescente transgénero que decide someterse a una operación de cambio de sexo de mujer a hombre. Su madre Maggie (Naomi Watts), madre soltera, debe encontrar al padre biológico de Ray para conseguir su consentimiento legal para la operación. Dolly (Susan Sarandon), la abuela de Ray, no acepta que ahora tiene un nieto. Juntas tendrán que confrontar sus identidades y abrazar su fuerza como familia para llegar a la aceptación y el entendimiento.


Sinopsis larga
Ray (Elle Fanning) tiene 16 años y desde hace ya tiempo vive como un chico, tanto en el instituto como en casa, donde vive con su madre Maggie (Naomi Watts), su abuela Dolly (Susan Sarandon) y la pareja de Dolly, Frances (Linda Emond). La perspectiva de pasar otros dos años de infelicidad en su colegio actual se le hace muy cuesta arriba, por lo que quiere empezar con la terapia hormonal, cambiar de instituto y olvidar su pasado. Maggie apoya su decisión y hará todo cuanto esté en su mano por ayudar a Ray, como ha hecho durante toda su vida. Por progre y bohemia que sea Dolly (Susan Sarandon) de puertas hacia fuera, en realidad le está costando mucho aceptar que tiene un nieto.

Al ser menor de edad, Ray necesita obtener el consentimiento de sus padres biológicos antes de someterse al proceso de transición física. Por eso Maggie, que ha criado a Ray como madre soltera, tendrá que buscar a su exnovio Craig (Tate Donovan), de quien no sabe nada desde hace mucho tiempo. El resultado de este reencuentro la descolocará por completo.

Como los problemas nunca vienen solos, Dolly y Frances aprovechan la ocasión para comentarles a Maggie y Ray que deberían emanciparse. Viendo que el futuro le queda cada día más lejos, Ray decide coger las riendas de su vida y tomar cartas en el asunto.