Erin Bell es una detective de Los Ángeles incapaz de perdonarse sus errores del pasado. Con los años, su prioridad es reconducir la difícil relación con su hija adolescente.

Cuando el líder de una banda criminal en la que ella se infiltró de joven regresa a la ciudad, Erin encontrará su última oportunidad para redimirse y garantizar un futuro mejor para su familia.


Sinopsis 2
En Destroyer, el nuevo thriller policíaco de Karyn Kusama, el recibo de una factura marcada con tinta en el correo interno impele a la veterana detective de la policía de Los Ángeles Erin Bell (Nicole Kidman) hacia un peligroso viaje para dar con Silas (Toby Kebbell), asesino y líder de una banda, y quizá para hacer las paces por fin con su atormentado pasado.

Escrito por Phil Hay y Matt Manfredi (La invitación; Amor loco, amor prohibido), asimismo productores del film junto a Fred Berger (La La Land; Operation Finale), este drama de gran complejidad que transita por el vientre de Los Ángeles y de las comunidades cercanas al desierto congrega a Bell y a miembros de la banda criminal a la que ella se incorporó en una ocasión como agente infiltrado del FBI; una misión que acabó desastrosamente y que a Bell le significó una pesada factura en su vida a nivel emocional y físico.

Uno a uno, Bell rastrea a los antiguos secuaces del líder de la banda, entre ellos Petra (Tatiana Maslany), quien fuera amante de Silas, y ahora una chica de los recados. Durante su obsesiva búsqueda, Bell se ve inundada con recuerdos de sus días de infiltrada en la banda de Silas, y de su implicación en el robo de un banco que devino un desastre trágico. Son particularmente dolorosos sus recuerdos de Chris (Sebastian Stan), su colega del FBI con quien tuvo un breve pero profundo idilio.

Sin embargo, los problemas de Bell no se limitan tan sólo al pasado: mantiene un conflicto creciente con su rebelde hija de dieciséis años, Shelby (Jade Pettyjohn), de quien está alejada. Sus torpes intentos de llegar a Shelby son un fracaso sistemático que agrava su aplastante desesperación y sensación de pérdida.

Mientras se centra en Silas, los fantasmas de su pasado comprometido emergen, y Bell deberá hacer las paces con su propia culpabilidad acerca de cuanto pasó antes de poder albergar cualquier esperanza de redención.