Gerry (Ben Mendelsohn), un adicto al juego abandonado desde hace tiempo por la suerte y con innumerables deudas que se le acumulan, conoce a un excelente jugador, joven y carismático, llamado Curtis (Ryan Reynolds), al que logra convencer para embarcarse con él en un viaje entre fichas, cartas, dados y apuestas desde Iowa a Nueva Orleans, donde se disputa un campeonato de póker de alto nivel. Para Gerry es la gran oportunidad de aferrarse de nuevo a la suerte y volver a ser un ganador.