Nada en Michael, abogado joven y exitoso de Berlín, haría imaginar sus raíces polacas. La aparición repentina de su padre, presuntamente muerto tiempo atrás, sumerge a Michael en una crisis existencial. Cuando su padre se marcha, Michael no es capaz de retomar su vida como alemán.
Michael y su jefe y mejor amigo Franz se sienten como en casa en los restaurantes, bares y discotecas de moda de Berlín. Aparentemente, no existe diferencia alguna entre ambos, pero Michael, que emigró de Polonia tras el fallecimiento de su madre hace años, sigue prestando especial atención a su acento. Michael se ve sumido en el caos cuando un decadente bohemio polaco aparece en su casa afirmando ser su padre.
Padre e hijo, dos completos extraños, pasan una semana juntos entre la empatía, el rechazo y la desconfianza. A medida que Michael profundiza en sus raíces, el inicio de una dolorosa crisis parece inevitable.