La guionista y directora Greta Gerwig (Lady Bird) ha creado una versión de MUJERCITAS que se inspira tanto en la novela clásica como en los escritos de Louisa May Alcott, y se desarrolla mientras el alter ego de la autora, Jo March, reflexiona sobre su vida. En la versión de Gerwig, la adorada historia de las hermanas March - cuatro jóvenes determinadas a vivir la vida bajo sus propias reglas - llega en el momento más oportuno. En los papeles de Jo, Meg, Amy y Beth March encontramos a Saoirse Ronan, Emma Watson, Florence Pugh y Eliza Scanlen, con Timothée Chalamet como su vecino Laurie, Laura Dern como Marmee y Meryl Streep como la Tía March.
Creando el vestuario
Pocas historias albergan tanto potencial para aunar personaje, persona y época como Mujercitas. Es por eso que Gerwig contó con la diseñadora de vestuario Jacqueline Durran, cuyo trabajo incluye dramas como Orgullo y Prejuicio y Anna Karenina, por la que ganó un Oscar, y paradójicamente las contemporáneas e íntimas películas de Mike Leigh. Esa era exactamente la combinación que Gerwig estaba buscando para MUJERCITAS.
"Jacqueline comprendió perfectamente que quería un diseño fuerte, auténtico y táctil, pero que también pareciese ropa del día a día y no disfraces, porque eso ayuda a que parezca moderno" dice Gerwig. "Quería que se investigase cada una de las piezas y que se pudiese poner pies de página con la referencia, pero que también perteneciese al mundo de la familia March".
Durran leyó el libro de pequeña pero no había visto ninguna de las adaptaciones y decidió no ver ninguna. "Mi punto de partida fue el guion de Greta y por tanto su visión" dice Durran. "Había investigado mucho y había absorbido completamente el mundo de los Alcott, esa casa de artistas, libre pensadores y radicales, así que teníamos un punto sólido con el que empezar".
Durran se unió a Gerwig en la investigación más intensa sobre vestuario que habría tenido hasta la fecha. Juntas, repasaron vastas colecciones de fotografías victorianas, como el trabajo de Julia Margaret Cameron, la maestra fotógrafa del siglo XIX que llevó su amor por la literatura a su profesión, y centró su trabajo en niños y familias, permitiendo mostrarles de nuevas formas. "En 1860 estaba empezando la fotografía así que podemos encontrar muchos fotógrafos artísticos haciendo un gran trabajo" comenta Durran.
Mientras tanto, Durran también investigó sobre los pintores de la época. "Por supuesto el impresionismo ha influido mucho en la película, tanto el europeo como el americano que llegó poco después. Pero para mí, Winslow Homer fue la gran revelación" dice Durran sobre el pintor americano conocido por sus cuadros expresionistas que tratan sobre la relación primordial entre humanos y naturaleza. "Sentía que su trabajo era muy apropiado para lo que íbamos a crear. De hecho, el particular gorro que lleva Jo en la playa es un tributo a High Tide de Winslow Homer".
Durran empezó con varios puntos centrales. Dividió la película en dos partes diferenciadas: una es dentro de la casa de los March con su atmósfera bohemia de libertad y creatividad que Marmee creó y la otra es el mundo exterior, con su abanico de posibilidades y reglas más rígidas. También se preocupó de entremezclar constantemente trozos de tela de una hermana a otra, de un periodo al siguiente, pera reflejar cómo se heredaba la ropa.
Delineó una paleta de colores muy diferenciada para cada hermana: Jo tiene reflejos de rojo intenso, Meg sombras lilas y verdes, Beth tiene rosas y Amy frescos tonos de azul claro. De la misma forma, Meg y Amy suelen aparecer con la típica crinolina que usaban las mujeres de la época, mientras que Jo evita el corsé y Beth permanece con vestidos más infantiles.
Lo más importante para Durran fue permitir que cada hermana fuese sí misma. "Era importante que la imagen de cada una fuese una declaración de algo. Cada una tiene una visión distinta del mundo" dice Durran.
"Jo es más masculina. Ansía la libertad de un chico y se identifica tanto con Laurie que están cambiándose ropa continuamente. Siempre lleva colores vivos, si no es rojo entonces es un azul intenso o algo que sobresalga" continúa Durran.
"Meg, que es romántica y le encanta el teatro, viste un poco como en un cuento de hadas medieval, con estilos neogóticos tan en boga en la época. Beth por otro lado es la más infantil y la que se queda más en casa de las hermanas. No tuvo realmente la oportunidad de crecer y ver el mundo exterior, así que mantiene los rosas suaves".
"Amy es sin duda la hermana que está más a la moda, incluso antes de ir a Europa. Siempre tiene un aire joven, es determinada y lista".
Marmee fue uno de los mayores retos para Durran. "Tiene muchas facetas. Por un lado es muy maternal, pero por el otro es muy radical. Pero espero que lo que transmita su forma de vestir es que es práctica: se viste de forma que pueda saltar a la acción cuando se le necesita en casa y también salir al mundo exterior a ayudar. También queríamos que se viese una pequeña influencia de Marmee en todas las chicas, ver algo de su estilo en ellas".
La tía March es la que tiene el estilo más histórico. "Tiene un riguroso vestuario victoriano al que le falta la gran imaginación de las hermanas" comenta Durran. "Representa el mundo más directo que rodea a las hermanas March y encaja a la perfección con las interpretación de Meryl".
Durran tuvo la oportunidad de trabajar con dos leyendas británicas del vestuario: la cineasta Christine Edzard (Little Dorrit), que le dio acceso a su almacén de vestuario Sands Films Costumes y Jon Bright, ganador del Oscar por Una Habitación con Vistas que también tiene un almacén lleno de vestuario original.
"Christine me inspiró mucho. Creó todo el vestuario de Little Dorrit sin usar ni una máquina de coser. Sabe muchísimo sobre las telas y moda del siglo XIX y trabajó en el vestuario de Jo, Beth y Laurie. John tiene una forma muy diferente de trabajar, pero es un experto igual de apasionado, y creó el vestuario de la tía March. Tener a los dos dándome consejo ha sido un buen recuerdo de que no hay una forma única de hacer un vestido de época".
A medida que se acercaba el rodaje, Durran empezó a colaborar con el reparto. "Cada vestido se creó con una mezcla de referencias, imaginación y más tarde la interpretación del personaje que aportaba cada actriz. Así es como cobraron vida" observa Durran.
Los actores por su lado estaban muy agradecidos de lo mucho que ayudó a mejorar sus interpretaciones. "Jacqueline entiende cómo una actor encuentra a su personaje a través del vestuario" observa Watson. "Las capas que te vas poniendo cada mañana te van metiendo poco a poco en el personaje, literalmente, empezando por los calcetines hasta la última joya. Es una diseñadora de vestuario para actores".
Cuando se terminó de rodar, el trabajo de Gerwig acababa de empezar. Mucha de la estructura narrativa ocurre después, en la sala de montaje, donde colaboró estrechamente con Nick Houy, quien también editó Lady Bird con ella. Al mismo tiempo empezó a trabajar en la banda sonora con el oscarizado Alexandre Desplat.
"Quería que la música fuese clásica, pero aun así fresca" dice Gerwig. "Alexandre y yo hablamos sobre ser arriesgados con la música y no tener miedo de algo exuberante. La música es más austera cuando son adultas, así que es como cuando accionas una caja de música y la música empieza a desvanecerse a medida que se hacen mayores. Alexandre sabe cómo usar la música para realmente crear un mundo".
"Crear un mundo" es probablemente un resumen apropiado de lo que Gerwig se planteó hacer con MUJERCITAS. Es un mundo que está influenciado por las propias experiencias de Alcott en su época, pero que al mismo tiempo se centra en temas que afectan a la gente de hoy más que nunca. "Me moría por hacer esta película" concluye Gerwig. "Quería contar una historia de mujeres que hacen arte, que hacen dinero, mujeres que eligen y sobre cómo mantener la valentía en la edad adulta. A veces cuando sigues una intuición con una historia, parece que el mundo se pone de tu lado. Esta historia todavía nos resuena porque es un trabajo humanista. Es una historia sobre la familia y las conexiones humanas al margen del género, lo que ha hecho que trascienda el tiempo y el espacio".
"Creo que lo que más me gusta de MUJERCITAS es que trata sobre cómo las mujeres podemos ser de la forma que queramos y al mismo tiempo ser amadas y respetadas" concluye Pascal. "Trata sobre la lucha por un mundo en el que el poder y arte de las mujeres puede dar un paso al frente y todo el mundo esté contento con quien es".
Mucho de lo que Alcott escribió en MUJERCITAS todavía tiene sentido en 2019. Como reflejo tenemos estas palabras sacadas de la novela: "Quiero hacer algo magnífico… algo heroico o maravilloso que no se olvide cuando muera. No sé el qué, pero lo estoy esperando y prometo asombraros algún día".