Pablo Larraín nació en 1976 en Santiago de Chile. Es socio fundador de Fábula, una empresa dedicada a servicios de cine, televisión, publicidad y producción.

En 2006 dirigió su primer largometraje, Fuga. En 2008 dirigió Tony Manero, que se estrenó en la Quincena de los Realizadores de Cannes. Post Mortem, su tercer largometraje, se estrenó en el Concurso Oficial del Festival Internacional de Cine de Venecia 2010. También ese año, Larraín dirigió Prófugos, la primera serie de HBO producida en Chile, que logró una nominación al Emmy Internacional a la Mejor Serie. Estrenó la segunda temporada de Prófugos en 2013. NO, el cuarto largometraje de Larraín, ganó el premio a la Mejor Película en la Quincena de los Directores en el Festival de Cine de Cannes 2012 y fue nominado al Oscar a película extranjera. En 2014, Larraín dirigió su primera ópera para el Teatro Municipal de Santiago: "Katya Kabanova" de Leoš Janáček, y debutó como director teatral con la obra "ACCESO", en el Teatro La Memoria.

Su quinta película, El Club, se estrenó en el Concurso Oficial del Festival de Cine de Berlín, en 2015, y ganó el Premio Especial del Jurado, Oso de Plata. Neruda, protagonizada por Gael Garcia Bernal, fue estrenada en el Festival de Cine de Cannes en 2016.

Jackie, protagonizada por Natalie Portman, participó en los festivales internacionales de cine de Venecia y Toronto.


Notas del director
"Una bala atravesó el cuello del Presidente; la siguiente, fue letal, destrozó el lado derecho de su cráneo..."

"Su esposa de 34 años, Jacqueline Kennedy, estaba sentada a su lado."

¿Cómo fue para ella?

Todos conocemos la historia del asesinato de John F. Kennedy. Pero, ¿qué pasa si nos centramos sólo en ella?

¿Cómo fueron los tres días siguientes, ahogándose en el dolor, con sus hijos destrozados y los ojos del mundo entero sobre ella?

Jackie era una reina sin corona, que perdió tanto su trono como a su marido.

Elegante, deseable, sofisticada, Jacqueline Kennedy fue una de las mujeres más fotografiadas y documentadas del siglo XX. Y, sin embargo, sabemos muy poco acerca de ella. Intensamente discreta e inescrutable, puede ser la mujer desconocida más famosa de la era moderna.

Me gusta pensar que nunca estaremos completamente seguros de cómo era. Nunca sabremos de dónde venía el brillo de sus ojos. Todo lo que podemos hacer es buscar. Y hacer una película hecha de fragmentos, pedazos de memoria, lugares, ideas, imágenes, gente.

El presidente Kennedy murió joven. Su tiempo en el cargo fue cortado abruptamente, sus pocos logros corrían el peligro real de ser olvidados.

Incluso a través de la niebla de su propio trauma, Jacqueline Kennedy sabía que alguien tenía que terminar su historia. En el curso de apenas unos días, ella transformó a su marido: de hombre a leyenda. Definió su imagen y consolidó su legado.

Y al hacerlo, ella misma se convirtió en un icono, conocida para siempre por el mundo entero por su primer nombre: Jackie.