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Asesinato en el Orient Express cartel reducidoAsesinato en el Orient Express(Murder on the Orient Express)
Dirigida por Kenneth Branagh
¿Qué te parece la película?

Publicada en 1934, la novela de Agatha Christie, Asesinato en el Orient Express, es considerada una de las historias más ingeniosas jamás concebidas. Más de 80 años después de su publicación, la novela de Christie sigue siendo muy querida entre las nuevas generaciones de lectores. El remake de Kenneth Branagh de la querida obra de misterio junto con su reparto y su fotografía invita a los espectadores a subirse en el tren con más suspense de sus vidas.


Todos son sospechosos
El clásico de misterio de Agatha Christie, con sus ricos personajes confinados en un lujoso tren de pasajeros, sus escenas tensas y su fresco diálogo, ha obsesionado al público desde que se publicó la novela en 1934. The Times of London escribió en una publicación: "El cerebro resuelve una vez más lo que parece irresoluble. La Sra. Christie hace que una historia improbable parezca muy real, y mantiene a sus lectores cautivados e intrigados hasta el final".

Los lectores se han visto cautivados por el misterio, el crimen, la historia y el personaje de Hércules Poirot durante generaciones. El encanto del Orient Express se magnificó gracias a la obra de Christie, y los viajeros siguen acudiendo para descubrir los ilustres compartimentos y servicios del tren hasta el día de hoy. La habitación 411 del Pera Palace Hotel en Estambul, donde supuestamente Christie escribió la novela, también sigue siendo un destino muy popular. Hay sociedades y clubes en todo el mundo dedicados a redescubrir los misterios de Christie, particularmente aquellos en los que aparece Hércules Poirot.

¿Por qué esta interminable fascinación?

"Agatha Christie es experta en aportar profundidad a los personajes, haciéndolos distintos y coloridos, pero también creíbles. Creo que ella disfruta del resplandor literario de eso, pero en el Orient Express, también tienes glamur. Tienes nieve. Tienes elegancia y la edad de oro del romance en los viajes. Y, por supuesto, tienes un asesinato", resume Kenneth Branagh. Esta película presenta a otra generación de cinéfilos una nueva y apasionante interpretación de uno de los misterios más queridos de todos los tiempos. Un "quién es quién" de actores famosos y un aclamado equipo de producción listos para el viaje.

A pesar de todos estos elementos de Agatha Christie, todo comienza con la historia. Pero para hacer una película, obviamente, es necesario obtener los derechos de la historia, y para los productores Mark Gordon y Simon Kinberg, eso supuso un viaje de casi cinco años. Inicialmente, preguntaron por los derechos por separado, pero pronto decidieron que sería mejor trabajar en equipo.

Posteriormente, Gordon y Kinberg se asociaron con Ridley Scott. Y llegado a este punto, sólo quedaba encargar el guión...

Como gran admirador de Agatha Christie y antiguo colaborador del productor Ridley Scott, el guionista Michael Green (LOGAN, BLADE RUNNER 2049) se emocionó cuando le pidieron que adaptara esta fabulosa historia a la gran pantalla. El productor Scott, un fanático de Christie y admirador de la versión de Sidney Lumet de 1974 de Asesinato en el Orient Express, tuvo la oportunidad de volver a explorar el libro, lo que consideró una maravillosa oportunidad para presentar el trabajo de la autora a un público moderno. Green coincide.

"Son historias increíbles con personajes de los que quieres ver más y más", comenta Green. "Y si tienes la suerte de coger un libro o una obra de teatro de Agatha Christie a la edad adecuada, se quedará contigo y permanecerá como un bonito recuerdo en tu memoria".

Pero como gran seguidor de Christie, para Green hay una historia que sobresale por encima de todas: "Soy muy afortunado por el hecho de que mi novela favorita de Agatha Christie sea, sin ninguna duda, Asesinato en el Orient Express. No sólo incluye a Poirot, mi personaje favorito de Christie, sino que es una historia que tiene un final sorprendente, además de los fascinantes personajes que encuentras en el camino. El marco es grandioso y todo lo relacionado con él lo guardo en mi memoria como algo especial".

Green se reunió con los herederos de Christie para hablar del proyecto: "Todos teníamos el mismo objetivo: queríamos introducir la historia en el mundo moderno sin cambiar su esencia, sin alterar su alma, para que la audiencia contemporánea pudiera experimentarla, creer en ella y emocionarse".

Para Green, su interpretación del clásico asesinato misterioso cuajó cuando Kenneth Branagh (ENRIQUE V, CENICIENTA) se unió al proyecto. "Probablemente, el día más emocionante del proceso de desarrollo fue descubrir que Ken estaba interesado en dirigir y actuar en la película", confiesa Green. "Tengo un inmenso respeto y aprecio por él, tanto como actor como como director. De repente, el hipotético guión que había escrito se convirtió en una película, una que ahora podía imaginar a través de la lente de Ken y del calibre de las personas que atraería al proyecto".

El bisnieto de Agatha Christie y el presidente de Agatha Christie Ltd, James Prichard, coincide con Green: "Llevo viendo películas de Ken desde que era muy joven; vi Enrique V durante mi carrera universitaria, y contar con él para esta película, un director tan increíblemente talentoso y uno de los mejores actores de su generación, contar con alguien de ese nivel que quiera interpretar Poirot me llena de orgullo".

Conocido por su amor por los clásicos, Kenneth Branagh era la elección perfecta desde el principio. "Fox sabía que me encantan los thrillers, y por eso contactaron conmigo para hacer este clásico de misterios de suspense", recuerda el actor-director. "Creo que tal vez incluso sabían que me gustaban los trenes; y ciertamente me gustaba este título: Asesinato en el Orient Express. Siempre me ha llamado mucho la atención y además te lleva a la época dorada de los viajes en tren. También es una obra con buenos personajes ambientada en un espacio muy confinado y bajo una gran tensión. Hay personajes muy dispares e interesantes que tratan los temas y asuntos más profundos y peligrosos. Leí el guión de Michael Green y realmente me sorprendió".

Después de muchas interpretaciones de la obra de Christie, el deseo de Branagh de volver a hablar de estos personajes comenzó con la profundidad y la compasión extrajo Green de ellos, así como la exploración de la idea más oscura que te lleva a la venganza.

"A Michael Green le encantaba el material y le encantaban los personajes. No trataba de sacar risas fáciles y no se estaba burlando de los personajes, especialmente de Hércules Poirot", asegura Branagh. "En el guión había cierta compasión, y una de las cosas que más me sorprendió y emocionó de la película es que es una experiencia emocional mucho mayor de lo que la gente puede imaginar. La película llega a ser más profunda porque explora el dolor, la pérdida y la venganza, mientras mantiene su sofisticación y su alma".

Luego está la ambientación. Para el público contemporáneo, los viajes se han convertido en una molestia, un medio para llegar a un destino final. La ambientación de Orient Express se remonta a la atención y la precisión que se le dedicaba a los viajes, y al verdadero lujo de vivir la experiencia. El guión de Green captó el encanto del momento y los meticulosos detalles del famoso tren.

"Michael se deleita en la época dorada de los viajes y en la atención al detalle del tren Orient Express, así como la apreciación que sentían otras personas", dice Branagh. "Ambos experimentamos ese tipo de emoción infantil de poder cruzar Europa en ese palacio con ruedas, con sus espacios confinados que también te hacen pensar en cosas aterradoras que podrían suceder por la noche. Por lo tanto, sus sentimientos hacia la obra, tanto por las profundidades emocionales y los matices, la sensación de diversión y emoción, en algunos momentos, y el respeto por el material, junto con el deseo de entretener quedaron plasmados en las páginas. Su guión me parece impresionante".

Branagh no sólo estaba entusiasmado con la perspectiva de trabajar con el guión de Green, sino que también estaba muy interesado en colaborar con los herederos de Agatha Christie: "Mathew Prichard [nieto de Christie] y James Prichard [bisnieto de Christie] fueron dos de las primeras personas que conocí cuando me embarqué en el proyecto, y esta conexión tan particular fue muy importante para mí. Mathew creció con Agatha Christie, y James no sólo es un miembro de la familia, sino una influencia muy inteligente y creativa en la forma en que se gestiona la herencia, así como un muy buen colaborador. Todos sentimos que el trabajo de Agatha Christie está en un momento muy intenso de su evolución. Ella ya ha realizado una enorme contribución al mundo del entretenimiento, pero se la está redescubriendo como una persona que ha tocado áreas de la experiencia humana que tienen relevancia a día de hoy. Christie sigue entreteniendo y nos hace pensar de una manera diferente".

Sobre la relevancia de la historia, James Prichard explica: "Para mí, Asesinato en el Orient Express es una de las historias más inteligentes de Agatha Christie. Hay una asombrosa exploración de la justicia, y la justicia fue muy importante para mi bisabuela, y hay elementos en esta historia que creo que son únicos, y que constituyen el centro de lo que hace que esta historia sea tan poderosa. La historia de fondo es increíblemente conmovedora y desafiante, y la forma en que Poirot se encarga de todo el asunto es extraordinaria".

Mathew Prichard añade: "Es una mezcla de muchas cosas diferentes. El glamur, la originalidad de la historia y la extravagancia de la solución. Fue un libro brillantemente escrito en la década de 1930 y creo que es difícil imaginar hoy en día lo original que debió de haber sido en aquella época. Mi abuela viajó en esa dirección, y se detuvo en Estambul camino a Siria e Irak, así que para los amantes de Christie, tiene la autenticidad genuina de lugares en los que han estado".

Para Green, era la primera vez en su carrera en la que desarrollaba un guión junto con alguien que es al mismo tiempo el director y el actor principal. "Juntos podíamos pensar en la forma de rodar la película y, al mismo tiempo, en la forma de interpretar determinados momentos". Leíamos una línea del guión y discutíamos sobre el tono y los ángulos de cámara, pero también a veces me leía algunas líneas directamente y yo era capaz de darles forma en el momento. Fue un proceso muy interesante y eficiente, y como el director sabía exactamente cómo iba a decir las palabras el actor principal, todo fue mucho más sencillo.

Branagh explica por qué era natural para él dirigir e interpretar a Poirot: "Pensé que, de alguna forma, era congruente que la misma persona asumiera esas dos responsabilidades. Porque, en el fondo, creo que Hércules Poirot es como un director. Poirot dirige a los personajes y, como director, intenta de forma intuitiva ver la forma de ser muy específico y de adaptarse a cada situación para crear el estado de ánimo necesario para cada interrogatorio".

Como director, la concentración que debía tener Branagh respecto a todos los increíbles actores y sus interpretaciones, era exactamente la misma que debía tener Poirot mientras buscaba las señales reveladoras que apuntaran al culpable, algo que, como lo señala Christie, sucede a menudo: "Poirot observando hasta el parpadeo de un ojo".

"Poirot es un maestro de la observación del lenguaje corporal", afirma Branagh. "No se trata de una persona con un objeto. Sino de lo que hace esa persona con ese objeto. Se trata de la manera en la que come o de lo que deja en el plato, de lo que no dice o de lo que constituye su estado de ánimo. Y a partir de su propia presunta perspectiva, a menudo usa la idea de que, debido a que es belga, está separado, y juega con la concepción de que otras personas piensan que es diferente (algunos dirían incluso excéntrico), ya que si piensan eso de él, le están subestimando".

Al actor nominado al Oscar Johnny Depp se sintió intrigado por la sensación fresca y relevante de la historia. "Tiene todo lo que cabría esperar de Agatha Christie" afirma Depp. "Muerte, asesinato, personajes interesantes, una situación inusual, a menudo glamurosa; todos esos elementos, dentro de un lugar y un viaje maravillosos, están allí. Pero realmente me impresionó ver que la historia no ha envejecido y que, de hecho, creo que se ha reinventado, lo cual es señal de que es una gran narración".

El actor nominado al Oscar Willem Dafoe se sintió atraído por el guión debido a su narrativa guiada por personajes: "Para esta historia, el tono es muy importante, y el papel de Poirot es interesante y está escrito de una forma maravillosa, al igual que el equilibrio de todos los personajes. Es muy aguda y divertida, pero también tiene un dilema moral en el centro de todo".

"Todos los puntos principales de la trama están ahí", afirma Leslie Odom Jr., "pero la historia se cuenta a un público moderno que ha visto y escuchado de todo. ¿Cómo emocionas al público actual? ¿Cómo haces que se inclinen hacia adelante en sus asientos cuando han visto tantas cosas? Creo que Ken y Michael han hecho un gran trabajo con ese aspecto del guión".

El estilo, la gracia y el romance del guión de Green y la capacidad del escritor para mantenerse fiel a la esencia de la historia, al tiempo que se actualiza para una audiencia moderna, atrajo al aclamado reparto. Manuel García Rulfo explica: "La película tiene el mismo ADN que la novela, pero es más dinámica". Lucy Boynton coincide: "Es un equilibrio perfecto entre una versión moderna a la vez que permanece fiel a todo lo sagrado de la historia de Agatha Christie. Eso ya era un elemento bastante emocionante; ver la manera en la que se ha desarrollado".

Cuando Josh Gad leyó el guión por primera vez, supo inmediatamente que quería ser parte del proyecto. El actor explica: "Leí unas veinte páginas del guión y llamé a mi agente para decirle: 'me da igual si tengo que interpretar al acomodador que está pidiendo los billetes del tren, necesito ser parte de esta película, es increíble'. Para mí, ver algo tan inteligente, tan épico, algo que casi recuerda a la época dorada del cine de Hollywood, como actor pero también como cinéfilo, fue realmente emocionante".

El otro gran atractivo fue la oportunidad de trabajar con el estimado Branagh. "Lo bueno de Ken es que lo hace desde perspectiva de los actores", afirma Gad. "Ante todo, es un actor y entiende las preguntas que nos hacemos, las inseguridades que podemos tener, y puede responder a esas preguntas con la autoridad de alguien que ha estado en nuestros zapatos".

Dafoe ve muchas similitudes entre el trabajo de Branagh como director y su papel de Poirot. El actor explica: "El papel del director se asemeja al papel que Ken desempeña en la historia, porque como director es el maestro de circo que establece la escena y le dice a todo el mundo lo que necesitan saber de la historia. Algo similar ocurre en la propia historia, ya que Poirot realmente se adueña de la situación y dirige los acontecimientos".

Derek Jacobi, que lleva mucho tiempo colaborando con Branagh, cree que lo que hace a Ken tan buen director es que, antes que nada, es actor. "El número de bolas que es capaz de mantener en el aire es realmente impresionante, pero siempre he admirado su capacidad de interpretar y después de quitarse el traje de actor y mirarse de forma objetiva... Creo que es extraordinario", asegura Jocobi". "Es increíble ver lo que hace, ya que su ojo y su mente están en todas partes al mismo tiempo".

La ganadora del Oscar Penélope Cruz también se sintió impresionada por la capacidad de Branagh de pasar de esa forma de la dirección a la interpretación de Poirot. "Lo que está haciendo con las interpretaciones y la cámara es realmente increíble y creo que está haciendo una película que se meterá en nuestros cerebros de una manera que nos atrapará, como una extraña magia", añade Cruz. "Es como ese increíble baile que parece tan fácil para él, y que es muy raro y todos estamos impactados y sorprendidos por cómo puede estar tan presente. Somos un gran reparto y tiene mucha responsabilidad".

Tom Bateman añade: "Branagh es un líder increíble, es un director maravilloso, pero como actor, me parece que se basa en su energía y su interior. Él siempre quiere estar ahí y puedes sentirlo cuando estás actuando en una escena con él. Está tan emocionado de estar allí, que es muy reconfortante, y casi no lo ves dirigir porque lo hace sin esfuerzo".


El detective (Hércules Poirot - Kenneth Branagh)
El venerado detective ficticio Hércules Poirot, es uno de los personajes más famosos de Agatha Christie, que ha aparecido en 33 novelas y más de 50 cuentos, y fue clave para garantizar que la película funcionara. El presidente de Agatha Christie Ltd, James Prichard, explica: "Hace mucho tiempo que leí el guión y lo interesante es que las cosas han cambiado, pero el tono general y el aroma del guión no han cambiado. Desde el principio, el guionista Michael Green capturó bien la esencia, particularmente en cuanto a Poirot; realmente entiende a Poirot y eso se refleja en el guión. Hay cambios y diferencias, particularmente en su aspecto, con respecto a lo que uno podría haber visto antes, pero la esencia de Poirot está ahí y eso para mí es increíblemente importante".

Los preparativos de Branagh para interpretar a Poirot fueron extensos e incluyeron la lectura de todas las novelas de Poirot. Empezó un año antes del rodaje con un regalo de cumpleaños de una primera edición en rústica de El misterioso caso de Styles.

La confección de sus trajes a medida empezó nueve meses antes del rodaje. El elemento que más tiempo llevó fue el grosor y el ángulo exactos del nudo de la corbata, y su reproducción perfecta cada vez que la usaba. Esto requirió tres meses de experimentos con telas, almidón y mucha paciencia. También le tomaron medidas para sus zapatos hechos a mano, los cuales llevó durante un período de tres meses.

El actor también recopiló todas las descripciones escritas de los bigotes de Poirot realizadas por Agatha Christie, usando los extensos recursos del patrimonio de Agatha Christie. Después de eso comenzó el proceso de investigación y de desarrollo de nueve meses de duración para la barba, que tenía que cumplir con lo que la señorita Christie describió como "el bigote más magnífico de toda Inglaterra".

Branagh incluso revisó el trabajo de famosos belgas, incluidos el surrealista Magritte y Hergé, el autor de Tintín. Escuchó grabaciones de 27 acentos belgas diferentes de hombres de la edad de Poirot hablando en inglés, y se reunió con un instructor de dialecto tres veces por semana para estudiar y practicar el acento de Poirot. Las clases incluyeron sesiones ocasionales por Skype mientras estaba en su vestuario del Garrick Theatre durante su papel de El cuento de invierno, de Shakespeare.

Con Branagh comprometido a interpretar a Poirot, Green y el propio Branagh discutieron sobre cómo perfeccionar con precisión el personaje multifacético. Según explica Green: "Queríamos conseguir que fuera extravagante, raro, extraño y adorable en su justa medida, que es lo que le convierte en alguien tan memorable y querido. Pero también, queríamos conseguir que fuera una persona que pudiera existir en el mundo actual". Green continúa: "Queríamos que fuera emocionante y que sintiéramos verdadera inquietud y tensión. Poirot puede verse como un personaje cómico, pero en circunstancias muy serias, y parte de nuestro enfoque fue mostrar ese contraste. Poirot está acostumbrado a estar por delante en el juego, a estar en control de la situación, y en esta historia se encuentra con un caso que, en ese momento, está más allá de su entendimiento".

El afecto de Green por Poirot queda patente en el guión, y él explica por qué: "Lo que siempre me ha gustado de él es que es muy inteligente, muy divertido y muy peculiar. Si puedes entrelazar todas esas cosas en su investigación, entonces consigues escenas maravillosas, ya que puedes hacer que su particularidad y peculiaridad sean las que le den la vuelta a sus interrogatorios con los sospechosos y que pueda encontrar la información que necesita. También es muy divertido hacer que se frustre, ya que es tan perfecto y peculiar, que cuando pierde el equilibrio, se convierte en una persona increíblemente interesante. Eso es lo que le enciende y le pone en marcha".

Hércules Poirot ha sido descrito por Agatha Christie de muchas formas a lo largo de su trabajo. Como apunta Kenneth Branagh: "Christie se lo pasó bien evolucionando al personaje y siendo poco estricta con las reglas que podía haber establecido. De vez en cuando, creo que ella se sentía frustrada porque él era su creación más popular, pero creo que aprendió a quererlo una y otra vez. Su característica distintiva es su amabilidad, cualidad que se repite con frecuencia. También es muy exigente, tanto con su apariencia personal como, especialmente, con su inmenso y magnífico bigote. Una conmovedora pieza de vanidad a la que Christie suele hacer referencia, y que Poirot reconoce. También es bastante irónica sobre la sospecha de que su color de cabello puede no ser del todo natural, y puede que utilizara algún ungüento. Su agudeza mental y su clara brillantez como detective es algo de lo que ella habla libremente. Su capacidad para ver los detalles y, particularmente, para ver la psicología humana en profundidad, y con matices, es algo sobre lo que creo que disfrutaba escribiendo. Ella claramente tenía esas cualidades como persona. Christie emitió muchos juicios rápidos sobre las personas en su vida y en sus cartas. Viajó mucho y era una persona muy independiente, y muy, muy observadora. Y por eso le da todas esas cualidades a Poirot".

El diseño del bigote de Poirot fue un componente clave para encontrar el personaje. Branagh afirma: "Nos llevó muchos meses diseñar el bigote: Carol Hemming [diseñador de peluquería y maquillaje] estuvo detrás del diseño, y se le ocurrió una brillante referencia. Comenzamos con una línea de Agatha Christie en la que describió a Poirot como la persona con los bigotes más magníficos de Inglaterra. Ese "bigotes" era una pista. Sabemos que lo dijo en el sentido antiguo, pero la idea de Carol era que casi debía haber un efecto de bigote doble. Tenía que serlo, porque Christie seguía usando las palabras "majestuoso e inmenso". Era casi como una máscara. Era el superpoder de Poirot. Mantenía a la gente a distancia. Tenía que ser, en sí mismo, estructural, de una apariencia lujosamente agradable, y tenía que causar una gran impresión. Tenía que hacerlo, porque la historia y las reacciones de los personajes hacia Poirot en esta y otras muchas otras historias lo necesitaban".

Después de la etapa de diseño inicial, comenzaron a probar el bigote en Branagh. Fue una prueba complicada, según recuerda Branagh: "Nos seguíamos preguntando si el bigote iba a cumplir la función que le pedía el personaje a cada momento. Y en un asesinato misterioso, con un hombre como este, el bigote piensa por el personaje en muchos momentos. Por lo tanto, sabíamos que era un tema tremendamente importante".

El hombre debe adaptarse a la ropa, y la ropa debe adaptarse al hombre. Sobre su vestuario, Branagh comenta: "Puede que Poirot no fuera un dandy en el sentido de los colores extraordinarios o de una gran cantidad de ropa o un cambio constante de vestuario, pero era extremadamente preciso, y sabíamos que la confección de todos los trajes (no hay tantos, porque está viajando) debían ser precisos y nuevos, y ese fue un proceso constante de reajuste. Pasamos mucho tiempo pensando en lo que haría con sus manos: ¿usaría los bolsillos del chaleco, cuánto usaría el bastón, qué altura tendría el bastón? En todas partes había algo de la época, como un reloj y una cadena de reloj; todo se hizo de manera muy específica, y todo era específico de Poirot. Lo mismo sucedió con la forma en que ataba sus corbatas, el grado del nudo, con el bigote y con el lugar en el que se sentaban, para que fuera lo mismo todos los días.

Al igual que el personaje siente fascinación por la alineación y la perfección de la simetría, la creación de Poirot se convirtió en un reloj clásico: distinto, limpio y con la máxima precisión. "Buscábamos un aspecto totalmente preciso, cuidado, nítido, claro y limpio, y en cada toma y cada color buscábamos una elegancia atemporal", explica Branagh.

El impecable ojo de la diseñadora de vestuario, Alexandra Byrne, para conseguir esta apariencia tan precisa realzó dramáticamente la presencia de Poirot en la pantalla. "La primera discusión fue sobre el bigote, por lo que todo empezó con Ken y Carol Hemming para definir el personaje", comenta Byrne. "Luego me uní yo, y a Ken le interesó mucho la idea de que Poirot tuviera una formación militar. Realizamos una gran investigación sobre lo que eso significaba, ser belga con formación militar. Trabajamos para que su vanidad fuera una "vanidad de precisión" en lugar de una vanidad de pavo real; pensamos que Poirot habría desarrollado un estilo que sólo funciona para él. A él no le interesa la moda: tiene su estilo y tiene el sastre al que va siempre. Tiene dos trajes y un traje de noche, que es lo correcto para un hombre de su clase. Son bonitos, están perfeccionados a su propia medida, y existe esta absoluta simetría y orden, de modo que cuando está en una pelea y el cuello de la camisa se mueve de su sitio o se le sale un botón, es realmente angustiante e inaceptable para él".

Al actualizar la versión de Poirot, había espacio para hacerlo más ágil que las encarnaciones anteriores. Igual de listo. Pero con un toque más de fuerza y agilidad. El coordinador de escenas peligrosas, James O'Donnell, añade: "Pasé un tiempo pensando cómo podíamos hacer que Poirot se viera involucrado en escenas de acción sin que destacara demasiado", recuerda O'Donnell. Después de hablar con Ken, decidí que quería que Poirot fuera un maestro de Aikido con bastón, que fuera un maestro no sólo por la forma en que analiza e interpreta un crimen, sino también por la forma en la que lucha. No iría directamente a la pelea; sería inteligente, como David contra Goliath, algo que encajaba bien con el personaje".


El gánster (Edward Ratchett - Johnny Depp)
Mientras que muchos de los personajes de la película lidian con la línea que separa el bien y el mal, Ratchett es aparentemente el personaje intrínsecamente malvado del tren. "Ratchett es un gánster, un gánster de poca monta al parecer, que está en el tren con su secretario y su mayordomo", apunta Kenneth Branagh. "Tiene dinero, pero no tiene paz mental".

Ratchett está molesto e inquieto, ya que alguien le persigue, y se da cuenta de ello gracias a una serie de notas provocativas, mensajes amenazantes que se encuentran en el tren. Entonces, decide pedir ayuda a Poirot; y no es una conversación fácil entre los dos. A su vez, los espectadores pueden ver que Ratchett no tendrá un viaje tranquilo en el Orient Express.

"Desde el momento en que Ratchett entra en escena, se puede sentir su paranoia y su urgencia por hacerse amigo de Poirot y protegerse a sí mismo", revela Depp. "La elegancia del tren y la fanfarronería de Ratchett combinadas con su empalagosa confianza dan como resultado un personaje extremadamente atractivo y divertido que interpretar".

Branagh describe a Depp como: "Un gánster maravilloso, vil, con glamur, agudo, verdaderamente peligroso e inteligente. La interpretación de Johnny es oscura, es peligrosa y es muy divertida".

"En muchos sentidos, es la antítesis de Poirot, lo que hace que sus intercambios sean tan tensos", resume Depp. "Ratchett quiere ganarse el respeto de Poirot, pero nunca lo logrará".


RATCHETT - Usted es el famoso Hércules Poirot. Vengador del inocente. ¿No es así como le llaman en los periódicos?

POIROT - ¿Es usted un inocente?

RATCHETT (se ríe) - Es usted gracioso.


"Johnny Depp rezuma carisma, encanto y confianza y es el coprotagonista más agradable, dulce y divertido que uno pueda imaginar", asegura Josh Gad. "Y además es capaz de interpretar un personaje como Ratchett, que es todo lo contrario a él en todos los sentidos, lo cual es increíble. Se ha convertido en toda una expectación cada vez que Johnny crea un personaje nuevo; todo el mundo está deseando ver cómo será. Tanto él como el personaje tienen muchas capas tanto física como vocalmente; y él es capaz de identificarlas todas".


El secretario (Héctor MacQueen - Josh Gad)
Héctor MacQueen es el secretario de Ratchett y una persona muy nerviosa. Es una persona con estudios y que ha viajado mucho, es abogado y habla muchos idiomas, pero no es un hombre feliz ni al que le gusten los excesos. "Parece que bebe y fuma un poco más de lo que sería bueno para él, y parece inestable", reflexiona Branagh.

El papel era el punto de partida para Gad, que entendió bien la dinámica entre MacQueen y Ratchett. "MacQueen es un tipo complicado", afirma Gad. "Tiene una historia que puede parecer bastante típica, pero luego está lo que sucede detrás de todo eso. Es como un esclavo de Ratchett. Es un secretario tembloroso e inseguro, que tiene un jefe bastante abusivo, que espera mucho de él y exige aún más".

"Josh desempeña un papel bastante natural. Sabemos lo divertido que puede ser Josh y, por supuesto, también es muy musical", apunta Branagh. "Aquí le toca un personaje bastante sencillo y vulnerable. MacQueen es una persona que, de alguna manera, parece como si le hubiera ocurrido algo malo o tuviera alguna herida del pasado; y eso es exactamente lo que consigue transmitir Josh con su interpretación. Hace que el personaje tenga intriga, y hace que el pequeño trío de Ratchett, Masterman y MacQueen sea un grupo muy unido pero también conflictivo. Son un trío electrizante".

Al hablar del personaje con Branagh, Gad explica la cantidad de contexto necesario para encarnar realmente bien a MacQueen. "Estudiamos en detalle al personaje: cómo fue su infancia, de dónde procede, cómo ha llegado hasta aquí, etc. La belleza de esta película es que crees saber lo que sabes, pero no sabes nada. Y MacQueen es sólo una pieza del rompecabezas".


El mayordomo (Edward Masterman - Derek Jacobi)
Masterman es el mayordomo de confianza de Ratchett. Parece ser completamente obediente y servil, muy inglés y muy cortés. Pero, en manos de Derek Jacobi, lo hemos visto más como un oficial militar con una arrogancia típica de Cockney y un comportamiento franco.

"Entendemos que Masterman puede ser muy amable y muy solícito", comenta Branagh. "Y es muy estricto en el cumplimiento de su deber, pero también sabemos que es un tipo duro". Es un hombre que tiene un bonito signo de interrogación sobre él".

Jacobi y Branagh han colaborado muchas veces en producciones teatrales y cinematográficas. Cuando le pidieron que interpretara a Masterman, Jacobi aceptó sin dudarlo. "Es un personaje interesante", afirma Jacobi, "fue asistente durante la guerra, después aparcacoches y ahora es ayudante del desagradable personaje de Ratchett. Masterman es un poco estirado, pero también está muy enfermo, probablemente se esté muriendo, y también guarda cierto grado de venganza en algún lugar de su psique".

"Derek tiene la capacidad de jugar y sugerir muchas capas para este tipo de persona", observa Branagh. "Derek es del este de Londres, por lo que le gustó mucho interpretar a un mayordomo inglés, no como una especie de personaje estreñido, sino más bien un tipo resuelto, que puede cuidar de sí mismo y de su amo si es necesario".

A instancias de Branagh, Jacobi interpretó el papel con acento del este de Londres. "Lo disfruté bastante", confiesa Jacobi, "ya que creo que a veces se me considera un actor elegante, ya sabes: clásico y shakespeariano, así que es muy agradable bajar a la tierra de vez en cuando".


La viuda (Caroline Hubbard - Michelle Pfeiffer)
Michelle Pfeiffer deslumbra como Caroline Hubbard, un tipo de personaje que Agatha Christie conoció en numerosas ocasiones en sus propios viajes y, a menudo, es bastante implacable al describirla.

"Hubbard es una cazadora de esposos", resume Pfeiffer. "O eso dice ella. En cierto modo, es una mujer solitaria, dulce y tierna, y a menudo divertida, pero puede ser muy contundente, y para algunas personas un poco irritante y un poco intensa. Fue divertido meterse en sus zapatos".

"Michelle transmite el tipo de soledad interior que Agatha Christie conocía bien", explica Branagh. "Los desafíos de ser mujer que está sola y viaja en circunstancias complicadas Una vez que estaba en el Orient Express, con todo su glamur, en la época dorada del viaje, todo fue diferente. Pero viajar a Oriente Medio en ese momento era algo complicado. Y de esa forma, la intrépida y pionera de Christie se refleja en Caroline Hubbard. Y con Michelle Pfeiffer, que también es una gran cómica, también hay una maravillosa sensación de diversión".

"Lo que buscas en un papel es el alcance que puede tener", explica Pfeiffer. "Puede haber humor y levedad, pero de ahí tiene que llegar a algún lugar. Uno siempre quiere crear esos momentos. Y ese fue uno de los motivos por los que me uní al proyecto. Y la época... el vestuario, todo era mágico y elegante. Se cuidan mucho el estilo y el glamur, por lo que uno realmente sale con esa sensación después de ver esta película".

La diseñadora de vestuario, Alexandra Byrne, describió el vestuario de Hubbard como: "Lo más divertido y lo más complicado, porque se describe como una mujer a la que oímos llegar antes de que entre en la habitación, y es muy grande para ese espacio. Es bastante complicado conseguir eso para la película, porque se trata de crear un personaje con muchas contradicciones que no van en la misma dirección. Tiene que ser creíble: extraordinaria, pero creíble. Al verla por primera vez tenemos que creer en ella, nos tiene que gustar y tenemos que estar de su lado".


La misionera (Pilar Estravados - Penélope Cruz)
Pilar Estravados es el nombre de un personaje que aparece en otra historia de Poirot: Navidades trágicas. Sin embargo, sólo se toma prestado el nombre, no los rasgos de carácter.

"En nuestros encantadores y emocionantes intentos de sorprender al público con la trama, y después de consultar con Agatha Christie Limited, que son los guardianes de su trabajo, nos permitimos cambiar el personaje de Greta Olson por el de Pilar Estravados", comenta Branagh.

Penélope Cruz interpreta a la apasionada e intensa misionera que tiene el afán de viajar por el mundo y hacer lo posible por mejorar un mundo imperfecto, tanto espiritual como filosóficamente. Encontramos tanto dedicación como misterio en ella:

"Al principio de la historia no sabemos mucho sobre Pilar", reconoce Cruz. "Sólo que parece ser muy religiosa, ya que va con su Biblia y su cruz, y le encanta hablar con la gente sobre Dios y sobre las razones por las cuales esto es tan importante en su vida. Pero sólo comparte algunos de sus motivos. Tiene una cicatriz y una piel que ha sido dañada por algo que no sabemos. La cicatriz representa su mayor trauma y la ha convertido en una persona diferente. Cuando sucedió el trauma, cambió su estilo de vida de muchas maneras. Ella es una persona muy dañada, y está encontrando alivio y una razón para vivir ayudando a otras personas y convirtiéndose en misionera".

A menudo citada como una de las mujeres más bellas del mundo, en esta película, Cruz interpreta a un personaje que parece empeñado en esconder su belleza. La mirada y la apariencia de su personaje es austera y solemne.

La diseñadora de vestuario, Alexandra Byrne, pudo mostrar el personaje de Pilar a través de su vestuario, como explica ella: "Es una mujer que quiere negar cualquier feminidad, por lo que su ropa debe transmitir eso mismo. Saqué piezas de una casa de disfraces en Canadá, donde tenían una increíble y robusta falda pantalón de viaje que me pareció perfecta, ya que para una mujer de los años treinta usar pantalones era en realidad, una declaración de moda, pero esta falda pantalón parecía un equilibrio perfecto de practicidad y una prenda de vestir no sexual".


El profesor (Gerhard Hardman - Willem Dafoe)
El arrogante profesor Gerhard Hardman molesta a sus compañeros de viaje casi desde el principio. Sus opiniones políticas, tal como se revelan, resultan odiosas para los pasajeros, pero él es insensible a sus sentimientos. En cambio, Gerhard es muy particular sobre dónde duerme, qué come y qué hace.

"Gerhard tiene un tema favorito sobre el que hablar: él mismo", bromea Branagh. "Es un provocador y un individuo peligroso, porque es un catalizador para que otras personas discutan, y algunas veces pone a las personas en conflicto".

Para interpretar a este personaje tan complicado, Branagh recurrió al actor nominado al Oscar Willem Dafoe. "Willem tiene una habilidad especial para hacer agradable a las personas desagradables", dice Branagh. "No tiene miedo de caer en la trampa. Es un placer ver cómo se retuerce para salir de algunas situaciones una vez que lo atrapan".

"Cuando conocemos a Hardman en la película, es un profesor de ingeniería austriaco, que va camino de Turín para dar una charla sobre los usos militares de la baquelita", explica Dafoe. "Es un hombre que expresa opiniones que a menudo son ofensivas para algunos de los pasajeros, porque es muy consciente del lugar, la jerarquía y la raza. Dado que estamos en 1934, en Europa, es bastante estirado, serio y alguien al que hay que vigilar".

Poirot parece darse cuenta de que Hardman está jugando a algo, pero la pregunta es: ¿por qué está jugando a eso? Se convierte en uno de los primeros sospechosos, y Poirot parece analizar cada sílaba de las fanfarronadas que suelta Hardman.

"Un punto clave de la historia es que los personajes no son lo que parecen ser, y Hardman no es la excepción", asegura Dafoe.


La condesa (Condesa Andrenyi - Lucy Boynton)
La condesa Andrenyi está casada con el conde Andrenyi y ambos son bailarines de ballet. Él es húngaro, y el origen de ella no queda totalmente claro. Lo que está claro es que está sujeta a algún tipo de adicción o perturbación que la mantiene fuera de la vista de los viajeros a bordo del Orient Express. Hace pocas apariciones y, cuando las hace, son dramáticas y contundentes.

"Lucy es una actriz muy hermosa y talentosa; y realmente encontró la forma de transmitir la soledad y el aislamiento de este personaje, y hace que el espectador se pregunte cuál es el motivo", apunta Branagh. "Aparece en la película desde el principio y estamos ansiosos por saber más sobre ella, y luego se nos niega ese acceso, por la historia, y por Agatha Christie, que sólo aumenta nuestro deseo de saber más. La conmoción se intensifica cuando la vemos. Y Lucy logra, incluso dentro de una parte muy, muy oscura de la historia, tener una especie de alegría con el personaje, y particularmente con Poirot, a quien encuentra absolutamente ridículo".

"El conde y la condesa son dos ilustres bailarines de ballet, aunque en los últimos años la condesa ha tenido que consumir grandes cantidades de barbital, por lo que es una bailarina de ballet que se marea algo", bromea Boynton. "Tiene una bonita relación con su marido, que está interpretado por Sergei Polunin".

Boynton continúa: "Puedes ver que su relación es muy apasionada y que están muy enamorados, y dependen mucho uno del otro. Como ella se ha adentrado en ese estado algo somnoliento de drogadicción, se ha vuelto muy dependiente de él y él la maneja con mucha suavidad. Es triste ver cómo se sale de sí misma y de su mundo, pero hay un amor constante y una confianza que relucen".

Boynton estaba ansiosa por empezar con la preparación del papel: "Comencé a tomar clases de ballet, porque son bailarines de ballet, aunque no la ves bailar porque durante toda la película está muy mareada e inestable. Sólo quería tener esa base en la postura y el andar, para poder estar junto a Sergei sin sentirme terriblemente avergonzada. Aprendí mucho y me ayudó a darle vida y a construir el personaje".

Los trajes de Boynton para la condesa se componían de hermosas telas vintage, aunque no siempre está claro qué tipo de ropa lleva puesta y por qué.

"Como la condesa también es nocturna, como resultado de su consumo de drogas, los atuendos con los que se viste son para el día y la noche, así que no se sabe si lleva un pijama o una hermosa pieza de satén", comenta Boynton. "Ha sido muy divertido juntarlo todo, y un sueño total llevar esos vestidos".


El conde (Conde Andrenyi - Sergei Polunin)
El conde Andrenyi es un famoso bailarín, y Branagh sostiene que "fuimos muy afortunados" de haber elegido a Sergei Polunin, que es una bailarín "magnífico". La capacidad de Polunin para realizar ciertos movimientos, especialmente a través de una violencia que vemos expresada en el personaje, lo hace muy distinto.

"Andrenyi es muy protector respecto a su esposa y está atento cada paso que da", dice Polunin. "Están a punto de separarse porque ella tiene un problema que debe resolver; y él sólo quiere que las cosas mejoren para ella. Ella es una fuente de luz en su vida y no quiere que entre en la oscuridad".

"Uno se puede hacer una idea real del tipo de artista que es", asegura Branagh. "Hay una gracia y un peligro y una habilidad en la forma en que se mueve que es muy electrizante, muy inquietante".

Con su trayectoria como bailarín de ballet, el papel de Andrenyi supone la primera incursión de Polunin en la interpretación. Polunin disfrutó de conocer su personaje con el director Branagh y su coprotagonista Lucy Boynton.

Polunin explica: "Kenneth es realmente preciso con lo que quiere y hace preguntas interesantes para lograr lo que quiere, cosas como: '¿cuál era el sueño de Andrenyi?' '¿Cuál es su pasado?' '¿Cuáles son sus sentimientos hacia su esposa?' Fue realmente interesante para mí desarrollar el personaje de esta manera y nos dio libertad artística".

"Sergei aporta su excelente talento como artista y una presencia física realmente memorable al papel, junto con una intriga y una cualidad oscura y profundamente romántica", relata Branagh. "Tiene ese tipo de alma eslava que te hace sentir fuertemente que, si te acercas a su mujer, tendrías problemas. Y los problemas están por llegar, ya que Poirot también los investiga a ellos".

Lucy Boynton añade: "Nunca hubiera adivinado que éste era el primer trabajo como actor de Sergei, porque lo hace de maravilla, tiene un gran dominio de sí mismo y tiene toda la disciplina de un bailarín. Es un compañero brillante con el que es un placer interactuar".


La princesa (Princesa Natalia Dragomiroff - Judi Dench)
Cuando nos encontramos con la princesa Dragomiroff, se nos presenta a la realeza rusa, que parece tener problemas por tener que ir en el vagón de Calais, ya que de alguna manera piensa que no está a su nivel. En el papel, encontramos a la legendaria actriz Judi Dench.

"Creo que Judi Dench tuvo la oportunidad de interpretar la imperiosa y despectiva arrogancia superior de Dragomiroff, que indigna a todos los que están a su alrededor, aunque no sea algo que le guste", explica Branagh. "Nunca lo suficientemente rápido. Nunca lo suficientemente pronto. Nunca lo suficientemente caliente. Nunca los suficientemente amable. Y cuando no se está quejando de lo que no está bien, está pidiendo que atiendan a sus perros. Nos ofrece la oportunidad de ver a un personaje que es muy severo y muy prohibitivo, pero que también puede ser travieso y divertido. Judi Dench es alguien que puede interpretar todas esas cosas con gran deleite. Es al mismo tiempo formidable y graciosa, y también puede estar llena de secretos y escondida".

La diseñadora de vestuario, Alexandra Byrne, tuvo el honor de crear los trajes para Judi Dench. "Lo bueno de Judi es que tiene unos increíbles ojos centelleantes y que, al interpretar a una princesa, debería tener muchas joyas sacadas de Rusia durante la revolución y que tal vez quiera volver a usarlas", apunta Byrne. "Adopté una línea bastante sencilla para su ropa para que las joyas y los ojos resplandecieran".


La criada (Hildegarde Schmidt - Olivia Colman)
Una de las muchas dinámicas personales que hay en juego en la película es la relación servidor-amo. Lo vemos con Ratchett y MacQueen, y también con la Princesa Dragomiroff y su criada, Hildegarde. Agatha Christie y, a su vez, Poirot, están constantemente explorando las complejidades de estas relaciones.

Hildegarde Schmidt trabaja para la princesa Dragomiroff como su sirvienta. Cocina para ella, gestiona su vestuario y su aguda personalidad, que está siempre quejándose. Tiene una coraza gruesa, tan gruesa, como Branagh describe "para no romperse y dejarse aplastar como lo haría cualquier persona en su situación".

Hildegarde es educada y muy inteligente, pero suele estar en silencio. Es discreta hasta el punto de hacer que te preguntes si tiene mucho que esconder. Poirot se pregunta: "¿Sabe algo que no sepamos los demás?".

Hildegarde tiene una especie de fuerza secreta y oculta o incluso, me atrevería a decir: '¿sabe algo sobre la princesa?", reflexiona Branagh.

Para darle vida al papel, Branagh recurrió a la aclamada actriz Olivia Colman. "Las personas calladas pueden saber más de lo que parece", señala Branagh. "Y con Olivia Colman, ves a su personaje quieto y escuchando y sientes intriga".


La institutriz (Mary Debenham - Daisy Ridley)
Daisy Ridley se une al ilustre conjunto con el papel Mary Debenham, una institutriz aficionada a la fotografía.

"Agatha Christie me parece una mujer muy moderna", asegura Branagh. "Todo lo que trata de su propia biografía es realmente pionero, y Daisy es una persona muy aguda, inteligente, divertida, comprometida, interesada y curiosa. Creo que realmente tenía ese apetito por el interés en las personas y las cosas. Daisy le aporta esa cualidad y esa energía a Mary Debenham, creando una visión y un pensamiento muy avanzados, así como una persona bastante moderna y atrevida".

Daisy Ridley añade: "Cuando conocemos a Mary por primera vez, es una mujer joven de espíritu libre, que viaja, aparentemente sola, una institutriz, a la que le gusta tomar fotografías. Tiene una maravillosa conversación con Poirot al comienzo de la película y desata una dinámica realmente agradable entre ellos, que avanza hasta el final".

"Creo que el personaje de Mary Debenham es quizás el más cercano a una versión de Agatha Christie", sugiere Branagh. "Tiene aproximadamente la misma edad que Agatha Christie cuando hizo uno de sus viajes por el mundo con su primer esposo: el viaje en el que aprendió a surfear en Hawái, la primera mujer inglesa que lo hizo, según tengo entendido. Le aportó la clase de fuerza y el espíritu intrépido y pionero con el que impregna a Mary Debenham. Y Daisy Ridley le aportó una modernidad asombrosa".


El médico (Dr. Arbuthnot - Leslie Odom Jr.)
En un viaje corriente, el papel de Leslie Odom, Jr. como el Dr. Arbuthnot sería una especie de persona leal o como un ancla en el tren, como suelen ser los médicos. En situaciones complicadas, suelen ser la voz profesional de la razón, una voz compasiva y de asesoramiento. Pero este viaje está lejos de ser corriente.

"Arbuthnot es exsoldado y médico", apunta Odom, Jr. "Trabajamos muy duro para ser tan específicos sobre eso como fuera posible, sobre quién pudo haber sido este hombre negro para lograr lo que había logrado, lo que habría tenido que pasar para llegar a donde estaba y cuáles podrían ser las circunstancias de su vida para tener un apellido como Arbuthnot".

"Leslie Odom, Jr. tiene mucha profundidad, calidez y compasión e interpreta al personaje con gran ternura y sensibilidad, lo que le aporta al Dr. Arbuthnot todo lo que se puede esperar de un médico, pero también tiene un lado romántico", comenta Branagh. "Esa disposición romántica es algo que se puede ver en el trabajo y estar al servicio de otros personajes del tren y, en esa medida, tiene que ocultarlo. Su origen étnico en esa época es algo que se trata en la historia, y Arbuthnot tiene que sacar el coraje para ser diferente en una situación difícil y defenderse a sí mismo, tanto literal como filosóficamente. Se convierte en un personaje fascinantemente complejo, que es fundamental para la acción".

La rica historia de fondo que tiene el personaje le ofreció a Odom Jr. la oportunidad de colaborar con Branagh, con la diseñadora de peluquería y maquillaje, Carol Hemming, y con la diseñadora de vestuario, Alexandra Byrne, en el pasado de su personaje.

"Alexandra hizo un trabajo de investigación excepcional para encontrar imágenes e información, recopiladas de la vida de muchas personas, para hacer que la vida de Arbuthnot fuera lo más específica y detallada como fuera posible", afirma Odom Jr. "Es un exmilitar", agrega Byrne, "con trajes de sastrería inglesa, pero un hombre que no tiene mucho dinero a su disposición; y creo que siendo negro y médico, sería una persona muy correcta que no querría romper ninguna regla o destacar mucho. Lo más importante sobre el estilo inglés de vestir de la época era no salirte de tu clase social".


El director (Bouc – Tom Bateman)
Tom Bateman ya había trabajado antes con The Kenneth Branagh Theatre Company en la Garrick Season, donde actuó en Cuento de invierno y Harlequinade y tuvo el honor de poder interpretar a Bouc, que ha sido reinterpretado a partir de su encarnación original en la novela de Christie, tal como explica Bateman: "En el libro, es contemporáneo de Poirot. Se supone que tiene la misma edad, que es francés y que son como dos hombres mayores hablando y riéndose del mundo. Le hemos dado la vuelta a eso y le hemos dado una dinámica interesante, en la que un hombre mayor belga y un hombre más joven inglés se tienen un gran aprecio. En mi cabeza, tienen la misma opinión del mundo: los dos ven lo bueno y lo malo de las cosas, por lo que coinciden en ese sentido".

Branagh también reconoce la amistad entre Poirot y Bouc: "Monsieur Bouc es el director de negocios que viaja en el Orient Express y, cuando lo conocemos, no es que le interesen mucho los negocios. Le interesa más el ocio, especialmente, una joven con la que pasa un tiempo breve pero de calidad en la cocina del Restaurante Kiraz, justo antes de abordar el Orient Express. No obstante, está encantado de encontrarse con su viejo amigo Poirot, una amistad poco probable, aunque los se respetan entre ellos. Poirot siente un gran, gran afecto por él. Bouc es la vida y el alma de la fiesta. Durante el transcurso de la película, su inocencia queda eliminada, al convertirse repentinamente en el responsable de un tren en el que se ha producido un crimen terriblemente violento y que está atrapado en las montañas. Es una crisis para él, puede perder su trabajo, y si el asesino queda suelto, puede perder la vida".

"Bouc es un vividor, un amante de la vida y tiene un trabajo maravilloso", apunta Bateman. "No tiene ninguna cualificación, pero sabe ganarse la simpatía de la gente y hacer que se sientan cómodos y emocionados, hasta que se produce el asesinato en el tren, cuando de repente vemos un lado diferente de él".

Desde la ligereza y la trivialidad de las escenas iniciales de los pasajeros que abordan el Orient Express hasta los tensos momentos del asesinato, Bouc atraviesa un arco de personajes fuertemente influenciado por Poirot. Empieza a preocuparse por cosas que quizás al principio de la historia habría ignorado.

"La interpretación de Tom Bateman tiene un encanto maravilloso, sencillo, ligero y elegante, y luego una seriedad que nace de tener que hacer frente a una situación bastante negra; y realmente merece la pena verla", asegura Branagh. Es una interpretación excepcional, y las escenas que compartimos son muy naturales e instintivas".


El encargado del vagón (Pierre Michel - Marwan Kenzari)
Pierre Michel, de Aviñón, es el conductor del tren e, involuntariamente, pasa a tener el papel de sospechoso, a pesar de que se siente engañado por haber estado de servicio toda la noche durante la que pudo haberse producido el asesinato, y durante la que tuvo que haberlo visto.

"Pierre Michel lleva angustia y dolor por dentro, ya que recientemente falleció su madre y, no mucho antes, su hermana, Es un personaje con mucha tristeza que trata de hacer su trabajo bajo presión", explica el actor holandés, Marwan Kenzari.

"Marwan aporta ese tipo de ternura, y es capaz de ser sensible sin parecer débil", aporta Branagh. "También daba la impresión de sentirse orgulloso de su trabajo como conductor del Orient Express, y se queda horrorizado como profesional por que le acusen de participar en un crimen".

Kenzari añade: "Pierre Michel es el encargado de vagón que se ocupa de los clientes de primera clase en el vagón Calais, donde se desarrolla gran parte de la película. Ha formado parte de la empresa durante bastante tiempo y se toma su trabajo en serio. En mi imaginación, lo veo pasando la mayor parte de su tiempo en el trabajo. Es una parte importante de esta cadena de acontecimientos extraordinarios, ya que tiene acceso a todos los compartimentos y eso lo convierte en un bien valioso".


La pista falsa (Biniamino Márquez - Manuel García Rulfo)
Biniamino Márquez, interpretado por Manuel García Rulfo es otro personaje nuevo que ayuda a alejar al público del rastro, sobre todo a los que creen que conocen la historia.

Márquez parece esconder algún secreto. No es del todo franco y eso se pone de manifiesto desde el principio, convirtiéndolo rápidamente en un objetivo de la atenta mirada de Poirot.

"Tuvimos la oportunidad de jugar con algunas cosas, de hacer lo que Agatha Christie siempre quiso hacer, que era conseguir que la gente estuviera adivinando hasta el final", apunta Branagh. "Y Manuel García-Rulfo es un excelente actor, que tiene una calidez y una amabilidad maravillosas. Y nos regala una actuación conmovedora, mantiene al público y a Poirot tratando de averiguar constantemente si es el hombre genuino y compasivo que creemos, o si puede haber mucho más de lo que parece".


El diseño de producción
Las columnas de humo del motor del tren. Los montones de nieve a los lados de las vías del tren. El brillo de la plata fina en el vagón restaurante. Las elegantes madera, piel y porcelana que adornan el vagón de Calais. El champán Veuve Clicquot al descorcharse y servirse. El simple disparo de una pistola.

Estas son algunas de las inolvidables imágenes que impregnan la exquisita producción de Asesinato en el Orient Express.

Para los seguidores de Agatha Christie, esta producción les adentra en todas las facetas del famoso tren. Para los nuevos, pueden saborear cada detalle de una localización que llamó la atención del mundo hace más de 80 años.

"La fotografía de la película es increíble, con opciones brillantes en cuanto a la localización, ya que no todo sucede en el tren", explica Derek Jacobi. "Hay muchas cosas que suceden fuera del tren".

"Ken quería entrevistar a cada personaje en un lugar diferente, dentro del tren y fuera del tren. Creo que lo que él quería era mostrar la idea de que el tren está atascado, no va a ninguna parte, y podemos jugar dentro y fuera de él", comenta Tom Bateman. "Así que vamos por debajo del tren, por al lado del tren, corriendo a través de él e incluso en la parte superior del tren".

Para Branagh, el equipo creativo que le rodea es de suma importancia para mantener el nivel de detalle y precisión que busca. El actor explica: "Lo bueno de haber trabajado con varias personas en varias ocasiones es que logras una buena relación y trabajo en equipo, y artistas como Carol Hemming, Alexandra Byrne, Haris Zambarloukos y Jim Clay, están todos interesados en la narración de cuentos, cada uno dentro de su departamento concreto".

El diseñador de producción, Jim Clay, estaba encantado con la posibilidad de trabajar en la película y de otorgarle una nueva vida. El actor explica: "Es una historia complicada y esencialmente sedentaria que tiene lugar en un tren parado. Pero sabía que el desafío era actualizarlo y ayudar a realzar el drama tanto como fuera posible, respirar algo de aire en ese tren. Así pues, las primeras conversaciones que tuvimos fueron acerca de dónde quedó atrapado el tren tras la avalancha. Está escrito como un paso de montaña, pero lo cambiamos un poco para que fuera un viaducto. Claramente, Poirot en el guión iba a ser un personaje más joven y ágil, ya que había secuencias de persecución que incorporamos por el viaducto, lo que supuso el germen de más acción. No es difícil cuando tienes una novela de tanta calidad y el reconocimiento de lo que ha logrado este director en el pasado; así es más fácil trabajar".

Leslie Odom Jr. ha trabajado mucho en el teatro y quedó extremadamente impresionado por el nivel de detalle en el diseño de producción de la película. El actor explica que en el teatro "se trata de los pasos que das y de los agujeros que tapas. Pero el cine, realmente se trata de esa atención al detalle. Cuando trabajas con personas que sabes que se preocupan por cada servilleta, por el cristal de la ventana, por toda la mantelería de las mesas y cada pieza de porcelana, uno se siente como en un viaje en el tiempo cada vez que entra al escenario y siente que ya le han hecho gran parte del trabajo. Simplemente tienes que llenar el espacio".


Rodaje en 65 mm
El nivel de detalle fue particularmente importante, ya que la película se rodó en 65 mm, un formato que aumenta cada elemento del proceso de realización de la película.

"En nuestra era digital, es cada vez más raro que las películas se filmen en celuloide y, cuando se hace, suele ser en 35 mm", explica Branagh. "Estamos filmando en 65 mm. Entonces, en términos crudos, es dos veces el tamaño del negativo de 35 mm. Permite un nivel de definición en el color y el rango de tonos y contrastes en la película que, entre quienes les gusta el cine, algunos opinan que refleja más la experiencia del ojo humano. En esencia, significa, en términos sencillos, que se ve más nítida, más rica, más colorida, y se siente como si estuvieras dentro de ella. Eso es lo que me aporta rodar en 65 mm, y yo quería que el público estuviera en ese tren. Y es por eso que elegimos este formato".

Para el productor ejecutivo, Matt Jenkins, el reto de rodar en 65 mm fue aún más trascendental. El productor explica: "Es raro en estos días que la gente incluso grabe en 35 mm, así que nosotros dimos un paso más y encontramos el formato de película más grande que pudimos. Desde el punto de vista de la producción, fue extremadamente complicado, ya que no hay ningún laboratorio en el Reino Unido para procesar la película, el único laboratorio estaba en Los Ángeles, y el estudio estaba muy en contra de nosotros —con razón— por enviar nuestros negativos cada noche desde la otra punta del mundo. Así que, al final, abrí un laboratorio en Londres con Kodak, que es el primer laboratorio de 65 mm que hemos tenido en el Reino Unido durante, probablemente, 30 años. Esto debería ser de gran beneficio para la industria en el futuro, y además tranquilizó a nuestro estudio al no tener que enviar nuestros negativos desde la otra parte del mundo, y ya no teníamos tanta urgencia".

Jenkins continúa: "Lo que le aporta a la película, esperamos, es un verdadero sentido de magnitud, sentimiento y emoción. Creo que podríamos haber perdido algo de eso si hubiésemos tomado la ruta digital. Con 65 mm, ves el doble, por lo que para Haris Zambarloukos, Alex Byrne y Jim Clay, suponía, básicamente, el doble de trabajo, ya que había que iluminar mucho más que para una película normal, pero con eso surgió también la posibilidad no sólo de construir secciones de la estación de Estambul, sino de construir toda la estación de Estambul, ya que existía la posibilidad de ver toda la estación con un formato de película que era tan grande que podíamos llenar todos los fotogramas y agregar tanta vida como fuera posible".

La película también tiene varias estadísticas de récord, según explica Jenkins: "Haris y Ken soñaron con un sublime rodaje con Steadicam para la última toma de la película. Creo que hemos conseguido el récord mundial de la toma más larga con Steadicam de 65 mm. Ensayamos, ensayamos y pasamos todo el día tratando de hacer la toma, lo que conseguimos en la toma final".

Kenneth Branagh describe la toma: "Una de las partes más poderosas de la película, que ha producido una reacción muy emocional con respecto al descubrimiento de quién ha realizado este acto violento, quién ha muerto, quién ha muerto realmente y quién es el responsable de la muerte, es que luego todo eso pasa a ser examinado por Poirot, que toma una decisión realmente importante y moralmente compleja sobre lo que debe hacer al respecto. Y por eso, los últimos momentos de la película son una invitación para que los espectadores le den vueltas a la misma cosa. Así pues, tenemos una toma que comienza con Poirot en su vagón, que lo sigue todo el camino a lo largo del tren, se encuentra con todos los actores, se da vuelta, nos da a entender lo que Poirot puede o no puede hacer, y luego lo sigue hasta fuera. Cuando se baja en la estación de Brod y se encuentra con un joven soldado que le dice que hay otro problema y otro asesinato al que puede que tenga que enfrentarse, es en ese momento en el que el Orient Express, aún en la misma toma, se va. Poirot tiene que decidir si vuelve al tren o se encarga de ese nuevo asesinato, si creemos que éste se ha solucionado satisfactoriamente. Eso involucra muchísimas partes en movimiento. Todos los actores y todo el equipo de producción escondidos, un tren de verdad que llega y se va, y una toma con Steadicam que dura unos cinco minutos, con una pieza muy pesada de equipo terminando a unos treinta metros en el cielo. Creo que funciona y fue algo muy emocionante de hacer pero, sobre todo, porque el signo de interrogación que queda al final de la película invita a ello".