Cinemanía > Películas > Eat that question: Frank Zappa en sus propias palabras > Sinopsis
Destacado: Paul Mescal es Lucio en 'Gladiator II' de Ridley Scott
Eat that question: Frank Zappa en sus propias palabras cartel reducidoEat that question: Frank Zappa en sus propias palabras(Eat that question: Frank Zappa in his own words)
Dirigida por Thorsten Schütte
¿Qué te parece la película?

Nacido en 1940, FRANK ZAPPA-compositor, músico, líder de la banda y productor autodidacta, además de libre pensador- transcribió sobre el papel sus primeras composiciones vanguardistas influenciadas por Varèse a los catorce años de edad. Pero no fue hasta adentrarse en la veintena cuando empezó a componer letras. Sin embargo, tras el lanzamiento en 1966 de su álbum debut, FREAK OUT! (with THE MOTHERS OF INVENTION), rápidamente se convirtió en la voz opositora más referenciada de la música popular.

Gracias a un montaje hábil y sutil íntegramente basado en archivos históricos, EAT THAT QUESTION: FRANK ZAPPA IN HIS OWN WORDS es una celebración vibrante de este maestro sin pelos en la lengua. Zappa, enfermo de cáncer, murió prematuramente en 1993. Resulta especialmente importante que aquellas entrevistas y actuaciones del inolvidable Zappa, distribuidas entre tres décadas, hayan sido rescatadas cuidadosamente por el director Thorsten Schütte de los ocultos archivos de emisoras de televisión de países de todo el mundo para crear un documental único de 90 minutos.

EAT THAT QUESTION: FRANK ZAPPA IN HIS OWN WORDS sigue la huella de Zappa desde su juventud afeitada y trajeada, pasando por su etapa friki, más desenfadada, hasta sus días más productivos antes de su muerte prematura a los 52 años, situándonos a los espectadores en primera fila, para verle de cerca la cara y presenciar las cambiantes emociones de la mirada del gran Zappa. La cinta se centra en los encuentros desinhibidos y entretenidos del músico con los periodistas. Entre sus entrevistadores se encuentran desde el sorprendido presentador Steve Allen, quien en 1963 se sumó al entrevistado en un número improvisado en el que ambos iban en bicicleta, con ruidos y música de cámara pre grabados, al fascinado amateur Chuck Ash-un policía estatal uniformado del estado de Pennsylvania que lo entrevistó ante las cámaras en dos ocasiones en la década de los 80. Pero Zappa también se topaba con frecuencia con otros medios que se burlaban de él y lo subestimaban. Impertérrito, él disfrutaba con cada oportunidad de pillar, descomponer y utilizar a los medios- a los que calificó textualmente "la baba que rezuma de tu televisor"-y llevarlos a su terreno. Capaz de conversar con educación de una gira o un disco, él sabía mejor que nadie cómo sacar de sus casillas a sus coetáneos. Sus cáusticos comentarios del estado, la religión, la industria musical, y la cultura de los jóvenes, revelan una postura musical y socio-política crítica y evocadora.

Los amenos y descarados encuentros con los medios se ven complementados por la nota musical del documental Eat That Question: las giras, actuaciones y direcciones musicales de Zappa en toda su complejidad. No podemos olvidar que también fue cineasta, presenciando imágenes entre bastidores de la realización de su cinta más conocida, 200 Motels (1971). A pesar de su carga de trabajo fue capaz de lanzar una media de dos álbumes originales al año durante tres décadas, muchos de los cuales fueron clásicos instantáneos. En estos discos escuchamos la mezcla de géneros que dominó Zappa: el R&B, el jazz, o la palabra, la musique concrète, el pop, el rock, la electrónica y la música clásica más vanguardista. Una buena muestra de estas creaciones amenizan la cinta.

Al ver al propio Zappa agachado, acariciando las cuerdas, recordamos que este hombre de cabello negro y sangre siciliana, de un metro ochenta de estatura era además un magnífico guitarrista. Claramente Zappa fue también un imponente líder de banda. Solo contrataba a los mejores y era exigente. Sin embargo el domador de leones tenía otra vertiente que lo equilibraba: su apetito contagioso por lo absurdo. El documental nos descubre imágenes inéditas de actuaciones en directo en las que aparecen Zappa riéndose a carcajadas, gesticulando y emitiendo ruidos extraños. Es una delicia verlo sobre el escenario.

Eat That Question explora asimismo el activismo de Zappa mediante sus testimonios en los que se basa en la razón para defender la libertad de expresión tanto del artista como del comprador de discos ante las audiencias de los Tipper Gore y el Washington Wives' PARENTS MUSIC RESOURCE CENTRE (PMRC). La PMRC era la agencia responsable de solicitar etiquetas de advertencias para los padres para alertar sobre el contenido de los discos de rock. Como ejemplo de su desconocimiento, el álbum ganador del Grammy JAZZ FROM HELL (1986) consiguió la pegatina de "Advertencia para padres"- a pesar de ser enteramente instrumental.

En sus siguientes álbumes Zappa grabó notas perfectas con instrumentos reales y luego las metió en el Synclavier que había instalado en su estudio de casa, su autodenominado "Utility Muffin Research Kitchen" (UMRK) (que viene a ser algo así como "Cocina de investigación de magdalenas"). El sistema polifónico digital lo liberó del drama y el coste de contratar orquestas- a pesar de que había dependido de ellas anteriormente.

Casi al final del filme se relata mediante imágenes extraordinarias su visita cual héroe de la patria al estado de Checoslovaquia en el año 1990. Visiblemente emocionado, el compositor se baja de un avión y es recibido calurosamente por una multitud entregada. Cuando en Estados Unidos, en casa, era conocido por ser el tío del póster que aparece sentado en un retrete. O por una palabra de cuatro letras. Sin embargo el continente europeo lo venera como el artista disidente que es. Allí será recibido por el presidente checoslovaco Václav Havel.

Aun cuando le flaquea la salud, sus convicciones en la libre expresión y su ideal de la democracia no pierden su firmeza.

En una hora y media de metraje, Schütte echa mano de este material de forma esclarecedora, rescatándolo del olvido, creando un retrato perdurable de una de las mentes más originales del siglo XX. Hoy, la música y las ideas de Zappa siguen vivas y son actuales, descubriendo una generación de fans nuevos. Y su meta de liberar al escuchante del conformismo imperante resuena aún.