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Siete vidas, este gato es un peligro cartel reducido teaserSiete vidas, este gato es un peligro(Nine lives)
Dirigida por Barry Sonnenfeld
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La producción
Además de mezclar con gran acierto la historia de una familia, un misterio sobrenatural y momentos de comedia física, Siete vidas, este gato es un peligro permite ver a uno de los mejores actores contemporáneos convertido en un adorable minino llamado Sr. Pelusín. Con reminiscencias de películas tan diversas como Qué bello es vivir, Big y Viernes loco, este concepto hará las delicias de grandes y pequeños. Y eso mismo fue lo que atrajo a Kevin Spacey.

"Me encanta hacer comedia, de ahí que me interesara tanto esta película", comenta el ganador de dos Oscar. "La gente suele pensar que solo interpreto personajes oscuros y malvados. Pero ha sido una gozada llegar a trabajar cada día y hacer algo tan gracioso, divertido e inteligente".

Barry Sonnenfeld, que ya hizo gala de su extraordinaria capacidad para combinar géneros cinematográficos en las películas de Men in Black, dirige Siete vidas, este gato es un peligro con la misma irreverencia que ya demostrara en aquella exitosa saga. "La película presenta la historia de Tom Brand, interpretado con mucho arte por el gran Kevin Spacey", dice Sonnenfeld. "Es el rey Midas de los negocios. Todo lo que toca se convierte en oro. Como muchos otros empresarios de éxito, Tom le ha dado tanta prioridad a lo profesional que se ha olvidado de lo personal, y eso está causando una enorme fractura con su familia".

Sonnenfeld, cuya larga lista de éxitos incluye La familia Addams, Cómo conquistar Hollywood y Wild Wild West, dice que se ha sentido como pez en el agua con esta película. "Encaja perfectamente con mi estilo: combina fantasía y humor, pero también es realista", explica el director. "Es una película muy graciosa que se desarrolla en una situación que, a pesar de ser fantástica, no está del todo desconectada de la realidad".

Según Ben Shiffren, coguionista, querían contar una historia cómica y sincera sobre un hombre que se ha distanciado de su familia por echar demasiadas horas en la oficina y que, por una intervención mágica, acaba teniendo que replantearse sus prioridades. "Queríamos que fuera un poco más madura que la típica ‘aventura felina’, para que los padres pudieran disfrutarla tanto como los niños", añade.

"Los guionistas también queríamos aprovechar todo el potencial cómico que nos brindaba encerrar a una persona tan egoísta y controladora en el cuerpo de un gato", comenta Daniel Antoniazzi. "Por cosas del karma, Tom Brand puede escuchar lo que su familia opina de él y entender cuánto le echan de menos y le quieren. Pero no solo oye cosas buenas. Los suyos también le critican por hacer las cosas mal y se meten con él por perderse los acontecimientos importantes".

Jonathan Vanger, productor del filme, describe Siete vidas, este gato es un peligro como una comedia ligera con "muchas cosas divertidas, como animales, niños y actores estupendos". Comenta que Sonnenfeld ha sabido combinarlo todo para darle cuerpo a esta fábula tan cómica, innovadora y familiar. "Había visto todas las películas de Barry, pero no le conocía personalmente. Es muy eficiente y sabe exactamente lo que quiere. Es un placer trabajar con un director tan organizado. Barry consigue rodar la película que tiene en la cabeza básicamente porque va editándola en cámara sobre la marcha. La verdad es que es impresionante".


El lado más tierno de Kevin Spacey
Kevin Spacey es uno de los actores más respetados del mundo. Ha bordado papeles dramáticos sobre las tablas en "Ricardo II" de Shakespeare y "A Moon for the Misbegotten" de Eugene O’Neill, en el cine (llevándose dos Oscar, uno por el camaleónico Verbal Kent de Sospechosos habituales y otro por el padre de familia estresado Lester Burnham de American Beauty) y en la pequeña pantalla, donde gobierna la televisión por streaming enfundado en la piel del maquiavélico presidente de Estados Unidos Frank Underwood en la serie "House of Cards" (Netflix). Además de estos papeles dramáticos, el actor de Nueva Jersey ha demostrado dominar la comedia en películas tan diversas como No me chilles que no te veo con Richard Pryor y Gene Wilder y las películas Esto (no) es un secuestro y Cómo acabar con tu jefe. Cuando recibió el guión de Siete vidas, este gato es un peligro no quiso dejar pasar la oportunidad de volver a sacar su lado más gamberro.

"Barry Sonnenfeld nos ha regalado algunas de las mejores películas de todos los tiempos, eso es así", comenta el actor. "Me emocioné un montón cuando se unió al proyecto".

Según Sonnenfeld, las cualidades de Spacey le convierten en el actor perfecto para interpretar la doble personalidad de este personaje, primero como un hombre insensible y luego prestando su voz a esa misma persona atrapada en el cuerpo de un gato. "El papel le va como un guante porque Kevin es divertido, gracioso y sarcástico y sabe cómo transmitir todo un abanico de emociones", comenta el director. "La voz de Kevin es muy reconocible, tiene ese tono gracioso y sardónico que lo hacen perfecto para hacer un doblaje de este tipo".


La camada de Siete vidas, este gato es un peligro
Tom Brand es un empresario de éxito que, para montar su imperio, ha tenido que sacrificar las relaciones humanas. Vive rodeado de personas con buen corazón que le quieren a pesar de sus imperfecciones. Tom no es consciente de la suerte que ha tenido hasta que se encuentra con cuatro patas y un rabo.

El eje de la familia es Lara, su comprensiva esposa. Sonnenfeld confiesa que en cuanto leyó el guión se formó una imagen mental de quién interpretaría el papel. "Jennifer Garner siempre fue la primera opción para dar vida a la mujer de Kevin", explica. "Es muy guapa, fuerte y divertida... No hay tantas actrices que combinen todas esas cualidades".

A Garner le llamó la atención la premisa tan divertida del guión y las posibilidades de la comedia física. "Ha sido muy interesante hablar de esta película en casa con mis amigos y mi familia. Cuando les decía que estaba rodando una película en la que Kevin Spacey se convierte en un gato me pedían todos los detalles porque les parecía imposible", se ríe. "Le compra el gato a Christopher Walken. Su mera presencia ya nos dice que la película va a tener elementos raros, mágicos y maravillosos".

La actriz está encantada de ser uno de los ejes de este triángulo tan circense. "Soy la pobre madre que se queda en casa con un marido en coma, una hija desconcertada... y un gato que parece haberse vuelto loco porque se emborracha y hace cosas muy poco felinas", se ríe. "Estoy intentando entender todo este embrollo".

"Lara está bastante centrada", añade. "Es amable y cariñosa, pero está harta de su marido. Creo que el matrimonio de Lara y Tom es muy real y que ella le quiere mucho. Pero también está empezando a hartarse y le dice que tiene que esforzarse más y estar más presente en sus vidas, especialmente en la de su hija. Y él en vez de cambiar, sigue erre que erre".

Aunque no acabó en el hospital, Sonnenfeld sufrió un accidente durante el rodaje cuando intentaba demostrarle a Garner cómo quería que saltara por encima de un sofá. "Intenté demostrar lo quería que hiciera y acabé abriéndome una brecha en el ojo. ¡Tuvieron que darme puntos en el plató! Jennifer rodaba muchas de sus escenas de acción en la serie ‘Alias’ y me decía: ‘Me he pasado tres años rodando escenas de acción sin especialista, ¿sabes? La próxima vez basta que me digas lo que quieres que haga, no hace falta que me lo demuestres".

El tercero en discordia es el oscarizado Christopher Walken, en el papel del excéntrico propietario de la tienda de animales Felix Perkins. Sonnenfeld dice que soñaba con dirigir a Walken. "Me dio una alegría tremenda que le interesara participar en nuestra película. Resulta que le encantan los gatos. Ha tenido varios".

Aunque Walken se ganó a los espectadores y a la crítica de todo el mundo con su impresionante papel en el drama sobre la Guerra de Vietnam El cazador, ha demostrado tener un gran talento para la comedia. Ha participado muchas veces en "Saturday Night Live" y en un montón de películas desde Annie Hall a De boda en boda pasando por Hairspray. El papel de Felix, el propietario de la tienda de animales de Siete vidas, este gato es un peligro, le permitió volver a sacar su lado gracioso.

"El guión es fantástico, los actores, maravillosos y dirige Barry Sonnenfeld. ¡Todo genial!", declara. "Además, siempre me han encantado los gatos. Siempre he tenido gatos, así que Felix y yo nos parecemos bastante".

Después de pasar por cientos de jóvenes actrices, Sonnenfeld se decantó por Malina Weissman para el papel de Rebecca, la hija de 11 años de Tom Brand. Lleva años pidiendo un gato y este año los deseos de la niña hacen que Tom acabé topándose con la extraña tienda de animales de Perkins.

"Rebecca quiere mucho a su padre y el sentimiento es recíproco, aunque ella no lo sepa", explica Weissman, que debutó en 2014 con la película Las tortugas ninja producida por Michael Bay. "Es adicto al trabajo y pasa bastante de sus hijos".

Cuando se presentó al casting, Weissman ya tenía bastante claro cómo era su personaje. "La primera vez que leí el guión me pareció una historia muy bonita", comenta. "Va sobre el karma y sobre portarte bien con tu familia. Tiene una buena moraleja".

A pesar de ser solo su segunda película, los compañeros de reparto de Weissman se deshacen en halagos hacia la joven. Walken se quedó muy impresionado con su desenvoltura con Spacey y Garner. "Es buenísima. Y muy guapa".

El sentimiento era mutuo. "Ha sido muy majo", comenta Weissman de su compañero de reparto, antes de confesar algo que sólo podría salir de boca de alguien de 11 años. "No he visto ninguna película de Christopher Walken. Pero sí le he visto en un vídeo musical".

Encabeza la lista de actores secundarios Cheryl Hines, en el papel de la exigente ex de Tom Brand, Madison. "Dice siempre lo que piensa, le gusta tomarse una copa y es muy divertida, o al menos a mí me lo parece", comenta la actriz sobre su personaje.

Madison tiene una amistad muy especial con Lara; son casi como dos personas que han superado juntas una experiencia traumática. "Es un emparejamiento extraño, porque son la mujer y la ex de Brand, pero tienen ese vínculo común de haber estado casadas con un imbécil", comenta Hines, conocida por interpretar a la esposa de Larry David en "Larry David (Curb Your Enthusiasm)". "Mi personaje ha tenido el placer de divorciarse de ese imbécil, así que ahora le da consejos a Lara sobre cómo vivir con el imbécil".

Hines tiene una hija de la edad de la niña de Siete vidas, este gato es un peligro y dice que se muere de ganas de que vea la película. "Se lo va a pasar bomba viéndola con sus amigas", comenta. "Le va a gustar a niños y mayores. De hecho, hay algunos chistes que los más pequeños no van a pillar; estarán demasiado ocupados mirando el gato. Y también habrá cosas que harán reír a los niños sin que sus padres encuentren la gracia".

Mark Consuelos interpreta a Ian Cox, el ambicioso segundo de a bordo de FireBrand Corporation. "Tiene muy poca paciencia y va siempre a lo suyo", comenta el actor de la serie "All My Children" sobre su personaje sin escrúpulos. "Es simpático con quien le conviene y pasa de esforzarse con los que no le benefician. Es un tipo bastante borde".

Por otra parte, Ian causa el accidente que deja a Tom en el hospital. "Ian y Tom empiezan a discutir en la azotea de un edificio y Tom se cae", explica Consuelos. "Mi personaje no hace nada porque cree que la vida le irá mejor si no le ayuda a subir a la azotea. Así que se cae, se empotra contra una ventana y se queda en coma".

A Consuelos le ha gustado cambiar de aires con este ambicioso trepa profesional. "No me suelen ofrecer este tipo de papeles", dice e actor. "Ian es el malo de esta película y ha sido muy divertido interpretarle".

El hijo mayor de David (Robbie Amell) también ha estado viviendo a la sombra de su padre, pero en lugar de aprovecharse del accidente para traicionarle, decide defender sus intereses.

"David quiere impresionar a su padre. Quiere hacer que se sienta orgulloso", comenta sobre su personaje, que se enfrenta a Ian por la dirección de FireBrand Corporation. "Su padre vive por y para su empresa y David quiere demostrarle que además de ser un buen hijo es un buen trabajador".


El reparto gatuno
"Los gatos son muy graciosos", dice el supervisor de efectos especiales Craig Hayes, encargado de la complicada tarea de fusionar las escenas de felinos reales con las secuencias por ordenador. "Nos planteamos qué podíamos hacer con un gato real en contraposición con lo que podíamos conseguir con efectos digitales. En primer lugar estudiamos cómo se mueven los gatos en diferentes situaciones".

Seis gatos diferentes dan vida al Sr. Pelusín, cada uno de ellos especializado en una tarea. ("Uno de los gatos sabe sacar un boli y escribir y otro es un genio de las matemáticas", bromea Spacey.) Para supervisar a los animales han contado con dos entrenadoras profesionales que llevan años con Sonnenfeld.

"Barry ha trabajado con Janine Aines y Christie Miele en varias ocasiones, incluidas las tres películas de la serie Men in Black", explica Hayes. "Confía muchísimo en ellas, claro. Son increíbles. Han bordado algunas de las escenas que nos daban especial miedo, como cuando queríamos que uno de los gatos hiciera algo específico".

En la mayoría de los casos los realizadores de Siete vidas, este gato es un peligro han intentado rodar las escenas, recurriendo a los efectos digitales solo en caso de necesidad. "Sabíamos que sería clave rodar las escenas con un gato real, aunque luego tuviéramos que retocarlas al final con algo de ordenador", comenta Hayes. "Intentábamos hacerlo todo con gatos reales. Cruzábamos los dedos, nos encomendábamos a la suerte y esperábamos que todo saliera bien".

Sonnenfeld es muy alérgico a los gatos y pidió que las estrellas felinas fueran de la raza siberiana, por ser hipoalergénica. Esto supuso todo un reto para las entrenadoras. "Lo más difícil ha sido dar con un gato que se pareciera a lo que buscaba Barry", comenta Aines. "Quería un gato siberiano con los ojos de un azul muy específico y mucho pelo".

"Janine y yo nos pasamos semanas pegadas al ordenador hablando con gente de Rusia", añade Miele. "Seguro que el gobierno se cree que somos espías rusas, pero en realidad sólo intentábamos conseguirle a Barry unos gatos siberianos".

Las entrenadoras dieron con su protagonista al conocer a Gene, un gato-actor veterano que ha viajado por todo el mundo. "Con Gene hemos rodado todas las escenas en las que el gato aparece sentado, quieto o mirando lo que pasa alrededor", explica Miele. "Mientras que Connery ha filmado las secuencias de acción en las que el gato atacaba, escalaba y era perseguido. Otro gato llamado Yuri bailó con Rebecca, la hija de Tom, y ha participado en algunas de las otras escenas para darle algo de tregua a los dos gatos principales".

Cualquiera que tenga gato sabrá que no es fácil conseguir que obedezcan una orden. "No es que no se les pueda enseñar", dice Miele. "Los gatos pueden aprender a hacer básicamente lo mismo que los perros. La diferencia es que hacen las cosas para conseguir un premio. Cuando acaban la escena y les dan su recompensa, se olvidan. Los perros, en cambio, siempre quieren agradar a sus dueños y están encantados de seguir trabajando. A un perro le puedes decir: ‘Venga, hazlo una vez más por mí’. Los gatos no son así. Ellos siempre están pendientes de qué pueden sacar a cambio".

Los premios funcionaron de maravilla para conseguir que los gatos rodaran escenas de acción como la secuencia en que el Sr. Pelusín se lleva las llaves del coche de Lara. Para Aines fue más difícil conseguir que Gene se quedara quieto y mirara a la cámara, como si fuera un humano pensando. "Para que se centraran había que evitar que reaccionaran a los cambios del entorno, así que no podía haber nada que se moviera ni sonidos que los distrajeran", explica la entrenadora. "Pusimos la radio para que se acostumbraran a que hubiera siempre un ruido constante, así no se asustaban cuando alguien se les acercaba por detrás, por ejemplo".

"Aunque se había destinado una partida del presupuesto a los efectos por ordenador, los gatos resultaron ser unos cracks. Han bordado sus escenas", dice Sonnenfeld. "Hemos utilizado el ordenador, por supuesto. Pero no tanto como esperábamos. Ha sido gracias a los gatos y a las entrenadoras, que son buenísimas".


La ciudad de los gatos
Los exteriores de Siete vidas, este gato es un peligro se rodaron en el centro de Montreal, que hace las veces de la selecta zona de Nueva York en la que vive Tom Brand. Según el diseñador de producción Michael Wylie, que trabaja a menudo con Sonnenfeld, añadir detalles menores como andamios en los edificios y señales de carretera como las de la Gran Manzana bastaron para crear un ambiente convincente de Manhattan. "Hemos intentado no pasarnos. Con los encuadres estrechos hemos conseguido que no se mostrara demasiado".

Los interiores, incluido el lujoso ático de la familia Brand, se construyeron de cero en diferentes platós. "El piso tenía que parecer un inmueble del Upper East Side, pero también queríamos que fuera cálida y acogedora. Al amueblar el hogar familiar, Lara hubiera tenido en cuenta todos los aspectos: la decoración sería tradicional como Tom, pero con toques de modernidad y colores vivos para representar la juventud de Rebecca. Hemos utilizado toques de humor para decorar y pintar los platós. En vez de poner un perfume sobre el tocador nos pareció más gracioso poner 50. También hemos usado colores que no son del todo realistas para algunas de las estancias. Es la vida de un multimillonario, pero resulta extrañamente cercana y también bastante graciosa".

El reparto de felinos también se tuvo en cuenta a la hora de diseñar la producción, dice Wylie. "Cuando ruedas algo que mide entre 30 y 35 cm sabes que la cámara o va a mirar hacia el suelo o hacia arriba desde la perspectiva del gato o hacia abajo desde el punto de vista del humano. Hemos dedicado mucho tiempo y dinero a construir unos suelos impresionantes, muy detallados, con un brillo increíble. Estoy de acuerdo con Barry, que dijo que si vamos a pasarnos parte de la película viendo a un gato corretear por el suelo, más nos vale que sea un suelo digno de mirar. Por eso empezamos con los suelos y fuimos diseñando todo lo demás a partir de ahí".


La crème de la crème
El reparto y equipo técnico de Siete vidas, este gato es un peligro no se han andado con chiquitas a la hora de crear una comedia divertida y amable con un mensaje enternecedor de la que disfrutará toda la familia, afirma Sonnenfeld. "Creo que gustará a todos los públicos de todo el mundo", dice el director.

Jennifer Garner está segura de que los espectadores de todas las edades se lo van a pasar genial. "Es imposible no pasarlo en grande al escuchar la voz sarcástica de Kevin Spacey saliendo de la boca del Sr. Pelusín", comenta. "Nos partíamos de risa cuando Kevin hacía de gato. Entre Christopher Walken, la maravillosa Malina, y Robbie Amell y Mark Consuelos, que son unos grandes, esta película está fenomenal. Es muy divertida, amable y graciosa".

Hines cree que Siete vidas, este gato es un peligro va a hacer que el público se ría, pero también les va a hacer recapacitar y sentirse un poco más cerca de los suyos al salir del cine. "El filme nos muestra que la familia debe estar unida", explica. "Todos somos diferentes y tenemos nuestras cosas, pero hay que cuidar de y querer a los miembros de la familia. Debemos apreciarlos por lo que son, nos guste o no".

Sonnenfeld dice que está muy contento con cómo ha quedado la película, para que luego en Hollywood digan eso de los niños y los animales. "Dicen que hay que evitar trabajar con niños y animales. Sin embargo, yo me gano la vida con ambos y estoy tan contento. Creo que el público va a disfrutar mucho de la película".