El Primer Ministro belga, su mujer y sus hijos son secuestrados justo unos minutos antes de comenzar un importante visita diplomática con presidente de los Estados Unidos. La condición de los secuestradores es clara y contundente: La única forma de salvar su propia vida y la de su familia será asesinar al Presidente estadounidense aprovechando el inminente encuentro. Sin tiempo de reacción y sin posibilidad de acudir al Servicio Secreto tiene que decidir entre la vida de su familia, la de su invitado y su deber como Primer Ministro. La película bombardea al espectador con la trepidante cadena de acontecimientos que se suceden durante el encuentro y que culminan en un inesperado desenlace.