Dirigida por Michael Apted
Alice Racine vive una vida tranquila en Londres. Había sido la mejor interrogadora de la CIA, pero no logró desbloquear a un prisionero a tiempo para salvar la vida de varias personas, lo que provocó que la destinaran como agente de campo.
Cuando la CIA detiene a un sospechoso que se cree que tiene un conocimiento directo de un ataque terrorista inminente, llaman a Alice de forma inesperada. Consigue desbloquear al sospechoso, pero antes de que pueda pasar totalmente el caso a sus uperiores, recibe una llamada de su antiguo colega en Langrey. Rápidamente se da cuenta de que ha sido engañada y consigue escapar. Sabiendo que la CIA ha sido comprometida, Alice debe recurrir a los pocos en los que puede confiar, en su búsqueda de los esponsables para tratar de prevenir un ataque biológico mortal en la ciudad.