Dirigida por el ganador del Oscar de la Academia Ang Lee y producida por Jerry Bruckheimer, David Ellison, Dana Goldberg y Don Granger. Protagonizada por Will Smith, acompañado por Mary Elizabeth Winstead, Clive Owen y Benedict Wong.
Una película, dicen sus creadores, que toma todos los ingredientes preferidos del público seguidor del género y los eleva a un nivel nunca alcanzado, generando una experiencia cinematográfica desconocida hasta el momento. Como indica su visionario director, el dos veces galardonado con el Oscar de Hollywood Ang Lee, "No estamos simplemente haciendo algo bueno, estamos descubriendo algo nuevo, un nuevo concepto de cinematografía. Dentro de quinientos años echarán la vista atrás y dirán 'Mira, durante los primeros cien años de cinematografía, hicieron eso...' Es como las películas mudas, el sonido, el color. ¡Hemos atravesado todas esas etapas! Esto es otra dimensión". Una dimensión en la que Will Smith no solo interpreta al protagonista, el sicario de cincuenta y un años que se jubila, Henry Brogan, sino también - a través de una revolucionaria nueva tecnología - también al antagonista, una versión de sí mismo de 23 años de edad, Junior, que persigue y libra batallas con su personificación más madura en tres continentes distintos, en una serie de secuencias de acción que cuestionará todo lo que cualquier espectador ha visto hasta la fecha: un mismo actor, interpretando a dos personajes que luchan mano a mano, en una experiencia cinematográfica especialmente revolucionaria.
Esta nueva dimensión es una cortesía de Jerry Bruckheimer y la productora Skydance, de David Ellison, los arquitectos de algunas de las mayores y más exitosas películas de Hollywood de las cinco últimas décadas, que han unido fuerzas para redefinir, una vez más, lo que puede experimentar el público ante una gran pantalla. "Estoy muy orgulloso de GÉMINIS y de lo que Ang, Will y todo el equipo han logrado con esta asombrosa historia. Su capacidad artística, y la increíble tecnología que estamos empezando a ser capaces de dominar, se han aunado para hacer un tipo de película que realmente hay que ver para poder creerla", dice Ellison. Para Bruckheimer, su última producción es una película que describe, sencillamente, como "una aventura única en el mundo, con un director único en el mundo y una estrella única en el mundo". Y con ello, habrá logrado filmar una vez más, su "gran idea", la mayor hasta el momento, gracias a una emocionante historia original que destaca sobre el actual océano de secuelas y superhéroes, por la inteligencia de su planteamiento independiente y por la enormidad de su escala, que hace que sea imprescindible disfrutar de ella en sala cinematográfica. "Esta historia es una idea fabulosa, de verdad que lo es", dice Bruckheimer. "Ser perseguido por ti mismo. Y no solo por ti mismo, sino por el tú que tiene toda la juventud y poder".
En Géminis la presa es Henry, interpretada por el Will Smith de 51 años de edad. ¿Y quién es la persona que le persigue? Junior, interpretado por un Will Smith de 23 años. No un doble "rejuvenecido", sino un ser humano digital completamente nuevo, un yo especular virtual que no solo interactuará, sino que luchará con su yo de más edad.
"Lo que estamos haciendo aquí no se había hecho nunca con anterioridad", dice Will Smith. "Cuando vi la primera prueba [la que montan los cineastas como prueba del concepto], fue una experiencia desasosegante. Era impresionante, ese... era yo. Estaba observando una versión mía, tal y como era a los 23 años, perfecta, como si alguien hubiese eliminado todos los defectos. Era, no sé cómo decirlo... '¡vaya!'... o sea... cuando te explican el concepto, es una idea que suena muy bien, ¿no? Pero cuando lo ves, es una experiencia cinematográfica asombrosa. Cuando lo ves, te atrapa. De pronto te das cuenta, 'Así que eso es clonar'".
Esa dimensión de la clonación es esencial para Géminis en dos niveles. En el primer nivel, es la idea que sirve de motor a la trama. En segundo, es lo que hace que la trama sea posible. La historia se centra en Smith Henry, un legendario asesino a sueldo del gobierno, en el ocaso de su carrera, que se ve atormentado por el considerable número de trabajos que ha realizado. Cuando informa a sus responsables que va a retirarse del servicio activo, Henry se convierte en la presa del único asesino de todo el planeta que tiene la capacidad de acabar con él: un clon de sí mismo, de 23 años de edad, con la orden de eliminar al operativo por todos los medios.
Así comienza una aventura de acción épica, por todo el mundo, rodada en exteriores tan variados como Savannah, Budapest y Cartagena, en la que Henry y Junior mantienen combates cuerpo a cuerpo en una serie de escenas de acción cada vez más emocionantes, en las que hay persecuciones en moto, batallas a tiro limpio y un enfrentamiento mortal cara a cara que pondrá a prueba a ambos por igual. Smith, por supuesto, tiene una amplia experiencia en películas de acción, pero en este caso, sus dos interpretaciones únicas son asombrosamente complejas bajo la homicida apariencia exterior: Junior en su esfuerzo por comprender su verdadera identidad, Henry atormentado por los fantasmas de la suya.
No nos confundamos: En Géminis, Smith, en colaboración con Ang Lee, generalmente reconocido como uno de los mejores directores de actores que ha conocido la industria cinematográfica, ha producido no una, sino dos interpretaciones que se encuentran entre lo más brillante de una carrera que le ha hecho merecedor de estar entre lo más granado de la profesión durante cuatro décadas, y lo que queda aún por venir. En esta película hay dos personajes con tal profundidad, conflicto interno y agresividad externa que el actor afirma que en el pasado, sencillamente, no habría sido capaz de interpretarlos. Ciertamente, nadie, salvo Smith, podría hacer a esos papeles la justicia que les hace en esta película. Como indica Lee, hablando sobre un par de interpretaciones existenciales y explosivas a partes iguales, "Tengo la impresión de que he descubierto a un nuevo Will Smith".
Lo que hace que la intervención dual de Smith en la película sea aún más impresionante, es que ninguno de los papeles le ofrece un refugio en el que ocultarse. Que es exactamente lo que los cineastas querían que pasara. "Básicamente la película es todo lo implacable que puede ser una película"., dice el Supervisor de WETA Digital Guy Williams. "Optamos por una configuración extraordinariamente difícil, porque sabíamos que nos daría los mejores resultados. Nuestra postura en esta cuestión es que no queremos tener que escondernos. No queríamos 'escurrir el bulto', no queríamos escatimar esfuerzos que restringieran la libertad de rodaje, para que los efectos visuales fuesen más sencillos. Queríamos un compromiso al 100 por cien, poniendo toda la carne en el asador, con un resultado que fueran incuestionable. Teníamos que hacer creer al público [que había dos Will Smith en la pantalla simultáneamente] durante todo el metraje de la película".
Como veterano de la compañía neozelandesa que ha dado vida a toda una colección de creaciones digitales icónicas, los desafíos a los que se enfrentaba Williams eran, a la vez, técnicos y emotivos. Con Lee, que insistía en rodar a la frecuencia máxima de 120 fotogramas por segundo y en 3D nativo en 4k, Géminis es el equivalente cinematográfico al de un mago que lleve a cabo un truco de desaparición sin una sola brizna de humo ni espejos. "Es una comparación acertada", dice Williams. "Básicamente estamos desnudos en el escenario".
Y, además, hay que tener en cuenta 'el factor Will Smith'. "Te voy a decir una cosa: somos capaces de hacer un T-Rex muy convincente... ¡porque nadie ha visto un T-Rex en su vida!", dice Williams. "Podemos hacer El planeta de los simios porque hemos visto simios, pero nunca les hemos visto hablar, y eso nos ofrece un cierto margen de maniobra. Pero cuando se trata de una persona, la cosa se complica mucho más. Y, además, no estamos hablando de una persona cualquiera. Es Will Smith. Yo sé perfectamente quién es Will. Todo el mundo sabe perfectamente quién es Will. Tenemos perfectamente claro que le conocemos. Y todos somos capaces de evaluar si ha salido bien o no".
Para el público que disfrutará de la película este octubre, la decisión de Lee de rodar, simultáneamente, a la más alta frecuencia de fotogramas posible y en el 3D más inmersivo que se ha visto hasta la fecha, según el supervisor técnico Ben Gervais, "ofrece todo lo que Ang quiere presentar al público: inmersión, intimidad y emergencia; toda la emoción que se busca en una película de acción, trasladada a un nivel sin precedentes". En el plató, el equipo técnico empleaba una analogía para referirse al cambio tectónico que esta serie de decisiones creativas iba a tener en la experiencia cinematográfica del público que viese la película en salas de cine. "La analogía era que una película vieja era como una valla publicitaria, aislada, ahí en medio", dice el supervisor de efectos especiales visuales Bill Westenhofer, señalando a la media distancia. "Pero con esta película es como si estuvieses en medio de la sesión en la que se hicieron las fotografías de la valla publicitaria. Tienes la impresión de que estás allí, con ellos, en la sesión. El público se encuentra justo en medio de la acción, junto a los actores".
Para los actores, sin embargo, el proceso supuso nada menos que tener que aprender a actuar de nuevo, sentándose en la sala de proyecciones construida al efecto para ver las tomas de prueba y dar con la manera de solucionar los niveles de complejidad añadida y autenticidad que este tipo de rodaje captaba. Esto significó que tuvieron que renunciar al maquillaje tradicional, puesto que las cámaras captaban las imágenes con tal nitidez que reflejaban las reacciones de la piel que normalmente quedarían cubiertas por la base de maquillaje. "Con este formato se puede ver cómo reaccionan los vasos capilares del rostro de los actores", dice Gervais.
"Me encantó, porque fue una experiencia estupenda enfrentarse a algo, especialmente en una película de gran presupuesto, como mujer, que es totalmente diferente de lo que habrías hecho habitualmente", dice Mary Elizabeth Winstead, hablando sobre esta nueva forma de trabajar. "Normalmente, lo que se hace es ¡Ponle todo el maquillaje encima! ¡Tápala con todo eso!' Pero esta vez ha sido todo muy íntimo, puro. No hay ningún tipo de simulación en todo el proceso. Todo tiene que ser muy real. Eso tenía una gran importancia para Ang, que no se pudiese apreciar ningún artificio en ningún lugar. No quería ver maquillaje sobre la piel. No quería que hubiese ninguna barrera entre los actores y el público. Y para mí, eso significó pasar menos tiempo por la mañana [en el sillón del maquillador], cosa que no me importó, claro".
Siguiendo el espíritu del revolucionario enfoque de Géminis, Winstead y los cineastas insistieron para que Danny -la oficial de la agencia pública que se presta a ayudar a Henry en su desesperada odisea por mantenerse con vida- quedase al margen de los clichés narrativos que con tanta frecuencia han lastrado el género de acción en el pasado. "Por eso lo hice", dice Winstead, que entrenó durante meses para interpretar las mayores escenas de lucha y acción en las que ha participado. "Es muy interesante interpretar un personaje que es una profesional, tiene formación, puede valerse por sí misma y no es un 'rollito amoroso'. Ha sido muy satisfactorio". También es sintomático de una producción interesada en ofrecer una asombrosa experiencia cinematográfica y en reformular las posibilidades de lo que puede ser en la práctica una experiencia cinematográfica.
"He puesto en esta película todo lo que he ido aprendiendo a lo largo de los años", dice Lee sobre el etos que ha impulsado la película, a la que tiene la impresión de haber tenido que dedicar más de tres décadas, desde Tigre y Dragón hasta Brokeback Mountain y La Vida de Pi, entre muchas otras, para ser capaz de entender cómo filmarla. "Es muy emocionante. Me he dado cuenta de que a más de 100 fotogramas por segundo es donde realmente eres libre". Y además, aunque no sea por otra cosa, "cuando acabemos con la película, acabaré teniendo un avatar perfecto de 23 años de mi persona", sonríe Smith, ante las posibilidades que se agolpan en su mente. "¡Es una pasada! Podré hacer películas con una versión mía de 23 años..".
El doble
Will Smith tuvo que establecer cinco diferencias esenciales entre sus dos personajes para poder ofrecer sus interpretaciones enfrentadas en Géminis.
Los acentos
El veterano asesino de elite Henry Brogan (Will Smith) puede tener un clon genéticamente idéntico en Junior (también Will Smith), pero ambos han recibido una educación y han tenido una vida radicalmente diferente. "Idéntica genética, diferente fonética", dice Smith, que se esforzó para asegurarse de que hablasen de manera diferente a causa de sus educaciones contrapuestas.
Los estilos de lucha
Henry, sicario de la vieja escuela, tiene un estilo de lucha propio de quien ha recibido entrenamiento en boxeo, mantiene una cierta formalidad en comparación con el rabioso y descontrolado método de todo vale de Junior. "¡Henry no da patadas!", dice Smith. "Henry nunca le daría una patada a nadie". En contraste, Junior hace lo que sea para ganar.
La ignorancia
"Descubrí que la juventud y la inocencia encierran verdadero poder", dice Smith, reflexionando en la forma en que la ignorancia de Junior, su falta de experiencia, su falta de comprensión, podían, en realidad, ser algo útil como recurso para encontrar una escena. "En mi caso, en mi juventud hubo una energía, un alma salvaje que he tratado de imbuir en Junior...".
La sabiduría
Junior era todo agresividad y barbarie, pero Smith reconoce que la experiencia de Henry tuvo un valor incalculable para el personaje. Y, afortunadamente, esa experiencia era algo intrínseco en él. "La sabiduría tiene ese otro algo indescriptible... Se lo digo a mis hijos, cada vez que tratan de ponerme a prueba, 'Mira, todavía no estás preparado para la fortaleza de los mayores. ¡La fortaleza de los mayores es diferente, no se puede cuantificar!'".
Ideas aún más grandes
De Top Gun (Ídolos del aire) a Piratas del Caribe, el súper-productor Jerry Bruckheimer ha sido un verdadero imán para el público durante casi 50 años. Con Géminis ha fijado la mirada en los próximos cincuenta. Y esta es la manera en que piensa hacerlo...
Como no podía ser de otra manera, teniendo en cuenta el cambio tectónico que supone Géminis, su productor es uno de los nombres más conocidos de la industria, y cuenta con un pedigree sin igual para detectar lo que quiere el público... antes de que lo quiera. Desde American Gigolo a Flashdance, a Top Gun (Ídolos del aire), a Superdetective en Hollywood, a Dos policías rebeldes y a Piratas del Caribe, Jerry Bruckheimer ha cambiado durante más de cinco décadas nuestra forma de ver películas de cine. Y ahora, con Géminis, está a punto de desvelar su idea más grande hasta el momento: una idea que cambiará nuestra forma de ver películas durante los próximos cincuenta años. Nos sentamos con el productor milmillonario para profundizar en el impacto que ha tenido y para tratar de desvelar los secretos de su trabajo. Que, por supuesto, él ni siquiera ve como un "trabajo"...
DESAFIAR LOS LÍMITES
Con Géminis Bruckheimer está haciendo una apuesta en favor del futuro del cine, dando, junto a David Ellison, de Skydance, al visionario director Ang Lee la oportunidad de empujar para desafiar los límites de lo que es posible en la gran pantalla. "Hemos tratado de anticipar una nueva forma de experimentar el cine para el público", dice Bruckheimer, "rodando y proyectando la película a una elevada frecuencia de fotogramas y en 3D mejorado, con lo que el observador estará mucho más cerca de la acción de la pantalla de lo que nunca antes había sido posible".
CONFIAR EN EL TALENTO
Desde Michael Mann (Ladrón) a Michael Bay (Dos policías rebeldes, La roca, Armageddon) y Adrian Lyne (Flashdance), Bruckheimer ha ofrecido a los modernos maestros de la dirección su oportunidad de despuntar en la gran pantalla - sin olvidar que también ha trabajado con los dos hermanos Scott, Ridley (en Black Hawk derribado) y Tony (Top Gun Ídolos del aire, Marea roja), y con el recientemente nominado al Óscar Paul Schrader (American Gigolo).
ASUMIR RIESGOS
"Hay que tener mucho valor para hacer esto", dice Bruckheimer, hablando sobre la confianza depositada en que la revolucionaria tecnología visual empleada para hacer Géminis convierta en éxito la película. "Porque nadie, ni siquiera Ang, puede garantizarte que vaya a funcionar. Él puede decirte 'Pienso que esto va a funcionar', y tú puedes tener fe en que un director ganador del Oscar consiga que funcione. ¡Y lo hizo!".
CAMBIAR CONSTANTEMENTE
"Hay que evolucionar constantemente", dice Bruckheimer, reflexionando sobre cómo ha sido capaz de mantenerse en la vanguardia de la cinematografía durante casi 50 años. "Confías en el material y las personas con las que trabajas, y eso es lo que hicimos con Ang." Esto supuso respaldar su increíblemente ambicioso plan de crear un joven Will Smith de manera 100% digital - pero previamente supuso dar a los directores de moda de videos musicales (a los que Hollywood solía mirar con desdén) las llaves del reino de los grandes éxitos de taquilla.
HACER CINE DE VERDAD
"Hay que crear algo que sea visualmente diferente", dice Bruckheimer, al referirse a lo que hace para lograr que la gente salga de su casa para ir a una sala de cine y disfrutar del espectáculo en la gran pantalla. "Con nuestras películas, tratamos de hacer que sean diferentes y emocionantes y para eso nos esforzamos en contratar al talento adecuado que sea capaz de aportar ese elemento al proyecto".
DESCUBRIR ESTRELLAS
De Eddie Murphy a Johnny Depp o a Will Smith, Bruckheimer ha demostrado que tiene una habilidad infalible para detectar grandes actores - ya sea por tomar a desconocidos y convertirlos en estrellas de cine, o por mostrar dimensiones deferentes de personalidades previamente conocidas. Con Depp, nadie imaginaba que podría hacer una película de piratas brillante... e interpretó uno de los personajes más icónicos de todos los tiempos, el Capitán Jack Sparrow. Will Smith era conocido por su desenfadado y divertido personaje de televisión el príncipe de Bel-Air antes de que Bruckheimer lo convirtiese en una estrella de cine. "Creo que soy una persona que inspira a los demás, creo que tengo talento para detectar el talento", dice Bruckheimer.
RESPETAR AL PÚBLICO
"Me debo al público, el público es nuestro verdadero dueño y señor", dice Bruckheimer, que nunca ha dejado de tener presente para quién hace las películas. "Nos interesa mucho lo que piensan sobre nuestro trabajo". Hace rigurosamente test screenings o proyecciones de prueba con todas sus películas, para asegurarse de que el público no se confunde ante lo que le presentan. "Hicimos test screenings con Géminis. Introdujimos cambios. Siempre lo hacemos - para conseguir que la película sea algo que verdaderamente te apetece ir a ver y disfrutar".
CONFÍA EN TUS EMOCIONES
El instinto es importante para un cineasta: la sensación intuitiva de que una persona, o una historia, va a conectar con el público. Pero también importan las emociones propias de la historia, en las que Bruckheimer confía. "Al final es muy emocionante", dice, sobre Géminis, "con la resolución de la película. Y eso es lo que me emociona, ver cómo el público rompe a llorar, o tiene una catarsis".
OFRECER EVASIÓN
Bruckheimer cree en alejar al público de su vida cotidiana, en ofrecerle una evasión y una aventura que le aleje de su experiencia personal. "Queremos que el púbico deje de pensar en los problemas de su vida diaria. En el mundo pasan muchas cosas a diario y nosotros queremos absorber toda su atención a través de la gran pantalla".
CREAR PERSONAJES
De Axel Foley en Superdetective en Hollywood a Maverick en Top Gun (Ídolos del aire) o al Capitán Jack Sparrow en Piratas del Caribe, los taquillazos de Bruckheimer son conocidos por sus icónicos personajes protagonistas. Lo mismo puede decirse de Géminis. "Esta es la película de aventuras de las personas a las que les gusta pensar", dice Bruckheimer. "Trata sobre un personaje perturbado y sobre la forma en que aborda esa perturbación y cómo llega a superarla".
MOSTRARSE AGRADECIDO
No importa cuántos éxitos haya producido ni cuánto tiempo lleve en la cima de la industria de producción cinematográfica, Bruckheimer no ha perdido de vista el hecho de que su 'trabajo', bueno, realmente no es trabajo cuando lo amas tanto como lo ama él. "¡No es trabajo!", declara. "Mi padre trabajaba. Lo que yo hago no es trabajo". "Tenemos días malos, días en que las cosas no salen como queremos, pero no somos neurocirujanos. Esto no es cuestión de vida o muerte. Es muy divertido trabajar con personas creativas y entretener al público".
GENERAR ACCIÓN
Cuando todo lo demás falla, se puede confiar en el espectáculo. Los éxitos de taquilla de Bruckheimer han dado lugar a imágenes inolvidables, desde la toma desde la perspectiva de la bomba en Pearl Harbor, al aterrizaje de emergencia en Las Vegas de Con Air (Convictos en el aire). Y Géminis les va a enseñar lo que es bueno a esas dos. "Hay unas secuencias de acción fenomenales, [en esta película]", dice Bruckheimer. "Hacen cosas con los especialistas de acción que te hacen pensar '¿Cómo es posible que alguien haya podido hacer eso?' Al final hay una lucha que te hace gritar '¡Dios mío!'".
SELECCIONAR PERFECCIONISTAS
A Bruckheimer le encanta trabajar con personas comprometidas con lo que hacen. La rutina de trabajo de Ang Lee de siete días a la semana "te resultaría imposible de creer", dice Bruckheimer. Lee, como los otros directores con los que ha trabajado Bruckheimer "pone toda su alma, todo su esfuerzo en cada uno de los detalles". Al igual que hace el protagonista. "Algunos actores con los que he trabajado se van a su camerino entre tomas, no podría importarles menos lo que se hace durante el rodaje, pero Will [Smith] está comprometido con todos los aspectos de su actuación y del guión. Trabaja con gran dedicación. Realmente le importa que salga bien".
SOÑAR A LO GRANDE
Nadie podría haber imaginado el éxito que llegaría a conseguir Jerry Bruckheimer... ni siquiera el propio Jerry Bruckheimer. Retrospectivamente, el consejo que se daría a su yo más joven sería que no se pusiese límites. "Creo que [mi consejo a mi yo más joven] sería '¡Sigue tus sueños!' He vivido una vida que soy muy afortunado de haber vivido. Me costaría mucho mirar al pasado y decir qué haría de otra forma, porque estoy viviendo un sueño. Dedicarme a lo que me dedico, estar rodeado de todo este talento... ¡formar parte de esto es algo fabuloso!".