Malika, una joven prostituta es salvajemente atacada en la calle por un grupo de gamberros justo delante de las narices de una pareja de burgueses, Hélène y Paul que se ponen a salvo dentro de su coche. Hélène, llena de remordimientos lleva a la joven a un hospital donde entra en coma. Hélène decide cuidar de ella, abandonando temporalmente a su marido y su hijo.
Pero los chulos que atacaron a Malika no la dejaran en paz y Hélène pronto se verá envuelta en algo que no puede comprender: intenta que Malika vuelva a la vida y a la misma vez, intenta mantenerse fuera de las garras de los que la atormentan.