En SIN TIEMPO PARA MORIR, Bond se ha retirado del servicio activo y disfruta de una vida tranquila en Jamaica. Pero la calma solo dura hasta que su viejo amigo Felix Leiter, de la CIA, le pide ayuda. La misión de rescate de un científico secuestrado acaba siendo mucho más peligrosa de lo que parece, llevando a Bond a seguir los pasos de un misterioso hombre armado con una nueva y peligrosa tecnología.
James Bond
Daniel Craig vuelve por quinta y última vez para cerrar un recorrido que presentó a un nuevo y moderno Bond al mundo. Por excelente que sea en algunos campos, el Bond de Daniel Craig no es infalible. No es un héroe mítico y legendario, aún le queda mucho por aprender. Bond es un héroe multifacético, y un hombre cuyo éxito se ve en ocasiones diluido por algunos fallos. Es una mezcla de luces y sombras Cuando pronuncia una frase breve, suele ser una amenaza velada.
Los espectadores han sido testigos de este cambio. Han visto a Bond aprender a ser agente secreto, ganarse la licencia para matar, y se han dado cuenta del esfuerzo que todo esto implica. Es un hombre solitario, aún no ha aprendido a dejar que se le acerquen. Amó y perdió a sus seres queridos. Perdió a Vesper Lynd. Perdió a M. Y estas heridas siguen abiertas.
"Empezó en Casino Royale", explica Daniel Craig. "Decidimos comenzar así con mi papel y definió en gran parte la forma en que he interpretado a este maravilloso personaje. Quería que Bond pareciera un asesino y que se comportase como tal porque es exactamente eso, un asesino. Así es el personaje. Pero quería que tuviera un enfoque moderno".
Ha habido una constante en todo el recorrido por Casino Royale, Quantum of Solace, Skyfall, Spectre y ahora SIN TIEMPO PARA MORIR. Han dominado temas importantes. "SIN TIEMPO PARA MORIR presenta temas aún más grandes", sigue diciendo el actor. "Con Bond siempre es así. Si la expresión ‘Se hace a lo grande o no se hace’ no es perfecta para una película Bond, no sé para qué sirve entonces".
"Siempre me han gustado las películas de 007 en las que he participado", añade. "Nos hemos centrado en las relaciones y en cómo le afectan. No solo le hacen cambiar, sino que cambian todo el curso de su vida. Y esta película vuelve a hacer énfasis en sus relaciones con el malo y con las personas con las que trabaja. Los temas principales son el amor y la confianza, no se puede pedir algo más importante".
Estos temas se centran en la relación de Bond con Madeleine, que nació en Spectre entre las nieves de Austria y se afianzó bajo el sol de África, cuando Bond permitió que el amor volviera a introducirse en su vida.
"Después de que Vesper Lynd le traicionase en Casino Royal, Bond comprendió que no podría hacer su trabajo si se permite el lujo de ser vulnerable", dice el guionista Neal Purvis. "A partir de entonces rechazó el amor y se prohibió enamorarse de otra mujer".
"Pero Madeleine es la hija de un asesino y quizá sea la única persona que pueda entender la vida que él ha llevado", explica. "Confía en ella, y esa es la calve: el amor y la confianza van de la mano y, con ella, vuelve a ser vulnerable".
Daniel Craig está de acuerdo: "El gran amor de su vida fue Vesper, y acabó de forma trágica; ahora suele desconfiar de todo el mundo. Además, el hecho de que la mayoría de personas cercanas a él acaben muriendo le hace ser muy prudente. Tiende a estar solo, pero en esta película se le presenta la oportunidad de encontrar realmente algo importante".
"Se trata de una película Bond, y en las películas Bond hay acción y aventuras – y mucho de todo –, pero para que un largo de acción y aventuras funcione es necesario incorporar algunos elementos realistas así como satisfacer el recorrido emocional de los espectadores para que puedan empatizar con los personajes", sigue diciendo. "Por eso mismo en SIN TIEMPO PARA MORIR hay una historia de amor muy complicada, pero también muy entretenida".
Al final de Spectre, la cuarta entrega, Bond se aleja con Madeleine, pero también deja Londres. Llegó la hora de cortar con el MI6, no quiere poner en peligro a otras personas por las que siente cariño. Al empezar SIN TIEMPO PARA MORIR se ha retirado del servicio activo.
"Se ha escondido", explica Daniel Craig. "Intenta alejarse de todo, apartarse de su profesión, algo que es muy duro para él. Pero no tardamos en descubrir que vuelven a involucrarle".
Bond no está hecho para la vida inactiva. "Cree que podría ser feliz sin hacer nada, pero sabe que le falta algo", explica el guionista Robert Wade. "Sale de pesca, se toma unas copas, se tuesta al sol, pero necesita más que eso".
No olvidemos que es un hombre al que define la acción y su compromiso con el mundo. "No hace nada de eso en Jamaica", añade Neal Purvis, "así que cuando los problemas llaman a su puerta, les da la bienvenida. Está dispuesto a aceptar el reto".
Desde el momento en que Bond recoge el guante, los personajes habituales de la saga reaparecen. "Ben Whishaw es Q; Ralph Fiennes es M; Rory Kinnear es Tanner, y Naomie Harris es Moneypenny", dice Daniel Craig. "Y a Bond no le queda más remedio que volver al MI6, al mundo que creía haber dejado atrás".
Personajes recurrentes
Madeleine Swann
Léa Seydoux da vida a Madeleine Swann, una inteligente y capacitada psicóloga que ocupa un lugar muy importante en la vida de Bond. SIN TIEMPO PARA MORIR es la primera película en la que un amor de Bond dura más de una entrega (aunque la sombra de Vesper Lynd siempre se ha dejado sentir en todas las películas de Daniel Craig).
Léa Seydoux estaba encantada de volver al papel. "Al final de Spectre, Madeleine se siente feliz con Bond y se da a entender que es el principio de una relación duradera", dice la actriz. "Pero aquí descubriremos que tienen problemas que resolver. Creo que en SIN TIEMPO PARA MORIR sabremos mucho más acerca de su intimidad".
Aunque se revelaron aspectos de la vida privada de Madeleine en la última película – Mr. White, el asesino a sueldo de SPECTRE al que conocemos en Casino Royale, no es otro que su padre –, ahora el espectador descubrirá más cosas del personaje. "Cary quería que Madeleine fuera más accesible y más cercana en esta entrega", sigue diciendo Léa Seydoux. "Quería explorar su relación con Bond, y esta es una faceta nueva del personaje".
También descubriremos la complicada relación de Madeleine con sus padres. "Entendemos lo que ha vivido y por qué es como es", añade.
Al mostrar aspectos hasta ahora desconocidos de la infancia de Madeleine, también aparece una conexión inesperada con Safin (Rami Malek), el malo de la película.
"Al echar un vistazo al pasado, vemos a Madeleine con su madre y descubrimos cómo fue su infancia", explica la actriz. "Vemos la complicada relación con sus padres y con Safin. Entendemos la experiencia traumática que vivió con su madre y con Safin, lo que nos ayuda a comprenderla mejor".
Moneypenny
Otra mujer importante en la vida de Bond no puede ser otra que Moneypenny, interpretada por Naomie Harris. Es la mano derecha de M, pero su lealtad a Bond es inquebrantable. De hecho, en SIN TIEMPO PARA MORIR se enfrenta a un dilema cuando empieza a dudar de las decisiones de su jefe y decide pedir consejo a su viejo amigo. Desde el primer momento en que Naomie Harris apareció en Skyfall aportó un toque único y actualizado a uno de los personajes favoritos de la franquicia, interpretado desde 1962 hasta 1985 por la actriz Lois Maxwell.
Bond acude a la llamada de auxilio de su amiga. La relación entre ambos es muy sólida. "Moneypenny confía plenamente en Bond, más que en nadie", dice Naomie Harris. "Está dispuesta a ser sus ojos y oídos en el MI6 y a pasarle toda la información que necesite. Quizá no sea lo que debería hacer, pero todos sabemos que lo hace porque se lo dicta el corazón".
Su papel en esta última entrega es crucial. Al unirse a la agente doble 0 Nomi (Lashana Lynch) y a Madeleine Swann, Moneypenny se convierte en una de las mujeres fuertes y competentes de la serie.
"Me parece maravilloso que las mujeres de esta película tengan papeles clave", comenta la actriz. "Son muy importantes a la hora de impulsar la historia. Son duras de pelar. Participan al cien por cien en la acción y no tienen nada que ver con damiselas en apuros, no necesitan que nadie las rescate. En esta película se ve que Bond no habría sobrevivido sin la ayuda de las mujeres que le echan una mano".
Q
Bond cuenta con muchos aliados, y otro miembro del MI6 que siempre está dispuesto a echarle un cable es Q. Gracias a la interpretación de Ben Whishaw, la dinámica entre Q y Bond ha cambiado desde Skyfall y Spectre. La clásica relación definida por el legendario Desmond Llewelyn (Q en 17 películas Bond desde la segunda entrega, Desde Rusia con amor, en 1963) con un quisquilloso Q que solía perder la paciencia por la actitud poco respetuosa de Bond ante sus maravillosos inventos, ya no es de rigor.
Dicho esto, sigue existiendo una cierta tensión cuando se ven. Q se encuentra dividido. Por un lado, es leal al MI6 y, por otro, admira a Bond y es su amigo. "Q está entre el independiente e impredecible Bond, siempre dispuesto a saltarse las reglas, y lo que M le manda", explica el actor. "Ante todo es un incondicional de Bond; el afecto entre ambos se hace palpable en esta película".
El Q de Ben Whishaw sigue siendo quisquilloso y meticuloso, tal como se aprecia durante la visita que realizan Moneypenny y Bond a su casa durante un momento crucial de la película. Hasta ahora, los cineastas habían ofrecido algún que otro vistazo al piso londinense de Bond, donde podía verse la naturaleza efímera de su estilo, y alguna visita al hogar mucho más opulento de M en épocas pasadas de la franquicia.
"Moneypenny lleva a Bond a casa de Q porque ninguno de los tres quiere que M se entere de lo que están hablando", explica Barbara Broccoli.
La visita a la casa de Q no solo revela una parte importante de la trama, si no que también inyecta un momento de humor al descubrir a Q preparando la cena para una persona que aún no ha llegado. "Q tiene bastantes artefactos en su casa", dice Michael G. Wilson. "Hay un pequeño jardín en la parte trasera y conocemos a su gato hipoalergénico. Es agradable vislumbrar la vida personal de Q".
Los guionistas disfrutaron con la incomodidad de Q al ver que dos personas invaden su espacio personal y también con la incongruencia de que Bond esté en un ambiente doméstico.
"Uno de los momentos más graciosos de la película es cuando Bond va a casa de Q", dice Neal Purvis. "Q no quiere que Bond perturbe su vida, todo ha estado mucho más tranquilo desde que no está. Pero la calma desapareceré pronto con su regreso y es muy divertido ver lo incómodo que se siente Q ante esta situación".
M
También regresa Ralph Fiennes en el papel de M. El actor reconoce que le impresionaron las ideas de Cary Joji Fukunaga para la historia.
"Cary me llamó y me contó la historia. Me pareció que tenía mucha fuerza", dice el actor, que regresa por tercera vez a una entrega de Bond. "M se ha arriesgado al desarrollar un programa secreto, aunque está convencido de haberlo hecho por el bien del país".
"Pero el científico que ha robado el programa a los rusos y lo está desarrollando es un canalla y lo ha convertido en algo tan horrible como peligroso", sigue diciendo. "M, sin querer, ha permitido que esté fuera de su control".
Su más que cuestionable decisión obliga a M a recurrir a Bond. Necesita que el mejor agente del MI6 regrese y le ayude a enmendar el terrible error. A partir de ahí la relación entre M y Bond cambia.
"Al principio" explica Neal Purvis, "M preferiría que Bond no estuviera, siempre le mete en líos, pero la dinámica es diferente".
Ralph Fiennes disfruta con estas escenas: "Hay algunos momentos de confrontación con Daniel en las películas anteriores, pero esta vez saltan chispas entre nuestros personajes".
"Tenemos escenas maravillosas juntos", sigue diciendo. "En una nos enfrentamos sin remedio, pero acabamos uniéndonos cuando M reconoce que ha metido la pata. M intentaba hacer algo por su país y salió mal. Necesita la ayuda de Bond. Me encantó hacer esta escena con Daniel".
Tanner
Otro miembro del MI6 que vuelve en SIN TIEMPO PARA MORIR es Tanner, interpretado por Rory Kinnear, para quien la "familia del MI6" es uno de los temas importantes de la película.
"La película tiene una fuerte conexión, temáticamente hablando, con las anteriores, sobre todo con aquellas en las que he participado", dice el actor, que regresa por cuarta vez. "Se atan cabos sueltos, pero también aparecen las familias, y una de ellas es el MI6. La historia profundiza en lo que requiere la lealtad, lo que exige y lo que aporta a la vida personal y profesional".
"Las amistades se concretan y solidifican por la presión a que están sometidos los personajes hacia el final y creo que esto empezó hace dos películas. Han pasado mucho juntos", añade.
Según él, la amistad que une a la familia del MI6 se ve reflejada en la relación entre los actores: "Cada vez que vuelvo a una de estas películas, siento que la amistad con las personas con las que he trabajado ha crecido. Y cuando terminamos una entrega, no sabemos si trabajaremos en la siguiente. Podría ser la última vez que estamos juntos y eso las hace especiales".
Blofeld
También regresa Blofeld, el enemigo más famoso del agente, que debutó en 1963 con Desde Rusia con amor, y cuya conexión con la serie de Daniel Craig empezó en Spectre, donde aportó información valiosa sobre la infancia y adolescencia de Bond y el dolor con el que vive desde Casino Royale. Christoph Waltz vuelve después de que su personaje acabase en la cárcel al final de la película anterior.
"Aún no ha terminado la historia de Blofeld", dice Michael G. Wilson. "No iba a estarse quietecito en la cárcel, no es de esta clase de personas. Y, desde luego, que ingresara en la cárcel no significa que su historia hubiera acabado. Primo, que sigue en el mundo exterior, actúa como sus ojos y oídos".
Blofeld no deja de hurgar en la herida. "Me encanta cuando Blofeld le dice a Bond: ‘Siempre has sido muy sensible’", comenta Barbara Broccoli. "Todos estos hombres tienen la sensibilidad a flor de piel".
Felix Leiter
La conexión emocional entre Bond y el agente de la CIA Felix Leiter, otro conocido de la saga, es mucho más positiva. Su amistad en la serie de películas con Daniel Craig se remonta a Casino Royale. Jeffrey Wright vuelve a encarnar a Leiter en SIN TIEMPO PARA MORIR. "Existe un amistad fraternal entre Felix y James", explica el actor. "Son como dos hermanos en un círculo muy selecto".
Es la décima vez que aparece el personaje en una película Bond, desde Dr. No en 1962. En esta entrega tiene un papel decisivo al ser la persona que saca a Bond de su retiro y vuelve a meterle en el mundo del espionaje.
"James se ha retirado, pero Felix necesita a alguien para una misión que, casualmente, transcurre en el vecindario de su viejo amigo", dice Jeffrey Wright. Se conocen bien, les une una profunda amistad, además de su profesión, y todo a pesar de unos comienzos muy dispares. La película describe el afecto y respeto que sienten el uno por el otro. Y a los dos les encanta su profesión".
Personajes nuevos
Nomi
Nomi, una agente recientemente reclutada por el MI6 a la que da vida la gran actriz Lashana Lynch, es un personaje nuevo en SIN TIEMPO PARA MORIR. La productora Barbara Broccoli trabajó con ella por primera vez en la obra "Ear for Eye", estrenada en el London Royal Court Theatre. Nomi entra en escena después de que Leiter visite a Bond.
"Es una mujer fuerte, muy lista, con mucho humor y valor", dice Lashana Lynch hablando de su personaje. "También es descarada, sarcástica y seca. Me parece una buena contrapartida para Bond, porque es muy serio, sobre todo cuando está en una misión".
Cuando se conocen en Jamaica, el rechazo mutuo es inmediato entre Nomi y Bond. "A Nomi le encanta meterse con la edad de Bond para hacerle sentir mal", dice la actriz, riendo. "Es joven, tiene artefactos nuevos, está al día, pertenece al círculo más cercano a M, en fin, todo lo que a él le falta en ese momento".
"Le tiene calado, lo que para una mujer joven que sabe quién es ese hombre y que conoce su experiencia, es todo un reto", sigue diciendo. "Además, nadie en la sección doble cero tenía el valor suficiente para aceptar esta misión, solo Nomi que estaba más que dispuesta".
A pesar de sus diferencias iniciales, Nomi y Bond unen sus fuerzas y se convierten en un equipo temible. "Ella se mete con su visión del mundo y es muy gracioso", comenta Robert Wade.
"La atracción es mutua y si pasa algo entre los dos…", se ríe antes de añadir: "Bueno, ya veremos".
No es la primera vez que Bond trabaja con otro agente doble cero – nadie puede olvidar el emocionante arranque de GoldenEye, de 1995, por ejemplo –, pero en SIN TIEMPO PARA MORIR los dos agentes trabajan codo con codo al acercarse el momento cumbre de la película, cuando Nomi hace alarde de sus habilidades físicas y técnicas.
Bond acaba sintiendo una gran admiración por Nomi. "Empieza a respetarla como agente doble cero", dice la actriz, "y como mujer y compañera de trabajo. Es consciente de sus cualidades".
Safin
Safin es un malo entre los malos que aporta matices inesperados a la historia y está encarnado por el oscarizado Rami Malek. Varios de los últimos adversarios de Bond han tenido conexiones personales con nuestro héroe, pero Cary Joji Fukunaga pensó que Safin debía tener relación con la vida anterior de Madeleine.
"El pasado de Safin está muy conectado al de Madeleine", explica el director. "Hay un espejo entre él y Madeleine. Safin no se considera un malo, al contrario, se considera un héroe. Fue genial ver a un actor con el talento de Rami y a una actriz tan consumada como Léa enfrentarse a niveles tan complejos y aterradores".
Rami Malek reconoce que quería que el malo "hiciera todo lo posible para que Bond lo pasara lo peor posible". Safin es brutal. "Creo que para él tan solo es el resultado de la dureza con que fue tratado de niño", añade el actor. "Es algo que se le inculcó desde muy joven".
"Es el producto de la pérdida de la inocencia desde muy pequeño, y le cuesta entender lo que está bien y lo que está mal", sigue diciendo. Desde el punto de vista de Bond, el bien y el mal están perfectamente definidos. Pero Safin tiene la curiosa habilidad de hacernos dudar de si realmente es así".
Un protagonista tan complejo como Bond requiere a un enemigo complejo. "Creo que cualquier actor intenta aportar un toque humano al malo que encarna", explica Rami Malek. "Les hace más aceptables. Pero en algunas ocasiones, el malo no debe ser aceptable, a veces debe ser del todo malévolo para dar miedo al público".
"Pero empatizar con un personaje como este es inquietante", añade. "Y quise que Safin fuera inquietante. Incluso cuando le veo en el tráiler, me doy cuenta de que ese rasgo le define".
Primo
Los malos en las películas de Bond siempre son especiales, y pasa lo mismo con los esbirros de esos malos. En SIN TIEMPO PARA MORIR, el público conocerá a otro personaje impresionante, Primo, al que da vida Dali Benssalah.
"Para mí, Primo es todo acción, una especie de mercenario", explica el actor. "Solo busca una razón por la que pelear. Nació y se crió en el lado oscuro, así que su lealtad siempre está con los malos".
Llama la atención. "El aspecto de Primo es genial, de lo mejor", sigue diciendo. "Me refiero a su forma, su corte de pelo y el ojo robótico. Primo no será fácil de olvidar".
La actuación de Dali Benssalah fue tan poderosa que los productores y el director decidieron aumentar su papel. "La interpretación de Dali es muy buena", dice Michael G. Wilson. "Primo es un superviviente. Cambia de lado si hace falta, pero es muy decidido. Parece disfrutar con lo que hace, incluso aterrorizando a Madeleine siempre que puede. Es importante que Bond pueda enfrentarse a alguien con su fuerza física, y Primo era perfecto".
Paloma
Otro personaje que acaba teniendo mucha importancia en la trayectoria de Bond es Paloma, una nueva y entusiasta agente de la CIA de ascendencia cubana a la que Barbara Broccoli describe como "una mujer que pega duro". La encarna Ana de Armas, con quien Daniel Craig ya trabajó en 2019 en el thriller Puñales por la espalda. "Queríamos un personaje cubano, y Ana nos encanta", dice la productora, refiriéndose a la actriz cubana. "El papel, aunque no aparece mucho tiempo de pantalla, es muy importante para la historia".
Según Ana de Armas es muy posible que Paloma sorprenda al espectador: "No creo que esperen un personaje como este. Paloma no se calla, su sentido del humor es algo inesperado, como su forma de actuar y de relacionarse con Bond. No es un personaje que suela verse en la pantalla".
"Es muy graciosa y tiene chispa", sigue diciendo la actriz. "A veces puede parecer juguetona, ingenua e incluso metepatas, pero es hábil, está entrenada y sabe lo que hace".
Y añade: "Está guapísima, aunque no va de eso. Sabe que Bond es una persona importante, pero a ella le importa hacer bien su trabajo. Fue genial disponer de tantos matices para interpretar al personaje".
Valdo
El personaje de Valdo, al que encarna David Dencik, es un científico ruso muy especializado y un hombre enigmático. Ocupa un puesto central en la historia. "Valdo me pareció un personaje muy interesante", dice David Dencik. "Es algo extraño pero también un científico brillante".
Es el objetivo de varias personas en la película. El actor dice que a pesar de las circunstancias, tiene momentos humorísticos.
"Valdo actúa de acuerdo con las circunstancias en que se encuentra, pero esto no define su auténtico carácter", explica el actor. "Secuestran a Valdo. Están a punto de dispararle. Le dejan tirado. En fin, no lo pasa nada bien, pero disfruté mucho interpretándole".
Logan Ash
Billy Magnussen interpreta a Logan Ash, un agente de la CIA que colabora con Felix Leiter y cuya misión es hacer que Bond vuelva a trabajar. Encuentra a Bond, que siente una antipatía inmediata por Ash, en Jamaica. "Es un agente chapado a la antigua, no bebe alcohol, nunca se salta las reglas, siempre parece estar contento", dice el actor, que recuerda sentirse muy nervioso cuando rodó su primera escena con Daniel Craig y Jeffrey Wright. "Soy un admirador de Jeffrey y de Daniel", añade. "Lo que ha conseguido Daniel en sus últimas películas es notable".