Acerca de la producción
Maggie Hardin (Greta Gerwig) se encuentra en una encrucijada en su vida. Es encantadora y optimista, ha triunfado en su carrera en la educación y tiene amigos estupendos, pero le falta algo. Su sensible naturaleza la ha llevado a decidir que, ya que no tiene un gran amor en su vida, va a tener un hijo por sí misma. Cuenta con el apoyo de su mejor amigo, Tony (Bill Hader), a quien estuvo sentimentalmente unida cuando estaban en la universidad, y de su mujer, Felicia (Maya Rudolph), con quien trabaja en New School, en Nueva York. Cuando se topa con un viejo conocido de la universidad, Guy (Travis Fimmel), un emprendedor inteligente y bueno, aunque algo extravagante, Maggie llega a la conclusión de que es el donante ideal para su futuro hijo. La vida de Maggie está perfectamente planificada, organizada y calculada.
John Harding (Ethan Hawke) se encuentra igualmente en una encrucijada. Es un profesor universitario inteligente y sensible, que imparte complicados cursos sobre temas antropológicos como "Perspectivas fictocríticas de las dinámicas familiares" o "Máscaras en la familia moderna, desde la época victoriana a la actualidad". John aspira a convertirse en novelista de ficción y se siente insatisfecho en su matrimonio con Georgette Harding (Julianne Moore), una académica competitiva y ensimismada. John siente que está viviendo la vida de otra persona. "Es alguien que está completamente perdido en lo más recóndito de su mente", explica el actor Ethan Hawke, "y siente que vive su vida totalmente a la sombra de su pareja, Georgette. El matrimonio marcha a la perfección para ella, ya que saca del mismo todo lo que le interesa, pero él se siente un poco perdido". Cuando John conoce a Maggie Hardin y conecta con ella mientras hablan de su intento de escribir una novela, se crea una atracción dinámica, que despierta la pasión y la creatividad de John, y se da cuenta de que Maggie es la solución para conseguir la vida que quería.
Maggie y John se enamoran inesperadamente. "Creo que ella se enamora por primera vez, profundamente", explica la actriz Greta Gerwig. "Está perdidamente enamorada, de una forma que no puede articular, ni cuestionar, ni resistirse a ella". En contraste con el plan original de Maggie, la película retoma la acción dos años más tarde, con Maggie y John casados, con una hija, Lily, y teniendo que lidiar con las complejidades de su nueva familia, a la que hay que sumar los hijos de John y Georgette, Justine (Mina Sundwell) y Paul (Jackson Frazer). Maggie confiesa a Tony y a Felicia que todos esos cambios la han dejado un poco insegura de su situación y de si era verdaderamente a lo que estaba destinada. Cuando Maggie conoce al fin a Georgette en una firma de su nuevo libro superventas, Maggie pone en marcha un nuevo plan, en un intento de mejorar todas sus vidas tal como ella las ve. Como Maggie, John y Georgette no tardarán en descubrir, en el juego de la vida, nada sale nunca según lo planeado.
A Gerwig le atrajo el guion y su forma moderna y sexy de rebelarse contra las convenciones románticas. "Trata sobre una serie de personas que se enamoran, se desenamoran y se reencuentran; nada es perfecto ni estereotipado, y no había leído nunca nada igual", comenta maravillada Gerwig. A medida que avanza el filme, los métodos de Maggie se vuelven cuestionables, pero son sus complejidades y defectos lo que hacen de Maggie un personaje fascinante y original con el que los espectadores puedan disfrutar. Gerwig agradeció que el personaje no siguiera los estereotipos de la protagonista femenina de una comedia romántica tradicional. "Me resultaba interesante que Maggie no se moviera por la necesidad de seguir las convenciones ni por ningún tipo de sentimiento de culpa", explica Gerwig. "A Maggie le gustaría llevar una verdadera vida ética, pero también es realista, y resulta embriagadora su capacidad para moverse por el mundo sin sentir que debe hacer ciertas cosas por sentirse culpable. Se siente como un espíritu muy peculiar". Esas características de la personalidad de Maggie eran fundamentales para el desarrollo del personaje. "Me resultó muy agradable crear a Maggie", admite la guionista y directora Rebecca Miller. "Maggie se siente impulsada por la necesidad de ser sincera; la mueve la ética, lo que la lleva a provocar líos. Esta historia está motivada por un deseo de evitar derroches, un deseo de hacer lo correcto".
Ese espíritu tan peculiar procede de la mente de la galardonada y alabada escritora, directora y artista Rebecca Miller. Tanto con sus aclamadas novelas como con sus premiados largometrajes, Rebecca Miller se ha labrado una reputación como artista atrevida y estimulante. Con sus cuatro películas anteriores, "Angela" (ganadora del Trofeo de Cineastas del Festival de Cine de Sundance en categoría dramática), "Intimidades" (ganadora del premio John Cassavetes de los Independent Spirit), "La balada de Jack y Rose" y "La vida privada de Pippa Lee", todas ellas escritas y dirigidas por ella, Miller ha explorado personajes complejos y poco convencionales, en relaciones complicadas, que se mueven por sus vidas lo mejor que pueden. Con MAGGIES PLAN, Miller lleva esos temas a cotas más emocionantes y amplias. Miller reconoce que siente fundamentalmente una gran curiosidad por la gente. "Me gusta la gente. Siento una curiosidad infinita y voraz por los personajes", explica Miller. "Y me imagino que a la mayoría de la gente le gusta saber sobre los demás; para mí, de eso trata el proceso de hacer películas".
A la hora de embarcarse para contar una historia estimulante con personajes complejos y creíbles que entretuviera y deleitara, Miller abordó la búsqueda de inspiración de una forma diferente. Acostumbrada a escribir guiones originales o guiones basados en sus propios libros, esta vez Rebecca optó por buscar una historia para seguir desarrollándola. Encontró dicha historia en un libro inacabado de su buena amiga y escritora Karen Rinaldi. "Estuve viendo distintos libros", recuerda Miller. "Buscaba algo ambientado en Nueva York y quería algo divertido. Me reuní con Karen, y había escrito una historia dentro de una historia, que era una estupenda idea para un guion. Así que todo el guion dependía de esa idea".
Damon Cardasis, socio en la producción de Miller, explica: "Rebecca había leído el principio de novela de Karen Rinaldi y le había gustado mucho el germen de la historia, mientras que a mí me pareció que era divertido y original, y que encajaba perfectamente con las sensibilidades de Rebecca". Una de las intenciones principales de Miller para el proyecto era contar una historia contemporánea de Nueva York que reflejara los aspectos prácticos, a veces complicados, de las familias modernas y las relaciones entrecruzadas. "Antes incluso de que Karen me diera este libro, estaba sentada con Julianne Moore, hablando de lo complicado que puede resultar el divorcio en un matrimonio", medita Miller. "Y me di cuenta de que, a veces, llegados a cierto punto, la gente empieza a tener segundas familias, y me interesaba el caos y el aspecto práctico de eso. Y lo relevante que es para las vidas de todos los adultos".
Miller se reunió con su amiga de toda la vida, la productora Rachael Horovitz, a finales de 2011. "Siempre había sido una enorme admiradora del trabajo de Rebecca como cineasta, desde su primer cortometraje, pero también me encantaba su pintura y sus escritos de ficción", explica Horovitz. "Estábamos las dos de vuelta en Nueva York y hablamos de la posibilidad de trabajar juntas. Tenía una serie de ideas para posibles proyectos y, de todas ellas, MAGGIES PLAN era la que me pareció mejor para su próxima película. Siempre me ha encantado su sentido del humor y pensé que esta película permitiría a la gente descubrir de verdad su ingenio. También quería ayudarla a llegar al público más amplio que me parecía que se merecía y que esta historia podía conseguir".
Otra de las principales prioridades de Miller era hacer que este filme se acercara más a la comedia que sus proyectos anteriores. "Siempre me he sentido genial cuando la gente se reía en visionados de mis películas", recuerda Miller. "Mis filmes han sido principalmente dramáticos, pero pensé que tal vez podría invertir la proporción. Esta película tiene su parte dramática, pero hay más comedia que drama". Como señala Horovitz: "Es una comedia y, además de ser muy inteligente y sofisticada, también es muy conmovedora". Para Miller resultaba importante acentuar los elementos cómicos del proyecto para conseguir una mejor experiencia del público. "Creo que, a medida que me voy haciendo mayor y voy viviendo más, más siento la necesidad del humor", admite Miller. "Creo que la comedia es sumamente necesaria, y poder reírte de ti mismo y de ver el mundo que te rodea con humor, es una forma de vivir indulgente. A medida que he madurado como persona y como artista, me he dado cuenta de lo profunda que puede llegar a ser la comedia. Así que cedí a mi deseo de hacer feliz a la gente con una película".
La selección del reparto de Maggie's Plan
La guionista y directora Rebecca Miller adoptó un enfoque un tanto particular a la hora de desarrollar el guion, ya que tenía a varios amigos en mente para los papeles principales. "Cuando estuvimos listos para hablar con gente que no formara parte de nuestro reducido círculo sobre el guion, empezamos a contactar con actores que nos parecían adecuados para cada papel", comenta la productora Rachael Horovitz. Trabajar en el guion pensando en actores concretos ayudó a afinar el tono de la obra para ampliar los personajes de simples nombres en una hoja de papel a personas plenamente desarrolladas. "Creo que estos tres protagonistas en concreto han asimilado a fondo a sus personajes", comenta admirada Horovitz. "Y una de las razones por las que la película ha quedado tan bien es porque estos actores eran los más adecuados".
Encontrar a una actriz que pudiera encarnar a la polifacética Maggie Hardin resultó ser una reveladora experiencia de colaboración para Miller y Cindy Tolan, su directora de casting desde hace 20 años, que se pudieron permitir el lujo de fichar a Greta Gerwig más de un año antes de empezar a rodar. "Greta es muy especial como actriz", alaba Miller, "porque es capaz de ver algo desde el punto de vista de un guionista, a la vez que se mantiene emocionalmente muy presente como actriz". El productor Damon Cardasis señala que la selección de la actriz para interpretar a Maggie era fundamental para el éxito del proyecto, para que los espectadores quisieran realizar el viaje con Maggie. "Debía ser alguien que creyeras que de verdad tenía buenas intenciones", precisa Cardasis. "No debía haber nada que pudiera parecer calculador por su parte. Tenías que creer que todo lo que hace Maggie es porque intenta realmente hacer lo correcto. Y a veces complica aún más las cosas, pero posee una pureza, una inocencia y una buena voluntad, que la actriz también debía exhibir. Greta Gerwig tiene todo eso, sin duda".
El sentimiento es mutuo, ya que Gerwig es admiradora desde hace tiempo de la obra de Miller y estaba deseando tomar parte en una de sus películas. "Aspiro a trabajar con directoras y guionistas no solo porque sean mujeres, sino porque creo que tienen una perspectiva distinta", explica Gerwig, "y ella es estupenda, creo que su obra habla verdaderamente por sí misma". La participación de Gerwig empezó como un proceso de colaboración con Miller y el resto del equipo responsable del proyecto, que amplió el personaje más allá de lo que había sobre el papel. "Ha sido una maravilla trabajar con Greta, porque se implicó muy pronto en el papel, durante el proceso de desarrollo", aporta Horovitz. "Se aseguró de familiarizarse a fondo con el personaje cuando el proceso aún estaba en marcha". Gerwig, que también es una alabada guionista, quería meterse de lleno en Maggie. "A lo largo de un año, hablé con Rebecca sobre el personaje de Maggie, y ensayamos con distintas personas, fuimos a clase de yoga juntas, fuimos de compras juntas para Maggie", explica Gerwig. "Le llevaba cosas y le decía que me recordaban a Maggie, o ella me traía cosas. Tengo un cierto sentimiento de propiedad hacia Maggie, del mismo modo que lo siento por cosas que he escrito yo, porque tuve el lujo de contar con una largo periodo de preparación previa al rodaje".
Cardasis y Horovitz se quedaron maravillados ante el compromiso y la implicación de Gerwig con el papel. "Greta tiene algo que la hace verdaderamente adorable", opina Cardasis. "Era muy importante que Maggie se hiciera bien, de lo contrario saldría una película muy distinta". Miller admira las dotes especiales de Gerwig como actriz, ya que encajan muy bien con sus talentos como guionista y cineasta. "Creo que la interpretación de Greta en esta película es muy profunda. Tiene el don especial de ser una actriz cómica con un maravilloso sentido del ritmo, a la vez que es emocionalmente muy real, y además entiende también cómo encaja el personaje en toda la historia". Horovitz sostiene: "Creo que Greta es toda una revelación en esta película. Es una comedia algo personal, llena de emoción y patetismo, pero tienes la sensación de que también está encantada incluso con las decepciones que sufre en su vida, que es capaz de encontrar algo de humor en todo. Es maravilloso de ver".
Para el papel de John Harding, el equipo responsable del proyecto buscó a un actor que pudiera personificar inteligencia con un espíritu juvenil, a la vez que encajara a la perfección tanto con Gerwig como con Julianne Moore. Con su papel nominado al Óscar en "Boyhood (Momentos de una vida)" todavía reciente, Ethan Hawke estaba deseando colaborar con la directora Rebecca Miller y trabajar con su reparto. "Resulta embarazoso, pero llevo más de 30 años trabajando como actor profesional, y nunca me había dirigido una mujer", desvela Hawke. "Y me resulta terriblemente extraño. Rebecca siempre me había parecido una persona especial, y he disfrutado mucho trabajando con ella". La experiencia de Hawke como escritor y cineasta también sirvió para mejorar aún más el personaje de John, lo que resultó emocionante para Miller. "Para mí, era muy importante que se tratara a John como a un personaje completo", explica Miller. "Ese personaje sufre cierto nivel de manipulación, pero era necesario que siguiera pareciendo una persona real. Ethan fue un estupendo colaborador a la hora de terminar de dar forma a John. Aborda las cosas como un cineasta, e hizo que el personaje resultara completamente creíble como una persona inteligente, dinámica, encantadora e ingenua".
Para Horovitz, fue muy especial contar con Hawke en la película para dar vida a John Harding y para que los espectadores volvieran a ver a Ethan en una comedia. "Ethan es un viejo amigo y siempre había querido trabajar con él", admite Horovitz. "No había vuelto a hacer una comedia desde Reality bites (Bocados de realidad), así que lo pasó especialmente bien trabajando en esta película, al darse cuenta de que también podía divertirse y actuar para buscar la risa y encontrar el tempo de la comedia. En la vida real, es tremendamente gracioso, pero no suele hacer eso en el cine". Hawke comenta riendo: "Ni te imaginas lo agradable que ha sido para mí no interpretar a alguien que está pasando por una auténtica agonía". Hawke disfrutó especialmente con la oportunidad de adoptar los distintos matices que implica interpretar una comedia. "Hay cierta geometría en lo que hace que algo resulte gracioso", revela. "El tono y el ritmo se vuelven sumamente importantes. He disfrutado mucho con eso". Julianne Moore estaba igualmente entusiasmada de trabajar con Hawke, ya que también se conocen desde hace mucho tiempo. "Es un actor magnífico, es maravillosamente imaginativo y es muy divertido estar con él", proclama Moore. Hawke comparte ese sentimiento: "Siempre he sido un gran admirador de Julianne. Su ingenio me parece absolutamente encantador. Es muy graciosa. Y eso ha sido un placer".
Para la intelectual e intimidante Georgette Harding, Miller no se molestó en buscar más allá de su amiga Julianne Moore, que empezó el rodaje a los dos días de haber ganado el Óscar por "Siempre Alice", y que volvía a colaborar con Miller tras "La vida privada de Pippa Lee". "Julianne y yo nos reunimos muchas veces a lo largo de los dos años anteriores al rodaje", recuerda Miller. "Tiene unos instintos dramatúrgicos estupendos. Fue maravilloso poder colaborar con ella mientras trabajaba en el guion, y sentarme con Ethan y ella para hacer una lectura de sus escenas". Moore no pudo resistirse a gozar de otra oportunidad de trabajar con su amiga. "Me encanta Rebecca. Este personaje era verdaderamente insólito, y Rebecca y su guion son muy imaginativos, ingeniosos y graciosos". Moore disfrutó construyendo un personaje que es a la vez frío, serio y peculiarmente cómico, aunque a lo largo de la película se van desvelando rasgos que lo hacen vulnerable. "Queríamos que el personaje fuera europeo, porque había esa idea de que ella fuera ligeramente diferente y un poco exótica", desvela Moore. "Quería que fuera errática, porque creo que la gente errática resulta interesante, ya que desconciertan a la gente, y nunca sabes si van a ser simpáticos o desagradables contigo".
Horovitz reconoce que nadie del equipo de la película estaba preparado para lo excepcionalmente graciosa que sería la interpretación que haría Moore de "Georgette". "Creo que el arma secreta de Julianne es la comedia", opina Horovitz. "Todos sabemos que es la mejor actriz dramática de su generación, pero con Georgette encuentra una palabra aquí o allá, y entonces da la nota adecuada y es como una sinfonía de comedia". Cardasis se muestra de acuerdo: "Es desternillante. Hubo muchos momentos en que todo el mundo se estaba partiendo de risa en el set, e intentaban contenerla. Pero, naturalmente, también aporta humanidad al personaje. Pasa de ser una académica gélida y seria a alguien que realmente tiene sentimientos y se preocupa, lo que me parece una trayectoria asombrosa de ver".
La fuerza y el registro de Moore como actriz no se le pasaron por alto a Gerwig, y además encajaban bien con la química que había entre sus personajes. "Por suerte, se supone que en la película debo sentirme intimidada por el personaje de Julianne, Georgette", comenta Gerwig riendo. "No es una persona intimidante; Julianne es una mujer dulce y maravillosa. Pero es una actriz formidable. E interpreta a una genio danesa, con acento, y es sumamente guapa e hipnótica. Descubrí en mi primer día de rodaje con ella que se me habían olvidado todas mis líneas, porque me quedé completamente embelesada con ella. Aunque fue bien, porque encaja con la dinámica que hay entre los personajes". El talento de Moore animó a todos durante el rodaje, e intensificó el tono de la película. Gerwig prosigue: "Interpreta con una precisión enorme. Tiene la capacidad de hacer girar el timón un grado, y luego otro grado más. Es verdaderamente impresionante. Te obliga a esforzarte más, y eleva cualquier cosa a la que se acerque. Haz lo que puedas por seguirle el ritmo y simplemente con eso ya quedarás bien".
En los papeles de los desternillantes mejores amigos de Maggie, Tony y su mujer Felicia, el equipo responsable del proyecto tuvo la suerte de poder fichar a dos de los mejores actores cómicos de la actualidad, Bill Hader y Maya Rudolph. Hader interpreta a Tony, el mejor amigo y confidente de Maggie, que fue brevemente su novio mientras estaban en la universidad, y es su última relación romántica seria. "Tras romper, se volvieron casi como hermanos y se forjó entre ellos una amistad duradera que ha seguido hasta la actualidad", explica Gerwig. Miller basó la relación de Maggie y Tony en su propia experiencia personal. "Tony se basa en un antiguo amigo íntimo mío", revela Miller. "Me encanta la intimidad que hay entre Maggie y Tony, y es evidente que él la quiere muchísimo. Yo sabía exactamente cómo era ese tipo de relación". La mujer de Tony es la descarada, testaruda e hinchapelotas Felicia, a quien la actriz Maya Rudolph describe como "una de esas personas a las que conoces cuando te acabas de mudar a Nueva York. Es un personaje que se siente muy cómodo con la versión que ha creado de sí misma y no siente los más mínimos remordimientos por ello".
Dada la experiencia de Hader y Rudolph en "Saturday Night Live" y sus años de amistad, Rudolph admite: "Bill y yo no ensayamos, sabíamos que iba a quedar gracioso en el mismo día". Interpretar a estos personajes tan desternillantes pero a la vez con corazón resultó especialmente satisfactorio para Rudolph. "He disfrutado mucho haciendo reír a Rebecca", confiesa. "Y podría pasarme horas viendo a Tony y a Felicia. Son gente fascinante y muy divertidos de interpretar". Sus compañeros de reparto quedaron especialmente impresionados con la química natural que había entre Hader y Rudolph. "Me cuesta creer que no hayan interpretado nunca antes a una pareja", opina Gerwig. "Hay un entendimiento entre ellos que parece de algún modo propio de un matrimonio. Bill y Maya son muy graciosos, y además son ambos excelentes actores". Miller se siente tremendamente afortunada de haber podido contar con actores de tanto talento y con una química tan instintiva para interpretar estos papeles. "Bill es un cómico que además se toma muy en serio su trabajo como actor, y nunca pierde de vista su sinceridad", afirma Miller. "Maya es sencillamente hilarante y está llena de inteligencia y humor, y aporta una gran humanidad a todo lo que hace. Resultan totalmente creíbles en sus respectivos papeles, porque hace mucho tiempo que son grandes amigos".
Miller también estuvo encantada de poder contar con Travis Fimmel para el papel fundamental de Guy. "La idea era que Guy era alguien a quien Maggie conocía, y podría haber tenido algunas clases en común con él en la universidad, pero él era probablemente más consciente de ella de lo que ella era de él", explica Miller. "Y Travis era alguien a quien conocía por su serie de televisión, Vikingos. Tiene una presencia y un aspecto magníficos y además es gracioso, y encima tiene algo que resulta un poco como de otro mundo, lo que me pareció que encajaba muy bien con Guy".
Conseguir al reparto adecuado para este guion tan agudo era esencial para conseguir trasladarlo a la gran pantalla. "Rebecca siempre dice que escribe a los personajes y, luego, cuando ya cuenta con los actores, es como un vestido de alta costura, acabas ajustándolo a medida de quienquiera que hayas elegido, de modo que le quede perfecto", aporta Cardasis. "Me encanta esa idea". Miller se sintió sumamente afortunada de poder trabajar con un reparto tan estimado y durante tanto tiempo. "Fue una suerte poder pasar tanto tiempo con el reparto", concluye Miller, "porque, para cuando llegamos al plató, ya había trabajado mucho con ellos y todos sabían lo que tenían que hacer. He tenido una gran suerte con este elenco, son todos asombrosos".
Las relaciones de Maggie's Plan delante y detrás de las cámaras
Filmar Maggie's Plan en un invierno sumamente frío en Nueva York, con un calendario de rodaje bastante ajustado, planteó toda una serie de retos, pero el reparto y el equipo encontraron la preparación y la eficiencia de Rebecca Miller impresionantes e inspiradoras. "Es muy fácil trabajar con Rebecca, pero al mismo tiempo es muy decidida y tiene muy claro lo que quiere conseguir", elogia la actriz Julianne Moore. "Ha sido una experiencia verdaderamente maravillosa". La ética de trabajo de Miller animó a todo el equipo a dar lo mejor de sí mismos cada día de rodaje. "Rebecca empieza a trabajar muy por adelantado para asegurarse de tenerlo todo preparado con los jefes de todos los departamentos", explica el productor Damon Cardasis. "Hubo meses de trabajo adelantado a la preproducción. Hubo prepreproducción. Y llega al set una hora antes que el equipo técnico para trabajar con Sam Levy, el director de fotografía, y Scott Lazar, el primer ayudante de dirección, y asegurarse de que todos los planos estuvieran correctamente preparados y listos para rodarse. Sabíamos que no contábamos con la opción del dinero para resolver cualquier problema, así que tuvimos que ser muy creativos y sacar el máximo partido posible al tiempo del que disponíamos".
La colaboración de Miller con el equipo creativo en el año anterior al rodaje los preparó tanto a ella como al equipo para entenderse mutuamente a su llegada al plató para rodar. "Empecé trabajando con Sam Levy unos 6 meses antes del rodaje", comparte Miller. "Hablamos sobre cómo abordar la película visualmente. Hice dibujos y empezamos a pensar cómo afectan los colores a las emociones. Y encontramos un lenguaje visual para el filme, que para mí debía girar en torno a la simplicidad y la jocosidad. Al empezar el rodaje, todos sabían lo que tenían que hacer, y nos ahorró mucho tiempo, que creo que fue lo que nos permitió cumplir con el calendario previsto". Cardasis cree que este sistema de planificación y colaboración fue esencial para la experiencia de la producción. "Creo que la ética de trabajo y la actitud siempre empieza desde lo más alto", explica. "Rebecca es maravillosa en el set. Trabaja muy duro y creo que el equipo sigue su ejemplo".
El reparto se sintió orgulloso de encarnar personajes que se salen de lo convencional y de lo esperado, para representar relaciones realistas y complicadas, con el ingenio y el audaz estilo narrativo de Miller. "Rebecca es alguien a quien conozco desde hace tiempo y cuyo trabajo siempre he admirado", admite Rudolph. "Me encanta su visión, y poder colaborar con ella es más emocionante aún. Es todo un cerebro, y toda una mujer, y muy considerada como directora".
A Moore le interesaba la variabilidad realista de los personajes. "No hay normas estrictas, los matrimonios no pueden adoptar una única forma, ni las relaciones pueden adoptar una única forma", opina Moore. "Una de las cosas más extraordinarias e interesantes de la película para mí, es cómo explora Rebecca la interdependencia en el matrimonio, la amistad, las relaciones paternofiliales y la comunidad". Miller se sintió motivada para mostrar las distintas formas que tiene la gente de definir la familia y las relaciones, y de relacionarse entre sí. "Hay una celebración de la interdependencia de la gente en esta película", señala Miller. "Uno de mis momentos favoritos del filme es cuando dos mujeres (Maggie y Georgette), que eran rivales, acaban juntas en una cocina diciendo gracias a Dios que es viernes y picando zanahorias. De algún modo, los seres humanos tienden a juntarse, ayudarse mutuamente y crear comunidades". Rudolph también se sintió orgullosa de presentar relaciones modernas originales en la gran pantalla. "Esta película ofrece una buena visión de una de las numerosas versiones de lo que puede ser una familia", propone. "Es una historia muy moderna".
A medida que Maggie va formulando un plan y luego otro, descubre que en la vida no se trata de tenerlo todo planificado, y que lo importante de la vida es el viaje. "Maggie es una persona que es bastante lógica y clara y pura y sincera, y todas esas cosas no dejan de regir su vida, pero creo que comprender que hay circunstancias que se escapan a su control es una de las cosas que descubre en esta historia", explica Gerwig. "Hay amor y bebés y vida, pero no es como organizar el cajón de los calcetines. No creo que a Maggie se le haya dado muy bien aceptar la incertidumbre, y creo que, cuando se adapta, se da cuenta de que la vida trata de idear planes, hacerlo lo mejor que puedas, vivir con sinceridad y luego pasan una serie de cosas. Y entonces es cuando todo sucede más o menos como debería". Este es el mensaje definitivo que Rebecca Miller espera compartir con los espectadores mientras se ríen y disfrutan con Maggie Hardin, sus amigos y su familia poco convencional. "En MAGGIES PLAN, Maggie descubre que no puedes realmente controlar tu vida, ni la vida de los demás por su propio bien", concluye Miller. "Tienes que ceder al misterio del universo. Y cuando Maggie acepta el misterio del universo, creo que se ve recompensada".
Miller se siente afortunada de que el reparto y el equipo se unieran a ella y dieran el do de pecho para enriquecer este proyecto tan especial. "Todos los implicados en este proyecto se lo tomaron como si fuera suyo propio y lo hicimos todos juntos, la verdad", afirma Miller con orgullo. "Hubo una auténtica colaboración y una actitud maravillosa de hacer siempre lo mejor para la película".
El reparto y el equipo creativo de MAGGIES PLAN esperan que, además de entretenerse, los espectadores se sientan un poco retratados en la gente que ven en la pantalla y, lo que es más importante, se rían. Rudolph espera que "los espectadores tengan la oportunidad de echar un vistazo a este mundo por un momento y de pensar en los diferentes conceptos de familia y amistad". Horovitz está deseando que los espectadores tengan ocasión de conocer a Rebecca Miller de una forma distinta. "Quiero que la gente se ría", admite. "Quiero que no dejen de citarla durante décadas y que les digan a sus amigos que vayan a verla. Y creo que Rebecca llegará a un público más amplio gracias a este trabajo". Miller simplemente espera que la gente salga del cine con una sensación de esperanza. Y termina diciendo: "Es una película hecha realmente para el placer y para disfrutarla".
Maggie's PlanDirigida por Rebecca Miller