Victoria (Virginie Efira), abogada penalista y divorciada en pleno vacío sentimental, acude a una boda donde se encuentra con Vincent, un viejo amigo, y Sam, un antiguo cliente. Al día siguiente, Vincent es acusado de intento de asesinato por su compañera y el único testigo de la escena es el perro de la víctima. Victoria acepta a regañadientes defender a Vincent mientras que contrata a Sam de asistente personal. Este es solo el comienzo de las complicaciones de su vida.