Comedia dramática protagonizada por la actriz María León (Cuerpo de élite, Carmina o revienta) junto a los actores belgas François Neycken, Raphaëlle Corbisier, Yohan Manca bajo la dirección de Sarah Hirtt. Completan el reparto Sergi López (Petit Indi, El laberinto del fauno) y Fermí Reixach (El muerto y ser feliz, La voz dormida).
María León destaca como coprotagonista del filme con una imagen rompedora en el papel de Lucía, una madre coraje con un pasado marcado por el desarraigo y que ve una esperanza en el estilo de vida okupa. "Es una mujer completa -explica la actriz- que me aporta herramientas para poder jugar, disfrutar y componer. Me divierto mucho haciendo comedias, pero en este caso he encontrado una historia muy potente emocionalmente. Y eso para mí es una gran escapada".
La película también cuenta con la colaboración especial de Sergi López en el papel de un trabajador social que llega a la casa para supervisar a Carmen, la hija en la ficción de Maria León. El actor de Vilanova i la Geltrú considera esta historia como una reflexión "muy pertinente" en la actualidad. "Transmite la importancia de hacerse preguntas sobre cómo vivimos y tomar partido. Pararse a pensar hasta qué punto nos sentimos cómodos en esta contradicción que es vivir en occidente [...]; querer avanzar y atreverse a imaginarse un mundo mejor".
Sarah Hirtt (directora)
Después de haber obtenido su diploma en Filología Romana, Sarah Hirtt, llevada por su pasión primera por el cine, comienza a estudiar realización en el Institut National Supérieur des Arts du Spectacle et des techniques de difusion. Finaliza su Máster con una gran distinción y su film En Attendant Le Dégel que obtiene, entre otros, el 2º Premio de la Ciné-fondation del Festival de Cannes 2013. Seguidamente realiza el corto Javotte en 2014, paralelamente a la escritura del guion de su primer largometraje, Escapada, que se rodó en 2017.
Filmografía
2018 - Escapada (largometraje)
2014 - Javotte (cortometraje)
2012 - En attendant le dégel (cortometraje)
Notas de intención de la directora
A través de esta película, quería hablar sobre el mundo de hoy y sus derivas, las relaciones entre personas que se deshilachan entre vidas demasiado atareadas, la presión familiar y el éxito social. Tengo la sensación de evolucionar en una sociedad jadeante, con valores en crisis, donde resulta cada vez más difícil encontrar un lugar. Esta película, anclada en el presente, cuestiona nuestras creencias, nuestra capacidad para reinventarse y, sobre todo, para vivir juntos.
Los personajes
El personaje central de la historia es la relación entre hermanos. Así que no hay un punto de vista dominante, sino tres: el de Gustave (el mayor, conductor de camión conformista y de espíritu liberal), Lou (la más joven, atrapada entre la dependencia de su madre y el yugo paternalista de Gustave) y Jules (que ha estado al margen de su familia y de la sociedad, pero a quien cada vez le resulta más difícil conciliar su forma de vida y su paternidad).
La relación entre hermanos está en el centro de mis películas, me divierte hacer coexistir personajes que no desean estar juntos. Las relaciones fraternales unen seres que no se han escogido y que, por tanto, comparten una intimidad, crecen hombro con hombro sustentando un pasado común, poblado de risas, peleas y dramas. La edad adulta está lejos de facilitar estas relaciones. Las distintas direcciones que toman los individuos cavan una zanja entre los hermanos. Surge entonces la incomprensión entre ellos, una incapacidad de percibir el sentido de la existencia que ha escogido el otro. Los hermanos con sus desavenencias, y sin referentes claros, pretenden ser una alegoría del mundo en busca de su propio camino. Los tres personajes corresponden a posiciones que los sociólogos han definido como respuestas a la crisis: los «seguritistas» que tienen miedo y se encierran en sí mismos (Gustave); los soñadores que reinventan el mundo e intentan, a veces con torpeza, encontrar soluciones (Jules) y la gran mayoría, los indecisos, los que están perdidos y no saben a qué santo encomendarse (Lou).
El conflicto en torno a la casa que heredan permite cristalizar la visión que cada uno tiene sobre la vida. Los protagonistas defienden con convicción puntos de vista divergentes. No se trataba de construir personajes que estuvieran equivocados y otros no: cada uno muestra sus defectos y su lado más conmovedor.
Los actores
Los actores de Escapada tienen antecedentes y experiencias muy diversas. Para los personajes principales, quería dar la oportunidad a actores que no habían tenido todavía papeles importantes en el cine. François Neycken, con quien tuve el placer de colaborar en mi primer cortometraje, Raphaëlle Corbisier, que acababa de salir de INSAS (Escuela belga de cine y teatro) y que me pareció impresionante en su espectáculo de fin de curso, y Yohan Manca, el francés, que me había enviado una cinta de casting muy chula antes de reunirse conmigo en Bruselas.
Estos tres actores dan la réplica a actores consagrados como son Sergi López (el trabajador social), Fermi Reixach (el tío), Bruna Cusí (la prima) o María León (Lucía).
Con el fin de inyectar una energía colectiva, viva y participativa en la película, era fundamental trabajar con actores amateurs, afines al movimiento okupa. Con Elisabet Lladó (directora catalana formada en el IAD /Institut des Arts de la Diffusion en Lovaina la Nueva), llevamos a cabo un trabajo de casting salvaje para encontrar activistas anarquistas, anticapitalistas y antipatriarcales como, por ejemplo, Iván Altimira (Jesús) o Marta Durruti (Andrea), descendiente de Buenaventura Durruti.
El movimiento okupa
En el movimiento okupa se aboga por valores de solidaridad, ayuda mutua, y desobediencia civil. Los militantes defienden el derecho a la vivienda y ponen en cuestión la propiedad privada ocupando espacios en desuso que a menudo pertenecen a bancos o al estado. Y los convierten generalmente en centro social que aporta al vecindario un lugar de intercambio y de actividades culturales y sociales. He querido mezclar estos asuntos de herencia y de resistencia para relacionar la esfera íntima, familiar, a una esfera más política con objeto de confrontar diferentes visiones del mundo y explorar lo colectivo y el vivir en comunidad.
La música
La composición y la interpretación musical corre a cargo de la Skeleton Band (www.leskeletonband.com) con la que he colaborado en mis cortometrajes y cuya música se asocia perfectamente al viaje y a la confrontación entre personas. El grupo se inspira en la música folk, el post-rock y la música latina. La banda se ha basado en la acústica y la fricción de los instrumentos de cuerda. Un espacio sonoro, suavemente melancólico. El diálogo con la imagen se construye de fragmentos nostálgicos y cálidas fugas en el impulso comunicativo.
La imagen
El trabajo visual se cimenta en la elección de los decorados, de los paisajes catalanes, de los colores dominantes y de las luces naturales. La película está rodada casi exclusivamente cámara al hombro para captar la energía de los personajes, impregnada del tono anaranjado de un sol que se despide del verano para recibir el otoño. Escapada es una tragicomedia agridulce, una feel good movie sobre un universo coloreado y luminoso que invita al espectador a salir de la película con ganas de compartir y de permanecer en compañía.
Ficha artística
Gustave: François Neycken
Lou: Raphaëlle Corbisier
Jules: Yohan Manca
Lucía: María León
Andrea: Marta Durruti
Jesús: Ivan Altimira
Pablo: Rafael Espinosa
Carmen: Emma Santiago Paczy
Lola: Hana Sofia Lopes
Alba: Diana Gilpiera
Óscar: Sergi Richards
Xoan: Andreu Kreutzer
Manuel: Sergi López
Eduardo: Fermí Reixach
Elena: Bruna Cusí
EscapadaDirigida por Sarah Hirtt