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Cadáver cartel reducidoCadáver(The possession of Hannah Grace)
Dirigida por Diederik Van Rooijen
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CADÁVER, de Screen Gems, es un intenso thriller de terror protagonizado por Shay Mitchell, Stana Katic, Grey Damon, Nick Thune, Jacob Ming-Trent, Max McNamara, Louis Herthum, James A. Waston, Jr y Kirby Johnson. Diederik van Rooijen ("Daylight (Daglicht)", "Taped") dirige la cinta a partir de un guion de Brian Sieve ("Scream", "Boogeyman 2"). El filme está producido por Todd Garner y Sean Robins, de Broken Road Productions. Glenn S. Gainor ejerce de productor ejecutivo. Andrea Ajemian es coproductora. Lennert Hillege es el director de fotografía, mientras que el montaje es obra de Stanley Kolk y Jake York. El diseño de producción es de Paula Loos, el diseño de vestuario de Deborah Newhall y la música de John Frizzell.


La pesadilla de una mujer cobra vida de manera horripilante
"El exorcista", "La maldición de los Bishop", "Escalofrío"... todas películas esenciales de los años 70, estudios magistrales de terror psicológico creciente que sirvieron de importantes fuentes de inspiración para el director Diederik van Rooijen en CADÁVER, en el que Shay Mitchell, estrella de la popular serie "Pequeñas mentirosas", se estrena como protagonista absoluta de un filme. Mitchell, en el papel de la ex policía Megan Reed, lleva a la gran pantalla a una heroína sumamente competente, que ha pasado por una mala racha, pero está decidida a rehacer su vida. Para ello, sin embargo, tendrá que superar desafíos que jamás podría haber imaginado, cuando una serie de sucesos sobrenaturales la llevan a dudar de su cordura. Una fuerza demoníaca ha puesto la mira en Megan y no se detendrá ante nada hasta acabar con ella.

CADÁVER cobró vida cuando los productores de Broken Road Todd Garner y Sean Robins se pusieron a buscar una premisa única en torno a la cual pudiera girar una película de miedo verdaderamente aterradora. "Empezamos a pensar en ideas y entornos que nos parecieran espeluznantes; esta película en concreto surgió de hecho de un artículo que leímos sobre alguien que tuvo que hacer su trabajo comunitario en un depósito de cadáveres", recuerda Robins. "La idea de una joven sola en un depósito de cadáveres, alguien que no estaba acostumbrada a los cuerpos, los olores, el aislamiento, fue algo que despertó nuestra curiosidad. De joven, tenía un amigo cuyo padre era director de funeraria y, al oír las historias que contaba, siempre parecía un lugar estupendo en el que meter a un personaje para sacarlo de su elemento, como hacemos aquí con Megan, para exponerla a algo verdaderamente terrorífico".

"Es una historia de una mujer que tiene que hacer frente a su propia salud mental y que se encuentra atrapada en una situación verdaderamente angustiosa de un trabajo muy solitario, espeluznante y pavoroso", agrega el productor Todd Garner. "Al principio, no está segura de si es su propia salud mental o si está sucediendo algo verdaderamente sobrenatural. Me pareció que esa premisa tan escalofriante de estar solo en un depósito de cadáveres de noche era realmente interesante, una persona que está pasando por un mal momento, intentando rehacer su vida y se encuentra atrapada en una situación muy extraña".

Al guionista Brian Sieve, cuya filmografía incluye la serie de televisión de MTV de "Scream" y "Boogeyman 2", le interesó el concepto desde el primer instante. "Hablamos de varias peores situaciones posibles, y me pareció que verse atrapado en un depósito de cadáveres solo a lo largo de una noche sería un punto de partida muy interesante para una película de terror", aporta Sieve. "Es sin duda algo que nunca querría hacer y, si la simple idea ya me estaba poniendo los pelos de punta, podría servir para conseguir una buena película. Siempre me han atraído las películas de miedo que son de naturaleza más psicológica, en las que te cuestionas la cordura del protagonista, y el protagonista se cuestiona su propia cordura".

Sieve emprendió una intensa labor de documentación. Vio documentales sobre las experiencias de paramédicos encargados de llevar cadáveres a los depósitos, y entrevistó a expertos del departamento forense del condado de Los Ángeles. Manteniendo muy presentes los reveladores conocimientos del mundo real que había logrado recopilar, Sieve se sentó a escribir un thriller psicológico que girara en torno al personaje, que se inspirara y a la vez pusiera al día temas clásicos de terror. A la vez que intensificaba los sustos sobrenaturales, no dejaba de centrar el guion en las experiencias y la perspectiva de una antigua policía con problemas emocionales, pero sumamente resistente.

La historia arranca, sin embargo, no con Megan, interpretada por Shay Mitchell, sino con un espeluznante exorcismo que se está realizando a la joven Hannah Grace. La adolescente está sufriendo un terrible caso de posesión demoníaca y el padre Marcato, un sacerdote, y su ayudante, el padre Cunningham, intentan obligar desesperadamente a la malvada presencia a liberarla de sus garras. Mientras recitan pasajes religiosos, el cuerpo de Hannah se contorsiona para adoptar posturas imposibles. Sus intensos ojos azules brillan siniestramente. Con un gruñido desafiante, el espíritu asegura a sus adversarios que vivirá eternamente dentro de Hannah y que sus esfuerzos para salvarla serán infructuosos. Al final, al verse sin ningún otro recurso, Grainger asfixia a la joven con una almohada, poniendo fin a su tormento, o eso cree.

Entonces es cuando conocemos a la ex policía Megan. Va camino de una entrevista para un nuevo trabajo, ayudante de ingreso del depósito de cadáveres de un hospital de Boston. Es el mismo centro en el que ha pasado recientemente una temporada superando sus problemas de abuso de sustancias que desarrolló tras la muerte de su compañero en acto de servicio. Pese a que, a Lisa, la enfermera que es su espónsor de Alcohólicos Anónimos y que le brinda todo su apoyo, le preocupe que Megan trabaje sola, le alegra verla esforzarse por recuperar un asomo de normalidad en su vida. Puede que el turno de noche no sea para todos, pero mantenerse ocupada durante las horas en las que puede sentirse más tentada de recaer debería ayudar a aliviar la tentación que pueda sentir Megan de automedicarse.

Al principio, la nueva rutina sienta bien a Megan. Adquiere una mínima confianza con los escasos empleados del hospital que trabajan a esas horas con ella, como los guardias de seguridad Dave y Ernie y el conductor de ambulancia Randy. A su ex novio y agente de policía, Andrew, le preocupa la factura que le pueda pasar el hecho de trabajar en un entorno tan insólito, pero Megan está convencida de que la prolongada soledad le ayudará a avanzar en su recuperación.

Sin embargo, después de que Randy traiga el cuerpo mutilado de una joven, Megan empieza a notar una serie de extraños sucesos inexplicables. Luces que parpadean. Máquinas que fallan. Y lo que resulta más inquietante de todo, las heridas que antes eran visibles en el cuerpo parecen ir desvaneciéndose poco a poco, casi como si el cadáver hubiera encontrado una forma de curarse. Megan descarta al principio esas observaciones como el producto de una imaginación febril, pero no tardará en convencerse de que corre un grave peligro, acechada por una fuerza sobrenatural que no se detendrá ante nada hasta acabar con ella.

Pero su enemigo no se da cuenta de que Megan no está dispuesta a rendirse sin luchar. "A la hora de decidir el tono y el tipo de terror que quería crear, tomé algunos de los elementos que más me interesaban de películas como 'El resplandor', 'La semilla del diablo', 'Repulsión', 'La mosca'... o sea, terror del que se te queda dentro", explica Robins. "Sí, quieres asustar a la gente, pero una semana después de ver la película, quiero que aún se sientan: 'Vaya, eso me afectó, fue extraño'. Una enorme fuente de inspiración para esta película fue 'Alien, el octavo pasajero', con Sigourney Weaver como una mujer fuerte atrapada en un espacio reducido y enfrentada a una fuerza malévola que es potencialmente más fuerte que ella".

El presidente de producción física de Screen Gems, Glenn S. Gainor, quedó impresionado por las extraordinarias formas de la historia y su premisa tan claramente concentrada. Combinar los inquietantes temas de la posesión y el exorcismo con un tenso y evocador thriller ambientado en un espacio reducido que alberga los cadáveres de los recién fallecidos le pareció algo absolutamente original a este veterano de Hollywood. La idea recurre a algunos de nuestros miedos más arraigados y primarios.

"Ambientar la película en un depósito de cadáveres funciona a nivel psicológico", opina Gainor, que también ejerció de productor ejecutivo de CADÁVER. "Aceptas un trabajo en un entorno muy estéril donde no esperas que pase mucho. Pero no deja de ser un depósito de cadáveres, al fin y al cabo, y a todos nos da miedo la muerte y lo desconocido. Todos hemos visitado habitaciones de hospitales, pero nunca he estado en un auténtico depósito de cadáveres. Pocas personas lo han hecho. Es uno de esos lugares a los que no solemos exponernos. Cuando muere alguien, no sabemos qué pasa con el cuerpo. Y Megan se encuentra en ese lugar tan inquietante y misterioso".

Encontrar a la actriz adecuada para interpretar a Megan era fundamental para que la película funcionara. Durante siete temporadas de la serie del canal Freeform "Pequeñas mentirosas", la actriz, modelo e influidora de las redes sociales canadiense Shay Mitchell encarnó a Emily Field, una atleta de talento que necesitaba asumir su sexualidad. En ese papel que le sirvió para acumular un gran número de fans, Mitchell había demostrado su capacidad para aparecer a la vez increíblemente fuerte y sensiblemente vulnerable, rasgos que la hacían perfecta para interpretar a Megan. En sus capaces manos, el personaje se convirtió al instante en una heroína a la que los espectadores querrían animar en estas circunstancias tan extremas.

"Para hacer de Megan Reed, queríamos a alguien con quien el público pudiera identificarse y ponerse en su lugar, alguien exactamente como Shay", recuerda Robins. "Otra cualidad importante que nos atrajo de Shay eran sus aptitudes físicas. Megan va a tener que luchar por su vida, así que quieres a alguien que puedas creer que va a estar a la altura de las circunstancias. Shay, que boxea y se ejercita todos los días, es capaz de hacer escenas de acción asombrosas y creíbles. Su interpretación va más allá de lo que la habíamos visto hacer hasta ahora".

Garner agrega: "Como interpreta a una policía novata que cometió un error y está sufriendo las consecuencias, necesitabas una cierta verosimilitud con una persona que tiene la fuerza interior suficiente como para que te la puedas creer como policía novata. Shay posee esa clase de inteligencia y cualidades físicas. Podrías creértela en ese papel".

Para Mitchell, el papel de Megan representaba una oportunidad excepcional de interpretar a un personaje complejo sometido a una presión inimaginable que tiene que hacer acopio de todas sus reservas de valor para enfrentarse a una amenaza sobrenatural. "Me gustó mucho el hecho de que fuera capaz de ir superando cosas a lo largo de la película, de que no muriera y ya está", señala Mitchell. "Se demuestra a sí misma que era capaz de hacerlo. Encontrarse sola toda la noche en un depósito de cadáveres sería un trabajo que a cualquiera de nosotros nos haría sentirnos muy aislados, pero para alguien como Megan, que ha pasado recientemente por muchos altibajos, creo que verse rodeada de cadáveres resulta extrañamente consolador. Allí nadie la juzga. Nadie le dice que la ha vuelto a liar o que está mintiendo y que necesita comportarse como Dios manda. Pero, cuando las cosas empiezan a ponerse extrañas en el depósito, su falta de confianza en sí misma empieza a complicar la situación".

Para Megan, que cree que "cuando te mueres, te mueres", la idea de verse acechada por una fuerza sobrenatural le resulta absurda, y da por hecho que su mente debe de estar jugándole una mala pasada. Sieve explica: "Megan se va sintiendo cada vez más angustiada y empieza a cuestionarse su propia cordura, preguntándose si su ansiedad intenta hacer que vuelva a tomar drogas a base de convencerla de que lo que ve y oye no está pasando en realidad. Lo cierto es que cualquiera empezaría a imaginarse cosas en una situación tan espeluznante. Empezarías a oír ruidos siniestros y a imaginarte todas las cosas horribles que podrían suceder".

Como preparación para interpretar a Megan, Mitchell acompañó a unos agentes de policía de Boston de patrulla y estudió cómo es el trabajo en un depósito de cadáveres. "Shay Mitchell aporta mucho talento a esta película", afirma Gainor. "Es un papel muy intenso y, desde el primer día, se lo tomó muy en serio. Se metió de lleno verdaderamente en su papel".

Para dirigir el filme, los productores Garner y Robins sabían que necesitaban a un cineasta sofisticado con una aguda comprensión tanto de los personajes y las interpretaciones, como de lo que hace falta para crear los sustos verdaderamente cinematográficos recogidos en el guion de Sieve. Decidieron recurrir al guionista y director holandés Diederik van Rooijen, que contaba con un distinguido currículum en cine y televisión en su país natal pero no había trabajado anteriormente en Hollywood. Así pues, van Rooijen debuta en una producción de habla inglesa con CADÁVER.

"Nos planteamos hasta cincuenta directores diferentes, en busca de alguien que aportara nuevas formas de asustarte", reconoce Robins. "La verdad es que Diederik fue la primera persona con la que me reuní para hablar de esta película y me quedé entusiasmado al instante con todo lo que dijo sobre el guion y la forma en que quería rodarlo. Los sobresaltos están bien, la sangre y la casquería son una parte típica del género, pero nos interesaba mucho más el aspecto psicológico y con Diederik logramos un equilibrio excelente. La clase de películas que le atraen eran exactamente las películas que a nosotros, Screen Gems y Sony, nos entusiasmaban".

Aunque van Rooijen no había hecho nunca una pura película de terror propiamente dicha, tenía experiencia con thrillers de serie negra y suspense como las cintas holandesas "Taped" (2012) y "Daylight (Daglicht)" (2013), y adoraba el género. De niño, se crió viendo clásicos como "El resplandor", "La noche de Halloween" y "Hellraiser". "Las he visto todas y cuando era todavía demasiado joven", admite riendo el realizador. "He vista muchísimas películas de esas, pero nunca me habían permitido jugar con el género. En Europa, no tienes realmente la oportunidad de hacer esa clase de películas. Hace falta mucha técnica. Hay un montón de imágenes oscuras preciosas que puedes utilizar".

Para conseguir el trabajo, van Rooijen hizo un cortometraje de cinco minutos que condensaba su enfoque creativo del proyecto, utilizando movimiento, diseño de sonido y la claustrofobia del entorno para aumentar la tensión inherente en la emocionante premisa. Incluso filmó el corto dentro de un depósito de cadáveres de Ámsterdam para lograr una mayor sensación de realismo. "El guion posee un maravilloso equilibrio entre lo sobrenatural y lo macabro y la vida real", opina van Rooijen. "Puedes imaginarte paseando por un depósito y tener que pasar allí la noche. Es horripilante. Y lo hice para ese avance. Nos pasamos un día entero rodando y todos los cajones no estaban vacíos".

"Lo que verdaderamente me encanta de la premisa es tener a alguien atrapado ahí abajo, que tiene que afrontar sus propios demonios... y el demonio de verdad", prosigue el director. "Quería captar esa soledad. El tiempo pasa muy despacio cuando estás solo en una situación así. Siempre estás esperando que pase algo. En eso consiste la mitad de la experiencia. Y luego, por supuesto, tienes que darles un susto de muerte, cosa que haremos".

El productor Garner comenta sobre van Rooijen: "Sentía una gran pasión por el material. Es un director muy evocador. Esa grabación de muestra nos permitió ver la atmósfera y los sustos que pretendía crear".

Si Mitchell y van Rooijen eran vitales para el éxito del proyecto, no lo era menos el papel fundamental de Hannah Grace, la desventurada chica que pierde la vida en el inquietante exorcismo con el que arranca el filme. La violenta y feroz fuerza demoníaca que ha tomado posesión del cuerpo de Hannah no está dispuesta a permitir que algo tan nimio como la muerte de la joven ponga fin a su reinado de terror. Cuando su cadáver llega al depósito, el espíritu maligno ve la oportunidad perfecta de seguir causando destrucción, cobrándose cada vez más víctimas mientras persigue a su verdadera presa, Megan.

"El cadáver inflige daño y siembra el terror en su misión de encontrar el mejor cuerpo anfitrión para hacerse lo más fuerte posible, cada vez que mata, el cuerpo se cura", explica Robins. "Cuando empezamos a hablar de nuestro cadáver y de a qué clase de actriz debíamos elegir, sabíamos que buscábamos a alguien que entendiera el movimiento, que pudiera manipular su cuerpo. Siempre va a dar más miedo si no utilizas efectos digitales, si empleas a alguien que es capaz de hacer con su cuerpo las cosas que necesitas que haga el personaje".

La bailarina y modelo Kirby Johnson fue elegida para interpretar a la adolescente que regresa de la muerte para acechar implacablemente a Megan por los pasillos del sótano del depósito. Johnson empezó a bailar en su localidad natal de Cayo Largo, Florida, a los 11 años de edad; su experiencia como bailarina, su agilidad y su increíble flexibilidad resultaron clave para que se hiciera con el papel. "No creo que una chica normal que no fuera bailarina pudiera haber interpretado algo tan específico físicamente", opina Johnson. "La primera vez que hablé con Diederik, estaba entusiasmado por el hecho de que yo pudiera hacer todos esos movimientos tan retorcidos, de modo que no tuvieran que idear efectos o retocarme digitalmente. Estaba extasiado con todas las cosas extrañas y escalofriantes que puedo hacer, como desencajarme los hombros. Al mismo tiempo, se mostró muy protector conmigo mientras trabajábamos".

"Estamos deseando que el público vea a Kirby", aporta el productor ejecutivo Gainor. "Es una bailarina de talento con la fantástica capacidad de una contorsionista. Buena parte de lo que se ve en la película podría parecer que se trata de efectos visuales, pero no es más que de Kirby manipulando su cuerpo de una manera que muy pocos podemos. Es arte interpretativo y va a poner los pelos de punta a la gente".

Ya se empezó a sacar buen provecho de manera memorable a esa extraordinaria capacidad de Johnson en la angustiosa escena inicial del exorcismo, en la que el demonio que posee a Hannah Grace maltrata su cuerpo retorciéndolo de manera inhumana. La secuencia se filmó en una iglesia de Ámsterdam a lo largo de dos días y resultó tan aterradora de ver que al menos una persona tuvo que abandonar el lugar.

"Kirby estuvo genial", afirma van Rooijen. "Posee la capacidad de desencajar sus brazos y piernas, que resulta terrorífica. Eso ayudó a crear algo especial, porque la mayor parte de todo eso es real, lo hicimos en vivo. No hay muchos retoques digitales. Pudimos jugar y contar con reacciones reales, que creo que queda muy bien en ese tipo de escenas. Lo pasamos estupendamente ese día, pero bastante gente pasó mucho miedo haciéndolo. Una persona tuvo que marcharse del plató y dijo: 'Esto es demasiado para mí'. Eso te da la sensación de que vas por buen camino".

"Puede moverse de formas asombrosas", agrega Adrien Morot, que diseñó el maquillaje de efectos especiales del filme. "Es realmente increíble lo que puede hacer con su cuerpo. Consigue ladear la cabeza de tal forma que hace que parezca que se le está cayendo".

Aunque su proximidad a Megan hace que sus vidas corran un gran peligro, la heroína cuenta con aliados importantes de su parte, incluida su espónsor de Alcohólicos Anónimos, Lisa. La preocupada enfermera está interpretada por la actriz Stana Katic, famosa por su trabajo a lo largo de numerosas temporadas en la popular serie policíaca "Castle", entre otros muchos papeles en cine y televisión. "Aportó muchos matices fantásticos de emoción y carácter", opina Robins. "Es una mujer hermosa e increíblemente inteligente, culta y muy versada en muchas materias distintas. Creo que eso se trasluce en la película. Puede que sea un cliché, pero da la sensación de poseer una sabiduría impropia de alguien de su edad. Cuando Lisa le da consejos a Megan sobre qué necesita hacer para asumir el control de su vida, la crees".

Mitchell agrega: "Lisa, que también es una adicta en recuperación, se da cuenta de que se te pueden pasar muchas cosas por la cabeza y advierte a Megan sobre exagerar o dramatizar. Vigila atentamente a Megan, como una hermana mayor, y Stana le da un aire muy sereno a su papel. Es sumamente calmada y tranquilizadora, alguien con quien realmente querrías ir a hablar. Le encaja a la perfección interpretar a alguien que es un gran apoyo para Megan".

Asimismo, su ex novio Andrew aún se preocupa mucho por Megan, pese a su distanciamiento, y teme que el depósito no sea un lugar seguro para alguien que lucha por superar su adicción. "Creo que Andrew es la voz de la razón, el angelito en el hombro de Megan, su conciencia", aporta Grey Damon ("Estación 19", "Friday Night Lights"), que interpreta al ex novio policía de Megan. "Aunque Megan está ahora mismo hecha un verdadero desastre, Andrew sabe que tuvo que afrontar una enorme tragedia y ahora intenta poner en orden su vida".

"Grey Damon es un actor formidable", asegura Mitchell. "Como antiguo novio de Megan, es quien cree en ella, quien estaba allí antes de que su vida se fuera al garete. Sigue apoyándola y probablemente aún siga enamorado de ella. Tiene una relación de mucho tira y afloja con Andrew, que es muy fuerte, seguro y sano. Es evidente que Megan le quiere y se preocupa por él, pero no lo quiere cerca porque le recuerda lo que podría haber sido. Aunque solicita su ayuda cuando el misterio empieza a aumentar".

Nick Thune, como Randy, el agradable conductor de ambulancia que lleva el cadáver poseído al depósito, aporta un bienvenido toque de humor a su papel, según Robins. Ayuda a darle a los espectadores un breve respiro del continuo terror.

"Parte de la diversión de producir películas de miedo es la posibilidad de incorporar algo de humor, y queríamos valernos de algunos de los personajes secundarios para darle ese toque de humor", comenta Robins. "Queríamos permitir respirar a los espectadores, tomarse un momento para recuperar la compostura entre sustos. Al elegir a Nick Thune, que es más conocido como cómico, queríamos incorporar un tipo de personaje a la historia que no esperas encontrarte en una película así. Resulta creíble como conductor de ambulancia que tiene su propio pasado y problemas, que comparte con Megan. Nick también cae simpático al instante gracias a su aspecto general, su actitud hacia su trabajo, su capacidad para conectar y sintonizar con ella".

"Randy tiene un pasado agitado", prosigue Thune. "Dado que también ha tenido problemas con la bebida, ha mentido y engañado, ve algo en Megan con lo que se puede identificar, así que le toma simpatía. Creo que lo que más me gusta de él es que es una persona completamente inofensiva entre tanta oscuridad como hay en esta película".

Thune disfrutó especialmente trabajando con Mitchell: "Shay dota a Megan de verdadera crudeza, es una mujer impresionante", opina. "Mola verla en este papel tan increíblemente duro, nada que ver con el de 'Pequeñas mentirosas'. No es que no fuera dura en ese papel, pero es algo diferente, más serio. Creo que Shay lo dotó de una gran fuerza".

Los guardias de seguridad Ernie y Dave, interpretados por Jacob Ming-Trent y Max McNamara respectivamente, también aportan al principio momentos de humor. "La suya es una relación estupenda, uno de ellos es un inocentón y el otro uno de esos tipos que ya lo ha visto todo y no le importa nada", explica Robins.

"Ernie no es muy amigable", admite Ming-Trent. "No le hace mucha gracia trabajar en el depósito de cadáveres, pero ve este trabajo como una oportunidad estupenda de comer donuts, leer el periódico y, de vez en cuando, responder alguna pregunta o comprobar alguna cámara de seguridad. Pero adora a su compañero Dave, es una relación un poco estilo Epi y Blas. Dave es un poco más joven, un poco más optimista, un poco más amable, y creo que Ernie permite a Dave ser el único que se puede burlar de él".

Cuando Dave conoce a Megan en su primer día, se queda colado por ella al momento, prosigue McNamara. "Es como un cachorrito enamorado, que no deja de seguirla por todas partes", comenta. "No tiene más que buenas intenciones, aunque a veces resulte un poco incordiante, pero está listo para acudir a rescatarla en cualquier momento. Es un bromista al que le encanta asustar a la gente, ¿y qué mejor lugar para hacer eso que un depósito de cadáveres?".

Louis Herthum ("Westworld", "El último exorcismo") interpreta al personaje identificado posteriormente como Grainger. "Es un tipo bastante siniestro que también está sufriendo mucho", comenta Herthum sobre su personaje. "Cuando Diederik y yo charlamos por primera vez a través de Skype, me dijo que mi cara registraba bien el dolor, así que supe que me iba a tocar expresar mucho ese sentimiento. Además, siempre me gustan los papeles con actividad física, quería ser un especialista mucho antes de lo que quería ser actor, de modo que ese tipo de cosas me resultan fáciles".

En este caso, la acción física llega en forma de una acalorada discusión entre Grainger y Megan. "Al principio de la película, la vemos boxear y está claro que sabe dar puñetazos", aporta Herthum. "Así que nuestra pelea resulta muy convincente cuando le pega una buena paliza al asesino. Pero, aunque Megan es fuerte y capaz, Shay aporta una vulnerabilidad a ese personaje que está pasando por un momento muy difícil. Es una actriz maravillosa y una delicia de persona. En este negocio, no siempre te encuentras gente así".

La coproductora Andrea Ajemian tampoco duda en alabar el talento y la profesionalidad de Mitchell. "Cuando eres el actor principal de una película, esta se centra principalmente en ti, así que hay mucha responsabilidad", agrega Ajemian. "[Mitchell] Tiene los pies en la tierra. Trabaja en equipo, pero también es una líder. Creo que esto va a ser el principio de una gran carrera en el cine para ella".

El director Van Rooijen concuerda: "Todo el mundo se va a quedar asombrado con lo que ha hecho", proclama. "Están solos ella y el demonio, ya está. Sus reacciones son las que hacen que resulte aterrador y entretenido de ver".

En definitiva, el director espera que la estremecedora historia de exorcismo y posesión de la película no solo ofrezca a los espectadores la oportunidad de ver a Mitchell con otros ojos, sino que también les ofrezca una experiencia cinematográfica visceral y memorable, que se gane un hueco entre las mejores del género. CADÁVER, señala, hará que los espectadores peguen un bote en sus butacas. "Quiero que se asusten, quiero que se pongan de los nervios y quiero que no dejen de dar botes", afirma van Rooijen. "Espero que disfruten. Es una experiencia aterradora, pero a la vez muy divertida".


Acerca del rodaje
Para filmar CADÁVER, el equipo de rodaje se desplazó a Boston para sacar provecho de los singulares paisajes urbanos de la ciudad. "Necesitábamos un lugar que resultara creíble", aporta el productor Todd Garner. "Boston tiene un ambiente estupendo. He rodado siete películas allí. Me gusta mucho esa ciudad. Tiene un aspecto estupendo, en lo relativo al muelle y las propias zonas marginales. Era un lugar interesante, parecía una ciudad en la que podría suceder esta historia".

Tanto el ayuntamiento (construido en 1968) como el cercano edificio Hurley (acabado en 1971) se utilizaron como localizaciones para los exteriores y algunos de los interiores del Hospital Boston Metro. Ambos edificios son muestras de arquitectura brutalista, llamativas estructuras modernas de hormigón que resaltan el material con que están construidas. Los edificios, polémicos desde el primer momento, siguen contando con defensores fieles y firmes detractores, pero la imponente naturaleza de las estructuras marcaba el tono que necesitaba una angustiosa historia de posesión demoníaca.

"El marcado contraste entre los colores de los edificios les confiere un aspecto pavoroso por sí mismos", alega el productor Sean Robins. "El ayuntamiento de Boston tiene un aspecto maravillosamente brutal. No es un lugar que invite a visitarlo. Es una mezcla interesante de hormigón y ladrillo con enormes espacios abiertos, con ventanas grandes y pequeñas... la calidad de la luz que entra y los lugares a los que no llega resultan fascinantes. Ya parece extrañamente un hospital de un mundo distópico".

"Estoy absolutamente prendado con la arquitectura brutalista", agrega el director Diederik van Rooijen. "El ayuntamiento de Boston, que hace las veces de nuestro hospital, en el que se encuentra el depósito de cadáveres, es un edificio verdaderamente precioso. Inspiró el aspecto de toda la película. Dejamos que ese edificio influyera en el aspecto de nuestro depósito. La estructura está rodeada de tanto hormigón, que casi parece que estés en una jaula de cemento".

Para la diseñadora de producción Paula Loos, el mayor reto fue conseguir el ambiente adecuado para los decorados del depósito, que se construyeron en los platós de New England Studios en la cercana Devens, Massachusetts. El depósito tiene un papel lo suficientemente importante como para ser en sí mismo otro personaje más de la película, y Loos quería que la escala de los decorados empequeñeciera físicamente a la estrella Shay Mitchell. Con un telón de fondo tan siniestro, Megan parecería más vulnerable aún. "Poner a una mujer como Megan en un edificio tan grande sirve de reflejo de su soledad", explica Loos.

Al igual que el guionista Brian Sieve, Loos realizó una intensa labor de documentación al principio del proceso creativo. "Me documenté sobre depósitos de cadáveres y conseguí que me dieran autorización para visitar al forense de Los Ángeles", recuerda. "Allí, saqué inspiración de cómo son las cosas en la vida normal, las mesas quirúrgicas, los instrumentos que se emplean y cómo está todo dispuesto, aunque, naturalmente, la vida 'normal' que hemos creado es un poco distinta a la realidad".

Los tenebrosos pasillos y las amplias cámaras que construyeron Loos y su equipo sirvieron como entorno perfecto para que se desarrollara la inquietante acción sobrenatural. "Paula hizo un trabajo formidable para nosotros diseñando pasillos con sus recovecos, creando el aspecto y la atmósfera de un hospital y un depósito de cadáveres que la gente no ha visto antes", asegura Robins. "Una de mis escenas favoritas del cine de terror es de 'El resplandor', cuando el niño recorre esos largos pasillos montado en su triciclo. Siempre estás temiendo lo que te vas a encontrar a la vuelta de la esquina".

Para construir esos sets, el equipo de rodaje se convirtió en el primero de la historia en emplear el nuevo y revolucionario sistema EmagiBlock® de Emagispace®. Aunque los sets tradicionales suelen hacerse con bastidores de madera no reciclables, la tecnología sostenible de bloques EmagiBlock® permite construir sets de materiales reutilizables y reciclables sin el engorro, el coste ni los residuos de la construcción tradicional.

"Al construir un set tradicional, utilizas mucha madera para crear espacios en los que se cuenta una historia concreta y, cuando acabas, casi todo se tira, y esos son muchos desechos que van a parar al vertedero", comenta el productor ejecutivo Glenn Gainor. "Con Emagispace®, pudimos levantar muros tan altos como quisimos con un material que sencillamente se desmonta para guardarlo y volver a utilizarlo. No solo es mejor para el medio ambiente, sino que se puede tener listo el doble de rápido. Puedes pintarlo. Puedes estucarlo. Luego, cuando acabas, arrancas la capa externa y los bloques siguen estando ahí, listos para utilizarse en cualquier otra película que quieras. Poder hacer más con menos (y menos residuos) es una forma estupenda y progresista de animar a la gente de talento a que se conviertan en narradores aún mejores".

Robins agrega: "Si hablamos de tamaño y escala, esta película va a ser revolucionaria. Cuando se empezaron a construir los sets, yo estaba enfrascado en otro rodaje. Diederik me envió una foto de un plató completamente vacío. Cuando llegué dos semanas después, las paredes estaban levantadas, así como los pasillos de lo que sería el depósito. Todo esto se llevó a cabo en un espacio de más de 900 metros cuadrados en dos semanas. Nunca había visto nada igual".

"El nuevo sistema para construir decorados era genial", proclama entusiasmado van Rooijen. "Me encanta LEGO y esto me recordaba a LEGO. Ahorra mucha energía. Ahorra tiempo y además es estupendo para el medio ambiente. No se generan tantos residuos. Puedes seguir reutilizando los mismos elementos. Parece increíble que no se le hubiera ocurrido nunca a nadie. Es un sistema asombroso y nos ayudó mucho, porque queríamos un decorado grande y, con estos bloques, podíamos construir decorados rápido y tenerlos listos a tiempo".

CADÁVER es además la primera película importante en filmarse enteramente con la cámara α7S II de Sony, parte de la línea de gran éxito de ventas de Sony de cámaras de lentes intercambiables de fotograma completo. La serie A7 de cámaras de fotograma completo está dirigida a fotógrafos y videógrafos tanto entusiastas como profesionales. La α7S II, que ofrece una sensibilidad ultraelevada y un amplio rango dinámico en todo el espectro ISO, así como estabilización de imagen en 5 ejes para lograr un mejor control de lo que se graba, permite conseguir una calidad de imagen impresionante en las condiciones de iluminación más complicadas, desde las mañanas más luminosas a las noches más oscuras.

Además, la α7S II incorpora multitud de funciones profesionales de cine, como la capacidad de grabar vídeo 4K a fotograma completo internamente con lectura de píxeles completa sin agrupamiento de píxeles (es la primera cámara del mundo con esta capacidad). El excepcional equilibrio de la cámara entre sensibilidad, control del plano de foco y su increíble calidad de imagen la convierten en un instrumento especialmente eficaz para cineastas. "Con su sensor de fotograma completo de 35 mm y su elevada sensibilidad, la α7S II se diseñó para permitir a los narradores expresar mejor su visión con casi cualquier presupuesto", explica Gainor.

Las cámaras se equiparon con lentes anamórficas de gran formato Hawk 65 de la empresa alemana Vantage y grabadores externos Atomos Shogun de Australia, instalados en unos aparejos de la empresa de Dallas Redrock Micro y sistemas inalámbricos de enfoque automático. El equipo tras las cámaras empleó luces led modulares Digital Sputnik sumamente eficaces, que pueden crear una amplia variedad de luces blancas de gran precisión con la capacidad de incorporar cualquier color primario o secundario.

Las luces Digital Sputnik fueron esenciales para filmar más rápida y eficazmente sin comprometer la calidad de la α7S II. Las luces Digital Sputnik está diseñadas para otorgar más control creativo al director de fotografía en el set de rodaje. Las luces DS pueden generar cualquier color, lo que permite al director de fotografía graduar las luces del set para conseguir el aspecto deseado. Eso otorga mayor libertad creativa con confirmación visual de la calidad de las imágenes en el set.

Gainor explica: "Este enfoque permite a los directores de fotografía trabajar con unas herramientas visuales con las que pueden conseguir el aspecto que quieren calibrando las luces en lugar de calibrar la imagen. Con la sensibilidad a la luz, podemos rodar en lugares como el ayuntamiento de Boston por la noche, aprovechando las luces por las que la ciudad de Boston ha pagado mucho dinero".

"Glenn, de Screen Gems, es un genio", opina el productor Garner. "Sabía perfectamente cómo llevar la faceta tecnológica al siguiente nivel. Su pasión y su intelecto nos condujeron al nuevo diseño de decorados y a la forma de utilizar las cámaras. Fue fundamental para conseguir que Diederik se sintiera cómodo con esos dos aspectos del rodaje".

El cineasta afirma que estaba entusiasmado por las posibilidades creativas que ofrecían las nuevas tecnologías. "Siempre estoy abierto a un nuevo reto, estaba deseando ver lo que esas cámaras podían hacer", aporta van Rooijen. "Acabamos con unas estupendas lentes anamórficas Hawk para aprovechar al máximo la capacidad de la cámara. Queríamos ver lo lejos que podíamos llegar. Fue una colaboración estupenda".

El director de fotografía Lennert Hillege, que ya había trabajado con van Rooijen en sus producciones holandesas anteriores y, al igual que Loos, era compañero de la escuela de cine del director, describe la gama de color final de la película como una combinación de rojos y azules. "En general, el depósito de cadáveres y sus elementos de hormigón tienen un ambiente más turbio y frío, verde azulado, pero siempre quisimos contar con detalles rojos, ya fuera en las pequeñas luces proporcionadas por Digital Sputnik que están por todas partes o en las señales de salida, pequeños detalles que le dan un toque de rojo diabólico a este ambiente más frío".

En general, el ambiente frío e imponente, los amplios e inquietantes decorados y la evocadora iluminación, causaron una gran impresión a los actores cuando llegaron al set. "Creo que lo más escalofriante fue ver los cajones donde se guardan los cuerpos", opina Shay Mitchell. "Soy un poco claustrofóbica, así que la idea de encontrarme en uno de esos cajones, sin estar muerta, me resulta más que ligeramente aterradora".

Nick Thune agrega: "Mi única experiencia con depósitos de cadáveres es 'Turno de noche', la película de Michael Keaton. Así que me pareció que eran muy divertidos. Y resulta que no lo son. Me asusté cuando rodamos la escena en la que me subo en el ascensor y dejo sola a Megan; aunque estábamos rodeados de todo un equipo de rodaje, pensé: 'Vaya, esto sí que es encontrarse solo en un lugar pavoroso de noche'".

La presencia de Johnson no hizo más que conseguir que el set resultara aún más aterrador. Adrien Morot, de Montreal, que trabajó en el drama de supervivencia ganador del Óscar de 2015 "El renacido (The Revenant)", fue el jefe del departamento de prostéticos y maquillaje de efectos especiales, y diseñó el aspecto único de la Hannah Grace interpretada por Kirby Johnson, en colaboración con van Rooijen y los productores.

"Queríamos algo horroroso pero real", recuerda Robins. "Queríamos que ese ente malévolo aún fuera reconocible como persona, tu peor pesadilla del aspecto que podría llegar a tener un cuerpo, una combinación de haber sido descuartizado, quemado, despedazado... pero todavía humano".

"Cuando diseño un personaje, quiero que la gente pueda entender de inmediato qué está pasando en cuanto echen un primer vistazo al personaje", agrega Morot. "Hannah Grace tiene la mitad del cuerpo quemado. La han rajado y tiene toda clase de heridas más. Tuve que asegurarme de que las heridas fueran precisas y fluyeran en cierta dirección. Concretamente, tiene un corte en el cuello que da la impresión de que se le va a separar la cabeza, junto con un tajo en el estómago y multitud de cortes pequeños aquí y allá".

Para determinadas escenas, Morot creó un modelo a escala natural del cadáver desfigurado. Su equipo y él sacaron un molde de Johnson con su cuerpo encogido en posición fetal y sacaron un molde aparte de sus manos en silicona. "Si haces bien tu molde, consigues sacar todos los detalles, hasta las texturas de la piel, las huellas dactilares y las uñas", explica Morot. "Al principio, es una piel sin pintar, así que le dimos el color que constituye su tono básico de piel. Luego pintamos las heridas y quemaduras basándonos en imágenes de libros de patología forense que mostraban qué aspecto tiene la piel humana quemada y los patrones de color que se forman alrededor de las heridas. Luego creamos ojos y dientes acrílicos para ponerle en la cabeza, le injertamos pelo para crear el nacimiento del pelo y detrás le pusimos una peluca".

Ver el resultado final resultaba sumamente inquietante. "Kirby y el modelo de Hannah eran idénticos", recuerda Mitchell maravillada. "Llegaba y preguntaba: '¿Esa es Kirby?'. Es espeluznante, porque me fijo bien y aun así no consigo estar segura. Adrien es sencillamente increíble, es todo un artista".

También fue Morot quien se encargó de transformar a Johnson en un depredador sobrenatural, un proceso exhaustivo, que llevaba mucho tiempo, y que exigía que la actriz pasara horas cada día en el tráiler de maquillaje. "En total, creamos 20 piezas prostéticas hechas de silicona médica para su cuerpo, que se combinaban con maquillaje de cuerpo completo que incluía cosas como minúsculas venas aerografiadas", explica Morot. "Además de eso, teníamos que tratar con la cuestión de que la película requería que una joven fuera por ahí básicamente desnuda. Así que diseñé el maquillaje para que tapara esa desnudez. Cada corte y quemadura está estratégicamente situado".

Johnson comenta: "Hacían falta cuatro horas para prepararme con todos mis prostéticos, peluquería y maquillaje, y luego otras dos horas más para quitármelo al final del día. Quedaba tan realista que, si pasaba por delante de un espejo, pensaba: '¡Oh, cielos, si soy yo! Tengo un aspecto aterrador'".

"Ese personaje fue una creación enteramente suya", agrega Garner. "Su aspecto, sus cualidades físicas, su intensidad... es infatigable. Podía estar ocho horas a tope sin parar porque es una persona muy atlética".

Johnson quería que su personaje pareciera distinto e inconfundible con respecto a cualquier creación anterior del cine de terror. "Intenté hacer que los movimientos y características de Hannah Grace fueran diferentes de todo lo demás que había visto antes", señala Johnson. "Se ve mucho su cara, lo que es muy diferente de muchas películas de terror en las que no muestran realmente al villano. Te das cuenta de que es una chica, así que intenté mantener sus movimientos humanos, pero un poco quebrados, dado que lleva cierto tiempo muerta, un poco rígidos".

Aunque técnicamente pudiera considerarse que tenía el cuerpo cubierto, Johnson sintió los efectos del frío durante el rodaje. "Tenía una escena con Kirby que rodamos a lo largo de la noche, en el exterior, en un aparcamiento mojado", recuerda Thune. "Hacia unos 4 grados, y ya pensaba que yo lo estaba pasando mal, arrastrándome por el suelo mojado. Pero Kirby, que pesa tal vez unos 30 kg, es una chica muy menuda, estaba fuera, desnuda, con ese tiempo. Y no se le oyó quejarse ni una vez".

"Esa fue la escena más dura de rodar para mí", admite Johnson. "Tuvimos que filmar fuera, de noche, a eso de las dos de la mañana, y hacía un frío helador. ¿Mi vestuario? Apenas había nada, salvo unos cuantos prostéticos. No dejaban de regar el suelo con agua y yo tenía que arrastrarme por los charcos. Pero el resultado es increíble".