Una película dirigida por David Mackenzie; Los productores son Sidney Kimmel, Peter Berg, Carla Hacken y Julie Yorn. Los productores ejecutivos son Gigi Pritzker, Bill Lischak, Michael Nathanson, Rachel Shane, John Penotti y Bruce Toll; y los co-productores son Kathryn Dean, Dylan y Mark Tarason Mikutowicz. El equipo detrás de las cámaras incluye al director de fotografía Giles Nuttgens, el diseñador de producción Tom Duffield, el editor de Jake Roberts, la diseñadora de vestuario Malgosia Turzanska, y la BSO corre a cargo de Nick Cave y Warren Ellis.
Robando al banco que te robó: Sobre la historia
El origen de este thriller de atracos nos recuerda a El gran robo del tren de 1903, y desde entonces, parece que cada generación ha reproducido sus propias visiones del género, a menudo con mucha frialdad atmosférica. Como muchos de sus predecesores, Comanchería se construye como un enfrentamiento entre los representantes de la ley y los violadores de la ley en las desoladas zonas fronterizas del extremo suroeste de Estados Unidos. Pero ahí es donde terminan las comparaciones. Esta no es la típica película de "robabancos" que veía tu padre, con los malos con sombrero negro y sheriffs respetables. Esto es un Western remezclado, moralmente complejo y mordaz, ambientado en un nuevo Oeste donde los bancos atracados son ahora los más degenerados y crueles villanos de la historia.
La película es la novena obra del galardonado director británico David Mackenzie - cuyo trabajo incluye Convicto, Hallam Foe, Obsesión o Young Adam - y le ha llevado a nuevos lugares, geográfica y cinematográficamente. Se ha rodeado de un gran reparto para poder representar a estos tejanos, y aporta su propio estilo distintivo a los páramos americanos: visceral, muscular y emocionalmente crudos y, sin embargo, profundamente compasivos hacia los personajes que los afrontan, ya sea en un cruce o al final del camino. Haciéndose eco del paisaje inquietante de la historia, Mackenzie adopta tanto el alcance como la cruda intimidad para fusionar el lirismo de esta obra con humor y tensión a partes iguales, en esta carrera de fondo entre perseguidores y perseguidos.
Mackenzie dice: "Como realizador siempre me siento atraído por las historias que no son blanco o negro en términos de matices morales... así que uno de los elementos que me interesaban de esta película era esto que yo llamo 'la criminalidad redentora', donde la gente buena hace cosas malas por buenas razones. Creo que hay algo realmente interesante en ese equilibrio, y esto es definitivamente un área que me atrae como director de cine, y en particular en esta película".
Como un director que ha abordado diferentes tipos de historias, Mackenzie también se sintió atraído por la idea de combinar géneros clásicos americanos, pero que rara vez se combinan en una historia que desafía las expectativas. "La película es una preciosa mezcla de todo ya sabes, no hay demasiadas comedias Western de robos de bancos que también sean Road movie", observa Mackenzie.
Mackenzie nos trae con Comanchería algo más que una actualización de la típica película de atracadores renegados. Es un canto a la hermandad y la lealtad familiar, una elegía por los sueños perdidos y la tierra robada, un retrato de los valores rupestres en el crepúsculo de su desvanecimiento y un sondeo de cómo las personas se quedan atrapadas en las expectativas de quien se supone que deberían haber sido. En una época de cambios rápidos, hasta en la América profunda, la película nos plantea profundas cuestiones sobre nuestras herencias y legados personales.
El oscuro ingenio de la película, los personajes desesperados y los temas contemporáneos quedan dibujados por un extraordinario cuarteto de actores que dan vida a dos parejas de hombres comprometidos el uno con el otro hasta el final. Chris Pine y Ben Foster retratan a dos hermanos como el yin-yang y que, a pesar de tomar muy diferentes caminos, vuelven a unirse para arreglar las cosas. Y Jeff Bridges y Gil Birmingham interpretan a dos Rangers de Texas, cuya carga de racismo se contradice con la profundidad de su conexión sin palabras.
Para la productora Carla Hacken, presidente de Sidney Kimmel Entertainment, la película se manifiesta a la vez atemporal y actual. Una idea tan antigua como robar a uno para pagarle a otro actualizada con ejecuciones bancarias. "Esta es una historia de ladrones de bancos, pero también es inusualmente relevante para nuestro tiempo por la cantidad de familias que pierden sus casas por los bancos". Ella describe. "Al mismo tiempo, los hermanos Tanner y Toby son una especie de Caín y Abel. Tiene todos los elementos viscerales de un thriller de atracos, pero con las emociones viscerales de una lucha entre miembros de una misma familia".
La productora Julie Yorn, que supervisa la producción en LBI Entertainment, dice que todos los elementos se juntaron para hacer de Comanchería una rica mezcla de emoción e intriga. "Tienes la voz del guionista Taylor Sheridan, la magia como director de David Mackenzie y estas fantásticas actuaciones de Jeff Bridges, Chris Pine, Ben Foster y Gil Birmingham -los cuales parecen trabajar juntos en equilibrio y se complementan entre sí", Yorn observa. "En el fondo, la película trata de hermanos que reclaman sus tierras y su patrimonio - que es un concepto profundamente americano".
David MacKenzie sobre dirigir Comanchería
La historia de Comanchería es, a primera vista, muy simple: dos hermanos con mala suerte roban bancos para saldar sus deudas, y serán tenazmente perseguidos por un legendario Texas Ranger a punto de retirarse. Pero por debajo de las dos claras líneas entrelazadas de la trama, se encuentran las corrientes que profundizan en la familia, la masculinidad, la lealtad, la familia y los ciclos históricos, y la forma en que un nuevo mundo de codicia sin rostro está colisionando con el viejo oeste individualista.
Todo esto pasó a primer plano en un guion lleno de humor y humanidad escrito por Taylor Sheridan, quien es conocido tanto por interpretar al ayudante del sheriff David Hale en la exitosa serie Sons of Anarchy, como por ser el autor de la aclamada por la crítica y nominada al Oscar, Sicario.
Sheridan, que nació en Texas, escribió Comanchería justo después de Sicario como parte de una trilogía prevista sobre el New West. El intenso guion acabó en la "lista negra" de guiones no producidos, pero no por mucho tiempo. Mackenzie se convirtió en la elección para director después de ver su película anterior Convicto, que fue aclamada por su distintiva mezcla de realismo-tensión, y saber moverse entre la cuerda floja y la sensibilidad emocional.
"Cuando vimos Convicto nos quedamos impactados por completo", recuerda Carla Hacken. "Al igual que esta historia, era cruda y áspera, y sin embargo, tenía corazón y una historia de padre e hijo. Era hermosa, pero tenía ritmo - y pensamos que David resultaría ser una gran elección para Comanchería. Él captura la acción, las emociones y el paisaje de formas fascinantes ".
Julie Yorn añade: "El estilo de David encajaba muy bien para esta historia. Y todos pensamos que era muy interesante disponer de este director con talento europeo para abordar una historia tan americana". Mackenzie dio la bienvenida a la oportunidad de filmar su propia visión modernista de una historia que puede llevar a todos los componentes normalizados de la tradicional América - representantes de la ley, ladrones, tiroteos y persecuciones -, pero es en realidad un retrato de algo que sucede en este momento: un retrato de las viejas formas y estructuras sociales que se rompen en algo nuevo e impredecible, y las personas y las familias que luchan para encajar en todo ello. Las películas anteriores de Mackenzie han coqueteado con el género. Young Adam, por ejemplo, tenía la intensa atmósfera de una película de cine negro clásico y Hallam Foe tomó la tradición de mayoría de edad en el territorio de una fábula oscura. Pero fue realmente con Convicto, un drama carcelario, donde Mackenzie conseguía su estilo emocional intenso y comenzaba a experimentar con la forma en que podría tener una historia de género puro y reconstruir en ella algo emocionalmente auténtico.
"En el pasado yo estaba incómodo con la noción de género, estaba tratando de hacer películas que fueran originales y diferentes, películas que sólo se encontrarían en los extremos de la idea de género por defecto", dice. "Pero mi última película, Convicto, era necesariamente una película de género y fue la primera en la que traté de abrazarlo completamente - a pesar de que también hay una historia de contrabando o un drama familiar en el centro de la misma", señala. "Pero mientras Comancheria es un western en muchos aspectos, también tiene el ADN de una película de robos, una película de colegas y una Road Movie, así como un drama familiar".
Dentro de esa mezcla digital de los estilos, Mackenzie tenía otro objetivo: llevar a cabo la evocación de la historia de la vida americana en el siglo XXI, con todas sus tensiones familiares, económicas y raciales. "Para mí, lo que hace que esta película sea tan emocionante es que, entre todos los elementos de género, hay una reflexión sobre temas de la vida norteamericana contemporánea: el racismo, las armas, los abusos de los bancos, la desaparición del viejo oeste y de sus valores, la ruptura de las familias y la sociedad, la necesidad de hacer las cosas uno mismo. Como extranjero, era un privilegio tratar de tomar una instantánea de alguna manera de la nación en este año electoral", dice Mackenzie. "Traté de hacer una película que se sintiera tan estadounidense como fuera posible, y sentí la obligación de ser lo más respetuoso posible con el sentimiento del país".
Mackenzie continúa: "Incluso si estoy comprometido en un género, no es eso en sí mismo lo que me atrae. Es el poder de la historia, el mundo, los temas y los personajes. Este era un guion muy especial por parte de Taylor Sheridan, uno que tenía todo esto de una manera muy fresca, pero también tenía matices de las grandes películas del pasado, sobre todo de la época dorada de los años 60 y 70. Para mí, tenía toques de dos de mis cineastas favoritos estadounidenses de época: Don Siegel, en particular La gran estafa, una de las pocas películas que hizo en el Oeste y Hal Ashby, cuyo humanista estilo de hacer cine a menudo he tratado de seguir. También me hizo pensar en tres grandes películas en las que Jeff Bridges actuó en su juventud: Un botín de 500.000 dólares, Fat City, ciudad dorada y La última película.
Mackenzie tenía un especial interés en poner en primer plano las siempre complicadas relaciones entre hermanos, ya sean hermanos de sangre o hermanos en el trabajo. De una manera u otra tanto Toby y Tanner como Marcus y Albert, darían su vida por el otro". Uno de los puntos importantes de la película es la relación entre hermanos. "Tengo una gran relación con mi hermano y estaba muy atraído por este tema, y lo que los hermanos están dispuestos a hacer para ayudarse", dice Mackenzie. "Como ya he dicho, Toby se prepara para hacer cosas malas, pero esencialmente es por su familia. No es una justificación, pero siente como si fuera un contrapeso moral contra algunas de las cosas que está haciendo".
La relación fácil, ocurrente, pero racialmente cargada entre Marcus y Albert se convierte en un espejo de la Toby y Tanner, diferentes enfoques para la supervivencia. "Marcus y Albert tienen una manera graciosa de afrontar el antagonismo entre ellos", observa Mackenzie.
Algunos de los momentos más intensos en Comancheria son, paradójicamente, los momentos de enfrentamientos casi sin palabras con los que Mackenzie sondea las profundidades emocionales. El humilde porche de Toby, en particular, se convierte en el escenario de un gran drama. Esto era importante para Mackenzie en la película.
"Nunca pensé en esta película como un thriller", dice el director. "Tenía que haber un equilibrio entre los elementos de robo de bancos y la exploración más profunda de la tierra y las personas con sus matices. Estas son personas que no tienen facilidad para expresar sus sentimientos; comunican casi más en sus silencios que en sus frases. Los momentos en el porche son parte esencial para la película y nos sentimos atraídos instintivamente hacia ellos cuando llegó la oportunidad. Cuando pasas tiempo en ese enorme paisaje vacío y caliente, el porche es un lugar de refugio donde mirar ese horizonte sin fin, escaneando amenazas potenciales ". La vitalidad de las escenas del pórtico de la película surge en parte del estilo de dirección de Mackenzie, que es moderno, minimalista y de inmersión, dejando de lado la maquinaria de set de filmación típica, como monitores de reproducción. Él prefiere rodar en largo, de forma más orgánica, a la espera de descubrir por instinto los momentos más reales a medida que ocurren.
"Me gusta la idea de sentir que las cámaras están rodando todo el tiempo, así que, si encuentras el momento, capturas el estado de ánimo", dice. " Es algo así como mi método... La forma en que me gusta rodar, nos da mucho más material y se pueden acumular las actuaciones. Es más fluido y con más energía y más tiempo de todo lo que se dedica a hacer el trabajo". En Comancheria, Mackenzie trabaja con un verdadero icono como Jeff Bridges y un hombre que está al alza como Chris Pine, pero todos sus personajes son igualmente bravucones pero llenos de vulnerabilidad. "La energía masculina palpable de la película es a veces interrumpida por las mujeres, pero está claro, que estos son hombres que no permiten a las mujeres profundizar en sus mundos", señala Mackenzie.
"Es difícil imaginar cómo funciona la narrativa si estos hombres tuvieran relaciones con mujeres funcionales, aparte de Albert, que intenta mantener una relación estable", observa Mackenzie. "Conscientemente, es una historia masculina. Yo estaba interesado en asegurarme de que las mujeres en la historia, casi todas los cuales son encuentros pasajeros, estaban bien dibujadas y eran simpáticas, pero como en Convicto, es esencialmente una película de hombres sin mujeres".
Comancheria ha llevado el trabajo de Mackenzie a un nuevo nivel: "Siento que he conseguido estar más cerca de un estilo más comercial y accesible de cine de una manera que no ha puesto en peligro la integridad de mi trabajo", dice. "Ahora me veo preparado para hacer frente a películas más ambiciosas y de mayor escala, pero también poder aportarle la humanidad y mis sensibilidades individuales".
Taylor Sheridan estaba encantado de ver cómo Mackenzie transporta su guion a la pantalla con tanta sensibilidad y potencia visual. "Creo que es un director de gran talento", dice el guionista. "Tiene una rara habilidad para mantener el panorama general de la narración en primera línea, mientras el martilleo de los detalles más finos hace que todo cobre vida. Me encontré con alguien nada orgulloso y muy colaborador... Para cuando llegamos al set, él sabía exactamente lo que quería y dónde trazar las líneas, que es como debe ser. Al final, sentí que la película estaba muy bien filmada y orquestada".
Habiendo nacido en el oeste de Texas y con una familia dedicada a la aplicación de la ley, Sheridan asegura que esperaba que Comancheria fuera "un poema de amor a mi estado natal. La gente en Texas es muy combativa, y de una manera u otra han estado luchando por su tierra durante siglos. La historia de Texas ha sido un modelo de repetición de la conquista y la asimilación. También he visto que otra cosa que parece inexpugnable son los bancos. Se han convertido en un símbolo que agrupa a todas las formas en que el West Texas es hoy en día, en gran parte por los ricos, y como se ha convertido en algo utópico para algunas personas labrarse un futuro". Sheridan estaba satisfecho por la disposición de Mackenzie para lidiar con las complejidades emocionales y sociales de la película. "La película trata de ciclos de pobreza y sus consecuencias; se trata de la destrucción de la familia nuclear; se trata también de cómo los hombres muestran el amor hacia otros hombres. Ves la realidad de una familia como Toby y Tanner tratando de sobrevivir con 100 cabezas de ganado y malas tierras, y te das cuenta junto con ellos de que la única manera en que realmente puede cambiar este ciclo que ha asolado su familia es con dinero".
Un ranger tras su última presa: Jeff Bridges como Marcus
La reunión de Jeff Bridges con el personaje de Marcus Hamilton parecía ser uno de esos momentos de fusión escrito en las estrellas. El envejecido pero fuerte Texas Ranger encaja perfectamente con el ganador de un Oscar y seis veces nominado, cuyas actuaciones han abarcado una amplia gama humana (de cantante de country en horas bajas en Corazón rebelde al intenso Cogburn de Valor de ley de los hermanos Coen; desde un programador de videojuegos influyente en Tron, al superviviente de un accidente de avión en Sin miedo a la vida o el mítico "Nota" de El gran Lebowski, su carrera ha sido tan completa que es simultáneamente uno de los actores más jóvenes en ser nominado al Oscar (por La última película de Bogdanovich) a uno de los más mayores en ganarlo (por Corazón rebelde). Bridges se sintió atraído por Comancheria por sus giros inteligentes y modernos del clásico "bien vs mal": "Me gusta que lo que motiva a cada uno de estos personajes sea complejo. Uno nunca está muy seguro de si son los malos o son los buenos, no sabes a quien apoyar. Todos tendemos a juzgar los motivos de los demás en la vida, pero en esta historia, es una cuestión de quién tiene razón y quién está equivocado, y cada personaje tiene un poco de ambas. Eso es siempre intrigante".
Los realizadores estaban motivados por el gran interés de Bridges en el papel. Dice Julie Yorn: "Jeff ha sido siempre uno de mis actores favoritos y tenía una gran experiencia con este tipo de personajes. Su Marcus es fresco y divertido, pero creo que también es muy emotivo ver a un tipo así afrontar el envejecimiento. Su interpretación es realmente auténtica ". David Mackenzie ni se imaginaba que Bridges pudiera aceptar el papel: "Creo que Jeff realiza una actuación impresionante. Adoraba poder trabajar con él y me encontré a un ser enormemente creativo, muy comprometido con el proyecto. Soy un gran fan de su carrera y me siento privilegiado por haber podido trabajar con él ", dice el director. Comenzaron por la excavación en la historia y la camaradería de los Rangers. "Hablamos mucho sobre la realidad de ser un Ranger de Texas, sobre los códigos, la ética y el honor. De cómo obtener estos detalles en pantalla y, una vez que se habían encontrado, cómo fuimos capaces de relajarnos en la humanización del personaje. Jeff es un gran improvisador y tuvimos un enfoque lúdico para el material que realmente nos ayudó a darle realismo"
La oportunidad de encarnar a un tipo endurecido por los años y con una personalidad obstinada hacía el papel muy interesante para Bridges, sobre todo porque los Rangers están muy adheridos en el tejido mitológico del Oeste, aunque Marcus sabe que el mito se desvanece. El hecho de que Marcus oye el "tic tac" del reloj y no tiene intención de irse silenciosamente añade una capa adicional de carácter y tragedia al personaje.
"Los Texas Rangers son casi la esencia de la defensa de la ley", dice Bridges. "Pero Marcus ha llegado al final de la línea. Al comenzar la película, acaba de recibir una carta de los altos mandos que le dicen que es hora de terminar y retirarse. Se ha pasado toda su vida haciendo esto atrapar a los malos y solucionar crímenes - y ahora hemos llegado a la última cacería. Creo que mucha gente puede relacionarse con esa idea: tener que dejar atrás lo que han hecho toda su vida".
Bridges realizó su propia investigación sobre cómo es la vida de un Ranger. Se reunió con el tío de Taylor Sheridan, el ex Marshall Parnell McNamara de Texas, y también pasó tiempo con Joaquín Jackson, el famoso Texas Ranger que se convirtió en un símbolo de la aplicación de la ley de Texas después de aparecer en la portada de la revista "Texas Monthly", en una historia titulada "el crepúsculo de los Rangers de Texas". "Ambos me ayudaron mucho a buscar detalles tan auténticos como fueran posibles", explica Bridges. Desde el primer momento, los instintos perfeccionados de Marcus le dicen que el dúo tras los robos a sucursales bancarias no son drogadictos o gente de los bajos fondos buscando dinero rápido. Él sabe que esto es algo distinto. "Este tipo de chicos que hacen cumplir la ley son bastante veteranos en sincronía con la mente criminal, por lo que su primera idea es que este es el trabajo de unos tipos muy inteligentes con un objetivo muy específico". Algunas de la capas del personaje de Marcus se nos muestran por su relación con su compañero Albert, interpretado por Gil Birmingham. "Albert es medio Comanche, medio de México, y Marcus se burla de él por ambas cosas. Trabajar con Gil ha sido simplemente maravilloso, no sólo como actor, nos reímos mucho y cantábamos canciones en los descansos con una guitarra".
Hermanos y bandidos: Chris Pine y Ben Foster como Toby y Tanner Howard
Si Marcus es el corazón de Comancheria, su objetivo - el tranquilo e incómodo Toby Howard - es el fundamento moral de la película. Pero Toby no es un ladrón de bancos corriente. No lo hace por placer, ni siquiera quiere mucho dinero. Ha terminado abocado al crimen como una forma muy personal de redención. Para Chris Pine, la necesidad de interpretar a Toby con todos sus matices comenzó con una conversación con Taylor Sheridan, donde surgió la conexión con los temas de la película. "Taylor me habló de sus orígenes, de dónde viene, de su interés en la muerte del oeste como lo conocíamos. Me enamoré de eso y lo convertí una prioridad en mi agenda", dice. "El guion de Taylor es sobre personas que tratan de conectar, pero son incapaces. Sin embargo, la belleza de estos personajes es que, al menos, están tratando de hacer lo correcto. Hay una gran cantidad de dilemas morales, que creo que forman una gran parte del ser humano".
Sheridan quedó igualmente impresionado durante esas conversaciones: "Chris era consciente de que Toby se ve a sí mismo como un fracaso absoluto como padre, que está roto y deshilachado, y la forma en que lo utiliza para reducir a la esencia su personaje es un verdadero testimonio de su talento. También hay algo en él que me hace pensar en una versión moderna de Gary Cooper. Pocas personas tienen ese tipo de autenticidad, pero hay una quietud en Toby que Chris logra hacer muy convincente".
Pine, conocido por interpretar al estridente joven Capitán Kirk en Star Trek, vio la oportunidad de hacer un cambio bastante significativo con Toby, cuyas emociones no son tan explícitas, sino que poco a poco le están quemando en el interior. "Toby es una persona muy tranquila, algo que no había trabajado anteriormente y me gustaba eso de él", explica Pine. "Me encanta la forma en que la película representa de manera honesta cómo los protagonistas interactúan entre sí. Una de las cosas interesantes acerca de las relaciones entre hombres es que pueden sentarse juntos, no decir nada y pasarlo bien. Tal vez incluso mejor. Me encantaba explorar ese tipo de momentos de Toby y Tanner y de Toby y su hijo".
David Mackenzie disfrutó trabajando estrechamente con Pine, excavando en las capas de los personajes que emergen en los momentos más tranquilos. "Chris amaba el material y el personaje, entiende que Toby es mucho más tranquilo, más bloqueado emocionalmente y menos vistoso que su hermano. Como estrella de cine que suele tener papeles con un encanto más carismático, fue valiente al asumir todas estas cosas y dejar que su personaje se mantenga preocupado e incapaz de divertirse mientras trabaja para llevar a cabo su plan ". Pine ve que Toby y Tanner tratan, a pesar de sus propias vidas decepcionantes, de ofrecer una última resistencia para una familia que nunca ha sido capaz de cumplir con las promesas de seguridad que debe proporcionar. "Esta es una historia no sólo de delincuencia, sino también de raíces y herencias, y para mí, Toby y Tanner son como los últimos de un linaje de hombres y mujeres fallidos", explica Pine.
Sintió una empatía inmediata por cómo Toby se sacrifica para dar a sus hijos la posibilidad que él y Tanner nunca tuvieron. "Toby ha tenido una vida dura", continúa Pine. "Tiene una ex esposa y dos hijos, pero no los ha visto en un año. Él no ha estado pagando la manutención de los niños, y ha estado cuidando a su madre hasta que falleció, sólo para descubrir que el banco le ha expropiado por completo de la posesión de sus tierras. La única forma de que pueda comprar la casa de nuevo - y dar algún tipo de herencia a sus hijos - es robar el mismo banco que le roba a él. Es una elección que siente que tiene que hacer con el fin de proteger a su familia".
Pine admite que no ha enfocado su personaje para que sea un legendario ladrón: "Creo que Toby es un criminal terrible en el buen sentido, ya que es inteligente, lógico y tiene un plan sólido, pero realmente no creo que le gusten las pistolas apuntando a seres humanos, y es por eso que tiene que depender de Tanner, que es más fuerte y no tiene miedo de hacer cualquier cosa. Toby no habría sido capaz de robar ni un solo banco sin Tanner, y eso es parte de lo que hace al dúo tan interesante".
Pine esperaba con gran expectación su reencuentro con Ben Foster, con quien recientemente protagonizó el drama La hora decisiva. Le encantaba que las energías de sus personajes fueran tan extremamente opuestas, lo que les permite tirar el uno al otro. "Tanner es loco, encantador, divertido y muy peligroso, y Ben recrea maravillosamente eso. Es uno de los artistas más dotados, sensibles e intuitivos con los que he trabajado", asegura Pine
"No importan sus claras diferencias, tienen un vínculo inquebrantable. Uno de mis momentos favoritos es cuando Tanner le dice a Toby que le quiere, justo después de disparar a dos personas. Uno se da cuenta de que lo que está diciendo es tan puro como el acto violento que acaba de perpetrar".
Los realizadores estaban satisfechos por el compromiso de Pine con el papel: "Chris tiene estilo de la vieja escuela, tranquilo y sin embargo fuerte, una presencia masculina que se necesitaba para hacer que todas las contradicciones de Toby funcionaran", señala Julie Yorn. Carla Hacken añade: "Chris estaba apasionado por este papel. Realmente logra enseñar la incapacidad de Toby para expresarse emocionalmente con palabras, y expresa las emociones de los personajes en sus acciones con gran fuerza".
A pesar de que está constantemente demandado por los grandes estudios, Pine afirma que Comancheria es el tipo de cine que le encanta. "El proceso para hacer este tipo de películas exprime el alma y la creatividad, y esos son los tipos de papeles que me gusta hacer ", afirma. Al igual que Chris Pine, Ben Foster dice que la idea de la película sobre cómo intentan conectar los hermanos es lo que le convenció: "Rara vez he visto el concepto de hermandad manejado de manera tan elegante y veraz, y al tener un hermano más joven me fue muy fácil sentirme unido a la exploración".
Foster, conocido por su premiado papel como el villano en la nueva versión del clásico del oeste 3:10 to Yuma, de James Mangold, explica:
"Al principio estaba molesto cuando me llegó este guion porque tenía la intención de tomarme un tiempo libre, pero entonces lo leí y la sensación de gratificación fue inmediata. Yo sabía quién era este tipo y por lo que estaba dispuesto a luchar con uñas y dientes. Es un guion que, cada vez que lo lees, encuentras otra hebra. Hay una gran cantidad de valores que están siendo desafiados en esta historia".
Tan pronto como escuchó que Chris Pine interpretaría a Toby, el acuerdo fue cerrado totalmente con Foster. "Acabábamos de trabajar juntos en La hora más decisiva, y sabía que podíamos encontrar esa relación natural de hermanos. Esta película vive y muere en la creencia de que estos dos hombres se aman, aunque no sean capaces de expresarlo".
Dice David Mackenzie del papel de Foster: "Ben abrazó totalmente la trágica alegría de vivir de Tanner y se dedicó a tratar de succionar el mismo placer de la vida como pudo. Fue estupendo trabajar con ambos y estoy muy satisfecho con lo que han hecho, en particular con el duro y discreto amor fraternal que comparten". Tanner es, sin duda, el más impulsivo y agresivo de los hermanos, pero también es algo más que el desquiciado ex convicto que parece ser a primera vista. Hacken explica: "Tanner es el hermano que aceptó que no había manera de salir, no hay manera de elevarse por encima de su situación y, por tanto, que iba a hacer lo que quería, sin importar la cantidad de problemas en que se metiera. Y, sin embargo, existe un claro entendimiento de que lo que ha hecho, y hará cualquier cosa por Toby".
Aunque Tanner nunca ha tomado el camino fácil o recto, Foster ve en su personaje una máxima como manera de agarrarse a la vida. "Para mí, él es un hombre que ama su vida. Aprecia cada momento, porque sabe que va a pasar rápido. Ha sobrevivido al abuso, a la prisión y a una vida de privaciones". En cuanto a por qué Tanner protege a Toby tan implacablemente, Foster dice: "Para ellos, el amor no es una negociación. Pueden pelearse. Pueden dejar de hablarse. Pero el amor no es negociable". El diseñador de producción Tom Duffield estaba impresionado por las habilidades de conducción de Foster, sobre todo en la persecución que tiene lugar en la película: "Ben estuvo increíble, llevó él mismo el coche en la colina más allá de lo que los especialistas pudieron",
La intensa conexión entre Foster y Pine era palpable para todos en el set. Ireland, que interpreta a la ex de Toby, Debbie cuenta: "Ben es salvaje como Tanner y Chris es tan tímido como Toby, y yo creo que es muy bonito lo que han hecho con estos papeles".
El diseño de la película
A lo largo del film la cámara de David Mackenzie evoca los contrastes del oeste de Texas: el calor abrasador y las noches refrescantes, la historia profunda y las conexiones cortadas, los pueblos que se desvanecen y los sueños persistentes, las familias rotas y el amor duradero. Su estilo de producción minimalista, centrado intensamente en las interpretaciones y en la fotografía natural. Aporta al mundo de los protagonistas una calidad de inmersión que atrae a la audiencia hacia sus dilemas más profundos.
Durante siglos, el oeste de Texas era la tierra de los Comanches, que incluso después de que Texas se independizara de México, controlaban las llanuras de Texas. A medida que la frontera se abrió, la forma tradicional de vida Comanche fue destruida en gran parte, y West Texas se transformó para la cría del ganado y la prospección de pozos petrolíferos, en duros ciclos de abundancia y escasez. Hoy en día, la zona sigue siendo un crisol diverso de nativos americanos, latinos y nuevos vaqueros, pero mientras que algunos han crecido y se han hechos ricos con los descubrimientos de petróleo, otros han luchado con altos índices de pobreza, la delincuencia relacionada con las drogas y una población que emigraba de pueblos pequeños a las grandes ciudades.
"Es una época de auge o desaparición de Texas en este momento", dice Taylor Sheridan. "Durante un tiempo, los precios del petróleo subieron, pero luego hubo una sequía y la industria ganadera fue diezmada. Después de eso, Texas comenzó a recibir grandes lluvias de nuevo, pero los precios del petróleo se redujeron. Muchos jóvenes han huido de la zona debido a que los puestos de trabajo son difíciles y no pagan tan bien. Las personas que se quedan están tratando de sobrevivir con este legado". Es una región por la que Mackenzie sintió una afinidad inmediata: "La película se desarrolla en el oeste de Texas, donde pasé un tiempo hace unos años, pero que me dejó una muy grata impresión, hasta el punto que sigo considerando mudarme allí", comenta. Donde otros han visto una inhospitalidad sombría en el entorno, Mackenzie encontró la belleza y la humanidad: "Como un escocés hambriento de sol, la oportunidad de hacer una película en este entorno quemado por él, era algo que deseaba. Tanto a mi como a mi DP, Giles Nuttgens, que también es de origen escocés, nos encanta la luz, las formas gráficas y el paisaje despejado. Nosotros encontrábamos gran belleza en lo que muchos estadounidenses podría ver como mundano o incluso deprimente. Cuando Jeff Bridges llegó, sintió lo mismo".
Para conseguir la atmósfera del desierto impreso en la película, Mackenzie trabajó con un equipo que incluía a su colaborador habitual, Nuttgens (Agua, Hallam Foe), el diseñador de producción Tom Duffield (Broken City, El único superviviente) y la diseñadora de vestuario Malgosia Turzanska (En un lugar sin ley).
Duffield estaba encantado de encontrar ciudades de Nuevo México como Moriarty, Estancia, Tucumcari o en la frontera de Texas, Clovis y Portales. "Moriarty es increíble", dice Duffield. "No puedo creer que hayamos encontrado un lugar tan perfecto. Tiene ese hermoso mar rojizo de hierba, con horizontes ilimitados. David quería capturar la sensación de desolación que se siente en algunas de estas pequeñas ciudades, pueblos que están casi borrados por las grandes superficies".
Nuttgens y Duffield encontraron en estas localizaciones de Nuevo México un lienzo increíble. "Antes de empezar a rodar, viajamos por carretera a través de los lugares reales donde Taylor basa el guion, y luego volvimos a Nuevo México y vimos exactamente cómo podríamos recrear eso allí. Fue una tremenda ayuda para absorber esos detalles y se convirtió en una parte importante del proceso creativo", afirma Nuttgens. Desde el principio, estaba interesado en la captura de la forma en que el paisaje se hace eco e informa a los personajes. "Esto no es sólo una película de robos", señala el director de fotografía. "Es en gran medida la historia de dos grupos de hombres que están en oposición, y que tienen una profunda relación entre sí y con la tierra. La película tuvo que recrear las presiones de este entorno: la presión económica, la presión social y la presión física del desierto, con su calor y soledad. Pero todo es muy sutil. Queríamos que la situación de los personajes se sintiera, no solo que se viera de forma explícita".
Mackenzie y Nuttgens optaron por utilizar ambas cámaras digitales de vanguardia y clásicas Cinemascope para crear una mirada que es a la vez contemporánea, pero se remonta a la herencia del cine del Oeste. La estimulación también fue clave: "Queríamos mantener un ritmo convincente, pero, al mismo tiempo, la atención se centra siempre en los cuatro hombres. Incluso en el gran robo, las cosas no se mueven a la velocidad del rayo, sino en la observación de las reacciones de Toby y Tanner". Especialmente interesante para Nuttgens son las escenas de los dos hermanos o los dos Rangers hablando en los porches, o en automóviles.
Para Mackenzie es el proceso, tal vez arriesgado, parte del viaje de descubrimiento de cada película y la búsqueda de algo mágico: "Con la realización de películas trato de llegar lo más cerca posible del espíritu con el material disponible, y liberarme a mí mismo de algunas de las convenciones necesarias del proceso normal de fabricación de películas ", dice Mackenzie. "Por ejemplo, yo no uso claquetas y no tengo un supervisor de guion. También llevo la edición de la película totalmente al día con el rodaje. Trabajo con otro editor colaborador de siempre, Jake Roberts (Brooklyn, Convicto), por lo que soy capaz de ver escenas del día en que se disparan, lo que retroalimenta de nuevo lo que estamos haciendo de una manera muy positiva y alentadora". De acuerdo con el naturalismo de la película, Duffield utilizó localizaciones reales, que inspiraron aún más al reparto y equipo: "Hay algo insustituible de rodar en lugares reales que ha logrado tener algunas vibraciones auténticas", señala Jeff Bridges. Julie Yorn añade: "Fue sorprendente ver las cosas a nuestro alrededor, sentirte totalmente inmerso en la historia. Por ejemplo, cuando estábamos explorando los bancos, fuimos muy conscientes de como muchos bancos han cerrado sus puertas. Y nos encontramos con propietarios de tierras en crisis, al igual que Toby y Tanner. Se reflejó constantemente en nosotros lo auténtico de la historia". En un caso en el que realidad supera a la ficción, uno de los bancos utilizados como localización fue robado de verdad una semana después de la filmación. Los sets se hicieron eco del paisaje en tonos de marrón, beige y verde. "Para la paleta, fui por colores de tierra, porque Toby y Tanner son la protección de la tierra, y la tierra es su única conexión con un futuro real", dice Duffield. Nuttgens señala: "El paisaje en esta película no es simplemente funcional, es algo que realmente se suma a lo que ocurre".
"Una de las cosas interesantes acerca de esta película es que se está tratando de hacer algo clásico con una gran historia", observa Nuttgens. "Creo que el cine tiene la responsabilidad de documentar nuestro tiempo. Y aunque esta película recoge leyendas del Viejo Oeste, trata también de cómo la gente vive y se relaciona entre sí en este momento".