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Un traidor como los nuestros cartel reducidoUn traidor como los nuestros(Our kind of traitor)
Dirigida por Susanna White
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Mientras se encuentran de vacaciones en Marrakech, una pareja inglesa corriente, Perry (Ewan McGregor – "Lo imposible", "El escritor (The Ghost Writer)") y Gail (Naomie Harris – "Spectre", "Southpaw"), entablan amistad con un ruso extravagante y carismático, Dima (Stellan Skarsgård – "Los Vengadores: La era de Ultrón", "Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres"), que, sin que ellos lo sepan, resulta ser uno de los principales responsables del blanqueo de dinero de la mafia rusa.

Cuando Dima les pide ayuda para hacer llegar información clasificada a los servicios secretos británicos, Perry y Gail se ven atrapados en un peligroso mundo de espionaje internacional y politiqueos sucios. La pareja emprende un peligroso viaje por París y Berna, un piso franco en los Alpes franceses y los turbios rincones de la City de Londres, en una alianza con el gobierno británico a través de un implacable y decidido agente del MI6 (Damian Lewis – "Homeland").

Del guionista de "Drive", que adapta la novela de gran éxito de John le Carré –responsable también de "El topo"– llega este tenso thriller, que no deja de dar giros y vueltas por el mundo, con dramáticas consecuencias.


Sinopsis larga
Una docena de bailarinas dan vueltas por el escenario del Ballet Bolshoi de Moscú. Un musculoso bailarín (Carlos Acosta) se desliza entre ellas. Resulta exquisito, una deslumbrante visión de masculinidad. Un glorioso salto pone punto final a la actuación y el público prorrumpe en aplausos tan estruendosos que parecen un tiroteo. Al caer el telón, un grupo de mujeres elegantes salen rápidamente de su recargado palco y avanzan por un laberinto de pasillos con las paredes llenas de retratos de iconos culturales rusos, hasta llegar a un cuarto entre bastidores. Allí hay champán y canapés para las mujeres, entre las que se encuentra Olga (Dolya Gavanski) y su hija de 18 años, Anna (Maria Fomina). El marido de Olga, Misha (Rasha Bukvic) firma un fajo de papeles, se los entrega a Nicolas Petrov, conocido como el ‘Príncipe’ (Grigoriy Dobrygin), y a su consigliere, Emilio del Oro (Velibor Topić), y, como agradecimiento, le entregan una ornamentada pistola histórica. Más tarde, esa misma noche, la familia se marcha, sumamente aliviada, para reunirse con las hermanas gemelas de menor edad de Anna. Pero lo que parece un control de rutina al borde de un reluciente bosque cubierto de nieve, resulta ser un asesinato a sangre fría y la familia es abatida rápida y clínicamente a tiros mientras intenta huir.

En Marrakech, Marruecos, una atractiva pareja británica está cenando. Perry (Ewan McGregor), un profesor de poética de la Universidad de Londres, y Gail (Naomie Harris), una abogada de éxito, están de vacaciones, intentando arreglar su matrimonio tras una aventura de Perry con una estudiante. Cuando Gail regresa a su habitación de hotel para hacer una llamada de trabajo, Perry se fija en un bullicioso grupo de hombres de negocios rusos, probablemente oligarcas de vacaciones, que no le quitan ojo a Gail mientras se marcha. Su jarana desinhibida y sin complejos provoca cierta envidia en Perry. Se siente fatal por el dolor que ha causado a Gail y decepcionado por el cliché de mediana edad en que se ha convertido. Mientras la carrera de Gail ha despegado, la de Perry se ha estancado, y se siente avergonzado por lo mucho que le cuesta disfrutar de la vida como un ‘hombre nuevo’.

Los alborotadores oligarcas no parecen hombres que se atormenten a menudo con ideas de lo que significa ser hombre en el siglo XXI. El cabecilla del grupo es Dima (Stellan Skarsgård), un tipo enorme con una chaqueta de cuero, que fuma un puro. Lo acompañan Andrei (Marek Oravec), un tipo apuesto con pinta de abogado y un traje elegante, y un guardaespaldas con cara de niño llamado Niki (Alec Utgoff). Dima hace señas a Perry para que se acerque pero, al típico estilo británico, Perry se resiste al principio, hasta que acaba uniéndose a regañadientes a su bullicioso círculo. Como Gail sigue trabajando, acepta acompañarlos a una fiesta en una villa en los montes del Atlas.

En mitad de una auténtica bacanal de exceso, muy lejana de las típicas cenas de amigos a las que suele asistir en Londres, Perry empieza a relajarse y disfrutar del fascinante retazo del mundo de Dima que está teniendo ocasión de conocer. Pero, cuando oye a una mujer a la que están asaltando violentamente, un Perry borracho reacciona instintivamente y se encara con un grandullón del doble de tamaño que él, desnudo, lleno de tatuajes y que empuña un cuchillo. Cuando Dima le cuenta que el tipo en cuestión es miembro de la mafia rusa, Perry se da cuenta de la clase de mundo en el que vive Dima. Para Dima, el incidente ha sacado a la luz a un hombre diferente, oculto tras la fachada un tanto apocada de Perry.

Seducido por la exuberancia de Dima, Perry acepta llevar a Gail para que lo conozca a él y a su familia y jugar un partido de tenis a la mañana siguiente. Dima les presenta a Perry y a una Gail ligeramente desconcertada a su reservada mujer Tamara (Saskia Reeves), a Natasha (Alicia von Rittberg), su hija de 18 años, que se dedica a leer a Jane Austen, y a sus hijos, Alexei (Emmanuel Brook), de 13 años de edad, y Viktor (Matthew Brook), de 11 años. Gail se hace amiga de dos gemelas de seis años, Katya (Rosanna Beacock) e Irina (Emily Beacock), que desvelan como quien no quiere la cosa que sus auténticos padres han muerto. Cuando Dima centra su considerable encanto en Gail, ella se encuentra aceptando su invitación para asistir esa noche a la fiesta de cumpleaños de Natasha en la villa de la familia.

Esta vez, el ambiente es más mágico que libertino y Gail se queda boquiabierta mientras asimila la opulencia. Mientras Gail está entretenida jugando al escondite con las gemelas, una hermosa mujer a la que Perry conoció la noche anterior lo atrae a la azotea, aunque no con intención de seducirlo, sino que en ese momento un agitado Dima surge de entre las sombras. Dima aprovecha que el magnífico espectáculo de fuegos artificiales tiene distraídos a sus guardaespaldas para revelarle a Perry que es el principal responsable de blanquear el dinero de los Vory (la mafia rusa). Su mejor amigo era Misha, padre de las gemelas, que trabajaba para él. Fue después de que Misha transfiriera sus cuentas en Moscú cuando el Príncipe, que es el nuevo jefe sin escrúpulos de los Vory, hizo que lo mataran. Ahora Dima está aterrado por su propia seguridad y la de su familia.

Así que ha decidido desertar a Gran Bretaña con ellos, a cambio de información sobre los rusos –tanto la mafia como el estado. Necesita que el perplejo y boquiabierto Perry entregue una memoria USB al MI6 cuando vuelva a Heathrow.

Aterrado, pero sin saber qué otra cosa hacer, Perry sigue las indicaciones de Dima en el aeropuerto al día siguiente. Junto con una asombrada Gail, se los llevan inmediatamente a una sala gris de Heathrow, donde los interroga el educado y pulcro agente del MI6 Hector Meredith (Damian Lewis) y su colega, el apuesto Luke (Khalid Abdalla). Aunque aún no sabe qué información tiene Dima en su poder, Hector se muestra interesado. El agente del MI6 conoce muy bien el dinero sucio que se mueve por la City de Londres y la mancha que está dejando en las finanzas y la política británica. Pero Dima ha puesto entre ellos a Perry y a Gail, dos inocentes que están ahora atrapados en el mundo turbio y peligroso del espionaje internacional y los politiqueos sucios. ¿Podrán realmente ayudar a salvar al carismático mafioso ruso, su desesperada familia y, en última instancia, ellos mismos?.