Comedia de los directores Will Speck y Josh Gordon ("Patinazo a la gloria"), cuenta en su reparto con Jennifer Aniston, T.J. Miller, Jason Bateman, Olivia Munn, Jillian Bell, Vanessa Bayer, Courtney B. Vance, Rob Corddry, Sam Richardson, Jamie Chung, Randall Park y Kate McKinnon.
DreamWorks Pictures y Reliance Entertainment presentan una producción de Bluegrass Films/Entertainment 360. Una película de Speck y Gordon. FIESTA DE EMPRESA. Producida por Scott Stuber, p.g.a., Guymon Casady, p.g.a. y Daniel Rappaport, p.g.a. Historia de Jon Lucas & Scott Moore y Timothy Dowling. Guion de Justin Malen, Laura Solon y Dan Mazer. Dirigida por Will Speck y Josh Gordon.
Es la época más maravillosa del año
En otro tiempo, la fiesta de Navidad de la empresa era una tradición muy esperada, una noche épica de juerga y borrachera en la que se difuminan las líneas que separan a los compañeros de trabajo de los amigos y a los empleados de los patrones.
Sin embargo, dado que el desenfreno de esa noche solía dejar como secuela innumerables resacas, pleitos y semanas de disculpas embarazosas, unos departamentos de recursos humanos aquejados de exceso de celo pasaron décadas poniendo cotp a esas salvajes y alocadas fiestas de Navidad de la empresa, hasta que las otrora legendarias celebraciones acabaron convertidas en esos actos sobrios, formales y aptos para toda la familia que conocemos hoy día como fiestas de empresa.
"La fiesta de Navidad de la empresa es realmente un producto de una era menos civilizada. Es como ese esqueleto de lobo gigante que puede verse en los pozos de brea del rancho La Brea", comenta el productor Scott Stuber. "La celebración navideña que se realiza en la actualidad es como un dogo amaestrado... no va a hacer daño a nadie, juega bien con los niños, pero, en el fondo, sabes que aún tiene ese ADN de lobo gigante".
"La fiesta de Navidad de la empresa no es una celebración religiosa", alega T. J. Miller, que interpreta a Clay Vanstone, presidente de la sucursal de Zenotek en Chicago. "Es una celebración para dejarse llevar y no tener miedo a decirle a tu jefe lo que verdaderamente piensas sin que te despidan".
A los directores Will Speck y Josh Gordon les atrajo desde el primer instante el concepto de una noche mágica en la que las barreras profesionales y sociales se difuminaban.
"Todo el mundo siente ese deseo de disfrutar al menos de una noche al año en la que poder ser uno mismo y hablar con sinceridad, tal vez con cierta ayuda del alcohol y los fármacos", opina Speck.
"La fiesta de Navidad de la empresa echa realmente por tierra el sistema de castas", prosigue Gordon. "De pronto, todo el mundo, desde lo más alto de la cadena de mando a lo más bajo, es igual, y eso es un punto de partida excelente para la comedia".
El productor Daniel Rappaport agrega: "Hay mucho en juego en la fiesta de Navidad. Es donde se cumplen sueños y esperanzas, pero también es donde se vienen abajo. Una sola copa de más puede arruinarte la vida".
La idea inicial para la película surgió después de que un familiar le hablara al productor Guymon Casady sobre una decadente fiesta de Navidad corporativa a la que había asistido recientemente.
"Mientras nos hacía reír con lo desmadrado del acontecimiento, se me ocurrió que una fiesta así sería una base excelente de una comedia para adultos", aporta Casady. "La gente disfruta de forma indirecta al presenciar ese tipo de caos contenido en una película. Puede descontrolarse por completo, pero no hay que preocuparse por las consecuencias ni por recogerlo todo a la mañana siguiente".
Pese a los elementos más fantásticos de la historia, el equipo responsable del proyecto abordó la historia partiendo de una base realista.
"Queríamos ver a un equipo de personas de lo más disfuncional", explica Casady. "Y entonces ver cómo se vienen abajo las barreras, cambian las alianzas y la gente conecta a lo largo de una noche. La clave era mantener la diversión centrada en todo momento en una fiesta de Navidad en la que todo vale, a la vez que cuentas una serie de historias entrelazadas de las distintas personas que trabajan en la oficina".
"La fiesta es la estrella de la película", afirma Speck, "pero eso hace mucho más importantes a los personajes. Tienen que ser gente realista, con la que te puedas identificar y con la que te gustaría pasar una noche loca. Las fiestas no son nada divertidas cuando no conoces a nadie".
"Queríamos que todos los personajes empezaran con los pies en la tierra", explica Gordon. "De modo que, a medida que las cosas se van volviendo cada vez más ridículas, ya te sientes involucrado y dispuesto a disfrutar del viaje".
La fiesta más grande jamás montada
La moral está por los suelos en las oficinas de Chicago de Zenotek, después de que su pragmática consejera delegada interina, Carol Vanstone (Jennifer Aniston), anuncie sus planes de cerrar su sucursal por su bajo rendimiento, pocos días antes de Navidad. Al darse cuenta de que ninguna fiesta de Navidad corriente puede levantar el ánimo de sus empleados, el excéntrico director de la sucursal (y hermano pequeño de Carol), Clay Vanstone (T.J. Miller) recluta al director técnico Josh (Jason Bateman) y a la ingeniera jefe de sistemas Tracey (Olivia Munn) para que le ayuden a realizar su propio milagro navideño y organizar una épica e inolvidable fiesta de Navidad que le permita ganarse a un cliente importante (Courtney B. Vance) y salvar todos sus puestos de trabajo.
Al reunir al reparto estelar de empleados descontentos, Jason Bateman aportó la primera pieza del puzle en el papel de Josh, el encargado de comportarse como un adulto responsable en la oficina.
"Lo que mejor se le da a Jason es encontrarse en medio de una situación completamente disparatada y reaccionar a lo que está sucediendo. Es una habilidad que muy pocos actores poseen", opina Speck.
"Jason se encuentra en ese punto ideal en el que tiene un sentido de la comedia realista pero a la vez no teme hacer el ridículo", agrega Gordon.
Bateman y Aniston eran las primeras opciones de Speck y Gordon para sus respectivos papeles, al haber trabajado con ambos anteriormente en 2010 en "Un pequeño cambio". FIESTA DE EMPRESA supone la quinta colaboración de Aniston con Bateman y la segunda con Speck y Gordon.
"Jen y Jason son muy buenos amigos", comenta Stuber. "Pasan mucho tiempo juntos delante y detrás de las cámaras, lo que explica la buena química que hay entre ellos. El estilo fluido y relajado de su interpretación marca el tono para todo el resto del reparto".
"A estas alturas, somos todos como una familia", asegura Aniston. "Hay sin duda un entendimiento y una seguridad en cuanto a cómo trabajamos todos juntos. Cuanto hay esa confianza, podemos decirnos unos a otros desde el primer momento qué es lo que funciona y lo que no".
"Creamos ese personaje para Jennifer porque no teme lo más mínimo interpretar personajes que resulten algo antipáticos en comedias", explica Gordon. "Para ella, cuanto más atrevido sea el papel, mejor".
En lugar de interpretar a Carol como a una villana, Aniston centró su personaje más bien en la relación que mantiene con Clay desde pequeños. "Veía a Carol como una especie de Jeanie Bueller adulta, en contraposición al Ferris Bueller que es Clay", explica Aniston. "Siente un enorme resentimiento hacia él, porque es un payaso al que siempre le dieron todo tipo de oportunidades durante su juventud. Ella quiere demostrar que es la persona más inteligente y competente de la habitación. Por desgracia, no tuvo realmente ocasión de desarrollar su lado blando y afectuoso".
Para el personaje de Clay Vanstone, los directores necesitaban a un actor que pudiera aportar caos y legitimidad a partes iguales. Encontraron ambas cosas en el actor y humorista T.J. Miller.
"T.J. es la clase de tipo con el que llegas a un bar y a los diez minutos es el centro de atención de un centenar de personas", comenta Gordon. "Es tan carismático como los personajes que interpreta".
"T.J. aporta un sentimiento y una humanidad increíbles, que jamás nos imaginamos", prosigue Speck.
"Inconscientemente, basé mi personaje en un jefe que tuve de verdad, que creía que podías pasarlo genial, sin dejar por ello de seguir haciendo tu trabajo", recuerda Miller. "Nunca vio pasarlo bien como un obstáculo para la productividad, y esa es una filosofía que he empleado para dar forma al estilo de dirección de Clay".
"Trabajar con Jason Bateman y Jennifer Aniston resultaba intimidante", confiesa Miller. "Pero se mostraron sumamente encantadores y profesionales. Aunque llevo toda la vida viéndolos actuar, brindaron un apoyo increíble a un actor con menos experiencia como yo".
A la hora de elegir a alguien para interpretar a la ingeniera jefe de sistemas Tracey, Olivia Munn demostró estar especialmente cualificada para el papel.
"Olivia posee una gran vis cómica. Siempre sabe dónde está el chiste y cómo preparar el terreno a la perfección", opina Gordon. "Aun así, lo que no esperábamos es que supiera tanto sobre tecnología como su personaje".
"Cuando le enviamos unas cuantas páginas del guion, se las apañó para desbloquearlo entero y leerlo antes de nuestra primera reunión", recuerda Speck.
"Cuando leí el guion, me gustó que Tracey fuera una parte esencial del equipo", comenta Munn. "Muchos papeles para mujeres en comedias son de quejicas, o están ahí para perseguir al chico o contarle lo que se ha perdido. Me gusta que Tracey aporte verdaderas habilidades y sea la clase de persona que intenta mirar hacia adelante y llevar a la compañía hacia el futuro".
En la película, Tracey inventa un revolucionario tipo de wifi que podría salvar a la compañía, siempre y cuando consigan a un cliente importante como Walter Davis (Courtney B. Vance).
"Walter ha llegado a un punto en el que siente que todas las empresas son básicamente iguales", explica Vance. "Walter preferiría hacer negocios con una compañía que se preocupe por su gente. El personaje de T.J. se aferra a eso e invita a Walter a una gran fiesta en la oficina, para demostrarle que tienen una cultura corporativa positiva".
"Courtney Vance fue un gran fichaje para el papel de Walter", proclama Speck. "Necesitábamos a alguien que intimidara y no dejara entrever lo que piensa, de modo que cada personaje tuviera que adivinar qué haría falta para llegar hasta él".
"Cuando Courtney se suelta por fin el pelo, resulta una locura, inesperada y desternillante", comenta Gordon. "Es asombroso lo dispuesto que estaba a todo y cómo se metió de lleno en lo absurdo de su personaje".
Sin embargo, en cuanto Clay, Josh y Tracey urden un plan para la fiesta de Navidad, se topan con la oposición de Mary (Kate McKinnon), su jefa de recursos humanos obsesionada por las reglas.
"Mary se toma su trabajo muy en serio y quiere que todo el mundo esté seguro y cómodo", aporta McKinnon. "La ironía es que muchas de sus reglas hacen sentirse incómoda a la gente".
"Al principio de la película, Mary se ve muy estirada", explica McKinnon. "A medida que avanza la noche, sus compañeros de trabajo la van animando y acaba llegando a lugares interesantes. En un determinado momento, tengo una escena con Courtney B. Vance. Acababa de verlo en The People v. O.J. Simpson y creo que es uno de los mejores actores de nuestra generación, así que siento una disonancia cognitiva tremenda cuando me encuentro dándole una serenata con una canción popular alemana muy tonta, mientras llevo una especie de vestido con pechera postiza ridículo".
A Speck y Gordon les encantaba el trabajo de McKinnon en "Saturday Night Live" mucho antes de ofrecerle el papel en la película. "En sus sketches de Saturday Night Live, Kate consigue que todos sus personajes resulten sumamente idiosincrásicos. Son todos tan divertidos y a la vez están tan llenos de matices, que sabíamos que podíamos dejar que jugara con una idea y la haría funcionar", sugiere Gordon.
"La primera vez que vemos a Mary, lleva un jersey festivo aconfesional", comenta Speck. "Dado que no existe en el mundo real, llevó meses diseñarlo y días tejerlo a mano, pero te cuenta todo lo que necesitas saber sobre Mary como personaje".
"Hablamos sobre los antecedentes de Mary y llegamos a la conclusión de que seguramente fuera de origen alemán, dada su pasión por las reglas", recuerda Speck. "Encontramos una canción popular alemana para que cantara y, sin molestarse en traducirla, decidió que trataba sobre patitos. Se metió por completo en ello".
"A Kate se le ocurrió la idea de que Mary tiene loros y mantener esos pájaros con vida es lo que la motiva profesionalmente", comenta Gordon.
En el polo opuesto de Mary y su personal estilo de ley y orden encontramos a Jeremy (Rob Corddry), una mera sombra del hombre que empezó su carrera en Zenotek muchos años atrás como jefe del departamento de atención al cliente.
"Jeremy es un tipo terriblemente patético, porque es una de las pocas personas que quedan en ese ambiente de oficina tan exageradamente tóxico a quien verdaderamente le importa el estado de la compañía", explica Corddry. "Lleva allí demasiado tiempo y ha visto demasiado, así que se ha vuelto algo defensivo y peleón, pero ha olvidado por completo por qué está tan enfadado".
La compañera de McKinnon en "Saturday Night Live", Vanessa Bayer, interpreta a Allison, la ayudante bondadosa pero malhablada de Clay, que intenta mantener en equilibrio la caótica vida de Clay, a la vez que comparte la custodia de sus hijos con el irresponsable de su exmarido.
"Por las acaloradas discusiones telefónicas que mantienen, sabemos que el ex de Allison no es buen tipo", explica Bayer. "Así que ella intenta seguir adelante con su vida y cree que puede haber encontrado al tipo perfecto en Fred (Randall Park), pero resulta ser una especie de pesadilla. Pese a todas las decepciones que sufre, Allison sigue siendo una persona bastante positiva".
Randall Park ("Recién llegados") interpreta a Fred, de contabilidad, el objeto de las descaminadas atenciones de Allison.
"Fred y Allison se ponen a hablar en la fiesta y la atracción que sienten es palpable", comenta Park. "Entonces... no pretendo juzgar a Fred, pero desde luego tiene sus cosas... y, cuando se sincera con Allison, a ella se le enciende una enorme señal de alarma".
Pese a la agotadora agenda de tener que rodar a la vez "Saturday Night Live" en Nueva York y FIESTA DE EMPRESA en Atlanta, Bayer aprendió a disfrutar de los simples placeres de la vida en el set de rodaje. "Había un cuenco de gominolas en mi escritorio, que nos divertíamos comiéndonos a escondidas entre toma y toma. Después, descubrimos que las habían rociado con algo, así que esperemos que sobrevivamos todos".
Sam Richardson, de "Veep", interpreta a Joel, el asesor legal amable pero frustrado de Zenotek, que aspira en secreto a convertirse en DJ.
"Joel tiene mucho miedo a verse marginado", explica Richardson. "Cuando Clay necesita urgentemente un DJ, Joel lo ve como su oportunidad para lucirse, y la fiesta se les va inmediatamente de las manos".
Jamie Chung interpreta a Meaghan, la coordinadora de redes sociales infravalorada e infraaprovechada, que encontrará una razón para adorar su trabajo antes de que salga el sol.
"La primera vez que vemos a Meaghan, está saltándose a la torera las normas de recursos humanos de Mary al llevar una blusa escotada. No es por ser provocativa; es que ya sencillamente no le importan las normas y no se siente especialmente motivada. Para cuando acabe la fiesta, habrá intimado con sus compañeros de equipo y se habrá convertido realmente en parte de la familia".
Karan Soni, el taxista robaescenas de "Deadpool", interpreta a Nate, el maltratado jefe del departamento de informática, que contrata a una acompañante para que se haga pasar por su novia.
"Los tipos con los que trabaja Nate son lo peor, así que se inventó una novia falsa llamada Becca como mecanismo de defensa contra ellos", comenta Soni. "En vez de hacer que Becca fuera una persona normal, Nate alega que es modelo y actriz. Como no se lo creen, acaba contratando a una acompañante de lujo llamada Savannah para que finja ser ella".
La llegada de Savannah (Abbey Lee) y su proxeneta, Trina, interpretada por Jillian Bell ("Infiltrados en la universidad"), supone la cerilla que prende el metafórico polvorín que es la fiesta de Navidad de Zenotek.
"Mi personaje es una proxeneta y traficante de drogas cojonuda", explica Bell. "Basé mi personaje en Drexl, de Amor a quemarropa, uno de mis proxenetas favoritos de todos los tiempos. Para Will y Josh era importante conseguir que diera miedo y que supusiera una verdadera amenaza para los demás personajes. Me pareció que sería divertido que tuviera ciertos problemas de ansiedad, ya que no es algo que hayamos visto en muchos proxenetas de películas anteriores".
"El papel de Jillian estaba escrito originalmente para un hombre", explica Stuber. "Pero nos encantó lo que Jillian aportó al personaje. Le daba un aire completamente nuevo, algo que no has visto nunca".
"Todos esos cómicos tienen tanto talento que no quieres limitarlos estrictamente a lo que aparece en el guion", prosigue Stuber. "Tienen unos instintos tan estupendos que siempre que se les ocurrían ideas para algo divertido, les dábamos la libertad de hacer otra toma, lo que nos proporcionó un montón de material excelente con el que jugar en posproducción".
"El reparto es un quién es quién increíble de actores cómicos", señala Rappaport. "Es como si combináramos toda una serie de ingredientes excelentes para preparar una comida verdaderamente satisfactoria".
La creación de un paraíso invernal
"Teníamos muy claro desde el principio que queríamos que la película estuviera ambientada en Chicago", asegura Gordon. "Algunas de nuestras películas favoritas se han filmado allí, muchas películas clásicas de Navidad, así como las primeras películas de John Hughes".
"Queríamos dotar a la película de una sensibilidad clásica, de modo que, aunque sea nueva, resulte algo acogedora y familiar", agrega Speck. "Queríamos captar el Chicago emblemático de Mejor solo que mal acompañado con el que nos criamos".
El rodaje empezó el 2 de abril de 2015, en el edificio Federal Plaza de Chicago. Los dioses del tiempo se mostraron benévolos ese día con el equipo de rodaje, ya que la escena precisaba que Josh, el personaje interpretado por Bateman, se cruzara con unas personas que cantaban villancicos mientras caía la nieve. Con el equipo de efectos especiales allí presente listo para proporcionar nieve artificial, los cielos se abrieron para ofrecer una nevada tardía de verdad, sin necesidad de recurrir a imitaciones.
"Durante unos cuantos días más, siempre que rodábamos fuera, había nieve", recuerda Gordon. "Fue increíble".
Más adelante, en la película, Clay, el personaje interpretado por Miller, cruza paseando el puente de State St. y le dice a Josh que no necesita mucha ropa en invierno porque engorda unos 14 kg de peso como "aislamiento". En realidad, Miller llevaba varias capas de ropa debajo, debido a una inusual ola de frío en Chicago, que producía temperaturas ligeramente inferiores a cero. La nieve natural y el viento hicieron la escena demasiado real para los actores.
Tras acabar de filmar los exteriores que necesitaban de Chicago, el equipo de rodaje se trasladó a Georgia, donde Bateman, Munn y Miller tuvieron que hacer subir a unos renos a un montacargas en la zona de carga del edificio de AT&T en el centro de Atlanta.
"No es nada fácil filmar a unos renos en mitad del verano, cuando están perdiendo su pelaje y su cornamenta", admite Gordon. "Tuvimos que crear nuestras propias cornamentas para ponérselas a cada reno. Dieron mucho trabajo, pero mereció totalmente la pena".
Los interiores se grabaron en el Atlanta Film Studio de Hiram, Georgia, donde el diseñador de producción Andrew Laws había construido el set principal de las oficinas, basándose en diseños del arquitecto germanoamericano Ludwig Mies van der Rohe.
Stuber estaba encantado de trabajar con Laws y su equipo, tras haber colaborado previamente con él en el filme de 2006 "Separados". "Al igual que en FIESTA DE EMPRESA, la mayor parte de Separados se desarrollaba en un único lugar", recuerda Stuber. "Andrew tiene un talento extraordinario para proporcionar un espacio con los rincones y recovecos necesarios para que el set nunca pareciera una oficina de cuatro paredes. Fue muy satisfactorio volver a reunir a ese equipo, porque hasta el último detalle de lo que crearon fue sobresaliente".
Laws utilizó los diseños para crear un edificio de oficinas envejecido de una forma creíble, en el que se pudiera desarrollar la mayor parte de la acción de la película. En particular, Laws y su equipo se inspiraron en el Dominion Centre de Toronto de Mies van der Rohe. "El aspecto de ese edificio supuso un fuerte estímulo para los chicos en cuanto al tipo de compañía que querían representar y el tipo de edificio en el que estarían", comenta Laws.
"Estudiamos la posibilidad de rodar en algunos edificios reales de Mies van de Rohe, pero resultaba prohibitivo hacer muchas de las cosas que teníamos planeadas", recuerda Rappaport. "A veces, lo mejor para poder rodar en un lugar es construirlo".
El exterior de las oficinas de Zenotek se grabó, apropiadamente, en el Edificio Federal de Chicago, otro diseño de Mies van der Rohe.
El vestíbulo del Edificio Federal se puede ver en cámara hasta los ascensores, y a partir de ese punto los planos se combinaron con los decorados más amplios construidos en Atlanta.
Laws y su equipo crearon un gigantesco espacio de oficinas de 2787 metros cuadrados, de dos plantas, que ocupaba dos platós (el equipo tuvo que quitar la pared que separaba ambos platós para construir el set de las oficinas), con un atrio de dos plantas de altura en el centro y oficinas a su alrededor por tres lados y unas escaleras que ocupaban un lugar destacado.
"Era importante que la acción tuviera en todo momento un aire cinematográfico y eso exigía un espacio muy amplio", afirma Laws.
"El set se construyó para acomodar visualmente el rodaje de la película con lentes anamórficas", prosigue Gordon. "De ese modo, cuando empieza el caos en la película, se produce en un escenario que posee una especie de pátina cinematográfica. El set tenía que ser lo bastante grande para dar cabida a la desenfrenada imaginación de Clay, lo que en este caso suponía que debía ser lo suficientemente grande para que Jesús pudiera recorrer la oficina montado a caballo con la fiesta en pleno auge".
Speck y Gordon citan la fiesta de Navidad del Nakatomi Plaza que aparecía en "Jungla de cristal" como otra inspiración para el aspecto del lugar, a fin de conseguir que la localización pareciera otro personaje más de la película.
El set estaba rodeado por un fondo iluminado de 76 m de longitud que simulaba el barrio Near North de Chicago, principalmente en torno a State y Wabash.
"Dado que el set es un espacio tan amplio, con ventanas por todas partes, no queríamos recurrir a un croma verde", comenta Stuber.
"Con el fondo iluminado de Chicago, los actores no se tenían que imaginar que estaban en una fiesta de noche en la ciudad, sino que te sentías realmente como si estuvieras allí", recuerda Speck. "Si lo hubiéramos trucado con efectos visuales, no creo que hubiera quedado tan real".
El set era tan amplio y cómodo que muchos miembros del equipo se echaban una siesta en los diversos sofás durante la hora de la comida e incluso los actores encontraron sus zonas especiales en las que pasar el rato durante los descansos.
"Es asombroso lo rápido que nos sentimos como si fuera una oficina de verdad", admite Gordon. "Todos empezaron a vivir en sus propias zonas. T.J. pasaba mucho tiempo en el despacho y el servicio de Clay, aunque no estuviera trabajando".
Tras explorar el decorado por primera vez, Jennifer Aniston quedó impresionada por la escala y el detalle. "Parece tan real. Hacía tiempo que no estaba en un set así".
"Resulta agradable oír eso de los actores ya que, cuando se sienten así, se encuentran en un entorno que les permite dar más", comenta Speck. "Cuando todos se meten de lleno, el proceso resulta mucho más natural".
"Cuando se acabó el rodaje, nos dio pena irnos de esas oficinas", recuerda Gordon. "Pasamos tantos días en ese lugar tan asombroso, que empezamos a sentirnos verdaderamente como en casa".