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Aladdín cartel reducidoAladdín(Aladdin)
Dirigida por Guy Ritchie
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"Aladdín" está protagonizada por Will Smith, Mena Masud, Naomi Scott, Marwan Kenzari, Navid Negahban, Nasim Pedrad, Billy Magnussen y Numan Acar, y dirigida por Guy Ritchie a partir de un guión de John August y Ritchie basado en el guión de animación ALADDÍN de Disney obra de Ron Clements & John Musker y de Ted Elliott & Terry Rossio.

La película está producida por Dan Lin, p.g.a., y Jonathan Eirich, p.g.a., con Marc Platt y Kevin De La Noy como productores ejecutivos. Alan Menken es el autor de la banda sonora que incluye nuevas grabaciones de las canciones originales escritas por Menken y los letristas Howard Ashman y Tim Rice. También contiene nueva música escrita por Menken y los compositores Benj Pasek y Justin Paul.


Un mundo nuevo
Al productor Jonathan Eirich le encantaba desde niño el clásico animado de Disney "Aladdín", y llevaba años pergeñando la idea de convertirlo en una película de acción real para el cine.

Eirich compartió la idea con Dan Lin, fundador y CEO de Rideback, la productora de la que Eirich es presidente y comprendió enseguida que estaban ante una oportunidad única de actualizar la película original de 1992.

"Es una gran historia de amor, pero también es una maravillosa película sobre la amistad y una divertida cinta de colegas", dice Lin. "Así que por un lado, tenemos el romance clásico entre Aladdín y Jasmine, y por otro la amistad cada vez más fraternal entre el Genio y Aladdín".

"Aladdín" se inspira libremente en un cuento popular de "Las mil y una noches". Se trata de una historia intemporal que Disney quería recuperar para el cine. Esto ocurría en 2015 y, aunque había mucho que hablar sobre la forma de reinventar el éxito de taquilla ganador del Oscar®, una pregunta flotaba insistentemente en el aire: ¿por qué ahora? "La cinta clásica está tan bien estructurada y la música es tan magnífica que supimos que no queríamos cambiar su esencia", dice Eirich. "Así que el siguiente paso fue hacer una versión lo más fresca posible para asegurarnos de que íbamos a ofrecer al público algo nuevo pero sin perder un ápice de lo que tanto les había gustado."

"Aladdín" es un cuento popular, con una narrativa clásica y que aborda temas universales que atraen a todo tipo de público y de todas las edades y, como productores, quisieron mantener un pie en el pasado, en lo conocido y el otro en el futuro y en lo desconocido.

Lin y Eirich imaginaron la película como una cinta espectacular, pero que reflejase aspectos positivos de la cultura de Oriente Medio basadas en un auténtico contexto árabe. "Teníamos un excelente modelo en la película de 1992 que había funcionado muy bien", dice Lin, cuyos créditos como productor incluyen "La LEGO película" y "Sherlock Holmes". "Solo necesitábamos encontrar la manera de mejorarlo y modernizarlo".

Los siguientes meses los dedicaron a refinar la narrativa para conseguir que el público volviera a cine a ver una historia tan conocida. Poco después, John August ("Sombras tenebrosas", "Big Fish") presentó un guión que era una versión más moderna de la historia. Cuando Guy Ritchie añadió su particular estilo al guión y le ficharon para dirigir la película, todo empezó a encajar.

El director responsable de películas como "Sherlock Holmes" y "Lock & Stock" tiene un estilo cinematográfico singular y un talento para la acción visceral, ágil y acelerada, justo lo que necesitaba la película. Sabía instintivamente cómo dar vida al personaje de Aladdín. Muchas de sus películas ofrecen encarnaciones de la cultura popular y de estafadores callejeros, y el personaje de Aladdín es, en su esencia, un ladronzuelo que lucha por sobrevivir.

"Lo vi como un choque entre dos mundos. Es una historia sobre un chico de la calle que lidia con sus inseguridades en un entorno Disney. Ese ambiente típico de Disney me ofrecía un nuevo espacio donde descubrir y experimentar un mundo que me resultaba familiar y en él que ya me había desenvuelto", dice Ritchie. "Me gusta embarcarme en nuevos retos creativos, y este fue uno de ellos".

Aunque "Aladdín" es uno de los cuentos determinantes sobre un estafador que acaba haciendo el bien. Pero también es un gran musical, una idea que atrajo a Ritchie. "Me interesaba hacer un musical", dice.

Tengo cinco hijos, así que eso influye en las decisiones que tomo, y en esa época Disney inundaba mi casa".


Cómo se constituyó el reparto
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentó el estudio y la película, pero que a la vez era una gran oportunidad, fue el proceso de formar el reparto. Querían ver caras nuevas en los papeles de Aladdín y Jasmine, caras que representaran la diversidad de Oriente Medio y de una región geográfica más amplia, y en 2016 emprendieron una enorme operación de casting para encontrarlos. Durante los siguientes 12 meses vieron a 2.000 actores desde Londres a Egipto y desde Abu Dabi a la India. (La película resultó ser la cinta de Disney con el reparto más diverso de la historia.) "Estábamos empeñados en encontrar personas que encajaran culturalmente con el papel, ya fueran de ascendencia árabe o de Oriente Medio y la región circundante", explica el productor Jonathan Eirich.

Para el papel de Aladdín, buscaban a un actor que resultara irresistible y con él que el público pudiera identificarse. Además tenía que cantar y bailar y ejecutar buena parte del trabajo de especialista que exigía el papel. Mena Massoud fue elegido para el papel protagonista y recibió una llamada informándole de la buena noticia cuando estaba en el plató de "Jack Ryan, de Tom Clancy", tres semanas antes de que comenzara el rodaje.

El actor nació en Egipto y creció en Toronto y se sentía atraído por el papel por distintas razones. "Guy quería rodar la película con un estilo muy realista, crudo, pero también de fantasía que se centrara en la amistad y en la evolución que experimentan los protagonistas", dice Massoud. "Guy tiene una visión muy concreta en su cabeza de lo que quiere hacer y de cómo conseguirla, pero también permite a los actores que jueguen con ella. Me gustó mucho que confiara en nosotros para dar vida a su visión y eso supone asumir una gran responsabilidad para los actores".

El viaje de autodescubrimiento de Aladdín es la columna vertebral de la historia. Aladdín perdió a sus padres a una edad temprana y lleva solo casi toda la vida así que quiere encontrar su lugar en el mundo. "Tiene grandes aspiraciones", dice Masud. "Cree que su futuro debe ser mejor de lo que le ha impuesto el destino hasta el momento. No sabe exactamente qué es o cómo va a llegar a conseguirlo, pero sabe que está ahí".

"Lo universal y lo atractivo de Aladdín es que es una persona de buen corazón que busca el reconocimiento de los demás. Elige convertirse en un príncipe, pero sigue pensando que nunca será lo suficientemente bueno", dice Eirich. "A pesar de que desde el principio se produce una conexión increíble con Jasmine siendo él mismo, y aunque es evidente que es un chico divertido, encantador y capaz de cualquier cosa, lo más interesante es que él todavía no se ha dado cuenta de su potencial".

Massoud siguió un exhaustivo entrenamiento físico, clases de voz, baile, malabares y buceo durante el rodaje de la película, pero los realizadores tuvieron mucho cuidado de que Aladdín no resultara demasiado hábil o perfecto. "Si todos los saltos le salen bien, te deja de gustar porque resulta demasiado perfecto para lo que creemos que debería ser un pícaro callejero", dice Ritchie. "Necesitas que tropiece para que el público lo considere uno de ellos.’"

"Aladdín tiene buen corazón", añade Masud. "Es muy desinteresado y le gusta ayudar a los demás, pero cuando se enamora pierde los papeles y empieza a convertirse en alguien que no es. Pero es una buena persona con buenas intenciones y está rodeado de gente buena que va a devolverle a la realidad".

Con Jasmine, la bella y obstinada hija del Sultán, los realizadores querían ofrecer una interpretación más contemporánea de lo que sería una princesa moderna y hacerla más compleja para definir mejor quién es y qué busca en la vida. Y hubo muchísimas actrices de talento interesadas en conseguir el papel.

Según Guy Ritchie, "todas las chicas que vimos tenían voces magníficas, todas tenían un aspecto espectacular, mucho carisma y todas eran grandes actrices. Es decir que reunían todos los requisitos que un público y un director pueden desear. Pero Naomi Scott tenía un entusiasmo y una generosidad de espíritu ilimitados".

Naomi Scott ("Power Rangers"), una cantante y actriz de ascendencia del sur de Asia que creció en Londres, siempre se había identificado con Jasmine y le entusiasmó la oportunidad de dar vida a la princesa en el cine. En la película animada se representaron muchas culturas y el estudio quería mantener esa premisa. Era habitual que se produjeran matrimonios concertados entre países para conformar alianzas y en la película, la madre fallecida de Jasmine proviene del reino de Shehrabad, en el sur de Asia. Por esa razón, Jasmine es mitad surasiática y mitad árabe (y la influencia de su madre es visible en su ropa, que está inspirada en los diseños del sur de Asia).

Scott vio en la princesa a alguien que anhela guiar al pueblo de Agrabah y tiene su propia opinión y visión de cómo debe hacerse. "Veo a Jasmine como una chica resiliente e independiente. Es una líder que quiere conectar con las gentes de su reino y hacer lo que sea bueno para ellos", dice Scott. "No solo lucha por sus aspiraciones sino también por las aspiraciones de los demás y está luchando por mejorar las vidas de otras personas. Es muy ambiciosa y quiere lograr el bienestar del reino y de sus habitantes".

"Naomi es perfecta para interpretar a una princesa contemporánea", dice el productor Dan Lin. "Tiene opiniones muy firmes sobre algunos temas, pero consigue equilibrarlo con una actitud natural, amable y con un gran sentido del humor".

Lin continúa diciendo: "Jasmine quiere ser ella misma, quiere ser independiente, y a todos nos encantó la idea de un personaje femenino fuerte que sabe lo que quiere, pero que al mismo tiempo está volcado en mejorar la vida de los habitantes de Agrabah".

Jasmine y Aladdín provienen de dos mundos diferentes. Ella vive en un palacio magnífico y Aladdín tiene la oportunidad de enseñarle un mundo que no ha visto nunca. Y al igual que Aladdín, Jasmine no puede escapar del medio en el que nació. Ambos están atrapados en situaciones en las que no pueden ser ellos mismos. "El Sultán es súper protector y quiere encerrarla en palacio aislada del resto del mundo", explica Scott. "Jasmine quiere saber qué sucede en su reino y acabar con la distancia que la separa de su pueblo, y Aladdín le infunde el valor para hacerlo".

Encontrar al actor adecuado para interpretar al Genio, ese ente azul que cambia de forma y que está confinado a vivir dentro de una lámpara de aceite, era crucial, y lo cierto es que Robin Williams había puesto el listón muy alto. Williams realizó la primera interpretación en carne y hueso de un personaje animado, que es posiblemente una de las mejores de la historia y aclamada universalmente.

Pero los realizadores no querían recrear su icónica interpretación. Era la energía de la interpretación lo que debía ser diferente, pero ¿quién podría aportar una energía que estuviera a la altura del espíritu de la original pero sin dejar de ser él mismo?

Necesitaban encontrar a un actor que derrochara carisma, alguien que pudiera combinar una interpretación divertida a la vez que dramática, que pudiera emocionar, cantar y entretener... alguien como Will Smith, que resultó estar interesado. Al actor, productor, comediante y rapero con créditos que incluyen "Ali", "Men in Black" e "Independence Day", y que ha sido nominado a cinco Globos de Oro® y a dos Oscar®, además de ganar cuatro GRAMMY®, le gustó la idea de reinventar el personaje y hacerlo suyo. Pero hasta que no se reunió con Guy Ritchie el proyecto no se convirtió en una realidad.

"Nos sentamos y me explicó que quería hacer una historia auténtica, situarla en un espacio más realista y aportar algunas referencias de la cultura popular. Y acepté", dice Smith. "El estilo de Guy bascula entre la acción y la música. Quería concentrarse en aspectos de los personajes que eran diferentes de lo que cabría esperar de una película de Disney y eran originales, inteligentes y divertidos".

"Will es un artista tremendamente generoso en todos los sentidos", dice Ritchie. "Gran parte de mi trabajo fue animar a Will a ser él mismo, pero también se mostró abierto a nuevas ideas. Barajamos diferentes ideas y encontramos una dinámica entre nosotros que nos permitió elegir las ideas iban a salvarse y las que se descartarían".

Ambos compartían la misma visión del personaje del Genio. "El Genio es un embaucador pero también es un mentor. Intenta guiar a Aladdín para que encuentre la grandeza que hay dentro de él", dice Smith, "y la idea de ser uno mismo no me puede gustar más. En este momento de mi vida me encanta interpretar a un personaje que está tratando de ayudar a un niño a convertirse en un hombre".

Smith continúa diciendo: "Robin Williams hizo un trabajo absolutamente brillante en la película y su interpretación es memorable. Y cuando abordo un personaje como éste, con un valor nostálgico tan potente, me pregunto: '¿Queda algo sin decir? ¿Qué podría aportar al papel? Uno de los aspectos más importantes era pasar de la animación a la acción real. Había que rendir homenaje al personaje original y también a Robin pero al mismo tiempo había que modernizar al Genio. Es decir, encontrar la forma de crear algo que hiciera ambas cosas".

"Este era el primer proyecto desde 'El príncipe de Bel-Air' que reúne muchas de las cosas que me gusta hacer", dice Smith. "En esta película, puedo cantar, bailar, rapear, actuar y hacer comedia y drama, así que era una gran oportunidad para utilizar toda mi capacidad como artista".

Mientras trabaja para Aladdín, el Genio empieza a preocuparse por él. Anima a Aladdín a ser él mismo y lo convence de que la riqueza y los títulos no son necesarios en el amor.

"Los diálogos entre el Genio y Aladdín nos muestran a Smith en su máxima expresión, moviéndose a la misma velocidad y creando una dinámica tremendamente entretenida", dice Eirich.

Para aportar más dimensión a la nueva Jasmine, los guionistas crearon un nuevo personaje llamado Dalia. Dalia es una segunda protagonista femenina con su propio arco y personalidad. Es la doncella de la princesa y mantiene una profunda relación de apoyo con Jasmine. Es la amiga en la que confía la princesa. Gracias a sus conversaciones, el público se hace una idea de lo que realmente piensa Jasmine.

Dalia es divertida, atrevida y despreocupada por naturaleza. Está interpretada por la actriz irano-estadounidense Nasim Pedrad, conocida por sus cinco temporadas en "Saturday Night Live". De pequeña, Pedrad era una gran fan de la película animada y afirma: "No había muchas representaciones de la cultura de Oriente Medio en el Hollywood de aquella época, así que verla como una niña irano-estadounidense e identificarse con ella era sumamente impactante".

"Jasmine es fuerte y se rebela contra la tradición, así que Dalia siempre está ahí para parar los golpes", dice Pedrad. "Lleva años al lado de Jasmine y la cuida muchísimo. Tengo una hermana pequeña a la que estoy muy unida y la dinámica es muy parecida".

Además de aportar más profundidad a la princesa, el personaje de Dalia también realza el personaje del Genio. Smith lo explica así: "Fue una aportación muy bonita y delicada a la historia que humanizaba al Genio. La interpretación de Nasim reviste una candidez cómica preciosa... Será divertido ver cómo reacciona el público ante este personaje".

El actor tunecino-holandés Marwan Kenzari ("Asesinato en el Orient Express") encarna a Jafar, el leal consejero del Sultán y un hechicero astuto y poderoso que empuña un cetro con cabeza de serpiente dotado de poderes misteriosos. "Creamos un pasado para Jafar de forma que el público supiera quién era antes de llegar a palacio", dice Eirich, "y resulta que es, al igual que Aladdín, un huérfano, que creció en las calles y que se abrió camino hasta convertirse en el segundo al mando del Sultán".

El resultado es que Jafar es ahora un villano con el que el público puede identificarse mejor. "Marwan ha clavado al personaje al dotarlo de realismo", dice Lin. "Ahora comprendes por qué es tan malo, y creo que eso es lo que lo hace tan buen villano. Hace mucho tiempo que es el número dos del Sultán y está bastante harto de él. Y Jafar solo quiere el poder... y lo quiere ya".

Navid Negahban ("Legión") es el Sultán, el gobernante del reino de Agrabah que busca de un marido para su hija. Es un líder sabio y respetado y además un padre cariñoso y entregado, pero ambos roles suelen entrar en conflicto. Billy Magnussen ("Maniac") es el Príncipe Anders, el atractivo, arrogante, pero torpe pretendiente de Skånland que aspira a casarse con la princesa. El actor turco-alemán Numan Acar ("Homeland") interpreta a Hakim, la mano derecha de Jafar, que supervisa a los guardias de palacio.

El humor y la actitud relajada de Ritchie crearon un ambiente divertido y productivo durante el rodaje. "Guy dirige un plató donde impera el buen ambiente y que permite que todos hagan aportaciones creativas; de hecho, anima a que lo haga todo el mundo", dice Eirich.

Y añade: "Escucha a los actores para conocer su punto de vista sobre el personaje. De esta forma, todos trabajan en un ambiente de confianza en lo que hace, y eso se refleja en la pantalla".

"Guy aporta una tremenda energía cinematográfica a todo", añade Lin. "Tiene un brillo especial en los ojos, es un poco diablillo. No tiene miedo de ser audaz y de probar maneras nuevas de hacer las cosas".

El reparto y el equipo también se deshacen en elogios para el director. "Como actores, nos sentimos muy apoyados; todos están implicados en el proyecto y eso hace que nos sintamos cómodos para arriesgarnos y experimentar", dice Smith. "Así que ha sido una gran experiencia".


Agrabah: Una ciudad repleta de belleza y encanto
El rodaje de "Aladdín" transcurrió de agosto de 2017 a enero de 2018 en escenarios físicos de Longcross Studios y Arborfield Studios en el Reino Unido y en localizaciones de Jordania. El excelente equipo creativo del director Guy Ritchie estaba compuesto por el director de fotografía Alan Stewart, la diseñadora de producción Gemma Jackson, el montador James Herbert, el diseñador de vestuario Michael Wilkinson, el coreógrafo Jamal Sims y el supervisor de efectos visuales Chas Jarrett.

"Aladdín" está ambientada en Arabia y en la ciudad portuaria ficticia de Agrabah, una ciudad comercial en la Ruta de la Seda que es la encrucijada comercial entre Oriente y Occidente. La responsabilidad de dar vida a Agrabah recayó en la diseñadora de producción Gemma Jackson ("Descubriendo Nunca Jamás"), cuyo trabajo en "Juego de tronos" le valió un Premio Emmy® y que es visualmente similar a lo que los realizadores querían para la bulliciosa ciudad.

Imaginaron Agrabah como una puerta de entrada multicultural al mundo oriental que es internacional en aspecto y esencia, y muy influenciada por Arabia y la cultura árabe. "Decidimos desde el principio que ese mundo representara la cultura de Oriente Medio, pero con elementos de un universo multicultural contemporáneo", dice Ritchie. "La dificultad consistía en lograr el equilibrio adecuado para que pareciera auténtico".

A Jackson siempre le ha fascinado Oriente Medio y Persia así que infundió en Agrabah una vibrante gama de colores, culturas y sonidos. Sus diseños se inspiraron en dibujos marroquíes y en la arquitectura persa y turca incorporando elementos de la cultura árabe y de la región consiguiendo un estilo espléndido y tremendamente atractivo.

El gigantesco set de Agrabah se construyó en 15 semanas en los Estudios Longcross en una pista del tamaño de dos campos de fútbol. Todas las estructuras, desde los muros rosas de Marrakech, el patio y los puestos del mercado hasta los callejones estrechos y los tejados abarrotados, se diseñaron expresamente para rodar los números musicales "One Jump Ahead" y "Prince Ali". Lin afirma: "Todo esconde una lógica para albergar los intrincados números musicales y las escenas de acción: cada localización de los edificios, la curva de cada calle y la orientación de cada casa".

Eirich está de acuerdo y añade: "Cuando recorrías ese set, caías bajo el embrujo de las texturas y los colores y te maravillabas ante la variedad de personas, lenguas y animales... un mundo mágico".

La decoración del set que reproducía Agrabah incluía multitud de telas, tejidos, maderas de colores, metales, frutas, verduras y un olivo de 1.000 años de antigüedad. "Había un mercado completo, un bazar, uno hacía delicias turcas, otro vendía lámparas y otro hacía pañuelos... una auténtica locura", dice Mena Masud.

El set de Agrabah también se utilizó para la cabalgata que tiene lugar a las puertas del palacio del Sultán, donde se desarrolla el número musical "Prince Ali". La secuencia es una lujosa cabalgata circense y carnavalesca que encabeza el Príncipe Ali cuando llega a palacio. Hace su entrada en un camello de 9 metros de altura y hecho con 37.000 flores, en cuya elaboración los maquetistas tardaron tres semanas.

"Prince Ali", el número más grande en la película, con 250 bailarines y 200 extras, se rodó durante cinco días. El director de fotografía Alan Stewart ("Sherlock Holmes") y el equipo utilizó siete cámaras para captar toda la acción.

Para la secuencia "One Jump Ahead", que también se desarrolla en las calles de Agrabah, Stewart conectó una cámara GoPro a la cintura de Mena Masud para capturar imágenes desde el punto de vista de Aladdín mientras corre y salta por los estrechos callejones y por los tejados.

La secuencia se rodó tanto a cámara lenta como rápida para que la acción resultara fresca y nueva. "El tiempo no existe en esta secuencia", explica Ritchie. "Filmamos una parte a 36 fotogramas [cámara lenta] y otros a 18 fotogramas [cámara rápida]; después Mena tuvo que cantar en sincronía con el playback, lo que hacía que pareciera que está rodado en cámara lenta y viceversa". Normalmente, una película se filma a 24 fotogramas por segundo.

El colosal palacio del Sultán está ubicado en las afueras de la ciudad y para Jackson era importante que hubiera un marcado contraste entre el edificio y Agrabah. Para iluminar estos dos mundos tan diferentes, creó una paleta de colores y texturas para cada configuración. "No quería conformarme con el típico castillo de siempre", dice Jackson, "y como me dieron la oportunidad de reinventar ese mundo, hice que fuera extremadamente opulento y representara las maravillas de Oriente".

Los interiores de palacio, que incluyen el Gran Salón y la suntuosa sala del trono, cuentan con magníficos pisos de mármol, arcos maravillosos, tallas de madera ornamentadas y enormes tapices. Las telas reales, las puertas y los azulejos que Jackson acumuló en sus búsquedas, se ven por todo el palacio y conforman la decoración del set.

Los aposentos femeninos pero serios de Jasmine se diseñaron para que reflejaran la inteligencia y la fuerza del personaje y estaban decorados con libros, mapas, tapices lujosos y obras de arte. La cama era doble, ya que necesitaba acomodar tanto a la princesa como a su tigre, Rajah. La colcha se bordó a mano en Pakistán como homenaje al reino de Shehrabad de la difunta madre de Jasmine, que se encuentra en el sur de Asia.


El vestuario: Un impresionante despliegue de telas, texturas y colores
El diseñador de vestuario nominado al Oscar® Michael Wilkinson ("La gran estafa americana [American Hustle]") se reunió con los realizadores y el estudio en el inicio de la preproducción para elegir las temáticas del vestuario de cada uno de los protagonistas. Para todos los que conformaban el equipo era importante que el vestuario encajara con la etnia de los personajes y al área geográfica de la que provienen. Para saturar de manera colorida el mundo que estaban creando en la pantalla, Wilkinson se trasladó a África, Oriente Medio, Turquía y Pakistán en busca de telas y tejidos de colores hermosos y opulentos.

Aunque la mayoría de las mujeres de Agrabah visten con la moda árabe tradicional (estampados grandes y atrevidos y motivos florales arabescos), el vestuario de Jasmine se inspiró en el sur de Asia (sedas, estampados de cachemir, abalorios y bordados) como homenaje a su difunta madre, que provenía del vecino reino de Shehrabad. Naomi Scott también es del sur de Asia, y la conexión entre el personaje y su propia herencia cultural tuvo mucha importancia para Scott.

Wilkinson diseñó nueve atuendos para la princesa. Todos incorporan colores increíblemente fuertes para expresar su enérgica personalidad y su pasión por la vida. "Tiene todos los trajes con los que podría soñar, pero lo que más quiere es salir y ver a la gente", explica Naomi Scott. "Tenerla constreñida a llevar todos esos vestidos tan opulentos contrasta con lo que quiere de verdad y con quién es en realidad. Cumple con los deberes que corresponden a una princesa, pero cuando sale de paseo por el mercado o con Aladdín prefiere llevar pantalones o bombachos".

Entre sus conjuntos más llamativos están un vestido formal de color naranja con un velo bordado y mangas transparentes, que se pone para saludar al Príncipe Ali en palacio. "Es un estilo más del sur de Asia, pero se pueden ver influencias de la cultura árabe como el corpiño y las joyas", dice Wilkinson.

Cuando la presentan al Príncipe Anders en palacio, Jasmine lleva un vestido sin mangas color magenta con detalles en turquesa y una cola de 3 metros, lo que sugiere que se trata de un acontecimiento formal. La falda muy recargada con ribetes de monedas y preciosas joyas que brillan, se superpone a unos pantalones de seda turquesa que añaden un toque ligeramente moderno.

El traje de dos piezas de color turquesa que lleva Jasmine cuando baila con Aladdín (como Príncipe Ali) en la Fiesta de la Cosecha está bordado a mano y adornado con cristales, abalorios de oro y piedras de colores. "Son unos pantalones bombachos muy amplios de color turquesa con una pluma de pavo real y hacen referencia a su traje de la película animada", dice Wilkinson.

Diseñar looks para el personaje del Genio planteó a Wilkinson un desafío diferente. En una parte de la película es un ser creado por ordenador y aunque quería rendir homenaje a Will Smith creando un vestuario ajustado a su personalidad, también tenía que ser algo reconocible para el público. "Trabajar con Will fue una gozada; Es tan audaz y le saca provecho a todo", dice Wilkinson. "Decidimos que su personaje fuera muy caprichoso así que cada vez que sale está haciendo modificaciones o justes a su atuendo".

Wilkinson jugó con estilos diferentes antes de decidirse a crear el suyo propio haciendo capas con cientos de metros de telas preciosas de color azul. Sus sombreros se convierten en su marca distintiva y el azul en su color fetiche.

El número "Prince Ali" supuso un enorme trabajo para Wilkinson y su departamento, debido al tamaño y a la envergadura de la puesta en escena y al número de actores y extras que participaban. Se crearon más de 200 trajes desde cero específicamente para estas escenas, y cada individuo tenía su propio look que abarcaba vestuario, peinado y maquillaje.

Al igual que en el diseño de producción de la película, hay un marcado contraste entre dos mundos muy diferentes: el diseñador de vestuario se lo pasó en grande diseñando la ropa que lleva la gente de Agrabah y la que viste la familia real en su lujosa vida en palacio.

Crear la transformación que sufre Aladdín también resultó tremendamente divertido. "Podemos ver la asombrosa transformación que convierte un humilde chico de la calle en un príncipe majestuoso", dice Wilkinson. "Barajamos varias siluetas y decidimos que sus trajes de Príncipe Ali debían abrumarlo un poco".


El impresionante paisaje de Jordania
La producción se trasladó al Reino Hachemita de Jordania a finales de noviembre para filmar los impresionantes paisajes desérticos de Wadi Rum y Wadi Disi. "Siempre es bueno filmar in situ porque te coloca en la realidad y proporciona otra capa de autenticidad a las interpretaciones de los actores", dice Will Smith. "Y creo que el contraste entre los espacios vírgenes y los efectos visuales será muy especial".

"Yo nací en El Cairo, y he vuelvo varias veces para ver el desierto y las pirámides", dice Mena Masud, "y regresar a tus raíces es una sensación muy fuerte".

La Royal Film Commission brindó un apoyo inestimable a la película durante el rodaje. Proporcionaron servicios integrales de producción, asistencia para facilitar la logística con las autoridades locales, obtención de permisos para la película y la contratación de 150 jordanos para completar el equipo proveniente del Reino Unido.

"Jordania no solo nos dio esos paisajes increíbles que exigía una historia tan hermosa, sino también el apoyo necesario para convertirla en un éxito", dice la Princesa Rym al-Ali, directora gerente en funciones de la Royal Film Commission de Jordania. "La Royal Film Commission está comprometida a colaborar para que las buenas historias se materialicen en la pantalla. Y esto va más allá de ofrecer servicios de producción. También ponemos a disposición de la película equipos profesionales. Nos preocupamos tanto por la formación como por crear un público que aprecie las películas de calidad".

Dan Lin, Jonathan Eirich, Guy Ritchie y el productor ejecutivo Kevin De La Noy barajaron varios países de Oriente Medio y África del Norte antes de decidirse por Jordania. La deslumbrante belleza de la región y las facilidades que les dio la Royal Film Commission influyeron en su decisión. "Jordania es un país bellísimo y la Familia Real nos dio una bienvenida espectacular", dice Smith. "En esos desiertos sucedieron muchas cosas maravillosas e históricas... podías sentirlo en las texturas de la luz y de las piedras". "Sientes la épica, y creo que la palabra épica es más aplicable al lenguaje cinematográfico que cualquier otro lenguaje", dice Ritchie, "y si la épica se da en algún sitio, tiene que ser allí. La piedra angular de las epopeyas es 'Lawrence de Arabia', y nosotros hemos seguido esos pasos".


El tesoro de la música
Aunque el director Guy Ritchie nunca había dirigido un musical antes de "Aladdín", sus películas están muy influenciadas por la música. "Este es un musical en su forma tradicional más pura", dice, "y me encantó el desafío. No intenté ser demasiado ambicioso ni reinventar la rueda en términos de un musical, pero quería que pareciera lo suficientemente fresco al tiempo que conservaba el tono original de la primera película".

La banda sonora y las canciones de Alan Menken, ganador de ocho Premios de la Academia® y de los letristas ganadores del Oscar® Howard Ashman y Tim Rice de la película de 1992 son absolutamente perfectas, pero Ritchie quería que sonaran más contemporáneas, tanto en las letras como en la música... una idea que Menken acogió con los brazos abiertos. Las canciones de la película de animación se adaptaron a la música del mundo árabe con florituras de jazz aquí y allá. Los nuevos arreglos de Menken incorporan elementos pop y dan prueba del talento musical de Will Smith.

La letra de "Prince Ali", el mayor número de la película con baile y canción, se adaptó para que reflejara la personalidad del actor. Smith dice que "'Aladdín' es una combinación poco habitual de herramientas cinematográficas. Muy pocas películas tienen canciones, baile, drama, comedia, acción y efectos especiales... todos esos elementos en una sola película, y además están en una sola escena".

"Guy quería arriesgarse con la música, pero también fue profundamente respetuoso con las canciones originales", continúa diciendo Smith. "Sabía cómo quería que sonaran y lo que tenían que transmitir, pero me dio libertad de usar mi formación en hip-hop y darle un feeling más fresco".

La banda sonara de la acción real es muy sinfónica y se asemeja al viejo Hollywood en muchos aspectos. "A Guy le gusta que las cosas sean muy sobrias, pero hay momentos en que la banda sonora explota", dice Menken. "Como es lógico está extraída de los temas de las canciones, casi exclusivamente, pero tiene mucho de acción real en sus texturas y en su tono".

En esta ocasión, "Arabian Nights" es un número musical completo que sirve de introducción a la historia y a su ambiente encantado. Menken trabajó con los compositores ganadores del Oscar® y del Tony® Benj Pasek y Justin Paul ("La ciudad de las estrellas [La La Land]", "Dear Evan Hansen", "El gran showman") para crear nuevas letras. "El trabajo consistía en seguir la cámara mientras se eleva por Agrabah, descubriendo todo un mundo al público", dice Menken. "Reescribimos algunas de las letras para acompañar las imágenes que Guy tenía en mente, presentando a Jafar y ambientando los escenarios del resto de la película. Es un número mucho más grande, mucho más ambicioso de lo que fue originalmente".

Para Pasek y Paul, trabajar con el legendario compositor fue la oportunidad de sus vidas. "Alan y Howard fueron los héroes de nuestra infancia... ellos escribieron las canciones que nos llevaron a ser compositores", dice Pasek. "Creemos que la razón por la que nuestra generación está tan enamorada del teatro musical y el motivo de este renacimiento del género se deben a Howard y Alan. Crecimos amando los musicales y el teatro musical, y eso se debe a lo que escribieron estos genios".

"Cuando empezábamos y alguien nos preguntaba qué queríamos hacer o qué queríamos ser, siempre decíamos: 'Queremos ser Alan Menken, Howard Ashman. Queremos escribir para Disney, para un musical animado de Disney... ese es nuestro sueño'', dice Paul.

Y la admiración es mutua. "Benj y Justin son como mi progenie, por así decirlo; son maravillosos", dice Menken. "Soy duro con los escritores, pero estos chicos son muy, muy buenos. Quería que fuera una auténtica colaboración entre Justin y Benj y yo, no solo "Oh, Alan Menken y los siguientes colaboradores o algo así", no quería eso. La canción es una colaboración de nuestros estilos, como tenía que ser".

"Speechless" es una nueva canción original escrita por Menken, Pasek y Paul, interpretada por Jasmine, que está lista para encontrar su voz. "Comienza con un solo de piano muy íntimo, y consigue penetrar en el alma de Jasmine", explica Menken. "Después, a medida que avanza, gana en arreglos e intensidad y al final, retoma ese piano íntimo con su voz que se superpone sobre él. Tiene un arco precioso, pero el sonido es orquestal y pianístico".

"Esta es la gran canción de Jasmine, donde decide que va a luchar por lo que cree", dice el productor ejecutivo Marc Platt ("El regreso de Mary Poppins"), que trabajó con Pasek y Paul en "La ciudad de las estrellas [La La Land]". "La canción corre paralela a su arco en la historia. Al principio, Jasmine la canta tímidamente y después alcanza un momento de enorme fuerza, tal y como ocurre en la película. Jafar ha tomado el poder mientras su padre permanece indefenso, y ella acaba reuniendo fuerzas para decirle lo que prevé para su futuro".

"A medida que el guión iba tomando forma, quedó claro que esta Jasmine iba a ser más fuerte y abierta que nunca y que era hora de que ella tuviera un gran número", dice Paul. "Su personaje estaba emergiendo como alguien a quien le llegaría el momento de ponerse en pie y decir: 'Tengo una voz, y no pienso seguir callada’."

"Es una mujer a la que dicen quién tiene que ser y cómo tiene que vivir su vida y no tiene voz propia", añade Pasek. "Así que tiene mucho sentido que, al igual que esta mujer tan fuerte, las chicas crezcan queriendo tener su propia voz".

La coreografía diseñada por Jamal Sims ("Hairspray", "Step Up. Bailando") también es bastante contemporánea. Tanto "Prince Ali" como "Friend Like Me" cuentan con movimientos de break dance, que les otorgan un estilo moderno y auténtico. "Son unos números grandísimos", dice el productor Dan Lin. "Había llegado el momento de que el Genio brillase y la oportunidad perfecta para que Will demostrara sus variadísimos talentos: tiene que actuar, cantar y bailar en este magnífico plató".

Para "One Jump Ahead" que interpreta Aladdín mientras él y Jasmine son perseguidos por las calles de Agrabah, los movimientos coreografiados era rapidísimos, atléticos y muy apropiados para una película de Guy Ritchie. "Nunca fue nuestra intención que Aladdín bailara en esa canción", dice Sims. "Es más bien una secuencia de acción estilizada. Hay mucho movimiento, pero los movimientos son más propios de especialistas profesionales".


Los efectos visuales
Llevar esta historia al cine exigía la tecnología más avanzada. Los realizadores contaron con la inestimable ayuda de la prestigiosa compañía de efectos visuales Industrial Light & Magic bajo la batuta del supervisor de efectos visuales Chas Jarrett ("Poseidón", "Troya"). Aunque fue muy emocionante para los realizadores crear una experiencia cinematográfica totalmente inmersiva a partir de un mundo que sólo había existido en forma animada, la tarea fue extremadamente laboriosa.

En la película hay muchos efectos visuales especiales lo que incluye animación de personajes, extensiones de set, entornos digitales y simulaciones de efectos. La única directriz que impuso Guy Ritchie era que todo pareciera lo más real posible. "Guy tuvo claro desde el principio que la película debía desarrollarse en un mundo real posible que pareciera tangible y auténtico", dice Jarrett. "Aunque la historia tiene un elemento de fantasía considerable, queríamos que el mundo pareciera lo más real posible con entornos y personajes plausibles. Por esa razón, nuestros entornos están inspirados en ubicaciones reales y los personajes tienen un estilo naturalista, alejado de la caricatura".

Ritchie siempre se ha mostrado abierto a probar nuevas metodologías técnicas en sus películas, y está claro que el equipo de Jarrett rebasó esos límites en "Aladdín". Aun así, la preferencia del director siempre fue trabajar en sets físicos y en exteriores reales. Para los momentos en que se necesitaban sets y extensiones digitales, el equipo de Jarrett usó escaneos e ilustraciones de localizaciones de Marruecos y Jordania para asegurarse de que fueran lo más realistas posible.

A Jarrett le encanta rodar en exteriores porque la luz del día y el sol son reales. Por suerte, la diseñadora de producción Gemma Jackson pudo reproducir las calles de Agrabah en el plató exterior del estudio de Longcross. Por desgracia, el clima de Londres es impredecible incluso en verano y la película estuvo constantemente a su merced.

Así que algunos sets se construyeron en escenarios interiores para garantizar la fluidez del rodaje. "En esos casos, creamos extensiones y cielos digitales para ofrecer más profundidad a los planos", explica Jarrett. "Al igual que ocurre con todos los efectos visuales especiales de 'Aladdín', tuvimos mucho cuidado de usar texturas y paletas de colores que encajaran con el set y fueran files a los diseños de Gemma".

Las escenas que se desarrollan en la Cueva de las Maravillas se crearon mediante una combinación de sets físicos y efectos visuales especiales. Los gigantescos interiores se construyeron en los platós de Longcross e incluían una enorme cabeza de león a la entrada de la cueva y formaciones rocosas artificiales cubiertas de todo tipo de tesoros. La decoradora Tina Jones reunió joyas de toda la región, ya que son muy coloridas, deslumbrantes y brillantes. Algunas se hicieron de goma y se pegaron al suelo de la cueva para que el reparto y el equipo pudieran caminar con comodidad.

Cuando Aladdín lleva a Jasmine en una alfombra mágica en el número musical de "A Whole New World", es un momento crucial en la historia. Aladdín ofrece a Jasmine una oportunidad para sentirse libre por primera vez en mucho tiempo, y los realizadores querían que los actores se sintieran cómodos y que eso se reflejase en sus actuaciones.

La alfombra mágica que Jarrett y su equipo crearon se construyó sobre una plataforma hidráulica de seis ejes controlada por un dispositivo controlado manualmente que movía cientos de clavijas metálicas hacia arriba y hacia abajo y de un lado a otro. La plataforma se colocó delante de fondos pre-filmados en pantalla azul con la cámara filmando desde una Technocrane.

"La verdad es que fue bastante incómodo", dice Naomi Scott. "Estábamos arrodillados sobre una esterilla de espuma que tenía muchos pinchos y estábamos rodeados por una pantalla azul y prácticamente inmovilizados. Se suponía que debía parecer un paseo suave y fluido, pero la verdad es que fue todo lo contrario. La magia se produce con la música, cuando cantan la canción y se emocionan... En ese momento todo encaja".

Varios personajes que aparecen en pantalla se realizaron íntegramente con efectos visuales especiales, sobre todo el Genio azul. El equipo de efectos visuales trabajó estrechamente con el diseñador de vestuario Michael Wilkinson, ya que los elementos del traje del Genio que se crearon para Will Smith también tuvieron que crearse dentro del mundo digital para la versión CG del personaje.

Otros, como Abu el mono (basado en un mono capuchino), la Alfombra, Iago el loro y Rajah el tigre, también son totalmente digitales, y durante el rodaje, los marionetistas hicieron de sustitutos para que los actores pudieran interactuar y reaccionar ante algo real. "Abu fue fruto de mi imaginación", explica Mena Masud. "Trabajé durante semanas con los marionetistas para saber qué peso soportaría sobre mis hombros, cómo me lo quitaría, cómo lo levantaría, cómo interactuaría conmigo, es decir su naturaleza física. Pero después, cuando estábamos filmando, tuve que recordar toda la información que había reunido e imaginar que Abu estaba allí".


Un espectáculo visual
La brillantez visual y la sensibilidad contemporánea del director Guy Ritchie encajan maravillosamente bien con "Aladdín". En un formato de acción real, ha sabido aportar estilo y emoción a un mundo visualmente extraordinario además de añadir profundidad a la historia y a los personajes.

"'Aladdín' es un espectáculo visual repleto de gentes, lugares y acontecimientos que el público no ve en la vida cotidiana", dice el productor Dan Lin. "Hay un palacio increíble, una Cueva de las Maravillas enorme con joyas y gemas extraordinarias, un Genio que cambia de forma haciendo un chasquido con los dedos, y también vemos a Aladdín y Jasmine volando sobre una alfombra mágica. Es el espectáculo cinematográfico que estás deseando ver en el cine".

Will Smith está encantado de forma parte de "Aladdín": "Las imágenes que aparecen en esta película van a dejar huella en toda una generación de niños, y esa una de las cosas que más me gusta de 'Aladdín’; trata sobre los deseos que todos queremos ver cumplidos, sobre la amistad y sobre ser uno mismo".