Cinemanía > Películas > Piratas del Caribe: La venganza de Salazar > Comentario
Destacado: Paul Mescal es Lucio en 'Gladiator II' de Ridley Scott
Piratas del Caribe: La venganza de Salazar cartel reducidoPiratas del Caribe: La venganza de Salazar(Pirates of the Caribbean: Dead men tell no tales)
Dirigida por Espen Sandberg, Joachim Rønning
¿Qué te parece la película?

Johnny Depp retoma su papel del extravagante espadachín y anti-héroe Capitán Jack Sparrow, por el que fue nominado a los Premios de la Academia®. Depp se incorpora a esta nueva aventura con los ganadores del Oscar® Javier Bardem y Geoffrey Rush, y con otros miembros del reparto tanto nuevos como conocidos por los fans de "Piratas del Caribe".

Producida por Jerry Bruckheimer y dirigida por Joachim Rønning y Espen Sandberg, "Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar" es una trepidante historia en alta mar repleta de elementos de fantasía, humor y acción.

En 2003, el estreno de "Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra" marcó el inicio de la franquicia de mayor éxito de Jerry Bruckheimer, una de las sagas cinematográficas de más éxito de los Estudios Disney. Esta franquicia se convirtió en un fenómeno que cambió las reglas de juego, propiciando un cambio cultural e impulsando una nueva manera de contar historias. A la primera entrega le siguió "Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto" (2006), "Piratas del Caribe: En el fin del mundo" (2007) y "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas" (2011). En su conjunto, estas cuatro películas han recaudado más de 3.700 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo, pero lo que es más importante, han inspirado y fascinado a públicos de todas las edades y en todo el planeta.

En la frenética "Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar", encontramos a un Capitán Jack de capa caída y con el viento en contra. Además, le persigue el aterrador Capitán Salazar y su tripulación de piratas fantasmas que han escapado del Triángulo del Diablo y están empeñados en matar a todos los piratas que surquen los mares, y sobre todo a Jack. La única esperanza de supervivencia para Jack es el legendario Tridente de Poseidón. Pero para encontrarlo deberá forjar una complicada alianza con Carina Smyth, una hermosa y brillante astrónoma, y con el testarudo Henry, un joven marinero de la Marina Real británica. Al timón del Dying Gull, un barco pequeño y en mal estado, el Capitán Jack busca no sólo acabar con su racha de mala suerte, sino salvar su pellejo del enemigo más malvado y mortífero al que se haya enfrentado jamás.

Además de Johnny Depp, que vimos en "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" y "Alicia a través del espejo" de Disney, "Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar" está protagonizada por el ganador del Premio de la Academia® Javier Bardem ("No es país para viejos", "Skyfall"), Brenton Thwaites ("The Giver", "Maléfica"), Kaya Scodelario (la saga de "El corredor del laberinto", "The King's Daughter"), Kevin R. McNally (la franquicia de "Piratas del Caribe", "Macbeth Unhinged"), Golshifteh Farahani ("Paterson", "Red de mentiras"), David Wenham ("Lion", "300: El origen de un imperio"), Stephen Graham (la franquicia de "Piratas del Caribe", "Gangs of New York") y el ganador de un Oscar® Geoffrey Rush ("El discurso del Rey", la franquicia de "Piratas del Caribe").

El guión de la aventura es obra de Jeff Nathanson ("Atrápame... ¡Si puedes!", "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal), a partir de una historia de Nathanson y Terry Rossio. Mike Stenson, Chad Oman, Joe Caracciolo, Jr., Terry Rossio y Brigham Taylor son los productores ejecutivos.

Tras las cámaras hay grandes talentos como el director de fotografía Paul Cameron ("Collateral", "Déjà Vu"), el diseñador de producción Nigel Phelps ("Pearl Harbor", "Guerra mundial Z"), la diseñadora de vestuario Penny Rose (las cuatro películas anteriores de "Piratas del Caribe"), el maquillador y peluquero Peter King, ganador del Premio de la Academia® (las seis películas de "El Señor de los anillos" y "El Hobbit"), los montadores Roger Barton ("Pearl Harbor", "Dos policías rebeldes II") y Leigh Folsom Boyd ("Fast & Furious 6 (A todo gas 6)", "Fast & Furious 7 (A todo gas 7)", el supervisor de efectos visuales, Gary Brozenich (nominado a un Oscar® por "El llanero solitario", que trabajó anteriormente en "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas"), el coordinador de especialistas, Thomas Robinson Harper ("Guardianes de la Galaxia" de Marvel Studios, "El libro de la selva") y el compositor Geoff Zanelli, ganador del Premio Emmy®, que trabajó junto a Hans Zimmer en las cuatro anteriores películas de "Piratas del Caribe".


Volvemos a bordo
Cuando Jerry Bruckheimer y Disney decidieron lanzarse a hacer la siguiente película de "Piratas del Caribe", empezaron a buscar una nueva historia que diera un impulso renovador a la franquicia pero conservando los elementos de fantasía, acción, comedia, así como los componentes sobrenaturales que habían causado sensación en la primera película.

Al final, la búsqueda les condujo al excelente y experimentado guionista Jeff Nathanson, que empezó a desarrollar la historia con el veterano guionista de "Piratas del Caribe", Terry Rossio. Rossio, que comparte varios créditos con Nathanson, escribió los guiones de las cuatro primeras películas de la serie "Piratas del Caribe" con su compañero de escritura, Ted Elliott.

Aunque sentía un gran respeto por lo que se había hecho en las cuatro primeras películas, Nathanson -que ha escrito historias como "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal", "Atrápame... ¡Si puedes!" y "La Terminal" de Steven Spielberg- quería dejar su propia marca. "A Jeff no le intimidó la historia de la franquicia", explica el productor ejecutivo Chad Oman. "Analizó con objetividad la serie y aportó un punto de vista creativo e innovador. Además, es un hombre muy divertido que sabe escribir con mucho humor".

"Soy un gran fan de la franquicia y siento un enorme respeto por lo que Ted y Terry han creado", dice Nathanson. "Es un mundo tan rico y maravilloso en el que sumergirse, con tantos grandes artistas delante y detrás de la cámara trabajando para darle vida. Comprendí que mi trabajo de nuevo guionista de esta familia tan consolidada consistía en honrar el espíritu de las películas anteriores pero ofreciendo a una nueva generación de fans un film con el que se identificaran.

"La franquicia de 'Piratas' es muy complicada", continúa Nathanson, "porque combina grandes dosis de acción con suspense sobrenatural, romance y comedia. Es también una epopeya muy bien documentada que intenta ser fiel a la época. La clave es equilibrarlo todo contando una buena historia que emocione, y encontrar maneras de utilizar estos personajes como no se había hecho nunca".

"La Venganza de Salazar" continúa lo que se había convertido en un subtexto en la tradición de las anteriores películas de "Piratas del Caribe", una historia sobre padres e hijos. "Es un tema que ha constituido la columna vertebral emocional de toda la serie", explica Jerry Bruckheimer. "La historia de la relación complicada pero afectuosa de Elizabeth Swann con su padre, el Gobernador Weatherby Swann, se aborda en las dos primeras películas. Los intentos desesperados de Will Turner para liberar a su padre, Bootstrap Bill, de la esclavitud a bordo del Flying Dutch, es un elemento crucial de la segunda y tercera películas. La atormentada relación de Angélica con su padre, Blackbeard, es un elemento importante de la cuarta película. En la quinta, tanto Henry Turner como Carina Smyth intentan liberar o buscar a sus padres.

"Y mientras tanto", continúa Bruckheimer, "el Capitán Jack comparte momentos con su padre pirata, el Capitán Teague, en la tercera y cuarta películas, y en la quinta lo hace con su Tío Jack, que había desaparecido hace mucho tiempo. Las películas de 'Piratas del Caribe' son lo más parecido a un asunto de familia y en más de un aspecto".

Bruckheimer añade: "Y hablando de familia, también queríamos recuperar al Capitán Barbossa, a Will Turner, a Gibbs y a otros personajes favoritos de las entregas anteriores. Pero también queríamos inventar un nuevo y fascinante antagonista y más personajes nuevos para renovar el mundo de 'Piratas del Caribe'".

Como Ted Elliott y Terry Rossio antes que él, Jeff Nathanson también estudió la atracción original de Disneyland para encontrar el tono y algunas ideas. "Tengo tres hijos", señala, "así que no fue difícil llevarme a la familia para investigar en Disneyland. La atracción es una fuente increíble de inspiración, y resulta difícil no servirse de sus elementos para escribir el guión". Y, de hecho, el título en inglés de la nueva película hace hincapié en las palabras abominables que se pronuncian con tono lúgubre en la atracción original: "Dead Men Tell No Tales".

Como resultado de su talento y respeto por la franquicia, el guión de Nathanson está repleto de secuencias de acción trepidante y también de comedia que se han convertido en el sello distintivo de las películas anteriores de "Piratas del Caribe", con grandes dosis de emoción y sentimientos.


Capitanes al timón
Mientras Jeff Nathanson estaba ocupado materializando la visión de los realizadores y el espíritu de la nueva aventura, empezaron a buscar en serio un nuevo director. Pero lo que nadie esperaba era terminaran no con uno, sino con dos. O que vinieran de Noruega, a más de 8.000 kilómetros de Hollywood, un país con su propia tradición histórica de piratas marineros... aunque allí se les conoce con el nombre de vikingos.

En realidad, el equipo noruego de dirección formado por Joachim Rønning y Espen Sandberg que ya había deslumbrado al público de todo el mundo con "Kon-Tiki", su epopeya nominada al Oscar® que cuenta la historia de la exploración oceánica, a la que siguió la miniserie "Marco Polo" de Netflix, una producción a gran escala y que recibió excelentes críticas, se entusiasmó con el proyecto ya que eran fans acérrimos de la franquicia.

Al explicar su elección de directores, Bruckheimer dice: "Si consigues que directores nominados al Oscar® jóvenes, agresivos y entregados cuenten una historia que ya hemos visto cuatro veces, tienes garantizado un enfoque totalmente nuevo. Y eso es lo que queríamos. Queríamos que aportaran su creatividad y su gran cultura cinematográfica para que este 'Piratas' fuera especial y fresco".

Y añade: "Aportan estilo y esplendor a la película. Es toda una reinvención de una película de 'Piratas' por el enfoque que le han dado, por su forma de hacerla y por la música. Todo va muy deprisa".

"Espen y Joachim son grandes fans de la franquicia", comenta el productor ejecutivo Chad Oman, presidente de Jerry Bruckheimer Films. "Aportan mucho entusiasmo y una sensibilidad juvenil al proyecto, y además están acostumbrados a trabajar en el agua y en circunstancias difíciles. Aunque 'La Venganza de Salazar' tiene una escala mucho mayor que sus producciones anteriores, su experiencia les iba a ayudar a superar las enormes dificultades a las que se enfrentarían en esta ocasión".

Para los directores, la oportunidad de formar parte de la franquicia "Piratas del Caribe" era un sueño hecho realidad. "Es el tipo de película que nos gusta y con la que crecimos", dice Sandberg. "Esa mezcla de aventura, acción y comedia es lo que siempre nos ha fascinado de las grandes películas norteamericanas".

Rønning lo confiesa: "Los films de 'Piratas' me recuerdan el tipo de películas que me inspiraron para convertirme en director cuando era niño. Ahora que tengo hijos, es genial hacer una película que también pueden ver ellos. Es una auténtica película familiar.

"Sabíamos que intentar algo original con la quinta entrega iba a ser un desafío, pero eso era importante para nosotros", continúa Rønning, a lo que Sandberg añade: "Es una franquicia increíble y una gran responsabilidad para nosotros. Esta saga tiene muchísimos fans en todo el mundo, y nosotros también lo éramos cuando veíamos las películas en Noruega".

A Rønning y Sandberg también les fascinó la idea de estar a las órdenes de un productor que admiraban desde hace muchos años. "Cuando éramos niños veíamos las películas de Bruckheimer", dice Rønning. "Pero al ser noruegos, ese tipo de películas nos parecían muy alejadas de nosotros. Recuerdo nuestras primeras reuniones con Jerry. Espen y yo estábamos alucinados porque para nosotros es un héroe. Íbamos a trabajar con alguien con quien crecimos y a quien idolatramos. Es una leyenda".

Para los directores era importante que "La Venganza de Salazar" fuera tan divertida para los espectadores que nunca habían visto una película de "Piratas del Caribe" como para los antiguos fans de la franquicia. Sandberg comenta: "Nos aseguramos de presentar a todos los personajes de forma exhaustiva. También contamos con dos nuevos protagonistas y un nuevo villano. Así que es una película que puedes disfrutar aunque no hayas visto las anteriores. Pero si las has visto, te permite profundizar más. Así que funciona a varios niveles".

Al referirse a su enfoque, Rønning dice: "Todas son grandes películas, pero la primera 'Piratas del Caribe' era especial. Queríamos recuperar algo de ese espíritu y hacerlo un poco más oscuro, un poco más crudo. Para nosotros también era muy importante que Jack Sparrow siguiera siendo Jack Sparrow. Y al igual que hicieron en la primera película de 'Piratas', queríamos crear personajes reales con los que el público pudiera identificarse. Hay una historia de amor real y después Jack Sparrow entra y echa a perder la fiesta. Esa dinámica y esa estructura era lo que buscábamos pero manteniendo intactos los elementos más oscuros".

Sandberg añade: "Queríamos hacer el guión y la película, como ha dicho Joachim, basándonos en el espíritu de la primera película, la que nos había inspirado. Pero también nos inspiró muchísimo la atracción de Disneyland porque si te montas con un niño resulta muy divertido y también aterrador. Así que queríamos transmitir esa misma emoción".

Trabajar en una película de esta envergadura y presupuesto era una novedad para los directores, pero lo cierto es que no se sintieron intimidados. "Todas las películas de 'Piratas' son épicas", dice Sandberg. "Queríamos que esta película fuera tan grandiosa como divertida. Queríamos que el público sintiera lo mismo que cuando se sube a la atracción, que fuera divertida, aterradora y emotiva. Y eso significa grandes secuencias de acción que son totalmente originales y que no se han visto nunca. También queríamos que resultara cercana y emotivo e incluir algunas escenas que llegaran al corazón. Por supuesto, es muy divertida gracias a Johnny y al resto de los actores. Es un gran trabajo de equipo y contamos con un grupo increíble tanto detrás como delante de la cámara para convertir este material en una película épica y divertida".

Rønning añade: "Como ha dicho Espen, en la franquicia hay una tradición que consiste en encontrar esa escena de acción grandiosa que el público no ha visto nunca y que produce un gran impacto por su originalidad. Recuerdo que en una de mis primeras reuniones con Johnny Depp, él estaba hablando del personaje de Jack Sparrow y de lo que le inspiró, y también se refería a Buster Keaton y a Charlie Chaplin. Así que nos propusimos introducir algunos de esos momentos de comedia al estilo Buster Keaton, pero para un público moderno".

Al resumir la experiencia de trabajar en la película, Rønning dice: "Todos los días de rodaje tenían un componente surrealista y no sólo porque se trata de una superproducción, también por los personajes, los barcos y todos esos elementos que han significado tanto para nosotros cuando éramos pequeños y veíamos las películas. Así que fue como volver a estar en la zona de arena del parque pero en vez de cubos, teníamos todos estos juguetes alucinantes con los que poder jugar. Sentía la magia cuando recorría el set y veía a todos esos personajes a mi alrededor. Era alucinante".


Manos a la obra
Bruckheimer, Rønning y Sandberg comenzaron a llamar y a reunir a miembros del reparto tanto nuevos como antiguos. Además de Johnny Depp, que retoma el papel del extravagante Jack Sparrow, el personaje favorito de los fans, Australia también presta a la película uno de sus tesoros. Y es que Geoffrey Rush regresa para dar vida al Capitán Barbossa, que ahora está a cargo del barco de Blackbeard, la Venganza de la Reina Ana, y que está literalmente sentado sobre un gigantesco botín; Kevin R. McNally puede presumir de haber estado en las cinco entregas de "Piratas" y encarna a Joshamee Gibbs, un auténtico cuentista muy aficionado a la botella de ron; Stephen Graham da vida al encantador Scrum; Martin Klebba es el diminuto y escabroso Marty; Giles New y Angus Barnett como Murtogg y Mullroy, que pasaron de ser casacas rojas a piratas en la escena final de "En el fin del mundo"; y el incontenible Jack el Mono, el querido compañero de Barbossa (que el Capitán Jack odia con todas sus fuerzas), que interpretan los capuchinos carablanca Pablo y Chiquita, unos actores de primera; y, para deleite de los fans de "Piratas del Caribe" en todo el mundo, Orlando Bloom como Will Turner, cuya maldición obliga a navegar eternamente los mares como el nuevo Davy Jones, y Keira Knightley, que hace una aparición como Elizabeth Swann.

Johnny Depp vuelve a convertirse en el Capitán Jack y reflexiona sobre lo que hace que su personaje guste tanto al público. "Creo que ante todo se debe a su irreverencia, que es más inocencia que irreverencia porque hay cierta pureza en Jack. Pero tiene la mala costumbre de decir lo primero que se le viene a la cabeza y luego tiene que apechugar con las consecuencias. Puede que se dé cuenta durante cinco segundos y medio porque parece algo contrariado. Pero al público le gusta que se salga con la suya porque es lo que les gustaría hacer a todos. Le dice a la gente cosas que a todos nos gustaría decir".

Al referirse a la situación en la que se encuentra Jack al principio de la película, el director Joachim Rønning afirma: "Nos encontramos con un Capitán Jack de capa caída. Todo le va mal. En realidad está maldito. Atraviesa una racha de mala suerte y se ve obligado a atracar un banco en tierra. Y en medio del atraco se queda dormido en la cámara acorazada. Ahí es donde le vemos por primera vez en esta película. Su tripulación acaba abandonándole, así que está solo y sienta lástima de sí mismo".

Como de costumbre, el Capitán Jack sigue igual y por una buena razón, tal y como explica Depp: "Una de las decisiones clave que tomé sobre el Capitán Jack es que no quiero que evolucione. No creo que aprenda nada de las cosas que hace, y no quiero que lo haga. Se limita a seguir adelante y después desaparece. Así que no hay necesidad de que se redima. No tiene trayectoria vital. Es lo que es y no podría ser de ninguna otra forma. Es como el centro más profundo de la parte reptiliana de nuestro cerebro".

Para Depp, regresar a la película y trabajar con Jerry Bruckheimer fue algo "instantáneamente familiar". "Hay un ambiente muy acogedor en el que se me permite intentar muchas cosas", dice Depp, "me siento cómodo haciendo locuras, volando por los aires, intentando cosas diferentes, cambiando los diálogos, modificando totalmente una escena para ver qué pasa. Creo firmemente en que los errores, el azar y la improvisación resultan muy útiles en la película".

Y añade: "Además, Jerry siempre ha estado ahí. Esa es la clave: Es un apoyo increíble para todos los miembros del equipo. Lleva casi 20 años trabajando con los mismos equipos. Es un productor que produce".

A Geoffrey Rush, cuyo personaje del capitán Barbossa se ha unido al Capitán Jack en el panteón de los grandes piratas, le encantó volver a surcar los mares. "Empezamos a rodar la primera película de 'Piratas' en septiembre de 2002, así que han pasado 13 años entre aquel rodaje y este. Por esa razón somos una especie de gran familia", señala el actor. "Y no me he cansado porque cada vez que me envían el siguiente guión, parece que el personaje de Barbossa se transforma. Así que una vez más, en 'La Venganza de Salazar', le han dado a Barbossa una dimensión completamente nueva, lo que le lleva a tomar un camino diferente".

Rush cuenta la situación de Barbossa en esta película: "Barbossa se ha hecho extremadamente rico. Tiene muchísimo dinero y muy poco gusto. Está dirigiendo un imperio enorme, puede que 10 o 12 naves, así que él es la piedra angular. Pero un visitante sorpresa irrumpe en su vida y en la película, su objetivo será acabar con él".

El "visitante sorpresa" es el Capitán Salazar, que interpreta Javier Bardem. "La relación entre Barbossa y Salazar es, '¿quién es este tipo?'", dice Rush. "'¿Por qué ha vuelto y por qué está acabando con mi imperio, mi estilo de vida?'. Salazar ha estado bajo el mar durante 25 años, atrapado en un enclave del Triángulo de las Bermudas. Él y sus cohortes muertos están en un limbo marítimo y se han convertido en criaturas submarinas. Pero deben permanecer en el mar porque no pueden sobrevivir en tierra, lo que le da mucho interés a la trama".

Pero en esta ocasión, el personaje de Barbossa ha evolucionado. Como dice el director Espen Sandberg: "Barbossa tiene un arco interpretativo muy interesante en esta película. Ahora es riquísimo, mientras que Jack está en las últimas. Pero hacia el final de la película, la suerte de Barbossa cambia ya que comprende que hay un tesoro más grande de lo que él había imaginado jamás".

A Rush le encantó interpretar otra faceta de Barbossa y dice: "Barbossa es despiadado. Es muy pomposo. Es narcisista. Y utiliza el lenguaje de forma muy astuta y manipuladora. Para su edad sigue siendo un espadachín espantoso. Es un luchador sucio. Pero por primera vez, en esta película ocurre un acontecimiento que esconde un elemento sorpresa de vulnerabilidad. Es la primera vez que interpreto a un Barbossa al que cogen con el pie cambiado. Tendrá que ir a terapia para recuperarse".

A Orlando Bloom, que retoma su papel del maldito-para-siempre Will Turner, le encantó volver a hacerse a la mar con sus colegas. "Tengo unos recuerdos maravillosos de las tres primeras películas", dice Bloom. "Fue una época increíble de mi vida, y la idea de volver no me planteó ningún problema. Para mí, especialmente ahora que tengo un hijo, estas películas son puro entretenimiento. No viví ningún momento malo haciendo estas películas, así que es como volver a estar con tu pandilla de colegas".

Kevin McNally retoma su personaje de Joshamee Gibbs y dice: "Ya tengo las cinco estrellas. Soy una de las tres personas del reparto que ha estado en las cinco películas, así que me siento tremendamente orgulloso. Creo que la calidad de la serie se debe sobre todo con la increíble creación del Capitán Jack Sparrow interpretada por Johnny, y con el magnífico Barbossa que encarna Goeffrey".

Para Stephen Graham, retomar su papel de Scrum fue liberador, un respiro de los personajes muy serios que suele interpretar con tanta brillantez. "Scrum no se parece nada al trabajo que suelo hacer", confiesa Graham. "En esta película no soy un psicópata asesino ni un alcohólico torturado. Así que me puse contentísimo. ¡Me divertí tanto en la última! Es una gran aventura formar parte de algo tan popular en todo el mundo. Estaba deseando empezar a rodar".

Hay un extraordinario grupo de actores que se hacen a la mar por primera vez encabezados por el ganador del Premio de la Academia® Javier Bardem, que aportó su estilo atrevido y experimental para crear al rival multidimensional del Capitán Jack, el temible Capitán Salazar, conocido como "El Matador del Mar". Con su tripulación de muertos vivientes, Salazar limpia el Caribe de piratas con una ferocidad endemoniada, no sólo por lealtad a la Corona española, sino también por una venganza particular contra un pirata en particular. Pero siempre deja a un hombre vivo para que pueda contar sus aterradoras andanzas.

Mientras se preparaba para su papel de Salazar, el actor comenzó a formular ideas, que incluían la de pensar en Salazar "como un toro herido, lleno de rabia y con muchas ganas de vengarse. Una de las cosas que me atrajo como actor es la personalidad de Salazar. Entiendo su mentalidad. Es evidente que es un villano, pero en cierto sentido también podemos empatizar con él. Esa fue la parte divertida, y ahí es donde Jerry Bruckheimer, Joachim y Espen, Jeff Nathanson y Disney se convirtieron en parte del mismo desafío. Para un actor es gratificante que en una película de esta envergadura tengan en cuenta tus ideas y tus propuestas".

Para los directores Rønning y Sandberg, era importante crear un villano memorable con Salazar. "Era un reto, porque según el guión Salazar está muerto", dice Rønning. "No es un verdadero fantasma en el sentido tradicional de la palabra, pero está condenado a vivir en una especie de limbo. Así que para nosotros era importante dotar de profundidad al personaje. Y por eso nos sentimos tan afortunados cuando nos dijeron que Javier Bardem iba a encarnar al Capitán Salazar. Estábamos impacientes por ver lo que iba a aportar".

"Fue genial trabajar con Javier Bardem porque aportó algo nuevo a los dos Salazar: El Salazar vivo y el Salazar muerto ", dice Sandberg. "Eligió interpretar al Salazar vivo como un torero y al Salazar muerto como un toro herido. Esa fue su manera de abordar el personaje y es lo que lo hace tan interesante".

El productor Jerry Bruckheimer añade: "Creo que Salazar es la cabeza del árbol genealógico de los villanos anteriores. Es el personaje más aterrador que hemos hecho nunca porque es despiadado. Y el hecho de que no estés muy seguro de si está vivo o muerto añade más intriga. Es una bestia y no pueden asesinarle, ni tampoco pueden asesinar a su tripulación. Así que eso los hace aún más aterradores".

Para Bardem, trabajar en los sets de una producción tan gigantesca fue una experiencia interesante y positiva. "No he trabajado en muchas superproducciones así que me resulta difícil acostumbrarme a ver a tanta gente trabajando tan duro para que todo salga bien", dice el actor. "Cuando veo los sets me quedo alucinado por su grandiosidad y la calidad de los detalles. Todo está hecho para despertar tu imaginación y para servirte de inspiración. Está tan bien hecho que cuando pones los pies en esos barcos, te sientes contagiado por su grandiosidad. Así que como actor, es realmente inspirador. Está claro que hay muchísima gente trabajando entre bambalinas para hacerlo realidad. Es un placer enorme, una alegría y un privilegio estar en esos sets. Pensé que me iban a intimidar pero es todo lo contrario. Me inspiran".

Al reparto también se incorporaron dos de los jóvenes intérpretes con más talento del panorama cinematográfico actual. El australiano Brenton Thwaites, que había impresionado a los realizadores en películas como "The Giver" y "Son of a Gun", encarna a Henry, el joven marinero de la Marina Real británica que busca desesperadamente la forma de salvar a su padre de un destino terrible y al que apenas conoce; y la británica Kaya Scodelario, que saltó a la fama en la serie de televisión "Skins" para interpretar después papeles cada vez más potentes en el cine, y que encarna a Carina, una joven matemática y astrónoma, cuya belleza iguala a su inteligencia y fortaleza.

Para Thwaites la emoción de ser elegido para "La Venganza de Salazar" fue aún mayor porque cuando se estrenó la primera película él era un niño y había sido fan de la serie desde entonces. "Las películas de 'Piratas del Caribe' han sido una parte importante de mi vida", dice Thwaites. "Vi la primera entrega cuando tenía 14 o 15 años. Me enganché a la historia desde el momento en que Geoffrey Rush sale de las escaleras del barco y dice: 'Será mejor que empiece a creer en historias de fantasmas, Señorita Turner'".

El entusiasmo de Thwaites por interpretar a Henry se desbordó cuando leyó el guión. "Cuando leí el guión por primera vez, me di cuenta de que Henry era el hilo conductor de la película", explica el actor. "Pensé que formar parte de una historia tan grandiosa e interpretar a uno de los personajes clave era una gran oportunidad".

A lo largo de la historia, Henry une fuerzas con Carina Smyth, interpretada por Kaya Scodelario, para encontrar el Tridente de Poseidón con el fin de liberar de una maldición a su padre, Will Turner. Pero pronto surge otra dinámica entre Henry y Carina. Como explica Thwaites: "A lo largo de la historia, Henry intenta encontrar a su padre, pero por el camino se da cuenta de que siente algo por Carina y no sabe cómo expresar sus sentimientos. Jack, muy en su papel, le incita a que demuestre sus sentimientos y a dar el primer paso".

Actuar junto a Johnny Depp fue una experiencia muy positiva para Thwaites, que afirma: "Johnny aporta el factor impredecible al set. Nunca se sabe lo que va a hacer en una escena. Eso es aterrador para un actor, pero cuando funciona es insuperable. Es a lo que todos aspiramos. Me encanta. Me anima a improvisar, que es una de las cosas más difíciles de hacer".

Para Kaya Scodelario, formar parte de "Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar" de Disney/Jerry Bruckheimer Films fue una gran oportunidad para ampliar su registro de actriz. "Nunca había hecho comedia y las películas de 'Piratas' siempre me parecieron muy divertidas. El humor es inteligente. Es un humor para adultos pero que también entienden los niños. Quería ponerme a prueba como actriz".

Al describir su personaje, Carina Smyth, Scodelario señala: "Es una mujer joven y sin familia. Es huérfana, pero siempre ha luchado por salir adelante por sus propios medios. No deja que nadie le marque el camino que debe seguir. Quiere ir a la universidad. Ese es su principal objetivo. Quiere ser astrónoma. Quiere estudiar el tiempo y el espacio, las estrellas y el universo".

En la historia, la misión de Carina es muy personal. "Creo que lo que más desea es saber quién es. Quiere estar segura de que ha cumplido con su legado y que su padre está orgulloso de ella. Quiere concluir una misión que lleva estudiando desde la infancia".

Unir fuerzas con Henry es clave para desentrañar el pasado de Carina. Scodelario lo explica: "Carina quería conocer a Henry porque oyó que había un hombre que contaba cosas que ella reconoce, así que está convencida de que puede ayudarla. Se disfraza para encontrarlo e intenta convencerlo para que la ayude y poder encontrar juntos lo que ambos buscan con tanto ahínco".

Pero ambos personajes tienen escalas de valores muy diferentes. "Carina cree en la ciencia y Henry cree en la superstición", dice Scodelario. "Pero poco a poco empiezan a comprender que en el mundo de los Piratas hay un pizca de ambas cosas y que todo es posible".

Otros recién llegados al reparto incluyen la famosa actriz de origen iraní Golshifteh Farahani que da vida a Shansa, una misteriosa y poderosa bruja del mar, y el veterano actor australiano David Wenham como Scarfield.

Wenham, cuyos numerosos créditos incluyen ser coprotagonista con Johnny Depp en "Enemigos públicos", interpreta a un oficial de la Marina Real británica, despiadado y decidido. "Scarfield odia dos cosas", señala Wenham, "los piratas y las brujas. Es un hombre desconfiado, supersticioso y cuando se entera de la existencia del Tridente de Poseidón -aunque no sabe si es de verdad o no- quiere conseguirlo para la Marina británica".


¡Levad el ancla e izad las velas!
Los jefes de producción cambiaron el acento británico por el acento australiano y decidieron trasladar el rodaje de "La Venganza de Salazar" a lugares muy remotos. Después de explorar numerosas localidades internacionales, la producción se decidió por el paraíso de Gold Coast en el estado de Queensland, situado en la costa este de Australia. El rodaje de la quinta entrega de la ya legendaria serie, "Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar", comenzó el 16 de febrero de 2015.

Durante el rodaje, la producción echó el ancla en diferentes localizaciones de la costa australiana, en particular Moreton Bay, Lennox Headland Reserve, Hastings Point, Tamborine Mountain y las famosas Islas Whitsunday, antes de atracar definitivamente en Vancouver, Columbia Británica, para los 13 últimos días de rodaje.

Para el director de fotografía Paul Cameron esta es su primera película de "Piratas del Caribe". "Para Paul Cameron está es su primera incursión en una cinta de 'Piratas del Caribe'", dice Bruckheimer. "Así que también aporta una perspectiva fresca. Tiene un ojo increíble y es alguien que sabe utilizar la luz y hacer que las cosas sean espeluznantes y aterradoras, pero también muy vibrantes. Toca todos los palos y no es que le dé un nuevo aspecto a la película de 'Piratas' sino un aspecto diferente".

El diseñador de producción Nigel Phelps, que había creado los sets y los barcos gigantescos y meticulosamente detallados de "Pearl Harbor", la película de Bruckheimer, se enfrentó a la tarea de diseñar y construir un gran número de entornos, desde una aldea caribeña completa hasta la tumba de un dios en el fondo del mar. También diseñó 13 barcos, algunos de 48 metros de eslora, incluyendo una Perla Negra completamente reconstruida y la Venganza de la Reina Ana y el "castillo flotante" del Capitán Salazar, el imponente galeón Silent Mary tanto en versión pre como post fantasma, así como barcos de guerra de la Marina británica, barcos pirata, y la desvencijada Dying Gull, que el Capitán Jack incauta a falta de algo mejor. "Lo principal es respetar lo que ha ocurrido en las películas anteriores", señala Phelps, "que ya era de por sí fantástico, pero actualizándolo e intentando que el público vea imágenes que no había visto antes".

La historia comenzó el primer día del rodaje, y los directores Joachim Rønning y Espen Sandberg abordaron en primer lugar las gigantescas escenas del enorme set que reproduce la ciudad de St. Martin. Se trata de un pueblo ficticio del Caribe concebido por Phelps y por el director de arte Ian Gracie, y construido por un verdadero ejército de artistas y artesanos. Construido en cinco hectáreas de terreno verde en el suburbio de Maudsland, St. Martin es una versión muy imaginativa de una aldea colonial británica del Caribe, hacia 1750.

Teniendo en cuenta que tanto Port Royal como Tortuga ya se habían reproducido en anteriores películas de "Piratas del Caribe", Phelps quería crear para "La Venganza de Salazar" un entorno que resultara nuevo y diferente para el público. "Creé una mezcla de estilos entre inglés, italiano y francés, y apliqué colores caribeños a una arquitectura de corte europeo", explica Phelps. Phelps encargó al jefe de construcción Sean Ahern construir varias estructuras individuales de manera que las pudiera levantar una grúa para llevarlas a otra parte de la ciudad que, según Phelps, "es una buena idea porque te permite multiplicar el número de edificaciones".

Uno de los puntos culminantes del deslumbrante set a escala de la ciudad de St. Martin fue Swift's Chart House. La atrezzista Beverley Dunn la llenó con mapas, gráficos, libros, globos terráqueos, maquetas de barcos y, como pieza central, un enorme telescopio que sobresale por el techo del observatorio. "Quería que Swift's pareciera un lugar muy académico y teatral", dice Phelps. "Quería que fuera al mismo tiempo una biblioteca, un museo, y un observatorio".

Las secuencias iniciales de St. Martin contaron con casi 500 extras magníficamente ataviados por Penny Rose, con carros y carruajes tirados por caballos, animales y todo un banco hecho de madera arrastrado calle abajo por un grupo de caballos manejado por la banda de piratas del Capitán Jack. Lo que se dice robar un banco de forma literal. Esta secuencia importante y compleja se rodó intermitentemente durante varias semanas.

El 23 de febrero, la primera mañana del rodaje del atraco al banco, el primer ayudante de director Chris Castaldi, examinó el espectáculo que tenía ante él en el set de St. Martín, y tomó las siguientes notas sobre el rodaje que se iba a desarrollar: "Doce caballos tirando de todo un edificio que reproduce un banco van a galopar calle abajo y estrellarse contra un mercado. Tres de los puestos tienen trinquetes así que van a rebotar en las paredes. Después tengo a unos 40 especialistas saltando por todas partes. Paul Cameron tiene siete cámaras, dos lentes largas, dos Crashbox, una cámara de mano, una grúa en un tejado y un drone volando por el cielo. Así que es una manera muy divertida de empezar un lunes. ¿Qué podría salir mal? ¡Va a ser genial!"

Está claro que el coordinador de especialistas Tommy Harper tenía mucho trabajo por delante con esta secuencia extraordinariamente difícil. "Comenzamos con una explosión, justo fuera de la verja", dice sonriendo. "Teníamos al gran luchador australiano, Grahame Ware, Jr., en el caballo principal. Y contábamos con Mark Tearle, un magnífico piloto de motos y especialista de Gold Coast, conduciendo el banco".

¿Y cómo se conduce un banco?

"El vehículo, llamado Manitou, es un tractor y el departamento de arte construyó todo el edificio del banco alrededor de él", explica Harper. "El banco tiene una fachada falsa de plexiglás y aunque no se puede ver a través de ella, Mark sí puede ver desde el interior. Fue un verdadero trabajo de equipo entre los jinetes, el departamento de efectos especiales, y nuestro departamento de especialistas".

En la segunda semana de rodaje, la producción se trasladó al "parque de barcos" en el cercano pueblo de Helensvale. Era un recinto repleto de barcos montados sobre sofisticados cabezales informatizados y platos giratorios desarrollados por el supervisor de efectos especiales John Frazier, ganador de varios Oscar®, y que ejerció de consultor en la película.

El primer barco que se filmó en el parque de Helensvale fue el buque de guerra británico Essex y, con actores y extras maravillosamente bien iluminados por el director de fotografía Paul Cameron en la cubierta, con humo y niebla flotando sobre los mástiles y velas, incluso los que estaban acostumbrados a rodar en mar abierto en las anteriores películas tuvieron que reconocer que la magia había funcionado.

"Antes de empezar, decidimos que el rodaje iba a tener lugar sobre todo en tierra", explica el productor ejecutivo Joe Caracciolo, Jr. "Construimos dos enormes espacios de pantallas azules y colocamos bloques de cemento en Helensvale. Contamos con dos configuraciones de barcos, versiones de 33 y 40 metros, y manteniendo el mismo chasis y tipo de arrastre, el diseñador de producción Nigel Phelps y su equipo crearon más de diez naves diferentes para construir los sets encima de ellas".

"Era imposible construir 13 barcos de verdad para rodar en el agua", señala Jerry Bruckheimer. "Habríamos perdido muchísimo tiempo llevando en ferry al reparto, al equipo y a los extras desde tierra al mar, sin contar las semanas o meses pendientes de las condiciones meteorológicas y de luz".

Con la creciente sofisticación de los efectos digitales, resulta difícil distinguir entre uno y otro, y ese trabajo recae en el supervisor de efectos visuales Gary Brozenich, que recibió una nominación al Premio de la Academia® por su estelar trabajo en la producción de Bruckheimer "El llanero solitario" y ya aportó muchos efectos visuales a "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas".

En la película, Brozenich y sus equipos de efectos visuales se enfrentaron a un montón de desafíos ya que tuvieron que crear 1.800 efectos visuales, desde agua fotorrealista donde no existía hasta los efectos de maquillaje de Salazar y su extrañísima tripulación pasando por crear uno de los ataques de tiburones más aterradores de la historia del cine, gaviotas fantasmagóricas e incluso una figura de proa que cobra vida, sin olvidar las batallas del asediado Capitán Jack.


¡Qué me parta un rayo!
Javier Barden se convirtió en el vengativo Capitán Salazar en la tercera semana de rodaje. Él y su tripulación fantasmal son una aterradora representación del deterioro espectral de la carne humana. Van ataviados con uniformes destartalados, mientras tripulan un barco igual de espeluznante, The Silent Mary.

Su arquitecto, el diseñador de producción Nigel Phelps llamaba al Silent Nary "un portero de discoteca magullado". Se trata de un castillo español flotante, con torreones, cañones giratorios en cubierta y estatuas de caballeros medievales con armadura completa adornando sus cubiertas y exteriores. La versión "maldita" del Silent Mary era muy diferente y ofrecía un aspecto deteriorado muy pintoresco: grandes agujeros en su estructura de madera podrida; algas incrustadas en la vela mayor; algas marinas enrolladas en las cuerdas deshilachadas; torreones, cañones, estatuas, armamento... todo está recubierto de un musgo verde y viscoso; velas destrozadas y desgarradas... más bien harapos; la vela mayor está partida en dos y cuelga sobre la cubierta... el antiguo orgullo de la Marina Española es ahora un espectro aterrador, igual que su capitán.

"Ambos barcos son una obra de arte", dice Javier Bardem de las dos versiones del Silent Mary, "pero sobre todo el barco maldito que se convierte en el barco fantasma. Fue alucinante y cuando estuve en él sentí una gran tristeza; experimenté ese eterno dolor que sufren mi personaje y su tripulación debido a la maldición. El barco anterior a la maldición era todo lo contrario. Era brillante y potente y totalmente indestructible. Y así es el personaje de Salazar cuando está vivo. Está deseando ser el rey de los mares y eso es lo que refleja ese barco".

Debido al maquillaje fantasmal que lleva, Bardem pasaba dos o tres horas al día en la silla entregado a las hábiles manos del diseñador de maquillaje Peter King, ganador de un Oscar. "Es increíble lo que han hecho con el maquillaje", dice Bardem. "Una vez que te lo pones, cambias el chip. Pero lo bueno es que no borra tu expresión. Mi mayor temor era que no poder mostrar emociones o sentimientos por culpa de las prótesis de la cara pero no fue así. Podía hacerlo y ahí es donde se ve la calidad de los artistas de maquillaje. Es cierto que estar sentado tanto tiempo en esa silla se hacía largo, pero también era muy gratificante porque me ayudaba a interiorizar mi personaje".

Al describir a Salazar y a la tripulación fantasma, Bardem señala: "Son personas a las que han abandonado y se sienten muertas por dentro, pero les queda pulso, cierta rabia, una llama de vida que buscan constantemente. No son figuras de la muerte, sino de la vida que podría suceder pronto, y ese es su objetivo". Peter King añade: "Tardamos tres meses en crear el diseño de Salazar y su tripulación fantasma, intercambiando ideas con Espen, Joachim y Jerry".

Al referirse al look del personaje, el director Joachim Rønning afirma: "Parte de la idea de Salazar y su tripulación era que el día en que mueren dentro del Triángulo del Diablo, Jack los había engañado para entrar allí. Pueden seguir andando pero les falta parte de su ropa y miembros del cuerpo, y a algunos les falta incluso la mitad de la cabeza. Así que es bastante aterrador, pero también es divertido ver cómo andan por ahí con la mitad del cerebro".

Espen Sandberg añade: "Están atrapados entre los vivos y los muertos. Están muertos pero todavía están aquí. Queríamos darles una apariencia de fantasmas. Por ejemplo, el pelo flota como si estuviera bajo el agua. Y también la ropa que llevan. Además se les caen trozos de sus prendas cuando se mueven. Se están desintegrando ante nuestros ojos".

Para ambos directores, acertar con el aspecto de Salazar y su tripulación era una prioridad. Así que trabajaron estrechamente con Nigel Phelps, la diseñadora de vestuario Penny Rose, y el supervisor de efectos visuales Gary Brozenich para crear el mundo premonitorio que habitan. "Para mí era muy importante dejar claro que los fantasmas venían de las profundidades del mar, así que tuve la idea de que el pelo y los uniformes flotaran", explica Rønning. "Fue increíble ver cómo el supervisor de VFX Gary Brozenich y el equipo de MPC lograban que ese concepto cobrara vida en centenares de planos de Salazar".

King se inspiró en algo muy raro para el look de Salazar y su espantosa tripulación 'no muerta'. "Césped reseco, agrietado", explica. Y añade: "Ese es el aspecto destruido que presentan sus rostros del que faltan algunos trozos. Queríamos que parecieran fantasmas, no zombis, como si hubieran sobrevivido a una gran explosión. El proceso de maquillaje de cada fantasma duraba casi dos horas. Tenemos que pintar todas las grietas, utilizando pulverizadores, pintando a mano y aplicando salpicaduras. Después empiezas a construir las capas con prótesis".

El departamento de peluquería de King llegó a crear más de mil pelucas para la película, y en los días más importantes maquillaban a 700 extras y 30 actores principales, con un equipo de 21 personas y otras 70 en una enorme carpa en segundo plano para especialistas, vaqueros y extras, a la que se referían como "la fábrica de salchichas".

King necesitaba cuatro o cinco horas para transformar a la bellísima Golshifteh Farahani en la calva tatuada, siniestra pero seductora Shansa, la bruja del mar. "Jerry Bruckheimer decía: 'Vamos a llegar un poco más lejos en esta película'. Así que esas eran nuestras instrucciones", señala King.

La galardonada actriz estaba encantada de trabajar en una película de "Piratas del Caribe. "Suelo trabajar en cine europeo independiente así que para mí esta superproducción de Disney y Jerry Bruckheimer fue una sorpresa. En la película, me transforman en algo que no se parece nada a lo que he hecho hasta ahora. Tengo que ser muy paciente para aguantar las horas de maquillaje, pero lo disfruto mucho porque es una gran oportunidad".

Al describir la estrambótica guarida de Shansa, Nigel Phelps dice: "Me fascina la mezcla de religión, misticismo y magia del siglo XVIII, y quería que la cabaña de Shansa pareciera muy orgánica y algo espiritual. No hay ángulos rectos ni paredes planas; Todo es muy natural. También quería que contrastara con el hospital militar donde Henry conoce a Carina, una arquitectura clásica con grandes techos abovedados, un lugar inquietante donde sientes la calma antes de la tormenta". La decoradora Beverley Dunn engalanó la guarida de Shansa con esqueletos, cadáveres de animales, hierbas secas, "cualquier cosa con la que puedas hacer un hechizo", como dice Phelps.

Los magníficos diseños visuales de Phelps y del director de arte Ian Gracie eran tan completos que también sirvieron para los departamentos de decorados de Beverley Dunn y de atrezzo de Richie Dehne. De esta forma todo era coherente con la visión de los directores Rønning y Sandberg. Uno de los elementos de atrezzo también fue uno de los más compactos: El diario de Galileo Galilei, que el padre de Carina Smyth dejó a su hija, con un rubí incrustado en su cubierta de cuero y muchos misterios incrustados dentro.

"Se invirtió mucho tiempo en decidir lo que contendría el libro", explica Gabby Smith del departamento de atrezzo, "así que cada página tenía un gran trabajo de diseño, con caligrafía, ecuaciones matemáticas, algoritmos y diagramas". Para envejecer el diario, Smith reconoce riendo que aplicó un procedimiento muy poco tecnológico que se utiliza mucho en Australia: "El diario está teñido con una de nuestras bebidas favoritas... ¡té caliente!", confiesa. "A veces también utilizamos un poco de café instantáneo y empapábamos el papel o lo salpicábamos para hacer manchas irregulares. Después lo dejábamos secar al sol".

En marzo se rodó mucho en el parque de barcos de Helensvale, a bordo del Essex, el Monarch, el Queen Anne's Revenge, el Silent Mary y, finalmente, en abril, en la nueva versión de la Perla Negra que es una reproducción exacta, de proa a popa, de las dos versiones anteriores de la Perla, tal y como se ve en la primera, segunda y tercera películas. Gracias al sofisticado cardan informatizado sobre el que estaba montada, todos los que iban a bordo tenían la impresión de estar en alta mar, golpeados por las olas, y a merced del viento y las corrientes. De hecho, el desgastado cabrestante de la nueva Perla Negra es el mismo que él de la versión del barco que se ve en "La Maldición de la Perla Negra". También se utilizó en la Perla Negra que se veía en "El cofre del hombre muerto" y "En el fin del mundo".

A continuación, el diseñador de producción Nigel Phelps creó un majestuoso fondo marino y la Tumba de Poseidón, un maravilloso paisaje de rocas, coral y arena negra (ésta última se fabricó con caucho de ébano triturado). Con el agua azotando las diez bandejas suspendidas a 15 metros del suelo de estudio e iluminado con 22 luces LED del diseñador de iluminación Raffi Sánchez -un veterano de las cinco entregas de "Piratas del Caribe"- parecía que todo el edificio estaba bajo el agua.

Kaya Scodelario exclamó: "¡Es como rodar en una pecera! Es precioso, enorme, y muy, muy húmedo. Es la otra faceta del agua, intimidante y peligrosa. Los detalles estaban tan bien hechos que era muy fácil perderse y sentirte como si estuvieras en un mundo completamente diferente. Como actor, es increíble tener un set a esa escala".

"Mi idea inicial fue hacer que la Tumba de Poseidón fuera muy estilo Atlantis", dice Phelps, "pero Joachim y Espen querían algo más sobrenatural, algo que no se hubiera visto antes, que pareciera construido por los dioses. Supuso un reto considerable porque tuve que inventarme algo que pareciera construido por la naturaleza, pero que también fuera una estructura arquitectónica. Se me ocurrió hacer una especie de concha gigantesca que lleva allí siglos y está erosionada y podrida".

No fue sólo el equipo del coordinador de especialistas Tommy Harper compuesto por hombres temerarios el que arriesgó su vida y sus extremidades en la película. Durante el rodaje en el set del suelo submarino, tanto Johnny Depp como Geoffrey Rush tuvieron que colgarse a 10 metros de altura, empapados por torres de lluvia, mientras el resto del equipo les aplaudía a rabiar desde abajo.

Otra secuencia de acción espectacular orquestada por Tommy Harper, el coordinador de especialistas australianos Kyle Gardiner, el coordinador de peleas Thomas DuPont (un veterano de "Piratas del Caribe") y por el coreógrafo de luchas Andrew Stehlin, fue un duelo entre el Capitán Jack y Salazar, que tiene lugar en la Perla Negra y en el Silent Mary, con Jack saltando de cañón en cañón en cada barco mientras intenta salvar su vida. Tommy Harper señala: "En la película, la lucha con espadas es muy importante, así que contraté a Tom DuPont, que trabajó en las otras películas de 'Piratas del Caribe', como doble y coordinador de luchas. Tom es un maestro de espadas alucinante, y ha coreografiado todo el trabajo de espada que se ve en esta película".

"Tom, los actores y sus dobles ensayaron durante tres meses", dice Harper. "Los barcos están en aguas muy agitadas, así que se desplazan 6 metros, uno subiendo y otro bajando. Javier entrenó con nosotros para su lucha con espada. Aprendió rápido y se divirtió mucho haciendo las acrobacias. Ha sido genial trabajar con él". Para la escena, Harper había suspendido a Johnny Depp a 9 metros de altura. Estaba encima de un cañón aunque muy bien sujeto con un arnés de seguridad.

En junio, cuando el equipo puso rumbo al otoño australiano, el rodaje empezó a salir de los confines protegidos de St. Martin, del parque de barcos y de los interiores de los estudios Village Roadshow. Viajaron a lugares donde el público les esperaba ansiosamente para echar un vistazo a la película más grande que jamás había llegado a sus orillas. Su paciencia tuvo premio ya que Johnny Depp, totalmente disfrazado de Capitán Jack Sparrow, se reunió varias veces con miles de enfervorecidos fans y con periodistas de las noticias y la televisión en diferentes localizaciones.

Rodar a bordo del Dying Gull en alta mar en la preciosa bahía de Moreton recordó a los veteranos de "Piratas del Caribe" las películas anteriores, cuando pasaban mucho tiempo meciéndose en aguas abiertas ya que el campamento base se montó en dos transbordadores locales.

Después, el equipo puso rumbo al sur, a los verdes acantilados de Lennox Headland Reserve, una pequeña ciudad costera en Nueva Gales del Sur entre Byron Bay y Ballina, que recrea los acantilados caribeños, para rodar una escena con Orlando Bloom, Kaya Scodelario y Brenton Thwaites. Después llegaron tres días épicos rodando la emocionante y divertida secuencia en Execution Square en el set de St. Martin, con el Capitán Jack y Carina obligados a subirse a la tarima para ser uno guillotinado y otro colgado. Por cierto, las cabezas que hay en la cesta debajo de la guillotina se parecen mucho a las de los directores Rønning y Sandberg, cortesía del departamento de efectos especiales de maquillaje.

Uno de los elaborados "gags" ideados para la película por el guionista Jeff Nathanson y que luego ejecutaron el coordinador de especialistas Tommy Harper y el equipo especial de efectos físicos, fue una guillotina giratoria, en la que gira el Capitán Jack. "Recomiendo encarecidamente la instalación de uno de estos artilugios en vuestro patio trasero", dijo Depp a los extras que había allí. ¡Y sabía de lo que hablaba, después de haber sobrevivido a la tortura de la rueda de molino giratoria en "El cofre del hombre muerto"!

Cinco películas después, Kevin McNally tenía por fin la oportunidad de ser un auténtico espadachín en la secuencia de Execution Square. "En las películas anteriores, cuando la acción se ponía al rojo vivo, Gibbs estaba borracho o el Capitán Jack le enviaba a alguna misión. Pero esta vez no fue así. Gibbs participa en todas las secuencias de acción y eso me gusta muchísimo. Disparo cañones, fusiles y peleo con la espada".

Mientras veía cómo se rodaba su escena de Execution Square, Jeff Nathanson se maravillaba del talento cómico de Depp. "'Piratas' no podría existir sin el Capitán Jack, y Johnny Depp es quien lleva el peso de toda la franquicia. Johnny se apodera de cada centímetro del personaje con ingenio y encanto, y cuando le ves en el plató está claro que quiere a Jack tanto como nosotros. Escribir para Jack Sparrow es lo más divertido que puede hacer un guionista".

Para elaborar los intrincados ritmos de acción de "La Venganza de Salazar", los directores no sólo se fijaron en las películas anteriores, sino que retrocedieron a los días del cine mudo. "Hablamos de esto con Johnny", señala Joachim Rønning, "y recuperamos ese humor físico que se ve en las películas de Charlie Chaplin y Buster Keaton".

Espen Sandberg continúa diciendo: "Para nosotros es una película muy seria de piratas hasta que irrumpe el Capitán Jack. Y empieza la comedia. El resto de los actores también tienen diálogos divertidos, pero no son intérpretes cómicos. Ese es el equilibrio que perseguimos, y el auténtico espíritu de la franquicia".

Otro lugar impresionante fue Hastings Point, justo al otro lado de la frontera de Queensland, en Nueva Gales del Sur. Allí el día empezó con maravillosos bailes de bienvenida en honor del reparto y el equipo cortesía del clan Goobjingburra del pueblo de Bundjalung, que lleva miles de años a cargo de esas tierras. En la playa, Nigel Phelps fabricó un fantástico esqueleto de cachalote que hizo las veces de capilla nupcial para la hilarante secuencia de Hangman's Bay. ¿En qué se inspiró el diseñador de producción para crear el set? "Pura desesperación", dice riendo. "Hangman's Bay tuvo muchas versiones diferentes. Al principio era una ciudad, después intenté que pareciera un campamento en la selva, pero teníamos problemas para encontrar una buena localización. Después pasó a ser un exterior/interior de un gran barco podrido, luego una especie de circo loco con lanzafuegos y luchadores de caimanes".

Phelps continúa: "Al final se me ocurrió que, dado que la escena prevista en el guión exigía una capilla, me acordé que en la Isla de Wight había una tienda que tenía un esqueleto de ballena dentro. A Jerry Bruckheimer, Espen y Joachim les fascinó la idea, así que construimos el esqueleto en la playa de Hastings Point. Los escayolistas y los pintores hicieron un trabajo impresionante. Y lo adornamos con multitud de pequeños detalles, como un ancla que se convierte en un crucifijo".

La estruendosa secuencia de la boda se convirtió en un verdadero asunto de familia para Stephen Graham ya que los realizadores pidieron a su esposa, Hannah Walters, que encarnara a Beatrice Kelly, la descarada novia del Capitán Jack, y los dos hijos de Graham y Walters, los adorables Alfie y Grace, hicieron de los hijos anteriores de Beatrice, que venían en el paquete. Y el excelente departamento de maquillaje y peluquería se encargó de hacer que esta encantadora y atractiva familia tuviera el aspecto más desagradable posible.

En junio, el equipo volvió a sumergirse en el agua. Además de aumentar el tamaño ya de por sí enorme de los barcos y ensanchar el mar por el que navegan, creando efectos espectrales para Salazar y su tripulación y gran parte de Black Rock Island y la Tumba de Poseidón, Brozenich también se encargó de crear el ataque de tiburones más aterrador y extraño del cine... con tiburones fantasma. Y como siempre, la secuencia fue un trabajo de equipo entre diferentes departamentos. Se rodó en múltiples localizaciones, desde el depósito de agua al aire libre de Village Roadshow Studios de 40x30 metros hasta las interminables extensiones acuáticas de Whitehaven Beach en la Islas Whitsunday al final del rodaje en Australia.

"Nigel Phelps se encargó de diseñar los tiburones", explica Brozenich. "Están destrozados, marchitos, comidos, les faltan trozos enteros y se les ve el esqueleto. Hay versiones físicas de estos tiburones muertos, pero cuando los lanzan al mar, la cámara los sigue y cobran vida, y ahí es cuando empieza nuestro trabajo".

Y en lo más profundo de Gold Coast, Phelps diseñó un maravilloso y destartalado astillero caribeño (del que el diseñador de producción Nigel Phelps dice "que se parece a un parque de caravanas del siglo XVIII") donde el Dying Gull espera en dique seco para ser botado. Y es lo que ocurrió para deleite de cientos de espectadores situados al otro lado de la bahía que observaban la escena a bordo de todo tipo de embarcaciones flotantes.

Después, el equipo ascendió por Tamborine Mountain para un día de rodaje en una selva que bien podría ser de la era jurásica, con árboles enormes, vides retorcidas y un coro de pájaros. Allí tuvieron que ponerse cascos para protegerse de los pesados frutos negros que caen de los árboles centenarios. Los miembros australianos del equipo les tomaron el pelo diciendo que lo que caía eran "osos", los míticos marsupiales monstruosos semejantes a grandes koalas carnívoros que, según la leyenda, caían sobre las cabezas de las víctimas inocentes desde las copas de los árboles.


¡Rumbo a las islas, colegas!
Y llegó la hora de volar, así que el equipo hizo las maletas y recorrió 1.230 kilómetros hacia el norte hasta la Isla de Hamilton, a su base en las fabulosas Islas Whitsunday de Far North Queensland, para rodar tres días, el primero en la legendaria Whitehaven Beach en Whitsunday Island, y después dos días en la Isla de Haslewood.

Pero la operación logística no fue lo que se conoce como unas buenas vacaciones. "Teníamos 60 camiones que venían de los estudios de Gold Coast", explica el jefe de localizaciones Gareth Price, "que está a unos 1.400 kilómetros. Luego había un tramo en coche de 40 minutos y un viaje en barcaza desde tierra firme a la Isla de Hamilton, y después entre 40 minutos y hora y media de viaje en barcaza al resto de las islas donde rodamos, las Whitsundays".

Una vez más, al igual que en Hastings Point, se rindió respeto a los encargados de cuidar las tierras de Whitehaven Beach. "Somos el pueblo Ngaro de las Whitsundays", explicó Leo Peterson, Guardabosques de Queensland Park and Wildlife. "Hace más de 40.000 años que habitamos en estas islas. Nuestros antepasados han cazado y recolectado en estas islas durante generaciones, y también pescando en sus aguas. Whitehaven Beach fue una gran escuela para nuestro pueblo. Las mujeres solían enseñar a los jóvenes a cazar, pescar, recolectar y, cuando tenían edad suficiente, salían con los hombres a pescar al mar. Es muy importante que estos sitios sagrados y cotos de caza tradicionales se protejan y se conserven para las generaciones venideras.

"Es genial ver que 'Piratas del Caribe' ha llegado a las Whitsundays", continúa Peterson. "Estamos muy agradecidos de que rueden aquí para dar a conocer esta ciudad y sobre todo nuestro pueblo de las Islas Whitsunday, el pueblo Ngaro".

Los representantes del pueblo Ngaro celebraron una ceremonia tradicional antes del rodaje, "para que quien venga a nuestras tierras sagradas y a nuestras playas salga del agua purificado, dejando los malos espíritus en el mar, para que todo vaya bien a partir de ese momento".

"Para rodar en lugares como Hastings Point y Whitsundays, es muy importante obtener permiso y el sello de aprobación de los propietarios tradicionales porque estas tierras tienen un gran valor cultural", dice Gareth Price. "Pasamos mucho tiempo hablando con los ancianos y asegurándonos de que no hacíamos nada que perjudicara a su pueblo".

El director Espen Sandberg añade: "Tenemos que dar las gracias a Australia por dejarnos rodar en las Whitsundays. Nos permitieron llegar a zonas protegidas, y debíamos tener mucho cuidado para rodar allí porque son enclaves únicos. Estamos muy contentos de haber podido rodar nuestra película en aquellos parajes".

Pero lo que nadie podía predecir en Whitehaven Beach, era que las inusuales condiciones meteorológicas y de marea obligaron a todos, actores y equipo, a desembarcar como si fuera una invasión militar, con el agua al cuello, al pecho o la cintura dependiendo de la altura de cada uno. ¡Nadie esperaba que ese día tendrían que nadar para poder trabajar!

"Intentamos minimizar los riesgos", dice Gareth Price, "pero en un día pueden salir mal muchas cosas. Logísticamente, cualquier cosa que tiene que ver con barcos siempre es dificilísimo".

Lo que nos lleva de vuelta al principio, con un rodaje épico de 93 días que acabó muy al estilo 'Piratas': en una playa espectacular situada en una pequeña isla y con nubes de tormenta formándose en el cielo. El rodaje terminó justo cuando empezó a llover torrencialmente, y eso hizo que fuera extraordinariamente difícil salir de Hamilton Island para volver a casa.

Con la tormenta instalada sobre las Whitsundays durante el resto de la semana, y todos los vuelos de llegada y salida cancelados, unas 200 personas entre reparto y equipo tuvieron que surcar las agitadas aguas del Estrecho de Whitsunday hasta el continente australiano. Después condujeron más de dos horas hasta la ciudad de Mackay, y desde ese aeropuerto volaron a sus ciudades de origen en Australia o a sus destinos en el resto del mundo.