Fox Searchlight Pictures presenta, en asociación con TSG Entertainment, una producción de Archer Gray, ¿PODRÁS PERDONARME ALGÚN DÍA?, dirigida por Marielle Heller, con guión de Nicole Holofcener y Jeff Whitty basado en el libro de Lee Israel. La película está protagonizada por Melissa McCarthy, Richard E. Grant, Dolly Wells, Jane Curtin, Ben Falcone, Anna Deavere Smith y Stephen Spinella. Los productores son Anne Carey, p.g.a, Amy Nauiokas y David Yarnell, y los productores ejecutivos, Jawal Nga, Pamela Hirsch y Bob Balaban.
El equipo de producción incluye al director de fotografía Brandon Trosto, el diseñador de producción Stephen Carter, la editora Anne McCabe, ACE, el diseñador de vestuario Arjun Bhasin, el supervisor musical Howard Paar, la música de Nate Heller y el casting a cargo de Jennifer Euston, CSA.
"Si fuera un bibliotecario, no dejaría a Lee Israel entrar por la puerta, Pero me aseguraría de tener su último libro en las estanterías". -- Thomas Mallon, crítico del New York Times del libro Can You Ever Forgive Me?
En la lista de los grandes falsificadores estadounidenses destaca una mujer: Lee Israel, una escritora en bancarrota, que en su momento gozó de un gran prestigio, y que en tiempos desesperados ideó algo desde su pequeño apartamento de Manhattan: falsificar de manera ingeniosa y creíble las cartas y ocurrencias de los famosos a los que admiraba. De repente, Israel vio que podía ganarse la vida vendiendo cartas falsificadas de famosos a coleccionistas, y se sumergió en una vida de crímenes, robos y engaños.
La historia del ascenso y caída de Lee Israel como falsificadora literaria es algo que podría parecer inverosímil si surgiera de la nada de un guionista, pero todo sucedió como se cuenta. La propia Israel lo relató en su autodestructiva biografía de 2008, Can You Ever Forgive Me?, que narra con un toque de humor sus increíbles desventuras. Melissa McCarthy interpreta el papel de Israel, un papel diferente a cualquier otro de su repertorio cómico. La aclamada cineasta Marielle Heller (THE DIARY OF A TEENAGE GIRL), junto con un numeroso equipo de colaboradoras (incluidas las productoras Anne Carey y Amy Nauiokas, la guionista Nicole Holofcener, la editora Anne McCabe y muchas otras compañeras), nos trae a la gran pantalla el inesperado talento de Israel y los sorprendentemente conmovedores momentos de la historia.
Bajo los caprichos delictivos de Israel se encuentra una historia más personal: la de una marginada solitaria, amante de los gatos y con problemas de alcohol, cuya vida fue ganando emoción con cada persona a la que engañaba. Inspirada por los pícaros literarios a los que imitaba, jugó al juego de la falsificación con estilo. Al ver que tenía éxito en el mercado con sus impecables falsificaciones, Israel finalmente obtuvo el reconocimiento por sus propias pasiones excéntricas, aunque en realidad estuviera captando la atención del FBI. Cuando su negocio creció tanto que no podía controlarlo ella sola, incorporó a un cómplice a su plan, el estafador callejero Jack Hock. Siempre solitaria, Lee tuvo que aprender a compartir su vida con otra persona.
A Heller le encanta que Lee Israel no sea la típica protagonista femenina, que sea una antihéroe que rompe el molde de los antihéroes masculinos. "Creo que las películas tienen siempre unos personajes masculinos maravillosos y complicados que pueden ser muy toscos y moralmente ambiguos, y que nunca los cuestionamos", explica. "Así que tener una historia con una mujer que sea compleja, problemática, que cometa delitos, pero que también sea luchadora, inteligente y ambiciosa, es emocionante".
McCarthy también opina sobre su interpretación de Israel: "Me he vuelto tan apegada a Lee que sólo quiero que la gente la vea por todo lo que era: por su talento, su inteligencia, su mordaz y notable ingenio y también por sus complicadas circunstancias, sus defectos, su corazón roto, su ira... Quiero que la gente la quiera tanto como yo".
Lee Israel: una delincuente estudiosa y sus fascinantes falsificaciones
Lee Israel nunca imaginó una vida de pobreza y crimen. En los embriagadores días de Manhattan de la década de 1970, era una famosa biógrafa con grandes aspiraciones. Sus dos libros más vendidos (biografías con buena recepción sobre la estrella del cine Tallulah Bankhead y la reportera del mundo del espectáculo Dorothy Kilgallen) hicieron entrada en la ostentosa escena literaria de Nueva York. Pero cuando su tercer libro, una biografía de Estée Lauder, fracasó, sufrió el conocido bloqueo del escritor, y en un abrir y cerrar de ojos, la vida de Israel dio un vuelco. En una nueva era de grandes superventas y de autores de "marca", Israel era persona non grata. Su agente no contestaba a sus llamadas, dejaron de invitarla a las fiestas más elegantes y era incapaz de conseguir un trabajo. Muy pronto, se encontró viviendo en la miseria, rodeada sólo de libros mohosos de una época pasada y de su querido gato Jersey.
En su descenso al abismo, Israel no podía comprender cómo una escritora con su talento podía haber caído tan bajo, pero las cosas empeoraron aún más. Un día, no pudo pagar una visita de emergencia al veterinario para su gato, y supo que algo tenía que cambiar. Vendió todo lo que tenía, incluida una carta original firmada por Kate Hepburn. Los 200 $ que recibió por la venta de esa carta plantaron una semilla en la mente de Lee. El destino intervino cuando estaba estudiando a la pionera del cine de comedia y teatro Fanny Brice para una nueva biografía. Después de descubrir (y luego robar) dos cartas escritas por Brice de la biblioteca pública —que luego vendió a un coleccionista— a Israel se le ocurrió la maliciosa idea: crear más cartas para mantener el flujo de caja. Así comienza su nueva y sofisticada carrera de falsificación literaria.
Israel comenzó a crear correspondencia falsa de grandes artistas literarios y de entretenimiento como Dorothy Parker, Ernest Hemingway, Noel Coward, Edna Ferber, Lillian Hellman, Louise Brooks, George S. Kaufman y otros. Se tomó en serio su oficio, repasó meticulosamente sus estudios para adaptar su estilo de escritura e incluso compró con máquinas de escribir antiguas de todas las épocas que necesitaba. Sus falsificaciones eran indetectables incluso para el ojo experto.
A veces era como si estuviera canalizando los espíritus de los ilustres autores, fusionando su propia vida y alma con la de los autores. Se convenció a sí misma de que no estaba haciendo ningún daño, sino arrojando luz sobre las leyendas de estas celebridades. Se deleitaba con su inteligencia, creaba cartas que destacaban las palabras más brillantes y citables que convirtieron en inmortales. Mientras tanto, su nueva vida con ingresos estables era más divertida, estaba llena de travesuras, acción e incluso admiradores. Pero había un gran problema con todo esto: Israel estaba cometiendo todo tipo de delitos.
La tensión entre la talentosa e inteligente escritora y su vida de engaño y crimen es parte de lo que atrajo a los directores hacia esta historia única. La productora de Archer Gray Amy Nauiokas afirma: "Creo que Lee era fascinante por su audacia y su agresividad, especialmente en esa época en la que las mujeres profesionales no tenían ninguna de esas cualidades. Ella tenía una verdad que era implacable. Leí su libro en una tienda de campaña en medio de Tanzania con la ayuda de una linterna, y no pude dejar de leerlo".
La compañera de Nauiokas en Archer Gray, Anne Carey, a quien un amigo editor le envió el manuscrito recuerda: "Me enamoré del libro desde el primer momento porque me recordó a las mujeres que conocí cuando me mudé a Nueva York y trabajaba en el mundo de las adaptaciones de libros al cine. Conocí muchas mujeres superinteligentes, todas solteras, que tenían gatos, vivían muy por encima de sus posibilidades y eran algo distintas al resto del mundo. Por eso tuve la sensación de conocer a Lee. Aunque nunca había visto este tipo de historia en la pantalla. También me gustaba que era una historia sobre el placer del ingenio, una historia sobre Nueva York y una historia sobre una amistad entre dos personas que se apoyaron mutuamente de una manera extraña y traviesa".
El productor David Yarnell fue, de hecho, amigo de toda la vida y confidente de Israel antes de su muerte en 2014, y la convenció para que escribiera su autobiografía. Se conocieron años antes, cuando Yarnell solicitó los derechos cinematográficos de sus dos primeros libros. Poco después, Israel le contó a regañadientes la historia de sus perversos años.
"Estaba comiendo con ella y me dijo: '¿Sabes?, hice algo en mi vida de lo que realmente no me siento orgullosa. Ni siquiera quiero hablar de eso'", recuerda Yarnell. "Y le dije: 'Pues ahora tienes que contármelo'. Así que le di otro whisky, y eso la ayudó a contar su historia de robos y falsificaciones de cartas de personas muy famosas, sobre todo de miembros de la Mesa redonda del Algonquín [un grupo de destacadas voces literarias que se reunían en el Hotel Algonquín de Nueva York para comer todos los días en la década de 1920]: Lillian Hellman, George S. Kaufman, Louise Brooks y Dorothy Parker. Era una empresa ilegal y peligrosa, pero que también le había brindado una gran satisfacción: estaba encantada de poder falsificar sus escritos".
En ese momento, Yarnell alentó a Israel, a pesar de sus protestas, a escribir toda la historia, incluidos los momentos en los que jugaba a atrápame si puedes con el FBI, los cuales relata con su voz cándida y mordaz. Irónicamente, cuando finalmente escribió su historia, consiguió la atención literaria que tanto había deseado. Yarnell también sabía que la historia era carne de cine, aunque Israel no tuviera el perfil típico de una delincuente estafadora. Antes de la muerte de Israel, los dos se reunieron con la productora Carey, y consiguieron convencerla.
"Siempre quisimos que la historia de Lee se convirtiera en una película", asegura Yarnell. "Pero fue Anne Carey quien realmente hizo realidad este sueño. Cuando nos reunimos con Anne, Lee le dijo: "Si vas a hacer una película, David tiene que ser parte de esto". Pero el mayor crédito es para Anne por apostar por el proyecto y hacer posible esta película".
Carey contrató a dos aclamados guionistas conocidos por su sentido del humor agudo y poco convencional para adaptar las memorias de Israel: el escritor de Avenue Q, ganador de un premio Tony, Jeff Whitty, y la aclamada directora Nicole Holofcener (SOBRAN LAS PALABRAS, AMIGOS CON DINERO), quienes enviaron unos borradores en los que quedaban reflejadas las cualidades más importantes de Israel a la vez que relataban las complicadas y desafortunadas circunstancias que rodearon sus desventuras. Whitty, cuyo trabajo incluye también The Further Adventures of Hedda Gabler y el musical de Go-Go Head Over Heels, conoce la importancia de los personajes femeninos fuertes, y ha dedicado gran parte de su carrera a dichos roles femeninos icónicos.
Holofcener es conocida por escribir y dirigir películas profundamente emocionales con mujeres complejas, y cuyo objetivo es adaptar las memorias con un drama rápido, lleno de suspense y humanidad. "El guión capturó totalmente el espíritu de lucha de Lee", comenta Yarnell.
Tanto Whitty como Holofcener tuvieron el honor de conocer a Israel antes de su muerte.
"Sabía que estaba muy enferma en ese momento y que desearía haber visto la película terminada". Tuve la oportunidad de entrar en su apartamento. Era más pequeño de lo que imaginaba y tenía unas tristes vistas al edificio de al lado. Se merecía algo mejor. Tenía un millón de libros maravillosos y muchos motivos de gatos en tazas y fotos... (Eso no fue una sorpresa)", revela Holofcener.
Cuando Israel falleció por complicaciones de mieloma en 2014, Yarnell permaneció a su lado, e incluso encontró un hogar para los dos gatos que dejó atrás. Yarnell cree que a ella le habría gustado ver cómo su historia cobraba vida de la manera en que lo ha hecho, celebrando no sólo su habilidad para las bromas, sino también su espíritu de supervivencia y desafío a un mundo en el que ella era casi invisible.
"Lee era luchadora, ingeniosa, agresiva y dura", describe. "Cuando perdió su dignidad y tuvo que ganarse la vida, lo hizo. Todos tenemos esos momentos en la vida en los que nos sentimos rechazados o que vemos que nuestros esfuerzos son en vano. Por lo tanto, creo que todos podemos identificarnos con alguien que se encuentra en un ciclo descendente, que parece que está absolutamente derrotado y que al final lucha para conseguir triunfar".
En última instancia, Nauiokas y Carey confiarían ese guión a la emergente directora Marielle Heller. Impresionado por su trabajo, el equipo de Archer Grey apoyó a Heller en su carrera y la animaron a asistir a los laboratorios de guionistas y directores de Sundance, y a producir su primer largometraje, THE DIARY OF A TEENAGE GIRL, basado en la novela gráfica de Phoebe Gloeckner. Ambas pensaron que Heller podía ser el toque distintivo.
"Mari es implacable y se nota en todo lo que hace", asegura Nauiokas. "Tiene una visión personal y un talento para conmover a las personas que unió a todas las personas involucradas en el proyecto. Su estilo como directora es muy discreto, pero al mismo tiempo tiene mucha presencia gracias a su profundidad y pasión. La encuentro increíblemente valiente y honesta, algo que, sin duda, necesitaba esta película. Como respeta y aprecia a las mujeres y realmente entiende lo que significa ser una mujer en una época y un lugar concretos, aporta algo muy muy auténtico".
Carey añade: "Cuando conocimos a Mari, vimos que tenía una cualidad que creo que deberían tener todos los directores primerizos. Lo único que dijo fue: 'voy a hacer mi película cueste lo que cueste'. Esa es la actitud que hay que tener. Ahora, con su segunda película, ha sido maravilloso ver que su confianza ha seguido creciendo, pero que mantiene los pies en el suelo".
Heller recuerda que el guión removió algo dentro de ella. "En cuanto lo leí me cautivó", recuerda. "Me sentí muy identificada con Lee. Soy una persona muy de gatos; eso fue algo que me atrapó muy rápido. Además, me encantan las librerías antiguas, me encanta todo el mundo literario de Nueva York en el que Lee vivía. Pero también me emocioné mucho por contar con un personaje femenino que fuera algo estúpido a veces. Ella es lo que es: divertida, dura y grosera".
Rara vez una mujer protagonista es la antihéroe brusca y delincuente. "Quiero poder contar historias sobre mujeres a las que la sociedad ignoraría y no prestaría atención si no se hablara de ellas", resume Heller. "Y Lee es alguien que ciertamente tenía muchos defectos, pero también era muy habilidosa e ingeniosa. Puedes estar de acuerdo o no con lo que hizo, porque no hay duda de que lo hizo era ilegal; usó su inteligencia y sus dones para lograr algo cuando todo parecía perdido. Descubrió una manera de sobrevivir y seguir adelante y, sobre todo, se divirtió mucho mientras lo hacía".
Melissa McCarthy en un papel distinto
"Se siente una gran felicidad al hacer un papel tan distinto a ti, ya que tienes que ser tu mejor versión de ese personaje". - Melissa McCarthy
"Creo que Melissa realmente ha canalizado el espíritu de Lee", comenta Amy Nauiokas. "Nunca tuve el placer de conocer a Lee, pero muchas de las personas que estaban en el rodaje la conocieron y todos pensaban que Melissa era simplemente perfecta para el papel. Es un personaje complicado y no siempre agradable. La honestidad y el coraje con los que lo ha interpretado son muy especiales. Interpretar a alguien como Lee no solo es un desafío para una actriz, sino que es un desafío en general, porque a todos nos gusta siempre que nuestro personaje guste a la gente".
Desde su papel nominado al Oscar® en LA BODA DE MI MEJOR AMIGA hasta películas como CUERPOS ESPECIALES, ESPÍAS, TAMMY, ES LA JEFA y EL ALMA DE LA FIESTA, además de sus numerosas apariciones en Saturday Night Live (por los cuales recibió un Premio Emmy), McCarthy se ha ganado un hueco como una de las actrices más demandadas de la actualidad. Empezó con un papel secundario en el drama ST. VINCENT, en el que interpretaba a una madre soltera con problemas.
Para David Yarnell, McCarthy era casi sobrenatural. "Desde que supe que iba a formar parte de la película, me emocioné muchísimo", recuerda. "Y luego, cuando la vi en el escenario, pensé: 'es una reencarnación de Lee Israel. La tenemos de vuelta'. Físicamente, ha encarnado todos los matices de Lee, así como su forma de ser, tan sarcástica y astuta. Ha sabido captar realmente su forma de ser".
Anne Carey agrega: "Melissa entendió a Lee Israel como una mujer a la que no le gusta perder el tiempo con tonterías, y creo que así es como era ella exactamente. Su enfoque fue muy emocionante para nosotros. Melissa está muy interesada en contar historias sobre mujeres que suelen ser invisibles para el mundo".
McCarthy se sintió atraída por el personaje precisamente por el dilema inherente al rol: el desafío de pelar las capas de una superficie desagradable. "Lo que más me gustó de interpretar a Lee era encontrar la parte redimible de una persona con la que quizás no fuera fácil llevarse bien", explica. "Siempre estaba buscando los motivos que hacían que Lee fuera tan gruñona y mordaz y, en el proceso, realmente me enamoré de ella". Creo que en ella se pueden ver cosas que no se suelen ver en personajes femeninos. No es una persona que va por el mundo feliz y contenta haciendo cosas maravillosas. Ella es como una tormenta que pasa y deja un camino de destrucción".
"No sentimos la tentación de suavizar los aspectos más duros de Israel. Parte de lo que hace que Lee sea tan fascinante es que ella era exactamente quien era", explica McCarthy. "Su ingenio y su actitud mordaz eran parte importante de su personalidad, así que tenía que ser así. Pero al mismo tiempo creo que era una coraza que ella se ponía para hacer como si no le importara nada del mundo exterior. Por lo tanto, siempre buscaba el equilibrio entre quién era ella realmente y hasta qué punto su actitud distante era también un engaño o una maniobra defensiva".
McCarthy reconoce que ella no se parece en nada a Israel, pero eso sólo aumentó sus ganas de querer comprender sus comportamientos antisociales. "Lee siempre estaba en su mundo, pero siempre se mantenía lúcida. Me pareció muy interesante poder explorar eso porque yo soy totalmente diferente. Iba por la vida como arrasando, y a veces iba demasiado de frente, pero fue eso precisamente lo que me cautivó", resume.
Cuando la directora Marielle Heller se reunió por primera vez con McCarthy, conectaron rápidamente al ver la fascinación que sentían las dos por lo que hizo Israel. "Melissa y yo conectamos desde el primer segundo. Las dos estábamos un poco enamoradas de ella y por eso quisimos rendirle el debido respeto". Estuvimos de acuerdo en que no íbamos a burlarnos del personaje de ninguna manera. Las dos pensamos que se trataba de una persona intrigante, que merecía la pena y que se veía muy poco. También coincidimos en la idea de que parte del motivo por el que Lee casi se sale con la suya es que nadie le prestaba atención".
Ese vínculo continuó en el plató. "Mari marcó un tono perfecto", afirma McCarthy. "Todos nos sentimos protegidos, cuidados y con la capacidad de dejarnos llevar, ya que Mari nos cuidaba en todo momento. Tiene una forma de dirigir muy elegante, y cada escena tiene un aura diferente a las demás. Creo que es increíble. Ha sido una de las mejores experiencias de rodaje que he tenido en mi vida, y eso que tengo una larga lista de escenas superdivertidas".
Cuando McCarthy profundizó en el complejo trabajo de falsificación de Israel, comenzó a comprender el lado atractivo de la vida delictiva, especialmente teniendo en cuenta que los medios de subsistencia de Israel dependían de ella misma. "Lee era una persona entregada al trabajo", apunta. "Las palabras y el lenguaje lo eran todo para ella. Y por eso se sentía orgullosa de poder imitar a los grandes escritores, para demostrar que podía ser tan ingeniosa y singular como ellos. Para ella fue divertido ese juego y siempre dijo que lo consideraba su mejor trabajo. A Lee realmente no le importaba mucho gustar a la gente, pero si a la gente le gustaba su trabajo, mejor todavía. Le encantaba que la gente dijera 'no hay nadie que pueda escribir como Dorothy Parker' y, sin embargo, Lee Israel se hizo pasar por Dorothy Parker y la gente se lo creyó".
Otro punto importante para McCarthy fue la devoción de Israel por la única cosa en la vida que nunca la decepcionó: su gato. "Con el gato de Lee, ves que incluso una persona gruñona, obstinada y complicada como ella puede amar también", apunta. "De hecho, es ese amor el que hace que la bola empiece a rodar: cuando necesita dinero para llevar a su gato al veterinario. Lee no se despertó un día y dijo 'creo que usaré mi talento para cometer delitos'. Para ella, al principio, era cuestión de vida o muerte".
Desde el principio se tomó la decisión de que McCarthy llevara muy poco maquillaje y luciera unas raíces grises desaliñadas en su cabello, tanto para reflejar la caída de Israel como su inquebrantable honestidad. Esa presencia física al natural se convirtió en parte integral de una actuación que McCarthy espera que arroje luz sobre las fascinantes vidas que a menudo se pierden entre la confusión.
Richard E. Grant como Jack Hock
La historia de ¿PODRÁS PERDONARME ALGÚN DÍA? es también la historia de dos almas perdidas que se unen, una amistad bastante improbable de un rebelde extravagante y una solitaria malhumorada, que, de manera sutil, muestra una profunda emoción. Esa amistad comienza cuando Israel se encuentra con Jack Hock, un delincuente de gran corazón que comparte esa inclinación rebelde de Israel y que se convierte en su cómplice durante un largo tiempo. El papel lo interpreta un actor al que le encanta hincar el diente a personajes extravagantes: Richard E. Grant, conocido por sus numerosas e inolvidables actuaciones en WITHNAIL Y YO, GOSFORD PARK y NOCHE DE REYES.
"Contar con Richard para el papel de Jack fue un sueño hecho realidad", asegura Anne Carey. "WITHNAIL Y YO sigue siendo una de mis películas favoritas de todos los tiempos, por lo que la idea de que interpretara a Jack para mí fue simplemente la perfección".
Marielle Heller agrega: "Richard es un buen complemento para Melissa en el papel de Jack. Son una pareja extraña porque Jack no tiene nada que ver con la literatura. Sin embargo, se llevan bien porque ambos tienen una personalidad desafiante, ligeramente delictiva, y se ríen de todas las formas en las que le pueden decir a la sociedad que se joda. Esa es la actitud que creo que hace que la gente se posicione a su favor. Ambos son unos inadaptados, pero nunca se juzgan el uno al otro. Jack nunca se ofende por la irritabilidad de Lee. Simplemente hace por no molestarle. Y Lee lleva muchos años sin dejar entrar a nadie en su casa, pero hay algo sobre la personalidad de Jack que le gusta".
La cercanía que llegan a tener los dos se reflejó en la relación entre McCarthy y Grant. "Melissa y Richard se divirtieron mucho juntos recorriendo la ciudad, causando estragos y travesuras. Fue un placer ver cómo se desarrollaba todo", continúa Heller. "Realmente se gustaron hasta el punto que le dije a uno de los productores: 'Si se convierten en mejores amigos, nos va a costar mucho rodar, porque se lo están pasando tan bien charlando antes del rodaje, que va a ser complicado'. La otra cosa es que ambos pueden pasar de escenas joviales y dinámicas a momentos realmente serios que nos llevan al mundo interior de dos personas que también están solas y sienten dolor".
McCarthy dice que se quedó prendada de Grant desde el primer momento. "Tardamos unos tres minutos y medio en sentir como que nos conocíamos desde hace años. Quizás es que todo el mundo se siente así con Richard", reflexiona. "Hay una calidez, un humor y una amabilidad en la forma en que interpreta a Jack, que todo fue como un sueño. Convierte al personaje en un verdadero sibarita y, al mismo tiempo, interpreta momentos vulnerables que fueron desgarradores".
Que ambos personajes fueran homosexuales también era algo poco corriente. "Era una época interesante para dos personas homosexuales que vivían en Nueva York", señala Heller. "Un amigo mío me dijo que, históricamente, la comunidad lesbiana y la comunidad gay de la ciudad han estado bastante separadas, pero cuando irrumpió el sida, se unieron. Muchas mujeres lesbianas terminaron cuidando de muchos hombres gays, y las comunidades se unieron de una nueva forma. Lee era una persona que solía frecuentar bares para hombres gays y creo que la cultura gay es parte de su historia de muchas maneras".
Grant se sintió atraído por la humanidad de Hock. "Creo que Jack tiene la personalidad de un labrador retriever. Simplemente asume que podría estar con cualquiera y que le gustará, pero a veces también le dan patadas y se siente solo. Era traficante de coca y, probablemente, un cleptómano, al que expulsaron de la farmacia de Duane Reade por robar. Pero cuando se encuentra con Lee Israel, desarrollan una relación de amor-odio poco corriente, que me parece que es el núcleo de la historia", argumenta. "A pesar del carácter cascarrabias de Lee, en realidad se llevan bien, en parte, porque él sólo insiste en eso".
En cuanto a lo que atrae a Israel hacia Hock, Grant comparte su punto de vista: "Jack trata a Lee de una manera muy cortés, con un respeto y una amabilidad que creo que es inusual para ella. También se siente totalmente cómodo con su propia forma de ser, es feliz de ser extravagante; mientras que ella es muy introvertida y reticente, lo que puede ser una combinación que funcione. Por supuesto, él se pasa de la raya con ella, pero eso es lo que más le gusta de él. No tiene límites ni cree en ninguna regla y está dispuesto a vivir fuera de una sociedad aceptable y llevarla a una especie de Boho, un país sin fronteras propias".
McCarthy agrega: "Creo que Lee y Jack realmente se necesitan mutuamente. Ella no tiene a nadie y él no tiene a nadie y, sin embargo, de repente, dos personas tan solitarias se tienen la una a la otra".
A pesar de que Grant disfrutaba del espíritu libre de Hock, también tuvo que abrirse a los defectos del personaje, que admite no son pocos. "Puede que no juzgue a nadie, pero también es una persona muy poco fiable", se ríe Grant. "Es muy excéntrico, siempre busca ganar más dinero, y muy pocas cosas en su vida funcionan. Creo que todos conocemos gente así. Pueden ser muy atractivos y magnéticos, pero siempre te engañan con algo; siempre tienen planes fantásticos, pero nunca les salen bien".
No había mucha información que Grant pudiera encontrar sobre la vida de Hock. "Descubrí una cosa en la Wikipedia: que usaba una boquilla muy corta para fumar porque creía que no tendría cáncer si fumaba con eso", recuerda Grant. "Eso fue todo lo que pude encontrar, aparte de que estuvo en la cárcel. No encontré ninguna foto suya. Pero cuando comencé a usar la boquilla de fumar, eso me sugirió a una persona con cierto ímpetu y confianza en sí misma, y eso influyó en la idea que me forme de él: una persona que hacía las cosas a su manera".
Lo más emocionante de todo para Grant fue crear con McCarthy la singular amistad que tenían. "Ella es un genio del cómic, pero también es muy sincera", comenta. "Por supuesto, la química es una cosa rara. No tienes idea de si va a funcionar con alguien o no hasta que te encuentres con esa persona. Al principio, ponernos juntos parecía un gran riesgo, pero en el momento en que conocí a Melissa, descubrí que era muy abierta y que no íbamos a tener ningún problema. Ella me hizo reír, y yo la hice reír. Y nuestra amistad ha resultado ser un verdadero regalo".
Interpretar a Jack Hock ha sido una de las experiencias favoritas de la película para Grant, confiesa. "La oportunidad de salir ahí y poder decir y hacer lo que quiera es algo que nunca podré hacer en mi vida real". También hay algo maravillosamente ruin acerca de Jack que realmente me gusta, porque yo llevo una vida mucho más moral y recta. Pero también hay una gran conmoción y una gran emoción en la forma en que las cosas terminan para él que hacen que su historia sea bastante conmovedora".
El reparto
Cuando despegó la carrera de Lee como falsificadora de cartas, de repente, le llegó la oportunidad de encontrar el amor y la aceptación que no había tenido en años, si es que alguna vez la tuvo, aunque era una oportunidad que no podía aprovechar sin exponerse. Una de las claves de la película es su vínculo con la propietaria de una librería antigua, que compra sus primeras cartas: Anna, que reconoce y admira a Israel de una manera que refuerza su confianza. Las chispas entre ellas son visibles, pero al estafarla, Lee se reprime a sí misma. Dolly Wells, una actriz británica más conocida por ser coescritora y protagonista de la serie de comedia de HBO DOLL & EM, interpreta el papel.
Heller afirma sobre Anna: "Es la relación más desgarradora de la historia porque esa mujer realmente adora a Lee y la adora más por su escritura. Ella ve a Lee en la forma en que Lee siempre ha querido que la vieran, pero, al mismo tiempo, Lee está a punto de estafarla. Hay muchas oportunidades perdidas entre ellas, y Dolly lo plasma de manera increíble y con mucha sutileza. Tanto ella como Melissa trabajaron juntas con mucha fluidez; y el espectador llega a comprender por qué a cada uno de sus personajes le cuesta tanto estar en una relación. "Simplemente no pueden decir o hacer nada, pero lo intentan y está a punto de surgir; lo encontré desgarrador, pero de una manera encantadora".
La interpretación de Wells dejó asombrada a McCarthy. "Ahora creo que nadie más que Dolly podría ser Anna. Es una persona tan delicada, amorosa y tímida, que creo que obliga a todos los espectadores a apoyar a Anna y Lee en algún nivel. Quieres que la historia de amor funcione, pero Lee simplemente no se saldrá de su propio camino, a pesar de que puedes ver que podría haber sido maravilloso para ambas. Podían haber estado muy bien la una con la otra y todo se quedó muy cerca".
Wells ve a Anna como una persona que siempre ha vivido indirectamente a través de los libros. "Anna heredó la librería de su padre", explica. "Adoraba a su padre, por lo que lleva la librería exactamente como cree que él querría". Creo que no tiene el coraje de cambiar nada de eso; continúa de forma muy fiel lo que él comenzó. Es muy inteligente y muy dulce, pero me parece muy insegura y nunca ha tenido relaciones duraderas. Toda su vida la ha pasado en el mundo de los libros".
Por eso a Anna le impresiona tanto Israel cuando entra en su librería para venderle, aparentemente, cartas únicas y fascinantes de personajes famosos. "Anna admira a Lee y se siente atraída por ella, y creo que a Anna le encantaría hablar sin cesar sobre el trabajo y la literatura de Lee, por lo que es todo lo que Lee podría desear", señala Wells. "Pero, debido a que su relación comienza con una mentira, cualquier atención que Lee recibe de Anna, lo único que hace es llenarla con un odio secreto hacia sí misma.
No sólo comparten la pasión por la palabra escrita, sino la creencia de que las escritoras tienen algo importante que ofrecer. "Tienen sentimientos similares sobre cómo la literatura se está convirtiendo en una cuestión de hombres importantes, francos y bien pagados, y se trata todo de famosos y dinero en lugar de talento y conocimiento". Hay una verdadera dulzura en esa parte de su relación", apunta Wells.
Sobre la interpretación de McCarthy de Israel, Wells señala: "Es una actuación tan encantadora que te hace sentir simpatía por Lee, a pesar de que pueda llegar a estar tan absorta en sí misma y sea tan rara". Por la forma en que Melissa le da vida, sentí que podía entenderla", confiesa la actriz. "También es sorprendente para mí porque Melissa no podría ser más diferente de Lee; es muy cálida y efusiva".
En última instancia, Wells ve la relación de la pareja como algo imposible; dos personas trágicamente alejadas de una conexión vital. "Anna podría haber hecho la vida de Lee mucho más reconfortante. Pero incluso si se hubieran conocido en otras circunstancias, creo que Lee habría encontrado alguna otra razón para no ser amada. Si Lee se gustara un poco más, podrían haber tenido algo hermoso".
El elenco principal lo completan reconocidos actores con largas carreras: Jane Curtin (CUERPOS ESPECIALES), una de las estrellas originales de Saturday Night Live, que interpreta a la esquiva agente de Israel; la autora teatral, actriz y profesora Anna Deavere Smith (BLACK-ISH), que interpreta a la ex de Israel; y Stephen Spinelli "The Knick", que interpreta a Paul y Ben Falcone (ESPÍAS), en el papel de Alan Schmidt, ambos propietarios de librerías engañados por Israel. McCarthy afirma: "Cada persona del reparto ha sido un gran acierto. Es lo que siempre esperas cuando empiezas una película, pero nunca lo sabes realmente hasta que llegas y ves que todos encajan".
Una Nueva York literaria: El diseño de la película
Rodada en Nueva York, ¿PODRÁS PERDONARME ALGÚN DÍA? es un vistazo a un lado oculto de la ciudad. "La película es una ventana a una Nueva York muy específica, una Nueva York polvorienta, mohosa y literaria que los excesos de la década de 1980 nunca tocaron", describe el diseñador de vestuario Arjun Bhasin. "Es un mundo de bibliotecas, librerías, apartamentos tipo estudio y antros".
Marielle Heller cuenta con un equipo que incluye al director de fotografía Brandon Trost, al diseñador de producción Stephen Carter y al diseñador de vestuario Bhasin para crear un mundo vibrante. Todos colaboraron para crear una paleta y un ambiente unificadores para una Nueva York de alta literatura y de vida en la calle.
Todos los miembros del equipo consideraron que era imprescindible rodar en el lado oeste de Manhattan, donde Lee Israel pasó buena parte de su tiempo. "Lee era la encarnación de cierto tipo de neoyorquino, el intelectual de Westside. Se sentía muy orgullosa de ser neoyorquina", asegura Yarnell.
Heller agrega: "Visitamos una parte de Nueva York que casi ha desaparecido, tanto la Nueva York de la cultura de librerías como la Nueva York descarnada de los 90, cuando el sida estaba en su apogeo y la comunidad gay se encontraba bajo mucha presión. También queríamos explorar realmente el sentimiento específico del Upper West Side y el Greenwich Village de la época, y me siento orgulloso de cómo lo hemos hecho".
La representación tan fiel que hace la película de Nueva York también significó mucho para McCarthy. "Yo también vivía en Nueva York, y me encanta que la ciudad sea un gran personaje de la película, y que sea la Nueva York que más amo, la que más me gusta", afirma.
Un lugar clave en la película es el famoso bar Julius’ en West 10th Street, en Greenwich Village. El Julius', una taberna que data de 1864, es uno de los bares más antiguos de Manhattan. Sobrevivió a la ley seca como speakeasy. Y también es uno de los bares de ambiente gay más longevos de la ciudad (ha atraído a un público mayoritariamente gay desde la década de 1950). Lee Israel lo frecuentaba cuando vivía y tal vez lo siga haciendo.
"Creo que a Lee le gustaba ir bares gay para hombres para que no existiera la posibilidad de conocer a alguien", reflexiona McCarthy. "Me dijeron que a menudo se sentaba sola con los auriculares puestos; pero la gente que la conocía también decía que cuando estaba de humor, iba a alguna mesa y se convertía en el centro de atención. Me encanta eso", afirma McCarthy. "Me encanta que en un momento dado cogiera y dijera: 'ahora me toca hablar a mí'".
El diseñador de producción, Carter, conocido por su trabajo en SPOTLIGHT, por el que ganó un Oscar® y como director artístico en BIRDMAN, una película con un diseño bastante complejo, aceptó la oportunidad de llevar a los espectadores al bar Julius’. "Da la casualidad de que el Julius’ es un bar al que me encanta ir a beber con mis amigos diseñadores", señala. "Es un lugar increíble, y fue una especie de referencia para mí para pensar en el resto del mundo de Lee".
El trabajo de Carter también implicaba explorar y trabajar con algunas de las librerías vintage más veneradas de Nueva York, las pocas que aún se aferran a la vida en la era de Amazon. Heller apunta: "Reflejamos el momento justo anterior a que las librerías comenzaran a desaparecer, y nos dimos cuenta de que teníamos la oportunidad de filmar algunas de estas hermosas y antiguas librerías antes de que corrieran el peligro de cerrar. Definitivamente, quisimos rendir homenaje a esas tiendas que solían ser mucho más frecuentes en toda la ciudad de Nueva York y usar varios de los lugares reales donde Lee vendía sus cartas".
Carter agrega: "Fue un reto no sólo tratar de encontrar las pocas librerías antiguas que quedaban, sino también aquéllas en las que sigues teniendo la sensación de estar en 1991. Está la librería East Village, en St. Marks Street, que tenía un poco más de ambiente punk rock subterráneo en esos días y está Argos en Midtown, que es una tienda más de gama alta. Cada una tiene su propia personalidad".
Para la librería de Anna, el equipo recreó meticulosamente el interior de una librería real. Dolly Wells afirma que el plató la sumergió en el mundo de su personaje. Me encantó que la tienda de Anna tuviera ese olor a humedad de libros viejos y a conocimientos. Fue muy divertido para mí grabar rodeada de tantos libros que me gustaría leer. Comencé a pensar que sería genial trabajar en una librería. Ojalá lo hubiera hecho siendo más joven".
La literatura también influyó en la paleta de colores de la película, según Carter. "Al principio, la idea que tenía era usar los colores apagados que se usan a menudo en las cubiertas de los libros antiguos de los años 40 y 50. Ese fue el punto de referencia desde el cual partimos. Y después de muchas conversaciones con Mari y Arjun, la apariencia evolucionó a partir de eso".
Para dar vida al estudio en declive de Israel, Carter y su equipo exploraron los edificios de antes de la guerra y renovaron un apartamento lleno de carácter. La decoradora Sarah MacMillan afirma: "Utilizamos muchas capas. Muchos de los objetos recolectados por Lee reflejan estilos de los años 30 y 40 debido a su interés en los escritores de esa época. Nos centramos en la clásica elegancia estadounidense de cosas que ella habría comprado cuando tenía el dinero de su primer gran éxito. Pero después, llega un momento en el que no hay dinero para seguir con ese ritmo de vida".
Bhasin, conocido por su trabajo de vanguardia en LA BODA DEL MONZÓN y LA VIDA DE PI, contribuyó mucho a los personajes. Carey explica: "Arjun aportó la misma sensación de libros antiguos, cuero, madera, whisky, apartamentos de antes de la guerra y cosas similares al vestuario".
Para crear el vestuario de Lee Israel, Bhasin pensó en el aspecto de una mujer en tiempos difíciles aferrándose a los restos de un pasado más próspero. "Hubo un tiempo en que Lee tuvo una vida bastante próspera. Tenía ropa que era especial para ella, que se ha ido deteriorando a pesar de que ella la sigue usando. De hecho, tanto ella como Jack se encuentran en una mala época, aunque en diferentes estilos", reflexiona.
No había mucha información que Bhasin pudiera usar. Las pocas fotos de Israel que consiguió eran de portadas de libros o artículos de revistas. "Pero me pareció que esas fotos no reflejaban realmente su vida", comenta. "Tuvimos que empezar desde cero para imaginarnos su vestuario. Creamos un vestuario para un personaje algo masculino, con ropa que probablemente pudiera llevar Lee cuando se encontraba en la gira de uno de sus libros hace diez años, y que en los momentos que se ven en la película ya se ha puesto muchas veces. Su vestuario también tiene muchas capas para ocultarse, para ocultar su personalidad".
Jack contrasta completamente con su estilo llamativo y seductor. "Jack tiene un lado más salvaje y es más experimental con su ropa. Usa capas y colores como si fuera una especie de pavo real. Quiere gustar a la gente, que se sientan atraídos por él, y trabaja muy duro para ello, a pesar de no tener todos los recursos. Hay una mezcla de dulzura, tristeza y sentido del humor que quería ver en su mirada".
Grant comenta sobre los diseños de Bhasin: "Coinciden absolutamente con mi concepción del personaje. A pesar de que es la década de los 90, Jack usa ropa de principios de los 80, muy influenciado por el aspecto New Romantic de Duran y todas esas bandas del momento. En realidad, creo que probablemente le robó mucha ropa. Es muy propenso a eso, y algunas prendas parece que le han costado más de lo que se puede permitir".
McCarthy agrega: "Cuando me ponía la ropa de Lee, realmente podía sentir su tenacidad y su sentido de la vida. Me encantó la pericia del equipo al envejecer la ropa para que pareciera como si las llevaran usando 20 años seguidos".
A lo largo de cada parte de la producción, no solo en el vestuario, la escenografía y la fotografía, sino en cada línea hablada, cada interpretación, cada orden de Heller, Lee Israel estuvo presente, y Heller nunca dejó de pensar en ella.
A Heller le hubiera encantado que Israel hubiese podido ver la película: "Creo que a Lee le complacería mucho saber que se hizo una película de su vida y que se estaba prestando tanta atención a su trabajo y, especialmente, al éxito de sus falsificaciones. Porque en el fondo creo que estaba realmente orgullosa de lo que hizo, no tan orgullosa de ser una delincuente, sino de escribir de una manera tan perfecta para que durante un tiempo la gente creyera en ella".
"Hay muchas personas en el mundo que solo quieren ser reconocidas, ser vistas por lo que son y por su trabajo", señala McCarthy. "Quieren saber que su paso por el mundo tiene un significado y que son importantes para alguien". Esta historia es un recordatorio de que todas las personas con las que nos cruzamos cada día tienen muchas cosas increíbles en sus vidas, a pesar de que no se vean o se reconozcan".