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Un paseo por el bosque cartel reducidoUn paseo por el bosque(A walk in the woods)
Dirigida por Ken Kwapis
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Un paseo por el bosque es una película dirigida por Ken Kwapis y protagonizada por Robert Redford, Nick Nolte, Kristen Schaal y Nick Offerman, junto con Mary Steenburgen y Emma Thompson. Un paseo por el bosque está basada en el libro de Bill Bryson con guión de Bill Holderman. La película está producida por Robert Redford, Bill Holderman y Chip Diggins. Los productores ejecutivos son Jeremiah Samuels, Jake Eberts, Jay Stern, Russell Levine y Lee Jea Woo. El director de fotografía es John Bailey (miembro de la American Society of Cinematographers ASC). La diseñadora de vestuario es Leigh Leverett. El montaje es de Carol Littleton (miembro de American Cinema Editors ACE) y Julie Garcés, y el diseñador de producción es Gae S. Buckley. El compositor es Nathan Larson, con canciones interpretadas por Lord Huron. Está dirigida por Ken Kwapis.


Tres hombres, un libro y más de 3.000 kilómetros de madre naturaleza: El rodaje de Un paseo por el bosque
La primera vez que Robert Redford leyó Un paseo por el bosque de Bill Bryson fue más por casualidad que por otra cosa. El legendario actor, director, naturalista y figura política tenía un ejemplar entre muchos otros libros en su mesa y, literalmente, cuando salía corriendo por la puerta para empezar unas vacaciones con su esposa en 2002, tomó la decisión de llevárselo en una décima de segundo.

Según recuerda: "Tenía este libro en la mesa desde hacía un tiempo. La portada mostraba una foto de un oso en un bosque y lo primero que pensé fue que se trataba de un libro más de los que me envían sobre el medio ambiente. Estaba saliendo de casa y me dije: ‘Me voy a llevar este’. Lo leí y fue la primera vez que recuerdo haberme reído a carcajada limpia leyendo un libro. Eso me llevó a luchar por conseguir los derechos, porque vi en él una película para Paul Newman y para mí. Así empezó todo".

El escritor estadounidense Bill Bryson, apodado por el Telegraph del Reino Unido como "la importación transatlántica más querida de Gran Bretaña", saltó a la fama literaria en su país de adopción con la publicación de Notes from a Small Island en 1996. En 1998, Carlton Television emitió una serie sobre el libro y Radio 4 de Gran Bretaña lo eligió como el mejor libro que se ha escrito sobre las islas británicas. Poco después de la publicación de Notes, Bryson y su familia regresaron a Estados Unidos, y su libro donde detallaba su intento de "redescubrir Estados Unidos por el sendero de los Apalaches" se convirtió en un éxito de ventas del New York Times cuando se publicó en 1998 (y en edición de bolsillo, en 1999).

Durante los años inevitables para el proceso de desarrollo de la película, "las cosas fueron hacia arriba y hacia abajo; la gente se desvinculó, se vinculó y se volvió a vincular; la salud de Paul Newman se resintió, su edad se convirtió en un problema enseguida y muy pronto descartamos esa opción; después, pensé en Nick Nolte, porque me pareció idóneo. Me apasionaba el proyecto… Era una de esas cosas en las que no te rindes. La perseverancia tiene su recompensa a veces, sigues adelante porque crees en ello. Y por eso estamos aquí".

"Aquí" es Georgia, cerca del punto más meridional del famoso sendero de los Apalaches, una de las rutas continuas más largas del mundo, que mide unos 3.500 kilómetros. Aquellos que intentan recorrer el sendero en una expedición continua son conocidos como "senderistas de fondo", mientras que los "senderistas por tramos" recorren tramos del sendero durante años y los "inconstantes" recorren el sendero de forma inconexa, abordando diferentes tramos en distintas ocasiones con la intención de empezar por uno de los tramos de menor dificultad o de evitar el tiempo más desapacible o los senderos más concurridos.

En Un paseo por el bosque, el escritor pretende dar un cambio radical a su vida y acometer el reto de realizar un recorrido de larga distancia, cronometrado como la mayoría, partiendo de Georgia en primavera. Pero como sucede incluso con los planes mejor organizados, las cosas no salen como ha previsto y los senderos se desvían hacia un terreno cómico sin buscarlo.

El director Ken Kwapis, conocido por su trabajo en la dirección de películas de éxito como Qué les pasa a los hombres y Uno para todas explica: "Cuando leí Un paseo por el bosque, me sorprendió que el "duo" en realidad son tres protagonistas: Bryson, su viejo amigo Katz y el sendero de los Apalaches. Acababa de dirigir la aventura de rescate Una aventura extraordinaria, que enfrentaba a los personajes con un entorno extremo: el norte de Alaska en pleno invierno, y me entusiasmaba la posibilidad de contar otra historia en la que el mundo natural desempeñara un papel destacado. Además, al igual que Bryson, sentía la necesidad imperiosa de adentrarme en el bosque, literal y figuradamente. Anhelaba desenchufar el ordenador, despedirme del móvil y vivir una experiencia sin interferencias con la naturaleza".

Dejando a un lado los grandes temas medioambientales y los admirables propósitos, otro factor atrajo mucho a Kwapis: "Me sorprendió lo divertido que era. Uno no suele coger un libro de viajes si tiene ganas de reír, pero con Un paseo por el bosque te ríes a carcajada limpia. Tengo que reconocer que, a veces, acababa dándome palmadas en la rodilla cuando me sorprendía algo divertido. Un paseo por el bosque es un viaje de descubrimiento personal y trata temas bastante profundos, pero con frecuencia se desarrolla como una ‘película de carretera’ al estilo de Bob Hope y Bing Crosby".


No se puede ir solo / La selección de actores: Nick Nolte y los papeles secundarios
Una ruta pintoresca, hecho. Un director apasionado, hecho. Un guión eficaz de Holderman; un actor/productor, hecho y hecho. Y llegó el momento de que un protagonista encontrara al otro. Por sus prolíficos trabajos, Redford y Nolte compartieron su gran talento colaborando por primera vez en 2012 en Pacto de silencio. Después de dirigir a Nolte en esa película, Redford se sintió obligado a "resucitar" el proyecto de Un paseo por el bosque, según Kwapis.

Poco después, Redford hizo una llamada. Según cuenta Nick Nolte: "Redford me llamó hace unos dos años y medio y me preguntó si podíamos quedar para charlar. Fui y hablamos del libro de Bill Bryson, Un paseo por el bosque. Me contó la historia que pensaron hacer Paul y él en un primer momento. Después de la reunión, me dijo que me daba un guión para que pudiera leerlo".

La reacción de Nolte fue inmediata y personal. "Le dije que era un gran guión. Para actores de nuestra edad, era un material perfecto. Trata sobre el reto de envejecer, bastante difícil de por sí en la vida normal, y mucho más si se intenta emprender una aventura. Pero las aventuras son importantes en todas las etapas de la vida. Creo que, psicológicamente, las personas atravesamos cambios cada diez años. Cumplimos diez años, luego veinte y treinta, luego llegamos a la edad madura, cuarenta. Y avanzamos hasta alcanzar la vejez, sobre los setenta años, para empezar lo que Katharine Hepburn denominó "la parte aburrida de la vida", ver cómo se desmorona el cuerpo. Pero en todas las etapas de la vida, lo que quieres hacer es seguir adelante. Estos dos hombres son la imagen de eso: están hartos de lo que han hecho la mayor parte de su vida. Incluso Bryson, pese a su éxito, aún se pregunta sobre sus decisiones".

La elección de Nolte como Katz casi estaba cantada. Redford comenta: "Nick es un actor consumado y también un individuo mordaz. Aunque lo que está por debajo es lo que consideré conveniente para esta película. A veces interpreta al payaso y la parte caótica de sí mismo, pero es inteligente y un buen actor. Eso es lo que he valorado y estoy encantado de trabajar con él. Encaja bien en el personaje, no solo en la parte del payaso/bufón".

Kwapis cree que es exactamente "lo que está por debajo" lo que aporta el peso -y la comedia- a la obra. Dice: "Algo que me llamó la atención sobre Un paseo por el bosque es que es una obra de personajes disfrazada de memoria de viajes. Trata sobre lo que constituye la auténtica amistad. También habla del tiempo perdido. Yo mismo, sin duda, he perdido el contacto con buenos amigos del pasado. Hago listas de personas con las que tengo intención de volver a relacionarme, pero parece que nunca lo consigo. El tiempo no te da respiro, y lamentaría no encontrar... no crear ese tiempo para retomar y atender amistades que en el pasado fueron intensas pero ahora son simples recuerdos. Katz aparece de repente en la vida de Bryson en un momento clave. Bryson cree que su vida creativa ha alcanzado un punto muerto. En todas partes, ve presagios de su propia mortalidad. El regreso de Katz es oportuno y bastante kármico".

El sentido común nos dice que si vamos de viaje es mejor rodearnos de personas que nos caigan bien. Redford muestra su yo pragmático y sincero cuando habla de Kwapis: "Me gusta Ken; es inteligente, amable, de trato fácil, y por debajo de eso hay una fuerte convicción. Tiene un fantástico sentido de la comedia. Como actor, me ha gustado trabajar con él, porque da oportunidades a los matices. Puedes probar diferentes formas de hacer algo, cosa que me atrae, sobre todo si eres un actor formado mediante el trabajo más que mediante la personalidad, y el mío fue en el teatro y en la primera televisión en directo. Por tanto, si entiendes eso, y si eres actor y te enorgulleces de serlo, hay diferentes formas de realizar una interpretación. Hoy en día muchos directores se centran más en la parte tecnológica: hacen toma tras toma, pero les interesa más lo que hace la cámara. No piensan tanto en las diferentes formas que tiene el personaje de retratar una escena y que siga siendo fiel. Ken lo entiende, y eso es una alegría para mí".

Kwapis destaca que el vínculo entre los dos personajes principales se ha desgastado en las décadas que llevan separados. Dice: "La última vez que Katz y Bryson se vieron, tuvieron una fuerte discusión. Katz, que ahora es un alcohólico en recuperación y en general está quemado, todavía le debe dinero a Bryson... desde el siglo pasado. En cambio, parece que Bryson lo tiene todo: una carrera literaria de éxito, una mujer que le quiere, una familia estable. Y pese a ello, le falta algo. Algo fundamental. ¿Qué es? Para descubrirlo, Bryson debe reencontrarse con su pasado encarnado por su viejo amigo Katz. No sé por qué aparece Katz de repente en su vida en ese momento, pero representa un enlace con un Bryson anterior, un Bryson apasionado, menos reservado".

Al trabajar en circunstancias difíciles (hay una razón por la que solo una de cada cuatro personas que intentan recorrer el sendero completo lo consigue) y con un equipo artístico y técnico tan relativamente reducido, hablar de la deseada dinámica de grupo fue más que simple palabrería. Nolte explica: "Al trabajar con Bob, existe sinceridad y confianza. Es difícil para un actor encontrar esa sensación conjunta de confianza… Con Bob, esa es la base de todo. Si existe la confianza, puedes hacer algo. En la primera reunión, supe de inmediato que se trataba de un actor (ha pasado por todo, por intentar ser el protagonista de una película) que no necesita ser la "estrella". Está dispuesto a situar la historia por encima de su propia historia personal o de su éxito como actor y, en este caso, a dejar que la naturaleza sea la estrella".

Para Redford, esa actitud es, en realidad, una convicción personal muy arraigada. "Es muy importante que cuando trabajas con un equipo, respetes a ese equipo con el que trabajas… no son solo una persona o dos. Cuando trabajas, debes tratar al equipo como una unidad. Se habla mucho del autor, y yo no estoy a favor de eso. Es un medio colaborativo, hay que respetarlo. El técnico de sonido, el director de fotografía, incluso la persona que sirve las comidas, todos ellos contribuyen a la experiencia, y o los tratas como a una familia o no. Me gusta la idea de la familia, respetas cada papel que hay en ella. Si eres director de orquesta, no solo favoreces la zona de los violines o de los instrumentos de viento. Respetas todos los instrumentos, porque todos ellos contribuyen al desempeño de la totalidad. Así entiendo yo el cine".

Con la presencia de alguien como Redford en la película, hay quien pensaría que él mismo podía dirigirla. Sobre su doble cometido como actor y productor, Redford manifiesta: "La produzco porque yo tenía los derechos, pero participan otros productores, Bill y Chip."

Nolte cuenta algo que observó al principio del rodaje. Como es habitual, en el remolque de Redford aparecían su nombre y el nombre de su personaje colocados en la puerta, y después del nombre se leía la palabra "Productor". Redford arrancó el cartel de la puerta y dijo que no quería intervenir en la toma de decisiones durante el rodaje, que quería centrarse en la interpretación. Él (y los demás) cedieron con alegría esas obligaciones a los productores Holderman y Diggins.

Kwapis recalca que: "Bob realmente quería quitarse de encima el sombrero de productor y centrarse en crear el personaje de Bryson, un personaje que le dio la oportunidad de ejercitar sus músculos para la comedia, algo que llevaba tiempo sin hacer. El acercamiento de Bob al oficio de actor no puede ser más reflexivo. No hay nada ostentoso en la interpretación de Bob: construye el personaje a pasos graduales, detalle a detalle. Siempre te invita al proceso mental del personaje. Pronto te olvidas de que estás viendo a Robert Redford porque te ha absorbido por completo Bill Bryson".

De todos sus compañeros y amigos, Bryson solo recibe una respuesta positiva a su llamada para recorrer el sendero… de Katz. Y justamente, Bryson no había llamado a Katz, este se entera de la invitación a través de un amigo, y ahora baja las escaleras de un pequeño avión habiendo dejando atrás Iowa. Se siente impulsado por un deseo de escapar a las situaciones complicadas que tiene en casa más que por un anhelo de volver a conectar con la naturaleza o plantearse el reto de vencer a la adversidad conquistando el sendero.

Los numerosos años que Bryson estuvo viviendo en el Reino Unido le dieron mucho más que fama. También consiguió una esposa británica que interpreta genialmente Emma Thompson. Sus escenas con Redford destacan desde su primera aparición juntos en la pantalla. Thompson comenta: "Esta no es ni mucho menos la primera vez que interpreto a un personaje que inyecta una nota de pragmatismo británico en una situación. Y no se me ocurre ningún otro artista más "americano", en su aspecto más positivo, que Robert Redford. Así que fue todo un placer interpretar nuestras escenas juntos. Creo que si un marido de cierta edad expresa un deseo del tipo: 'Creo que hoy me levantaré y emprenderé una excursión de tres mil kilómetros', la mujer hará todo lo posible para disuadirlo, sea cual sea su nacionalidad. Creo que las británicas poseemos un arsenal de técnicas de persuasión. Cuando estas fallan, siempre podemos gritar: '¿Te has vuelto loco?', y creo que yo también lo hago en algún momento".

Kwapis explica sus sensaciones al dirigir a Thompson: "Es increíblemente versátil y está dispuesta a todo. Como director, le lancé todo tipo de cosas inesperadas y ella las gestionó con soltura. Era un aluvión de riqueza: cada toma era salvajemente distinta e igualmente sólida. Desde un punto de vista de la comedia, Emma no teme adentrarse en el limbo, y por arriesgada que sea la elección, siempre consigue mantener las cosas en su sitio. El personaje de Emma concluye la película, y se podría decir que, en realidad, toda la historia trata de que Bryson recorre el camino para volver con su esposa Catherine. Ella es la Penélope del Ulises de Bryson. La película no funciona a menos que su reencuentro sea sincero de verdad. Por suerte, Bob y Emma tienen una química fantástica. Nunca existe duda alguna de que Bryson está totalmente enamorado de Catherine; en consecuencia, ella está presente a lo largo de toda la historia, incluso cuando no está en la pantalla".

También vale la pena destacar la presencia de actores de formidable talento en los papeles secundarios, entre ellos, Mary Steenburgen, Kristen Schaal y Nick Offerman, junto con excelentes profesionales detrás de la cámara, como el guionista y productor Bill Holderman, el productor Chip Diggins, la diseñadora de producción Gae S. Buckley, las montadoras Carol Littleton y Julie Garcés, la diseñadora de vestuario Leigh Leverett, el compositor Nathan Larson y el grupo Lord Huron.

Cuando los dos hombres se proponen hacer lo que muchos otros no pueden con la mitad de años que ellos, los recuerdos emergen a la superficie, junto con los dolores, las penas, los celos acallados en el pasado y unos cuantos hondos silencios ante algunos de los paisajes más bellos que ofrece el país, todo capturado en una película de 35mm (elegida por su portabilidad y por la textura "que solo se puede conseguir en una película") y captado digitalmente por el excelente director de fotografía John Bailey; Un paseo por el bosque es la sexta colaboración de Bailey con Kwapis. La película fue un reencuentro lleno de significado entre el director de fotografía y Redford. Bailey había rodado un cortometraje con Redford ("Ni siquiera sé si John se acuerda", comenta) y una década después, el director de fotografía rodó el largometraje de estreno como director de Redford, Gente corriente, que obtuvo seis candidaturas al Oscar y ganó cuatro estatuillas, entre ellas, las de mejor película y mejor director.


Siempre es un buen momento: Diversión en el plató
Tanto Nolte como Redford dieron un sentido de exploración a su trabajo con los personajes, en particular, cómo deciden desplazarse por las escenas para llegar a los objetivos planteados por Kwapis.

En resumen, a veces se las hicieron pasar canutas al director.

Nolte cuenta: "Siempre me meto con el director, porque así percibo la idea que tiene de lo que hay que interpretar… Por tanto, a veces le rebato algo diciendo: 'Esto es una tontería'. Y entonces, o recibo la ira del director, o recibo su humor y su ironía, o no me hace ni caso. Bob me siguió el juego, y los dos atacábamos a Ken a ratos. Y él lo disfrutó. Ese es el tipo de humor que nos gusta. Nos gusta la ironía. Envejecer es ironía. No es el humor de Desmadre a la americana. No nos podemos permitir el lujo de pensar que algún día moriremos. Sabemos que vamos a morir, así que todo es irónico para nosotros".

"Todos los días", continúa Nolte, "llegábamos y decíamos: 'Bueno, esto será rápido'. Y al día siguiente, Bob y yo decíamos: 'Dios, qué duro ha sido'. No había descanso. No hay nada donde apoyarse, todo es complicado. y por eso, es muy interesante, estar ahí sin más, rodando. Ha sido divertido".

Nada de esto se le escapa a Kwapis. Afirma: "Cuando conocí a Robert por primera vez, le dije que lo que me gustaba del proyecto era su optimismo. Cuando dirijo, intento presentar un mantra que condense lo que quiero expresar, algo en lo que pueda confiar cuando me siento abrumado por la tarea que tengo entre manos. Para Un paseo por el bosque, la frase que elegí fue sencillamente esta: hay que vivir la vida. El viaje de 3.500 kilómetros de Bryson y Katz no podría ser más desacertado. Ninguno de los dos hombres está en plena forma. Bryson, que promueve la expedición, se las ve y se las desea para explicar por qué hace todo eso. Pero lo que me queda claro es que Bryson y Katz se han embarcado en esta absurda aventura porque ellos simplemente 'no entrarán dóciles en esa dulce noche'. Se ríen de los escépticos y, sin duda, se ríen de la propia muerte. Nos recuerdan que hasta que se acaba, el partido sigue en marcha".

Inevitablemente, la conversación se dirige hacia las intenciones cinematográficas. Para una mayoría de los implicados, la historia que deciden contar está bastante clara. Para Nolte, es "diviértete antes de morir".

Pero cuando se mete a los espectadores en la conversación, Redford es reacio a hablar de previsiones. Concluye diciendo: "Lo que espero que se lleve el público es exactamente lo que yo esperaba que fuera la película: una combinación de humor y patetismo, con la comedia que se deriva de algo que es real, que tiene que ver con la humanidad".

Y para alguien con tanta experiencia como Redford, eso no parece una aspiración muy elevada en absoluto.


Sonidos de la naturaleza: La música de Un paseo por el bosque
La elección del paisaje musical de Un paseo por el bosque estuvo tan bien meditada como los paisajes reales de la película. Bill Holderman introdujo al grupo Lord Huron en el radar de los realizadores al compartir su primer álbum, Lonesome Dreams, con Kwapis, Diggins, Redford y los demás.

Ken Kwapis cuenta: "Leí una reseña de Lonesome Dreams que señalaba que las canciones te hacían sentir como si estuvieras en un parque nacional. No hace falta decir que el sonido no puede ser más apropiado para Un paseo por el bosque. Lo que me encanta de la música de Lord Huron es su rica textura. Lord Huron crea un muro de sonido, un muro de sonido natural. Realmente sientes que estás en un denso bosque; es como si el mundo natural te cantara. El efecto es épico e íntimo, y se adapta perfectamente a la expedición de Bryson y Katz, que tiene tanto un alcance físico como una oculta introspección. Lord Huron compuso una canción especialmente para Un paseo por el bosque; de forma oportuna, se titula 'Birds Are Singing' (Los pájaros cantan)".

Muchos otros músicos han hecho aportaciones a Un paseo por el bosque. Kwapis describe su sonido como "Country alternativo. Artistas como Blake Mills, Chatham County Line, Shovels & Rope y Great Lake Swimmers llevan a Bryson y a Katz a un mundo musical contemporáneo, pero suficientemente inteligente para saber dónde se encuentran las raíces importantes". Kwapis añade: "Para unir esta mezcla ecléctica tenemos la partitura de guitarra de Nathan Larson, que otorga a la expedición su pulso… y su corazón".


¿Qué pasa durante 3.500 kilómetros?: Sobre el sendero de los Apalaches
El sendero de los Apalaches es una de las rutas marcadas continuas más largas del mundo. Mide unos 3.524 kilómetros de longitud. El sendero recorre catorce estados por las cimas y valles de la cordillera de los montes Apalaches, desde el término más meridional de Springer Mountain, Georgia, hasta el término más septentrional del sendero en Katahdin, Maine. Conocido como el "A.T." (Appalachian Trail), se calcula que tres millones de personas visitan el sendero al año y que unas 2.500 intentan recorrer el trayecto completo, una tarea de unos seis meses de duración. El desnivel total al recorrer todo el sendero es equivalente a subir el monte Everest dieciséis veces. El sendero se completó en 1937 y es una unidad del Sistema de Parques Nacionales. Se gestiona mediante una asociación única entre los sectores público y privado que incluye, entre otros, el Servicio Nacional de Parques (National Park Service, NPS), el Servicio Forestal de USDA (USDA Forest Service, USFS), una serie de organismos estatales, el Centro de Conservación del Sendero de los Apalaches (Appalachian Trail Conservancy) y 31 asociaciones locales de conservación del sendero. (Cortesía del Centro de Conservación del Sendero de los Apalaches, www.appalachiantrail.org)