La producción
La semilla de Siberia la plantó Stephen Hamel, productor de película y socio de Keanu Reeves en la empresa Company Films.
Siberia cuenta la historia de un estadounidense que se dedica al tráfico de diamantes y se ve envuelto en una situación muy complicada cuando viaja a Rusia para cerrar una venta. Allí conoce a una mujer rusa con la que comienza una tórrida relación. "No es que se conozcan en un buen o mal momento de sus vidas", dice Hamel. "Los acontecimientos que vive Lucas simplemente aceleran su relación. Queríamos rodar una película actual y madura, sin pasteladas. Ya no se ven películas de este tipo, en la que se trata el sexo, el amor y la muerte de una forma auténtica. Hemos jugado mucho con las dualidades: amor verdadero y falso, diamantes reales y falsos".
Hamel y Reeves se pusieron en contacto con Scott B. Smith, que fue candidato a un Oscar, para proponerle llevar esta historia al cine después de leer su adaptación cinematográfica de la novela The Burnt Orange Heresy. "El guion de Scott utilizaba las escenas de sexo como manera de hacer avanzar la trama. Resulta muy natural, no son nada gratuitas, sino que forman parte de la narrativa", comenta Hamel.
"Me apetecía un montón escribir algo para Keanu. Me parecía que sería divertido", dice Smith.
Hamel habló con Gabriela Bacher de Summerstorm / Film House Germany sobre el concepto de este thriller romántico que Reeves quería producir y protagonizar. Film House Germany y su departamento de producción Summerstorm Entertainment andaban en busca de material transgresor con personajes fuertes que estuviera en las fases iniciales de desarrollo. Después de que Hamel le pasara un tratamiento, el fundador de Film House Christian Angermayer y Bacher se reunieron con Reeves y Hamel para profundizar en la historia de Siberia.
Reeves, Hamel, Scott y Bacher se vieron varias veces para estudiar distintos planteamientos de la trama. "Tuve varias reuniones en Los Ángeles con Stephen, Keanu y Gabriela para repasar el guion escena a escena", comenta Smith. "Muchas de las ideas que surgieron durante esas conversaciones están casi literales en el guion". Smith redactó un documento largo y muy minucioso, con escenas y diálogos potenciales, tras lo que Summerstorm le pidió que se encargara del guion.
"Scott es un escritor muy elegante y su estilo narrativo añade dosis de calidad a la historia", comenta Bacher. "Siberia habla de un extraño que habita una tierra extraña. De lo que pasa cuando surge un vínculo muy fuerte entre dos desconocidos. La relación entre esas dos personas es tan auténtica e intensa que ayuda al personaje de Keanu a entender quién es o quién podría llegar a ser".
En cuanto Bacher, Reeves y Hamel le dieron el visto bueno al guion de Smith, se pusieron a buscar al director. Fue entonces cuando Matthew Ross entró en escena.
"A Keanu le había gustado mucho mi primer filme Frank & Lola, lo me parece todo un cumplido", comenta Ross. El director leyó el guion y quedó con Reeves en Nueva York para comer y hablar del proyecto. Hamel, Bacher y Reeves coincidieron en que sería una suerte que Ross dirigiera el filme. "Con Frank & Lola demostró que tiene muy buen gusto. Es una película muy conmovedora e íntima", apunta Reeves. "Ha sido un placer trabajar con Matthew. Nos gustaba ya de por sí la visión que tenía para el filme y ha conectado muy bien con el material original, pero además lo está llevando hacia un terreno muy romántico y emocional, y eso me encanta. Tiene muy buen gusto estético. De un director quieres que tenga visión, que pueda mirar el material y entenderlo, escucharte y comprender qué buscas y darle vida".
"A partir de ese momento todo fue cogiendo carrerilla. Tardé unos 10 años en rodar mi primera película, pero desde que conocí a Keanu hasta que nos pusimos manos a la obra pasaron apenas cuatro meses", comenta Ross.
Christine D'Souza Gelb y sus compañeros de WME desempeñaron un papel clave a la hora de formalizar el proyecto con Bacher. Los primeros en unirse fueron Global Road Entertainment (FKA IM Global), encargados de la distribución internacional, y posteriormente llegó el veterano productor Cassian Elwes, que aportó el grueso de la financiación a través del combinado The Fyzz, Ingenious y Buffalo Gal Pictures.
Global Road abrió las ventas en 2017 en el EFM de Berlín y el rodaje comenzó en abril del siguiente año en Canadá, donde se rodó parte de Siberia. Después de la buena experiencia en Manitoba y Winnipeg, con un equipo local dirigido por la potente productora Buffalo Gal Pictures, con el apoyo de la Manitoba Film & Music Commission y con las ventajas de los incentivos fiscales, la producción se trasladó a Rusia para captar la esencia de San Petersburgo al natural.
Al buscar productoras rusas en la zona de San Petersburgo, Bacher dio enseguida con Globus Film, una reconocida empresa que ha trabajado en la reciente adaptación de Guerra y Paz (BBC) y que participó en la película El hundimiento. Natalia Smirnova y la directora de producción Tatiana Bonakova se convirtieron en grandes aliadas de Bacher. "La profesionalidad y motivación del equipo ruso hizo que los día de rodaje en San Petersburgo fueran una experiencia fantástica. Me llevo un gran recuerdo que me acompañará para siempre", afirma Bacher.
Para Bonakova fue un lujo contar con Reeves en San Petersburgo, donde tuvieron que lidiar con ingentes cantidades de fans que seguían al actor por toda la ciudad. "Nos parecía muy importante que el personaje principal, Lucas, viajara a nuestra ciudad natal y sede de nuestra empresa. Además, siempre es un orgullo que San Petersburgo aparezca como una de las localizaciones de una película", comenta Bonakova. "Keanu es una estrella, en el mejor sentido de la palabra, y fue todo un honor participar en este proyecto. Nos ha impresionado mucho trabajar con él: es muy amable, tranquilo y simpático. Fue muy paciente con todos los fans, que a menudo intentaban invadir su espacio personal".
El casting
Siberia ya nació con el protagonista puesto: Keanu Reeves interpretaría a Lucas Hill. Para encontrar a los otros dos personajes principales (Katya y Boris), Ross se puso en contacto con la directora de casting de Frank & Lola Susan Shopmaker, cuyo currículum incluye Hedwig and the Angry Inch, Shortbus, Martha Marcy May Marlen y El misterio de God's Pocket, entre otras. "He tenido una suerte increíble con los actores en ambas películas, y en gran parte eso se lo debo a Susan", confiesa Ross. "En mi debut conté con actores de primera y en Siberia la cosa no ha hecho más que mejorar". "De primeras está Keanu, un actor de una inteligencia y una capacidad impresionantes. Estudió ruso y aprendió a manejar diamantes para clavar el personaje, y esa voluntad me parece digna de admiración. Es un profesional como la copa de un pino, además de ser muy generoso y buena persona".
La actriz rumana Ana Ularu interpreta a Katya, con quien Lucas Hill tiene una relación. Ularu había interpretado papeles secundarios en Inferno de Ron Howard y Serena, protagonizada por Jennifer Lawrence y Bradley Cooper. "Susan Shopmaker, que es una ojeadora estupenda, nos puso sobre la pista de Ana Ularu. Este papel lo tenía que interpretar una mujer fuerte y Ana tiene personalidad de sobra. Ha cumplido con creces nuestras expectativas", comenta Bacher.
"Me enviaron el guion cuando estaba en París y me propusieron hacer una llamada por Skype con Matthew", comenta Ularu. "Estaba en una cafetería francesa, con una boina roja, fumándome un cigarro y pensé que le haría gracia. Me encantó el guion y, sobre todo, la determinación de Katya. También me gusta cómo surge su relación y cómo se convierten en una especie de Bonnie y Clyde. Se cuentan tan pocas historias de amor que esta, sobre una relación tan única y con un final tan trágico, había que contarla".
"Ha aportado muchísima pasión y energía al proyecto y es un verdadero placer trabajar con ella", dice Ross. "Es muy valiente y además tiene un gran corazón. Admiro mucho su pasión y su talento, es una actriz impresionante", añade Reeves.
El veterano actor ruso Pasha Lychnikoff interpreta a Boris Volkov, el personaje que pone a Lucas contra las cuerdas. Con más de 80 producciones a sus espaldas, Lychnikoff tiene mucha experiencia con papeles de villanos y ha trabajado recientemente como estrella invitada en las series de Showtime Ray Donovan con Liev Schreiber y Shameless con William H. Macy y Emmy Rossum. Desde el día que leyó el guion, Ross ya se imaginó a Lychnikoff en el papel de Boris Volkov, el principal antagonista del filme. "De Deadwood a Corrupción en Miami pasando por infinidad de proyectos, siempre se come la pantalla con su enorme talento y carisma", comenta Ross. "También tiene una de las caras más reconocibles que he visto nunca. Su rostro expresa el conflicto y las complicaciones por las que ha pasado su personaje. Pasha está impresionante como Boris, al que podríamos definir como el típico gángster macho alfa, que a su vez es un hombre que sueña con encontrar la amistad y conectar con otro ser humano. Esa debilidad es una de las claves de la película".
Ross y Molly Ringwald se conocían desde hace años y siempre habían querido trabajar juntos, y Siberia les dio la oportunidad de cumplir ese sueño. "Fue la elección perfecta para interpretar a Gabby, la mujer de Lucas, que desempeña un papel fundamental en la película, a pesar de aparecer poco tiempo en pantalla", comenta Ross. "El día de rodaje con Molly fue maravilloso por varias razones. La primera por cómo ha clavado el papel. Ella y Keanu conectaron desde el principio, y a todos nos pareció muy curioso que, aunque los dos se convirtieron en grandes estrellas en los ochenta, esta era la primera vez que iban a trabajar juntos".
Ross también llevaba tiempo siguiendo el trabajo de Eugene Lipinsky, que interpreta a Polozin, el siniestro agente del FSB. "Me fijé en Eugene en Contratiempo de Nicolas Roeg, una de mis grandes influencias como director", dice Ross. "Eugene es una especie de tesoro nacional en Canadá, a pesar de ser británico de nacimiento. Es uno de los mejores 'actores de personajes' que conozco porque tiene muchísimo talento y es muy profesional. Por no hablar de que es todo un personaje tanto como actor como persona. Tiene un sentido del humor muy particular y es un intérprete muy poco convencional. Eugene ha construido un personaje diferente con Polozin, que podría definirse como el personaje más malvado de la película y, gracias a la brillante interpretación de Eugene, también es el más raro".
Una de las ventajas de rodar Siberia en Winnipeg fue contar con la comunidad rusa y ucraniana local, entre los que se contaban algunos grandes actores. "Dimos con un grupo de intérpretes buenísimos que tenían raíces rusas y ucranianas, como Dmitry Chepovetsky que interpreta a Ivan, el hermano sobreprotector de Katya al que le preocupa que se meta en una relación con este desconocido estadounidense", cuenta Bacher. Dmitry es un actor magnífico con mucha experiencia en el teatro y un gran sentido del humor. Lo mejor es que casi todas estas escenas se desarrollan en ruso. Gracias a estos actores hemos podido darle mucho carisma y un toque muy personal y local a la película. Estoy muy agradecido por su maravilloso trabajo". "Todos los personajes son muy reales y tienen mucha personalidad. Por eso ha sido una suerte enorme contar con intérpretes tan talentosos. Hemos tenido mucha complicidad y hemos trabajado como una gran familia", añade Reeves.
Diseño y rodaje
Contar con Matthew Ross como director de Siberia significaba contar con Erik Koretz como director de fotografía. Ross y Koretz ya trabajaron juntos en el debut de Ross (Frank & Lola), y si por Ross fuera "[Koretz] estaría detrás de la cámara de todas mis películas".
Ross añade "hemos trabajado mano a mano. Nuestro concepto del cine es muy parecido. Compartimos referencias visuales y estéticas, desde Bertolucci a Michael Mann pasando por Jean-Luc Godard. Contamos con un abanico muy amplio, una paleta estética y narrativa muy variada. No entendemos de limitaciones a la hora de lograr la toma perfecta, ese es nuestro mantra".
"Trabajamos de una manera increíblemente colaborativa", dice Koretz. "Para Frank & Lola pudimos visitar cada localización y hacer un storyboard de todas las escenas de la película. Algunas de las localizaciones de Siberia son obra del increíble diseñador de producción Jean-André, con lo que no hemos podido visitarlas e incluirlas en el story. Como es la segunda vez que trabajamos juntos, ya tenemos mucha confianza y por eso las cosas salían solas simplemente con pasarnos por la localización cada mañana. Sabíamos más o menos lo que queríamos hacer, pero hemos dado libertad a los actores para interpretar sus escenas. A partir de ahí buscábamos los mejores ángulos para contar la historia".
Ross y Koretz le dan mucha importancia a la preproducción. "Compartimos los mismos gustos cinematográficos, de hecho así surgió nuestra relación. Por eso ya sabíamos que íbamos a coincidir en la estética del filme. Durante la preproducción vimos un montón de películas y tomamos notas para componer un libro de referencias que acabó teniendo unas 60 o 70 páginas con información detallada sobre cada personaje y localización. Metemos fotos y escenas de otras películas como orientación sobre los personajes y localizaciones, y también sobre los encuadres, los ángulos y la iluminación. Cuando empezamos a rodar ya llevamos un montón de trabajo a nuestras espaldas y sabemos qué queremos conseguir para que cuando lleguen los actores. Sabemos ya dónde vamos a poner la cámara y cómo van a quedar las escenas. Siberia tiene una estética desgarrada y dura, por el entorno y por la historia de los personajes. Aun así, queríamos que diera juego en cuanto a la iluminación y al movimiento de la cámara", comenta Koretz.
"Uno de los aspectos de la película que más me sorprenden es el trabajo del diseñador de producción, Jean-Andre Carriere. Por ejemplo, transformó el enorme pasillo de un hotel en una suite de lujo. No sé cómo lo hace, pero consigue convertir una localización en otra totalmente diferente en tiempo récord y el resultado es absolutamente convincente. Transmite a la perfección ese mundo de lujo que habita Lucas Hill, el personaje de Keanu", dice Ross.
"La primera vez que leí el guion, la película me pareció muy fría, casi agobiante, y queríamos dar con algo que transmitiera esa sensación de aislamiento y peligro que produce estar en Siberia. Eso fue lo que me atrajo", dice el diseñador de producción Jean-Andre Carriere. "Pero cuando llegamos a Winnipeg ya no había nieve. Había dejado de nevar".
El equipo de producción no se rindió y llevaron a Carriere a un pueblo cercano llamado Marquette, a poca distancia de Winnipeg. "Marquette fue muy buena elección. Hicimos mucha investigación para preparar Siberia, especialmente para recrear Mirny, el pueblo minero del que salen los diamantes".
Carriere ha añadido muchos elementos visuales a la producción para darle un toque muy local. Al documentarse para recrear un pueblo ruso, se dieron cuenta de que las ventanas suelen tener marcos muy recargados y que los tapices y las paredes con papel pintado también son bastante habituales.
"Estos pequeños toques le dan realismo a la película. También aporté elementos gráficos, escritos en cirílico para recalcar la temática rusa. Al entrar en Mirny, lo primero que ves es una señal muy rara, que fabricamos para la película. Puede parecer un detalle menor, porque solo aparece cinco segundos en pantalla, pero esos segundos bastan para ubicar a los espectadores y establecer el tono. Ya sabemos que estamos en Siberia, en Mirny, porque hay una señal que lo indica. Encontrar esas cosas, destacarlas y utilizarlas en el momento justo durante la película nos ha permitido conseguir una Rusia realista".
"El calendario se nos fue un poco de las manos y rodamos en primavera, aunque todavía hacía frío. Esa sensación de frío, de aislamiento y de peligro eran elementos clave de la película. También trabajamos con mucho viento y de vez en cuando nevaba, así que al final todo salió a pedir de boca".
Carriere estudió a fondo los interiores y todos los ambientes en los que se pudiera desarrollar la relación de Lucas y Katya. "Comparten un momento que quería rodar en un sitio concreto", confiesa Carriere. "Encontré una sala que me impresionó muchísimo y sabía que quería incluirla en alguna escena. Es una estancia preciosa. Es muy sencilla, pero a la vez es impresionante. Tiene una estética industrial que funciona fenomenal en la película, y también transmite una sensación de peligro. La historia se desarrolla en un mundo lleno de contradicciones: hay gángsters, agentes del FSB, un tipo estadounidense, gente de Mirny, y hay conflictos y enfrentamientos, lo cual también resulta muy interesante desde un punto de vista visual. No íbamos a rodar en una cafetería o un restaurante. Es decir, los personajes llevan el peso de la historia, pero lo mejor es cuando se les acompaña de un ambiente que transmite toda la locura que se desarrolla en una determinada escena".
Carriere y Ross se han entendido de maravilla, y Ross le ha dado a Carriere mucha libertad creativa a la hora de crear el diseño. "Matthew es genial porque te da muchísima libertad. Es el tipo de director que pide consejo. Nos dice cómo quiere rodar una escena, pero luego siempre escucha nuestras sugerencias y atiende a lo que nos gustaría ver a nosotros. Le podíamos explicar qué cosas nos parecía que había que incluir y razonar nuestras opiniones y él siempre nos escuchaba. Ha sido genial".
Posproducción
Al terminar el rodaje principal, Ross se marchó a Nueva York para empezar el montaje con Louise Ford (La bruja). Según el director, trabajar con la montadora "es parecido a trabajar con Eric. Tenemos una relación muy parecida. Al igual que Eric, Lou es ultraperfeccionista y una luchadora nata. También es una narradora de primera. Ojalá pudiera contar con ella en todas mis películas. Opino lo mismo de Danny [Bensi] y Saunder [Jurriaans]", los compositores del film, con quien Ross trabajó por primera vez en Frank & Lola. Los tres se conocen desde que hicieron sus primeros pinos en el mundo del cine: "Me encanta trabajar con amigos de toda la vida, sobre todo cuando esos amigos resultan ser unos genios de la música. Ya se veía cuando éramos 'pequeños' y teníamos grupos de rock", dice Ross. "Estoy superorgulloso de la banda sonora que han compuesto para Siberia. Como ya ocurrió con Frank & Lola, quería crear un ambiente de trabajo en el que se sintieran cómodos y pudieran arriesgar, y lo han clavado. Buscaba un rollo como de Bernard Herrmann mezclado con Tchaikovski. Me entendieron a la perfección y han creado una obra maestra. La música que han compuesto influye mucho en la experiencia visual. No solo subraya las emociones que transmite la historia, sino que crea emociones nuevas".
SiberiaDirigida por Matthew Ross