De la mano de Mark Osborne, el director nominado al Oscar® por Kung Fu Panda, llega la primera adaptación animada de El principito, la obra maestra de Antoine de Saint-Exupéry. Con una banda sonora creada por el oscarizado compositor Hans Zimmer.
Antoine De Saint-Exupéry y El Principito
Le Petit Prince de Antoine Saint-Exupéry se publicó por primera vez en 1943 y se han vendido más de 145 millones de ejemplares en todo el mundo. Está considerada la obra más famosa de Saint-Exupéry, el aristócrata, escritor, poeta y pionero de la aviación de nacionalidad francesa.
El relato es el libro francés más leído y más traducido. Fue elegido mejor libro del siglo XX en Francia. Traducido a más de 250 lenguas y dialectos (así como al braille), se ha convertido en uno de los libros más vendidos jamás publicados, más de 145 millones de ejemplares en todo el mundo. Saint-Exupéry (29 junio 1900 - 31 julio 1944) se exilió a Norteamérica tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial y antes de la contienda había sido un piloto comercial de éxito. Escribió tres de sus obras más conocidas, incluyendo El Principito, cuando residía en Estados Unidos, a pesar de su salud precaria y de sufrir un gran estrés.
Antes de El Principito, unas memorias del autor recogían sus experiencias como piloto en el Desierto del Sahara. Fueron esas experiencias las que le sirvieron de inspiración para escribir e ilustrar El Principito. Entre sus escritos relacionados con la aviación están Correo del sur, Vuelo nocturno y Viento, arena y estrellas.
Desgraciadamente, Saint-Exupéry no pudo disfrutar del éxito de la publicación de su libro. Tras incorporarse a la guerra en 1943, desapareció en 1944 mientras realizaba un vuelo de reconocimiento sobre el Mediterráneo para las Fuerzas francesas de Liberación. En 2004 se descubrieron los restos de su avión junto con un brazalete propiedad del autor, en la costa de Marsella.
Un reto cinematográfico
El Principito es una de las películas animadas europeas más importantes del año. Está dirigida y producida por Mark Osborne, que codirigió "Kung Fu Panda", la cinta de DreamWorks nominada al Oscar. La cinta está producida por Aton Soumache, Dimitri Rassam y Alexis Vonarb, cofundadores de On Animation Studios.
Para crear la película se apeló a un equipo internacional de profesionales de la animación de París y Montreal.
El Principito es un emotivo homenaje al popular y entrañable relato que Antoine de Saint-Exupéry escribió en 1942.
El guión de El Principito es obra de Irena Brignull ("Los Boxtrolls") y Bob Persichetti, basado en una historia concebida por Mark Osborne. El mundo de la Niña y su Madre tiene el estilo "muy adulto" propio de la animación generada por ordenador (CGI). Se utiliza de forma muy inteligente y sirve de marco a la fábula clásica del Principito, que cobra vida con una técnica de animación 'stop motion' muy "infantil" que simboliza la mirada y la imaginación de la Niña.
La música de la película está compuesta por Hans Zimmer.
Los retos de adaptar un clásico
El largo y gratificante proceso de adaptar la obra clásica de Saint-Exupéry y transformarla en una película de animación moderna comenzó hace más de ocho años, cuando los productores franceses Aton Soumache, Dimitri Rassam y Alexis Vonard consiguieron el visto bueno de Olivier d'Agay, presidente del Legado Saint-Exupéry, para desarrollar un largometraje basado en la obra.
"Comprendimos la enorme responsabilidad que conlleva hacer justicia a esta novela intemporal, tan querida por gentes de todo el mundo", dice Soumache. "Todo el que lee el libro extrae su propia impresión personal sobre El Principito y su mundo, así que es imposible hacer una adaptación sencilla. Recuerdo que mi padre me leyó el libro antes de que empezara a ir al colegio, y muchas personas sienten una poderosa conexión personal con esta obra. Así que para nosotros era muy importante encontrar un director que pudiera imaginar una nueva forma de abordar el libro".
El productor Dimitri Rassam señala: "Como el libro es tan popular y tan querido por todo tipo de público, estábamos obligados a encontrar un director que fuera muy respetuoso con la obra, pero que también pudiera ofrecer una visión entretenida a la vez que audaz. Era importante que el equipo creativo fuera respetuoso con los fundamentos del libro, pero sin sentirse atado".
Tanto Soumache como Rassam creen que les tocó la lotería cuando el director estadounidense Mark Osborne accedió a dirigir la película. "Al principio, Mark no quería saber nada porque era un trabajo demasiado importante, pero sabíamos que podía hacerlo muy bien", dice Soumache. "Ya había dirigido 'Kung Fu Panda' para DreamWorks que contaba con dos elementos fundamentales de la cultura china -Kung Fu y el panda- y la película fue muy bien recibida en China. Había encontrado la forma de tomarse el tema muy en serio. Cuando accedió a dirigir El Principito, le dio muchas vueltas. Seis meses después, regresó con una visión que nos dejó alucinados".
Osborne había creado una nueva historia en torno al material original, que permitía a todos revisitar El Principito a través de los ojos de la Niña.
"Tuvimos mucha suerte de contar con Mark. Es un director con mucho talento y una visión muy clara de lo que quiere hacer", dice Soumache. "Poder contar la historia del Príncipe utilizando la animación stop-motion añade otra capa maravillosa a la película. Vemos cómo las famosas ilustraciones de Saint-Exupéry cobran vida de manera real y tangible".
"Al comienzo de la película, cuando la Niña descubre el libro del Aviador, vemos ese mundo del stop-motion a través de sus ojos, y es un momento muy emotivo", señala Soumache. "Sientes una conexión muy fuerte entre el mundo animado por ordenador de la Niña y el universo stop-motion del Principito. Es un maravilloso homenaje al libro".
"En primer lugar, Mark quería hacer una gran película, pero también le tenía un inmenso cariño al libro y a su mensaje", dice Rassam. "He visto la película muchas veces, y lloro cada vez. Como padre de una hija de tres años, me conmueve muy profundamente, lo mismo que les ocurrió a mis padres cuando me leyeron el libro cuando era pequeño. El Principito une a la familia alrededor de una gran historia. Creo que ese es el sentido de nuestra película".
El tono del director
Mark Osborne recuerda el día en el que su agente le habló del proyecto.
"En 2009, mi agente me preguntó si conocía el libro porque dos productores franceses querían hacer una gran película animada basada en él", recuerda. "Conocía muy bien el libro y por eso mi primera reacción fue decir no. Pensaba que era imposible hacer una buena adaptación. Pero le di vueltas y comprendí que el material era demasiado bueno para rechazar la oferta. Era una oportunidad única para elaborar una historia desde este punto de partida; los temas del libro son tan ricos y tienen tanta profundidad. Además, la oportunidad de proteger el libro con la película era algo que no podía dejar pasar. Sugerí que elaboráramos una historia en torno al libro, para protegerlo en lugar de ampliarlo y me sentí eufórico cuando supe que el Legado de Saint-Exupéry estaba de acuerdo con la idea".
Osborne afirma que el libro lo afectó profundamente a nivel personal cuando su mujer se lo regaló años atrás cuando eran novios. Ambos eran estudiantes universitarios e intentaban mantener una relación a distancia. "El Principito nos unió", admite el director. "Lo he tratado con muchísimo cuidado. Significa mucho para mí y para todos los que han leído el libro, ya que te hace reflexionar sobre las relaciones y amistades más significativas de tu vida".
El director dice que se planteó la película como un enigma a resolver. "La gran pregunta era: '¿Cómo hacer realidad una experiencia cinematográfica que esté al mismo nivel de la profunda experiencia emocional que ofrece la lectura del libro?'", dice el director. "Le conté a Dimitri cuál era mi visión durante un almuerzo, que incluía la idea radical de mezclar la animación generada por ordenador con la técnica stop-motion. Mi idea principal era explorar la entrañable relación entre una versión de un Aviador excéntrico y anciano con la Niña que vive al lado. Sabía que al final la película versaría
sobre la historia de cómo la Niña aprende a despedirse de su amigo, que iría en paralelo con la historia del libro. Me pareció la mejor manera de abordar un material muy delicado. Pero sinceramente, no esperaba que todo encajara tan bien."
Afortunadamente, tanto al Legado del autor como a los productores les encantó la apasionada visión del director. En octubre de 2010, Osborne reunió a un pequeño equipo de artistas y escritores en Los Ángeles para llevar a cabo una tormenta de ideas y crear el concepto artístico y el primer borrador del guión. Después, Osborne se trasladó con su familia a París para empezar a trabajar en la preproducción de la película. Una vez allí, se reunió con un equipo de artistas de storyboard, diseñadores de personajes y expertos en producción para iniciar el proceso de hacer realidad el sueño de la película.
El director dice que durante ese tiempo, no sólo le vendían la película a los artistas y actores, sino también a distribuidores de todo el mundo utilizando una "maleta mágica" repleta de recursos gráficos hechos a mano y creados expresamente para comunicar el tono y la pasión por el proyecto. "Creo que en los últimos cuatro años he vendido la película unas 400 veces", recuerda el director. "Un maquetista de enorme talento llamado Joe Schmidt creó esa maleta, que contenía el libro de arte, y que contaba visualmente la historia. Fue maravilloso ver cómo todo el mundo se sorprendía porque habíamos encontrado la forma de rendir homenaje al libro al tiempo que contábamos una nueva historia alrededor de él para protegerlo. Todos los implicados corrieron riesgos para ayudar a contar esta historia, así que para nosotros ha sido un proceso muy gratificante".
Como resultado, el viaje para llevar El Principito del papel a la pantalla también se benefició de un proceso de producción poco usual. El proyecto, que comenzó con Osborne y su pequeño equipo en Los Ángeles se trasladó después a París durante las fases de desarrollo y storyboard. En las fases finales de la animación, producción e iluminación, el equipo se trasladó a Montreal para aprovechar las ventajas fiscales que se conceden a un proyecto franco-canadiense (un co-venture entre Onyx Entretenimiento en París y Mikros en Montreal).
"Es muy diferente a hacer una película de DreamWorks en la que te sirves de todo el talento que hay en la compañía", explica Osborne. "Contratamos a todos fuera, creamos nuestra propia productora independiente y desarrollamos nuestro propio soporte de animación basándonos en lo que necesitábamos. Fue fantástico porque no estábamos atados a ninguna estructura existente. La parte negativa es que estábamos construyendo las vías mientras el tren estaba en marcha, así que daba bastante miedo".
El socio de producción de Osborne, Jinko Gotoh ("Buscando a Nemo", "Fantasía 2000", "9" , "El ilusionista"), también cree que el enfoque de Osborne va a llegar al público en general de la misma forma que llegará a los fans tradicionales del libro. "Tengo la esperanza de que esta película interese a todos los aficionados al cine, no sólo a los fans de la animación. Los amantes del libro verán que hemos protegido el libro. Y si no conoces el libro, la película te descubrirá lo maravilloso que es. La mezcla de CGI y stop-motion también añade una dimensión a la narración visual que no hemos visto antes en una película de animación".
Imaginando nuevos mundos e imágenes potentes
Una de las cualidades más destacadas de la producción del Principito es que atrajo tanto a la crème de la crème de la industria de la animación europea, como a muchos veteranos de talento de los grandes estudios de animación de Los Ángeles. Bob Persichetti, jefe de historia y guionista de la película, ha trabajado en películas como "Tarzán", "Mulan" y "El Jorobado de Notre Dame" de Disney, y "Shrek 2", "Monstruos contra Alienígenas" y "El gato con botas" de DreamWorks. Recuerda el día en que recibió una llamada de Osborne para incorporarse a su equipo a principios de 2012. "Me acordaba de Mark de DreamWorks, pero nunca habíamos trabajado juntos en una película, así que aproveché la oportunidad de trabajar con él en la historia junto a un pequeño grupo de artistas de storyboard".
Persichetti dice que durante todo el proceso de guión siempre tuvieron a mano el libro de Saint-Exupéry. "Fue nuestra guía cada vez que teníamos dificultades con algún aspecto de la historia. Leíamos un pasaje y siempre nos impresionaba su belleza y su sencillez. Los detalles sutiles, las reacciones, las lecciones del Zorro, los diminutos elementos sutiles fueron ingredientes muy importantes. A veces puedes quedarte atrapado en la trama y la unidad narrativa. Pero nuestra solución siempre era volver al libro para recuperar la esencia de la historia, su tono suave y todos los personajes".
Persichetti dice que las reuniones creativas que tuvo con Osborne y la guionista Irena Brignull ("Los Boxtrolls", "El castillo soñado") fueron muy útiles para definir a los personajes principales y comprender lo que era especial en cada uno de ellos. "Eso es lo bonito de este proceso", explica. "Tienes el guión y dentro de ese script están todas esas pautas sobre cada uno de los personajes, así que debes pulirlo y retocarlo y cada vez que lo haces, obtienes una imagen más clara de cada uno de ellos. Así es como sale a la luz el mejor material y consigues una historia que funciona a la vez que creas esos personajes increíbles que harán las delicias del público".
Ese hincapié en el tono emotivo y poético del libro es algo de lo que Persichetti se siente muy orgulloso. "Trabajar en esta película independiente ha sido una experiencia creativa liberadora", señala. "Todos sentimos un gran cariño por esta película, y nos dieron libertad para recrear el libro con gran autenticidad. No creo que sucediera lo mismo en un gran estudio, donde hay tantos obstáculos que el libro se perdería en el proceso".
La guionista británica Irena Brignull se hace eco de los sentimientos de Persichetti. "Trabajar con Mark en el guión de la película fue un proceso de colaboración maravilloso", dice Brignull. "Es muy fácil hablar con él y acepta que le plantees ideas diferentes. Incluso si la idea es mala, puede haber una solución. Cuando conocí a los artistas en Los Ángeles, aportaron ideas creativas que resultaron muy útiles. De hecho incluimos algunas de esas ideas porque mejoraban el proyecto original".
"Cuando era joven teníamos un ejemplar de El Principito en casa, así que recuerdo con claridad las imágenes y los dibujos del libro", dice Brignull, que también trabajó en la película ganadora del Oscar, "Shakespeare in Love". "Los dibujos fueron nuestra primera fuente de inspiración. Del libro también salieron dos ideas muy importantes. Una, que lo esencial en la vida no es visible para la vista, y la otra es cómo crecer y mantener intacta tu infancia. Sabíamos que sería buena idea tomar un personaje y mostrar cómo un libro ejerce un impacto enorme en un niño en particular. Ese fue nuestro punto de partida. Y también nos ayudó mucho empezar a ver el trabajo de arte de los artistas".
Uno de los artistas principales responsables de la creación del aspecto original de la película y de los diseños es Lou Romano, más conocido por su trabajo en "Los Increíbles" y "Up" de Pixar. Además del material original, le encantó trabajar con Osborne, su antiguo compañero de clase en Cal Arts, donde habían realizado varios cortometrajes como estudiantes. "Me encanta trabajar con Mark y la historia que me planteó me interesó muchísimo", dice Romano. "Cuando me incorporé al proyecto, ya habían hecho mucho trabajo de diseño y era fantástico. Así que Mark me pidió que encontrara la forma de incorporar mis propias ideas".
Como diseñador de producción de la película, Romano ayudó a establecer el aspecto y la atmósfera de la película en términos de diseño, iluminación y color tanto en 2D como en CGI. "Contamos desde el principio con un marco de trabajo sólido, así que nos resultó fácil determinar la iluminación, la atmósfera y el ambiente de la película", señala. "Ha sido muy divertido trabajar con Mark, porque a pesar de que trabajamos a distancia, me sentí muy próximo a él, como cuando éramos estudiantes. Tenemos una forma abreviada de comunicarnos, y estamos en la misma onda en muchas cosas, sobre todo en términos de diseño y tono general".
Aunque la historia siempre estaba evolucionando, Romano dice que Mark fue claro en lo que se refiere al tono que necesitaba cada mundo. "El mundo del Aviador es un lugar cálido y mágico, mientras que el mundo de la Niña es rígido, frío y mucho más ordenado. Para mí es importante diseñar pensando en los sentimientos y la emociones que deseas despertar en el público".
Además del libro, Romano dice que los realizadores también se fijaron en las películas del aclamado director francés Jacques Tati como "Playtime" y "Mon Oncle". "Es ese tipo de sátira que se burla del mundo de los adultos", reflexiona Romano. "Él era un narrador muy visual, así que comprendes muy rápidamente sus ideas. También nos fijamos en muchas de las mejores películas de animación del pasado. Asimismo, se puede apreciar la influencia del diseño moderno de los años 50 y 60 en el mundo real y en el Mundo de los Adultos. Se hacen eco del mismo tipo de racionalización moderna y de la sencillez de esa estética en contraste con el aspecto más texturizado y sofisticado del mundo del Aviador.
La diseñadora de producción Céline Desrumaux ("Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte 1", "Astérix: La residencia de los dioses") cree que la combinación de CGI y stop-motion permite que la película ofrezca una gran mezcla de sencillez, imágenes hermosas y cierta ingenuidad propia de la infancia. "He intentado respetar las ilustraciones originales del libro", dice Desrumaux. "Casi todas las adaptaciones del Principito tienen un cielo azul y fondos de color azul oscuro. Así que me pregunté cómo podía hacer algo diferente pero que fuera respetuoso con el aspecto original. Y pensé en el libro, y el primer color que me vino a la mente fue el blanco. Esas páginas blancas con todos los dibujos, el espacio blanco con las estrellas amarillas y el efecto de la acuarela en el fondo blanco. Los colores blanco y amarillo significan mucho para mí y para todos los que formamos el equipo, ya que representan los dibujos del libro, el color del papel, el color de las dunas del desierto, el sol, las estrellas: Es todo lo que queríamos - pero sobre todo eran nuestros colores y nuestra película".
Para el aclamado diseñador de personajes de la película Peter de Sève, la película representaba una gran oportunidad de revisitar un libro que había leído cuando era adolescente. "Creo que en ese momento no entendí de verdad el libro, pero esta vez sí que me conmovió profundamente. La primera vez que me llamó Mark (Osborne), me sentí un poco intimidado porque me pedía que rediseñara personajes que ya están grabados en las mentes de millones de lectores de todo el mundo. Pero el tono de Mark fue tan convincente y defendía su proyecto con tanta pasión que supe que podíamos hacer justicia al material original".
De Sève, conocido por sus diseños de personajes de las películas de "La edad de hielo", así como otros títulos de los grandes estudios de animación como "Tarzán" y "El jorobado de Notre Dame" de Disney, "El Príncipe de Egipto" de DreamWorks y "Bichos, una aventura en miniatura" y "Buscando a Nemo" de Pixar, dice que aunque los personajes están ilustrados en el libro, están hechos de forma muy simplista e infantil. "Había mucho que interpretar, pero la dificultad estribaba en cómo capturar la esencia de los dibujos de Saint-Exupéry".
Para realizar los diseños de la película del personaje principal, de Sève creó un gran número de opciones para que Osborne pudiera elegir. "El personaje más difícil de diseñar suele ser el protagonista", explica. "Y sobre todo en este caso porque todo el mundo tiene una idea de quién es El Principito y qué aspecto tiene. Hice 20 o 30 dibujos y se los envié a Mark antes de nuestras reuniones por Skype. Señaló diferentes aspectos
de la cara del príncipe, sus proporciones, su vestuario, etc., hasta que conseguimos los ingredientes que queríamos. Siempre me dio la impresión de que el Príncipe transmite cierta tristeza y hastío del mundo, algo que no suele verse en una película animada con un niño como protagonista. Es por eso que muchos de mis dibujos suyos son algo melancólicos. Pero el Principito también es encantador y maravilloso. Ve la belleza en las cosas pequeñas, así que intenté trasladar esas sutilezas a mis dibujos".
Boose, supervisor de animación de la película dice que uno de los principales retos de la película fue la mezcla de cierta sensibilidad poética europea con una estética narrativa más tradicional. "Es una película muy íntima", dice Boose, que ha trabajado como animador en "Lilo & Stitch" de Disney y "Cars", "Ratatouille" y "Up" de Pixar. "Esta es una película muy íntima, y tuvimos que hacer que la relación entre el anciano Aviador y la Niña resultara creíble. Transmitir ese vínculo y desarrollar poco a poco esa amistad fue una de las mayores dificultades".
Boose también cree que trabajar a una escala más pequeña que en sus experiencias anteriores en grandes estudios tuvo un efecto muy liberador en él. "El equipo era más pequeño, así que la experiencia fue mucho más íntima. Nos sirvió para implicarnos en muchos aspectos diferentes de la película. El proceso es el mismo, pero trabajamos con un equipo heterogéneo que sentía auténtica pasión por la película. Ha sido fantástico trabajar con Mark porque dirige a los animadores como si fueran actores. Había que estar emocionalmente implicado con estos personajes.
Boose señala que la cinta demuestra que las películas animadas no siempre tienen que ajustarse a un molde determinado. "No tienen que ser una fórmula exacta ni un producto de entretenimiento masticado", observa. "Puedes hacer una película animada que sea poética y profunda pero en la que los personajes y la historia sean importantes. Esperamos probar que la animación puede trascender la definición de lo que debe ser una película animada".
Desarrollar la magia técnica
Hide Yosumi, el supervisor de personajes en 3D de la película que fue director técnico en películas como "Bolt", "Enredados" y "¡Rompe Ralph!" de Disney, y su equipo fueron desarrollando un sistema de programación (rigging) totalmente nuevo para El Principito. "Creamos un sistema de rigging flexible y robusto porque teníamos que estar muy atentos al diseño y a los personajes en 3D", señala. "Nunca dejamos de mejorar los personajes a lo largo del rodaje. Nuestro objetivo era no perder mucho tiempo cada vez que se introdujera una mejora en los personajes, de modo que se pueda cambiar la maqueta de un personaje, y una hora más tarde, volver a introducirlo en el proceso de producción".
Según Yosumi, uno de los retos del equipo de CGI fue añadir esa dimensión extra al mundo en 2D que vemos en el libro. "Nos movíamos del mundo en 2D creado por Saint-Exupéry a un mundo en 3D y CGI. Eso lo cambiaba todo. Cuando creábamos un personaje en 2D, también necesitábamos una visión de 360 grados de ese personaje, por lo que teníamos que comprobar constantemente todos los ángulos diferentes y asegurarnos que el personaje resultaba atractivo en la gran pantalla. La película tiene su propio lenguaje, pero necesitábamos crear un vínculo fuerte con el mundo del libro. También tuvimos que pensar en la relación entre las secciones stop-motion y CGI de la película. No podía ser realista y tampoco demasiado caricaturesco, sino algo entre medias, un mundo que resultara creíble para el público que lo ve por primera vez".
Bienvenidos al mundo del stop-motion
Cuando llegó el momento de encontrar un equipo para realizar las secuencias de stop-motion de El Principito, Osborne decidió contar con el talento de Jamie Caliri, conocido por el premiado anuncio "Dragon" de United Airlines, y las secuencias de créditos de "Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket" y "The United States of Tara".
"Me encanta el trabajo de Mark y le conocía de la escuela, así que cuando supe que quería utilizar la animación stop-motion en parte de la película, le dije que estaba interesado", dice Caliri, que también es director creativo del software Dragonframe, que se utiliza para la animación en todo el mundo. "Tuvimos la suerte de contar con Alex Juhasz ("The United States of Tara", "The Babadook") que tiene muy buen ojo y un fantástico estilo de ilustración para trabajar en los bocetos conceptuales de producción. Creamos algunos moldes basados en sus ilustraciones en Ojai, California así que las fotografié y se las envié a Mark. Nuestro enfoque consistió en rodar el material con un estilo conservador y tranquilo, porque queríamos centrarnos en la belleza del material".
Caliri, Juhasz y el director de animación stop-motion Anthony Scott trabajaron estrechamente con Osborne para construir el mundo que se filtra a través de las páginas del libro del Aviador. "Decidimos utilizar el papel como soporte porque Mark ha construido esta historia en torno al Príncipe... a esas páginas sueltas del libro a las que el Aviador se ha aferrado todos estos años. Tiene un vínculo evidente con la historia. Así que partimos de la secuencia que está hecha sólo de papel y después, a medida que adquiere más dimensiones, utilizamos una mezcla de papel y arcilla, lo que permite aplicar acuarela en la parte superior de las caras. Lo construimos todo de forma teatral, pero iluminamos los sets de manera realista".
Caliri menciona que una de sus escenas favoritas de la película sucede al principio del proyecto. "En nuestra primera secuencia, introducimos este mundo de papel a través de los ojos de la Niña", señala. "Pasamos de la secuencia CGI a este mundo de papel en stop-motion tal y como lo imagina ella. El papel se desplaza en un túnel de papel que parecen nubes que luego se convierten en dunas de arena. Esto se hizo utilizando recortes de papel pintado, distribuido en un espacio 3D, sobre una mesa".
Anthony Scott, director de animación stop-motion de la película, también cree que la decisión de hacer las marionetas y los sets de papel hizo que las secuencias fueran espectaculares. En lo que se refiere a dificultades concretas, menciona la complejidad de capturar el personaje del Principito. "En términos de animación pura, una de mis primeras preocupaciones fue la bufanda del Príncipe", recuerda. "En el libro, las ilustraciones muestran que la bufanda está suspendida en el aire por arte de magia como si hubiera una corriente de aire constante. Me preguntaba qué pensaba Mark de eso y se decidió que variaríamos el nivel de viento en cada secuencia. ¡Así fue como el viento se convirtió en un personaje más de la película! Una vez que se tomó la decisión, los animadores contaron con una guía para ayudarles a saber cómo animar la bufanda".
El tiempo que se tardaba en crear cada minuto de stop-motion de la película solía depender del nivel de complejidad de cada toma en particular. "Animar dos personajes caminando lentamente y hablando llevará más tiempo que un único personaje moviendo los ojos y girando la cabeza", explica Scott. "Así que yo diría que un animador de nuestro proyecto creaba un promedio de 5 a 15 segundos de material por semana dependiendo de la complejidad de una toma concreta".
Como la mayoría de los miembros del reparto y del equipo técnico de la película, Scott y su equipo volvieron muchas veces al libro y a sus sugerentes ilustraciones para inspirarse. "Fueron sin lugar a dudas mis mejores fuentes de inspiración", dice. "Esas ilustraciones han estado conmigo desde niño, me perseguían: el Príncipe viajando a su planeta, visitando otros planetas y sus extraños habitantes, encontrándose con la Serpiente en el desierto. Para mí, hacer realidad todo eso con la técnica de stop-motion fue como cerrar el círculo".
La música para despertar al niño que llevamos dentro
Para crear la música de El Principito, los realizadores buscaron la experiencia del compositor ganador del Oscar Hans Zimmer, el hombre responsable de las premiadas bandas sonoras de películas dramáticas como "El caballero oscuro", "Gladiator" y "Interstellar" y de películas de animación como "El Rey León" (por la que recibió el Premio de la Academia), "Kung Fu Panda", "Madagascar 2" y "Gru, mi villano favorito".
El músico de origen alemán dice cómo se enamoró del libro de Saint-Exupéry cuando era un muchacho. Después de que Osborne le planteara su visión de la película (utilizando la maleta de coloridos accesorios), Zimmer se sintió conmovido hasta las lágrimas. "Soy bastante duro. De hecho me conocen por mi trabajo en "El caballero oscuro" y "Origen", pero cuando Mark me explicó su visión de la película se me saltaron las lágrimas. No me lo podía creer... Era una historia tan conmovedora que no pude evitarlo".
Zimmer, que también había trabajado en "Kung Fu Panda" de Osborne, dice que el director y su equipo hicieron justicia a una obra maestra muy querida. El compositor también afirma que el mensaje de la película le atrajo poderosamente. "Los compositores no crecen nunca, así que por eso me sentí tan atraído por el trasfondo de la película. Nos recuerda que hay una manera diferente de ver la vida. Mark supo encontrar un puente entre el mundo del libro y nuestro mundo moderno. La película te invita a soñar a lo grande y a estar abierto a todas las posibilidades que puede ofrecerte la vida".
Osborne dice que le sorprendió bastante cómo Zimmer y sus colaboradores logaron ofrecer un maridaje perfecto entre su música y el material.
"Hans tuvo la genial idea de aportar un estilo francés a la música así que nos presentó las canciones de la cantante y compositora francesa Camille [Dalmais]", señala. "También contó con su colaborador Richard Harvey, y juntos crearon un sonido realmente único para la película. La música que compusieron es a la vez conmovedora y perfecta para el proyecto".
Al recordar la experiencia, Zimmer dice que disfrutó muchísimo con el proceso de colaboración y la posibilidad de trabajar con tantos grandes músicos, sobre todo con Camille Dalmais, que en Francia es conocida como Camille. "Gran parte de la música surgió gracias a la visión de Mark y a la participación de Camille", dice Zimmer. "Una de mis partes favoritas del proyecto fue trabajar con Camille, que es realmente mágica. Pude recopilar toda su música en YouTube y presentársela a Mark y lo cierto es que le encantó. Ella ha aportado mucho a "El Principito".
Osborne está de acuerdo. "Camille no sólo nos proporcionó las canciones que necesitábamos, sino que su voz también aparece a lo largo de la partitura orquestal. Es el nexo de unión de todo el universo. La primera vez que la oí me emocioné porque su voz representa maravillosamente bien la vida interior de la Niña que va surgiendo a lo largo de la película".
Zimmer dice que el proceso de poner música a la película fue un trabajo muy orgánico, muy creativo. "Todos recreamos las famosas imágenes de la película tocando juntos en una habitación", recuerda. "En lugar de utilizar sólo las canciones pop habituales de catálogo, nuestra música se hizo a medida. La banda sonora también se inspiró en la auténtica naturaleza artesana de la película".
Abriendo nuevos caminos
Cuando El Principito viaje del papel a la gran pantalla, el director Mark Osborne y su equipo esperan que su trabajo dé a conocer la visión atemporal de Antoine de Saint-Exupéry a toda una nueva generación de amantes de los libros.
Como concluye Osborne: "Ha sido un viaje extraordinario, muy satisfactorio, porque nos hemos acercado a esta historia con una perspectiva verdaderamente auténtica; queríamos encontrar la mejor manera de contar la historia y la mejor historia que contar. El público merece películas que asuman riesgos y quieran abrir nuevos caminos. Somos un equipo de artistas independientes que se unió para hacer realidad una tarea que parecía imposible y que consistía en interpretar este libro tan querido en todo el mundo. Hubiera sido muy difícil que todas esas ideas tan ambiciosas vieran la luz en el sistema tradicional de los estudios y a lo mejor hubiéramos acabado renunciando a asumir los riesgos. Al final, se hizo realidad el milagro, preservar la delicada alma de la historia de Saint-Exupéry."
Mark Osborne (El director)
Nacido en 1970, Mark Osborne ha sido nominado en dos ocasiones a los Oscar(r). Es un cineasta muy versado en una amplia gama de tecnologías de la animación. Alcanzó la fama mundial en 2008 como director de "Kung Fu Panda" (recaudación internacional hasta la fecha: 650 millones de dólares, una de las 10 películas de animación más rentables de la historia del cine). Mark desarrolló su talento en DreamWorks y destacó por alejarse de un enfoque puramente comercial sin perjudicar por ello las cifras de espectadores. La ambición y la experiencia artística de Mark atrajeron la atención de grandes figuras del género. Con El Principito, su objetivo es llevar los altísimos niveles de calidad que implantó en DreamWorks al cine internacional comercial.