Sección oficial fuera de concurso del Festival de Cannes 2018.
Basada en la novela homónima del reportero polaco Ryszard Kapuscinski, dirigida por Raúl de la Fuente (España) y Damian Nenow (Polonia).
La productora ejecutiva Amaia Remírez destaca que "esta nominación supone un maravilloso reconocimiento al trabajo en coproducción (España, Polonia, Alemania, Bélgica, Hungría) que ha permitido que 'Un día más con vida' tenga la factura final deseada, a un nivel altísimo dentro del cine de animación".
Ryszard Kapuscinski, el protagonista
"Un Kapuściński vale más que mil chupatintas con sus gimoteos y fantasías. Su excepcional combinación de periodismo y arte nos permite sentir de cerca lo que Kapuściński llama la inexpresable imagen verdadera de la guerra". - Salman Rushdie
"Kapuściński es el extraordinario conjurador del reportaje moderno" - John Le Carré
"El verdadero maestro del periodismo" - Gabriel García Márquez
Un día más con vida es la primera película en traducir la prosa de Ryszard Kapuściński al lenguaje cinematográfico, tanto de animación como imagen real, en la historia de la cinematografía. El autor de El Emperador fue uno de los reporteros más famosos del mundo, testigo de numerosos golpes armados y que escapó a la muerte por ejecución en al menos un par de ocasiones. Cuando le preguntaban por su profesión, decía: "Soy un traductor de culturas". Sus obras, muy estimadas en todo el mundo, se tradujeron a más de 30 idiomas. Kapuściński elevó el reportaje a una forma de arte. Salman Rushdie dijo una vez que "un Kapuściński vale más que mil chupatintas con sus gimoteos y fantasías". Trabajó para la Agencia Polaca de Prensa como corresponsal extranjero permanente en África, Latinoamérica y Asia.
En 1976, Kapuściński publica Un día más con vida, su primer libro que no consiste en una colección de reportajes. En el libro, la información seca y sin emoción que escribió para la Agencia Polaca de Prensa se convierte en descripciones y paisajes poéticos y floridos. Ese libro fue algo muy especial para el mismo Kapuściński, y esto es algo que queda claro cuando habla de él: "UN DÍA MÁS CON VIDA" ES INMENSAMENTE PERSONAL. NO ES SOBRE LA GUERRA O SOBRE LAS PARTES EN CONFLICTO, SINO SOBRE ESTAR PERDIDO, SOBRE LO DESCONOCIDO, SOBRE LA INCERTIDUMBRE EN LA SUERTE DE UNO. A MENUDO NOS VEMOS EN SITUACIONES EN LAS QUE ESTAMOS SEGUROS DE QUE ESA VEZ NO VAMOS A ESCAPAR DE LAS GARRAS DE LA MUERTE. Y LUEGO AL SIGUIENTE DÍA NOS DESPERTAMOS ALIVIADOS Y DECIMOS 'BUENO, HA SIDO UN DÍA MÁS CON VIDA, Y OTRO ESPERA POR DELANTE'".
En Un día más con vida, un largometraje dramático de animación estilizado como una novela gráfica, la audiencia acompaña a Kapuściński en su viaje por la primera línea para entender mejor las emociones que se agitan y chocan en el interior del escritor: miedo, locura, pánico y una soledad imperante.
Un día más con vida no solo muestra escenas de con una construcción narrativa clásica, sino también secuencias épicas y surrealistas que describen el mundo alrededor del escritor desde la perspectiva de sus emociones y sentimientos, visiones de ficción de lo que le pasaba por la cabeza a Kapuściński en la Angola de 1975. Por medio de la animación, sin limitaciones de naturaleza formal, los creadores se han permitido describir en la pantalla lo que ninguna cámara sería capaz de captar. Esto a su vez se asemeja al proceso mismo de Kapuściński, puesto que decide que la información que quiere ofrecer sobre la guerra civil de Angola no puede contenerse en la estructura rígida e inflexible de los cables para la agencia de prensa.
Más personajes
Kapuściński dijo en distintas ocasiones que Un día más con vida no es un libro sobre la guerra, que «no habla de facciones en guerra, sino más bien del sentimiento de pérdida, de lo desconocido, de la incertidumbre sobre el propio destino.» En el libro, Kapuściński es más que un observador pasivo, es el protagonista y un participante activo en los hechos que tienen lugar a su alrededor. Como autor, es un corresponsal de guerra, mientras que como protagonista está perdido y solo. Aparte del protagonista, durante la mayor parte del metraje la película explora la historia de dos personajes: Carlota y el comandante Farrusco.
CARLOTA
Es una carismática guerrillera que dirige una pequeña unidad rebelde. Ella y sus hombres a menudo acompañan a los periodistas en sus viajes por las zonas más peligrosas. Citando al propio Kapuściński: "CARLOTA APARECIÓ CON UNA METRALLETA AL HOMBRO Y AUNQUE LLEVABA UN UNIFORME DE PARACAIDISTA DEMASIADO GRANDE, SE PODÍA ADIVINAR QUE TENÍA BUEN TIPO. COMO UN SOLO HOMBRE, TODOS NOS PUSIMOS ENSEGUIDA A CORTEJARLA. A PESAR DE SUS TAN SOLO VEINTE AÑOS, CARLOTA SE HABÍA CONVERTIDO YA EN UNA LEYENDA".
COMANDANTE FARRUSCO
Es el comandante de una unidad pequeña, que cuenta con unos 120 soldados. Cuando Kapuściński llega a Angola, la compañía de Farrusco es la última que queda en el frente del sur y está rodeada por todas partes por fuerzas enemigas. Farrusco, que había formado parte del ejército portugués, decidió luchar hombro con hombro con los menos privilegiados en aquel conflicto: los angoleños. "UNA VEZ, CUANDO ESTABA CON LAS FUERZAS ESPECIALES, ESCUCHÉ LA VOZ DE MI PADRE EN EL VIENTO, Y PENSÉ: “BUENO, TAL VEZ ESTÉ LUCHANDO EN EL LADO EQUIVOCADO".
Farrusco es fundamentalmente una figura romántica: dejó a su familia y a su hijo recién nacido para permanecer junto a los oprimidos. No baja los brazos por mucho que se esté quedando sin munición y sin armas.
La sangrienta historia de Angola
La lucha angoleña por la independencia empezó en serio solamente después de que la dictadura de Salazar fuera derrocada en Portugal. El consejo revolucionario prometió la independencia para las colonias, entre ellas Angola. En el caso angoleño se trataba de una construcción artificial, colonial, con una población resultado de la amalgama de diferentes naciones, etnias y tribus. En cuanto empezó a aproximarse la declaración de independencia, estas fuerzas empezaron a disputarse el poder sobre el futuro del país, con lo que Angola se vio arrastrada a una sangrienta guerra civil.
Para entender los hechos que Kapuściński describe en Un día más con vida se hace necesario conocer el contexto, esto es, la historia posterior a la Segunda Guerra Mundial, un período caracterizado por el choque de la guerra fría entre el bloque occidental y el soviético, la caída de los imperios anteriores a la guerra y la rápida descolonización. Angola tenía que encontrar su propio camino en la nueva realidad poscolonial, definida por la pobreza, el subdesarrollo, la devastación, los conflictos tribales y la guerra por el poder librada por las dos superpotencias de la guerra fría.
Todas las diferencias locales, los conflictos y las relaciones seguían eclipsados por la guerra fría. Después de Corea y Vietnam, pero antes de Afganistán, Angola iba a ser un campo de batalla alternativo para los poderes mundiales. Tanto los americanos como los soviéticos estaban activamente involucrados en las hostilidades, y los cubanos enviaron un contingente de tropas para fomentar la revolución comunista, mientras que los militares profesionales sudafricanos, apoyados por los Estados Unidos, permanecían en la frontera sur de Angola, dispuestos a invadir en el momento menos pensado. La presencia de tropas cubanas y sudafricanas no era ninguna coincidencia, ni tampoco era un hecho sin relación con la rivalidad global de los superpoderes.
Angola, agosto de 1975: alboroto, desorden, caos, incertidumbre, tensión y un sentimiento abrumador de impotencia. Estas palabras describen perfectamente el estado de ánimo en Luanda en septiembre de 1975, cuando Kapuściński llegó por primera vez a la capital.
Un largometraje de animación con elementos de imagen real
Un día más con vida es un híbrido en el que 60 minutos de animación al estilo de las novelas gráficas se entrelaza con 20 minutos de metraje de imagen real. Las dos capas son permeables y se complementan mutuamente. En algún caso tanto las líneas argumentales como los personajes son ficticios, inspirados en hechos y personas reales, pero también conoceremos a los individuos que protagonizaron los sucesos de 1975 que se describen en el libro. Las películas animadas y los cómics se asocian a veces con historias inventadas y extravagantes. Sin embargo, cuando un personaje al que conocemos en la parte animada luego aparece en el metraje de imagen real en carne y hueso, la animación se hace de pronto mucho más profunda de lo que pensábamos. Las imágenes se completan con unos distintivos contornos negros de caracteres, con el sombreado y con una paleta de colores tan específica que podría constituir otros personajes de la historia de Kapuściński.
Un día más con vida es una combinación innovadora de mundos diferentes: metraje de imagen real, montaje de largometraje, semejanza con novela gráfica, thriller, secuencias animadas de acción y visiones delirantes y surrealistas. Un equipo internacional compuesto por más de quinientas personas ha trabajado para que este increíble proyecto cobre vida.
Han dicho
"La narración es épica y emotiva, sale del convencimiento y del corazón" - Carlos Boyero. El País
"Singular, emotiva e hipnótica" - Luis Martínez. El Mundo
"Una de las películas de animación más esperadas de Europa" - Variety
"Visualmente impactante" / "Inusual inmediatez y poderío" - Jonathan Holland. Hollywood Reporter