Sobre la producción
"Juego de ladrones" es un thriller que sigue las confrontaciones de los agentes de una unidad de élite del departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles, con el equipo de ladrones de bancos más famoso del Estado. Los ladrones planean algo aparentemente imposible: atracar el banco de la Reserva Federal del centro de Los Ángeles.
Ambientada en Los Ángeles, la ciudad con la tasa más elevada de robos a bancos de todo el mundo, la película adoptó la fórmula tradicional de "policías y ladrones", aportándole un toque de acción y desdibujando la línea entre el bien y el mal. Así, obtenemos una tensa película de acción que es a partes iguales un thriller sobre un gran robo y un drama psicológico sobre el crimen.
La película explora la relación entre Gerard Butler ("Objetivo: la Casa Blanca", "300") y Pablo Schreiber ("13 horas: los soldados secretos de Bengasi", "Orange Is the New Black"), cuyos papeles como enemigos mortales a ambos de la ley, que terminará con un explosivo enfrentamiento.
Butler interpreta a "El gran Nick" O'Brien, el líder de los Regulators, una unidad de élite perteneciente al Departamento del sheriff de Los Ángeles que trabaja contra los delitos mayores y que busca al cerebro que hay detrás de una serie de robos sin resolver.
Schreiber interpreta a Ray Merriman, entrenado con las Fuerzas Especiales y líder actual de los Outlaws, una pandilla de ex militares con una experiencia y habilidades tácticas que les han ayudado a no ser capturados hasta el momento.
La historia de "Juego de ladrones" refleja el mundo en el que vivimos. Las personas son complejas, las líneas entre lo bueno y lo malo no están delineadas tan claramente como nos gustaría pensar, y a menudo, las percepciones de lo correcto y lo incorrecto no son o blancas o negras.
La película marca el debut como director del guionista y productor Christian Gudegast ("Objetivo: Londres"), que aquí dirige un guion escrito por el mismo basado en una historia creada por él y por Paul Scheuring ("Prison Break: Evasión final"). Junto a Gudegast están la directora de fotografía Terry Stacey ("Tu mejor amigo", "Elvis & Nixon"), la diseñadora de producción Kara Lindstrom ("Ángel de venganza", "Crush"), la diseñadora de vestuario Terry Anderson ("La venganza de Jane", "Mil maneras de morder el polvo"), el montador nominado al Oscar Joel Cox ("Million Dollar Baby", "El Francotirador"), y el compositor Cliff Martinez ("El Extranjero", "The Neon Demon").
Los productores ejecutivos son Scott Lumpkin ("El Extranjero"), Jamie Marshall ("El Extranjero") y Glenn D. Feig ("Dos buenos tipos"). Los productores son Mark Canton ("300", "300: El origen de un imperio", "Immortals"), Tucker Tooley ("Somos los Miller", "The Fighter"), Gerard Butler ("Objetivo: la Casa Blanca", "Cómo entrenar a tu dragón", "300") y Alan Siegel ("Objetivo: Londres", "Objetivo: la Casa Blanca"), socios desde hace mucho tiempo en su compañía de producción, G-BASE.
"Juego de ladrones" es una película de STX Films y Diamond Film Productions.
Introducción en la historia
"Juego de ladrones" se centra, por un lado en un equipo de ladrones de bancos que planean su gran atraco final, y por otro lado, en la unidad de tipos duros y corruptos del departamento del Sheriff de Los Ángeles, que luchan para llevarlos ante la justicia.
Liderados por el gélido y extraordinariamente tranquilo Ray Merriman (Pablo Schreiber), los Outlaws no son ladrones de bancos corrientes: operan con una precisión militar y una meticulosa planificación, empleando toda su experiencia en la materia: las habilidades adquiridas en el servicio militar de operaciones especiales y en sus periodos entre rejas. Entre los proscritos de Merriman se encuentran el disciplinado Enson Levoux (Curtis "50 Cent" Jackson) y Bosco Ostroman (Evan Jones), un curtido veterano de guerra y un ladrón con muchas dotes. A ellos se une el "conductor" Donnie Wilson (O’Shea Jackson Jr.), un camarero ex convicto con un pasado misterioso.
Pero para perpetrar su atraco final tendrán que superar a los Regulators, un grupo de policías que luchan contra delitos mayores, perteneciente al Departamento del sheriff de Los Ángeles. El líder de los Regulators es el macho alfa "El gran Nick" O'Brien (Gerard Butler), un detective con problemas con la bebida pero que parece no tener ningún problema con la moral. Sus elecciones y prioridades destruyen lo que queda de su vida familiar. No se detendrá ante nada para poner fin a la ola de crímenes de Merriman, que ha estado provocando a las autoridades durante años con robos cada vez más ambiciosos.
O'Brien está flanqueado por sus protegidos: el mujeriego y encantador Tony Zapata (Kaiwi Lyman-Mersereau), , Gus Henderson (Moe McRae), un gangster del sur de Los Ángeles, Murphy "Murph" Collins (Brian Van Holt) la "éminence grise", y Benny "Borracho" Magalon, (Maurice Compte), un jugador alcohólico con un talento especial para que los informantes cambien de bando.
Cuando una sencilla operación para requisar un camión blindado desencadena un tiroteo brutal, con varios guardias y policías muertos, los Outlaws pasan a ser el objetivo principal de los Regulators. Pronto se hace evidente que ninguna de las partes juega con las reglas de la ley.
Consternado por un robo que salió mal, Merriman tiene en mente el robo perfecto: infiltrarse en la sucursal de la Reserva Federal en Los Ángeles y robar 30 millones de dólares que se sacan de circulación antes de que pueda ser destruida. Su plan ampliamente estudiado se pone en marcha, y los Outlaws se ven obligados a participar en un juego del gato y el ratón cada vez más tenso.
La ciudad de Los Ángeles se convierte en un gigantesco tablero de ajedrez, y cada oponente juega estratégicamente con los peones, torres, reyes y reinas del otro para conseguir un emocionante e inesperado jaque mate.
De guionista a director: Christian Gudegast
"Juego de ladrones. El atraco perfecto" es un thriller cuyos orígenes datan de 2002. El guionista y director debutante Christian Gudegast, estaba leyendo "Where the Money Is", un libro de no ficción sobre cómo Los Ángeles se convirtió en la capital de robos a bancos de todo el mundo, cuando de pronto vio una foto en Los Angeles Times: la foto, tomada en el Banco de la Reserva Federal, mostraba una inmensa cantidad de dinero. De la foto y el libro surgió una idea, y Gudegast se puso a escribir la historia que más tarde se convertiría en la base del guion.
A Gudegast le atraían particularmente las complejas relaciones entre los ladrones de bancos profesionales y los detectives que los persiguen. "Me fascinó la especificidad de sus mundos", dice Gudegast, "y cómo operan ambos equipos. Comprender lo que hacen y por qué lo hacen se convirtió en el combustible de la película".
Gudegast ha creado una narrativa basada en personajes que transforma la típica película de policías y ladrones en algo distinto. Sus villanos son atletas de vida sana y militares motivados por el desafío de una misión compleja. Por el contrario, los policías tienen una debilidad por el alcohol, la violencia y los clubs de striptease, muy lejos de los arquetipos de héroe tradicionales. Gudegast recurrió a sus experiencias de la vida real para concebir a los Outlaws y a los Regulators.
A pesar de los numerosos desafíos de producción, los productores Tucker Tooley y Mark Canton han sido unos defensores incondicionales de la película. Ellos se involucraron en 2006 y 2008, respectivamente. "Conozco a Christian desde hace casi 20 años, y produje la primera película que escribió", dijo Tooley. "El trabajo lo construimos poco a poco a lo largo de los años, y por la razón que sea, siempre se solucionó todo en el último minuto, pero no paramos hasta conseguirlo". Canton está de acuerdo: "Tienes que ser implacable si crees en la historia".
A pesar del reiterado interés de otros productores y directores, Gudegast, que nunca había dirigido, se ofreció para dirigir su propio guion. Tooley y Canton apoyaron totalmente su decisión. Canton señala que, a pesar de la inexperiencia de Gudegast, estaba a la altura para dirigir su primer largometraje. "Fue increíble lo mucho que se había preparado en el transcurso del tiempo, desde los primeros bocetos, las pruebas de pantalla, y todo el proceso para encontrar a los actores", explica Canton. "Todo el proceso salió a pedir de boca. Estaba muy preparado porque ya había visto la película más de mil veces en su mente. ¡Todo estaba hecho!"
Macho ALfa vs Macho Alfa: Merriman y el gran Nick
Cada grupo tiene un verdadero macho alfa como líder: Merriman dirige a los Outlaws, mientras que "El gran Nick" O'Brien lidera a los Regulators. Los dos son adversarios en igualdad de condiciones: están en lados opuestos de la ley, pero comparten muchas similitudes, así como un respeto mutuo. Vienen de un entorno similar. Es posible que no se conozcan, pero se entienden, hasta cierto punto. Ambos son intimidantes, pero no se les intimida fácilmente. El casting fue fundamental para encontrar el equilibrio perfecto y explorar la dualidad entre estos dos hombres.
Tanto Merriman como O'Brien se sumergen en una guerra psicológica entre ellos. Es difícil decir quién es el gato y quién es el ratón. El choque es inevitable; pero a ninguno de los dos le intimida. O'Brien y los Regulators se enfrentan casualmente a Merriman y a su equipo en un restaurante japonés, donde "El gran Nick" se burla de él, diciéndole que le recuerda de cuando jugaban al fútbol en el instituto, en equipos rivales. De esta forma O'Brien le dice: "Quiero que sepas que sé quién eres. Voy a atraparte, y todo habrá acabado". Merriman responde a la provocación de O'Brien de forma tranquila y respetuosa, explicando que está disfrutando de una cena familiar y que no quiere que la situación vaya a más, dada la tensión en el ambiente.
Gerard Butler: La transformación en "El gran Nick" O'Brien
Gerard Butler tardó en leer el guion de "Juego de ladrones. El atraco perfecto" varios meses, a pesar de que su agente se lo pidió varias veces. "Me terminó sacando de quicio. Mi agente no paraba de decir: "¿Lo has leído?". Pero yo no estaba de humor. De pronto lo leí en un fin de semana. Llamé a mi agente y le dije: "¿Por qué no me dijiste que lo leyera? ¡Es increíble!"".
Butler manifestó su interés en interpretar a "El gran Nick" O'Brien desde el principio, y se mantuvo involucrado durante el largo proceso de desarrollo. Finalmente, involucró también a su socio comercial y productor, Alan Siegel.
Butler y Gudegast se reunieron en numerosas ocasiones para construir a "El gran Nick". "El personaje es un gorila de espalda plateada que lo devora todo a su alcance", ríe el director. "Es fuerte. Cuando aparece, sencillamente se hace con su entorno. Nick es clásico. Él es divertido y rudo. Está involucrado en crímenes importantes, por lo que tiene que serlo, ya que todos los días tiene que lidiar con lo peor de lo peor. Perseguimos al personaje hasta el final, y Gerry fue increíble".
Butler interpretando a "El gran Nick" está fabuloso. "Vive en ese mundo en el que tienes que estar dispuesto a hacer cualquier cosa para salir adelante, y todo resulta muy peligroso", continúa Butler. "Al principio parece muy punk, pero a medida que el personaje evoluciona, comprendes que es un obsesivo y que la presión le afecta. Ha arruinado su vida por el trabajo, y es emocionalmente vulnerable por ello".
"Lo que me gusta de esta película es que tiene un sabor, un ingrediente, que tienen muchas de mis películas favoritas, como "El golpe del siglo" y "Heat", con toques de "Tarde de perros" y "Contra el imperio de la droga"", dice Butler. "Pero es una gran película por sí misma. Puede que resulte una película de policías y ladrones algo compleja, pero tiene mucho corazón y emoción. Tiene el potencial de convertirse en una de esas películas inolvidables gracias a los personajes que hemos creado".
Pablo Schreiber: La transformación en Merriman
Gerard Butler llevaba involucrado en la película varios años, pero el imponente Pablo Schreiber estaba en el radar de Gudegast desde que vio su trabajo en "13 horas: los soldados secretos de Bengasi" y "El mensajero del miedo".
"Tras seis años encerrado, Merriman acaba de salir de la cárcel. Está reuniendo a sus muchachos para ir tras un pez gordo. De pronto descubre que la sucursal de la Reserva Federal en Los Ángeles nunca ha sido asaltada", dice Schreiber sobre su personaje. "Se ha estado preparando para el momento en que sería puesto en libertad. No creo que nunca en su vida haya encontrado algo que haya igualado la emoción de su época militar".
Merriman y sus Outlaws comparten un bagaje militar común. "Hablamos el mismo lenguaje. Estamos bien preparados y somos muy eficientes", dice el actor, que se encontró en un territorio que le resultó familiar.
"Rodé una película llamada "13 horas: los soldados secretos de Bengasi" con Michael Bay, y comencé el rodaje con un ligero conocimiento de manejo de armas. Fue genial comenzar así, porque como ya tenía algo de experiencia, naturalmente me tocó liderar al equipo, lo cual era perfecto para el papel", explica Schreiber. "Trabajamos con un asesor técnico que nos ayudó mucho. Pasamos mucho tiempo en el campo de tiro, aprendiendo a usar armas, y eso nos preparó para cuando hubo que ponerse en acción".
De hecho, esos conocimientos dieron sus frutos. "Hay una gran escena en el campo de tiro donde Gerard aparece para intimidar y mostrarse frente a nosotros. Todos disparamos a nuestros objetivos, y él comienza también a disparar", dice Schreiber. "Y para enfadarle, descargué cuatro cargas directamente en unos 13 segundos, lo cual es una hazaña bastante difícil".
El O'Brien de Butler es burlón y arrogante, mientras que el Merriman de Schreiber es controlado, incluso tranquilo. Gudegast quedó deslumbrado por la disciplina y la intensidad de Schreiber. "La caracterización de Pablo es perfecta", dijo. "Logró un tic escalofriante, al no parpadear mucho. Su poder como actor está en los pequeños momentos".
A Schreiber le intrigaba la falta de miedo de Merriman. "Este personaje es un verdadero nihilista", dice el actor. "No tiene miedo a la muerte; en realidad, le encanta la idea de morirse. Si se va a ir, quiere irse a su manera. De ninguna manera le permitirá a Nick esposarlo".
50 Cent: El padre de familia y la mano derecha de Merriman
En el papel de la mano derecha de Merriman, Enson Levoux, Curtis "50 Cent" Jackson ofrece una interpretación intensa y silenciosa, retratando así a un hombre que ha logrado construirse una vida y una familia más allá de su vida criminal. A Levoux y a Merriman les une un vínculo profundo y una larga historia: jugaban juntos al fútbol en el instituto, se unieron a la Infantería de Marina, y volvieron a casa después del servicio militar, para descubrir finalmente que la vida normal no genera la adrenalina a la que se habían acostumbrado.
Jackson leyó por primera vez el guion hace seis años y contactó con Gudegast. "Había construido un gran guion a partir de la historia, muy bien ensamblado con la textura y colores que él quería. Su visión de la película estaba muy bien pensada. Rápidamente quise hacerlo", comenta Jackson. "Me encontré con Tucker Tooley en una fiesta de los Globos de Oro, y me acerqué a él inmediatamente. Le presioné, en fin, ya sabes, porque voy de rapero que puede actuar como si no entendiera nada. En plan: 'Oye, quiero estar en esa peli, en serio'. Él iba de etiqueta y estaba muy ocupado, así que debió pensar: 'Pero ¿qué le pasa a este chico? Me gusta su música, pero... Bueno, vale, entiendo que quieras salir en una película'. Y luego cambió de compañía, pero Tucker sabía que el proyecto era bueno, así que se lo llevó consigo. Cuando tuve la oportunidad de hablar con él sobre la película, pensé: "¿No te acuerdas de mí?", y me dijo: "¡Pues claro que me acuerdo!". Hace cinco años de eso, y aquí estoy".
Levoux es un hombre de pocas palabras. Es el experto en explosivos de las Fuerzas Especiales que se comunica mejor con una mirada amenazante que con palabras.
Levoux está casado y tiene cinco hijos. A diferencia de Merriman, que nunca ha complicado su vida con otras personas, Levoux se ha permitido ser vulnerable. Tooley cree que Levoux es el alma de la película. "Es el tipo que tiene las decisiones más difíciles de tomar en lo relativo al trabajo y a su lealtad hacia Merriman", dice, "porque tiene más que perder".
A medida que la película avanza hacia el explosivo enfrentamiento final, se vuelve evidente que lo que le falta a Levoux en cuanto a sus habilidades lingüísticas lo compensa con un pensamiento estratégico y una gran habilidad disparando. Si te arrinconan en una esquina y tienes que escapar, "el Enson Levoux de 50 Cent" es el hombre que quieres tener a tu lado.
O'Shea Jackson, Jr: Donnie, el conductor
Encontrar al actor para interpretar a Donnie, un criminal medio inocente y medio maestro con las armas, fue todo un desafío, hasta que Gudegast vio a O'Shea Jackson, Jr. en "Straight Outta Compton". "¡Dije: 'ese es él!'", ríe el director. "Tiene ese rollito de L.A., pero a la vez es muy inteligente".
Según Gudegast, "Jackson le da vida a Donnie extrayendo conclusiones sobre el personaje que no están en el guion, y cuando se enfrenta al excelente trabajo de los actores veteranos Schreiber y Butler, él se mantiene al mismo nivel".
Los Outlaws necesitan un conductor, y Donnie es el tipo que han estado buscando. No solo sabe cómo arreglar los vehículos, sino que también sabe cómo conducirlos: rápido. De hecho, recibió la multa por exceso de velocidad más alta de California, todo un motivo de orgullo para Donnie.
Donnie demuestra su lealtad a los Outlaws y participa en el plan, aceptando un trabajo como repartidor en un restaurante chino, lo que le permite infiltrarse en la Reserva Federal.