Myriam y Antoine se han divorciado. Para proteger a su hijo pequeño de su violento marido, Myriam pide la custodia, pero la juez decide concederla compartida entre ambos cónyuges. Víctima de un padre celoso, y en el afán de proteger a su madre acosada, Julien hará todo lo que esté en su mano para que no ocurra lo peor.