Declaraciones de la directora (por Alethea Jones)

Visión de la dirección
Para mí era importante que en el núcleo de la película hubiera una conexión muy natural y auténtica entre los personajes. Pero, además de eso, quería encontrar una forma de elevar la película, de darle un toque de estilo que no interfiriera con ninguna dinámica real. La solución a eso fue el uso del color. Conocemos a los personajes en un mundo lujoso y pastel, con una fotografía muy compuesta y simétrica, que suponía una forma divertida de representar las expectativas convencionales sobre la maternidad. Luego, cuando las madres se embarcan en su "cena de mamis", damos un giro a la paleta hacia los colores primarios y buscamos localizaciones con madera oscura y texturas de piel. Esta estrategia fue un enorme trabajo de equipo: los departamentos de vestuario, producción, maquillaje y peluquería, todos trabajaron con gran armonía. Fue muy estimulante. De igual modo, con la fotografía, yo quería que al principio cada toma estuviera bien compuesta, que fuera simétrica y rodada en el trípode, y luego, a medida que la noche avanzara, pasáramos a un estilo más informal, tipo cámara en mano.

Una película de mujeres
Juerga de mamis estaba llena de mujeres, tanto delante como detrás de la cámara. Lo que más me gustó es que no fue una decisión impuesta, simplemente elegimos a los mejores profesionales para el trabajo. La última noche de rodaje, en el video village, miré a mi alrededor y éramos todo mujeres, apiñadas alrededor de los monitores y con los cinco sentidos puestos en la escena. Me emocioné un poco. No estoy acostumbrada a trabajar con tantas mujeres, y fue maravilloso.

Proceso de selección del equipo técnico y artístico
Para el proceso de casting teníamos algunos criterios. En primer lugar, era muy importante que los intérpretes tuvieran un sentido innato de la comedia. Lo segundo más importante era que fueran gente amable y dispuesta a venir cada día a pasarlo bien (ese fue también un factor clave a la hora de elegir a los responsables de cada departamento y al equipo técnico). Creo que la vida es demasiado larga como para pasarlo mal en el trabajo, así que nosotros prometimos diversión a cada una de las personas a las que les propusimos trabajar en el proyecto. ¡Y nos lo pasamos genial! Las cuatro protagonistas, que no se conocían, se hicieron amigas muy rápido.

Durante el rodaje, el diseñador de fotografía, Sean McElwee, y yo, íbamos creando armonías para la canción Road to Nowhere, de Talking Heads. Todo empezó cuando yo empecé a tararearla mientras buscábamos localizaciones y él se puso a cantar espontáneamente conmigo. A partir de ahí la cosa fue creciendo, y buscábamos pequeños momentos para cantarla juntos y seguir añadiendo armonías. Primero grabábamos la canción con el móvil, luego la reproducíamos y la cantábamos simultáneamente para grabarla con un segundo móvil, etc. Llegamos a un punto en el que habíamos superpuesto nuestras voces como siete veces. Una noche, cuando estábamos cantando entre escenas, Adam Levine alabó nuestras habilidades, fue un momento inolvidable.

Mi ópera prima
Ha sido mi primer largometraje, y no pude evitar percatarme de lo solidarios que fueron tanto el reparto como los productores. El guion es siempre lo primero que delata la implicación de alguien en una película, y sé que el fantástico guion de Julie Rudd fue lo que atrajo a la gente. Naomi Scott, nuestra productora, tenía un excelente currículo haciendo películas y ese fue un factor muy importante también. Pero para bastantes actores fue una decisión muy consciente apoyarme, con su reputación, como directora novel. Eso fue muy conmovedor. Soy consciente del riesgo que supone para los actores y los productores trabajar con un director novato. Disfruté muchísimo trabajando en Juerga de mamis, sé que durante mucho tiempo voy a sentirme tremendamente en deuda y agradecida con cada persona que ha participado.