Ana de Día, la ópera prima de Andrea Jaurrieta, forma parte de la Sección Oficial del Festival de Málaga-Cine en Español 2018.

La protagonista de la película es la actriz Ingrid García-Jonsson, a la que acompañan Mona Martínez, Álvaro Ogalla, Fernando Albizu, María José Alfonso, Irene Ruiz, Iñaki Ardanaz, Paco Vidal, Abel Serbouti, Antonio Ponce, Cibeles Fernández, Gabriela Fernández, Iván Luis, Carla de Otero.


Andrea Jaurrieta
Nace en Pamplona. Ana de Día es su primer largometraje como directora, además es guionista y productora. Trabajo que compagina con su labor como profesora de Historia del Cine y actuación ante la cámara y de Fundamentos del Diseño Audiovisual. Previamente como directora realiza otros siete cortometrajes y diversos proyectos de videocreación. Así mismo trabaja en diferentes producciones, además de como realizadora, como actriz, editora, ayudante de dirección y producción.


Notas de la directora
Esta película es un alegato a favor de la necesidad de realización de la mujer como persona, cuestionando los valores que relacionamos con el triunfo y la emancipación femenina. ¿Realmente vivimos la vida que queremos? ¿O sentimos tanta presión por cumplir las expectativas que pusieron en nosotros que nos olvidamos de vivir nuestra propia vida?

Ana, la protagonista, es una persona preparada, inteligente, culta, con una vida ordenada, con proyectos de futuro. Un ejemplo de esta súper-mujer contemporánea. Pero, ¿es realmente eso lo que ella desea para su vida?. ¿o lo hace porque DEBE hacerlo? Lo que me lleva a preguntar ¿actuamos según nuestros propios deseos realmente o la sociedad nos lleva hacia donde 'es debido' haciéndonos creer que eso es lo que deseamos? (¿Ha sido este el motivo de base para la gran crisis en la que nos encontramos?). Contestar a estas preguntas nos conduce, en consecuencia, a elevar el tema a una cuestión universal que une a ambos géneros. Sin embargo sí que aparece como motor de la trama una reflexión sobre un hecho relacionado directa y casi exclusivamente con la historia y la educación de la mujer: El 'qué dirán'. Este axioma es una de las mayores diferencias de género existentes, a pesar de toda la igualdad que se haya podido lograr entre hombres y mujeres. Las mujeres somos educadas en la corrección, en el pudor. Esta educación repercute en nuestras relaciones personales y en nuestros actos. En muchas ocasiones no actuamos tal y como quisiéramos por esta razón: tememos lo que puedan opinar de nosotras. Somos celosas de algo tan antiguo como 'la honra', (una honra moderna). Tenemos muy en cuenta, en cada uno de nuestros actos, la influencia familiar y lo que un día nos enseñaron.

Afortunadamente nuestra generación, tan formada, cada día más igualitaria, está comenzando a despertars y rebelarse frente a esto. Sin embargo sigue existiendo inconscientemente esta losa sobre nuestros hombros. Pero ¿y si no tuviéramos que rendir cuentas a nadie? Si todos nuestros deberes estuvieran cubiertos y fuéramos libres totalmente, ¿qué haríamos con nuestras vidas? ¿Hasta dónde seríamos capaces de llegar? ¿Dónde pondríamos nuestros propios límites?.

Responder a estas preguntas será lo que haga elegir a la protagonista romper con todo y buscar una nueva forma de vida anónima. Sólo así, ella cree, podrá encontrar la verdadera libertad. Muchas veces me preguntan por qué quise contar esta historia, qué tenía de autobiográfica. Mi respuesta siempre es la misma: quiero contar una historia que haga al espectador evadirse de su propia vida y soñar con la posibilidad de que algo así le pudiera ocurrir. Para eso escribo las historias, para eso existe el cine, para crear mundos reales dentro de la irrealidad de la pantalla (o viceversa). Por otro lado, ya tratando de ser más concreta en la historia que cuenta ANA DE DÍA, veo que es el punto culmen de convergencia al cual he llegado como una evolución lógica tras todos mis trabajos anteriores. En todos ellos se hacía palpable una necesidad de huida de sus protagonistas (véase Los años dirán, Todos acabaremos solos, A pleno sol, Algunas aves vuelan solas…), un deseo a veces implícito y otras veces literal, que se concentra aquí en la búsqueda personal que lleva a cabo Ana y que se verá en todos los personajes que irán apareciendo en su nueva vida (personajes que huyen, que se escondieron en los márgenes o que nunca se atrevieron a hacerlo a su pesar).

Quizá Ana sea una extensión de mí misma. No lo sé. Sólo sé que los cineastas somos así: en lugar de experimentarlo en persona, decidimos que queremos contarlo (vivirlo) en imágenes como los escritores eligen las palabras para hacernos volar. Y es así como ANA DE DÍA toma forma, por la necesidad de contar una historia que nos haga olvidarnos de la rutinaria realidad por unos minutos, que nos permita escapar de nuestros problemas cotidianos, que dé un punto de vista diferente a quienes desean huir y no se atreven… pero sobre todo que haga pensar y emocionarse del modo que sea al espectador.

Andrea Jaurrieta, directora y guionista