Declaraciones del director
La Quietud es una película íntima sobre el universo femenino y la relación entre hermanas. Al principio de la historia, y vistas desde la misma perspectiva inicial, Eugenia y Mia, las protagonistas, son muy parecidas, pero a medida que avanza, la historia irá por otros derroteros, siguiendo los diferentes caminos elegidos por estas mujeres a lo largo de sus vidas, y las colocará frente al perturbador pasado de sus padres.

La película se desarrolla en una casa preciosa y enorme, La Quietud, situada en el campo, a las afueras de la ciudad de Buenos Aires. Un ambiente repleto de recuerdos, un presente hostil y secretos que han permanecido enterrados durante años, salen a la superficie y ponen a prueba los vínculos entre los personajes.

El paisaje imponente, casi asfixiante, es un personaje en sí mismo que se desliza en las relaciones entre padres, hijos y amantes. Los sosegados paisajes que envuelven a las mujeres a lo largo del día, mientras se mueven entre árboles y animales, contrastan poderosamente con la noche, cuando un silencio ensordecedor pone al descubierto la historia que se esconde entre las paredes de la casa.

La Quietud invita al espectador a compartir la singular profundidad de nuestros personajes, sus historias y sus circunstancias, e incita al público a sumergirse en los laberintos emocionales en los que evoluciona la historia de unos personajes tan desesperados como maravillosos.


Biografía de Pablo Trapero
Pablo Trapero nació en San Justo, Argentina en 1971. En 1999 dirigió su primer largometraje, Mundo Grúa, que ganó el Premio de la Crítica en Venecia.

En 2002, fundó su propia compañía, Matanza Cine, para producir películas de otros realizadores así como las suyas. Su segundo largometraje, El bonaerense (2002), se estrenó en Cannes, Familia rodante (2004) en Venecia, y Nacido y Criado (2006) en Toronto.

En 2008, Leonera, que se estrenó en Competición en Cannes, dio a conocer el talento de Martina Gusman, la musa, actriz y productora de Trapero. Volvió a Cannes con Carancho (2010) y Elefante Blanco (2012) en la sección Un Certain Regard y en 2014 fue también Presidente del Jurado de Un Certain Regard.

En 2015, el Ministerio de Cultura de Francia nombró a Trapero Chevalier de l'Ordre des Arts et des Lettres; es el primer director sudamericano en recibir esta distinción. Su última película, El clan, ganó el León de Plata al Mejor Director en el Festival Internacional de Cine de Venecia y el Goya a la Mejor Película. En 2017 se convirtió en miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.