El principio
Walt Disney Studios estrenó en 1977 el musical de animación/acción real titulado "Pedro y el dragón Elliot", el precioso cuento sobre un chico y su amistad con un dragón verde animado, y que protagonizaron Mickey Rooney, Helen Reddy, Red Buttons y Shelley Winters.
Disney llevaba tiendo queriendo dar a conocer a "Peter y el dragón" a una nueva generación de espectadores y puso al frente del proyecto al productor Jim Whitaker ("La hora decisiva", "Friday Night Lights"), cuya productora tiene su sede en el estudio. "Hay muchísima gente que ha crecido con la película original así que el concepto de esa película se convirtió en un punto de partida para nosotros", dice Whitaker. "Sabíamos que esa idea tan sencilla sobre un chico y su dragón seguía teniendo potencial suficiente para convertirse en una cinta muy especial".
Whitaker y el estudio empezaron a buscar a posibles guionistas que pudieran darle un enfoque innovador a la historia. Se fijaron en el guionista y director David Lowery, cuyo excelente cortometraje titulado "Pioneer" se había proyectado en el Festival de Cine de Sundance de 2011 y que recibió grandes elogios por sus dotes de narrador. Cuando la película de Lowery, "Los amantes de Texas", un intenso drama situado en Texas en los años 70 protagonizado por Casey Affleck, Ben Foster y Rooney Mara, se estrenó en Sundance en 2013 fue muy bien recibida por el público y la crítica, empezaron a pensar en él como posible director.
Aunque Lowery no parece una elección evidente para escribir y dirigir una nueva visión de una entrañable cinta de Disney, lo cierto es que hay ciertas similitudes entre su primer largometraje y "Peter y el dragón". Ambas historias versan sobre el sentido de la pertenencia y, en el caso de Peter, con el sentido de la familia. Whitaker añade: "Además, ambas películas tienen cierta pureza y esa sensación maravillosa de ver las cosas a través de los ojos de un niño. Así que pensamos que David podía darle un enfoque nuevo, sencillo a la vez que puro a la historia".
De niño, a Lowery le gustaban mucho las películas clásicas de Disney ("Pinocho" fue la primera película que vio en el cine), ya que despertaban en él su pasión por la aventura. Pero Disney no quería que el nuevo "Peter y el dragón" tuviera una asociación directa con el original, aparte del título y la premisa básica; buscaban a alguien que creara una historia totalmente original y con personajes nuevos.
A Lowery y a su socio guionista Toby Halbrooks siempre les han atraído proyectos que revestían cierta ingenuidad e inocencia así que vieron que el proyecto tenía muchas posibilidades. De hecho, "Peter y el dragón" encajaba a la perfección con sus gustos como guionistas. "Me encantó la idea de hacer una película que apela a la imaginación y con cierta dosis de fantasía", dice Lowery y añade: "Y no había ninguna necesidad de volver a inventar la rueda ya que esa rueda funcionaba maravillosamente bien".
"Todas las películas entrañan un proceso en el que pasan por una serie de borradores. Pero lo cierto es que en este caso, supimos desde el primer borrador y sus 20 primeras páginas, que teníamos una película", dice Whitaker. "David buscaba lo que él llama 'realismo mágico, y de hecho logró que la magia penetrara en el guión de una manera inesperada".
Muchos de los clásicos de Disney como "Dumbo" y "Bambi" plantean importantes problemáticas a los niños y les ayudan proporcionándoles las herramientas que les ayudarán a enfrentarse a esas problemáticas en sus propias vidas. "Nuestra historia plantea una pregunta fundamental y que es a dónde pertenecemos", dice Lowery.
Con un guión terminado en sus manos, Lowery empezó a estudiar cómo sería la dirección. Y concibió una película clásica que captara el sentido de lo que significa ser joven. "Cuando tienes 10 años todo lo que haces parece una aventura épica", afirma. "No necesitas montar sobre el lomo de un dragón
te basta con trepar a un árbol para ser feliz".
El reparto
El viaje de Bryce Dallas Howard con "Peter y el dragón" es casi tan mágico como la película. La actriz, cuyos trabajos incluyen "El bosque", "Criadas y Señoras" y el éxito de taquilla del pasado verano "Jurassic World", entre otros, cree que la película original de "Pedro y el dragón Elliot" es una parte fundamental de su niñez.
"Era una de mis películas favoritas cuando era niña", dice Howard. "Uno de mis primeros recuerdos cinematográficos es Pedro y el dragón Elliot. La película tiene algo muy particular... No sé lo que es, pero llega inmediatamente a la niña que hay en mí".
Así que cuando el productor Jim Whitaker, al que Howard conocía hace mucho tiempo y al que consideraba un amigo muy querido, la llamó para hablar de la película, casi no se lo podía creer. Whitaker había pensado en ella para el papel de Grace, la guarda forestal e hija del Sr. Meacham que al principio no se cree que Elliot, el amigo de Peter, sea un dragón, y quiso se que reuniera con el director David Lowery.
Howard ya conocía en trabajo de Lowery para el que "'Los amantes de Texas' era una película fantástica, sutil e impresionista a la vez que sofisticada", así que le encantó saber que estaba incluido en el proyecto. "Pensar en lo que podía aportar David a una historia como ésta le daba un cariz aún más interesante", afirma la actriz.
Después de reunirse con Lowery, le encantó saber que este "Peter y el dragón" no fuera un remake, sino una película que complementaría la cinta original. "Me encantó el tono del guión, y David no buscaba destruir los recuerdos que la gente tenía de la primera película. Al contrario, quería crear una película que pudiera estar en paralelo con la original", puntualiza la actriz.
Howard añade: "Es una película familiar e inteligente pero también es una maravillosa aventura, y creo que al público le encantará ver una película familiar que es inteligente a la vez que emotiva. Las mejores películas de Disney son una catarsis y presentan personajes que empiezan con nada y terminan recibiendo mucho más de lo que esperaban. Ofrecen a los niños posibilidades para enfrentarse a sentimientos complicados, y eso es algo que también hace esta película".
"David comprendió muy bien que esta película planteaba esos temas tan sofisticados pero también tenía un argumento que no sólo era diversión, risas y música", dice Howard. "Pero de ese tipo de realismo y de la pérdida que Peter ha experimentado puede llegar la curación, así como una aventura divertida, bonita y que habla de la amistad y la familia".
Howard tuvo muchas conversaciones con Lowery sobre cómo dar trascendencia a su papel, y juntos comprendieron que mientras que Peter se está embarcando en un viaje, Grace también va a vivir su propio viaje: un viaje para averiguar quién era de niña y volver conectar con esa época de su vida. "Peter está buscando un hogar pero no sabe dónde puede estar exactamente, y la amistad de Grace con Peter la ayuda a volver a conectar con su padre y a empezar a pensar en tener su propia familia", dice la actriz, y añade: "Y me di cuenta de que era una idea absolutamente maravillosa".
Para el papel crucial de Peter, el chico perdido en el bosque que se separó de sus padres hace seis años, los realizadores buscaban un niño que tuviera un talento natural para la interpretación que le permitiera bajar la guardia y comportarse como un niño. La directora de casting Debra Zane ("Skyfall", "Los juegos del hambre", "American Beauty") llevó a cabo una búsqueda en todo el mundo y vio a miles de chicos que le llevó a Oakes Fegley, de 12 años y de Pennsylvania.
El joven actor ya tenía algunos créditos en su haber, incluyendo papeles recurrentes en series de televisión como "Boardwalk Empire" y "Person of Interest" y en el largometraje "Ahí os quedáis". Pero eso no fue lo que le gustó a Lowery.
"Creo firmemente en que hay un momento, un lugar y un tipo de película si quieres a un niño que pueda interpretar a Shakespeare o llorar cuando se le ordena", dice el director. "Pero en las películas que me gusta hacer dejo a los niños que sean niños. Así que buscaba niños que no tuvieran ninguna pretensión ni a los que les gustase exhibirse o impresionarme, sino que se limitaran a ser ellos mismos".
A Zane le gustaba mucho Fegley, pero Lowery no estaba tan convencido. Vio sus grabaciones y a pesar de que seguía sin decidirse, aceptó reunirse con el joven actor en persona. Lowery fue a Nueva York y cuando vio entrar a Fegley en la sala, supo que habían encontrado a Peter. "Tenía ese algo", dice Lowery. "No sé describirlo, pero tenía algo muy real".
Peter siempre ha asumido que comprende cómo funciona el mundo. Los recuerdos que tiene están vinculados a un libro infantil destrozado titulado, Elliot se pierde, que lee una y otra vez. Pero cuando averigua que el mundo es mucho mayor y mucho más complejo de lo que había imaginado jamás, empieza a cuestionarse sobre su lugar en el mundo, y ese personaje atrajo inmediatamente la curiosidad de Fegley.
"Peter es muy curioso y le gusta hacer muchas preguntas, lo mismo que a mí. Y a pesar de que no tiene la inteligencia de un niño normal de 10 años, es listo de otra manera", explica Fegley. "Sabe cómo sobrevivir en el bosque pero no tiene la menor idea de cómo vivir en el mundo civilizado".
Continúa diciendo: "Peter sólo confía en Elliot, y en cierto sentido, Elliot sabe a donde pertenece Peter. Al principio, Peter cree que su lugar está con Elliot, pero cuando ve lo amables que son algunos seres humanos, como es el caso Grace, se hace un verdadero lío. Pero no quiere abandonar a Elliot porque le quiere como a un hermano y un padre al mismo tiempo".
El coguionista Toby Halbrooks dice: "Grace es la personificación de la familia y la maternidad y Peter ve que es tierna y lista, así que si alguien puede convencer a Peter para que abandone el bosque y escoja tener su propia familia humana, esa es ella".
Al igual que con el personaje de Peter, Lowery estaba buscando a alguien que ofreciera una interpretación natural y creíble de Natalie, y la encontraron en Oona Laurence, una chica de 14 años. Aunque la joven actriz ha ganado un Premio Tony® por su trabajo en "Matilda the Musical" y ha trabajado con Jake Gyllenhaal y Rachel McAdams en "Revancha", era una niña que sigue comportándose como una niña, incluso cuando las cámaras no estaban rodando.
"Nunca tuvimos la sensación de que Oona estuviera actuando", dice Whitaker. "Era totalmente natural pero al mismo tiempo, muy profesional, y tanto ella como Oakes siempre llegaban al plató muy bien preparados y cuando llegaba el momento de trabajar ponían los cinco sentidos en lo que tenían que hacer".
Cuando Peter conoce a Natalie en el bosque siente que es alguien en quien puede confiar. "A Peter le parece encantadora y por eso se hacen amigos y viven un montón de aventuras juntos", dice Fegley.
Laurence añade: "Natalie no tiene tantos amigos como otros niños, así que cuando encuentra a Peter y se hacen amigos, se siente feliz. Es un poco chicazo y algo solitaria, como Peter, pero también comprende a Elliot, al igual que Peter".
Como resultado de la asociación de Lowery con el Festival e Instituto de Cine de Sundance en sus dos primeras películas, éste había trabajado con el fundador Robert Redford para desarrollar varios proyectos cinematográficos y le mencionó el papel del Sr. Meacham.
"El dragón es una criatura simbólica de la mitología y de niño me interesaba mucho la mitología, así que soy un firme defensor de su importancia", dice Redford. "Crecí en un entorno de clase trabajadora en el que no hay muchas opciones de ocio, así que tenías que inventártelas tú. Y se trataba de un mundo más grande con personajes y criaturas más grandes de las que conocía, así que me resultaba muy atractivo".
Los habitantes de Millhaven siempre han considerado al Sr. Meacham como a un outsider excéntrico dispuesto a contarle a todo el mundo que una vez vio al dragón en el bosque. Pero no está loco. Redford explica: "Es la única persona que afirma haber visto al dragón... Nadie lo creen, pero es un hombre querido que forma parte del pueblo. Vive aislado, no porque esté fuera de la ley, sino porque cree en la magia. Así que me pareció que era un personaje maravilloso para una película".
Redford continúa diciendo: "Yo soy un narrador, y creo en la narración, así que me encantaba contar cuentos a mis hijos. Es maravilloso. De hecho, creo que érase una vez es una de mejores frases que se puedan imaginar. Cuando eres niño y oyes érase una vez, sabes que te espera algo maravilloso".
La leyenda del cine, que ha aparecido en películas clásicas como "Dos hombres y un destino", "Tal como éramos", "El golpe" y "Todos los hombres del Presidente", se ha mostrado muy selectivo en los últimos años a la hora de escoger papeles, así que Lowery y Halbrooks hicieron que el papel encajara con lo mejor del talento interpretativo de Redford y eso le animó a aceptar el papel.
"Creo que la historia que se cuenta es muy humana y muy interesante", dice Redford. "Es una historia íntima sobre un padre, una hija y un chico que ha sobrevivido a un accidente y se ha escondido en el bosque. Tiene mucha magia, pero en su esencia, es una historia humana y muy emotiva".
Lowery, que afirma que Redford le ha ayudado a desarrollar su talento como realizador, afirma: "Trabajar con él y tenerle en la película es un honor enorme, y es algo que nunca me he tomado a la ligera. Es una persona increíblemente relajada y simpática, y no mostró ningún tipo de pretensión. Estaba allí para hacer lo que le pidieran".
Wes Bentley ("American Horror Story: Hotel", "Los juegos del hambre") fue elegido para interpretar a Jack, el propietario del aserradero local que sale con Grace. La idea de que una guarda forestal salga con alguien que destruye el bosque en el que ella trabaja y la dicotomía que creaba, atrajo al actor ya que trata un tema que es un problema real en el mundo.
"Creo que hay un término medio entre industria y medio ambiente, y la película habla de una época en la que la sensibilidad sobre el medio ambiente empezaba a ganar terreno", dice Bentley.
Karl Urban, nacido en Nueva Zelanda (las películas de "Star Trek", las películas de "El Señor de los Anillos") se unió al proyecto para encarnar a Gavin, el hermano de Jack, que también trabaja en el aserradero, y que es el chico malo y aporta el lado cómico a la película. El objetivo de Gavin es ganar dinero, y eso significa cortar el máximo de madera que sea posible. Tiene buenas intenciones pero hace las cosas mal, así que cuando ver a Elliot con sus propios ojos, cree haber encontrado la solución definitiva a sus problemas.
"Gavin vive a la sombra de su hermano mayor y cree que capturando a Elliot le llevará a hacerse rico y famoso", dice Urban que añade: "Pero lo cierto es que no tiene la menor idea de qué hacer con un dragón".
La producción
Una vez que tuvieron el reparto, los realizadores se dedicaron al equipo creativo formado por un impresionante grupo de profesionales como: Bojan Bazelli, ASC, director de fotografía; Jade Healy, diseñadora de producción; Amanda Neale, diseñadora de vestuario; Lisa Zeno Churgin, ACE, montadora; Daniel Hart, compositor; y Eric Saindon, supervisor de efectos visuales.
Como película, "Peter y el dragón" es intemporal, tanto desde el plano visual como narrativo. No hay pistas sobre cuándo tiene lugar la historia, algo que siempre quiso el director y guionista David Lowery. "Me he dado cuenta de que las películas que vuelvo a ver y que más me gustan son las que no caducan... son películas que duran porque no están ancladas en un momento concreto", dice Lowery. "Así que situar esta historia en el pasado sin darle mucha importancia hace que todo sea coherente sin necesidad de tener una fecha exacta a la vez que parece que ocurrió ayer mismo".
En el pueblo ficticio de Millhaven no hay teléfonos móviles, ni Internet ni ordenadores. Los coches, la ropa, el mobiliario e incluso la comida, son de una época pasada, pero que siguen estando disponibles y que todos reconocemos.
Esto brindó a Lowery la posibilidad de introducir al personaje de Elliot a pocos minutos del inicio de la película sin tener que recurrir a la estructura narrativa tradicional. "Te sitúa en un mundo en el que existe un dragón en el bosque y lo aceptas sin demasiados problemas porque no hay pistas visuales que puedan hacer que el espectador diga: ¡¡Pero bueno, por qué no hay alguien haciendo una foto con su móvil!", dice Lowery.
Aunque la historia de "Peter y el dragón" se sitúa en un pueblo en la costa noroeste del Pacífico en Estados Unidos, los realizadores quisieron rodar en Nueva Zelanda ya que les pareció que era un entorno más mágico. Nueva Zelanda es un país al sur del Océano Pacífico, cerca de Australia, y está formado por dos islas, la Isla Norte y la Isla Sur.
Nueva Zelanda tiene una gran variedad topográfica, diferentes climas y cuenta con excelentes profesionales del cine. Además es la sede de Weta Digital, la compañía de efectos visuales ganadora del Oscar® y que se encargó de dar vida a Elliot en la pantalla.
Para el productor ejecutivo Barrie M. Osborne, que rodó las tres partes de "El Señor de los Anillos" en Nueva Zelanda y ganó un Oscar® por la tercera entrega, "El Señor de los Anillos: El regreso del Rey", la localización era perfecta. Afirma: "Nueva Zelanda tenía todo lo que necesitábamos: técnicos y gente con la que he trabajado así como capacidad organizativa e infraestructura".
A Lowery le gusta que las cosas parezcan reales, y como esta película ya iba a tener un enorme dragón digital, quería que lo demás fuera lo más realista posible. "La película se desarrolla en un mundo muy realista pero lo hemos realzado un poco para captar la magia de la perspectiva de un niño", dice Lowery. "Queríamos que los árboles fueran un poco más altos, el sol más brillante y que el viento tuviera cierto matiz mágico, y eso lo encontramos nada más llegar a Nueva Zelanda".
La mayor parte de la historia tiene lugar en el bosque, y en Nueva Zelanda los árboles son muy parecidos a los que hay en la costa noroeste del Pacífico. En los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial se cerraron muchos aserradores en Estados Unidos y se reconstruyeron en Nueva Zelanda. Por esa razón se plantaron miles de abetos Douglas de Oregón y secuoyas de California. Ahora la Isla Norte tiene más de 200.000 acres de bosques de pinos, lo que permitió a la producción crear varios paisajes diferentes.
El rodaje de "Peter y el dragón" empezó en enero de 2015 en Wellington y sus alrededores, en la Isla Norte. En Ngongotaha, al norte del Bosque de Secuoyas de Rotorua, una casa antigua y pequeña en medio de un barrio residencial hizo las veces del hogar del Sr. Meacham.
La coincidencia fue que la casa era propiedad de un leñador jubilado que también tallaba la madera y tenía hojas de cuchillo afiladas decorando la casa, un detalle que conservó el departamento de arte.
Los exteriores de la casa de Jack y Natalie se rodaron en la sección de Birchville de Upper Hutt situada al norte de Wellington. Los interiores de la casa se construyeron en los platós de Stone St. Studios, también en Wellington, y se hizo que pareciera que ha pasado de generación en generación. "Mi intención era que fuera una casa construida con madera del aserradero y que había pertenecido a los abuelos de Jack, así que llevaba muchos años en la familia", dice Healy. "La gente del equipo técnico entraba y decía: Oh, mi abuela tenía esto o mis padres tenían esto, así que era una mezcla de estilos y épocas".
Una de las localizaciones, McLaren Falls en la Isla Norte, estaba tan apartada que se necesitaron helicópteros para transportar las cámaras. Mientras tanto, el reparto y el personal técnico tuvo que andar más de 350 metros entre rocas para llegar al campamento base. A pesar de las dificultades, los escenarios eran tan impresionantes que Lowery no quiso renunciar a ellos.
Para crear el escenario de la casa de Peter y Elliot en medio del bosque, la producción se sirvió de varios escenarios. Algunas escenas se rodaron en el Bosque de Secuoyas de Rotorua y otras cerca del famoso Monte Victoria en Wellington, un bosque maravilloso repleto de pinos viejos y enormes, y otras tuvieron lugar fuera de la ciudad de Tokoroa en el Bosque de Kinleith. Además, se construyó un set del bosque, que incluía el fuerte de árboles donde viven Peter y Elliot, dentro de un entorno de pantallas verdes en los Stone St. Studios.
Healy lo explica: "Una vez que nos instalamos en la localización tuvimos que construir una maqueta en 3D antes de empezar a construir un set físico a escala en el plató. Construimos el fuerte de árboles en tres grandes trozos y después lo transportamos al bosque y lo instalamos, así que fue un auténtico reto en el plano técnico".
"Queríamos crear un fuerte de árboles que todos los niños querrían tener en su jardín", dice Healy. "A veces ves esos sets fantásticos pero muy poco realistas que ningún niño tendría en la vida real. Pero David siempre quiso que el árbol fuera muy orgánico, que fuera algo que Peter hubiera podido construir él mismo".
La parte superior del árbol la montó Weta Digital ya que desde el punto de vista logístico hubiera sido imposible construir algo tan grande.
El pueblo de Tapanui situado en la región de Otago de la Isla Sur, con el que la diseñadora de producción Jade Healy ("Los amantes de Texas") se topó por casualidad, se convirtió en el ficticio Millhaven de la historia, y el Aserradero Blue Mountain a ocho kilómetros, que estaba cerrado, se convirtió en el aserradero de Jack y Gavin.
"Utilizamos el aserradero como si fuera el plató de un estudio", dice Osborne. "Tenía todo lo que necesitábamos. Tuvimos que añadir algo de atrezzo, pero la localización nos permitió rodar todas las grandes secuencias de acción".
El director de fotografía Bojan Bazelli ("El llanero solitario", "La señal"), rodó con cámaras Alexa para captar mejor los majestuosos árboles que pueblan Nueva Zelanda. "La luz, que es muy singular en esos parajes, dio a las escenas en los bosques de secuoyas una majestuosidad que no hubiéramos conseguido en ningún otro lugar", afirma Bazelli.
El rodaje de "Peter y el dragón" acabó en abril de 2015 y según Lowery, ocurrió algo muy especial en ese momento. Lo explica así: "Cuando estábamos montando la película, vi el material de Peter corriendo por el bosque y me di cuenta que tenía algo muy especial. Era casi surrealista, pero increíblemente mágico y maravilloso".
Crear a Elliot
La existencia de criaturas míticas, los dragones, data de 400 a.C. A lo largo de la Historia, las historias con dragones están presentes en los cuentos de hadas, en el folklore y en la mitología. Casi todas las culturas tienen sus propias creencias sobre lo que simbolizan los dragones.
Se suele describir a los dragones como animales malvados, recubiertos de escamas y parecidos a los lagartos y no suelen ser simpáticos ni heroicos. Así que el aspecto y la personalidad de Elliot fueron objeto de un sinfín de reuniones entre los realizadores y Weta Digital y transcurrieron durante casi un año entero.
Elliot está totalmente generador por ordenador, pero eso no le impide ser un personaje de pleno derecho en la historia, y alguien por quien Peter -y seguro que también el público- siente un gran cariño. La presencia de Elliot permite a Peter averiguar lo que necesita, en un sentido narrativo, y comprende instintivamente lo que falta en la vida de Peter y el hecho de que pertenece a otro lugar.
Desde el primer día, un objetivo clave fue transmitir la idea de una amistad entre un niño y un animal y mostrar lo especial que es ese vínculo. Pero el director y guionista David Lowery quería que al principio el público no tuviera muy claro quién era Elliot ni sus intenciones.
Bryce Dallas Howard afirma: "Elliot no se parece a otros dragones. Es simpático e inocente y el mejor amigo que se pueda tener. Lo que más quiere en este mundo es una familia. Es gigantesco y tiene una presencia impactante. Sabe ser feroz, escupir fuego y volar, pero también es tierno y protector".
Fue un auténtico reto para Eric Saindon de Weta Digital, el supervisor de efectos visuales nominado al Oscar® (películas de "El Hobbit" y trilogía de "El Señor de los Anillos"). Lo explica así: "Resulta fácil hacer dragones que dan miedo y también es fácil que resulten demasiado caricaturescos. No queríamos nada de eso para nuestro dragón. Queríamos que tuviera mucha personalidad para que todos los que vengan a verlo salgan del cine enamorados de él".
"Elliot tiene una personalidad muy singular para ser un dragón. No se parece a los dragones que hemos visto en el cine", añade el productor Jim Whitaker. "A veces puede parecer peligroso pero en realidad es absolutamente adorable".
Lowery no quería que tuviera ese aspecto escamado de los reptiles. Quería hacer algo totalmente distinto y pidió a Weta que le propusieran diseños de un dragón totalmente nuevo. "David quería que se pareciera más a un mamífero, aunque de un tamaño considerable", dice Saindon.
Saindon y el equipo de Weta iniciaron el proceso creativo estudiando las diferentes especies del reino animal para analizar sus movimientos. "En parte, basamos nuestra animación en referencias a animales como el perro, el gato, el león y el mono", dice Saindon y añade: "Pero también nos sentíamos obligados a rendir homenaje al Elliot animado de la película de 1977".
"Elliot tiene un aspecto muy reconocible en la película original, sobre todo su enorme mandíbula", dice Lowery. Y añade: "Su diseño y esa característica concreta tenían algo que me gustaba mucho. Y quería que tuviera mucho pelo... muchísimo pelo".
Lowery continúa diciendo: "Es fantástico, es exagerado y no parece pertenecer a este mundo. Pero también tiene rasgos que son reconocibles para que el público pueda aceptarlo como personaje, como animal y también como criatura mágica. Funciona a todos esos niveles, así que había que simplificar al máximo su diseño de forma que nada impidiera pensar que no encaja con el mundo de la película".
Para crear un dragón cubierto de pelo, Weta tuvo que crear digitalmente cada pelo del cuerpo de Elliot. "Fue una de las mayores dificultades de esta película, al menos desde el punto de vista de la tecnología", dice Saindon. "Los personajes con pelo o pelaje que habíamos creado en el pasado tenían alrededor de un millón de pelos. Pero Elliot es un dragón verde peludo y gigante con cerca de 15 millones de pelos, es decir 15 veces más que los personajes que habíamos creado anteriormente".
Elliot acabó siendo un dragón verde y peludo de 7 metros. Además puede escupir fuego, volverse invisible y robarte el corazón. "Elliot es un dragón grande y simpático pero también tiene un lado tranquilo y sensible que se aprecia perfectamente en la pantalla", dice Lowery.
"Está claro que no es el típico dragón", añade Oakes Fegley. "Es muy, muy peludo y tiene dos dientes enormes, así que también da un poco de miedo".
Oona Laurence dice: "Es verde y muy mono, pero también puede dar mucho miedo, así que tiene las dos facetas. Puede ser tan tierno como un cachorrito y volverse loco y dar miedo cuando protege a Peter".
Durante el rodaje, trabajar con una criatura digital entrañó muchas dificultades para el reparto y el equipo técnico. Los realizadores querían que todos los planos del rodaje encajaran a la perfección con el dragón digital que se añadiría en postproducción. Para comprender la escala y el volumen de Elliot, se utilizó en varias ocasiones un dragón inflable gigantesco con las mismas medidas que la maqueta de Elliot diseñada por Weta.
Otra dificultad consistió en que hubiera bastante contacto visual entre los personajes humanos y el dragón y que las líneas de los ojos estuvieran sincronizadas y fueran creíbles, sobre todo en las escenas de Peter con Elliot, ya que esas escenas proporcionan la carga emocional a la historia. Para que fuera más fácil, la producción creó una cabeza de dragón hecha con alambre que se podía controlar como una marioneta.
Volando a los cines
Seguro que "Peter y el dragón" de Disney enamorará al público cuando llegue a los cines en agosto de 2016 creando toda una nueva generación de fans de por vida.
Se trata de una aventura épica con un niño como protagonista junto con un alucinante dragón verde, y en palabras de Oona Laurence: "¿Qué niño no querría vivir algo así?"
Pero también es una historia sobre el crecimiento personal, sobre cómo encontrar tu sitio en el mundo y sobre la fuerza de la amistad. "Elliot era muy solitario antes de conocer a Peter. Por eso acepta a Peter, le protege y le cuida", dice Oakes Fegley. "Para mí, es una historia súper guay".
El guionista y director David Lowery afirma: "Hemos hecho todo lo que hemos podido para ser fieles a estos temas durante toda la producción y para que cada escena los transmitiera con la máxima naturalidad. Para mí, la infancia es sinónimo de aventura y quería reproducir esa sensación en la pantalla de la manera más pequeña y también de la manera más grande".
Nueva Zelanda
Los maravillosos paisajes de Nueva Zelanda, equipos de primera fila y la cálida acogida de los neozelandeses han convertido a Nueva Zelanda en un destino cinematográfico de categoría mundial.
"Peter y el dragón" de Disney se ha rodado en localizaciones de todo el país y pone de manifiesto la capacidad de Nueva Zelanda para transformarse a la perfección en la región del Pacífico Noroeste de Estados Unidos. Las localizaciones incluyen el Distrito de Rotorua, Tapanui en West Otago y Wellington, la capital de Nueva Zelanda. Las colaboraciones con producciones internacionales multiplican la visibilidad de Nueva Zelanda como localización cinematográfica además de beneficios económicos y un gran impulso para la próspera industria cinematográfica del país.
La asociación con "Peter y el dragón" de Disney ha creado empleo y aportado ingresos y beneficios a la industria creativa nacional además de servir de plataforma para que el mundo conozca Nueva Zelanda.