En Bucarest, Costi es un joven padre de familia feliz. Por las noches, le gusta leer las aventuras de Robin Hood a su hijo de seis años para ayudarle a conciliar el sueño. Un día, su vecino le confiesa que está seguro de que hay un tesoro enterrado en el jardín de sus abuelos. Y si Costi acepta alquilarle un detector de metales y acompañarlo por un día, estaría dispuesto a compartir el botín con él. Aunque al principio se muestra escéptico, y a pesar de todos los obstáculos, finalmente Costi se deja llevar por la aventura