Una familia se sube a su nuevo monovolumen para comenzar las vacaciones de verano. Tom, padre y conductor, ajusta el control electrónico de velocidad.
Tras una discusión, Julia pide a Tom que dé la vuelta, y es en ese momento cuando este se da cuenta de que la electrónica no responde y el coche no baja de los 130 km/, lo que provoca una serie de sucesos tan cómicos como trepidantes.