Abril de 1980. Un equipo de hombres armados irrumpe en la embajada de Irán en Londres y toma 26 rehenes, todas las personas que allí se encuentran. Durante los siguientes seis días tiene lugar un tenso proceso de negociación y de angustiosa espera. Mientras tanto, una unidad de soldados altamente entrenados de la SAS (Special Air Service, fuerzas de intervención especial del ejército británico) se prepara para el asalto.