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Last Christmas cartel reducidoLast ChristmasDirigida por Paul Feig
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EMILIA CLARKE (de la serie de HBO Juego de Tronos, Antes de ti), HENRY GOLDING (Un pequeño favor, Locamente millonarios), MICHELLE YEOH (Locamente millonarios, Tigre y Dragón) y EMMA THOMPSON (Sentido y sensibilidad, Al encuentro de Mr. Banks) se ponen a las órdenes del director PAUL FEIG (Un pequeño favor, Espías, La boda de mi mejor amiga) en LAST CHRISTMAS, una comedia romántica inspirada en las canciones de George Michael, con guion de la ganadora de dos Oscar® Emma Thompson (Sentido y sensibilidad, La niñera mágica) y la guionista/dramaturga BRYONY KIMMINGS.

Ambientada en Londres durante las Navidades de 2017, LAST CHRISTMAS se desarrolla al son de la música de George Michael y Wham!, que incluye el clásico tema navideño que le da título. En la película también se estrena una canción inédita del legendario artista premiado en los Grammy, que vendió más de 115 millones de álbumes y grabó 10 singles que llegaron a número uno en el trascurso de su emblemática carrera.

Tras las cámaras, un equipo creativo de un talento inigualable acompañan a Thompson y Feig, liderado por muchos de sus colaboradores frecuentes, como el director de fotografía JOHN SCHWARTZMAN (Jurassic World, Un pequeño favor), el diseñador de producción GARY FREEMAN (Mowgli: La leyenda de la selva, Tomb Raider), el montador BRENT WHITE (Espías, Un pequeño favor), la diseñadora de vestuario RENÉE EHRLICH KALFUS (Figuras ocultas, Un pequeño favor), la supervisora musical de producción BECKY BENTHAM (Judy, Bohemian Rhapsody) y el compositor THEODORE SHAPIRO (Un pequeño favor, Espías).

La película está producida por el ganador de un BAFTA DAVID LIVINGSTONE (Pride (Orgullo), Judy) para Calamity Films, por la propia Emma Thompson y por Paul Feig, y por JESSIE HENDERSON (Un pequeño favor, Espías) para Feigco Entertainment. La producción ejecutiva corre a cargo de SARAH BRADSHAW (Maléfica, Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo).

El reparto principal de LAST CHRISTMAS, lo forman Yeoh en el papel de "Santa", la nostálgica pero estricta propietaria de la tienda en la que Kate trabaja, y Thompson en el papel de Petra, la autoritaria madre de Kate que no puede entender que la que era su "hijita perfecta" se dedique a malgastar su talento al servicio de un drama aparentemente autoimpuesto, y lo completan un brillante elenco de intérpretes secundarios. LYDIA LEONARD interpreta a Marta, la superdisciplinada hermana mayor de Kate, que desearía que le hubiera tocado en suerte una hermana algo más responsable; BORIS ISAKOVIĆ es Ivan, el padre de Kate y Marta, un tipo cansado del mundo que prefiere pasarse la noche trabajando en su taxi que volver a casa; y PETER MYGIND es el Danés, un devoto fan de la Navidad cuya imperturbable entrega a esas fiestas compite con la de la mismísimo Santa.
Completan el reparto en papeles secundarios RITU ARYA como Jenna, la mejor amiga de la infancia de Kate, cuya tolerancia por la pasividad de esta está agotándose; ANSU KABIA en el papel de Rufus, el marido de Jenna, un hombre de una infinita paciencia, a quien Kate ha puesto al límite probando la integridad estructural de sus intrincados modelos; MAXIM BALDRY como Ed, un tipo a quien Kate conoce en un bar mientras busca un sitio donde pasar la noche; DAVID HARGREAVES interpretando a Arthur, un ilustre personaje en el centro social en el que Tom trabaja de voluntario; CALVIN DEMBA como Nathan, un voluntario del centro que intenta disimular como puede que está colado por Kate; BEN OWEN-JONES en el papel de Danny, el misterioso coordinador del centro social; JOE BLAKEMORE como Army Tom, un huésped del refugio con un inesperado don sobre el escenario; y la legendaria estrella sobre las tablas y en la pantalla, ganadora de dos Premios Tony y dos Grammys PATTI LUPONE en el papel de Joyce, una clienta americana de Yuletide Wonderful cuyo amor por la Navidad es tan ciego como su gusto para la decoración.


La historia de fondo
Praying for Time. El comienzo de Last Christmas
Hace aproximadamente 10 años, el productor David Livingstone comenzó a desarrollar una comedia romántica basada en el tema de George Michael “Last Christmas”. Livingstone asegura que todo surgió de su obsesión por un clásico de Jimmy Stewart: "Me apasiona Qué bello es vivir, y mi idea era pensar en un elemento icónico que me brindase la oportunidad de crear algo con ese encanto imperecedero y que fuese una comedia navideña". Al cineasta se le ocurrió que lo más reconocible que se le podía pasar por la cabeza era la canción de Wham! "Las Christmas". "Todas las Navidades la escuchamos constantemente, una y otra vez, en todas las tiendas y emisoras de radio", asegura. "Pensé que sería maravilloso convertir eso en una película".

El siguiente paso del productor fue presentarle la premisa al legendario compositor y cantante, George Michael, que se mostró interesado en el proyecto... con la condición de que la polifacética Emma Thompson se involucrase en su desarrollo y ejecución. Por suerte, el abultado historial de Livingstone con la guionista/productora/actriz durante su época como ejecutivo en Universal Pictures hizo que no le fuera difícil incluirla en su equipo. Livingstone contactó con la ganadora de dos Oscar® y le preguntó si le interesaría escribir el guion basado en la letra del megaéxito de Andrew Ridgeley y George Michael.

"Ya había trabajado con Emma en La niñera mágica y en Love Actually, así que le envié una nota", dice Livingstone. "Tuvimos un reunión y Emma presentó unas cuantas ideas, y de ahí pasó a reunirse con George. Me emocionaba mucho pensar en los dos juntos: dos iconos británicos, ambos absolutamente en la cima de su profesión, en términos de talento interpretativo y musical. La reunión fue un éxito y marcó el comienzo del proceso".

Thompson admite que cuando volvió a contactar con Livingstone, no tenía muy clara la envergadura de la historia. "Al principio, le dije que me lo pensaría", dice Thompson. "Le di mil vueltas a la canción, sin dejar de pensar en que nunca había escrito una comedia romántica como tal, y en cómo podía interpretar aquello. Tuve una idea y se la mencioné a mi marido, Greg Wise. Le pregunté si pensaba que podría funcionar. Y me dijo que sí. Empezamos a hablar mucho sobre ello cuando salíamos de paseo por Escocia, donde vivimos. Esa versión comenzó a tomar forma y a convertirse en un proyecto con gancho, aunque era muy compleja. Intentábamos contar la historia al revés".

Cuando Thompson y Wise consiguieron elaborar un enfoque, sintieron que las estrellas se alineaban. "David dijo que le veía futuro a la idea", nos cuenta Thompson. "Volvió a llamarme hace unos años y me dijo que teníamos que retomarlo, porque era una buena historia. Nos reunimos de nuevo y le dije: “¿Por qué no le pides a alguien que nos prepare un primer borrador, que yo ahora no puedo? ¿Por qué no ponemos esto en marcha de algún modo?”. Total, que contratamos a una maravillosa artista llamada Bryony Kimmings".

El equipo creativo le explicó a Kimmings la lógica de la premisa, y así fue como arrancó su trabajo. "Mantuvimos una reunión en la que le contamos cuál era la historia, los personajes y la dinámica familiar", explica Thompson. "Bryony partió de ahí y elaboró un borrador plagado de imágenes extraordinarias. Es muy imaginativa, muy visual, y tiene ideas fabulosas. Esa fue la semilla de lo que acabamos creando, y a partir de aquello seguí trabajando con Greg durante otros dos años".

Muy al principio, durante las conversaciones de Thompson con Michael, hablaron de lo que la cineasta tenía en mente y de adónde pretendía llegar con ese tema clásico como inspiración. "Fui a hablarlo todo con George y pasamos una tarde maravillosa juntos; eso fue al menos dos años antes de que falleciera", nos cuenta Thompson. "Era una persona muy dulce, y le encantó la idea de la historia... y ciertos elementos de la misma con trazas de denuncia social, porque siempre ha sido una persona involucrada en esos temas. Me encantó estar con él, y pensé que era una suerte trabajar juntos y formar parte de esto".

Durante el desarrollo del guion, en las Navidades de 2016, George Michael falleció. No solo causó una conmoción mundial perder una voz tan épica, sino que el equipo creativo de LAST CHRISTMAS se planteó si, en esas circunstancias, la premisa acabaría fructificando. "George estaba al tanto de la idea general de la historia, pero nunca tuvo la ocasión de leer el guion", dice Livingstone. "Sentía que teníamos algo mágico entre manos, pero que no sabíamos adónde dirigirlo, hasta que un día Greg, el marido de Emma, se topó con David Austin, amigo y mánager de George Michael. David fue quien volvió a reactivar el proyecto. Organizamos una reunión con Emma y nos puso algunos temas nuevos de George que nadie había escuchado. Fue increíblemente emocionante; nos llenó a todos de energía. Teníamos un guion excepcional y queríamos rendirle homenaje".

Thompson vivió aquel momento como una oportunidad de contar su historia ideal de Navidad, y sintió que contaba con la protección de un ángel de la guarda. "Cuando George murió, en un momento también delicado en nuestra familia por fallecimientos, sentimos que se nos apagaba la inspiración", comenta Thompson. "Preparamos otro borrador y un día de junio de 2018 David nos dijo que Dave Austin, mánager y amigo de la infancia de George, quería hablar con nosotros sobre el proyecto, porque era muy importante para el cantante". Así fue como la cineasta descubrió que Austin era un apasionado defensor del legado del artista. "Dave se reunió con nosotros y nos puso unos maravillosos temas nuevos que George Michael había compuesto, y fue muy emocionante", confiesa Thompson.

Thompson sintió que la reveladora música de Michael encajaba a la perfección en la última versión de lo que Wise y ella estaban creando para la historia de dos amantes predestinados, Kate y Tom. Gran parte de ello giraba en torno a la encarnación de un tipo concreto de curiosidad. "Tom es el tipo de persona que te dice siempre que alces la mirada o te perderás cosas inesperadas", dice Thompson. "Mirar arriba es una parte importante de esta historia, porque significa también apartar la vista de ciertas cosas. El capitalismo consumista nos envuelve en un mensaje constante de “tienes que comprar esto o no serás feliz”. Y esto es algo que vivimos todos y cada uno de nosotros: en las calles y en los escaparates. Tienes que saber alzar la mirada para no dejarte atrapar. Nos olvidamos de cuestionarlo, de darnos cuenta de que ese mensaje es una bobada".

"Tom vive en un universo casi alternativo, porque es muy abierto de miras", prosigue Thompson. "No es que sea un santo; para nada. Es bastante engreído, de hecho, y un pelín crítico. Kate le responde en cierta ocasión cargada de razón, algo en plan 'Sé que eres una persona maravillosa, que ves todo y sientes curiosidad. Debe de ser genial ser tan perfecto'. El viaje de Tom es muy diferente. No quería escribir una historia en el que el hombre perfecto le enseña a una mujer cómo vivir su vida, una premisa absurdamente común. Es un tipo interesante y peculiar en muchos aspectos, y no tiene móvil, cosa que, en nuestro mundo, es bastante raro".

Teniendo en cuenta las implicaciones en un plano más amplio, era igualmente crucial que Thompson integrase elementos del panorama crecientemente desconfiado de nuestra realidad. "Se trata de una historia sobre cómo usar tus sentimientos, cómo vivir y cómo quererte a ti mismo", asegura Thompson. "También trata de cómo responsabilizarte de ti, algo que no se logra a menudo. Muy poca gente alcanza la edad adulta en la actualidad; estamos obsesionados con ser jóvenes eternamente. El narcisismo actual es un signo muy claro de nuestros tiempos".

También era clave para la cineasta evitar una excesiva simplificación de la condición humana, de la que a menudo se peca en las comedias románticas. "Todo aquello de lo que siempre he querido escribir está contenido en esta historia: cómo nos comportamos, cómo nos cuidamos, cómo amar y cómo vivir en un mundo moderno en el que es tan difícil para la gente no distraerse", sentencia Thompson. "Es imprescindible que detengamos esta dinámica y observemos lo que estamos haciendo... porque, de lo contrario, no vamos a sobrevivir".

Ese enfoque también rigió los elementos de "forastera en una tierra ajena" entretejidos en la historia. "Los padres de nuestra protagonista son inmigrantes", nos cuenta. "Su respuesta al surgimiento del Brexit, a la presidencia de Trump y a todos esos elementos están presentes como telón de fondo, porque es una historia totalmente ambientada en el año 2017. El mundo que hemos creado es real, aunque, obviamente, estén destacados los aspectos dramáticos y románticos".

Livingstone estaba contento con que una idea que había incubado hacía tanto tiempo por fin empezara a ver la luz de una forma más elevada de lo que nunca hubiera imaginado. "Es una comedia romántica, pero no es solo eso", asegura Livingstone. "Bajo la superficie y tras las lucecitas que tintinean, esconde mucho más. El público va a quedarse fascinado cuando vea que se trata de una historia mucho más profunda de lo que parece".

Fastlove. Thompson se reúne con Feig
Con la contribución de Austin a las piezas finales de este puzle que fue el desarrollo de la idea, Thompson y Livingstone se prepararon para pensar en posibles directores para su proyecto estrella. "Recuerdo incluso dónde estaba sentada cuando le dije a David Livingstone: “Voy a mandárselo a Paul Feig y a Bryan Lourd [su agente] para ver qué opinan”", cuenta Thompson. "Un par de horas después, recibí una llamada de teléfono de ellos diciéndome: “Tenemos que hacer la película este año”. Con todos involucrados, Paul, George y yo misma, Bryan envolvió el guion en una caja con papel de Navidad y espumillón y se lo mandó a Donna Langley, de Universal, acompañado de un “Feliz Navidad”. Donna lo leyó y dijo que les había encantando a todos. Y un mes después, ya estábamos en preproducción. Nunca sale todo tan rodado".

Compartiendo una de las múltiples razones por las que quería trabajar con un cineasta que se caracteriza por resaltar las figuras femeninas con personajes difíciles de etiquetar, Thompson nos cuenta: "Paul es un feminista de manual, y lo digo con total convicción. Es todo un activista en ese sentido, y me encanta cómo trabaja con las mujeres en todas sus películas. Los estadounidenses son especialistas en historias épicas, y a nosotros, los británicos, se nos da bien un tono particular de ironía".

Livingstone coincide con las reflexiones de Thompson sobre el destino, hablando sobre por qué cree que el director de La boda de mi mejor amiga y Espías era el candidato ideal para el proyecto. "Paul es un experto en comedias, y era imperativo conseguir un director como él", asegura Livingstone. "Además, le apasiona Londres; conecta mucho con su sensibilidad, así que le apetecía crear esta carta de amor a la capital británica. Si miras Londres con ojos de alguien que no es londinense, lo ves todo envuelto en un halo de novedad. Valoras la belleza de Albert Bridge, y percibes lo bonito que es todo en Jermyn Street, Regent Street, Brixton y Brick Lane".

Lo que atrajo al director/productor fue la premisa de una joven con talento que ha perdido el rumbo, todo por una enfermedad que ha alterado el futuro de la familia. Al poco de empezar la película, descubrimos que Kate se ha sometido hace poco a una operación que le ha salvado la vida. "Desde entonces, Kate se siente incompleta y se ve inmersa en una senda autodestructiva", dice Feig. "Todo el mundo intenta tener paciencia con ella y ponerla en el buen camino, pero la paciencia de sus amigos y familiares se está agotando. Es en ese momento cuando aparece en su vida Tom, un tipo guapo, extravagante y culto que parece interesarse en ella".

Hablando del interés romántico de Kate y de cómo este contribuye al viaje de nuestra protagonista, Feig postula que Tom es una criatura de otra era. "Es como si hubiese salido de un musical de los años 30", dice. "Es un tipo grácil. Rezuma alegría de vivir y ve el mundo de color de rosa. Tom siempre le dice a Kate que alce la vista. Es el tipo de chico que ve cosas que al resto se nos escapan porque vamos por la vida pegados a la pantalla del móvil. Tom enseña a Kate a salir de su propia cabeza y a valorar el mundo a su alrededor. También trabaja en un albergue para gente sin hogar, y se la lleva allí para involucrarla; esa perspectiva es la que hace que todo cambie para Kate".

Trabajar con Thompson fue una experiencia tan grata como educativa para Feig. "Ella es la mejor compañera que puedes tener en un proyecto cinematográfico, especialmente si es una película escrita por ella, porque es algo en lo que ya ha invertido más de ocho años", dice Feig. "Emma ha ganado dos Oscar® por su trabajo escribiendo y actuando; es una persona respetada por todo el mundo que la conoce. Cuando tiene una idea o un comentario, todo el mundo escucha, y te das cuenta de que estás en presencia de una maestra. Emma sabe lo que quiere y es una persona muy colaborativa".

Junto con sus socios de producción, Feig aspira a convertir LAST CHRISTMAS en un clásico de las Navidades. "Toda gran película navideña debe tratar sobre el amor, la familia, la redención y la felicidad", señala Feig. "Nuestra película es muy emotiva en ciertos momentos, y en otros extraordinariamente divertida; es cautivadora y bonita. Nuestro director de fotografía, John Schwartzman, ha rodado la película de un modo inédito hasta el momento, haciendo que Londres luzca su mejor cara. Londres es una ciudad que me encanta, de siempre. Quería mostrar la ciudad tal y como yo la veo y valoro. Todos estos elementos se combinan para crear una experiencia totalmente envolvente y emotiva que, en mi opinión, es la historia navideña definitiva".

Para el director, lo que aporta la guinda a la magia de esta capital del mundo son los temas imperecederos de George Michael. "La potencia de la música de George Michael es imponente", asegura Feig. "Sus canciones están tan bien compuestas y arregladas que admiten cogerlas, ponerles otros arreglos y darles una segunda vida. Además, contamos con un tema inédito que nadie ha escuchado nunca; esta película es una carta de amor tanto a George como a Londres. Es emocionante para los fans porque van a poder experimentar de nuevo su música de una forma totalmente novedosa. Y también me emociona pensar en el impacto que va a tener en gente como yo, que conocía a George, pero no valoraba realmente el inmenso talento que tenía".

Independientemente de sus logros, el cineasta admite que se convirtió en el mayor fan en el set. "A veces hasta tenía que pellizcarme, la verdad", confiesa Feig. "Tenía un guion fantástico de Emma Thompson y Bryony, un reparto asombroso, música del gran George Michael... ¡y rodábamos en Londres!".

Echando la vista atrás, y contando ya con el antiguo socio de producción de Feig, Jessie Henderson, como productor final, Livingstone cree que su labor de amor de casi una década ha merecido totalmente la pena. Elogia a su compañera de aventura por llevar el proyecto a buen puerto. "Emma es una persona que valora mucho todos los aspectos de la producción", asegura Livingstone. "Siempre se asegura de que los extras y artistas secundarios estén contentos, de que coman bien y de que no pasen frío. Es una de esas personas que, sin asomo de dudas, se sabe el nombre de todos; si te conoce de una vez, volverá a visitarte más adelante. Emma nunca ignora a nadie, y eso demuestra lo buena productora, colaboradora y creadora que es".

Thompson reflexiona sobre la confluencia mística que afectó a la producción de incontables formas. "Aunque hemos sufrido pérdidas, también hemos ganado cosas extraordinarias", dice Thompson. "Si la hubiéramos hecho cuando George seguía vivo, Emilia no hubiera estado disponible. Y en realidad, es como si hubiera escrito el papel para ella. Le va como anillo al dedo, con su maravillosa personalidad y su alma un poco payasa. Es una artista maravillosa, y es la primera vez que ha podido hacer algo así. Tampoco tendríamos a Henry, que aún no había iniciado su carrera cinematográfica. Las películas son así: La niñera mágica, tardó nueve años en llevarse a rodaje; Sentido y sensibilidad, 15 años desde el momento en el que el productor decidió hacerla hasta su estreno. Es lo que tienen las grandes ideas: no surgen a menudo. Y está mal que yo lo diga, pero esta idea es de las buenas".


En busca de los intérpretes perfectos
Everything she wants. Emilia Clarke en el papel de Kate
Conocemos a nuestra protagonista, Kate, en las fechas más felices del calendario, trabajando en una de esas tiendas en las que se venden artículos navideños durante todo el año. Una situación irónica, dado que Kate intenta evitar todos los elementos y todas las personas de su vida que le hacen sentir algo. "Para Kate, la Navidad es un infierno, porque es una época de lidiar con tensiones, con todas esas placas tectónicas que componen la vida familiar", dice Thompson. "Es imposible pasar las fiestas sin que nadie diga un comentario desafortunado o mire a otro de forma inapropiada. Cualquier gesto puede hacer explotar esa bomba de relojería".

Para interpretar a Kate, el equipo de producción se había fijado en Emilia Clarke, que había concluido recientemente el rodaje de la galardonada serie de HBO Juego de tronos. Aunque en la serie, interpreta a la despiadada Daenerys Targaryen, la Madre de Dragones, Clarke no ha dejado de expandir su repertorio durante toda su carrera con papeles tanto en Broadway como en televisión, sobre las tablas o en pantalla. A los productores les atrajo enseguida para el papel protagonista de la película. Clarke ilumina la pantalla en el papel de Kate, según el director. "Emilia me sorprendía todos los días durante el rodaje", asegura Feig. "Es una gran actriz y comediante, y da muy buena imagen en cámara. No me puedo imaginar a otra persona en el papel".

Descubrir que Clarke cantaba bien fue una grata sorpresa para el cineasta. "Tuve suerte con eso", admite Feig. "Tiene una voz muy limpia, y ha sido divertido ver cómo la exploraba. Su voz es maravillosa, aunque en la película no la despliega con todo su potencial. La película no trata de cómo Kate se convierte en una estrella del pop, sino de cómo recupera lo que le hace de verdad feliz".

Livingstone habla maravillas del talento de Clarke; en su opinión, la actriz da en el clavo cómico con cualquier frase que le des o improvisación que surja. "Interpreta muy bien a una persona ligeramente frustrada, pero lo hace con tal encanto que es imposible resistirse a quererla", nos cuenta Livingstone. "Emilia sabe hacerte llorar y hacerte reír; no me puedo imaginar a otra persona interpretando el papel".

Lo que le atrajo a Clarke del papel fue la pureza de esta historia navideña. "Emma escribió la historia con mucho amor y sinceridad", asegura Clarke. "Comprende la complejidad de la naturaleza humana y ha sabido entretejer ese conocimiento en la trama. Esta historia rinde homenaje a las incertidumbres, a los momentos de miedo y a la belleza de ser humanos". Reflexiona un instante. "La película es una carta de amor para cualquiera que se haya sentido confuso o perdido en algún momento de su vida", dice Clarke. "Brinda el esperanzador mensaje de que no pasa nada por sentirse así y de que estas cosas pueden ayudarte a conocerte".

La intérprete nos habla del momento en el que conocemos a su personaje. "Kate es una joven que vive en Londres y que se siente un poco confusa, perdida y desarraigada", dice Clarke. "A medida que la historia se desarrolla, comienza a aclararse la turbulenta senda que ha recorrido. Aunque se encuentra algún que otro escollo en el camino, acaba conociendo a alguien que la ayuda a ver la vida desde una nueva perspectiva".

Respecto a la yuxtaposición de Kate y su interés romántico, Clarke dice: "Tom y Kate se conocen en el clásico primer encuentro bonito de las películas. Tom encarna a alguien estable mental y emocionalmente, que tiene las cosas claras. Kate es lo contrario, en gran medida: constantemente borracha, de resaca, que se va cayendo y rompiendo cosas allá donde va. Es, como diría mi mejor amiga, una “derramadora”. A una derramadora no le das una copa de vino tinto cuando acabas de poner moqueta nueva".

La actriz admite que algunas de las escenas le hicieron sentir vulnerable y un poco como alguien totalmente del revés. Pero, pese a todo, fue su confianza en Thompson y Feig lo que la guio a través de los momentos más profundamente personales y cómicos. "Paul es un director muy atento y con mucho talento", asegura Clarke. "Hacía que todo el mundo se sintiese a gusto. Sabe muy bien cómo hacer comedia, y fue un placer para mí adentrarme en ciertos aspectos del humor físico bajo su batuta".

Cuando conoció el mensaje de LAST CHRISTMAS, Clarke sintió que reflejaba su experiencia personal. De niña, su abuelo siempre le decía que "alzase la vista" y que abriera bien los ojos para ver el mundo que muchos de nosotros damos por supuesto. "Uno de los temas centrales de la película es la idea de “alzar la vista”", dice Clarke. "Habla de la importancia de abrirse, de ser conscientes de lo que nos rodea y de parar a oler las flores en el mundo en el que vivimos".

Estar en el set le permitió experimentar su amada ciudad de un modo totalmente nuevo. "Rodamos por todo Londres durante la época navideña", nos cuenta Clarke. "La ciudad está preciosa de por sí en esas fechas, pero añadimos más luces y destellos a todos los enclaves, lo que la convirtió en un lugar aún más mágico".

Para la intérprete, la guinda de la producción fue la contribución clave del material que sirvió de inspiración. "Es una suerte inmensa poder contar con la música de George Michael en esta película", asegura. "Es una experiencia increíble, y ha sido muy divertido para mí. Ni en un millón de años hubiera pensado que haría una película en la que tuviera que cantar y hacer comedia, así que es un sueño hecho realidad".

El coprotagonista de la cinta destaca el profundo respeto que siente por la intérprete de Kate. "Emilia es un torrente de energía y tiene una chispa especial en la mirada", asegura Golding. "Lo da todo actuando y sabe equilibrar maravillosamente bien los elementos de humor y emotivos en su personaje".

Freedom! '90. Henry Golding en el papel de Tom
El director, que colaboró por última vez con Golding en Un pequeño favor, se mostró muy complacido de volver a trabajar con él como protagonista. "Henry es Tom", asegura Feig. "Quería mostrar esa faceta divertida y encantadora de su personalidad. Cuando lo reclutamos, le dije que se limitara a ser él mismo. Quería que su ligereza de espíritu en la vida real se trasluciera en Tom, y la verdad es que ha hecho un trabajo increíble".

"Henry tiene que interpretar a un personaje enigmático", cuenta Livingstone. "Tom es una persona con un halo de misterio y con aspectos interesantes en su personalidad. Henry lo representa increíblemente bien y con muchísimo encanto. Además, Emilia y él conectaron a la primera, así que en cuanto los pones juntos, surge una química que hace que todo resulte asombrosamente natural".

Clarke habla de la relación entre los dos protagonistas, y de la experiencia de compartir pantalla con Golding. "La relación que Kate tiene con Tom no es de amor a primera vista. Chocan en todo realmente; la verdad es que es gracioso", admite Clarke. "Hasta el final de la película no empiezas a ver que ambos comparten un objetivo, y podemos entender que eso es lo que les ha unido. Henry es increíblemente abierto como actor, es generoso y divertido, así que ha sido un placer".

Desde el momento en que puso el pie en el set, el intérprete se sintió apoyado por su equipo delante y detrás de las cámaras. "Emma tiene un concepto de la producción muy cuidado y conceptualizado", afirma Golding. "Paul y ella trabajaron codo con codo en el set para equilibrar el humor, las emociones y el papel de la música, y que todo quedara perfecto. Paul orquestó las múltiples partes conmovedoras de la producción. Tiene un maravilloso sentido del humor entre bambalinas, lo que sin duda contagió a nuestros personajes en pantalla".

Ambientada en diciembre de 2017, tras la votación del Brexit, la película toca ese elemento profundamente humano de la agitación política, y el precio que pagan los extranjeros. "Emma ha sabido resaltar de una manera muy inteligente esos aspectos sociales en su guion", dice Golding. "Por ejemplo, la lucha de los sin hogar y cómo podemos aportar nuestro granito de arena; el hecho de que, a veces, solo necesitan una oportunidad y una mano amiga. Todo el mundo tiene sus puntos fuertes, y, a veces, solo hace falta que alguien te los señale".

Los guionistas crearon un personaje que se niega a dejarse contactar por medios convencionales, y Tom tiende a dar con Kate de forma inesperada y justo cuando a ella menos le conviene... o más le conviene, según se mire. "Henry sabe hacer justicia al personaje de Tom. Es un joven actor inusual, en el sentido de que no está nada ensimismado", afirma Thompson. "Es fabuloso dar con alguien que no solo es un profesional entusiasmado por lo que hace, sino que además no se las da de “soy demasiado especial para mostrar entusiasmo”. Era perfecto para nuestro Tom, que es un chico ordinario. Es cierto que es muy apuesto, pero aparte de eso... a Kate le es de gran ayuda, porque es una chica inteligente capaz de percibir cualquier juicio soterrado".

Thompson no ha dudado en introducir elementos de su propia vida familiar en su trabajo. "He puesto un poco de Greg y de mí en esta relación, porque yo siempre he pensado que Greg es en esencia mejor persona que yo", asegura Thompson. "Cuando dice algo, yo enseguida me digo: “Me está juzgando, y con toda la razón”. Pero eso no me hace sentir bien, así que mi reacción no es buena. Eso es lo que les ocurre constantemente a Kate y Tom".

A Golding no solo le interesaba trabajar con Thompson por primera vez y reunirse con su director para otro proyecto, sino que, además, se sintió identificado con esta historia de pasión y pérdida. "Se trata de una historia con comedia, amor y personajes coloridos", nos cuenta Golding. "Se adentra en la importancia de vivir el presente, de absorber cuanto te rodea y de interactuar con quienes tienes al lado".

El actor valora la oportunidad de interpretar a un chico enigmático, que resulta tan encantador como frustrante para la chica que se enamora de él. "Tom es la clase de tío con el que todo el mundo quiere quedar", dice Golding. "Vive el presente y disfruta paseando por Londres, admirando la arquitectura y la historia. Es un soplo de aire fresco y su forma de moverse transmite alegría. Cuando Tom entra en la historia, ayuda a Kate a alcanzar su potencial. Le enseña a amarse a sí misma y a alzar la vista. Le muestra la importancia de vivir el presente, de abrirse y de vivir lo mejor posible".

"Tom y Kate son como el yin y el yang", prosigue Golding. "A medida que la historia progresa, se van uniendo y viendo al otro dentro de sí mismos. Ambos desarrollan una comprensión mutua mucho más profunda. Tom comprende el dolor de Kate y su lucha con su familia, e intenta guiarla para que sepa encontrar el lado bueno del mundo".

Era imposible no meterse en el espíritu de las fiestas rodando en Inglaterra, y Golding coincide con Clarke en que se dejaron transportar por la magia de la Navidad. "Rodar en Londres me ha hecho sentir más navideño de lo que me había sentido en años", confiesa Golding. "Rodamos en Covent Garden, Regent Street, Alexandra Palace, The Strand y Piccadilly Circus. La Navidad en Londres es mágica, y encapsular todas las zonas bonitas de la ciudad insufló un espíritu aún más festivo a la película".

Reflexionando sobre sus esperanzas respecto a la reacción del público a una película que ha sido toda una labor de amor, Golding dice: "Todo el mundo ha invertido lo mejor de sí en este proyecto, tanto delante como detrás de las cámaras. El guion en sí es maravilloso en muchos aspectos; da lecciones de vida y te impacta como un buen bofetón en la cara. El mensaje de fondo es vivir el presente, estar aquí y ahora, dejarte cuidar y dejarte amar".

Fantasy. Michelle Yeoh es Santa
Santa es la jefa de Kate en la tienda navideña Yuletide Wonderful, una persona muy estricta, aunque justa. Sea cual sea su nombre real, Santa es como se hace llamar, al menos en la tienda. "Santa es la jefa de Kate en la tienda navideña", explica Clarke. "Tiene cierta malicia, es sarcástica y cuenta con un gusto un tanto peculiar en cuanto a decoración navideña. Cuida de Kate, pero no le pasa ni una. Tienen una relación amor-odio".

"Santa está frustrada con Kate y su incapacidad para cumplir con sus horarios, generando caos en la tienda, y para atender debidamente a los clientes", dice Livingstone. "Pero en el fondo se preocupa por Kate y, aunque es un hueso duro de roer, intenta sacar lo mejor de su empleada".

Santa está basada en la nuera de Thompson, Bao, a quien la cineasta describe como una mujer que "habla un inglés perfecto con mucho acento chino, y es absolutamente brillante..., aunque también peculiar y diferente". Bao fue la inspiración para este personaje que ha centrado toda su vida en hacer que ocurra lo que ella busca. "Es de Shenyang, China, de la generación de hijos únicos", explica Thompson. "Desde pequeña ha llevado sobre los hombros el peso de cumplir los deseos y sueños de sus padres. Santa tiene un negocio que le apasiona y es un personaje maravilloso. A lo largo de la historia, somos testigos de cómo se enamora. Esta subtrama de amor fue muy divertida de crear, porque hubo que dar con una persona muy inusual y estrafalaria que pudiese enamorarla".

Feig es muy fan de Michelle Yeoh y le entusiasmó enterarse de que había aceptado el papel. "La verdad es que la primera persona a la que quise fichar cuando leí el guion fue a Michelle. Llevaba 10 páginas leyendo sobre el personaje de Santa y ya me di cuenta de que le iba como anillo al dedo. Lo mejor es que puedo mostrar el lado divertido de Michelle. No interpreta normalmente esa clase de papeles, así que lo disfruté mucho. Santa es un personaje maravilloso. Es una mujer muy trabajadora que adora la Navidad y que la ha convertido en un negocio fabuloso. La tienda Yuletide Wonderful es absolutamente rimbombante, sin perder la elegancia y la clase. Vende baratijas y vende cosas preciosas. Así es Santa".

"Cuando Paul leyó el guion, vio inmediatamente a Michelle", nos cuenta Thompson. "Yo estaba emocionada porque es una actriz fantástica, aunque no estaba segura de imaginármela haciendo esto. Michelle me dijo: “¿Pero quieres que me eche novio?”. Es una persona totalmente dispuesta y muy divertida. En Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) encarna a la suegra con una interpretación afilada como una cuchilla, pero igualmente divertida. Este papel muestra un lado aún más cómico de su naturaleza".

Tras su trabajo en Crazy Rich Asians (Locamente millonarios), Golding se mostró encantado de volver a coincidir con Yeoh. "Hay una faceta de Michelle que nadie ha visto nunca y eso es genial, teniendo en cuenta la cantidad de películas fabulosas que ha rodado", nos dice Golding. "Michelle es alucinante. En el papel de Santa, siempre tiene el comentario adecuado para Kate, y controla como nadie los tiempos para conseguir un efecto cómico. Tengo muchas ganas de que todo el mundo vea lo que es capaz de hacer".

Yeoh conoció a Feig hace varios años en Toronto, la última vez que el director trabajó con Golding. Le pareció tan encantador en el set como lejos de las cámaras. "Paul es un tipo sofisticado y cálido", asegura Yeoh. "Ha trabajado con precisión y rapidez, haciendo que todo fluya para el reparto y el equipo técnico. Era como si todos estuviésemos trabajando con un amigo de toda la vida".

De igual modo, la oportunidad de unirse a Thompson en una producción atrajo a esta intérprete, conocida por dominar todos los géneros. "Hay poca gente que pueda actuar, escribir y producir una única película, y Emma desde luego encabeza la lista", sentencia Yeoh. "Siempre había querido trabajar con ella y me quedé totalmente deslumbrada cuando la conocí".

Al igual que Kate, Santa es una superviviente, y esa actitud de "puedo con todo" fue uno de los puntos a favor para la actriz cuando estaba pensando si aceptar el papel. "Santa quiere forjarse una buena vida por sí misma, independientemente de su actividad profesional", dice Yeoh. "Cuando trabajaba en una tienda de mascotas, se hacía llamar “Gatita”. En el herbolario, era “Miso”. Cuando trabajaba en la pastelería, su apodo era “Muffin”. Ahora que trabaja en una tienda navideña, no hay nombre más adecuado para ella que el de “Santa”".

"Es una persona consagrada a su tienda y apenas tiene tiempo para nada más, pero siente debilidad por Kate, a quien llama “Elfa”", continúa Yeoh. "Kate es holgazana, olvidadiza y no se responsabiliza de nada, pero sabe vender género como nadie. Santa es una especie de hermana mayor para Kate y, como tal, no le pasa ni una", dice Yeoh. "Mantienen una relación muy cálida y cuidan la una de la otra".

A punto de perder la paciencia con la peor empleada del mundo, Santa está dispuesta a darle a Kate una última oportunidad. Pero Santa se percata del cambio en su desastrosa elfa cuando Kate conoce a un misterioso desconocido. "Santa cree que Tom es un tipo recomendable", dice Yeoh. "Lo ve sensato y con la cabeza sobre los hombros, y siente que es el tipo de persona que Kate necesita en su vida. Al final, Tom ayuda a Kate a sentirse bien consigo misma y a ver las cosas bonitas que la rodean en su día a día".

Yeoh también valoró positivamente que su personaje tuviera una emocionante historia de amor propia (cuando conocer al enigmático Danés (Peter Mygind), a quien llama simplemente "Chico"), en vez de quedar relegada a apuntalar a los tortolitos protagonistas. "Santa es muy pragmática y decidida, y vive centrada en su tienda navideña", explica Yeoh. "En lo que respecta a su carrera profesional, siempre sigue los protocolos, pero cuando conoce a un hombre que la intriga, no sabe muy bien cómo reaccionar. Por suerte, Kate acude al rescate y anima a estos dos inesperados personajes a unirse, ayudando a que el amor florezca".

La pasión de Feig por Londres se refleja en LAST CHRISTMAS; la propia Yeoh también considera que es una ciudad mágica en Navidad. De hecho, la actriz estudió en Londres años atrás. "Las Navidades son especiales porque la familia, el amor y la entrega cobran protagonismo", dice Yeoh. "La película refleja el proceso de Kate para hallar el valor de amar a los demás y, lo que es más importante, de aprender amarse a ella misma".

Compartir casi todo su tiempo de pantalla con Clarke fue una experiencia grata para Yeoh, que quedó sorprendida por los talentos ocultos de su compañera de reparto. "Emilia es una persona encantadora y derrocha energía por los cuatro costados", asegura Yeoh. "Sabía que era una gran actriz, ¡pero no tenía ni idea de que cantase tan bien!".

Heal the Pain. Emma Thompson en el papel de Petra
Además de coescribir el guion y ejercer de una de sus productoras, Thompson interpreta a Petra, la madre de Kate y una mujer chapada a la antigua. "Emma interpreta al personaje de un modo increíblemente divertido, pero también auténtico", dice Livingstone. "Vemos perfectamente que no intenta representar una caricatura; todos conocemos realmente a alguien como Petra. Ni qué decir tiene que Emma lo hace de una manera sublime con una actuación muy divertida, además de aportar mucha emoción al papel".

Petra presiona mucho a Kate precisamente porque se ve muy reflejada en su hija. "Petra era una gran estrella en su tierra natal (la antigua Yugoslavia) y el traslado de su familia a Inglaterra le ha removido mucho", explica Clarke. "Se pasa el día muy preocupada por dónde andará Kate e intenta constantemente contactar con ella".

La ansiedad de Petra ha enturbiado la comunicación con su hija, pero eso no la impide tratar de localizarla de manera obsesiva. Santa también está un poco harta de sus constantes llamadas y mensajes de texto, que no hacen más que distraer a su única empleada. "Kate tiene una relación complicada con su madre y su hermana", explica Yeoh. "Petra es un poco maniática del control. Tienen una familia muy disfuncional, que es parte del motivo por el que Santa siente debilidad por Kate. Quiere que Kate acepte el amor que le ofrecen, en vez de renegar constantemente".

Thompson interpreta a Petra inspirándose en una conocida de su marido, Greg. "No puedo desvelar más, no vaya a ser que venga a matarnos", Thompson zanja. "Se trata de una persona pasivo-agresiva que ha sufrido mucho. El hecho es que Petra sufre trastorno de estrés postraumático. Te alejas de tu país, de tu tribu, y, de golpe, aterrizas en mitad de un sitio cuyo idioma no hablas. No tienes amigos y te conviertes en alguien aislado y asustado. Petra es así, en el fondo, solo que lo enmascara. Su hija está enferma, y eso le ha brindado un verdadero modus operandi".

La actriz reflexiona sobre que su personaje adoptó esa identidad y determinación durante la enfermedad de Kate, pero ahora que su hija se ha recuperado, Petra no está segura de cuál es su lugar... ni su cometido. "Ha tenido todo eso y de repente se lo han arrebatado", dice Thompson. "Por si fuera poco, su hija desaparece porque está viviendo de un modo poco sensato, pero no puede hacer nada por remediarlo. Petra está atrapada en una situación de dudas, ansiedad, terror, resentimiento y rabia de la que no puede salir".

Afirma que ese cambio de dinámica de poder se da a menudo en las familias. Si un miembro cambia de un modo muy radical, de forma positiva, a menudo significa que otras personas tienen que adoptar cambios. "A medida que Kate cambia, las constelaciones empiezan a variar y Petra de pronto es capaz de ver algo desde un ángulo distinto", dice Thompson. "Kate reconecta con su mundo a través de la comida y, de pronto, te das cuenta de que esta mujer podría ser feliz. Lo bonito de la historia es que no hay cabos atados. No creo en el típico “fueron felices y comieron perdices”, porque eso es una chorrada. Una de las cosas que hemos intentado hacer con esta película es que siga viva en la cabeza del espectador cuando salga del cine. Conserva en todo momento su fuerza, como un corazón latiendo. Es un músculo fuerte".

One More Try. Actores secundarios de la película
Cuando conocemos a Kate, vemos a una joven a la que sus amigos y familiares han brindado infinitas oportunidades, pero que sigue luchando para dejar atrás un pasado muy duro. Los diversos personajes que entran en su vida no se limitan a ofrecer valiosas lecciones, sino que brindan a Kate la oportunidad de ser una mejor embajadora del mundo.

Thompson sabe reconocer y valorar la valiosísima aportación de los intérpretes secundarios. "Todos y cada uno de los papeles de la película cuentan con una interpretación intachable del actor o la actriz ideal para darle vida, y hasta el último personaje está basado en gente que mi marido y yo conocemos", se sincera Thompson. "Es una combinación extraordinaria de confluencias y congruencias. Todos nos sentimos muy privilegiados y bendecidos, y es en gran medida como si George Michael estuviera presente en cada elemento. No suelo ponerme en plan místico, pero se notaba su presencia".

La familia de Kate
El clan de Petra y Kate lo completa Lydia Leonard en el papel de Marta, la hermana mayor de Kate, que carga con la responsabilidad familiar que a su hermana la falta, y Boris Isaković en el papel de Ivan, padre de ambas y marido de Petra, un hombre que intenta pasar fuera de casa todo el tiempo que le es humanamente posible.

Kate y Marta mantienen una relación amor-odio, en la que cada hermana culpa a la otra de los problemas familiares. "Marta, en muchos sentidos, ha cargado sobre sus hombros con los sueños y las esperanzas de la familia", explica Clarke. "Esa responsabilidad ha generado cierto resentimiento, y de ahí que la relación entre ambas hermanas sea tensa, como poco. Es un retrato increíblemente honesto de una relación disfuncional, pero de amor".

Ivan y Petra llevaron a sus hijas a Inglaterra desde la antigua Yugoslavia, desgarrada por la guerra, en los 90, y con ellas sus esperanzas, sueños y miedos de su antigua patria. Para Thompson, esta línea argumental brindaba la oportunidad cinematográfica de explorar el año 2017, un año después de la votación del Brexit, y los miedos que sus compatriotas estaban viviendo. Thompson cuenta: "Cuando surgió el Brexit, recuerdo que unos amigos míos de Croacia me dijeron que era exactamente así como había comenzado la guerra en su país, ese auge del tribalismo cuando Tito cayó y todo el mundo se creía mejor que los demás. Yo misma he aprendido a entender mejor la necesidad de una identidad en un sentido tribal porque mi hijo es un refugiado. He tenido que aprender sobre la identificación con ciertos elementos de tu país y entender lo valioso que es. Hay un tipo de nacionalismo muy maligno, que hace emerger un odio mutuo. No se nos da muy bien controlar ese fenómeno, pero sí dar con ello".

La guionista asegura que, con el tiempo, ha ido conociendo cada vez más sobre esas familias en las que sus miembros proceden de lugares lejanos, que han abandonado su hogar por una guerra aterradora. "No son gente que elija meterse en una barca en mitad de la nada; intentan escapar de las garras de la muerte, como los padres de Kate", explica Thompson. "He hablado con mucha gente sobre esa época en Serbia y Croacia. Como el padre de Kate y Marta era abogado, analizó el devenir de la situación; tenía como ejemplo la Alemania nazi, hace solo 40 años. Así es como llega a la conclusión de que aquello no va a acabar bien. Que tiene que sacar a su familia del país".

Ivan lo ha sacrificado todo por la familia y ha trasferido su percepción personal automáticamente a su hija mayor, Marta, que no quería ser abogada, pero que ha acabado ejerciendo porque eso es lo que sus padres querían para ella. "Todo lo que ha hecho se lo han arrebatado e intenta recobrarlo a través de su hija mayor, Marta", dice Thompson. "Se trata de una chica que, además, tiene que lidiar con el hecho de ser lesbiana, algo inconcebible en su propio país en ese momento. Es una persona muy dedicada, y tiene una hermana pequeña que siempre es la primera en todo porque ha estado enferma. Pero lo que ocurre cuando la familia se ve sometida a un estrés extremo es que las cosas acaban deformándose y enquistándose cada vez más, todo se hace más difícil y nadie habla de ello. Por eso, cuando conocemos a Marta, está furiosa con su hermana por acaparar toda la atención".

"Kate no es capaz de afrontar su recuperación, con el modo en que el mundo a su alrededor ha cambiado", prosigue Thompson. "Toda esta tensión y este resentimiento acumulados acaban explotando en pantalla, de mano de la maravillosa actriz Lydia Leonard. Encarna a una joven que ha hecho todo lo humanamente posible por satisfacer a sus padres. No les habla de su sexualidad porque sabe que no lo aprobarían. Cuando rodábamos las escenas familiares, mucha gente en el set decía: 'Me recuerda a mi madre'".

Jenna, interpretada por Ritu Arya, podría considerarse otro miembro de la familia de Kate, en un sentido más extenso. Es la mejor amiga de la infancia de Kate, está en avanzado estado de embarazo y hace todo lo posible por aguantar las excentricidades de Kate hasta que su paciente marido, Rufus, interpretado por Ansu Kabia, no puede soportar convivir con la falta de madurez de nuestra protagonista.

En el centro social
Cuando Kate conoce a Tom, descubre que él pasa gran parte de su tiempo libre ayudando a los demás en un centro social. Kate reacciona con displicencia —varias veces— hasta que empieza a admitir que lo que falta en su vida es algo de sentido. "Tom es voluntario en un albergue para personas sin hogar; y, en su viaje con él, Kate descubre que ella también quiere contribuir más a la comunidad", explica Henry Golding. "Kate termina organizando una obra de teatro navideña en el albergue, demostrando así que a todo el mundo se le da bien algo... Y que, a veces, solo se necesita la oportunidad de darlo a conocer".

Los principales intérpretes en este centro incluyen a David Hargreaves como Arthur y Joe Blakemore como Army Tom, dos sintecho que son la cara de la misma moneda. Arthur ha pasado toda su vida en la calle, mientras que Army Tom ha escapado recientemente de los horrores de la guerra para después tener que lidiar con el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Al entrar en el albergue por primera vez, Kate conoce a Nathan, un afligido voluntario interpretado por Calvin Demba, y a Danny (Ben Owen-Jones), el coordinador del centro, que ya ha tratado otras veces con voluntarios como Kate, por lo que no tiene tiempo para su privilegiado sentimiento de culpa.

Para Thompson, una parte muy importante de LAST CHRISTMAS gira en torno a las personas sin hogar. "No solo porque tenemos a una familia que ha tenido que dejar su casa", dice la actriz, "también porque transcurre en un año en el que la gente se encontraba —y sigue experimentando en nuestro país— con un aumento de la xenofobia y con la desaparición de la hospitalidad y del trato humano, normal y decente a personas que han vivido junto a nosotros durante décadas".

A lo largo de los años, tanto Thompson como George Michael emplearon una enorme cantidad de tiempo trabajando con las personas sin hogar; y el cantante hizo de la ayuda a los necesitados su misión en la vida. "Actualmente, en Londres, aproximadamente una de cada 50 personas no tiene hogar", afirma Thompson. "Es una parte vital de nuestro debate como nación, y es una vergüenza. Somos un país rico y no hay ninguna razón para que nadie esté sin hogar".

Muchos de los personajes de la película están inspirados en los hombres y mujeres de un albergue real en White Chapel. "Arthur está basado en varios sintecho que he conocido a lo largo de los años. Muchos de ellos, solados que sufren TEPT y cuyas vidas familiares han quedado destrozadas", cuenta la actriz. "Para ellos, es muy difícil acceder a ayudas a partir de los 25 años. Es insoportable lo muchísimo que han sufrido. Uno de nuestros actores, Joe Blakemore, representa a esos soldados; y David Hargreaves, que interpreta a Arthur, se ha pasado la vida en la calle. Cualquiera puede convertirse en un sintecho; a veces se cuenta con una red de seguridad, pero otras veces, no. Entre otras cosas, Kate nos ayuda a entrar en ese mundo y ver a esas personas como lo que son: gente como nosotros que se ha visto arrojada a las calles debido a un poco de mala suerte o alguna mala decisión".

Para dar vida a estos increíbles personajes secundarios, era clave que Paul Feig y su equipo representaran la heterogeneidad del ser humano, y el reparto así lo refleja. "Contamos con un actor fantástico llamado Ben Owen-Jones interpretando al tipo que dirige el albergue", explica Thompson. "Dijo que aceptó el trabajo porque no era un papel de minusválido. No fue porque él estuviera en silla de ruedas; su personaje no tiene nada que ver con eso. Tiene que ver con la familia humana en su conjunto. Cuando ves en una misma sala a gente tan absolutamente diferente y dispar... te das cuenta de que así es el mundo. De que así es Londres. De que así es la humanidad. Todo el mundo tiene una historia que contar, y habitualmente esas historias son extremadamente duras".


La música
Last Christmas. La banda sonora de la temporada
Que Last Christmas es un referente absoluto para las canciones navideñas es una verdad que no admite discusión. "Nadie puede ignorar que George fue una persona con una integridad enorme y un talento inmenso", asegura el productor David Livingstone. "Fue una gran oportunidad poder acercarnos a su trabajo, más aún a canciones que nunca nadie había oído antes, por no hablar del clásico navideño de Wham!. Nos hemos tomado muy en serio la responsabilidad de tratar con el trabajo de este gran artista".

Las canciones de George Michael y Wham! que pueblan esta comedia romántica —y acompañan escenas clave— incluyen Last Christmas, Too Funky, Fantasy, Praying for Time, Faith, Waiting for That Day, Heal the Pain, One More Try, Fastlove, Everything She Wants, Wake Me Up Before You Go-Go, Move On, Freedom! ’90 y Praying for Time (MTV Unplugged).

La canción final que los herederos del cantante prestaron a la producción es la inédita This Is How (We Want You to Get High), que recoge a la perfección lo que Kate y Tom han aprendido el uno del otro a lo largo de su viaje juntos. Fan de toda la vida de la música de Michael, Emma Thompson reflexiona sobre lo que significa contar con música nunca antes publicada para su proyecto personal, por el que ha luchado desde hace una década. "La nueva canción de George es perfecta", afirma la actriz. "Me da miedo lo bien que encaja su poesía con la película. Nada podría expresar mejor el corazón del filme que This Is How (We Want You to Get High). Y Heal the Pain encarna, más o menos, todo el mensaje. Si no te amas a ti mismo, no puedes amar a otra persona".

Otra agradable sorpresa para la banda sonora —y, francamente, para el equipo de producción— fue la poderosa voz de Emilia Clarke. "Cuando elegimos a Emilia, no sabíamos si cantaba", reconoce Thompson. "No era vital que supiera hacerlo porque Kate representa otro aspecto de nuestra vida moderna, que es el sueño de la fama, exprimido en tantos programas de televisión. La propia fama es una consecuencia bastante desagradable y tóxica de nuestra profesión. Kate sueña con la fama porque es el mundo en el que ha crecido; su madre cantaba en clubes de música popular en su país. Cuando rodamos la última parte de la película, en la que Kate está montando un evento benéfico, Emilia abrió la boca y reveló su fantástica, ridículamente atractiva y hermosa voz. Canta con tanta pasión y belleza. Es increíblemente conmovedor, y todo lo que se oye es la voz de Emilia de verdad. Tuvimos mucha suerte".

Componer para la película
A Theodore Shapiro lo reclutó el director Paul Feig, con quien ha trabajado desde Espías (2015), para crear la banda sonora de su cuarta película juntos. Siguiendo la estela de sus compañeros jefes de departamento, dice Shapiro: "Admiro el trabajo de Paul desde hace tiempo, y hemos mantenido una fantástica colaboración a lo largo de varias películas. Mi trabajo consiste en establecer conexiones creativas, y Paul es alguien con quien me siento muy afortunado de poder establecer ese tipo de conexión".

Sobre su proceso de trabajo, el compositor cuenta que él y Feig abandonaron hace tiempo la práctica habitual de usar bandas sonoras provisionales, y que prefieren encontrar las composiciones de manera orgánica. "Siempre hemos trabajado de forma que empiezo muy al principio del proceso de Paul", explica Shapiro. "Tratamos de encontrar el tono y el tema lo más cerca posible del comienzo de la postproducción. Eso me permite escribir música que vive en la película antes de que haya una banda sonora provisional. Así, el lenguaje musical nunca consiste en otra cosa que no sea la banda sonora definitiva. En LAST CHRISTMAS nunca hubo música provisional. Siempre pusimos mi demo original".

Mientras la supervisora de producción musical Becky Bentham y David Austin trabajaban con Feig y Thompson eligiendo las canciones del repertorio de George Michael que guiarían la narración, el compositor sabía que era vital que los temas musicales del filme tuvieran personalidad propia. "La cuestión fundamental era cómo gestionar la relación de la banda sonora con la música de George Michael", afirma Shapiro. "Era un gran reto al que enfrentarse. Resultaba obvio que las canciones iban a ser centro de atención musical de la película; aun así, el proyecto no es un musical repleto de éxitos. La película debe contar con una banda sonora que dé apoyo a las canciones, pero que tenga entidad propia. El truco estaba en encontrar ese equilibrio".

Shapiro encontró liberador permitir que la historia dirigiera las decisiones artísticas; y, como siempre ha hecho, se dejó llevar por el instinto. "Las canciones destacan por sí mismas, y mi trabajo no era tratar de igualarlas", describe el compositor. "Lo que resultaba abrumador era crear un tapiz musical equilibrado. No iba a resultar agradable que la paleta de las canciones y la paleta de la banda sonora fueran completamente diferentes entre sí. Pero, a la vez, tampoco puedes hacer lo contrario y que cada frase musical esté basada en un tema de George Michael. Sería un exceso".

Para el director y el compositor era crucial no rebajar los elementos serios de LAST CHRISTMAS, haciendo que el filme pareciera una simple comedia musical. "Había que ser muy sutil para hacer que la banda sonora tuviera un lenguaje similar a las canciones, que viviera en ese mundo. Que insinuara los temas de las canciones de George Michael, pero teniendo a la vez vida propia", explica Shapiro. "Ese era el gran reto", dice antes de detenerse un momento. "Y pensando en eso pasé mis muchas horas de insomnio".

Quizá una de las composiciones de personaje que resultaron más interesantes de crear fue el tema de Santa y el danés. El romance entre estos dos tortolitos parece, en palabras de Kate, "una pequeña película escandinava". Acerca del tema, Shapiro afirma que: "Nos lo pasamos muy bien, queríamos encontrar un extraño choque de sonidos, algo tan raro como su relación. Terminamos mezclando una paleta musical nórdica con instrumentación que no casaba para nada con la armonía. Dimos con una extravagante amalgama de sonidos que, de alguna manera, llevó al tema hacia una dimensión interesante. Tanto es así que cuando Kate le dice su frase a Santa, el público capta totalmente lo que ella quiere decir".

Tan apasionado por Londres como el director, Shapiro trabajó mucho tiempo con Feig para perfeccionar el tema musical dedicado a la ciudad. "Él quería que la película fuera una carta de amor a la ciudad, y debatimos mucho sobre ello", indica Shapiro. "Al tema principal de la banda sonora —que no está basado en una canción de George Michael— lo llamamos El tema de la ciudad de Londres. Es una sencilla melodía de piano. En lugar de interpretar un personaje, interpreta la magia de Londres en invierno. Dar con ese tema fue clave a la hora de encarar la banda sonora".

Es imposible de precisar con exactitud, pero quizá el momento londinense definitivo para Kate y Tom es el que pasan en el jardín de Tom, cuando Kate empieza a comprender lo mucho que le gusta este misterioso desconocido. Para dar forma al tema, Shapiro contempló la secuencia, buscando inspiración musical. "Una de las primeras cosas que me llegaron del departamento de imagen fueron unos planos del jardín secreto", recuerda Shapiro. "Sin diálogo, los planos de la nieve cayendo me ayudaron a dar con la melodía y el sonido".

Para el compositor, el reto musical definitivo de LAST CHRISTMAS fue la escena de Kate y Tom en el piso de él, donde desean abrazarse. "Es una escena larga y muy sosegada; al principio, Paul y yo pensamos que no llevaría música", cuenta Shapiro. "Descubrimos que faltaba algo, y escribir una pieza musical larga para una escena de diálogo tan delicada es un reto enorme. Pero encontramos la forma de hacer algo sutil que apoyara a los personajes sin interrumpirlos. Cubría el tema de Kate y Tom con discreción. Ambos nos sorprendimos de haber tomado una dirección completamente diferente a la de nuestro propósito inicial".