Jean, un renombrado actor de cine, es convocado a un rodaje en el sur de Francia, muy cerca de la casa en que conoció en su juventud a Juliette, el gran amor de su vida. Durante un descanso, aprovecha para visitar a una amiga y recorrer los espacios de antaño. Un grupo de niños interrumpe de repente la nostalgia que le acecha: preparan una película de terror en sus vacaciones y comienzan a perseguirlo porque quieren que Jean la protagonice. Este encuentro, entre el que fuera protagonista de Los 400 golpes y sus traviesos sucesores, desencadena un cuento fantástico inesperado y revelador bañado por el toque oriental característico de su autor.